Una historia dolorosa contada con alegría

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Escrito sobre una historia dolorosa contada con alegría (un vistazo a la vida cotidiana de los ciudadanos de la Nueva Granada en el siglo XIX)

Autor: Víctor Gustavo Pulgarín Restrepo

Profesor: Andrés Felipe Sánchez

Corporación Universitaria Minuto de Dios Facultad de Ciencias Humanas y Sociales Comunicación Social y Periodismo Seccional Bello 2019

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Una historia dolorosa contada con alegría (un vistazo a la vida cotidiana de los ciudadanos de la Nueva Granada en el siglo XIX)

Luego de la independencia y con la conformación de la nueva república, en la Nueva Granada – nombre con el que se nombró antes a lo que actualmente es Colombia - , las personas tuvieron que hacer la transición entre monarquía y Estado, lo que significó un cambio en la manera de vivir, dado que ahora eran ciudadanos. Sin embargo, la pobreza fue un asunto de especial preocupación. Según Perilla (2017), la pobreza se consideraba un asunto de valoración social, por lo cual hubo un afán imperante de culturizar a las clases bajas, ya que a estas las tachaban de ser portadoras de la “barbarie”, entonces debían ser transformadas. No obstante, a pesar de la preocupación por llevar a cabo dicha transformación se generó una distinción social puesto que “no todos los que habitan la república eran considerados ciudadanos, solo eran considerados como tales aquellos que poseían la condición privilegiada de ser hombres, mayores de edad, letrados y propietarios” (Perilla, 2017,p. 51).

Se contruyó un proyecto de Nación donde no se incluían a todos los que habitaban el territorio. Aunque en el papel, en la Nueva Granada, se promulgó la igualdad, en la práctica distó mucho de ser así. Las mujeres, los eclavos y los indígenas jugaron un papel clave en las guerras de independistas pero no fueron tomados como iguales por parte de las grandes élites cuando se creó la República (Perilla, 2017). En la novela Una historia dolorosa contada con alegría, se hace alusión a la plática entre dos hermanos de Fontibón ( pueblo cercano a Santa Fe de Bogotá), donde éstos destacaban la importancia de construir vías para lograr darle apertura a sus productos

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a otros lugares y así poder sacar los que allí sobraban, además agregaban , según Raimundo Bernal Orjuela( 1860): Muchos que hoi no tienen ocupacion hallarian en que trabajar, todos podrian ser ricos, i no habria mas pobres que los perezosos holgazanes i los hombres perdidos, los cuales con la exhuberancia del trabajo, que se iria desarrollando cada dia mas, se disminuirian en número; los ricos serian los primeros en aumentar sus capitales por medios licitos , i honrosos i hasta el gobierno mismo, tomando parte en las grandes empresas que entónces se acometerian (p.5).

En la Nueva Granada ya muchos habitantes se reconocían como ciudadanos y no como súbditos del rey, por eso exigían derechos que se limitaban a los otros de la ciudadanía, que venían siendo los que no estaban acogidos por estos nuevos derechos. Por eso, en esa época , temas como: el desempleo, la pobreza o la mendicidad, se los trató desde una perspectiva crítica.

Al respecto, decía Jurado (2010): el catolicismo que predominaba y el orden jerárquico hicieron que estos problemas fueran interpretados como el origen de muchos males, incluso se trataron con una mirada ante todo desde la moral. Para las clases más populares - a parte de la Iglesia y el Estado - , las guerras civiles aumentaron sus dificultades, ya que hubo pérdidas de cosechas como de animales, porque los ejércitos los tomaban para poder tener un sustento. También fueron desalojados de sus tierras y obligados a pagar cuotas para financiar a los bandos enfrentados: tanto los del Gobierno como a los que enfrentaban a este. Cabe destacar que entre el periodo de 1830 a 1862 acontecieron cinco guerras civiles ((1830,1839-1842, 1851, 1854, 18591862); ante dicha situación, estas clases se dieron cuenta que eran el objetivo principal para la lucha, así que decidieron huir para no ser reclutados o desertar del servicio militar,y reclamaron a los ricos y a las élites que hicieran parte de éste también ( Jurado, 2010).

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La población de Santa Fe de Bogotá a mitad del siglo XIX oscilaba entre 21.000 y 40.000 personas, tomando a los trabajadores y artesanos, esta cifra era muy equiparable con la de otras capitales de Hispanoamérica. Algunos de los trabajos que se encontraban allí eran: jornaleros, arreadores de mulas, cargadores, albañiles, sastres, orfebres,herreros, entre otros.

“Aunque en lo general ninguno de los habitantes de esos pueblos llega a poseer lo que debe llamarse cuantiosas riquezas , todos hasta los más pobres, se proporcionan con su trabajo lo necesario para vivir cómodamente conforme a sus necesidades”( Bernal, 1860, p.2). Los habitantes se reunían para opinar sobre política en espacios públicos o votar durante las elecciones, aunque parecían estar desorganizados políticamente, porque sus actividaeds respecto a éstas estaban restringidas.Hacia finales de la década de 1830 , la mayoría de los trabajadores o artesanos no estaban en gremios o asociaciones que impulsaran candidatos, pero más adelante con ayuda de intelectuales los fueron acercando y movilizando , aunque en principio éstos no mostraron interés en unirse a estas asociaciones (Uribe, 2003).

Para entender el origen de los partidos políticos( Liberal y Conservador) en la Nueva Granada, se debe ir más atrás , comenzando por la ruptura entre Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar, lo que derivó en santanderistas y boliviarinos. De ahí se suele decir que los que apoyaban a Santander, serían el núcleo del futuro Partido Liberal y quienes apoyaban a Bolívar, serían el embrión del Partido Conservador. De todos modos, también se ha hablado a cerca del origen de estos partidos, remontándose a los independentistas, patriotistas, federalistas y centralistas. En la novela Una historia dolorosa contada con alegría, Bernal Orjuela( 1860) cuenta: Hasta el año 1849 ninguno de los dos sabia qué cosa era ser conservador o liberal, porque hasta esa época apénas se habian hecho prácticos en el arte de ser patriotas, relijiosos i morales,

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sin que jamás se eximiesen de prestar cualquier servicio público que se les quisiese exijir, ni de cumplir con las obligaciones que las leyes así civiles como relijiosas les imponian (p.4).

Un año atrás, el 16 de julio de 1848, fue fundado el Partido Liberal por José Ezequiel Rojas y casi en paralelo se fundó el Partido Conservador el 4 de octubre de 1849, por Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro. Estos dos partidos dominarían todo el escenario político de la Nueva Granada. Lozano (2005) los describe como: Ambos partidos eran multiclasistas y cubrían todo el territorio nacional. La ventaja tácita de contar con el clero como apoyo político no se olvidó luego de las primeras etapas del partido conservador. Durante el resto del siglo, la gran diferencia entre ambas colectividades se relacionó, precisamente, con la situación legal de la iglesia. Si el catolicismo servía como medio para unir a todos los miembros de la sociedad, los conservadores saldrían favorecidos (p.23).

Se generó una lucha ideológica, política y militar en todo el territorio para definir el destino del país, lo cual radicalizó sectores y regiones. En ese contexto Fontibón no estuvo exenta de eso. “Lo único que podremos asegurar, sin temor de ser desmentidos, es que, en virtud de las continuas escitaciones i empeños que recibieron de la capital, se decidieron, el uno a ser conservador destapado, i el otro frenético liberal” (Bernal, 1860, p.6).

Hasta el 1 de abril de1849 Tomás Cipriano de Mosquera fue el presidente de la Nueva Granada; luego de este, quien lo sucedió fue José Hilario López, que se convirtió en el primer presidente liberal. La consolidación de la fuerza liberal desde ese momento hasta la década de 1860 “marcaron el inicio de una serie de reformas tendientes a establecer un modelo económico y político inspirado en el liberalismo, que permitiera una inserción más efectiva en el mercado

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mundial y la sociedad internacional”. (Jiménez, 2016, p.296).Por eso el narrador (1960), hablaba de los dos hermanos diciendo que: El patriotismo de ambos habia llegado a su apojeo. El uno solo pensaba en sostenerse encima eternamente, destruyendo a su hermano, quien no cesaba de moverle el andamio para hacerlo caer. El otro solo se ocupaba en idear medios de echar abajo a su hermano i destruirlo para subir él: ambos eran lójicos procediendo así (p.8).

El hermano liberal estaba en el poder y debía consolidarse ahí, mientras el hermano conservador esperaba ver como su partido retomaba el poder. Y mientras tanto, ambos ocasionalmente discutían, intentando convencer el uno al otro sobre cuál periódico tenía la razón, por eso, en una de esas charlas puede leerse: No, hermano replicaba el primero, está usted engañado, i es porque usted no lee más que "La Civilizacion " i "El Dia" en donde calumnian i mienten cuanto pueden esos conserveros fanáticos, ladrones; lea usted "El Neo-granadino" i " El Sur-americano" i verá cómo se desengaña, pues en estos periódicos no se dice sino puramente la verdad ( p. 8).

Y viceversa, el hermano conservador le responde al liberal que los que él critica son los que dicen la verdad. A continuación, se hablará sobre el presidente López y José Raimundo Russi (que era un popular doctor en leyes - aunque aún no se constatan sus estudios formales -, por lo que podía ser un abogado empírico, más que un verdadero “doctor”), en un fragmento de los años 1850 del periódico El Día: Russi acompañaba frecuentemente al general López mientras éste se caminaba por el altozano de la Catedral de Bogotá, hasta el día en que los dos tuvieron un altercado. Russi

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supuestamente se quejó de que López se estaba dejando manipular de intelectuales burgueses radicales y López se debió molestar mucho por ello.

Los dos hermanos llegaron al punto de no poderse entender, por lo que llevaron luego la discusión a otro terreno de confrontación. “La guerra se escondió por todo las partes, liberándose muchos combates; I en todos ellos descubríanse, al trayes del humo de la pólvora, dos figuras hacian estragos, por no decir portentos de valor en las filas contrarias”. (Bernal, 1860, p.9). Esta guerra se pudo evidenciar, tomando a Lozano (2005), porque: Debido al proceso revolucionario de esta época se evidencian diferencias fundamentales entre el partido conservador y el partido liberal. El primero prefería continuar con el Estado colonial que se había alargado. Los conservadores creían que las transformaciones podían interferir con sus intereses económicos. Por ejemplo, la abolición de la esclavitud podía afectar los intereses económicos de los esclavistas porque perderían el dinero que habían gastado en los esclavos y se verían obligados a contratar jornaleros. Mientras tanto, para los liberales, el cambio era totalmente significativo e implicaba transformar el Estado. Se pasaría de unas relaciones coloniales a un Estado con leyes generales para todos que se enfocaría principalmente en el libre comercio (p.29).

Los liberales gobernaron desde 1849 hasta 1855, ya que el partido conservador tomó el poder desde 1855 con Manuel María Mallarino y luego con Mariano Ospina Rodríguez hasta 1858, que sería el fin de la Nueva Granada como nombre oficial de lo que actualmente es Colombia. Durante ese período que comprende 1855 -1859 no hubo guerras civiles, y en la novela Una historia dolorosa contada con alegría, en ese contexto, los hermanos vivían en aparente calma, cada uno llevando diferentes estilos de vida y buscando los medios para

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sobrevivir. Cuando se reunieron de nuevo, luego de un largo tiempo sin verse, tocaron muchos temas, los cuales dialogaban de manera amena, hasta que llegaron al tema político, donde sin dudarlo, recordaron los días de luchas entre partidos y los ánimos se subieron. Entre ellos se calumniaron, desprestigiando la postura política y la visión de Estado del otro. Este clima álgido coincidió con una nueva guerra civil que se dio entre 1859 -1862, en la Confederación Granadina (nuevo nombre adoptado entre 1858- 1863). Bernal (1860) relata el encuentro cuando pasó a las manos así: Largo rato duraron mojiconeándose con un ardor creciente de tales magnitudes, que no lo habrian sostenido igual dos combatientes del arco romano, hasta que por desgracia de ámbos se acordaron a un mismo tiempo de un puñal que cada uno de ellos acostumbraba a cargar en el cinto, desde que se habian hecho hombres públicos, i con ellos se acariciaron recíprocamente, hasta que juntos cayeron horrorosamente apuñaleados, exánimes i sin alientos. (p. 14).

La guerra civil en la Confederación Neogranadina de 1859 -1862 se dio por una lucha entre los partidos políticos, por un lado los conservadores, encabezados por el presidente Mariano Ospina y por el otro los liberales, comandados por el general Tomás Cipriano de Mosquera. Según Cardona, (2008) . La legislación de 1859 fue el punto de partida de la generalización de la guerra, el detonante que concitó los ánimos de todos los estados que entraron en la disputa, a partir de entonces los levantamientos tuvieron un punto de encuentro, un motor común de movilización y lucha, la disputa por evitar la intervención del gobierno central en los estados “soberanos” (p.244)

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El sentimiento de violencia de esa época lo resumen los hermanos, Una historia dolorosa contada con alegría, donde Bernal (1860) escribía: Hermano mio i decia el uno con voz casi ahogada i mui débil, qué hemos hecho? ¿qué hemos adelantado con habernos asesinado recíprocamente? ¿Ganarían algo nuestros partidos con lo que acabamos de cometer? Podrán ser mas de lo que son? Ah! locos de nosotros! nuestras familias! (p.15) Y contestaba el otro hermano: No me hable, hermano decía el otro con la misma dificultad para hablar que el primero; nuestro pecado no merece perdon! despues de que gastamos todo nuestro haber tan locamente, para, para asegurables el momeo a hombres que niñas gracias nos han dado, despues de que ni siquiera hemos conseguido que nuestros respectivos partidos hicieran, en el tiempo en que cada uno de ellos ha gobernado, una sola mejora material, ni un camino, ni un puente i ni aun conservar lo que ántes habia. (p.15).

Luego de la lucha, las pérdidas humanas que se estimaron fueron entre 2.500 y 6.000 muertes en esta guerra civil. Sin embargo los que lideraron estas luchas lograron que “Fue la única guerra del período postindependista ganada por los rebeldes, lo cual implicó nuevos rumbos en el orden político, constitucional y cultural del país, resultado de ello fue la Constitución de 1863”. (Cardona, 2008, p.237). Los hermanos son la analogía para describir la violencia bipartidista de esos días en el territorio colombiano del siglo XIX y la manera en la que se vivió en las diferentes esferas de la sociedad.

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10 Referencias

Bernal, Raimundo. (1860).”Una historia dolorosa contada con alegría”. Publicada en los números 6°I 7° del Segundo año de "El Mosaico". Disponible en: http://babel.banrepcultural.org/cdm/ref/collection/p17054coll10/id/3470 Borja, M. (2015). La historiografía de la guerra en colombia durante el siglo xix. Análisis Político, 28(85), 173-188. Retrieved from https://search-proquestcom.ezproxy.uniminuto.edu/docview/1787821354?accountid=48797 Cardona, Patricia (2008). Reseña de "La guerra por las soberanías. Memorias y relatos en la guerra civil de 1859-1862 en Colombia" de María Teresa Uribe de Hincapié y Liliana María López Lopera. Co-herencia, 5(9), undefined-undefined. [fecha de Consulta 1 de Noviembre de 2019]. ISSN: 1794-5887. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=774/77411536012 Jiménez, Andrés (2016). Intelectuales, política y religión en colombia en el siglo XIX: José manuel groot y los escritores católicos *. Historia y Sociedad, (31), 293-321. doi:http://dx.doi.org.ezproxy.uniminuto.edu/10.15446/hys.n31.55496.

Jurado, Juan. 2010. “Pobreza y nación en Colombia,siglo xix”. Revista de Historia Iberoamericana 2 (Vol. 3):47-71. Madrid: Universia. Disponible en: https://revistahistoria.universia.net/article/view/241/pobreza-nacion-colombia-siglo-xix-

Lozano, Germán. (2005). Historia de los partidos políticos en Colombia. Via Inveniendi et Iudicandi. Vol. 10, Nº. 1, 2015, págs. 11-42. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6132869

Perilla, Leonor. (2017). La ciudadanía y los otros, en la primera mitad del siglo XIX en colombia. Trabajo Social, (19), 45-64. Retrieved from https://search-proquestcom.ezproxy.uniminuto.edu/docview/1994040551?accountid=48797 Safford, Frank R. . Acerca de las interpretaciones socioeconómicas de la política en la Colombia del siglo XIX: Variaciones sobre un tema. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, [S.l.], n. 13-14, p. 91-151, ene. 1986. ISSN 2256-5647. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/36148/37585 Uribe, Víctor M. Sociabilidad política popular, abogados, guerra y bandidismo en Nueva Granada, 1830-1850 respuestas subalternas y reacciones elitistas. Historia y sociedad, [S.l.], n.

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