AÑO 8 No. 43 Agosto de 2019
CONTENIDO 1. La Química del Cerebro 2. Diseño e implantación de un sistema de red centralizado para conectar los centros de salud del municipio de montero al hospital general 3. Centro de recuperación de desastres para la empresa Fricción S.R.L. 4. Diseño e implementación de un sistema automatizado de transporte para un almacén 5. Diseño e implementación de un sistema de extracción de productos de almacén
* Los artículos publicados en el boletín son de entera responsabilidad de los autores y no expresan en ninguna forma la posición de la ANCB-SC sobre el tema.
ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS DE BOLIVIA DEPARTAMENTAL SANTA CRUZ (ANCB-SC) INFORMACIÓN GENERAL: CONSEJO EDITORIAL: Acad. Francisco García G. Acad. Victor Hugo Limpias O. Acad. Gastón Mejía B. Acad. Marcelo Michel V. Acad. Alcides Parejas M. Acad. Marión K. Schulmeyer D. Acad. Carmen Rosa Serrano N. Acad. Mario Suárez R. Acad. Herland Vaca Diez B. EDICIÓN: Diseño gráfico: Yoshimi Iwanaga Edición Financiada por la Fundación Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra - UPSA DIRECCIÓN ANCB-SC: Fundación Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra - UPSA Av. Paraguá y 4to. Anillo Tel.: +591 (3) 346 4000 int. 285 Fax: +591 (3) 347 5408 gastonmejia@upsa.edu.bo franciscogarcia@cotas.com.bo
La Química del Cerebro Las regiones del cerebro, que nunca está en reposo, constituidas por la corteza cerebral (planifica, delibera y decide), en particular, la corteza prefrontal, que es centro de la personalidad, el razonamiento y el pensamiento abstracto; el sistema límbico (centro de las emociones que contiene el tálamo, la amígdala y el hipocampo) juega también un rol importante en la toma de decisiones racionales; y el cuerpo calloso (responsable de nuestra supervivencia), se activan como resultado de estímulos concurrentes habiendo sido identificadas, por neurocientíficos, unas 15 redes cerebrales, entre ellas, las redes afectiva (el cerebro genera respuestas emocionales como resultado de pensar en resultados buenos en las actividades, o a la inversa, no lograr resultados en una acción determinada más, estas sensaciones también se producen en forma inconsciente como cuando desea tomar una taza de café o al ver una víbora que implica peligro, es decir, sensaciones generan pensamientos y no lo contrario), de control (alinea la actividad cerebral y nuestro proceder con referencia a nuestros retos y logro de objetivos; más aún, tiene como tarea la de vigilancia de las otras redes cerebrales, ayudando a lidiar con objetivos competitivos), por defecto (cuando una persona no está concentrada en una tarea, incluida la habilidad de trascender, el cerebro se dedica a procesar conocimiento adquirido) y de recompensa (se activa como respuesta a aspectos o hechos que le producen placer, entre ellos, materiales como dinero e inmateriales como estatus y aprobación social o al realizar trabajos tendientes a lograr un objetivo deseado). Al respecto, recientemente, se determinaron cuatro estilos de trabajo que conllevan sus respectivas estrategias para lograr los objetivos determinados que, en conjunto, en diversas proporciones, constituyen la forma como un ser humano realiza sus actividades de trabajo, generando ideas, tomando decisiones y resolviendo problemas. Los estilos de trabajo son: Pioneros, analizan y valoran las opciones de trabajo, generando ideas y métodos creativos al
margen de movilizar la energía y la imaginación de los colaboradores. Guardianes, valoran la estabilidad laboral y exigen orden y eficiencia en las actividades. Conductores, buscan lograr resultados y enfrentar problemas, aplicando lógica y contando con datos. Integradores, valoran las conexiones y la responsabilidad de grupo de trabajo, actuando con diplomacia y buscando consensos. En el marco de lo anteriormente expresado, es posible establecer que si conocemos y entendemos cómo opera el cerebro, uno puede conocer cómo responde cualquier persona, aspecto que hoy en día se analiza aplicando diversos tests de personalidad como el de Myers-Briggs o el test biológico de Fisher, que determina, este último, que hay cuatro sistemas biológicos, relacionados con características de la personalidad, basados en la generación de hormonas, los sistemas: dopamina (personas curiosas, creativas, espontaneas y flexibles mentalmente como en poblaciones de la Amazonia), serotonina (personas sociables y tradicionales en sus valores como en el caso de personas del lejano oriente), testosterona (personas directas, escépticos y firmes, fundamentalmente hombres) y estrógeno /oxytocina (personas intuitivas, empáticas, imaginativas y sensibles a los sentimientos de otras personas, básicamente mujeres). Según Paul Zak, la hormona antes mencionada, oxytocina, parece reducir el miedo a confiar en un extraño lo que le condujo a generar ocho procedimientos que fomentan la confianza: reconocer la excelencia, inducir a la solución de desafíos, dar directrices como trabajar, facilitar la generación de proyectos propios, compartir ampliamente información disponible, crear relaciones entre personas en una actividad, facilitar el desarrollo de la capacidad personal y mostrar vulnerabilidad, es decir, buscar la ayuda de los colegas. En este contexto, la química de las conversaciones es indudable que juega un papel TESAPE ARANDU
01