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EL PEQUEÑO BATIMOVIL

Se llama mcmurtry Spéirling y rompe todos los récords, incluyendo el de un Fórmula 1

100% Eléctrico 1,000 HP

La reunión más extraordinaria de vehículos de carrera a nivel mundial se da todos los años en el Festival de la Velocidad de Goodwood, Inglaterra. Allí desfilan todos los carros que se pueda imaginar y muchos intentan imponer su marca en Hillclimb, la pequeña pero endiablada pista. El récord estuvo en manos del McLaren de Fórmula 1 MP4/13, que manejado por Nick Heidfeld en 1999, había detenido el reloj en 41s8. Pero esa marca fue destrozada por el McMurtry Spéirling, que impuso la marca de 39s08.

El pequeño Spéirling es un encargo que realizó en 2016, el multimillonario

Sir David McMurtry a un grupo de ingenieros con experiencia anterior en Fórmula 1. Desde entonces, el proyecto fue perfeccionándose hasta llegar al punto máximo de performance en la prestigiosa cita de este año. No es mucho lo que se dio a conocer sobre el modelo: la energía es proporcionada por una batería de 60 kWh de capacidad, que forma parte del propio chasis del vehículo.

El deportivo eléctrico, pequeño y liviano, tiene una carrocería compacta, pesa solo 2,205 libras y eroga 1,000 HP gracias a dos motores, cada cual ubicado en una rueda trasera.

Además, gracias a que cuenta con una turbina —al estilo del Brabham BT46 de F1 o del Murray T.50— puede proporcionar una carga aerodinámica de dos toneladas. En suma, es capaz de acelerar de 0 a 60 mph en solo 1.5 segundos.

Eso sí, la potencia tiene un precio. Solo tiene una autonomía en pista de 25 minutos cuando se emplea el máximo potencial del carro, por encima de las métricas clásicas de los GT4. En modo carretera sus creadores apuntan a una autonomía de más de 300 millas.

El McMurtry Spéirling es pequeño. Muy pequeño. Mide sólo 11.1 pies de largo, 6.5 pies de ancho, 3.4 pies de alto, y está homologado para un solo pasajero.

Todo su diseño está adaptado al sistema de perfiles aerodinámicos que cierra el enorme alerón posterior, con formas nada convencionales. Además, cada uno de los paneles está fabricado en fibra de carbono, a la medida y con un espesor muy específico para no afectar su potencia.

¿Cuál es el precio de este hermoso “juguete” inspirado en el Batimovil? Comienza en 1.2 millones de dólares. Sólo para bolsillos como el de Bruce Wayne.