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Rafaela Cahuasqui Carrión

Rafaela Cahuaqui, nacida el 26 de diciembre de 2008 en Quito, Ecuador. Es una estudiante de secundaria. Durante su trayectoria académica, ha participado en concursos literarios, donde logró obtener el tercer lugar en el año 2019 y el primer lugar en el año 2020. Tiene mucho interés por la escritura. Rafaela continúa desarrollándose como estudiante y explorando sus intereses en busca de nuevos desafíos y oportunidades de crecimiento.

Los 6 brazaletes

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Preparo mi caja de herramientas, me monto en mi auto y me dirijo al jardín de la boda que fui asignado de arreglar. Llego y empiezo mi trabajo, podo un poco por aquí, arrancó unas hojas por allá y poco a poco voy terminando. Falta una hora para que me vaya, cuando escucho el sonido de unas campanas, la boda está por comenzar. Todos los invitados se sientan y llega el novio. Tenía un traje de terciopelo azul que se acoplaban a la perfección con su robusto cuerpo de cucaracha Empieza la música y aparece la novia con un largo vestido blanco que resaltaba sus antenas; también llevaba 6 brazaletes, uno en cada pata. Yo me conmuevo fácilmente así que cuando los novios dijeron sus votos estoy muy seguro de sentir cómo una lágrima cayó por mi rostro. Ya llegó mi hora de irme, la verdad no quería hacerlo pero yo no era un invitado. Estaba a dos pasos de mi auto cuando de la nada escucho un grito, regreso a la boda y veo a la novia en el suelo con un cuchillo en el corazón. Después de una investigación los policias aclararon que el asesinato de la pobre cucaracha fue soolo por la avaricia de una araña que queria vender los brazaletes. Un suceso lamentable ya que la novia se veía muy feliz cuando le colocaban el anillo en su pata favorita.

Subo la escalera hasta llegar a la luna, reposando sobre las nubes los libros, yo busco uno diferente, un libro tan especial solo en la luna puedes encontrarlo.

Si quieres un libro infantil sobre las estrellas debes buscar, si quieres un libro de amor pide a un pájaro el favor, si quieres una comedia simplemente haz reír al sol, Yo lo que busco es un libro de consuelo, y de esos solo hay en un puente entre la luna y la soledad.

Es un viaje arriesgado, no tengo nada que perder, estoy seguro de que no habrá remordimiento si el dolor abandona dos segundos este cuerpo, si no encuentro el libro, me camuflaré con la luna, si el libro mis penas no disipa, me quedaré un minuto observando el espacio hasta el final.

Devuélveme mi cabeza

Mientras manejo, los pensamientos ocupan mi mente.

Toda mi vida he limpiado la morgue sin problema, pero desde que una prima falleció la muerte se ha sentido cercana, justo hoy me tocó el turno de la noche. Me desocupé tarde. Apenas son las 2h00 de la mañana, una hora más tarde de lo normal. La carretera está en silencio como si le diera espacio a todos esos pensamientos que perturban mi mente. Pienso en toda esa gente que sin saber vive los últimos instantes de su existencia. De pronto, algo se atraviesa, no lo puedo esquivar y se golpea con mi guardachoques. Freno de golpe y salgo en medio de la niebla que acompaña a la noche para ver qué pasó, no veo nada, todo es oscuro De pronto me tropiezo con un bulto, bajo mi mirada y me topo con un cuerpo de una joven mujer que caminaba inocentemente por la carretera en la madrugada. Pero tenía una característica macabra: su cabeza no estaba. Su cuerpo poco a poco se pone frío y pálido. La esencia de la mujer se ha ido.

Corro hacia mi auto, manejo con el acelerador al máximo como si nada hubiera pasado, mi respiración acelera, mis manos sudan, mi garganta se cierra, mis pensamientos se dispersan y esos 10m faltantes para llegar se convierten en 20, 30, 40, como si mientras más manejara, más se alargará.

Agarro todo mi valor y miró por el retrovisor, la veo, la chica está corriendo atrás del auto sin su cabeza y con los brazos estirados como si quisiera alcanzar el auto, no me atrevo a frenar y sigo sin mirar atrás, pero esta vez no busco llegar a casa sino dejar a la chica atrás. Llego a mi casa, temo frenar, temo enfrentar la verdad. Bajo del auto y ahí está, parada detrás de la puerta con los brazos estirados, estoy espantado pero aun así camino como si nada pasara, justo al pasar mi auto noto algo que sobresale de él, miró atrás y justo en el guardachoques sobresale la tan codiciada cabeza, la chica la recoge, la pone en mis brazos y desaparece en la neblina. La cabeza ensangrienta mis manos, mi mirada se nubla y todo se vuelve oscuro. Despierto y voy al trabajo como si nada pasara, al llegar veo el cuerpo de la chica en el centro de la morgue con sus brazos estirados La culpa vuelve a mí. La sangre vuelve a mis manos y, en ese instante, el cadáver de la chica se levanta y empieza a tirar de mi cabeza hasta que la desprende de mi cuerpo mientras dice «devuélveme mi cabeza».

¿Qué hace mi abuela en el jardín?

En el patio trasero, todos los días sin falta mi abuela se paraba en el jardín trasero y se ponía a jugar con la nieve. Ella hacía todo tipo de formas desde una flor hasta personas. Yo la veía desde mi ventana y deseaba poder ir con ella, pero ni bien me acercaba ella se ponía furiosa y me mandaba a mi cuarto enfadada. Nunca entendí por qué no podía ir al jardín con ella. Todo cobró sentido cuando una tarde llegué atrasada del colegio y me topé con un montón de bebés y animales saliendo del jardín trasero. Seguí el camino del que venían y al llegar me topé con mi abuela dando vida a los muñecos de nieve en el jardín, ella levanta su mano y toca los muñecos de nieve que al instante cobran vida y salen del jardín. Mi abuela me regresa a ver y me dice que me acerque a ella, yovoy.Cuandomeacerco,ellalevantasumanoydice“eselmomento”. Ella levanta su mano y toca con su dedo índice mi frente generando me una sensación vivida y cálida. De pronto desaparece y veo que que la nieve cobra vida con cada movimiento de mis manos, podía formar lo que sea en segundos, formo una mariposa de nieve y la toco con delicadeza, ella empieza a cobrar vida y aletea fuertemente como queriendo hacer un tornado. Parece irreal, sobre todo porque aunque no hay pruebas estoy segura de que mi abuela está en la mariposa . Con sus ojos me agradece por liberarla, no se por qué ni cómo, pero estoy segura de que esto, a largo plazo, no va a estar tan bien. ¿Pero yo qué puedo hacer?

Carpocapsa no quiere que toquen su manzana

«Las frutas han subido mucho de precio estos días», pienso para mí mismo Hoy compré las manzanas más caras de mi vida: $1 dólar por 3 manzanas. Esto es un robo sin armas, al menos están grandes y rojas. Saco una de la funda, la más bonita. Después de lavarla corto un gajo y me lo como, corto el segundo y el tercero repitiendo el proceso dejando solo uno en la mesa. Cuando acerco el último gajo a mi boca siento que algo sale de él, lo alejó de mí un poco para observarlo mejor, entonces lo veo, era el gusano más grande que puede existir, me siento timado, pero es muy tarde para devolver la manzana. La ira se apodera de mí y meto el gajo en la boca, porque ningún gusano va a hacer que pierda dinero. Al terminar de tragar una sonrisa aparece en mi rostro, la satisfacción desborda de mí y en ese preciso instante siento como algo pellizca mi lengua. Abro los ojos e intento moverla para ver que pasó, de repente otro pellizco me ataca. Este es más fuerte y grande, provocando mi sangrado. Otro mordisco me atraviesa y antes de que pueda reaccionar la sangre desborda de mi boca acompañada de mis gritos. Voy corriendo al baño, para cuando llego al lavabo no quedaba más de mi lengua y todo mi labio inferior había desaparecido. Veo al gusano cubierto de sangre y con el doble de su tamaño, intento quitármelo, pero en el momento en el que acerco mi dedo para apartarlo un mordisco arranca toda la punta, dejando mi hueso sobresaliendo. Ahora estoy en el suelo sin ninguna esperanza. Iintenté deshacerme de él, de todas las maneras posibles y lo único que logré es ensangrentar toda mi casa. Mejor ni me imagino lo caro que me va a salir limpiar todo. Mientras el gusano crece yo me hago más pequeño y ya sin esperanza no puedo parar de pensar qué pasaría si no hubiese cogido las manzanas y en su lugar hubiera llevado peras.

Hipnotizado

por la viva imagen del terrible Saturno

Mi madre falleció hace 3 años asesinada por Saturno, un pandillero que usaba como alias al planeta más grande. Mi madre era mi mundo y no pude seguir hasta que logré mi venganza. Al ver su cuerpo pálido en el suelo con el cuello fuera de lugar dejándolo sin respirar sentí como el sentimiento de satisfacción me desbordaba.

La muerte de Saturno calmó mi tristeza por un tiempo, pero con el paso de los días la pena volvió y llenó toda mi vida con una bruma de soledad. Hoy estaba caminando desmotivado hacia mi trabajo cuando una chica de mi estatura, con el pelo negro como la noche se tropezó, tenía una capucha cubriendo su rostro, le tendí una mano para ayudarla y cuando alzó su rostro, lo vi a él, al asesino de mi madre, al pandillero al que maté, a Saturno.

Sus rasgos eran más femeninos al igual que su cuerpo pero en esencia era igual, ambos emanaban una sensación de calamidad. La chica se paró, me miró fijamente y dijo:

Te estaba buscando. El que terminó el último ciclo de Saturno empezará el siguiente. Su voz tenía un tono perturbador. No alcancé a decir nada. Sus manos sujetaban las mías contra su cuello, mientras yo estaba paralizado por alguna razón ajena a mis intentos desesperados de separarme. No tenía el control de mi cuerpo y de la nada mis manos levantaron su cabeza haciendo que se separe del suelo, para luego romper su cuello acabando con su vida de la misma manera que lo hice con Saturno. Ella cae sin vida, yo sentía como algo estaba dentro de mí. Camine como si nada, pero no era yo, mi cuerpo no me hacía caso, estaba hipnotizado, solo respondía a las órdenes de ese intruso. Grité, lloré, luché, pero nada logró que me liberara. Ahora yo soy la viva imagen de Saturno.

Fabiana Cano Ron

Mi nombre es Fabiana Akemi Cano Ron y nací el 11 de mayo de 2010, actualmente tengo 13 años y estoy en 8vo de Básica. Pronto entraré a 9no. Vivo con mi mamá y hermano. Ellos me apoyaron en este taller. También soy basquetbolista desde aproximadamente 1 año. Me encanta escribir porque puedo expresar mis pensamientos y sentimientos.

El árbol solitario

Un día normal, una pareja de turistas había subido hasta la punta de la montaña. Ellos esperaban ver un gran paisaje y estar rodeados de muchos árboles, pero se encontraron con una gran sorpresa, ¡NO HAY NI UN SOLO ÁRBOL! Viendo esto decidieron tomar la decisión de plantar uno. Día tras día de su estancia en el lugar fueron a regar agua a su árbol

Finalmente llegó el día que se fueran, pero el árbol también había crecido en su totalidad. El árbol era único ahí: solo y triste sin tener a nadie a su lado, deseando cada noche que se pudiera mover de ahí en busca de libertad. Y, principalmente, pensando en encontrar a alguien que lo acompañara. Con estas reflexiones el árbol se durmió. Cuando despertó a la mañana siguiente se sentía raro, como si partes de su cuerpo finalmente pudieran moverse. Descubrió que tenía brazos y piernas No podía creerlo, pero sin dudarlo empezó a caminar por toda la montaña. Sintió que ya no necesitaba a nadie porque tenía su libertad y haría lo que quisiera sin el regaño o desacuerdo de alguien. Se dice que cada noche vuelve a su posición original y también disimula ser un árbol cualquiera frente a los turistas que vivitan el lugar.

Simón, un jaguar con aspecto bastante peculiar, gustaba de salir a correr y a jugar por las afueras de su cueva. Tenía muy pocas manchas en su pelaje a diferencia de otros jaguares. Casi eran líneas y no manchas. Al crecer, sus padres no lo vieron como un problema, más bien lo ayudaron a aceptarse y Simon lo hizo. Nunca le importó lo que dijeran los demás porque él se creía único; sin embargo, cuando creció las cosas cambiaron. Los comentarios de otros jaguares u otros animales le empezaron a afectar.

¿Por qué no tiene manchas normales?

¿Qué horrible que es?

Un montón de preguntas surgieron Sus padres notaron lo que estaba pasando y hablaron con é,l pero dijo que estaba bien cuando no era verdad. Simón dejó de salir de su cueva, dejó de jugar o incluso correr.

Se deprimió tanto que pasó horas durmiendo desesperanzado de que la gente no lo vea de esa manera. Un día su madre se le acercó y le dijo: Simón, tú no eres así, no dejes que ellos te digan esas cosas. Ellos lo dicen porque tú eres único y ellos son iguales a los demás, por eso buscan defectos que no tienes. Nunca los escuches porque ellos te tienen envidia.

Desde ese día, Simón volvió a salir de su cueva y no volvió a escuchar a esa gente nunca más.

Vuelve a dormir

Aitana, una chica de apenas 13 años, una noche cualquiera se estaba preparando para dormir y cuando se quedó dormida tuvo una pesadilla. ¿Dónde estoy? se preguntaba dentro de su pesadilla. Poco a poco fue reconociendo su alrededor. Era su casa, solo que era más oscura y fría; entonces decidió descubrir qué pasaba. Cuando recorría por los pasillos vio los cuerpos de sus padres sin vida. De tanto susto y pánico que sentía salió corriendo dándose cuenta que al mirar por la ventana no había nada. Era solo un fondo negro sin nada ni nadie cerca. Horrorizada buscó el teléfono de la casa intentando rápidamente marcar al 911 a al teléfono de otras personas, pero no hubo respuesta Así que busco miles de salidas posibles, pero no encontraba nada. Volviéndose loca gritaba y gritaba hasta que finalmente despertó de la pesadilla. Muy asustada con lo que había pasado fue a la media noche al cuarto de sus padres para despertar a su madre diciéndole que tuvo una pesadilla. Su madre simplemente respondió: «Vuelve a dormir». Aitana volvió a su cuarto asustada tratando de asimilar lo que pasó, pero decidió simplemente olvidarlo y volvió a dormir.

Un marcador llorón

Un marcador azul llamado don Robert, tan enamorado con el corazón ilusionado.

Fue donde doña Rosita con olor a florecitas

Don Roberto tan ilusionado, se declaró tan apasionado, diciendo que doña Rosita era su mundo acabo con un resultado tan inesperado.

Doña rosita exclamaba de miedo, dando resultado a un gran descontento que termino con don Roberto casi llorando.

En un caluroso día, Alex y parte de su familia se dirijían a la casa de uno de sus abuelos que no veían hace tiempo. El objetivo era tener unas relajadas vacaciones en el campo. Al llegar vio que el exterior de la casa era algo descuidado con un olor espantoso. Al entrar notó inmediatamente que su abuelo no era normal; sin embargo, él estaba decidido a disfrutar esas vacaciones. Minutos después, su abuelo se dirigía a indicarles sus habitaciones. En eso, Alex notó que en un largo y oscuro pasillo había una extraña puerta con un letrero que decía "no pasar" con algo de sangre y rastros de pelo y en ese momento casi se orina en los pantalones del miedo. Alex se intrigó mucho y decidió ir a ver qué pasaba cuando su abuelo se fuera. Después de unas horas, Alex se acercó a la puerta y al acercarse le fue muy difícil abrir la puerta que estaba algo oxidada. Al entrar y bajar las escaleras se dio cuenta de que era un sótano, pero no uno común, sino que con muebles llenos de telarañas y empolvados y la habitación oliendo muy mal. Al adentrarse más, de la nada la puerta se cerró. En ese momento Alex vio que en una pared totalmente vacía aparecía una sombra grande de una persona con rasgos de mujer. Esta le dijo: "cómo te atreves a interrumpirme".

Alex quedó muy asustado y, al tratar de salir, la sombra se desplazó al piso logrando agarrar a Alex y hacerlo traspasar el suelo. Desde entonces no se supo nada más de él.

La vida secreta de mi madre

Mi madre tiene 2 hijos y 44 años de edad. Ella es bioanalista clínica y le gusta mucho salir a caminar. Vive en la Mitad del Mundo donde muchos turistas van. Ella es una persona alegre, optimista, tranquila, amorosa, entre otras cosas que la hacen única. Hay muchas veces que pienso que mi madre tiene poderes como ser muy rápida o tener super fuerza, pero cada día que paso con ella, me doy cuenta que es más como una clarividente. Ella deduce cosas que en un futuro ya sea lejano o no, acaban pasando; por ejemplo, cuando alguien le pregunta algo, ella dice: “Vas a ver, te dirá esto o hará esto y lo otro”. Y sí, eso pasa. De seguro, en su secreta vida, mi madre es una clarividente. Un día le pregunté: “¿Cómo haces eso?” y ella respondió: “Solo lo sé”

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