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¡Vámonos de viaje!
¿Recuerdas el anuncio de televisión de la extinta aerolínea Mexicana de Aviación, en el cual una señora bien guapa le decía al joven del mostrador, “¡Voy a México a comprar, comprar y comprar!”?
Llega el verano y todas ansiamos montarnos en el carro, avión, tren o barco para escaparnos de la realidad, disfrutando unas vacaciones memorables.
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Yo viajo muy a menudo -y me fascina-, pero la inmensa mayoría de las veces es de negocio. Empaco la maleta en automático: 3 piezas de ropa interior, un pantalón negro, un mahón, 3 camisas en colores sólidos, un par de zapatos, bronceador en polvo, que uso de sombra también, un rímel, lápiz de ceja, dos lipsticks, humectante con protección solar, jabón de cara, cepillo de diente, pasta, perfume y un cepillo.
Y cuando se trata de viajes de placer… no es muy diferente. Soy una mujer y una viajera muy práctica.
Una viajera se conoce por…
Cuando comencé a estudiar en Nueva Orleans, viajaba frecuentemente sola y mi mamá me enseñó que una viajera se conoce o se destaca por su ropa de viaje y su equipaje.
No sabes la cantidad de oportunidades que pueden nacer de un viaje, desde recibir un upgrade a primera clase, hasta un nuevo negocio o movida de carrera. Porque en el microcosmos del aeropuerto la gente se fija en todo.
No te quiero decir que debes viajar en tacones, con un maquillaje de fiesta y la ropa de cóctel. Personalmente, lo encuentro ridículo.
Por lo regular visto de negro para viajar, porque además de ser un color encubridor, es muy elegante y te hace ver estilizada. Si me ves en el aeropuerto, me verás con un vestido casual largo y ancho, o unos pantalones mega cómodos para enrollarme como un ca- racol en la silla del avión. A veces le añado un collar llamativo que no tenga metal para que pueda pasar por TSA sin tener que quitármelo.
¿Y mis zapatos? Ponte a pensar: si tienes que literalmente correr de un terminal a otro, ¿se te hará fácil en chancletas y sandalias? Zapato cerrado, ya sean tenis o mocasines, son mi pieza básica a la hora de viajar. Comodidad y elegancia son mis mejores amigas.
¿Y mi equipaje?
El tema de llevar maletas y maletas no va conmigo, es más, me molesta viajar con personas que tienen que llevar su armario completo para el viaje.
Primero, porque no me gusta perder tiempo esperando para que aparezcan en el carrusel. Segundo, porque si no estás en la suite de un hotel o barco, probablemente el espacio sea limitado y las tendrás en el medio en todo momento. Y tercero, no me gusta cargar, sobre todo si no hay maletero.
Hoy día no hay que gastar una fortuna para comprar equipaje bonito, duradero, y
-sobre todo- liviano. Puedes ir a Marshalls y Walmart para conseguir buenos sets de maletas. Le pones un tag llamativo con tus datos y listo.
Sobre todo, cuando busques maletas, asegúrate que sean las más ligeras, para que su peso no te limite la capacidad de empacar más cosas cuando hagas tus compras. De hecho, yo empaco la maleta a 3/4 para dejar espacio para lo nuevo.
Para viajes de vacaciones tengo 3 maletas de las cuales solo llevo dos. De acuerdo al viaje escojo la grande o la mediana y llevo la de mano en la que coloco cosas delicadas que haya comprado, mis prendas, almohada de avión, libros, y mi equipo electrónico.
El tema del peso va más allá de la maleta. Todo lo que empaque debe ser liviano-liviano-liviano, desde mis tenis hasta los productos de cuidado personal.
Empaca estratégicamente
Uno de mis secretos para viajar más ligero, para empacar y desempacar más rápido, es acomodar y sellar todo en bolsas. Segmento mi ropa de dormir, interior, camisas, pantalones, y las coloco en bolsas sellables que se les extrae el aire.

Puedes extraer el aire de varias formas: con la parte de atrás del secador de pelo, con un pump manual, o uno eléctrico. Empaco y cierro la bolsa, saco el aire, acomodo en la maleta y listo.
¿Viajo o no viajo?
Tú no sabes la cantidad de colegas que me preguntan: ¿cómo te atreves a viajar sola? ¿No te da miedo? ¿No te sientes sola?
La respuesta es bien sencilla. Me encanta viajar sola, no me da miedo y estoy sola cuando quiero estar sola.
La maravilla de viajar sola, es que no tienes que ajustar tu viaje a la fecha que otras personas pueden, ni el tiempo que otras puedan. Yo viajo a donde quiera, cuando quiera, y por el tiempo que quiera.
Para algunas personas su hobby es joggear… para mí es viajar. Es como una fuente de oxígeno que me permite energizar mi creatividad. Por eso no espero por nadie para viajar. Viajar a lugares lejanos es como gasolina para mi creatividad y para crear nuevas soluciones o productos.
La forma más fácil para viajar sola y no sentirte sola es en crucero. Siempre estás rodeada de gente, puedes sentarte en una mesa con otras personas, puedes unirte a los grupos de afinidad y a la vez, puedes estar sola contemplando el mar o río cuando así lo desees y en total silencio.
Y ojo: no tienes que ser soltera para viajar sola. En mis viajes he conocido muchas mujeres que viajan solas porque a sus parejas no les gusta viajar y para ellas es esencial. O simplemente necesitan un break y dejan atrás a sus parejas y familia. ¡Eso no es un pecado!

No esperes a retirarte o estar acompañada para explorar el mundo. Aprovecha el hoy, mañana quien sabe lo que traerá. Escucho mucha gente posponiendo los viajes de sus sueños para cuando se retiren. Probablemente, cuando te retires no tengas las mismas energías o salud para disfrutarlo 100 %.
Vacaciones y tus finanzas
¿Sabías que probablemente te estás perdiendo las vacaciones de tus sueños por no manejar tu dinero estratégicamente?
Y si te digo que puedes viajar gratis, ¿me creerías?
Yo lo acabo de hacer. Me fui gratis por dos semanas en un crucero transatlántico de lujo y habitación doble para mí sola con balcón.
Visité las Islas Azores, Irlanda, Francia, e Inglaterra. Y mi viaje de regreso de Holanda a Miami, también gratis.
¡Todo eso sin pagar nada! No me gané la lotería, ni una rifa, y tampoco nadie me lo regaló. Si lo hubiese tenido que pagar, hubiese invertido más de $15,000.
Mi American Express Platino y mi VISA lo costearon todo con puntos. Así mismo como lo leíste. Por si acaso, NO tengo ningún tipo de relación de negocios con dichas empresas, solo soy una clienta más.

¿Sabías que solo el 20 % de las mujeres utilizan tarjetas de crédito para sus gastos diarios y generales?
Según nuestra encuesta de más de 4,000 mujeres, el 80 % de ellas paga sus gastos diarios en efectivo o con tarjeta de débito.
Yo no pago nada en efectivo. Pago todo con mis tarjetas de crédito y cuando llega el estado de cuenta, las pago 100 %. No gasto más de lo que puedo gastar, porque no me gusta regalar mi dinero al banco en intereses mensuales.
No hay excusa para no viajar, solo debes sacar tiempo para ti y usar tu dinero sabiamente.
Bon voyage, buen viaje, aloha.