Misceláneos: cuentos de hoy

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Misceláneos: cuentos de hoy

© 2023

Selección de textos literarios

Taller de Escritura Creativa

Valeria Muñoz Vásquez

Primera edición digital: julio 2023

Todos los derechos reservados © 2023

© De los autores

© Del prólogo

© De los textos

El Farolero Ediciones

De las Brevas E9-20 y Av. El Inca

Editora: Valeria Muñoz Vásquez

Ilustración: Emilio Contento, archivo digital, Freepick

Portada: Emilio Contento

Diagramación: El Farolero Ediciones

Diseño de portada: El Farolero Ediciones

No se permite la reproducción total o parcial de este libro sin permiso previo y por escrito de su editor y autores.

Prólogo

El trabajo literario que se presenta en este libro digital responde a un proceso creativo desarrollado en los Talleres de Escritura Creativa de El Farolero Ediciones, cuyo principal objetivo ha sido promover un espacio de acercamiento a la literatura desde el desarrollo de la imaginación y la libre escritura.

Estamos convencidos de que la lectura y la escritura constituyen herramientas fundamentales para el desarrollo del pensamiento crítico, la apropiación de la realidad de manera intuitiva y para la vida misma.

Los textos trabajados durante los tres meses que ha durado este proceso, han fortalecido los talentos e iniciativas artísticas propias de un grupo de adolescentes que ha sucumbido a la pasión por la escritura, y que hoy estrechan lazos a través de sus creaciones.

En este libro encontraremos una variedad de textos pertenecientes a distintos géneros: cuentos, fábulas, poemas, mitos, relatos de terror, cuentos fantástico; es decir, un sinnúmero de propuestas estéticas auténticas y bien trabajadas.

Los chicos han ido generando un gusto estético por diversos estilos y han aplicado variadas técnicas de escritura, que les han brindado las herramientas para crecer con sus historias y la posibilidad de construirse en su humanidad plena. Como todo en la vida, la escritura es una habilidad que demanda dedicación y perfeccionamiento

continuo. Así, lo ha asumido este comprometido grupo de jóvenes escritores que, a través de esta publicación, ven materializado su universo creativo.

En el trayecto hemos descubierto que más allá de las diferentes oportunidades de acceder al aprendizaje, más allá de lo invasivas que, a momentos, pueden ser las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, la lectura y la escritura aún motivan y calan en la sensibilidad de estas nuevas generaciones, y esto nos ofrece esperanza.

La producción literaria de este taller deja una huella imborrable en la vida de todos quienes hemos participado, no solo por la magia que nos produjo cada historia, cada vivencia y cada texto escrito, sino porque emerge en un momento crítico dela historia dela humanidad, una postpandemia que nos obliga a replantearnos el mundo que conocíamos. Sin duda, recordaremos esta época como una nueva oportunidad para renacer junto al arte y la literatura: medios maravillosos que nos dan vida.

Valeria Muñoz Vásquez

Roderick Emilio Contento-Quituisaca

Nació en Quito-Ecuador el 19 de junio 2014. Desde los primeros años recibó estimulación musical en el Conservatorio de Música Franz Liszt hasta el año 2017. En el año 2018 comenzó su formación artística en la Escuela de Exploradores de Danza y el Centro de Promoción de la Casa de la Cultura Ecuatoriana hasta el año 2020. En el año 2021 recibió clases particulares de pintura e ilustración. Desde el año 2022 ingresó a la Escuela Integral de Formación Artística (EIFA). Ha participado en exposiciones plásticas, presentaciones de danza y teatro musical en diferentes escenarios.

Los peces mágicos

Hace muchos años

atrás en una cascada cerca del campo, se divertían algunos peces de colores. Un día común y corriente aparecieron unos señores destructores de la naturaleza: botaron basura, talaron árboles, desviaron los esteros. Estaban dañando su hábitat.

De repente apareció un hada con cuatro alas, un hongo que adornaba su cabeza y entre sus manos una flor con poderes mágicos. El hada, al darse cuenta de la destrucción del lugar y del peligro de los peces, les dio el poder de respirar en la tierra y valentía para sacarles del lugar a los señores.

El hada se aseguró de que los peces tuvieran mucha fuerza, entonces les nombró guardianes permanentes de la cascada. Desde ese día, todos vivieron felices y en paz.

La verdad de mi país

En este mi país yo tengo mi raíz de la cual mi parroquia es la matriz donde cosecho bastante maíz.

Quisiera tener un criadero de lombriz para vender abono en mi país para así no emigrar y vivir muy feliz.

Aquí en nuestro país debemos cultivar maíz, para no ir a sufrir en otro país, y no vivir escondido como una lombriz.

Quisiera convertirme en una perdiz para volar hasta París, y formar allí una raíz.

Alicia en el país de las pesadillas

Era un día de verano, el sol alumbraba todo el pueblo donde vivía Alicia, los pájaros cantaban en el jardín donde se encontraba ella y sus amigos. De repente, apareció el conejo blanco. Alicia pensó y se dijo así misma: ¿será que el conejo me quiere decir algo sobre el país de las maravillas? Corrió hacia él y cuando lo alcanzó el conejo le dijo a Alicia: “ven, corre, está sucediendo una tragedia en mi madriguera”.

Primero entró el conejo y cuando ella quiso ingresar apareció una mano gigante que lo ahorcaba y sus últimas palabras fueron: encuentra, encuentraaaaalaaa. El conejo

murió. Alicia se puso a llorar y pensó en vengarse. Cuando dejó de llorar, vio que en el tronco de un árbol estaba un viejo reloj, una pulsera con un ojo de cristal y un hacha afilada; entonces tomó esa herramienta y la clavó en la mano gigante. Esa mano era de la reina de corazones, la que murió en ese instante porque el hacha cortó sus venas.

Alicia, vio que todo a su alrededor estaba lleno de sangre. Sus amigos habían muerto excepto el sombrerero loco, el gato de Cheshire y la reina blanca que estaban en shock porque vieron morir a los demás. No podían hablar. Después de un rato murieron de un infarto de corazón. Alicia dijo: de repente la vida ya no tiene sentido. Entonces, se sacó los ojos con un cuchillo y se lanzó al lago.

El reloj seguía dando la hora, sonaba con un ruido espantoso y en el ojo de cristal de la pulsera tenía una mancha rojiza. El conejo no pudo decirle a Alicia que la pulsera era un amuleto del tiempo. Así que los espíritus de Alicia y sus amigos hasta el día de hoy esperan que alguien recupere la pulsera para que todo vuelva a la normalidad.

Cristales curativos

Aveces, mi mamá no pasaba conmigo sus días de descanso y me decía que tenía brigadas de trabajo. Yo tenía tres años. Cuando llegaba a casa siempre me traía cuencos, bolichas transparentes y otro tipo de cosas; incluso una noche trajo una bola de cristal y me decía que era para ver el futuro; sin embargo, me dijo que no podíamos usar para eso, porque se perdería la magia de vivir y experimentar muchas cosas. Todo eso era un poco sospechoso y una tarde le pregunté:

–Mami, ¿tú vendes cristales? Me dio un gran abrazo y me dijo que no.

Una tarde me percaté que los cristales de mi habitación cambiaban de color. Se ponían de color azul cuando estaba triste, se volvían rojos cuando estaba enojado, cuando tenía miedo se ponían de color morado, cuando tenía asco de algunos olores se ponían verdes, cuando

estaba con estrés o preocupado se ponían negros, y la mayoría de veces estaban de color amarillo, justo era cuando estaba feliz.

En cambio, las bolichas estaban en distintos lugares de la casa como ojitos vigilantes, mi mamá los dejaba para que no me diera miedo la oscuridad y además eran curativas como los cristales, porque cuando tenía un dolor fuerte en alguna parte de mi cuerpo, mi mamá o mis abuelitos me daban un beso en la frente, un abrazo, me ponían un cristal morado y una bolicha y el dolor se acababa muy rápido.

A los seis años, mi mamá me llevó a una de sus brigadas, ahí me percaté que los cristales y bolichas curativas se formaban de la tinta que le sobraba en el esfero con las que ella escribía las recetas a sus pacientes, más aún cuando les daba instrucciones para que no tuvieran miedo a nada.

Cuando cumplí siete años dejé de prestarle atención a las bolichas vigilantes y al cambio de colores de los cristales porque nació mi hermana y desde ese díacuando me voy a la escuela le dejo a ella todos esos recuerdos para que le protejan.

Los fénix y el mundo actual

Algunas personas piensan que los fénix ya no existimos y que solo fuimos seres mitológicos; mientras otros dicen que vivimos detrás de las montañas o estamos en las cavernas formadas por las cascadas.

Aún estamos en esta era. Muchas veces tenemos miedo de los humanos y otros animales de la tierra. Un día, cuando fuimos detrás de la cascada a buscar comida, tres cazadores nos tiraron piedras, lanzas, hachas, cuchillos y con un rifle nos encendieron en llamas, Nos gritaban “monstruos feos, bestias horribles, mueran, mueraaan”. Nos culpan de incendiar los bosques.

En otra ocasión, las águilas y los cóndores nos persiguieron para desplumarnos. Creen que les dañamos sus nidos y les quitamos sus alimentos.

Ellos no saben que muchas veces morimos de sed y hambre, el agua de los arroyos nos causaheridas. Está demasiado contaminada; al igual que todos los frutos del bosque están con una envoltura de esmog.

Tampoco entienden que somos inmortales, volvemos a nacer de las cenizas y es difícil llegar nuevamente a un mundo más caótico donde no podemos entrar ni al supermercado para comprar comida ni jugar con los niños porque los terminamos quemando sin poder evitarlo.

Rafaela Cahuasqui Carrión

Rafaela Cahuaqui, nacida el 26 de diciembre de 2008 en Quito, Ecuador. Es una estudiante de secundaria. Durante su trayectoria académica, ha participado en concursos literarios, donde logró obtener el tercer lugar en el año 2019 y el primer lugar en el año 2020. Tiene mucho interés por la escritura. Rafaela continúa desarrollándose como estudiante y explorando sus intereses en busca de nuevos desafíos y oportunidades de crecimiento.

Los 6 brazaletes

Preparo mi caja de herramientas, me monto en mi auto y me dirijo al jardín de la boda que fui asignado de arreglar. Llego y empiezo mi trabajo, podo un poco por aquí, arrancó unas hojas por allá y poco a poco voy terminando. Falta una hora para que me vaya, cuando escucho el sonido de unas campanas, la boda está por comenzar. Todos los invitados se sientan y llega el novio. Tenía un traje de terciopelo azul que se acoplaban a la perfección con su robusto cuerpo de cucaracha Empieza la música y aparece la novia con un largo vestido blanco que resaltaba sus antenas; también llevaba 6 brazaletes, uno en cada pata. Yo me conmuevo fácilmente así que cuando los novios dijeron sus votos estoy muy seguro de sentir cómo una lágrima cayó por mi rostro. Ya llegó mi hora de irme, la verdad no quería hacerlo pero yo no era un invitado. Estaba a dos pasos de mi auto cuando de la nada escucho un grito, regreso a la boda y veo a la novia en el suelo con un cuchillo en el corazón. Después de una investigación los policias aclararon que el asesinato de la pobre cucaracha fue soolo por la avaricia de una araña que queria vender los brazaletes. Un suceso lamentable ya que la novia se veía muy feliz cuando le colocaban el anillo en su pata favorita.

Subo la escalera hasta llegar a la luna, reposando sobre las nubes los libros, yo busco uno diferente, un libro tan especial solo en la luna puedes encontrarlo.

Si quieres un libro infantil sobre las estrellas debes buscar, si quieres un libro de amor pide a un pájaro el favor, si quieres una comedia simplemente haz reír al sol, Yo lo que busco es un libro de consuelo, y de esos solo hay en un puente entre la luna y la soledad.

Es un viaje arriesgado, no tengo nada que perder, estoy seguro de que no habrá remordimiento si el dolor abandona dos segundos este cuerpo, si no encuentro el libro, me camuflaré con la luna, si el libro mis penas no disipa, me quedaré un minuto observando el espacio hasta el final.

Un libro
de consuelo

Devuélveme mi cabeza

Mientras manejo, los pensamientos ocupan mi mente.

Toda mi vida he limpiado la morgue sin problema, pero desde que una prima falleció la muerte se ha sentido cercana, justo hoy me tocó el turno de la noche. Me desocupé tarde. Apenas son las 2h00 de la mañana, una hora más tarde de lo normal. La carretera está en silencio como si le diera espacio a todos esos pensamientos que perturban mi mente. Pienso en toda esa gente que sin saber vive los últimos instantes de su existencia. De pronto, algo se atraviesa, no lo puedo esquivar y se golpea con mi guardachoques. Freno de golpe y salgo en medio de la niebla que acompaña a la noche para ver qué pasó, no veo nada, todo es oscuro De pronto me tropiezo con un bulto, bajo mi mirada y me topo con un cuerpo de una joven mujer que caminaba inocentemente por la carretera en la madrugada. Pero tenía una característica macabra: su cabeza no estaba. Su cuerpo poco a poco se pone frío y pálido. La esencia de la mujer se ha ido.

Corro hacia mi auto, manejo con el acelerador al máximo como si nada hubiera pasado, mi respiración acelera, mis manos sudan, mi garganta se cierra, mis pensamientos se dispersan y esos 10m faltantes para llegar se convierten en 20, 30, 40, como si mientras más manejara, más se alargará.

Agarro todo mi valor y miró por el retrovisor, la veo, la chica está corriendo atrás del auto sin su cabeza y con los brazos estirados como si quisiera alcanzar el auto, no me atrevo a frenar y sigo sin mirar atrás, pero esta vez no busco llegar a casa sino dejar a la chica atrás. Llego a mi casa, temo frenar, temo enfrentar la verdad. Bajo del auto y ahí está, parada detrás de la puerta con los brazos estirados, estoy espantado pero aun así camino como si nada pasara, justo al pasar mi auto noto algo que sobresale de él, miró atrás y justo en el guardachoques sobresale la tan codiciada cabeza, la chica la recoge, la pone en mis brazos y desaparece en la neblina. La cabeza ensangrienta mis manos, mi mirada se nubla y todo se vuelve oscuro. Despierto y voy al trabajo como si nada pasara, al llegar veo el cuerpo de la chica en el centro de la morgue con sus brazos estirados La culpa vuelve a mí. La sangre vuelve a mis manos y, en ese instante, el cadáver de la chica se levanta y empieza a tirar de mi cabeza hasta que la desprende de mi cuerpo mientras dice «devuélveme mi cabeza».

¿Qué hace mi abuela en el jardín?

En el patio trasero, todos los días sin falta mi abuela se paraba en el jardín trasero y se ponía a jugar con la nieve. Ella hacía todo tipo de formas desde una flor hasta personas. Yo la veía desde mi ventana y deseaba poder ir con ella, pero ni bien me acercaba ella se ponía furiosa y me mandaba a mi cuarto enfadada. Nunca entendí por qué no podía ir al jardín con ella. Todo cobró sentido cuando una tarde llegué atrasada del colegio y me topé con un montón de bebés y animales saliendo del jardín trasero. Seguí el camino del que venían y al llegar me topé con mi abuela dando vida a los muñecos de nieve en el jardín, ella levanta su mano y toca los muñecos de nieve que al instante cobran vida y salen del jardín. Mi abuela me regresa a ver y me dice que me acerque a ella, yovoy.Cuandomeacerco,ellalevantasumanoydice“eselmomento”. Ella levanta su mano y toca con su dedo índice mi frente generando me una sensación vivida y cálida. De pronto desaparece y veo que que la nieve cobra vida con cada movimiento de mis manos, podía formar lo que sea en segundos, formo una mariposa de nieve y la toco con delicadeza, ella empieza a cobrar vida y aletea fuertemente como queriendo hacer un tornado. Parece irreal, sobre todo porque aunque no hay pruebas estoy segura de que mi abuela está en la mariposa . Con sus ojos me agradece por liberarla, no se por qué ni cómo, pero estoy segura de que esto, a largo plazo, no va a estar tan bien. ¿Pero yo qué puedo hacer?

Carpocapsa no quiere que toquen su manzana

«Las frutas han subido mucho de precio estos días», pienso para mí mismo Hoy compré las manzanas más caras de mi vida: $1 dólar por 3 manzanas. Esto es un robo sin armas, al menos están grandes y rojas. Saco una de la funda, la más bonita. Después de lavarla corto un gajo y me lo como, corto el segundo y el tercero repitiendo el proceso dejando solo uno en la mesa. Cuando acerco el último gajo a mi boca siento que algo sale de él, lo alejó de mí un poco para observarlo mejor, entonces lo veo, era el gusano más grande que puede existir, me siento timado, pero es muy tarde para devolver la manzana. La ira se apodera de mí y meto el gajo en la boca, porque ningún gusano va a hacer que pierda dinero. Al terminar de tragar una sonrisa aparece en mi rostro, la satisfacción desborda de mí y en ese preciso instante siento como algo pellizca mi lengua. Abro los ojos e intento moverla para ver que pasó, de repente otro pellizco me ataca. Este es más fuerte y grande, provocando mi sangrado. Otro mordisco me atraviesa y antes de que pueda reaccionar la sangre desborda de mi boca acompañada de mis gritos. Voy corriendo al baño, para cuando llego al lavabo no quedaba más de mi lengua y todo mi labio inferior había desaparecido. Veo al gusano cubierto de sangre y con el doble de su tamaño, intento quitármelo, pero en el momento en el que acerco mi dedo para apartarlo un mordisco arranca toda la punta, dejando mi hueso sobresaliendo. Ahora estoy en el suelo sin ninguna esperanza. Iintenté deshacerme de él, de todas las maneras posibles y lo único que logré es ensangrentar toda mi casa. Mejor ni me imagino lo caro que me va a salir limpiar todo. Mientras el gusano crece yo me hago más pequeño y ya sin esperanza no puedo parar de pensar qué pasaría si no hubiese cogido las manzanas y en su lugar hubiera llevado peras.

Hipnotizado

por la viva imagen del terrible Saturno

Mi madre falleció hace 3 años asesinada por Saturno, un pandillero

que usaba como alias al planeta más grande. Mi madre era mi mundo y no pude seguir hasta que logré mi venganza. Al ver su cuerpo pálido en el suelo con el cuello fuera de lugar dejándolo sin respirar sentí como el sentimiento de satisfacción me desbordaba.

La muerte de Saturno calmó mi tristeza por un tiempo, pero con el paso de los días la pena volvió y llenó toda mi vida con una bruma de soledad. Hoy estaba caminando desmotivado hacia mi trabajo cuando una chica de mi estatura, con el pelo negro como la noche se tropezó, tenía una capucha cubriendo su rostro, le tendí una mano para ayudarla y cuando alzó su rostro, lo vi a él, al asesino de mi madre, al pandillero al que maté, a Saturno.

Sus rasgos eran más femeninos al igual que su cuerpo pero en esencia era igual, ambos emanaban una sensación de calamidad. La chica se paró, me miró fijamente y dijo:

Te estaba buscando. El que terminó el último ciclo de Saturno empezará el siguiente. Su voz tenía un tono perturbador. No alcancé a decir nada. Sus manos sujetaban las mías contra su cuello, mientras yo estaba paralizado por alguna razón ajena a mis intentos desesperados de separarme. No tenía el control de mi cuerpo y de la nada mis manos levantaron su cabeza haciendo que se separe del suelo, para luego romper su cuello acabando con su vida de la misma manera que lo hice con Saturno. Ella cae sin vida, yo sentía como algo estaba dentro de mí. Camine como si nada, pero no era yo, mi cuerpo no me hacía caso, estaba hipnotizado, solo respondía a las órdenes de ese intruso. Grité, lloré, luché, pero nada logró que me liberara. Ahora yo soy la viva imagen de Saturno.

Fabiana Cano Ron

Mi nombre es Fabiana Akemi Cano Ron y nací el 11 de mayo de 2010, actualmente tengo 13 años y estoy en 8vo de Básica. Pronto entraré a 9no. Vivo con mi mamá y hermano. Ellos me apoyaron en este taller. También soy basquetbolista desde aproximadamente 1 año. Me encanta escribir porque puedo expresar mis pensamientos y sentimientos.

Un día normal, una pareja de turistas había subido hasta la punta de la montaña. Ellos esperaban ver un gran paisaje y estar rodeados de muchos árboles, pero se encontraron con una gran sorpresa, ¡NO HAY NI UN SOLO ÁRBOL! Viendo esto decidieron tomar la decisión de plantar uno. Día tras día de su estancia en el lugar fueron a regar agua a su árbol

Finalmente llegó el día que se fueran, pero el árbol también había crecido en su totalidad. El árbol era único ahí: solo y triste sin tener a nadie a su lado, deseando cada noche que se pudiera mover de ahí en busca de libertad. Y, principalmente, pensando en encontrar a alguien que lo acompañara. Con estas reflexiones el árbol se durmió. Cuando despertó a la mañana siguiente se sentía raro, como si partes de su cuerpo finalmente pudieran moverse. Descubrió que tenía brazos y piernas No podía creerlo, pero sin dudarlo empezó a caminar por toda la montaña. Sintió que ya no necesitaba a nadie porque tenía su libertad y haría lo que quisiera sin el regaño o desacuerdo de alguien. Se dice que cada noche vuelve a su posición original y también disimula ser un árbol cualquiera frente a los turistas que vivitan el lugar.

Simón, un jaguar con aspecto bastante peculiar, gustaba de salir a correr y a jugar por las afueras de su cueva. Tenía muy pocas manchas en su pelaje a diferencia de otros jaguares. Casi eran líneas y no manchas. Al crecer, sus padres no lo vieron como un problema, más bien lo ayudaron a aceptarse y Simon lo hizo. Nunca le importó lo que dijeran los demás porque él se creía único; sin embargo, cuando creció las cosas cambiaron. Los comentarios de otros jaguares u otros animales le empezaron a afectar.

¿Por qué no tiene manchas normales?

¿Qué horrible que es?

Un montón de preguntas surgieron Sus padres notaron lo que estaba pasando y hablaron con é,l pero dijo que estaba bien cuando no era verdad. Simón dejó de salir de su cueva, dejó de jugar o incluso correr.

Manchas imperfectas

Se deprimió tanto que pasó horas durmiendo desesperanzado de que la gente no lo vea de esa manera. Un día su madre se le acercó y le dijo: Simón, tú no eres así, no dejes que ellos te digan esas cosas. Ellos lo dicen porque tú eres único y ellos son iguales a los demás, por eso buscan defectos que no tienes. Nunca los escuches porque ellos te tienen envidia.

Desde ese día, Simón volvió a salir de su cueva y no volvió a escuchar a esa gente nunca más.

Vuelve a dormir

Aitana, una chica de apenas 13 años, una noche cualquiera se estaba preparando para dormir y cuando se quedó dormida tuvo una pesadilla. ¿Dónde estoy? se preguntaba dentro de su pesadilla. Poco a poco fue reconociendo su alrededor. Era su casa, solo que era más oscura y fría; entonces decidió descubrir qué pasaba. Cuando recorría por los pasillos vio los cuerpos de sus padres sin vida. De tanto susto y pánico que sentía salió corriendo dándose cuenta que al mirar por la ventana no había nada. Era solo un fondo negro sin nada ni nadie cerca. Horrorizada buscó el teléfono de la casa intentando rápidamente marcar al 911 a al teléfono de otras personas, pero no hubo respuesta Así que busco miles de salidas posibles, pero no encontraba nada. Volviéndose loca gritaba y gritaba hasta que finalmente despertó de la pesadilla. Muy asustada con lo que había pasado fue a la media noche al cuarto de sus padres para despertar a su madre diciéndole que tuvo una pesadilla. Su madre simplemente respondió: «Vuelve a dormir». Aitana volvió a su cuarto asustada tratando de asimilar lo que pasó, pero decidió simplemente olvidarlo y volvió a dormir.

Un marcador llorón

Un marcador azul llamado don Robert, tan enamorado con el corazón ilusionado.

Fue donde doña Rosita con olor a florecitas

Don Roberto tan ilusionado, se declaró tan apasionado, diciendo que doña Rosita era su mundo acabo con un resultado tan inesperado.

Doña rosita exclamaba de miedo, dando resultado a un gran descontento que termino con don Roberto casi llorando.

En un caluroso día, Alex y parte de su familia se dirijían a la casa de uno de sus abuelos que no veían hace tiempo. El objetivo era tener unas relajadas vacaciones en el campo. Al llegar vio que el exterior de la casa era algo descuidado con un olor espantoso. Al entrar notó inmediatamente que su abuelo no era normal; sin embargo, él estaba decidido a disfrutar esas vacaciones. Minutos después, su abuelo se dirigía a indicarles sus habitaciones. En eso, Alex notó que en un largo y oscuro pasillo había una extraña puerta con un letrero que decía "no pasar" con algo de sangre y rastros de pelo y en ese momento casi se orina en los pantalones del miedo. Alex se intrigó mucho y decidió ir a ver qué pasaba cuando su abuelo se fuera. Después de unas horas, Alex se acercó a la puerta y al acercarse le fue muy difícil abrir la puerta que estaba algo oxidada. Al entrar y bajar las escaleras se dio cuenta de que era un sótano, pero no uno común, sino que con muebles llenos de telarañas y empolvados y la habitación oliendo muy mal. Al adentrarse más, de la nada la puerta se cerró. En ese momento Alex vio que en una pared totalmente vacía aparecía una sombra grande de una persona con rasgos de mujer. Esta le dijo: "cómo te atreves a interrumpirme".

Alex quedó muy asustado y, al tratar de salir, la sombra se desplazó al piso logrando agarrar a Alex y hacerlo traspasar el suelo. Desde entonces no se supo nada más de él.

No Pasar

Mi madre tiene 2 hijos y 44 años de edad. Ella es bioanalista clínica y le gusta mucho salir a caminar. Vive en la Mitad del Mundo donde muchos turistas van. Ella es una persona alegre, optimista, tranquila, amorosa, entre otras cosas que la hacen única. Hay muchas veces que pienso que mi madre tiene poderes como ser muy rápida o tener super fuerza, pero cada día que paso con ella, me doy cuenta que es más como una clarividente. Ella deduce cosas que en un futuro ya sea lejano o no, acaban pasando; por ejemplo, cuando alguien le pregunta algo, ella dice: “Vas a ver, te dirá esto o hará esto y lo otro”. Y sí, eso pasa. De seguro, en su secreta vida, mi madre es una clarividente. Un día le pregunté: “¿Cómo haces eso?” y ella respondió: “Solo lo sé”

Antonella Martínez Páez

Antonella Martínez Páez nació un 12 de junio del 2012 en un día soleado al norte de la ciudad de Quito. Desde muy pequeña dibujaba primorosamente todo cuanto se le pasaba por delante, haciendo de casas y departamentos un museo de flores, muñecas y cielos.

Entró a la escuela a los tres añitos y siempre tuvo muy buenas amigas. Aprender a leer y escribir lo logró guardadita en su casa cuando el mundo también estaba encerrado y muy asustado Antonella logró su objetivo y desde ese día no para de esscribir cuentos e historias de aventuras, amor y algunos terrores. Su comida favorita son las papitas fritas.

El espejo

Recuerdo este cuento que me contaba mi abuela todos los domingos.

Se trataba sobre una feliz familia que siempre amó su casa, pero por problemas financieros lastimosamente se tuvieron que marchar y mudarse a una casa nueva. En la casa nueva en una esquina subiendo las escaleras se hallaba una cómoda vieja y polvorienta donde el padre siempre se miraba antes de ir al trabajo pero siempre que lo hacía su mirada se corrompía y se escuchaba una vocecita que le decía: “si fueran solo 2 personas, sólo una pareja, todo sería más fácil”. Por sus problemas financieros no tendrían problemas y sería mejor.

Un día la niña desapareció y su padre lo reportó a la policía, por si acaso la encontraran, aunque por el tiempo que pasó no lo creía posible. La policía la encontró en un lago jugando mientras se reía con una sonrisa sin alma. Su padre al enterarse no lo podía creer; él decía qué esa niña no era su hija: se veía como ella hablaba como ella, pero no era su hija…

¿Que cómo estoy tan seguro? Porque yo mismo la había ahogado en un lago. Su padre al no poder asimilar lo que estaba pasando se disparó así mismo, la madre consumida por la tristeza subió al techo de la casa y se suicidó.

La miel

Había una abeja llamada Floresina que iba a casa de una amiga, una linda ovejita y su madre una graciosita, hablaba y hablaba como ninguna otra, contaba chistes y gracias; tanto que hasta ella, la oveja madre, más dulce que la miel de Floresina, ella también era muy graciosita por eso se llevaban tan bien que siempre ella tomaba su miel.

Me despierto por la mañana muy triste Me acerco a mi hijo para ver

si hoy me saluda, pero está viendo la tele con la cara de un zombie. La ha estado viendo desde las 3h00 de la mañana. No me hace caso, así que me voy al trabajo; cruzo entre los portales, veo a Don Calderón y él me dice que tiene que ir a un pueblo chino para llevarles lluvia Le digo que por qué no va otro dragón.

No me gusta tratar con humanos dijo. ¿Por qué mejor no vas tú?

Entonces, fui al pueblo donde unos chinos estaban haciendo un ritual en mi honor y cuando me vieron ahí me dijeron:

! Por favor, no nos comas, aquí tenemos tu ofrenda. Mejor danos agua!

Por favor tenemos sed, tenemos sed, ¡tenemos mucha sed! Tenemos demasiada! no nos comas dragón, ¡no nos comas dragón!

Les dije que yo no era una bestia. Ellos eran las bestias por pensar que un dragón tan honrado como yo haría tal vulgaridad. Les di el agua y me fui indignado porque tales criaturas eran las viles, no yo.

Un escultor que usaba un overol, vendía corazones más grandes que un borrador. Todos le compraban para poder sentir.

Pero un señor, que parecía un robot, y ya que ningún corazón era de su talla, se comió el dinero y, entonces, todos le empezaron a copiar haciendo que el mundo sea para algunos un mal, y muchos dejaron de comprarle al escultor.

Paranoico por la peste

Cuando desperté le dije a mi tortuga voladora que necesitaba ir a la tienda a comprar más arcoíris; además ella se había quedado sin gatos para oler y se podía morir si no olía ningún gato, se moriría del hambre.

Cuando pasé por la tienda me encontré con un viejo amigo, el Perfume. Me dijo que era difícil oler tan bien porque todos le decían que olía muy bien y no se acercaban porque no les gustaba su olor. No le estaba prestando mucha atención ; no me importaban sus problemas De repente apareció su hermano gemelo la Peste, que era la razón por la que yo hablaba con él. Solo quería ser su amigo, así que le dije que si esta vez podía unirme a su grupo y me contestó: “¡Claro!”

Nos hicimos buenos amigos y charlaba conmigo todo el tiempo pero de repente la Peste me dijo:

Tú no puedes seguir en este sueño Tienes que despertar

Yo le dije que quería quedarme un poquito más pero no le importó, cogió un cuchillo y rompió mi sueño. Cuando desperté, afronté la realidad. Estaba desempleado, tenía deudas y estaba divorciado. Mis únicos hijos no me querían y mi mamá había muerto esa mañana, y por eso no quería despertar; por esa misma razón me quería dormir para siempre, pero no pude, así que me entristecí. Fui a la tienda para comprar alimentos de verdad…

¡Ah! y compré un boleto para la lotería por si acaso ganara, aunque sabía que era muy poco probable. De repente mientras veía la televisión

apareció el número ganador y me di cuenta que ¡era el número de mi tarjeta! Había ganado la lotería

Usé todo el dinero para pagar mis deudas y comprar una casa y pagar el funeral de mi difunta madre. La vida me sonreía.

Tengo una nueva esposa y tuve 3 hijos, pero todavía estaba muy paranoico. Todo era demasiado bueno para ser verdad. Pensaba que un día la peste iba a volver a romper mi sueño de nuevo, así que me volví tan loco que asesiné a mi esposa mientras mis hijos me veían. Llamaron a la policía llorando y me arrestaron. Me condenaron a pena de muerte, pero no me importó porque por fin podría dormir para siempre y nunca despertar de nuevo.

Hay familiares que pueden ser inteligentes, guapos, locos, feos y pueden ser perrunos. En mi caso pueden ser el tercero y el último; así es, mi hermano es un perro loco. Se llama Loki. No sólo es muy afortunado, sino que es muy loco como el nombre lo indica. Puede tener una cara de ángel, pero cuando lo dejas solo parece que un tornado pasó por tu casa. Sospecho que cuando me voy al colegio, él se pone un esmoquin y se va a trabajar; tal vez sea espía y por eso cada vez que yo regreso a la casa, él está muy cansado por golpear a tantos malos o quizás es el líder de la mafia y hace fiestas en la casa toda la noche y por eso cuando regreso hay tanto silencio y todo está apagado. No me importa cuál sea su trabajo o si hace fiestas y la casa está desordenada porque su trabajo debe ser tan cansado que por eso cada vez que regreso del Cole o de cualquier parte, veo la tele prendida en su telenovela favorita, las luces apagadas y lo enucentro dormido frente al televisor, en el sofá De seguro, no hay nada más cansado que ser el mejor amigo de un humano.

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