infraestructuras para el desarrollo sustentable / #02 - 2018 / ISSN 0719-9163
UNIVERSIDAD SAN SEBASTIÁN
RECTOR
Carlos Williamson Benapres
VICERRECTOR ACADÉMICO
María Paz Rodríguez Hopp
VICERRECTOR DE POSTGRADOS Y DESARROLLO PROFESIONAL
Sergio Mena Jara
VICERRECTOR DE ASUNTOS ECONÓMICOS Y ADMINISTRATIVOS
Javier Valenzuela
VICERRECTOR ASEGURAMIENTO DE CALIDAD
Gonzalo Puentes Soto
VICERRECTOR DE VINCULACIÓN CON EL MEDIO Y COMUNICACIONES
Antonio Pujol Martin
VICERRECTOR DE INVESTIGACIÓN Y DOCTORADOS
Carlos Vio Lagos
VICERRECTOR DE SEDE DE LA PATAGONIA
Sergio Hermosilla Pérez
DECANO DE FACULTAD DE ARQUITECTURA, ARTE Y DISEÑO
Albert Tidy Venegas
DIRECTOR CARRERA
ARQUITECTURA PUERTO MONTT
Drago Vodanovic Undurraga
REVISTA TERRITORIO ARQUITECTURA #02
ISSN 0719-9163
ESCUELA DE ARQUITECTURAPUERTO MONTT FACULTAD DE ARQUITECTURA, ARTE Y DISEÑO
UNIVERSIDAD SAN SEBASTIAN
Sede De la Patagonia
Lago Panguipulli 1390 Puerto Montt Chile
TERRITORIO ARQUITECTURA: infraestructuras para el desarrollo sustentable por la Escuela de Arquitectura Universidad San Sebastián se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivar 4.0 Internacional
Colaboradores invitados: Francisca Astaburuaga Alejandro Gutiérrez Luis Valenzuela
DIRECCIÓN DE ARTE Y DIAGRAMACIÓN
Salvador Verdejo V. versión producciones gráficas Ltda.
TRADUCCIONES
Paul Bamford
IMPRESIÓN versión producciones gráficas Ltda. Impresa y encuadernada en Santiago de Chile. 300 ejemplares.
CONTACTO territorio.arquitectura@uss.cl
Esta publicación ha sido realizada como parte del proyecto colaborativo de Vinculación con el Medio “Diseño sustentable de equipamiento e Infraestructura pública para la Comuna de Frutillar” diseñado y ejecutado por la carrera de arquitectura USS Sede de la Patagonia, el que se adjudicó fondos concursables de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y Comunicaciones de la Universidad San Sebastián.
Nos disculpamos si, debido a razones más allá de nuestro control, alguna de las fuentes de imágenes o fotografías no se ha nombrado en la presente publicación. Estamos dispuestos a reconocer la autoría o derechos de estas imágenes a quien se las adjudique.
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida, mediante cualquier soporte electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación o recuperación o almacenamiento de información, sin la previa autorización expresa de la entidad editora.
Plano general. Proyecto Distrito ecológico. Barrio Avanzado y Corredor Verde. Arquitectos/ Estudio Herreros + MIM-A (J. Herreros + J. Richter + M. Benedito + M. Sanz)
Editorial
Cristóbal Noguera, editor general revista Territorio Arquitectura
Los desafíos que enfrentan en la actualidad nuestras ciudades y territorios, con el fin de afrontar el cambio climático y sus consecuencias, son enormes. En Chile, la población urbana alcanza un 87% (INE 2017) ocupando apenas un 4% del suelo nacional. La concentración del PIB en áreas urbanas es de 75%, siendo las ciudades las principales consumidoras de energía alcanzando un 60% del consumo y emitiendo mas 75% del CO2 de Chile. A su vez, es donde se concentra la mayor inequidad, alcanzando un factor de 0,47 en el índice GINI (L. E. Bresciani 2017). Minimizar el impacto de estas externalidades sobre la calidad de vida de nuestros habitantes y transitar hacia el uso consciente y equitativo de nuestros recursos, se transforman en los principales motores para la búsqueda de un modelo de desarrollo sustentable para nuestras ciudades, permitiendo la adaptabilidad y resiliencia del medio ambiente construido a las consecuencias del cambio climático.
En el contexto del desarrollo de nuestras ciudades, es innegable que se han generado avances sustanciales en las infraestructuras en los últimos 40 años. El acceso a transporte publico, carreteras, servicios básicos urbanos y viviendas, constituyen hoy un avance en el desarrollo de nuestras urbes, pero no suficientes en relación a los desafíos que se nos plantean hoy. Externalidades producidas por el frenético desarrollo urbano, tales como ciudades extensas, congestión vial, pérdida de la identidad y del patrimonio, segregación social, contaminación ambiental y el incremento de la vulnerabilidad frente a efectos del cambio climático, todo conjugado con una baja
participación e interacción ciudadana en la toma de decisiones, determinan hoy las problemáticas a enfrentar en el desarrollo y planificación de nuestras ciudades para el futuro. Así mismo, Naciones Unidas y su Agenda de Desarrollo Sustentable 2030 plantean en su punto 11 la necesidad de tener Ciudades y Comunidades Sustentables. Esto se traduce en un cambio de paradigma y objetivos respecto de los conceptos utilizados anteriormente. Cuando se hablaba de techo, hoy se debe pensar en una vivienda integrada, en relación al transporte, vialidad e infraestructura, hoy debe entenderse como un sistema de movilidad e infraestructura sustentable e integrado, la ciudad en extensión se cambia por un modelo de ciudad compacta, la reconstrucción por adaptabilidad y resiliencia, entre otros. Esto sin duda, plantea un nuevo desafío en función de pensar nuestras ciudades y territorios para el futuro. Planificar integrando las visiones e intereses de la comunidad, teniendo conciencia en la utilización de los recursos, las fuentes de energía y la calidad y equidad de nuestros espacios públicos, transformará nuestras ciudades en espacios que aporten a una mejor calidad de vida de nuestros habitantes, valorizando los intereses de todos e impulsando un desarrollo económico desde sus propios valores locales.
TERRITORIO ARQUITECTURA II plantea como eje temático Infraestructuras para el Desarrollo Sustentable, poniendo especial énfasis en proyectos de espacio público, parques, sitios post-industriales, transporte, energía, infraestructuras y edificios públicos. Se plantea una visión de carácter sistémico respecto del desarrollo
de nuestras ciudades y las posibilidades que esto entrega en la búsqueda de un desarrollo sustentable, poniendo particular énfasis en aspectos sociales, medioambientales y económicos.
De esta manera, el Doctor en Diseño y académico Luis Valenzuela introduce este número, proponiendo una especial atención en entender cuál a sido el desarrollo de las infraestructuras en las últimas décadas en Chile, cuales son los cambios sociales y la demandas que existen en torno a la sustentabilidad y, por último, cuales son los desafíos para el futuro en cuanto a la planificación, las comunidades, lo privado y el uso de las tecnologías. A continuación, el director de Integrated City Planning de ARUP, Alejandro Gutiérrez, a través de una entrevista nos comenta de sus influencias y aproximaciones al trabajo en esta oficina de ingeniería global, para luego plantearnos sobre la necesidad de que las nuevas infraestructuras, pensando en el desarrollo sustentables de ciudades y territorios, deben fundarse en diseñar para el ciclo de vida. Por otro lado, la directora ejecutiva del Centro de Innovación en Ciudades de la UDD, Francisca Astaburuaga, se refiere a un nuevo paradigma para entender la sustentabilidad desde las transformaciones que están sucediendo a nivel global, como de la manera que estamos planificando, construyendo y operando nuestros territorios, sin perder de vista la equidad e inclusión social, el desarrollo económico y el impacto al medio ambiente.
La revisión del estado del arte, nos lleva a entender escalas e impactos de intervenciones referentes realizadas en
diferentes partes del mundo, partiendo por la escala territorial y su respuesta en el Plan de Desarrollo Sustentable para la ciudad de Frutillar, para luego entender el rol de las infraestructuras verdes con la visión de la oficina Turenscape en el parque Qunli Stormwater en la ciudad china de Haerbin, los eco-barrios y los conjuntos habitacionales en densidad desarrollados por la oficina de Juan Herreros en dos ciudades de Europa, infraestructuras de transporte de Grimshaw y un edificio educativo para la innovación de Sean Godsell, ambos en Melbourne, comunidades sustentables y la generación de energía en proyectos del arquitecto Rolf Disch en la ciudad alemana de Freiburg y finalmente, la habitación mínima de bajo impacto para contextos naturales propuesta por la oficina chilena DRAA.
Así, este segundo número ofrece una mirada coral sobre los proyectos de infraestructura sustentable y su complejidad, por un lado, con el objetivo de abrir e intensificar la discusión sobre los mismos y su relevancia para nuestro país, pero a la vez con la intensión de cerrar un ciclo académico y reflexivo que se inicia con la voluntad de la Fundación PLADES y la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastián por buscar nuevas y mejores soluciones a las obras principales de la ciudad con miras al 2030, y que después de desarrollar sostenidamente experiencias conjuntas de diseño, busca volver y permear tanto a la academia como a las instituciones de la sociedad civil vinculadas al desarrollo de nuestro medio ambiente construido, para nutrir a las futuras acciones y experiencias que impactarán a nuestro territorio.
Contenidos
04
Editorial
Cristóbal Noguera/ editor general revista Territorio Arquitectura
08
01/ introducción
¿Dónde está la Sustentabilidad en el Desarrollo de las Infraestructuras?/ Luis Valenzuela
12
02/ entrevista
Alejandro Gutiérrez/ Cristóbal Noguera
20
03/ artículo
Un nuevo paradigma/ Francisca Astaburuaga
28
04/ estado del arte
Proyecto PLADES Frutillar. Diseño Urbano como proceso de sostenibilidad/ Luis Eduardo Bresciani + Orlando Mingo
Proyecto A Green Sponge for a Water-Resilient City: Qunli Stormwater Park/ Turenscape + Peking University, Beijing
Proyecto Distrito ecológico. Barrio Avanzado y Corredor Verde/ Estudio Herreros + MIM-A (J. Herreros + J. Richter + M. Benedito + M. Sanz)
¿Dónde está la Sustentabilidad en el Desarrollo de las Infraestructuras? 1
Luis Valenzuela, arquitecto DDes, Director COES 2
Para introducir este número, quisiera partir de tres elementos argumentales, tres perspectivas de un caleidoscopio. El primero, consiste en entender el desarrollo general de las infraestructuras de nuestras ciudades en las últimas tres décadas. El segundo, los cambios sociales y demandas de sustentabilidad en ciernes de Chile. Y el tercero, los desafíos para el futuro en ámbitos de planificación, comunidades y tecnologías.
Referirse a temas de infraestructura urbana es relativamente simple, lo complejo es vincular dos dimensiones claves para comprender la realidad territorial de nuestras ciudades, la sensación de avanzar, pero retroceder al mismo tiempo. Me refiero a inaugurar modernas y fabulosas líneas de metro, a pesar de que muchas personas se demoran cada vez más en llegar a sus empleos.
Es aparentemente contradictorio y paradójico, pero aun así es cierto. A treinta años del plebiscito, en relación con nuestras ciudades y sus barrios, el país ha ganado y ha perdido a la misma vez. Por una parte, los contundentes esfuerzos de inversiones en grandes infraestructuras viales, sanitarias y parques metropolitanos, entre muchos más, han dado su rédito en
ciudades más competitivas y modernas. Es cierto también, que estas conectan y proveen tanto a hogares de altos como a los de bajos ingresos. Aunque se paga por el uso de ellas, son democráticamente abiertas para todos quienes las usan. No hay duda alguna que han permitido el desarrollo de trabajos de servicios dependientes de esta nueva accesibilidad.
En estos treinta años, hemos sido eficientes en los programas que requieren obras, concesiones, estudios técnicos, cálculos de demandas y ofertas. De hecho, no solo eficientes en su ejecución, sino además capaces de dar continuidad a los programas a través de sucesivas administraciones de gobiernos. Los planes de concesiones viales, sanitarias, energía y transportes se muestran como los logros de modernización e inversión urbana del mayor nivel. Las inversiones se suman y se acumulan en la ciudad. Las ciudades chilenas muestran su prosperidad a través de las infraestructuras.
1 Parte de este artículo fue publicado en columna de opinión en diario La Segunda el 4 de octubre de 2018.
2 Agradecemos el apoyo del proyecto Conicyt del Ministerio de Educación de Chile conicyt/fondap/15130009.
Uno de los ejemplos más notables, podría ser la circunvalación Américo Vespucio y su desarrollo. Ubicada en la ciudad de Santiago, se comienza a imaginar en la entrada del siglo XX, con gráficas ilustraciones de potenciales geometrías y trazados. Tuvo una primitiva muestra cuando el borde oriente de la urbanización del barrio El Golf urbaniza esa pequeña fracción del trazado. Pero no es hasta mediados de 1960 que se despliega, en la entonces incipiente periferia de Santiago, como un gran proyecto de infraestructura de vías parques y cualidades cívicas en los nuevos espacios de sus rotondas. Solo después de unos veinte años se logró cerrar la circunvalación con la apertura de su último tramo pendiente del sector El Salto. Ahora, casi 35 años después del trazado a pie de la cuesta de El Salto, se concretará la nueva versión de la circunvalación, como una infraestructura urbana concesionada, al terminar la autopista Américo Vespucio Oriente (AVO).
De ese modo, no hay duda de que la imagen de la ciudad de fines de los 80 ha mutado radicalmente cuando las comparamos con las cercanías al 2020. La modernidad y el desarrollo de la ciudad han sido gracias a la infraestructura vial, energética, sanitaria y de telecomunicaciones entre otras más. Edificios altos como la Telefónica, o las torres de El Bosque Norte y Nueva Las Condes son los íconos de las ciudades “winners”.
Sumergidos en esta realidad de logros, por otra parte, hay postales que no han cambiado tanto. A lo menos no han cambiado todo lo que quisiéramos que hubiesen cambiado. La Legua de Emergencia es aún la Legua de Emergencia, La Pincoya es La Pincoya de antes, y El Castillo, en La Pintana, era tal cual la alcaldesa de esa comuna lo describe hoy. Emerge cada vez con más fuerza lo que se nos ha quedado rezagado, muchas veces olvidado e invisibilizado.
Ejemplos como el del Padre Felipe Berrios, vecino del campamento Luz Divina VI, en Antofagasta, nos recuerdan la gran deuda histórica con los barrios. Los residentes de barrios que viven escuchando disparos todos los días no son cientos, ni miles, ni cien miles: son millones.
Para ser exactos, solo en nuestra capital, suman más de tres millones de personas las que viven en las peores condiciones territoriales, sin equipamientos ni servicios comparables a las mejores, en la misma ciudad. Si juntáramos a todos los barrios “losers”, esta sería la segunda ciudad más poblada del país. Con mucho menos áreas verdes cercanas para ir, sin acceso a cajeros automáticos, ni tampoco a farmacias, con una mala calidad de urbanización, casi sin mobiliario, y llenas de perros callejeros comiéndose los restos de basura en las calles.
La lección después de estos treinta años, es que la promesa del desarrollo ha llegado solo a algunos. Los próximos años deben ser dedicados a visibilizar e invertir en esos barrios olvidados con la misma eficiencia de la ciudad moderna. Ya no hay más tiempo y debemos abocarnos a recuperar, reconstruir y regenerar el severo deterioro de los vastos territorios que nos segregan, nos separan y nos distancian en realidades opuestas de “winners” y “losers”
Chile no solo ha cambiado en cuanto a la modernidad de sus ciudades, en ellas, nuestra sociedad ha tenido cambios fundamentales, y los sigue teniendo. Mientras Chile cambia, la sociedad cree menos en sus instituciones políticas y se moviliza por sí misma, de modo directo, amplio. El 2006 comenzó la conocida movilización de los pingüinos que llevó a la reforma educacional ahora en proceso de implementación. Así esa movilización se ha extendido a múltiples dimensiones fundamentales del proceso de cambio social como son los No Más AFP, o el reciente movimiento feminista.
Ante este creciente escenario de cambios y de demandas, el rol de las infraestructuras ya no puede solo estar al servicio del desarrollo. Deben tener una perspectiva integral, y como tales, no ser un fin en si mismas, sino ser la plataforma de transformación del país. En otras palabras, si construimos sistemas de transporte público, estos no son por el sistema de metros, tranvías, buses, ciclovías o veredas en sí mismos. Son para dar a las personas la mejor oportunidad de accesibilidad posible en ese momento, y cuidar que sea mejorable en su proceso.
Parte de esa perspectiva integral, es ciertamente la sustentabilidad, para la cual hoy contamos con una buena cantidad de indicadores, procesos, herramientas y componentes. El rol ambiental en la sustentabilidad de las infraestructuras es una dimensión en la que más se ha avanzado y los pasos que siguen ya están siendo abordados por experiencias internacionales y otras nacionales.
Entonces, una de las claves del desafío futuro está precisamente en el proceso. Es efectivamente que los sistemas que diseñemos sean flexibles, permeables y sobretodo mejorables. Inclusive reemplazables. Es decir, debemos reconocer que las infraestructuras tienen una caducidad relacionada a las necesidades que sirve. A medida que nuestra sociedad se desarrolla, algunas infraestructuras acortan su caducidad mientras que otras la alargan. Por ejemplo, las vialidades y sistemas de transporte tienden a acortar su caducidad, requiriendo ser ampliados, incrementados o reemplazados en plazos de tiempo más cortos a medida que haya más desarrollo. Pero otras, como las infraestructuras culturales o paisajísticas, aumentan sus necesidades y por ende su permanencia, siendo más demandadas y más usadas.
El otro desafío es que las infraestructuras y sus sistemas tengan como eje central las personas que las usan, sus usuarios, como actores centrales de su diseño y gestión. En cuanto a las infraestructuras, no existen clientes de ellas, sino usuarios e inclusive colaboradores en ellas. Así mismo, las comunidades en donde habitan estas infraestructuras deben ser vistas como actores soportes de estas plataformas. En ese sentido, un sistema de infraestructura de desarrollo sustentable es crecientemente un acuerdo y compromiso social con la capacidad de comprender las necesidades de los individuos pertenecientes a ella. Esto significa que es necesario incorporar en el proceso de diseño y gestión de nuestras infraestructuras toda una nueva dimensión de vínculo social estrecho que escapa por mucho a los instrumentos de participación que usamos hoy.
El gran desafío es que las infraestructuras, sean viales, paisajísticas, culturales o deportivas, se vistan de alfombras rojas para invitar a la sociedad en conjunto, sin exclusiones de sus espacios. La infraestructura, realmente sustentable y sistemáticamente usada para lograr alcanzar nuestro futuro, debe estar al servicio de la ciudad justa y equitativa mientras integra diversidades. Así, el nuevo paradigma, en gran parte, es que las infraestructuras sustentables no son meras obras, sino más bien plataformas para el desarrollo sociocultural y económico de modo medio medioambiental.
Puede ser difícil de categorizar qué infraestructuras cumplen con esta definición –por cierto, aún muy simple y escueta– pero es claramente distinguible cuando vemos diseño de proyectos con esa ambición y perspectiva. Cuando los vean, los reconocerán.
Jurong Lake District, Singapur. Créditos/ Kcap, Arup, S333.
Creo Antofagasta. Créditos/ Creo Antofagasta.
Influencias - Inspiraciones
La mayor influencia ha sido entender que el desafío de cambio climático no es un imperativo ambiental de países desarrollados que pueden darse el tiempo de abordar estos problemas una vez alcanzado un nivel de desarrollo económico. El desafío del cambio climático es una necesidad del planeta para dar sostenibilidad a la vida de todos los días de las personas que viven en países emergentes y desarrollados que se ven enfrentados a escasez hídrica, falta de acceso a alimentos, polución ambiental, inundaciones y falta de acceso a viviendas seguras y eficientes.
Lo que más me ha inspirado son soluciones inteligentes que muestran una ruta que se puede empezar a caminar hoy, con impactos positivos de corto plazo, replicables y adaptables en el tiempo. Una gran inspiración son los premios INDEX en Dinamarca, que han logrado relevar y apoyar soluciones para mejorar la vida de manera integrada. También me ha inspirado el trabajo y pensamiento de Amory Lovins para convertir el problema de cambio climático en oportunidades concretas de mejorar sistemas de producción, diseño, políticas públicas y proyectos urbanísticos.
Metodologías de trabajo
Lo fundamental es entender las fuerzas que efectivamente están determinando un entorno de proyecto para poder resolver los problemas de manera sostenible en el tiempo.
Alejandro Gutiérrez
Entrevista realizada a Alejandro Gutiérrez, director de Integrated City Planning de ARUP, por Cristóbal Noguera entre los meses de junio y julio del 2018, vía correo electrónico.
Mirar los temas que están aparentemente fuera de los bordes del problema es necesario para entenderlos de manera integral: las ciudades, las infraestructuras, los edificios, los parques, funcionan en un contexto ambiental, económico y sociocultural que debe ser entendido para proponer soluciones que tengan sentido para los operadores, dueños, vecinos, autoridades y comunidades que los utilizan.
Procesos
Transformación incremental, pero con dirección. En un contexto de cambio de paradigma de diseño, construcción y operación de infraestructuras del medio construido las iniciativas deben estar diseñadas con un ADN de sustentabilidad ambiental, social y económica de largo plazo, pero deben factibles hoy. Esto es lo que yo quisiera llamar un proceso y método de transformación incremental con metas. Es decir, plantear estrategias de transición y evolución, paso a paso que van mejorando la calidad de servicio y la prestación ambiental de una infraestructura. Arquitectos, ingenieros, planificadores, diseñadores, debemos operar en esta lógica de proyectos que están diseñados para evolucionar incrementalmente en una dirección, con metas definidas por el cambio de paradigma de un medio construido que funciona en balance con los ecosistemas locales y la biosfera.
Contexto
Los ciudadanos, desde Londres a Shanghái o Antofagasta, necesitan y piden imperiosamente un modelo de sociedad más inclusivo, con mayores grados de transparencia en la gestión del estado desde el nivel nacional al nivel local. Además, hay mucha urgencia por resolver los problemas de estrés ambiental, social y económico contingentes. Para este el diseño debe considerar dos principios: co-diseño y trabajar a dos velocidades. El co-diseño es un requisito de apropiación, y que permite dar mayor relevancia a las infraestructuras para aquellos que las reciben. De hecho, es fundamental que se entienda que las comunidades deben ser capaces de formular los proyectos y tener agendas de mejoramiento urbano en las que ellos hayan podido influenciar los procesos desde el inicio. Trabajar a dos velocidades es responder a las urgencias
en el largo plazo.
INFRAESTRUCTURAS PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE
Diseñando para el ciclo de vida
Las infraestructuras para el desarrollo sustentable de mayor impacto en los sistemas naturales son las ciudades. Las ciudades deben ser entendidas como infraestructuras que permiten y promueven un desarrollo sustentable o, por el contrario, que incentivan la degradación de los ecosistemas que nos sostienen.
En esa lógica, debemos diseñar y entender las infraestructuras como sistemas con
un ciclo de vida dentro de la ciudad: las infraestructuras y su operación durante el ciclo de vida es lo que debemos priorizar como diseñadores. Flujos materiales, energía, personas, recursos económicos, debe ser construido considerando los impactos ambientales, sociales y económicos, entendiendo que es parte de un sistema finito y cerrado que es la
biosfera y la capacidad de carga de los ecosistemas donde se instalan.
Los conceptos de economía circular que Arup ha suscrito parecen relevantes y concretos para ilustrar el punto de cómo cambiar el paradigma de ciudades e infraestructuras sustentables. La metodología de ReSOLVE de Ellen
Fredericia C, Dinamarca. Créditos/ Effekt, Arup.
McArthur Foundation es un buen punto de partida. En ella se habla de 6 principios para guiar una transición hacia una economía circular: regenerar, compartir, optimizar, cerrar flujos, virtualizar e intercambiar (Regenerate, Share, Optimise, Loop, Virtualise and Exchange en inglés).
Los aspectos más críticos y abordables en una ciudad tienen que ver con cambiar la infraestructura de servicios urbanos que son entendidos de manera lineal a un sistema circular: materiales, energía, agua y residuos urbanos son flujos separados y paralelos que debemos empezar a conectar de manera eficiente, costo efectiva e ingeniosa.
Materiales de construcción.
La evolución hacia basura cero: prefabricación
Esta es una de las áreas de mayor impacto: la industria de la construcción es el mayor consumidor de materiales a nivel global, utilizando el 50% de toda la producción de acero. Y, como ejemplo, en el Reino Unido la construcción consume más de 400M de toneladas de materiales, convirtiéndola en el mayor consumidor de recursos naturales del país. Y si agregamos los residuos de demolición, la industria de la construcción es el mayor aportante a residuos del país. Las oportunidades de eficiencia y productividad
asociadas a adoptar principios de economía circular son inmensas y podrían alcanzar a US$100Bn anuales según el Foro Económico Mundial (WEF, 2016).
Energía, agua y residuos: de sistemas lineales paralelos a sistemas circulares cerrados
El agua y los residuos tienen energía incorporada que va a terminar en vertederos, en el mar, o en cualquier parte. En Dinamarca el 20% de la energía térmica consumida en ciudades es producida por residuos domiciliarios y prácticamente el 100% de los residuos del proceso de incineración son utilizados como sustitutos de agregados naturales para construcción de carreteras, y hormigones en general. El agua es un recurso escaso en muchas zonas áridas que cubren casi el 30% de la superficie terrestre. Su uso eficiente, reutilización y la recuperación de energía y nutrientes que están en las aguas servidas urbanas debe ser una prioridad en zonas áridas, de manera de reducir la producción proveniente de fuentes de agua dulce o de procesos de desalinización energívoros.
Los desafíos fundamentales para materializar los principios de una economía circular en nuestras ciudades, no son tecnológicos sino regulatorios y de reorganización de los modelos de
Stratford. Créditos/ Alejandro Gutiérrez.
negocios que mueven estos mercados. Incorporar incentivos por eficiencia y performance en re-uso de agua, así como monitorear y poner precio a los residuos de la construcción, y avanzar en el re-uso de residuos domiciliarios en energía son ejemplos de temas clave que deben avanzar en las agendas de políticas públicas a nivel global y en Chile. Cambiando la regulación y desarrollando modelos de negocios que promuevan infraestructuras sustentables, y eso ya está pasando en Chile en aspectos claves como los residuos con la promulgación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) en junio del 2016.
Uno de los desafíos fundamentales es incorporar los materiales de construcción a la Ley REP, con el fin de promover la reducción de residuos en esta industria y no solo en los seis productos prioritarios identificados en la actual versión.
Otro desafío fundamental es promover el uso eficiente del agua, permitiendo el re-uso de las aguas servidas para riego
urbano, recuperando nutrientes y energía incorporada para reducir los costos de mantención y operación de parques urbanos y plazas –y así factibilizar un aumento de la provisión de estos bienes públicos en Chile. El caso de Antofagasta, que a través de Creo Antofagasta, está implementando un sistema de re-uso de aguas servidas tratadas para riego urbano, reduciendo el costo del agua en un 65%, es prueba tangible de los beneficios de pensar en infraestructuras para el desarrollo sustentable con una mirada de ciclo de vida de los parques urbanos.
Arquitectos, ingenieros, planificadores y diseñadores tenemos un desafío inmenso y motivante frente a nosotros: diseñar pensando en la vida de las infraestructuras que proyectamos, sean estos edificios, casas, plazas, parques, carreteras, sistemas de alcantarillado, aeropuertos, escuelas, fábricas y oficinas. Ahí estaremos empezando a responder la pregunta más importante: ¿cómo darle sostenibilidad ambiental, social y económica en el tiempo a nuestros proyectos?
Creo Antofagasta. Créditos/ Creo Antofagasta.
03 / artículo
Vista aérea proyecto Amager Resource Center. Arquitectos: Bjarke Ingels Group (BIG). Créditos imagen: Aldo Amoretti, BIG.
Sabemos que estamos viviendo tiempos de grandes transformaciones. En los últimos 50 años el planeta ha duplicado su número de habitantes y, según la Organización de las Naciones Unidas, al año 2050 la población urbana será igual a la población total del planeta en el año 2002 1. Las ciudades, principales motores del desarrollo global, han vivido en las últimas décadas dinámicas de crecimiento y cambio que plantean un conjunto no menor nuevos desafíos: demanda incremental de viviendas, empleos, energía, alimento y agua, espacios públicos, redes de transporte, equipamiento y servicios, sistemas de manejo de residuos, sistemas para intercambio de información y la comercialización de bienes, así como espacios para la cultura y el ocio, entre otros. Necesitamos diseñar y construir un volumen gigantesco de nuevas infraestructuras.
A su vez, nos enfrentamos a transformaciones sociales a nivel global, como el envejecimiento de la población, el cambio en la configuración de los hogares, la intensificación de la inequidad urbana y nuevos flujos migratorios, todo esto en un contexto en el cual la acumulación de carbono en la atmósfera, producto del
Un nuevo paradigma
Francisca Astaburuaga, Senior consultant en ARUP, Directora Ejecutiva del Centro de Innovación en Ciudades UDD
uso masivo de combustibles fósiles, está alterando los ciclos climáticos del planeta, generando nuevos episodios extremos que amenazan tanto a los asentamientos humanos como a la agricultura a nivel mundial.
Estas son fuerzas que no podemos obviar, que nos obligan a repensar la manera en la cual estamos planificando, construyendo y operando nuestro entorno construido y a inventar formas de abordar los grandes temas urbanos del futuro de manera más inteligente, costo-efectiva y orientada al bien común en el largo plazo. En sintonía con este contexto, la primera recomendación del informe sobre desarrollo sustentable e infraestructura desarrollado por Brookings Institute el año 2015 2 es la de articular nuestras estrategias de desarrollo territorial en base a infraestructuras sustentables.
Este documento define como infraestructuras sustentables aquellas que, en términos sociales, promueven la inclusión y el respeto de los derechos humanos, cubriendo las necesidades de
1 Naciones Unidas. (16 de Mayo de 2018). Naciones Unidas. Obtenido de Departamento de asuntos económicos y sociales: https://www.un.org/development/desa/es/news/population/2018-worldurbanization-prospects.html
2 Amar Bhattacharya, J. O. (julio de 2015). brokings.edu. Obtenido de Driving Sustainable Development through Better Infrastructure: Key Elements of a Transformation Program: https:// www.brookings.edu/wp-content/uploads/2016/07/07-sustainable-development-infrastructure-v2.pdf
los más pobres, generando oportunidades y reduciendo la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático, lo que implica un desarrollo acorde de las instituciones que las operan y administran. En términos económicos, son infraestructuras que deben sustentarse económicamente sin generar una carga desproporcionada para gobiernos o usuarios y deben tener un impacto positivo en el PIB y en la creación de empleos en el largo plazo, potenciando el desarrollo local. Finalmente, en términos medioambientales, son infraestructuras que deben articular la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono, incluyendo la mitigación de emisiones durante su construcción y operación. Deben ser infraestructuras diseñadas para generar una mayor resiliencia ante los efectos del cambio climático y pensadas desde su origen como una nueva manera de responder a las necesidades en forma integrada y responsiva, incorporando sistemas de información que permitan operarlas de mejor manera.
¿Pero qué significa esto en términos concretos y cómo traducimos esta recomendación a nuestros territorios y ciudades?
A la luz de la experiencia en otros países, y del estudio de casos en los que esta tarea ha sido abordada por algunas décadas con seriedad, es posible constatar, por una parte, que no estamos frente a un problema sin solución, pues hay muchas formas innovadoras de abordar estos desafíos, y por otra parte, que las infraestructuras que se implementan en un territorio son finalmente el medio para alcanzar un resultado deseado, y en la medida en que existe claridad respecto a ese resultado, o dicho de otro modo, a los objetivos de desarrollo a futuro para un territorio o ciudad, es posible planificar y construir el conjunto de infraestructuras sustentables que puedan dar forma al entorno construido al que aspira una sociedad.
Un buen ejemplo es el caso de la ciudad de Copenhague. Su visión de ciudad se centra principalmente en las personas y su calidad de vida, y está estructurada en base a tres principios simples pero contundentes: Ser una ciudad vivible, una ciudad con actitud (que también se podría traducir “con onda”) y una ciudad responsable. Bajo estos tres grandes temas se articulan objetivos tan precisos y ambiciosos como ser la mejor ciudad del mundo para ciclistas, que cada uno de sus barrios sea un lugar atractivo o transformarse en la primera ciudad carbono-neutral al año 2025.
Son estos objetivos los que orientan todas las decisiones sobre inversión en infraestructura a distintas escalas, desde qué áreas se priorizan para implementar proyectos de regeneración urbana, o qué tipo de infraestructura de transporte se prioriza, hasta cómo se facilita la separación de la basura en cada barrio.
Los resultados de esta visión integrada y consensuada son planes, políticas, incentivos y proyectos, algunos tan concretos como el nuevo ícono de la ciudad: una planta de incineración de basura que genera electricidad sin contaminar el medioambiente, proyecto que fue diseñado por BIG Architects como una gran cancha de esquí (en una ciudad prácticamente plana) ofreciendo un nuevo espacio de recreación y encuentro. Este proyecto de infraestructura sustentable aborda a la vez el manejo de residuos y la generación de energía, creando además un nuevo espacio para la comunidad en lo que usualmente es considerado una infraestructura con externalidades negativas que se instala en zonas de sacrificio, impactando negativamente su entorno.
Otro proyecto que da cuenta de un cambio de paradigma en la forma en que se están pensando las infraestructuras urbanas es el edificio Konditaget Lüders en Nodrhavn, el nuevo desarrollo urbano
de la zona portuaria norte de la ciudad. Aquí, un edificio de estacionamientos, generalmente considerado como un “mal necesario” sin atributos urbanos, fue diseñado de manera de generar un nodo de vida urbana ofreciendo un circuito vertical de trote en sus fachadas y una plaza de juegos infantiles y de ejercicios en el techo. Estos proyectos son ejemplos de un conjunto no menor de iniciativas a nivel mundial que están innovando en la manera de entender las soluciones como inversiones multidimensionales capaces de abordar varios temas a la vez y de proponer nuevas formas de vivir la ciudad, generando infraestructuras altamente funcionales, pero profundamente humanas.
En Chile tenemos buenos ejemplos de infraestructuras sustentables. Antofagasta inauguró recientemente su primera plaza solar y está avanzando en la construcción de un sistema de riego de parques urbanos en base a plantas de pequeña escala capaces de purificar localmente las aguas servidas, aprovechando así un recurso
indispensable y escaso en el desierto de Atacama. También existen a lo largo del país pequeñas generadoras eléctricas en base biogás producido por residuos orgánicos de la agricultura, capaces de abastecer grupos de viviendas o a las mismas industrias, y durante décadas el MOP ha construido parques inundables en distintas regiones, aprovechando la necesidad de inversión en el manejo de aguas lluvias para generar a la vez entornos urbanos más atractivos y saludables. Pero lamentablemente en la mayoría de los casos se trata de iniciativas aisladas.
La gran lección de ciudades que han avanzado desde sistemas lineales de consumo a economías circulares y soluciones sistémicas es la relevancia de una planificación integrada. Esta se basa en la definición de objetivos comunes y consensuados: ¿Qué ciudades queremos construir y cómo visualizamos el futuro sustentable a escala regional, metropolitana, y local? Solo la construcción de acuerdos transversales sobre los objetivos de desarrollo de nuestros
Vista desde el entorno proyecto Amager Resource Center. Arquitectos: Bjarke Ingels Group (BIG). Créditos imagen: Aldo Amoretti, BIG.
Fotografías en contexto de proyecto P-Hus + Konditaget Lüders. Arquitectos: JAJA Architects. Créditos imagen: Rasmus Hjortshøj, COAST.
territorios nos permitirá establecer una base sobre la cual articular el trabajo conjunto entre los distintos actores del sector público, el sector privado y la comunidad, asumiendo cada uno su rol específico para llegar a un objetivo común.
Es fundamental tener en cuenta que la construcción de esta visión consensuada pasa por entender profundamente la estructura social y económica de los territorios. Esto no significa generar más diagnósticos, pues llevamos mucho tiempo en ello y hay una lectura más o menos precisa de la situación actual. Lo importante es generar análisis prospectivos serios e integrales, construir los escenarios futuros tanto tendenciales como deseados: cuántas personas seremos, cuántas viviendas se requieren, cuántos empleos, servicios, espacios públicos, energía, agua, etc. Y sobre todo qué implica en términos de inversión tanto pública como privada. De este modo se hace posible proyectar las necesidades de infraestructura en el tiempo identificando las interacciones y sinergias que hacen posible avanzar hacia escenarios más sostenibles, teniendo claro qué ciudad queremos ser y qué necesitamos para lograrlo.
Chile aún adolece de una gran sectorialización y de un sistema que aborda los temas como universos autorreferentes, donde transporte, telecomunicaciones o parques se planifican, evalúan, diseñan y construyen como fines en sí mismos. Un primer gran desafío es implementar un sistema de planificación Integrada, para poder diseñar soluciones que puedan abordad la verdadera complejidad de los desafíos y construir sobre las oportunidades y sinergias. Además, tenemos que generar mecanismos efectivos de colaboración entre los diferentes actores de la sociedad: el volumen de infraestructuras que se requieren en las próximas décadas
requieren de una acción articulada y colaborativa entre los sectores público y privado, para poder levantar y focalizar la gran inversión necesaria para lograr entornos urbanos equitativos y la sustentables en el largo plazo.
Las preguntas que enfrentamos nos son fáciles: ¿Qué tipo de infraestructuras necesitamos para un futuro urbano de baja generación de carbono, capaz de enfrentar los efectos del cambio climático y de generar calidad de vida para sus distintos habitantes? ¿Cómo tendremos que movernos, abastecernos de agua, energía y productos, cómo aprovechar nuestros residuos para reintegrarlos a los procesos productivos? ¿Cómo serán nuestros hogares y los lugares donde nos encontraremos como sociedad? ¿Cómo integrar virtuosamente las dinámicas industriales y productivas de nuestros territorios con las dinámicas naturales y sociales de los mismos? ¿Cómo preservar y poner en valor los espacios naturales que sustentan nuestra sola existencia en este planeta?
La buena noticia es que esta discusión está en el centro de un cambio de paradigma, y estamos siendo testigos de un creciente acuerdo en todos los sectores sobre la urgencia de articular un cambio en la forma de hacer las cosas. Simultáneamente, vivimos tiempos de revolución tecnológica y de los medios que utilizamos para comunicarnos, ambas herramientas con un enorme potencial transformador que tenemos que utilizar a nuestro favor. Como generación de profesionales y ciudadanos tenemos la oportunidad de ser parte de este nuevo modelo de crecimiento, que implica romper nichos de conocimiento, grupos autorreferentes y formas de trabajo instaladas en el tiempo. Implica, sobre todo, escuchar, conocer y entender para poder diseñar sistemas eficientes pero centrados en las personas y en equilibrio con nuestros sistemas naturales.
¿Qué futuro imaginamos para la ciudad?, fue la pregunta inicial para transformar a la ciudad y su territorio en espacio de consensos sociales.
El Plan de Desarrollo Sustentable de Frutillar (PLADES), surge en 2012 como una iniciativa de la comunidad de la comuna de Frutillar orientada a consensuar una visión y plan que logre equilibrar los mismo objetivos que cuatro años más tarde las Naciones Unidas, incluido Chile, concordaron en la Nueva Agenda Urbana. PLADES busca potenciar los atributos que hacen única a esta ciudad como su patrimonio arquitectónico, su paisaje lacustre y una actividad cultural en torno a la música, mediante un diseño urbano sustentable, una visión de consenso sobre el desarrollo sostenible a largo plazo de su comuna elevando los niveles de resiliencia social, económica y ambiental.
Entre 2012 y 2013 se trabajó en talleres con los vecinos para concordar un diagnóstico compartido de los problemas, atributos y prioridades de la ciudad, que permitiera construir una visión o imagen objetivo de la ciudad deseada por todos. Así se definió como meta lograr una “Ciudad Participativa, Socialmente Integrada y Sustentable, orientada al Turismo, las Artes, la Educación y el Paisaje”, mediante tres conceptos articuladores de diseño urbano:
Ciudad parque: Continuidad y protección a bosques, quebradas y paisajes rurales, una red continua de áreas verdes y corredores ecológicos.
Ciudad patrimonial: Proteger y recuperar los sectores con arquitectura patrimonial, espacios con identidad cultural y económica, y el paisaje natural.
Ciudad de comunidades: Mejorar y crear barrios integrados con identidad, centros a distancia peatonal que concentren el equipamiento y espacio público.
Estas acciones y proyectos se enmarcan en un Plan Maestro que priorizó un Desarrollo Urbano Compacto e Integrado, destinado a lograr concentrar en la ciudad existente las inversiones futuras y los procesos de renovación, protegiendo activamente los bosques, quebradas y atributos paisajísticos de potenciales procesos de urbanización turística, integrando la ciudad, orientando la nueva urbanización hacia los espacios disponibles entre Frutillar Alto y Bajo, y dotando de nuevos espacios cívicos, proyectos urbanos y de espacio público en Frutillar Alto y Pantanosa, con el objetivo de construir un mayor equilibrio en calidad de vida urbana fomentando el desarrollo económico y social de las zonas más vulnerables.
Desde la arquitectura y el diseño urbano, la sustentabilidad se aborda como la herramienta para lograr en forma simultanea metas de equidad social, gobernanza democrática y desarrollo económico. Esta es la razón por la cual el mayor logro del PLADES en su primera etapa ha sido la constitución de un Directorio con estructura público-privada-sociedad civil que ha velado por impulsar las prioridades votadas democráticamente por los vecinos durante el 2013, lo que se tradujo en proyectos de movilidad como el mejoramiento de las avenidas de Frutilllar, proyectos de parques urbanos y borde lacustre, un nuevo Centro Cívico en Frutillar Alto, un plan de gestión de la Zona Típica Patrimonial, planes de capacitación y empleo, el inicio de un proceso de actualización del Plan Regulador Comunal y la exitosa designación de Frutillar como Ciudad Creativa UNESCO.
Proyecto/ PLADES Frutillar. Diseño Urbano como proceso de sostenibilidad
Arquitectos/ Luis Eduardo Bresciani + Orlando Mingo Ubicación/ Frutillar, Chile
Las ciudades contemporáneas no son resilientes cuando enfrentan inundaciones de aguas superficiales. La arquitectura del paisaje puede tener un rol clave en direccionar este problema. Este Proyecto muestra al Stormwater Park actuando como una esponja verde, limpiando y almacenando las aguas pluviales urbanas y pudiendo ser integradas con otros sistemas de servicios, incluyendo la protección de hábitats nativos, recarga de acuíferos, uso recreativo y experiencia estética, fomentando con todo ello el desarrollo urbano.
A mediados de 2009, Turenscape fue comisionada para diseñar un parque de 34 hectáreas, justo en el medio de el Quinli New Town, un nuevo distrito urbano de 2.733 hectáreas, iniciado en 2006 previsto para desarrollarse en un plazo de 15 años, en donde esperan vivir mas de un tercio de millón de personas. El parque se ubica en un humedal catalogado como protegido, rodeado por los cuatro lados de vialidad y un denso desarrollo. Este humedal había sido separado de sus fuentes de aguas encontrándose amenazado. El reto era obvio: ¿Cómo puede ser preservado un humedal que está desapareciendo en medio de una ciudad cuando el ciclo biológico y ecológico está siendo interrumpido por el contexto urbano?, ¿Cuál es la vía mas económica para lidiar con este gran espacio verde?
Diversas estrategias y elementos de diseño fueron empleados. La primera, fue que la parte central del humedal existente se dejó sin intervenir para que continúe desarrollándose naturalmente. En segundo lugar, se realizaron cortes al terreno para crear un anillo exterior con una mínima intervención del suelo para transformar el sitio. La tierra excavada es usada para edificar un anillo de montículos y estanques alrededor del perímetro del parque actuando como una zona de amortiguación de las aguas lluvias, de filtración y limpieza del agua para el humedal,
generando una transición entre la naturaleza y la ciudad. Las aguas lluvias del área urbana son recolectadas alrededor del perímetro del humedal y luego de ser filtrada en los estanques se introducen progresivamente en el ecosistema protegido. Como tercera estrategia, la red de caminos se vincula al anillo de montículos y estanques, permitiendo a los visitantes tener una experiencia peatonal a través del bosque. Finalmente, la pasarela peatonal vincula los montículos dispersos que permite a los residentes tener una experiencia sobre el humedal y en el pabellón. Plataformas, cinco pabellones (bambú, madera, ladrillo, piedra y metal) y dos torres de observación (una de acero y ubicada en la esquina este, otra de madera y que parece un árbol en la esquina noroeste), están colocados en los montículos y conectados por la pasarela, permitiendo a los visitantes tener vistas a la distancia y observar la naturaleza en el centro del parque.
Este proyecto de gestión de aguas residuales, ganador en el año 2012 del Premio a la Excelencia ASLA de la American Society of Landscape Architects, ha sido exitoso en el desarrollo de un modelo y una serie de técnicas que son replicables debido a las siguientes cualidades:
1. Baja tecnología y sustentabilidad en el manejo de aguas pluviales con bajos costos y facilidad de mantenimiento.
2. Económico de construir y mantener, y por consiguiente fácil de replicar y factible de desarrollar tanto en países en desarrollo como en países desarrollados.
3. Eficiente para resolver la inundación urbana con aguas lluvias en varias escalas. Este proyecto demuestra que si una ciudad puede destinar 10% del área total a una esponja verde como área para manejo de aguas pluviales, podría resolver el problema de las aguas lluvias presente en las ciudades contemporáneas.
Proyecto/ A Green Sponge for a Water-Resilient City: Qunli Stormwater Park
Autor/ Turenscape + Peking University, Beijing
Ubicación/ Haerbin City, Heilongjiang Province, China
Año/ 2009
Superficie/ 34 hectáreas
Fotografías/ Kongjian Yu
Vista aérea
Para poner en valor Collserola, fortalecer la presencia del Parque Natural, bajar la naturaleza a la ciudad y acercarla a los ciudadanos, el Ayuntamiento de Barcelona, de acuerdo con el Consorcio del Parque de Collserola y la Generalitat, convocó en octubre de 2011 el Concurso Portes de Collserola. El Distrito Ecológico, responde al nuevo paradigma: la ciudad es para las personas, para las bicicletas, para los peatones. Así, el gran Parque Lineal caracterizado por tener suficiente masa crítica para tener entidad como espacio verde estancial y de carácter lineal, negocia con la densidad del tráfico constituyéndose en espacio ideal para caminar, correr, hacer deporte o simplemente subir el tramo desde la ciudad hasta el otro lado de la Ronda camino a casa.
La topografía aconseja trazar una losa que resuelva los desniveles para crear un plano sin coches sobre el que crece el barrio. El espacio generado en la cota de la Ronda alojará la Planta de Biomasa, los equipos e instalaciones, el almacenaje de agua y energía, aparcamientos, y el hipotético acceso al túnel de Collserolla. La Rotonda que intercepta la Ronda de Dalt es mayor que muchas plazas de la ciudad. A ella se accede sin tocar el suelo. Se la entrega a los adolescentes para sus prácticas deportivas y de ocio: skate, bms, bmx, long-board… De paso, la rotonda resuelve con naturalidad los giros y los accesos al velódromo y al barrio de nueva construcción. En la cota habitada, un tapiz de construcciones ligeras que alternan viviendas con invernaderos y pequeños equipamientos recuerda vagamente una estructura de calles y plazas. La densidad tiene que ser suficiente para poder llamarlo “barrio” y para establecer un diálogo equilibrado con el velódromo y la montaña. Este enclave se piensa primordialmente como un lugar para vivir según nuevos modelos
de calidad de vida que anteceden ciertos valores asociados a la sensibilidad medioambiental, la cultura del reciclaje, la creación de comunidades de intereses y la disolución de las barreras generacionales a otros con los que se habita la ciudad central, más interesada en cuestiones de representatividad, tamaño o individualidad.
El espacio habitado queda rodeado por un vial que resuelve accesos y asegura los mantenimientos mientras favorece la conexión entre Montbau, Mundet y Horta minimizando la presencia del coche. Más allá, una serie de terrazas cultivadas con vides crea un paisaje híbrido entre lo natural y lo artificial que envuelve algunas prexistencias de escasa calidad medioambiental que pueden de esta forma cambiar su metabolismo para entrar en sintonía con el medio. Adentrados en la montaña, los senderos, las masas boscosas y la carretera de las aguas encuentran un nuevo destino como ingredientes de la ciudad contemporánea desvelados por la arquitectura. El conjunto construye una deseable fachada para la Ronda y se espera que pueda afectar y difundir sus virtudes de naturalización, integración y diversidad a los enclaves residenciales adyacentes que arrastran su disgregación y discontinuidad como la fuente de todas sus carencias.
Los límites del espacio edificado no rebasan la franja que ya hoy se define como urbana. A partir de ella, todas las acciones son de corte paisajístico, naturalista o agrícola, como la de replantar los viñedos históricos desaparecidos por la filoxera que permita producir una exclusiva DO de la Porta d’Horta. La naturaleza entra en la ciudad por la puerta grande proponiendo la “collserolización” de Barcelona invirtiendo el sentido de la histórica invasión de la montaña por la ciudad.
Proyecto/ Distrito ecológico.
Barrio Avanzado y Corredor Verde
Arquitectos/ Estudio Herreros + MIM-A (J. Herreros + J. Richter + M. Benedito + M. Sanz) Ubicación/ Barcelona, España Año/ 2012 Superficie/ 500 hectáreas
Esquema axonométrico
Barrio
Diagrama energético
El proyecto Ecocité Marsella, actualmente en construcción como resultado de un concurso internacional, se implanta en una de las parcelas del Máster Plan Ecocité diseñado por el arquitecto Yves Lyon en el antiguo barrio portuario de Marsella. Su configuración respeta el trazado histórico en base a una retícula de 60x150 m ideada por los ingenieros en el siglo XIX que orienta sus lados más largos al nordeste y al suroeste y establece una serie de ecuaciones que otorgan una cierta libertad al proyectista, pero orientan los perfiles de las edificaciones, sus alturas, profundidades y otras condiciones referentes a la implantación y volumetría. Del estudio de estas regulaciones se deduce la lógica de dividir el proyecto en tres inmuebles que se desarrollan en sentido ascendente según la sucesión calle bulliciosa-jardín frondoso-azotea colectiva-logia íntima , como argumento arquitectónico para hacer del acto de habitarlos una experiencia contemporánea llena de emociones. Todo ello se lleva a cabo explotando al máximo las condiciones tectónicas de los volúmenes edificados buscando una presencia en el paisaje urbano característica, vibrante, optimista, reactiva a la luz natural y con una importante presencia de la naturaleza en el jardín de manzana, las cubiertas y las terrazas domésticas.
La obligatoriedad de construir edificios alineados con el perímetro, la edificabilidad admitida y las alturas máximas, sugieren optar por edificios de crujía profunda con núcleos centrales que admiten apartamentos pasantes y en esquina con dos orientaciones, apartamentos con triple orientación junto a unos pocos dúplex y algunos pequeños estudios mono-orientados. Es interesante señalar que algunos de los apartamentos más grandes son comunitarios enriqueciendo la diversidad de tipos y formas de vida del complejo.
El esquema en sección establece tres niveles: el de la calle, claramente asentado y dibujando el borde de la manzana en el plano de la ciudad, de fuerte contenido urbano, capaz de aportar una interesante continuidad comercial y morfológica en sus plantas bajas; el de la ciudad, con sus fachadas largas y planas que insiste en su configuración de bloques; y el aéreo, con las volumetrías más estilizadas construyendo la ciudad de las torres aisladas pero disminuyendo claramente la densidad y con buenas vistas. Los perfiles quebrados entre estos tres estratos permiten generar terrazas y retranqueos que aumentan la calidad de las viviendas y ayudan a implementar un concepto de Inmuebles Villa de marcado carácter colectivo. Además, cada vivienda dispone de una logia que se manifiesta al exterior de diferentes maneras según las orientaciones convirtiéndose en el elemento más significativo de las fachadas y la imagen urbana del conjunto. Estas logias son las que impulsan la configuración del cerramiento como un sistema de doble capa formado por el paramento estático del volumen edificado de hormigón en el que se abren ventanas y puertas convencionales y una hoja ligera, permeable, capaz de negociar el soleamiento y los vientos dominantes y de generar una serie de espacios abiertos que funcionan como habitaciones no climatizadas asociados a cada vivienda e integrados en el volumen principal. Este mecanismo aporta el espacio de negociación del interior con el exterior y constituye el argumento fundamental a través del cual se consigue la fuerte personalidad del conjunto gracias a un sistema de piezas fijas y correderas de paneles ecológicos perforados de cemento que conforman un sistema de excelente comportamiento medioambiental. Las tonalidades de los paneles en la gama de los grises que juega con los hormigones calados con el mismo patrón producen un juego de llenos y de vacíos con la que los volúmenes reaccionan a los estímulos de la luz y las nubes propias del clima marsellés.
Proyecto/ Complejo Híbrido Residencial y Comercial Ecocité
Arquitectos/ Estudio Herreros (Juan Herreros + Jens Richter) Cliente/ Quartus, Pitch Promotions Ubicación/ Marsella, Francia Año/ 2013-2020 Superficie edificada/ 23.300 m2 En construcción
Corte transversal
Nivel 8
Vista general
Grimshaw y Jackson Architecture fueron elegidos para la reorganización y expansión de la Southern Cross Station en Melbourne, el cual incluyó además un importante edificio de oficinas en Collins Street y una plaza comercial que atiende el extremo oeste del Distrito Central de Negocios.
Los desafíos claves para el diseño de la estación fueron un funcionamiento práctico, la facilidad de circulación de los pasajeros y un mejorado ambiente de trabajo para el personal. La renovación brinda a los usuarios un centro de transporte totalmente protegido, servicios de venta de boletos, manejo de equipaje, servicios de espera y venta minorista de alta calidad, todos equipados con cómodos asientos, iluminación y sistemas de monitores de información para el pasajero.
El interior de la estación es una gran sala con vistas ininterrumpidas en todas las direcciones, para que la interconexión de las diferentes calles que rodean el edificio se pueda entender fácilmente. Los lugares de venta se ubican debajo de los programas administrativos, generando un espacio comercial definido.
El foco del diseño de la estación es el techo que asemeja una duna, el que cubre toda una manzana de la ciudad: este funciona como un puente visual entre el centro de la ciudad y el nuevo distrito Docklands, uniendo todos los elementos dispares del intercambio de transporte, ofreciendo un espacio fresco y sombreado a escala cívica. La forma del techo ha sido generada por los requisitos de funcionamiento de la estación y juega un papel crucial como parte de la envolvente ambiental. Ha sido desarrollado en respuesta al clima externo y la necesidad interna de extracción de combustible, a la vez que el bajar la temperatura ambiental mediante ventilación natural. Si bien es impermeable al exterior, “respira” internamente, lo que permite que el humo, las partículas de diésel y los contaminantes se descarguen.
El año 2007 recibió, entre otros reconocimientos, el prestigioso RIBA Lubetkin Prize del Royal Institute of British Architects, entregado anualmente al edificio más destacado fuera de la Unión Europea.
Proyecto/ Southern Cross Station
Arquitectos/ Grimshaw + Jackson Architecture
Ubicación/ Spencer Street, Melbourne, Victoria, Australia
El propósito del Design Hub es alojar en un edificio una amplia gama de investigación de diseño y estudios de posgrado. RMIT es líder mundial en la investigación de diseño, sin embargo, su posgrado está disperso en varios campus e instalaciones. El Hub ofrece una base de investigación donde los estudiantes de posgrado en especialidades como el diseño textil y de moda, trabajarán junto a los involucrados en arquitectura, ingeniería aeronáutica, diseño industrial, arquitectura del paisaje, diseño urbano, entre otros.
En el Hub, los grupos de investigación tienen la capacidad de localizar y ajustar su lugar de trabajo dentro de “almacenes” –espacios de planta libre donde los equipos de investigación pueden configurar y modificar su entorno de trabajo para adaptarlo a sus necesidades particulares. Pueden permanecer entre seis meses y tres años, dependiendo de la naturaleza y los límites del financiamiento para su investigación y programas de educación. La investigación puede incluir espacios de talleres para hacer modelos físicos que se encuentran al lado de talleres de computación, impresión tridimensional, modelado de realidad virtual, etc. Teniendo en cuenta los plazos asociados a proyectos de investigación, todos los “almacenes” requieren un alto nivel de adaptabilidad y flexibilidad. En ese sentido, estos espacios están diseñados para dar cabida a la naturaleza orgánica de la investigación caracterizada por estar en constante evolución, adaptación, cambio y crecimiento.
El plan del Hub reconoce el deseo de polinización cruzada, donde los investigadores de un área se encuentran con los de otros ámbitos completamente ajenos, como parte del día a día del uso del edificio. Un espacio de exposición y archivo de diseño proporcionan una interfaz pública con la industria y los resultados de la investigación. Estos espacios combinados con una variedad de salas de conferencias, reuniones
y multiusos, facilitan los intercambios de alto nivel en varios foros.
El Hub cuenta con un gran número de aspectos de Diseño Ambiental Sostenible (DAS) e incorpora estrategias de gestión del agua, residuos y el reciclaje que son el equivalente a cualquier edificio con orientación DAS en el planeta. En particular, la piel exterior del Hub incorpora protección solar automatizada que comprende células fotovoltaicas, enfriamiento por evaporación y entradas de aire fresco que mejoran la calidad del aire interior y reducen los costos de funcionamiento. Las celdas de la fachada han sido diseñadas para que puedan ser fácilmente reemplazadas y actualizadas en función de la evolución de la tecnología de la energía solar, para quizás algún día poder generar electricidad suficiente para hacer funcionar todo el edificio.
La fachada comprende una piel interior de doble acristalamiento específicamente detallada para cada cara del edificio y un segundo dispositivo automatizado de sombreado que rodea todo el edificio. Desde la planta baja hasta el nivel de la planta de cubierta, este se compone de discos de vidrio pulido con arena de 600 mm de diámetro, fijados a un eje de aluminio horizontal o vertical. Cada eje está fijado a la cara exterior de un cilindro de acero galvanizado de un diámetro levemente mayor.
Tomas de aire perimetrales y aspersores de niebla fina están incorporados a la piel interior acristalada, proporcionando una refrigeración pasiva al sistema UFAD (Distribución de aire por suelo radiante). El agua que se utiliza en este sistema de enfriamiento se recolecta desde el techo. El aire enfriado naturalmente proporciona una alternativa menos costosa, de menor consumo de energía y de confort térmico más deseable que en un entorno de trabajo totalmente acondicionado.
Arquitectos/ Sean Godsell Architects (Sean Godsell + Hayley Franklin) Ubicación/ Melbourne, Australia
Año/ 2012
Área del proyecto/ 13.000 m2
Fotografías/ Earl Carter
Fachada
Sección C
Solar Settlement
El Proyecto EXPO 2000 “Solar Settlement” en Freiburg consiste en 59 edificios residenciales y 9 exclusivos penthouses en el último piso del edificio de oficinas y comercio “Sun Ship”. Todos los hogares han sido construidos en madera, utilizando solo materiales de construcción saludables, y todos tienen a lo largo del techo paneles fotovoltaicos. El lugar permanece libre de vehículos gracias a un estacionamiento subterráneo ubicado bajo el “Sun Ship” y a un sistema de autos compartidos bien organizado. Con una potencia fotovoltaica de aproximadamente 445 kWp, el sistema solar genera alrededor de 420.000 kWh de energía solar limpia por año. Este edificio se considera Plus Energy, ya que produce mas energía de la que consume.
The Sun Ship
El “Sun Ship” en el centro de servicios del Solar Settlement en Freiburg, y el primer edificio comercial energético. Se desarrolla sobre 125 metros a lo largo de la calle principal y funciona como una barrera sonora para la comunidad residencial ubicada al otro lado. El “Sun Ship” tiene tres pisos hacia un extremo, y cinco pisos en su extremo frontal norte. Insertos en la cubierta verde del techo fueron construidos nueve exclusivos penthouses de tres pisos. En el sótano se encuentran las bodegas y el estacionamiento para 138 vehículos. Al final de la fachada norte del “Sun Ship” se alberga el reconocido Eco Institute. En la planta baja del edificio principal se ubican 1200 m2 de área comercial, donde se encuentran ecosupermercados, una farmacia, una tienda de conveniencia, así como el banco con orientación ecológica GLS. En los dos pisos superiores se encuentran oficinas, estudios y consultorios médicos. La totalidad del espacio de oficinas del “Sun Ship” es de 3.600 m2
Proyecto/ Solar Settlement + The Sun Ship
Arquitecto/ Rolf Disch
Ubicación/ Freiburg, Alemania
Año/ 2000
Área/ Más de 3.600 m2
Fotografías/ Rolf Disch
Elevaciones de departamentos / TERRITORIO ARQUITECTURA #02 / infraestructuras para el desarrollo sustentable
Planos de departamentos
Corte longitudinal del “Sun Ship”
El Refugio La Dacha es una vivienda de alta eficiencia térmica, ubicada en el pueblo de Las Trancas en Nevados de Chillán.
En base a una esbelta planta en V, se ubica entre un coihue y un montículo de roca volcánica, único lugar disponible para asomar el volumen hacia las vistas y el sol norte, en el borde de un fuerte desnivel de terreno lo que ubica al refugio en una situación natural de mirador.
El refugio se divide en el extremo norte en dos terminales los que son dirigidos a elementos del paisaje. El volumen compacto es un gran mirador, y se conecta con el exterior solamente por un puente en el nivel superior, el que iguala la altura del montículo de rocas volcánicas.
El diseño sigue el principio de construcción hibrida, es decir ubica en el centro de la planta elementos térmicamente densos para almacenar la temperatura lograda por una estufa masiva, mientras el perímetro y cubierta se construyen con materiales livianos de alta aislación térmica, paneles SIP de 210 mm. Estos paneles arman muros continuos en gran parte del volumen, con excepción del piso superior donde se diseña una ventana horizontal para captar vistas y sol, para lo cual se refuerza la estructura con pilares expresivos en roble de 8x8”.
La estufa masiva (kachelofen) es un proyecto en sí mismo; un sistema de calefacción tradicional de países nórdicos que se reinterpreta con materiales locales, el que mantiene la temperatura emitida por el fuego en muros calculados para su almacenaje lo que resulta en la minimización de quema de leña, con un solo encendido diario.
El refugio es revestido por el exterior con tablas de pino quemado (shou sugi ban), vinculando el negro del hollín y el brillo de la ceniza con el paisaje volcánico, y listones de lingue en el interior de tonos café, para matizar el efecto deslumbrante de la luz de invierno.
La infiltración de aire fue controlado por medio de una chiflonera de doble puerta de acceso como lugar de contención en invierno, y también se optó por instalar todas las ventanas en un premarco montado por el exterior de la fachada. En la cocina se diseña un refrigerador natural montado en el espesor de muro de una ventana sur, lo que asegura temperaturas promedio suficientemente bajas para varios productos y alimentos.
Proyecto/ Refugio La Dacha
Arquitectos/ DRAA - Del Río Arquitectos Asociados Ubicación/ Las Trancas, Nevados de Chillán, Chile
El Taller de Práctica propone el protagonismo del estudiante en proyectos y problemas de índole profesional en relación con su contraparte o mandante, el territorio y la sociedad, así como al desarrollo de una reflexión crítica y creativa frente al problema del encargo y a plantear soluciones arquitectónicas con un fuerte desarrollo constructivo y calidad en los diseños propuestos. Las dinámicas y plazos del encargo real hacen que las propuestas a plantear por el estudiante deban ser asertivas y efectivas en función de dar respuestas a las problemáticas concretas. Así mismo, las contrapartes y unidades técnicas asociadas a los proyectos plantean un acercamiento multidisciplinar que propone una relación al campo profesional compleja y enriquecedora, tanto para los estudiantes como para los proyectos.
El manejo de conocimientos en relación a materiales, sus condiciones técnicas y constructivas, junto a su correcta especificación en el desarrollo técnico del proyecto es de suma importancia. Estas particularidades no solo resultan necesarias por el carácter del encargo y del taller, sino que refuerzan el desarrollo de habilidades y conocimientos vinculados al territorio en que nuestra escuela y estos proyectos se desarrollan.
Agenda
La Escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastián sede de la Patagonia ha estado trabajando bajo un convenio colaborativo con la Fundación PLADES de Frutillar, con el fin de poder desarrollar inteligencia territorial en base a una serie de proyectos que surgen desde la creación del Plan de Desarrollo Sustentable para la comuna. Este plan, define tres ejes de acción: lo social, lo económico y lo medio ambiental, poniendo especial énfasis en el desarrollo urbano y territorial de la comuna y la integración socio-espacial de Frutillar alto y Frutillar bajo. Estos proyectos constituyen una veintena de intervenciones propuestas para la ciudad, los cuales fueron definidos y priorizados mediante una consulta ciudadana. Proyectos de espacio público, una nueva estructura vial, recuperación de áreas industriales abandonadas, infraestructura de transporte, un mercado público, el borde costero, ciclovías, entre otros, constituyen la búsqueda de un desarrollo sustentable para la comuna con el fin de asegurar una mejora en la calidad de vida de sus habitantes. Los anteproyectos generados por los estudiantes y toda la inteligencia asociada, constituyen un antecedente inicial para la construcción de bases de licitación o el
desarrollo de los proyectos, entregando, en la mayoría de los casos, nuevas ideas y soluciones creativas frente a las problemáticas planteadas.
Pensar el futuro de nuestras ciudades en base a un plan de desarrollo, sin duda define una nueva forma de actuar y relacionarse al momento de pensar nuestras urbes. Más aún, si este modelo es reforzado con una visión que pone énfasis en el desarrollo social, económico y medioambiental, la sustentabilidad se compromete como motor en la búsqueda de una ciudad más equitativa y donde la mejora en la calidad de vida de los habitantes se torna en el fin último a conseguir. Así mismo, los procesos integrados de participación de la comunidad y los entes técnicos y públicos, permiten consensuar y priorizar las necesidades. Esto, sin duda, constituye una oportunidad para nuestros estudiantes al poder entender la articulación de un plan de desarrollo, sus alcances y la visión integrada y sistémica de las intervenciones sobre este territorio. De esta manera, las posibilidades de acercamiento a la realidad, en conjunto con el trabajo sobre un encargo con variables reales, constituyen una oportunidad impensada para la ejecución de la práctica profesional por parte de los estudiantes. El modelo planteado por el PLADES constituye la primera experiencia dentro de Chile donde una ciudad se plantea al futuro de manera planificada y en la búsqueda de la sustentabilidad como eje principal.
Este tipo de iniciativas se enmarcan dentro de las políticas institucionales de Vínculo con el Medio, las que promueven la
co-construcción, con agentes del medio, de proyectos como los expuestos, y particularmente la bidireccionalidad de sus efectos, en cuanto generen beneficios a la contraparte involucrada (PLADES) y la sociedad toda, así como beneficios formativos para los futuros arquitectos involucrados.
Profesores asignatura
• 2016-S1/ Arq. Cristóbal Noguera
• 2016-S2/ Arq. Cristóbal Noguera
• 2017-S1/ Arq. Cristóbal Noguera y Arq. Gonzalo Gutiérrez
• 2017-S2/ Arq. Cristóbal Noguera y Arq. Esteban Arteaga
Académicos invitados
• Francisco Allard, Arquitecto U. de Chile, Máster en Arquitectura del Paisaje de la Universidad de Pensilvania
• Luis Eduardo Bresciani, Arquitecto U. Católica, Máster en Diseño Urbano Universidad de Harvard
• Andrés Horn, Arquitecto U. Austral de Chile, Master of Art on Architecture, Kunstacademie Dusseldorf
Profesionales de instituciones afines participantes de correcciones y desarrollo anteproyectos
• Claus Lindemann, Alcalde I. Municipalidad de Frutillar
• Eugenio Rengifo, Director Ejecutivo PLADES, Frutillar
• José Feureisen, Coordinar Comunitario PLADES, Frutillar
• Rodrigo Ampuero, Director de Obras Municipales, Frutillar
• Rodolfo Palacios, Jefe Plan Borde Costero Lago Llanquihue, DOP
Anteproyecto/
Borde Costero Frutillar Sur
Mandante/ Plan de Desarrollo Sustentable Frutillar - PLADES
Estudiante/ Diego Aguilar
Profesor guía/ Cristóbal Noguera + Esteban Arteaga
Ubicación/ Frutillar, Región de Los Lagos, Chile
Año/ 2017
El encargo planteado consistió en la recuperación e integración del borde costero sur de Frutillar bajo a la trama urbana, lo cual considera un área a intervenir que va desde el Teatro del Lago hasta el borde lago del proyecto inmobiliario Patagonia Virgin por el sur. El primer tramo considera un contexto urbano con un borde de costanera existente, para luego dar paso a una costanera inexistente que solo contempla la calle vehicular sin dejar lugar al peatón y al espacio público. La propuesta plantea resolver la conectividad peatonal y de ciclovías potenciando un carácter deportivo y de paseo del borde lago. Así es como mediante la zonificación del tramo de borde costero, se busca potenciarlo, caracterizando tres tramos bajo los conceptos de lo recreacional, lo ambiental y lo deportivo. De esta manera, se propone la segregación del peatón y el ciclista respecto del automóvil a todo lo largo del tramo, programando el primer segmento con un carácter recreacional por la presencia de un
borde parque y playa en relación con lo urbano. El segundo tramo, se propone a modo de un borde de acción y recuperación ambiental. El carácter de humedal de este sector se trabaja con el fin de recobrarlo como zona de filtración de las aguas lluvias de la ciudad a través de un filtro de sedimentos y el restablecimiento de las especies acuáticas del borde lago. La circulación se propone con pilotes sobre la zona inundable, entregando al usuario la posibilidad de vincularse y entrar en el lago. Finalmente, el tercer tramo que va desde la cofradía náutica hasta el proyecto inmobiliario, propone el desarrollo de un borde deportivo donde se potencia la relación con el borde de agua mediante plataformas y zonas de desembarco para embarcaciones menores. La posibilidad de consolidar y potenciar el borde costero sur de la ciudad completaría un trayecto hoy sin uso y carente de conectividad, proponiendo una relación con el paisaje y una costanera continua de más de 8 km de longitud.
Isométricos esquemáticos de los tres tramos
Segundo tramo, sección y detalle pasarela elevada sobre humedales
Anteproyecto/ Parque Richter
Mandante/ Plan de Desarrollo Sustentable Frutillar - PLADES
Estudiantes/ Mauricio Torres + Francisca Saldivia
Profesor guía/ Cristóbal Noguera
Ubicación/ Frutillar, Región de Los Lagos, Chile
Año/
La dualidad presente en Frutillar nace desde la llegada de los colonos alemanes, quienes en su gran mayoría poblaron el sector bajo junto al lago. Y, por el inicio de la urbanización y consolidación de Frutillar alto estuvo ligada a la posterior incorporación del tren y las nuevas vías de transporte y conectividad de la región. El desarrollo de la ciudad y estas infraestructuras requirieron de la industria de áridos la cual en sus inicios se localizó a las afueras de los sectores poblados. Con el paso del tiempo y el crecimiento de la población, los pozos de áridos quedaron inmersos en la trama urbana, generando grandes espacios deteriorados ambientalmente y en desuso, provocando una serie de externalidades negativas para el espacio urbano y sus habitantes. El proyecto busca convertir este sitio postindustrial, de tres hectáreas, en áreas de parque próximas a zonas residenciales, de educación y a metros del futuro centro cívico sobre la avenida Carlos Richter que conecta el alto con el bajo.
Se propone un parque urbano que pretende reconocer y trabajar con la morfología o huella del lugar, utilizando los bordes del terreno a modo de un anillo de conectividad, respondiendo a la escala urbana y a los trayectos cotidianos de los habitantes. La parte baja se planifica para ser un sector de recreación más controlada y estática, donde se definen zonas de parque y de mayor permanencia, además de un sitio cultural multiuso. A pesar de que hoy el predio se encuentra abandonado, constituye un área de absorción natural de aguas lluvia, lo cual se formula como principio de diseño a mantener, proponiendo un parque que actúe de zona para la recolección e infiltración de estas. En el anillo superior, se plantea un conector cubierto-feria y áreas deportivas que se relacionan con las de vivienda adyacentes al terreno. Finalmente, el parque mejora las condiciones de espacio público de Frutillar alto e incrementa los estándares de espacios verdes para la comunidad, mediante un proyecto que mejorará la calidad de vida de los residentes, renovando el sector y promoviendo una nueva relación con la ciudad.
Isométrico explotado, elementos principales, propuesta arquitectónica
Detalles mobiliario y contenciones
Anteproyecto/
Parque de Regeneración Urbana Pantanosa
Mandante/ Plan de Desarrollo Sustentable Frutillar - PLADES
Estudiantes/ Sebastián Gonzales + Yesenia Vidal
Profesor guía/ Cristóbal Noguera + Esteban Arteaga
Ubicación/ Frutillar, Región de Los Lagos, Chile
Año/ 2017
Como antecedente del proyecto, la existencia de un pozo de áridos en desuso que con el paso del tiempo fue absorbido por la trama urbana. Por otro lado, el sector donde se encuentra emplazado este brownfield, corresponde a un área de desarrollo de vivienda social llamado Pantanosa en el sector de Frutillar Alto. Esta huella física, en el contexto del desarrollo urbano, constituye una división y desvinculación de las diferentes zonas colindantes, además de un foco de delincuencia y basura dado el abandono del lugar. Así mismo, el terreno hoy presenta el afloramiento de una napa de agua y además se constituye como un acumulador de agua de lluvia del barrio, por lo que constantemente cuenta con presencia de agua. Debido a esto, la propuesta de diseño se define a partir de dos aspectos, uno social y uno medioambiental. El aspecto social, se desarrolla desde la perspectiva de recuperación de un espacio para el barrio y la ciudad, promoviendo la integración social y la mejora de los espacios de ocio y recreación, y el aspecto medioambiental, se desarrolla estableciendo un parque acuático que actúe como una esponja receptiva de aguas lluvias, pero a su vez trabaje con la napa de agua existente, tomando el agua como un elemento
esencial de diseño. De esta manera, se propone un sistema de biodepuración de agua con seis zonas que se definen como parte de diseño de paisaje, integrando a su vez las áreas verdes como parte de este nuevo ecosistema urbano. Los bordes del parque, se caracterizan de acuerdo con la proximidad de su uso, estableciendo áreas más controladas y menos programadas en relación a los bordes de viviendas. Al contrario, el borde de la Avenida Alessandri es programado con una feria o cubierta multipropósito y un centro de innovación y reciclaje para la comunidad. En el interior, se programan zonas de permanencia y áreas deportivas, además de la “Casa de la Música”, iniciativa que permite ecualizar e integrar los procesos culturales de la ciudad otorgando mayor equidad en el acceso a esta. Es así como, además de conectar y vincular, la propuesta establece un complemento programático a diferentes escalas, buscando como objetivo primario, mejorar las condiciones de vida de los habitantes y entregar un espacio público de calidad, donde el ocio, la recreación, la concientización y la innovación promuevan la
Isométricos de sectores principales
Planta general del parque
Anteproyecto/ Plan Maestro Reserva Forestal Winkler
Mandante/ Plan de Desarrollo Sustentable Frutillar - PLADES
Estudiantes/ Yessenia Muñoz + Martín Mansilla
Profesor guía/
Ubicación/
Año/
La Reserva Forestal Winkler, ubicada en el borde norte de Frutillar bajo, constituye una muestra de gran valor ecológico, congelada en el tiempo, de lo que fue la selva valdiviana o bosque siempre verde que circundaba el Lago Llanquihue, previo a la llegada de los colonos alemanes a la zona. En el terreno, perteneciente a la Universidad de Chile, habitan especies vegetales y animales de la más variada índole. Hoy, este predio colindante con Frutillar bajo, se encuentra subutilizado y perdido, ya que solo cuenta con un par de senderos y una pequeña área de visitas. Todos sus bordes, niegan la ciudad y no se vinculan con ella. El encargo consistió en estructurar un plan maestro con el fin de potenciar su uso tanto a nivel local, como turístico y científico. A partir de esto se propone un plan definido por tres macro áreas que definen una de uso científico, una de conservación y una de visita y vinculación con la comunidad que permita auto sustentar su operación. De esta manera, se define que el borde sur de la reserva colindante con la trama urbana, se configurará como el área de uso de mayor intensidad con el fin de abrir sus limites a la comunidad. De esta manera, la definición de zonas programadas y zonas a conservar permitirá un equilibrio entre el uso y la conservación. La propuesta promueve la limpieza y conservación del bosque mediante estrategias de bajo impacto, permitiendo tanto el desarrollo
científico como la experiencia del visitante en el lugar. Específicamente, en el área de uso público se propone un anillo/pasarela de exploración en altura, que permite vivir el bosque y el paisaje de manera muy intensa. Esto se complementa, con un área de interpretación ambiental y parque botánico donde la promoción y concientización de la ecología y la naturaleza permitirán educar a quien lo recorre. Esta zona se propone específicamente como remate de la costanera de la ciudad hacia el norte, con el fin de poder configurar un desenlace programado de esta y poder integrar la reserva a un sistema de infraestructura verdes propuesto para ciudad. El área científica y de conservación quedan resguardadas del impacto público, permitiendo controlar su uso con el fin de promover la conservación. Aquí se propone la consolidación de un centro de investigación y pasantías científicas, donde visitantes y académicos puedan convivir e investigar con un alto estándar. El modelo de gestión, propone un desarrollo compartido entre la comunidad local y la universidad, con el propósito de auto sustentar la operación de la reserva, como también abrirla y mostrarla a la comunidad y visitantes que hoy no logran visitarla. La posibilidad de consolidar su uso e integrarla a resto de las iniciativas de áreas verdes y espacios públicos de la ciudad, sin duda constituiría un valor para la comunidad de Frutillar y sus visitantes y le entregaría un valor a la planificación del territorio y su desarrollo futuro.
06 / proyectos académicos
Proyecto/ Estructura dual de secado de musgo Sphagnum y cultivo aeropónico temporal. Autor/ Gino León.
Proyecto/
Centro de valorización de residuos y difusión ambiental
Estudiante/ Daniela
Valenzuela
Profesor guía/ Pablo
Moraga
Ubicación/
Año/ 2018
Puerto Montt, Provincia Llanquihue, Chile
La generación de residuos sólidos y su tratamiento posterior es uno de los grandes problemas actuales de nuestra sociedad, para detener esto es necesario conjugar el desarrollo económico con la preservación del medio ambiente. Considerando que los residuos solidos domiciliarios aumentan cada vez, resulta necesario cambiar la realidad de las ciudades agobiadas por la basura, mediante la valorización de los residuos como materias primas de otros procesos, a fin de cambiar el paradigma de la basura.
El proyecto Centro de Valorización de residuos domiciliarios se desarrolla en base a una proyección de incremento de la cantidad de desechos dispuestos para reciclaje en Puerto Montt de 5.146 tonelada por año en la actualidad con una proyección de 40.000 toneladas para el año 2025. Los beneficios cuantificables implican una menor disposición de rellenos sanitarios, una mayor vida útil de los rellenos sanitarios existentes, un menor tamaño de los rellenos requeridos a futuro, un menor requerimiento de trabajadores y camiones para trasladar desechos no reciclables y una menor emisión de gases de efecto invernadero.
El Centro se ubica en el eje industrial de Puerto Montt, caracterizado por ser el único eje que ha mantenido un carácter de vía conectora y no integradora de la ciudad, ya que en él no se han concentrado viviendas ni ocupaciones amparadas. Esta ubicación busca mantener la línea actual de
la ciudad, permitir una ramificación accesible a las otras comunas de Llanquihue y cambiar la percepción actual sobre la formación de industrias y su peso en el contexto. Para la selección del terreno también se pensó el proyecto como un medio para recuperar áreas dañadas y establecer a las industrias como un factor de cambio para el uso de los suelos.
El proyecto aborda la valorización de los desechos sólidos y la difusión ambiental, por lo que se considera un radio de influencia de 2.100 m que incorpora los colegios más cercanos y otros establecimientos.
El proyecto se puede explicar desde 4 aspectos:
• Zonificación: se crea una envolvente natural para capturar al usuario dentro del proyecto, donde las zonas construidas se dividen en dos, industria y cívico, lo que permite la dualidad entre funciones.
• Flujos: las zonas se dividen gracias al eje articulador que permite un solo control de movimiento, el que ejerce como vínculo entre los volúmenes.
• Volúmenes: en la franja industrial se atomizan las fases de separación en tres, 1) edificio difusión 2) edificio operarios 3) edificio mantención.
• Integración: involucrar al usuario sobre el reciclaje a través del conocimiento: 1) difusión/aprendizaje 2) exhibición del proceso 3) práctica/cultivo forestal.
Isométrico general
Planta segundo nivel
Proyecto/
Estructura dual de secado de musgo Sphagnum y cultivo aeropónico temporal
Estudiante/ Gino León
Profesor guía/ Loreto Lyon
Ubicación/ Ancud, Región de Los Lagos, Chile
Año/ 2017
La demanda del musgo Sphagnum en los últimos años ha ido en aumento a nivel local y mundial. Su uso en la mantención de flores y jardines, especialmente orquídeas, lo ha hecho muy apetecible en el mundo entero. Además, debido a su capacidad de absorción, permite su uso en diferentes industrias como sustrato, combustible, jardines verticales, macetas, fabricación de pañales, entre otros. Esto ha traído como consecuencia la extracción indiscriminada y la degradación del recurso a un punto crítico, debido a las malas prácticas de extracción y la no sustentabilidad en su cadena de procesos, debido principalmente a la poca profesionalización de la extracción, que impacta en la regeneración del Sphagnum. Especialmente, aspectos como la extracción furtiva sin conocimiento del proceso de regeneración, el procesado del musgo en el mismo lugar, la no existencia de protocolos en los métodos de extracción y la fragmentación de los procesos en distintos sectores que impide tener registro de extracción y explotación, hacen que la industria esté en serio riesgo de desaparecer por la falta de una cadena de procesos sustentable. Adicionalmente, el proceso de secado, proceso crítico de producción del Sphagnum, es altamente inestable y no
considera ningún concepto de sustentabilidad y regeneración de la materia prima. Para mejorar esta situación, se ha desarrollado un Invernadero de uso dual para el musgo Sphagnum. Este consiste en una estructura diseñada para mejorar el tiempo de secado del Sphagnum en ambientes húmedos a través del manejo y aprovechamiento de flujos de aire (vientos) y temperaturas de la zona de Chiloé. Además, incorpora un sistema que permite recoger la semilla que se desprende del musgo durante su secado y plantarla, para así mejorar la sostenibilidad de la extracción para los próximos años. También, incorpora la capacidad de transformarse en un invernadero tradicional para que una vez finalizada la temporada de Sphagnum pueda utilizarse para el cultivo complementario de tubérculos por método aeropónico.
Este proyecto está orientado a empresas colaborativas y a pequeños productores de la zona de Chiloé, dedicados a la extracción de musgo Sphagnum, quienes a corto o mediano plazo necesitarán llevar la industria a un nivel sostenible para mantener el recurso y optar a mercados con exigentes estándares de sustentabilidad que dan valor agregado a los productos en su cadena de procesamiento.
Proyecto/ CasAgua
Estudiantes/ Diego Sandoval + Martín Mansilla + Jairo Álvarez
CasAgua, es una vivienda de emergencia que busca superar la barrera de la urgencia, proyectando su desarrollo progresivo hasta su consolidación como vivienda definitiva.
La estrategia para lograr este objetivo se traduce en 3 ejes fundamentales:
• Disponibilidad de agua y los aspectos sanitarios desde su instalación inicial.
• Una estructura espacial que asegure el buen funcionamiento tanto de las zonas húmedas como de los recintos de uso intensivo.
• Ganar valor en el tiempo gracias a un crecimiento ordenado y previsto (panelizado, habitable y regularizable –posibilidad de uso de subsidios).
Así, la solución comienza con un módulo monoespacial, el que, a través de un núcleo húmedo y cubiertas invertidas, capturan aguas lluvias para su disponibilidad desde el primer día.
Después, se consolida el núcleo húmedo a través de la habilitación de los recintos sanitarios (baño y cocina). Finalizando, con la disponibilidad de espacios para la consolidación de las demás áreas de la vivienda.
Este núcleo húmedo, brinda al habitante una importante autonomía en el acopio de agua, la que en condiciones de emergencia puede fácilmente sobrepasar el 60% del consumo por familia, llegando incluso al 100% en algunas localidades de la Región de los Lagos que se caracterizan por su intensa pluviometría. Esto se logra con un estanque acumulador que puede almacenar hasta 2.000 litros, permitiendo la utilización del recurso en las diferentes actividades en las que no se requiera agua potable, desde el lavado de ropa y loza, suministro al sistema de baños y diferentes menesteres del día a día, incluyendo los cambios o mejoras a largo plazo
Sistema constructivo en base a paneles prefabricados
LUIS VALENZUELA/ Doctor of Design de Harvard University Graduate School of Design, Arquitecto y Magíster en Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fulbrighter, nominado al Carter Manny Grant Fellowship de la Graham Foundation y Luksic Fellowship del David Rockefeller Center for Latin-American Studies de Harvard University. De 1997 a 2011, fue profesor de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos y Director del Observatorio Ciudades en la PUC. Desde el año 2011 es Director del Centro de Inteligencia Territorial (CIT) y académico de la Facultad de Diseño de la Universidad Adolfo Ibáñez, además se ha desempeñado como Subdirector de la Escuela de Diseño y docente del Magíster en Innovación de la Escuela de Negocios. Desde 2013, es investigador asociado del Centro de Estudios de Conflictos y Cohesión Nacional. Actualmente, lidera proyectos de investigación relacionados a territorios de extracción y minería, segregación urbana y sus relaciones a desigualdad, crimen y bienes territoriales. El 2014 y 2015 fue profesor visitante en el Graduate School of Design de Harvard University, donde impartió cursos en inteligencia territorial. Es Investigador afiliado para el Institute of International Urban Development (IIUDS), en Cambridge USA - ex Center for Urban Development Studies de Harvard University.
ALEJANDRO GUTIERREZ/ Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Master of Science en City Design and Social Science - London School of Economics. Director de Integrated City Planning en ARUP, allí ha desarrollado proyectos de expansión de ciudades en China y eco-ciudades. En ese sentido, encabeza el equipo internacional que está realizando el proyecto Dongtan Eco-City en las cercanías de Shanghái y trabaja en otros proyectos de desarrollo para ciudades sustentables. Fue Secretario Ejecutivo del Plan Creo Antofagasta, una plataforma público-privada y ciudadana que está desarrollando un Plan Maestro 2014-2035 para la ciudad de Antofagasta al norte de Chile.
FRANCISCA ASTABURUAGA/ Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Master of Science en City design and Social Sciences-London School of Economics. Directora Ejecutiva del Centro de Innovación en Ciudades UDD, Coordinadora de la Comisión de Infraestructura y Ciudad del Consejo de Políticas de Infraestructura y Senior Consultant para ARUP UK en la implementación del programa 100 Ciudades Resilientes en Latinoamérica. Ha realizado diseño, gestión y dirección de proyectos urbanos dentro y fuera de Chile, en los últimos años su foco ha sido el desarrollo de proyectos con énfasis en sustentabilidad, resiliencia y la incorporación de nuevas tecnologías. Ha trabajado en Elemental, Observatorio de Ciudades UC y ARUP UK.
LUIS EDUARDO BRESCIANI/ Arquitecto Pontificia Universidad Católica de Chile y Máster en Diseño Urbano en Harvard University, Estados Unidos. Es profesor asociado de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde dicta talleres de proyecto urbano y cursos de urbanismo y planificación urbana en pregrado y postgrado, en la actualidad es director de Escuela. Con más de 25 años de experiencia y práctica profesional en planificación y diseño urbano, ha publicado decenas de artículos y capítulos de libros en temas asociados, ha dirigido múltiples concursos, planes y proyectos urbanos para diversas ciudades en Chile y Estados Unidos. Fue el Presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano de Chile, órgano público-privado asesor de la Presidencia de la República en la implementación de políticas urbanas. Ha ocupado altos cargo de gobierno en desarrollo urbano, tales como Secretario Metropolitano de Vivienda y Urbanismo y Jefe de la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, siendo responsable de los programas nacionales de planificación urbana, proyectos urbanos y planes de recuperación de barrios. Ha sido miembro del Consejo de Concesiones de Obras Públicas del Ministerio de Obras Públicas y de la Comisión Presidencial Promovilidad. En 2009 recibió el Premio Alfredo Johnson del Colegio de Arquitectos de Chile, por su aporte a las políticas públicas.
ORLANDO MINGO/ Arquitecto. Máster en Planificación Urbana y Estudios de Arquitectura, Massachusetts Institute of Technology, (MIT), School of Architecture Cambridge, Estados Unidos. Ha estado involucrado como consultor o socio de muchos de los más significativos desarrollos urbanos de Chile en los últimos 25 años, tanto en Santiago como en otras de las principales áreas metropolitanas del país. A nivel público, ha sido consultor en los programas de planificación urbana y vivienda de los Ministerios de Vivienda y Municipalidades en Chile, Egipto, Sri Lanka y Bolivia. Se desempeña como docente activo de la Pontificia Universidad Católica desde 1987 en las áreas de Planificación Urbana y Desarrollo Inmobiliario tanto en la Facultad de Arquitectura Diseño y Estudios Urbanos como en la Facultad de Ingeniería.
KONGJIAN YU + Turenscape/ Kongjian Yu es Arquitecto. Doctor en Diseño de la Escuela Superior de Diseño de Harvard. Miembro de la Sociedad Americana de Arquitectos Paisajistas, recibió su Doctorado en Diseño en Harvard GSD. Es el fundador y decano del Colegio de Arquitectura y Paisaje. Fundó Turenscape, una firma de arquitectura, paisajismo y urbanismo reconocida internacionalmente con cerca de 600 profesionales. La práctica de Yu y Turenscape abarca la arquitectura, la arquitectura paisajística y
el diseño urbano, a través de diferentes escalas. Ha sido profesor de planificación urbana y regional en la Universidad de Pekín, es el fundador y decano de la Escuela de Arquitectura del Paisaje en PKU. Actualmente es profesor visitante de Arquitectura del Paisaje, Departamento de Arquitectura del Paisaje, en el GSD de Harvard. A través de sus obras, Yu trata de reconstruir la infraestructura ecológica a escalas y de definir una nueva estética basada en la ética ambiental. https://www.turenscape.com/en
ESTUDIO HERREROS/ Es un despacho de arquitectura situado en Madrid que opera globalmente en el que colaboran 20 arquitectos de 7 nacionalidades diferentes que consolida la trayectoria de casi 30 años de Juan Herreros. Estudio Herreros es la refundación de Herreros Arquitectos que a su vez recogió la herencia del ya legendario Ábalos&Herreros fundado en 1985. Si Herreros Arquitectos fue una aventura iniciada por Juan Herreros con la intención de construir un posicionamiento estratégico y un método de trabajo acorde con unos tiempos que se definen por una práctica global y una puesta en valor del talento, la interdisciplinaridad y las formas colaborativas de trabajo, estudio Herreros señala la consecución de aquellos objetivos a través de la transformación de Herreros Arquitectos en una estructura de partnership que traduce la especificidad de nuestra personalidad en estructura societaria real. Juan Herreros. Arquitecto, Doctor en Arquitectura, Catedrático de Proyectos Arquitectónicos de la Escuela de Arquitectura de Madrid, y Full Professor en la GSAPP de Columbia University de Nueva York. También ha enseñado en la Universidad de Princeton, en la Architectural Association como “Diploma Unit Master”, en la EPF de Arquitectura de Lausanne ha participado como “Professeur Invité” y en el IIT de Chicago como “Morgenstern Visiting Chair in Architecture”. Jurado en numerosos concursos, premios y bienales nacionales e internacionales. Miembro de varios comités de redacción de revistas especializadas y de comités de expertos relacionados con la enseñanza de la arquitectura, la sostenibilidad y de programas tecnológicos, como los Congresos de Ciencia de los Materiales de la Universidad de Columbia. Miembro del grupo de investigación “Prácticas emergentes en Arquitectura” de la Universidad Politécnica de Madrid. Ha publicado diversos libros y documentos académicos. Fundador de Abalos&Herreros, LMI (Liga Multimedia Internacional), Herreros Arquitectos y estudio Herreros. Juan Herreros tiene el título de International Fellowship del RIBA (Royal Institute of British Architects); ha recibido el premio Architectural Digest de Arquitectura, la Medalla de las Artes de la ciudad de San Lorenzo de El Escorial, la distinción “Arquitecto del Mundo” por el Colegio Oficial de Arquitectos de Lima, es hijo adoptivo de
la ciudad de Cochabamba, y tiene una nominación para la Medalla de Arquitectura de la Academia de las Artes y las Letras de USA. Jens Richter. Arquitecto y Urbanista de la universidad de Kassel - Alemania. Se ha desempeñado en Herreros Arquitectos como director de la oficina, siendo incorporado como socio de estudioHerreros en su fundación en 2014. Implicado en los proyectos más renombrados de estudioHerreros, actualmente supervisa la construcción del nuevo Museo Munch en Oslo, Noruega; la conclusión del centro de conferencias Ágora-Bogotá en la capital colombiana y el desarrollo de nuevos complejos residenciales como EUROMED en Marsella, Francia y ANFA en Casablanda - Marruecos. Es frecuentemente invitado como crítico en varias universidades e instituciones académicas en Europa, Norte América y China como el Oslo School of Architecture, la Universidad de Columbia, la Universidad de Princeton y la Universidad de Tongji y ha sido profesor visitante en AKH Kassek en Alemania; el Instituto de Bellas Artes de Sichuan en Chongqing, China; la Academia Central de Bellas Artes en Pekín, China y más recientemente en la Universidad Aalto en Helsinki en Finlandia. Antes de su incorporación en estudioHerreros, Jens Richter trabajó para varias oficinas de gran prestigio en Alemania, Holanda y China.
https://estudioherreros.com/
MIM-A/ Oficina de arquitectura situada en Barcelona, liderada por los arquitectos Mariona Benedito Ribelles y Martí Sanz Ausàs. Mariona Benedito. Arquitecta ETSAB. Colabora con diversos despachos de arquitectura: Conxita Balcells, Santiago Vives, Gustau Gili, Julia SchulzDornburg y Paul Maync. Desde el 2007 trabaja con Martí Sanz. Está vinculada a la investigación y a la docencia de proyectos. Ha impartido clases en la ETH de Zurich, Washington University de Saint Louis, ETSAB, ETSAV, TETSAB. Así mismo, imparte masters y workshops para estas instituciones educativas y para la plataforma Què és Arquitectura? Editó el libro Después de para la Editorial GG, escribe artículos para diversas publicaciones y coordina la publicación de diversos catálogos y libros.
Martí Sanz. Arquitecto ETSAB. Master oficial DPA UPC. Desarrolló la AMB como arquitecto colaborador de Claudi Aguiló Riu en diferentes proyectos de equipamiento y espacio público. En este período, el proyecto del Parc de la Muntanyeta es Finalista de los Premios FAD en la categoría de Paisaje y Ciudad. Como socio de dataAE desarrolló proyectos de arquitectura, paisaje y diseño y ganan el 1er Premio de los Socios de los Premios FAD, el 1er Premio de la sección de Viviendas Unifamiliares de la 2ona Triennal del Baix Llobregat, Alt Penedès i Garraf seleccionados para la exposición JAE
(Jóvenes arquitectos españoles). Paralelamente a su tarea arquitectónica, también se desempeña como docente, es profesor de proyectos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB). Participó como profesor del taller de verano TETSAB de la UPC. http://www.mim-a.com/
GRIMSHAW/ Es un reconocido despacho de arquitectura con más de 550 empleados a través de sus oficinas en los Angeles, Nueva York, Londres, Doha, Dubai, Kuala Lumpur, Melbourne and Sydney. Sir Nicholas Grimshaw. Graduado con honores de la Architectural Association en 1965. Inmediatamente inició su propia oficina de arquitectura ganando varios importantes premios por sus obras a lo largo de dos décadas. Recibió la medalla RIBA por los proyectos de la fábrica de Herman Miller los apartamentos 125 Park Road. Estos primeros proyectos se destacaron por su enfoque innovador para la construcción y el detalle, valores que son evidentes en el trabajo contemporáneo de Grimshaw. En 1980, se formó Nicholas Grimshaw and Partners, y la práctica ganó un amplio reconocimiento y más de 100 premios por arquitectura y diseño cívico. Sir Nicholas ha dado conferencias en 23 países del mundo, y es un arquitecto registrado en Inglaterra, Francia, Alemania, España y Nueva York. A principios de 2014, Sir Nicholas fue uno de los cinco arquitectos que aparecieron en la serie de la BBC4 Los británicos que construyeron el mundo moderno. La misma compañía de producción también produjo
Some Kind of Joy: The Inside Story of Grimshaw in Twelve Buildings, que actualmente se presenta en festivales de cine de todo el mundo. Sir Nicholas fue elegido Real Académico en 1994 y en el mismo año fue elegido Miembro Honorario de la AIA. Fue nombrado caballero por Su Majestad la reina Isabel II en 2002 y fue presidente de la Real Academia de las Artes de 2004 a 2011. Sir Nicholas Grimshaw continúa liderando la asociación como presidente de la Junta. https://grimshaw.global/
DARYL JACKSON/ Director principal of JACKSON ARCHITECTURE. Arquitecto, University of Melbourne. Diploma en Arquitectura, RMIT. Profesor Asociado de la Deakin University. Doctor Honorario de la University of Ballarat. Orden de Australia in 1990. Medalla de oro RAIA. Doctor Honorario de la University of Melbourne. Medalla Centenaria de Servicios a la Arquitectura, 2000. Registrado en el colegio de arquitectos de Victoria. Miembro honorario del American Institute of Architects. Miembro de RIBA.
Miembro de la AIA - Comité de Práctica. En 1990, el reconocimiento público de la calidad de sus servicios a la arquitectura resultó en la concesión de una Orden de Australia y una beca honorífica del
Instituto Americano de Arquitectos. Con su amplia participación en varias organizaciones culturales importantes, que incluyen cargos como Presidente del Australian Film Institute, Fideicomisario de la National Gallery of Victoria y Miembro del Victorian Council of the Arts, Vicepresidente del Melbourne Cricket Club y Presidente de Wesley College, Daryl Jackson ha contribuido continuamente a una noción heterogénea de la cultura australiana. http://jacksonarchitecture.com.au/
SEAN GODSELL/ Arquitecto graduado con honores en la Universidad de Melbourne. Magister en Arquitectura en la Universidad RMIT. Trabajó en Londres para Sir Denys Lasdun y para The Hassell Group. Foundó Godsell Associates Pty Ltd Architects. Su trabajo ha sido publicado en las principales revistar de arquitectura del mundo, incluyendo Architectural Review (Reino Unido), Architectural Record (EE. UU.), Domus (Italia), A + U (Japón) Casabella (Italia), GA Casas (Japón), Detalle (Alemania), Le Moniteur (Francia) y Arquitecto (Portugal). En 2002 la revista English Design lo catalogó como una de diez personas destinadas a “cambiar la forma en que vivimos”. Conferencista en el Reino Unido, Estados Unidos, China, Japón, India, Francia, Italia, Nueva Zelanda y en toda Australia. Fue Orador de orden en el simposio de Alvar Aalto en Finlandia. Recibió una mención del presidente del Instituto Americano de Arquitectos por su trabajo para las personas sin hogar. Ha recibido numerosos premios locales e internacionales, tales como el Victorian Premiers’s Design Award, el RAIA Robin Boyd Award, el premio de Arquitectura Residencial Cappochin en Italia, el Chicago Athenaeum en Estados Unidos, el Internacional Design Award y el segundo premio AIA Record Houses Award a la Excelencia en los EE.UU., nominado para el primer premio BSI Swiss Architecture Award, recibió la Medalla victoriana de la RAIA y los Premios William Wardell por el RMIT Design Hub y el premio Harold Desbrowe Annear. Profesor visitante en el taller IUAV WAVE en Venecia. Dictó la cátedra abierta de la UNESCO en Mantova, Italia. En 2018 recibió la medalla de Plata Papal por su Capilla Vaticana en la isla de S. Giorgio Maggiore en Venecia. https://www.seangodsell.com/
ROLF DISCH/ Carpintero de muebles, albañil. Cursó estudios de ingeniería de la construcción en la escuela de ingeniería civil de Friburgo. Estudió de arquitectura en Konstanz Universidad de Ciencias Aplicadas. Fundador de la Oficina Rolf Disch SolarArchitektur y de “Disch Design”: construcción de vehículos solares. Activo en la lucha contra la construcción de la central nuclear de Wyhl. Fué Campeón del mundo de carreras de coches solares, cruce de Australia Solar Challenge. En la década de los 90’s fue el iniciador de los primeros sistemas
solares comunitarios de Alemania en el estadio deportivo de Freiburg SC. Realizó del heliotropo, el primer edificio del mundo con un balance energético positivo. Fue Profesor visitante en la Staatliche Hochschule für Gestaltung en Karlsruhe. Realizó un asentamiento solar con más de 50 casas de energía y el edificio comercial “Sonnenschiff” como construcción energética. El trabajo de Rolf Disch ha recibido numerosos premios, entre ellos el Premio Utopía (2009), el World Energy Globe (2003) y el European Solar Prize (2002). http://www.rolfdisch.de/en/architects-office/
NICOLÁS DEL RIO/ Director de la oficina de arquitectura DRAA, estudió arquitectura en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Anteriormente realizó estudios de pregrado en el Politécnico de Milán. En 2008 ganó la Beca Chile para estudiar un MSc en Construcción Sustentable en Oxford Brookes University, UK. Autor del libro “The Passive Solar Andes Refuge (LAP Publishers, Alemania). En 2014 abre una oficina en Alemania, DRAA Berlín, con el fin de responder a proyectos en el extranjero. Del Rio ha sido profesor del ramo de Taller de Arquitectura en varias Universidades en Chile, tales como la Universidad Andres Bello, Universidad Diego Portales, Pontificia Universidad Católica y la Universidad de San Sebastián, donde es profesor de planta. Sus obras han sido seleccionadas para ser mostradas en Bienales, exposiciones y publicaciones en Chile y el extranjero. Desde entonces ha conformado un equipo de trabajo con intereses variados, donde se mezclan temas de habitabilidad, diseño, estructura, eficiencia y sustentabilidad, pero con un interés particular en la construcción pasiva en zonas montañosas y extremas. http://www.draa.cl/
EQUIPO EDITORIAL
CAROLINA FONSECA/ Arquitecta, Magister en Construcción en Madera, Estudiante de doctorado en Desarrollo Sostenible. Investigador acreditado PEI. Profesor Asociado en la ULA-Venezuela en las áreas de Diseño Industrial y Tecnología de la Construcción. Proyectista y supervisor de proyectos arquitectónicos. Autor y coautor de publicaciones arbitradas. Árbitro invitado para publicaciones indexadas. Actualmente se desempeña como Coordinador Académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastian en Puerto Montt.
GONZALO GUTIÉRREZ/ Arquitecto de la Universidad del Bío-Bío. Diplomado de la Universidad Austral en Eficiencia Energética en las Edificaciones y candidato a Magíster en
Sustentabilidad y Eficiencia Energética de la Universidad del Bío-Bío. Ha desarrollado proyectos en el ámbito de la sustentabilidad y eficiencia energética de alto rendimiento. Participó como asesor en eficiencia energética en el CIVA (Centro de investigación de la Vivienda Austral) de la Universidad Austral, sede Valdivia. Actualmente se desempeña como Secretario de Estudios de la carrera de Arquitectura de la Universidad San Sebastián en Puerto Montt. En paralelo a la academia desarrolla proyectos en el ámbito de la arquitectura y construcción sustentable.
TOMÁS JACOBSEN/ Arquitecto del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, México, Master en Arquitectura y Urbanismo del Design Research Lab de la Architectural Association de Londres, UK. Ha desarrollado su carrera principalmente en México y Chile, como arquitecto jefe para oficinas como MAS Arquitectos, Legorreta-Sepúlveda Arquitectos y A5 Arquitectos en México, junto con Gubbins Arquitectos y Polidura+Talhouk Arquitectos en nuestro país. Jacobsen ha desarrollado docencia en el Tec. de Monterrey, la Universidad Mayor y en la Universidad San Sebastián en Puerto Montt.
CRISTÓBAL NOGUERA/ Arquitecto de la Universidad Central de Chile. Master en Desarrollo Sustentable en la Universidad de New South Wales en Sydney, Australia. Trabajó en la oficina Sabbagh Arquitectos, también funda MAA Arquitectos Asociados. En el ámbito académico, se ha desempeñado en la Universidad de Chile y la Universidad Diego Portales, en las áreas de Taller, Construcción y Tecnología. Se desempeñó como coordinador y docente del Diplomado de Diseño Avanzado de Fachadas de la Universidad San Sebastián, donde hoy en su sede de Puerto Montt realiza docencia en el área de Taller en diferentes niveles, junto con liderar proyectos de vinculación con el medio. Se desempeña como arquitecto y consultor independiente, ejecutando proyectos en todo Chile.
DRAGO VODANOVIC/ Arquitecto de la Universidad de Chile, Master en Arquitectura y Urbanismo Design Research Lab de la Architectural Association de Londres, UK. En Inglaterra trabajó para la oficina de arquitectura global POPULOUS. Se ha desempeñado como docente en el AA Electronic Media Lab de la Architectural Association y en el MArch de la Escuela de Diseño de la University of Pennsylvania. En Chile ha sido académico en la Universidad de Chile y la Universidad San Sebastián. Se desempeña como arquitecto y consultor independiente. Actualmente es Director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastián en Puerto Montt.
Traducciones / Translations
Where is the sustainability within infrastructure development? 1
Luis Valenzuela, architect DDes, Director COES 2
As an introduction to this edition I would like to begin with three elements of discussion - three perspectives from a kaleidoscope: the first is our shared understanding of infrastructure development in Chile’s cities over the last three decades; the second consists of the social changes and the growing demand for sustainability in Chile; and the third is concerned with future challenges in the fields of planning, communities, and technology.
To refer to matters of urban infrastructure is relatively simple. A greater challenge is to overcome the contradictions that we encounter in our understanding of our cities: we feel like we are advancing, yet backtracking at the same time. For example, modern and wonderful subway lines are inaugurated, but many people are spending ever greater lengths of time travelling work.
It is apparently contradictory and paradoxical, but it is true nonetheless. Thirty years on from Chile’s return to democracy, in our cities and their neighbourhoods, the country has both won and lost at the same time. On the one hand, largescale investment in travel, sanitation and leisure infrastructure –amongst others projects– has given rise to increasingly modern and competitive cities. They connect and provide for both high income and low income households. Despite these facilities being paid for by their users, they are democratically open for all those who wish to make use of them, and have created job opportunities in the services that depend on this new accessibility.
In these thirty years, we have been efficient as regards programmes that require construction work, concessions, technical studies and calculations of offer and demand. In fact, not only have we been efficient in their execution, but also capable of maintaining the continuity of these programmes through successive government administrations. The planning process behind sanitary, energy and transportation concessions demonstrates the achievements of urban modernisation and
investment of the highest level. The investments increase and accumulate in the city. These are the winner cities that display their prosperity through their infrastructure.
One of the most noteworthy examples in Chile is that of the Américo Vespucio ring road in Santiago. It was first conceived in the early 20th century, with graphic illustrations of potential routes and layouts. It had a tentative start when the western edge of the El Golf development began to urbanise that small section of the route, but it wouldn’t be until mid-1960 that it really began to unfold in what was then the incipient outskirts of Santiago as a great infrastructure project of parkways and civic qualities in the new spaces of its roundabouts. Only after twenty years would the ring road be completed with the opening of the final sector in El Salto. Now, almost 35 years after the El Salto slope was first laid out, the new version of the ring road, a concessioned urban infrastructure, will be completed with the construction of the Américo Vespucio Oriente (AVO) highway.
There is no doubt that the image of the city as it was in the late 80s has mutated radically when compared with the onset of 2020. Modernity and city development have been brought about through transport, sanitary, energy and telecommunications infrastructure, amongst others. High rise buildings, such as the Telefónica building, El Bosque Norte and Nueva Las Condes have been constructed. All of these are icons of urban prosperity.
Submerged in this reality of achievements, there are images that have not changed so much. Or at least, they have not changed as much as we would have liked them to have done. Less prosperous neighbourhoods, such as La Legua de Emergencia, La Pincoya and Lo Castillo remain unchanged. We are reminded with ever greater force of those areas that have been left behind, oftentimes forgotten and made invisible. There have been examples, such as that of Father Felipe Berrios, a neighbour of the Luz Divina VI camp in Antofagasta, that
1 Part of this article was published as an opinion column in the La Segunda newspaper on the 4th of October 2018.
2 The author is grateful for the support of the Chilean Ministry of Education’s CONICYT Project conicyt/fondap/15130009.
remind us of the great historic debt owed to these neighbourhoods. The residents of neighbourhoods who live listening to the sound of gunshots every day are not hundreds, nor thousands, nor hundreds of thousands: they are millions.
To be exact, three million people live in the worst conditions, without access to the kind of equipment or services that are enjoyed by the more affluent inhabitants of the same cities. Our second city would be the home of the loser neighbourhoods, with fewer green spaces, without access to ATMs or pharmacies, with poor quality urbanisation, almost without street furniture, and plagued with stray dogs eating the remains of rubbish in the streets.
The lesson from these last thirty years is that the promise of development has only arrived for some. The coming years must be dedicated to making visible and investing in those forgotten neighbourhoods with the same efficiency as the modern city. Time is running out, and we must dedicate ourselves to recover, rebuild and regenerate the severe deterioration of the vast territories that segregate, separate and divide us into opposing realities of winners and losers.
Chile has not only changed as regards the modernity of its cities; our society has also undergone fundamental changes, and continues to do so. Whilst Chile changes, society believes less and less in its political institutions and popular uprisings have become widespread. The student protests of 2006 brought about the educational reform that is currently in the process of being implemented, and were influential for many other social protest movements, such as the No More AFP campaign and the recent increase in feminist activism.
In the face of these increasing changes and demands, the role of infrastructure can no longer be merely at the service of development. It must have an integrating perspective, and as such, these projects must not be an end in themselves, but instead they must serve as a platform for the country’s transformation. In other words, if we build public transportation systems, these developments should aim to create subways, tramways, buses or cycle paths for the mere sake of it, they must aim to provide the greatest accessibility that can be achieved at that given moment, and they must ensure that they can be improved with time.
Part of this integrating perspective is sustainability, for which we have a good number of indicators, processes, tools and components available. The
environmental role of infrastructure sustainability is the dimension that has seen the greatest progress, and the steps that follow are already being addressed by international and national experiences.
One of the keys to the future challenge lies within the process. The systems that we design must be flexible, permeable and most of all, improvable; replaceable, even. That is to say, we must recognise that infrastructure has a limited lifespan, related to the needs that it serves. As our society develops, some infrastructures’ lifespan will shorten, whilst others are extended. For example, roads and transport systems tend to reduce their own lifespans, and must be expanded, increased or replaced in ever-shorter timeframes as more development occurs. But others, such as cultural or landscape infrastructure increase in their necessity, and therefore their permanence, as they experience higher demand and use.
The other challenge is for infrastructure and associated systems to be user-centred, with users becoming key protagonists in their design and development. There are no clients for infrastructure development, only users and even collaborators. The communities where an infrastructure is located must be seen as stakeholders that support those platforms. In that sense, a system of sustainable infrastructure development is increasingly becoming a social agreement and commitment, with the capacity to understand the needs of the individuals that belong to it. This means that it is necessary to incorporate a whole new dimension of social linkage into in the process of design and development that is well beyond the reach of the tools for participation that we use today
The great challenge for infrastructure, whether it be roads, landscaping, culture or sports, is to lay down a red carpet in order to invite society as a whole into its spaces, without any exclusions. Infrastructure that is really sustainable and systematically used to build our future must be at the service of a fair, equitable and integrated city. Therefore, the new paradigm is that sustainable infrastructure must be more than mere objects, but rather, platforms for environmentally-friendly sociocultural and economic development.
It may be difficult to categorise what kinds of infrastructure fit in with this definition, which is admittedly very simplistic, but it is clearly apparent when we see project design that incorporates this ambition and perspective. When you see it, you will recognise it.
Alejandro Gutiérrez
Interview by Cristóbal Noguera to Alejandro Gutierrez, Director of Integrated City Planning of ARUP.
Completed between June and July 2018, in conversation via email.
INFLUENCES - INSPIRATIONS
My greatest influence has been to understand that the challenge of climate change is not only an imperative for developed countries, which can give themselves the time to tackle these problems once they have achieved the necessary level of economic development; the challenge of climate change is a planet-wide necessity of bringing sustainability to the everyday lives of people who live in emerging and developed economies, in the face of water shortages, insufficient food availability, environmental pollution, flooding and limited access to safe and efficient housing.
What has inspired me most are those intelligent solutions that guide us in the present toward positive, replicable short-term impacts that can be adapted over time. A great inspiration are the INDEX awards in Denmark that have managed to stimulate and support integrated solutions for improving quality of life. I have also been inspired by the work and ideas of Amory Lovins in turning the problem of climate change into concrete opportunities for improving production systems, design, public policies and urban projects.
METHODS OF WORKING
It is fundamental to understand the forces that define a project environment in order to solve problems in a manner that is sustainable in time.
It is necessary to look at issues that may appear to be beyond the scope of a project, in order to understand them in an integrated manner: cities, infrastructure, buildings and parks all function within an environmental, economic and sociocultural context that must be understood in order to propose solutions that make sense for the operators, owners, neighbours, authorities and communities that use them.
PROCESSES
Directed, incremental transformation. Within a context where design, construction and infrastructure operation paradigms in the built environment are shifting, initiatives must be designed with long-term environmental, social and economic sustainability built into their DNA, but they must also be achievable today. This is what I would like to call a goal-driven process and
method of incremental transformation: crafting step-by-step strategies for transition and evolution that will enhance the quality of service and the environmental benefits of infrastructure. Architects, engineers, planners and designers should all operate within this framework of projects that are designed to evolve incrementally in a given direction, with goals that are defined by the changing paradigm of a built environment working in balance with local ecosystems and with the biosphere.
CONTEXT
Citizens from London to Shanghai or Antofagasta need, and are increasingly demanding, a more inclusive societal model, with improved transparency in state governance from the national to the local level. Also, there is a great deal of urgency for solving the problems of environmental, social and economic stress. Because of this, the designer must consider two principles: co-design, and working at two speeds. Co-design is necessary for appropriation, allowing us to give greater relevance to infrastructure for those who receive it. In fact, it is fundamental to understand that communities must be capable of formulating projects and to have agendas for urban improvement in which they have been able to influence the process from the very start. Working at two speeds is responding both to the present need and to the long-term direction; it involves providing solutions in the moment that validate the long-term efforts, and which shield them so that they may be implemented in the long term.
INFRASTRUCTURE FOR SUSTAINEBLE DEVELOPMENT
DESIGNED FOR THE CYCLE OF LIFE
The infrastructures for sustainable development that have the greatest impact on natural systems are cities. Cities must be understood as infrastructures that permit and promote sustainable development, or, to the contrary, that incentivise the degradation of the ecosystems that sustain us.
In this sense, we must design and understand infrastructure as systems that have a life cycle within the city: infrastructures and their operation during the life cycle is what we must prioritise as designers. The flow of materials, energy, people and economic resources must take into account environmental,
social and economic impacts, understanding that these are part of the biosphere, a finite and closed system, and of the carrying capacity of the ecosystems in which they are placed.
The circular economic concepts that Arup has subscribed to are relevant for illustrating how to change the paradigm of cities and sustainable infrastructure. The Ellen McArthur Foundation’s ReSOLVE methodology is a good starting point. In it, there are 6 principles for guiding a transition toward a circular economy: Regenerate, Share, Optimise, Loop, Virtualise and Exchange.
The most critical and achievable goal is to change the flow of urban infrastructure services from a linear model to a circular one: materials, energy, water and urban waste operate in separate and parallel flows that we must start to connect in an ingenious, efficient and cost effective way.
BUILDING MATERIALS. THE EVOLUTION TOWARDS ZERO WASTE: PREFABRICATION
This is one of the areas of greatest impact: the construction industry is the greatest consumer of materials worldwide, making use of 50% of all iron produced. As an example, in the United Kingdom construction consumes more tan 400m tonnes of materials, making it the greatest consumer of natural resources in the country. If we add demolition waste, the construction industry is also the greatest waste producer in the country. The opportunities for efficiency and productivity associated by adopting the principles of a circular economy are immense, potentially reaching a yearly value of US$100Bn, according to the World Economic Forum (WEF, 2016).
ENERGY, WATER AND WASTE: FROM PARALLEL LINEAR SYSTEMS TO CLOSED-LOOP SYSTEMS
Water and waste have energy incorporated in them, which ends up in landfill sites, the sea, or elsewhere. In Denmark, 20% of all thermal energy used in cities is produced from domestic waste, and practically 100% of waste from the incineration process is used as a substitute for natural aggregates in highway construction and concrete manufacture. Water is a scarce resource in arid areas, which cover around 30% of the Earth’s land surface. Its efficient use, reuse, and the recovery of energy and nutrients that are in urban wastewater must be
prioritised in arid areas in order to reduce production from freshwater sources or energy-consuming desalination processes.
The fundamental challenges facing the implementation of the principles of a circular economy in our cities are not technological, but regulatory, involving the reorganisation of the business models that move in these markets. To incorporate incentives for efficiency and performance in the reuse of water, such as monitoring and putting a price on construction waste, and advancing the reutilisation of domestic waste as energy are examples of key themes that must be advanced in the agendas of public policy, both globally, and in Chile; changing regulation and developing business models that promote sustainable infrastructure. This is happening in Chile in key areas, such as waste management, with the passing of the Law of Extended Responsibility of the Producer (REP Law) in June 2016.
One of the fundamental challenges is to incorporate building materials into the REP Law, with the goal of promoting waste reduction in this industry, and not only in the six priority products identified in the current version of the law.
Another fundamental challenge is to promote water efficiency, allowing for wastewater reuse in urban irrigation, recovering nutrients and energy in order to reduce maintenance and operating costs in urban parks, thus facilitating an increase of these public spaces in Chile. Take the case of Antofagasta, which through the Creo Antofagasta initiative is implementing a system for the reuse of treated wastewater for urban irrigation, reducing water cost by 65%; it is tangible evidence for the benefits of creating infrastructure for sustainable development with a focus on the life cycle of urban parks.
Architects, engineers, planners and designers have an immense and motivating challenge ahead of us: to incorporate the projected life of infrastructure into our designs, whether those are buildings, houses, parks, highways, drainage systems, airports, schools, factories or offices. Only then, will we start to answer the most important question: how do we make our projects environmentally, socially and economically sustainable in time?
A New Paradigm
Francisca Astaburuaga, Senior Consultant at ARUP - Executive Director of the Centre for Innovation in Cities UDD
We are living through times of great transformations; in the last 50 years the human population has doubled, and according to the UN, by 2050 the global urban population will be equal to the total human population in 2002 1. Cities, the key drivers behind global development, have undergone processes of growth and change over the last few decades that pose a new set of significant challenges: an incremental demand in the need for housing, jobs, energy, food, water, public spaces, transportation networks, equipment and services, systems for waste management, for the exchange of information, and for the trade in goods, as well as spaces for culture and leisure, amongst others. We need to design and build an enormous amount of new infrastructure.
At the same time we are facing global social transformations, such as an aging population, the change in household demographics, growing levels of urban inequality, and new migratory flows. All of this is taking place within a context of increasing atmospheric carbon levels, which are altering the planet’s climate and generating extreme weather events that threaten human settlements and agriculture worldwide.
These are forces that we cannot ignore, and which oblige us to rethink the way in which we are planning, building and operating our built environment. We must find strategies for tackling the great urban challenges of the future in a more intelligent and cost effective manner, with a longterm vision for the common good. In keeping with this context, the first recommendation in the report on sustainable development and infrastructure, published by the Brookings Institution in 2015 2, is to articulate our territorial development strategies for sustainable infrastructure.
This document defines sustainable infrastructure as infrastructure that promotes social inclusion and respect for human rights, covering the needs of the poorest, generating opportunities, and reducing vulnerability to the effects of climate change. This requires development to be in tune with these needs, on behalf of the institutions that operate and administer them. In economic terms, they are infrastructures that must be able to sustain themselves economically, without creating a disproportionate charge for governments or users,
and that must strengthening local development by having a positive impact on GDP and job creation in the long term. Finally, in environmental terms, they are infrastructures that that must be able to articulate the transition towards a low-carbon economy, including the mitigation of emissions during construction and operation. They must be designed to generate a greater degree of resilience to the impacts of climate change, and conceived from the outset as a new way of responding to changing needs in an integrated and responsive way, incorporating information systems that optimise the way in which they are operated.
What does all of this actually mean in real terms, and how do we translate these recommendations for our territories and cities?
In light of case studies from other countries, where this task has been undertaken over the course of several decades, we can be sure that we are not facing an unsolvable problem, as there are many innovative ways of tackling these challenges. Infrastructure implementation can become a means of achieving a desired result, so long as there is clarity about what the result must be. In other words, it is possible to plan and build sustainable infrastructure that can give shape to the built environment to which a society aspires.
Copenhagen is a good example. Its vision of a city is mainly centred on people and their quality of life, and it is structured around three simple but solid principles: to be a city that can be lived in, a dynamic city, and a responsible city. Under these three guiding principles, goals have been developed such as: being the best city in the world for cyclists; that each one of its neighbourhoods should be an attractive place, or; to become the first carbon neutral city in the world by 2025. These targets direct all decisions about infrastructure investment, from deciding which areas are to be prioritised for regeneration projects, to how waste separation is undertaken in each district.
The result of this integrated and consensual vision are plans, policies, incentives and projects, such as the city’s new icon: a waste incineration plant that generates clean electricity, designed by BIG Architects as a huge ski slope (in a city that is practically flat), offering a new meeting space for
1 United Nations. (May 16th 2018). United Nations. Obtained from Department of Economic and Social Affairs: https://www. un.org/development/desa/es/news/population/2018-world-urbanization-prospects.html
2 Amar Bhattacharya, J. O. (July 2015). brokings.edu. Obtained from Driving Sustainable Development through Better Infrastructure: Key Elements of a Transformation Program: https://www.brookings.edu/wp-content/uploads/2016/07/07sustainable-development-infrastructure-v2.pdf
recreation. This sustainable infrastructure project takes on the challenge of waste management and energy creation simultaneously, whilst also providing a new space for the community in what would normally be regarded as an infrastructure with negative externalities, to be installed in a “sacrifice zone”, with negative impacts on the surrounding environment.
Another project that demonstrates this shifting paradigm for urban infrastructure is the Konditaget Lüders building in Nodrhavn, a new urban development of the port area in the north of the city. This a multi-story car park, which would normally be considered as a necessary evil, but in this case has been designed as a hub for urban living, with a vertical jogging track on its façade and a children’s playground and exercise area on the roof. These projects are examples of a significant number of initiatives worldwide that are creating a new approach to urban-planning through multidimensional investments that are capable of taking on several challenges at a time, and of proposing new ways for living in the city by generating infrastructures that are highly functional, but also deeply human.
In Chile we also have examples of sustainable infrastructure: Antofagasta recently inaugurated its first solar park, and is advancing with the construction of a system of irrigation for urban parks based on small-scale wastewater purification plants that make efficient use of a resource that is vital but scarce in the Atacama Desert. Throughout the country, there are also small electrical generators that run on biogas from agricultural waste, and that are capable of supplying households, or even industry. For decades, the Ministry of Public Works has built parks that can be flooded by rainwater runoff, taking advantage of the need for improved management of this resource in order to create more attractive and healthy urban environments. Unfortunately, however, most of these initiatives remain isolated cases.
The great lesson of cities that have advanced from linear consumer systems to circular economies and systemic solutions is the relevance of integrated planning. This is based on the definition of common and consensual objectives: what kind of cities do we want to build, and how do we envisage a sustainable future at a regional, metropolitan and local level? Only by seeking cross-sectorial agreement on goals for territorial development will we be able to establish a base upon which we can articulate the shared tasks of the various stakeholders within the public sector, the private sector and the community, with each one assuming their specific role in order to achieve a common goal.
It is fundamental to bear in mind that the construction of this shared vision requires a deep understanding of the social and economic structure of the territory. This does not mean generating more baseline studies, as we have already been
doing this for a long time, and there is already a more or less precise understanding of the current situation. The import thing is to undertake serious and integrated prospective analyses, to build both tendential and desired future scenarios: how many people we will be? How much housing is required? What about jobs, services, public spaces, energy, water, and so on? Most of all, we must understand what the implications are in terms of investment, both public and private. In this way, we may project infrastructure needs over time, identifying the interactions and synergies that allow us to advance toward more sustainable scenarios, keeping in mind the kind of city that we want to be, and what we need in order to achieve that.
Chile still suffers from widespread sectorial segmentation, and a system that addresses issues as self-referent wholes, where transport, telecommunications or parks are planned, evaluated, designed and built as ends in themselves. A first great challenge is to implement an integrated planning system, in order to design solutions that can address the real complexity of the challenges, and build on opportunities and synergies. Also, we must want to generate effective mechanisms for collaboration amongst the different stakeholders within society: the volume of infrastructure required in the coming decades will demand coordinated and collaborative actions between the private and public sectors in order to raise and focus the huge amount of investment necessary for achieving equitable and sustainable urban environments in the long run.
The questions that we face are not easy. What type of infrastructure do we need for a low-carbon urban future that is capable of facing the effects of climate change, whilst of generating quality of life for its inhabitants? How will we need to move, or be supplied with water and goods? How to make the most of our waste in order to re-integrate them into productive processes? What will our homes be like? Or the places where we meet and socialise? How to integrate the industrial and productive processes of our territories with their natural and social dynamics in a positive way? How to protect and value the natural spaces that sustain our existence on this planet?
The good news is that this conversation is at the centre of the paradigm shift, and we are witnessing a growing consensus across all sectors about the urgent need to define how to change our way of doing things. Simultaneously, we live in a time of revolutions in technology and the media, both of which are tools that have an enormous transformative potential that we must use in our favour. As a generation of professionals and citizens, we have the opportunity to be part of this new model of growth, which implies breaking the niche of knowledge, of self-referencing groups and ways of working. Most of all, it requires that we listen, know, and understand, in order to design efficient systems that are people-centred and in balance with our natural systems.
Agradecimientos
El proyecto editorial TERRITORIO ARQUITECTURA, hoy en su segunda edición, no sería posible sin la colaboración y apoyo de muchas personas e instituciones.
Fundamental resulta el apoyo institucional, particularmente de la confianza depositada en el equipo por parte del Decano de la Facultad de Arquitectura Arte y Diseño, Albert Tidy, y el Vicerrector de la Sede de la Patagonia de nuestra Universidad, Sergio Hermosilla. Principal también es el respaldo de la Vicerrectoría de Vínculo con el Medio y Comunicaciones de la Universidad San Sebastián, quienes a través fondos concursables para proyectos colaborativos permitieron la realización del proyecto “Diseño sustentable de equipamiento e Infraestructura pública para la Comuna de Frutillar” en estrecho vínculo con la Fundación PLADES de la misma ciudad, permitiendo apoyar una serie de acciones académicas dentro del marco del proyecto, tales como la invitación de expertos, un seminario, recursos operativos y la publicación de un nuevo número de la presente revista. En especial agradecemos el apoyo del vicerrector Antonio Pujol, Marcela Quiroz, Luis Gajardo y Víctor Lobos.
La asociación entre la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastián y la Fundación PLADES Frutillar (Plan de Desarrollo Sustentable de Frutillar), ha sido la base de este proyecto colaborativo y toda su generación de conocimiento. Por la voluntad, apoyo y llana disposición, le agradecemos profundamente a PLADES, todos los proyectos que hasta la fecha hemos realizado en conjunto no hubiesen sido posibles sin su generosidad y visión. Estos, por un lado, han nutrido de manera muy profunda a nuestros estudiantes y académicos, y por otro lado, nos han permitido aportar al desarrollo de los lineamientos que PLADES ha desarrollado con la comunidad de Frutillar, permitiendo así el impulso de iniciativas de gran compromiso social, cultural, geográfico y urbano. En especial agradecemos el compromiso y apoyo de quien fue director ejecutivo de la fundación durante este proyecto, Eugenio Rengifo, y a todo el equipo de PLADES.
La ambición por desarrollar otro número de TERRITORIO ARQUITECTURA, buscando poner en
valor el tema y discusión sobre la sustentabilidad de nuestros territorios y sus infraestructuras, no hubiese podido tener la profundidad y potencial alcanzado sin el apoyo de los expertos que han participado en este nuevo número. Agradecemos su disposición, mirada y calidad profesional de manera muy especial a Francisca Astaburuaga, Alejandro Gutiérrez y Luis Valenzuela. Profesionales chilenos referentes a nivel local e internacional, que no dudaron en apoyar la discusión de este insoslayable tema.
Parte fundamental de TERRITORIO ARQUITECTURA es la búsqueda de miradas innovadoras y referenciales de lo más relevante que está sucediendo en nuestra disciplina y en el ámbito del diseño sustentable de infraestructuras a nivel internacional. El rol que juegan las principales oficinas de arquitectura y urbanismo de nivel global es clave por la calidad e innovación de los proyectos que desarrollan, sin embargo, estos no tendrían el alcance y potencial transformador que la sociedad nos exige sin la disposición académica de estas mismas oficinas para difundir sus proyectos como referentes de discusión y reflexión. Agradecemos profundamente su disposición, profesionalismo y generosa mirada académica a las oficinas de Luis Eduardo Bresciani, Orlando Mingo, Turenscape + Peking University, Estudio Herreros, Grimshaw, Jackson Architecture, Sean Godsell Architects y Hayley Franklyn, Rolf Disch y Nicolás del Río.
La presente publicación y el proyecto “Diseño sustentable de equipamiento e Infraestructura pública para la Comuna de Frutillar” no serían posible sin el compromiso y la dedicación de los académicos involucrados en las asignaturas que participaron de la iniciativa, y en especial sin el comprometido trabajo de todos los estudiantes que lideraron los proyectos, de quienes estamos profundamente orgullosos y agradecidos por su profesionalismo y dedicación.
Finalmente, y no por eso menos importante, quisiéramos agradecer a las familias de todos los participantes y en especial a las nuestras, quienes gracias a su apoyo y compañía permitieron la creación, desarrollo y concreción de este proyecto.