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Celina Vargas Fuentes

CELINA VARGAS FUENTES (Bolivia)

Nació en Oruro, Bolivia el 6 de junio de 1950. Profesora, compositora, poeta y narradora. Forma parte de la directiva de la UPEQ como secretaria de Hacienda (2012-2020). Fue distinguida por la Brigada Parlamentaria de Cochabamba como Maestra Meritoria del Estado Plurinacional de Bolivia. Sus escritos forman parte de varias Antologías nacionales e internacionales. Mencionada en el libro monumental: Historia de la literatura infantil y juvenil de Bolivia de Isabel Mesa Gisbert (2019). Ganadora del Primer lugar del concurso literario “Relatos Inéditos de Gente Grande en Tiempo de Pandemia”, en la categoría principiantes (2020). por lo que forma parte del libro, publicado por el periódico nacional Los Tiempos, titulado: Relatos inéditos de gente grande en tiempo de pandemia (2020). Libros. Poesía: Nostalgias (2006). Cuento: La ranita enamorada (2012, 2ª. ed. 2014), La travesía de Disky (2013, 2ª. ed. 2014 Kipus), El ratón hablador (2014), Anayde y las estrellas más otros cuentos (2015), El pez dorado (2016). Varios: Leyendas y otros cuentos (2019), Las Frutillas de Lucia (2018), Pinta mi cumpleaños (2018), Colorea mi granjita (2018) y “Leyendas y otros cuentos (2019).

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LA CARTA DE CARLOS Celina Vargas Fuentes

Blanca está fuera de sí, porque recibió una llamada de una colega del centro de salud donde ella trabaja, luego de colgar, apenas puede contener las ganas de llorar.

Celina entra en ese momento, la mira y le pregunta. ¿Qué pasa hermanita? Te ves furiosa y preocupada. Blanca responde no pasa nada ¿Cómo? Mira cómo estas, te ves mal cuéntame no te hagas la fuerte es hora de que te desahogues, soy la persona más indicada para consolarte hermana mía, dice Celina.

Blanca piensa dos veces antes de contarle a su hermana, Celina la mira con mucha preocupación la ve tan linda, amable y cariñosa, la más colaboradora de la familia y por eso todos la quieren. ¿Qué tendrá, estará mal? Ojalá me cuente por lo menos algo de lo que está pasando, se dice Celina.

En ese mismo instante, escucha la voz de Blanca, ¡Celina! ven te contaré, siéntate frente a mí, no digas nada, en especial a mamá, ella puede sufrir más que nosotras. Está bien hermana será como tu digas.

Estoy desesperada, Carlos salió positivo, y me dicen que su cuadro está muy avanzado, enseguida iré a su casa o es probable que lo encuentre directo en el hospital, nadie me responde a su teléfono. Para colmo, hace poco me llamaron del salón de fiestas y ya les confirmé la boda con Carlos. Tu bien sabes, ya teníamos fecha fijada.

Bueno hermana dice Celina, tienes que tranquilizarte, tú eres doctora conoces este asunto del virus, esa será su confianza de él en ti, porque tendrás la oportunidad de estar cerca controlando todo el proceso de recuperación, medicamentos con el apoyo de las enfermeras.

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Celina se queda pensativa sin poder ayudar a su hermana, iba a decir algo, en eso, la mamá de ellas entra al dormitorio, preguntando que hacían, ya que ella, las esperaba para servir la cena. Blanca y Celina sonríen y la abrazan para hacerla sentir bien en ese momento, sin decir palabra alguna del Covid y de Carlos. Pasan al comedor donde todo estaba listo para servirse a gusto lo que su madre había preparado con tanto cariño para sus hijas.

Durante la cena ellas se miran, sabiendo que tienen una situación grave que resolver inmediatamente, pero hacen un esfuerzo grande para no preocupar a su madre callándose, fingiendo naturalidad hasta terminar de cenar hablando de otros temas que no preocupen a su querida mamá.

Celina se levanta de la mesa agradeciendo a su madre por la riquísima cena, indicando que tiene tareas pendientes que resolver revisando exámenes. Está bien hijita, responde su mamá, no te trasnoches. Claro que no, dice Celina.

Blanca le dice a su mamá, te acompañare solo un momentito más, ya que debo levantarme temprano para ir al hospital. Gracias hija mía, que sería de mí sin ustedes a mi lado, de todas maneras, siempre ando preocupada porque siempre se encuentran expuesta al Covid estando fuera de la casa en contacto con otras personas. Estamos cuidándonos mamacita le dice Blanca, quédate tranquila, es muy tarde descansa.

Blanca se dirige directamente a la habitación de Celina y ella le dice, para mi Carlos no dirá nada para no hacer sufrir a sus padres y hermanos. Si estás con ellos estarán más tranquilos en estos momentos difíciles, hermanita; pero cómo podríamos salir de casa a estas horas sin preocupar a mamá.

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Blanca se pone a llorar, comentando que la nueva ola es más agresiva y lastimosamente Carlos se prestó dinero para pagar los arreglos de la boda, todo está confirmado. A eso Celina le llama a la reflexión diciendo que el asunto de la boda puede suspenderse, lo prioritario ahora es salvar a Carlos.

Ya en su dormitorio, Blanca, cansada de tanta preocupación se duerme profundamente, soñando con Carlos, ve que van al altar tomados de la mano, ella con un vestido blanco muy linda, Carlos con traje negro, parecía un galán de cine. Frente al altar respondiendo ambos al padre: ¡Si acepto! hasta que la muerte nos separe, se agarran de las manos, se miran a los ojos y se dan un beso muy feliz. En ese momento, golpean la puerta de su habitación, despertándola a la realidad, se pone muy triste, pensando por qué tenía que ser así, se fija la hora, es las siete en punto.

Se levanta rápidamente, debe estar lo más antes posible en casa de Carlos, toma su movilidad, durante el viaje sigue pensando en su sueño, en su vestido blanco, en el traje de Carlos, nos veíamos también todo parecía tan real.

Se da cuenta que ya está frente a la casa de Carlos, toca la puerta, espera bastante que abran la puerta, parecía que no había nadie dentro la casa. Cuando ya se retiraba, sale la hermana de Carlos. Hola Teresita dice Blanca ¿puedo pasar? Claro que sí, mamá te dirá algo de Carlos dice llorosa-que pasa dime, ya mi hermano está en el hospital, lo llevaron a noche, los exámenes dieron positivo, dijeron que este virus es la segunda ola y no dejaron que vuelva a casa, está en sala aislado ¡Qué!, ¿por qué no me llamaron? Él no quiso, dijo que no se puede hacer nada, pero pasa, mamá te dirá lo demás, dejó una carta para ti. En ese momento la mamá de Carlos al verla se desmaya. Blanca a penas la puede sujetar gritando a los demás que la ayudan para hacerla sentar en una silla, después de muchos minutos, a penas reacciona, le dan un vaso de

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agua, ella llorando amargamente le entrega la carta que le dejó Carlos.

Blanca abre la carta y empieza a leer y silenciosamente, de sus ojos salen lágrimas mientras lee. Sin decir nada, sale del comedor hasta el patio y diciendo que debe ir al hospital y que se quedará con Carlos.

Cuando llega al hospital, entra a la sala donde está Carlos, él estaba entubado y no la reconoció a pesar de tener los ojos abiertos, no pudo decir nada por el tubo de oxígeno. Blanca sale llorando, pero se calma para no alarmar a papá de Carlos y hermanos que estaban pendientes de lo que dijera Blanca.

Ella solo atinó a decirles la verdad, porque otros médicos estaban al frente de ellos y dijo, me quedo yo vayan a descansar, estaré comunicándoles cualquier cosa que suceda. en cuanto salieron volvió a la sala de Carlos, él tenía los ojos cerrados no quiso despertarlo, se fue a su consultorio y volvió a leer la carta.

Blanca no deja de llorar, conoce tanto a Carlos y al recordar su enfermedad de base, no puede dejar de sentir angustia porque sebe que, en esas circunstancias, pocas personas se salvan, sus papás confían en mí, ¿qué debo hacer?

La enfermera la llama en ese momento, para decirle que el paciente de la cama dos está muy mal, Blanca baja rápidamente entra y lo ve muy mal parecía que no respiraba ya. Ella lo sacude y le grita por su nombre, al no reaccionar llama a otro doctor, se siente muy mal al no poder hacer nada por él, llega el otro doctor lo revisa siente leves signos vitales y le calma a Blanca diciéndole que está al borde de una crisis, la saca al pasillo para recordarle que una profesional debe ser más fuerte que el enfermo, aunque nos parta el corazón de un pariente o una paciente, con tan pocos recursos no podemos ayudar de otra forma.

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En ese momento sale el doctor se acerca a ella y le informa que Carlos ya no puede reaccionar, hay que avisar a su familia. Blanca no sabe si llorar o correr, solo va lentamente hacia Carlos que ya no tenía el tubo y parecía dormido y tranquilo. Solo lo abraza quizá preguntándose cómo les dará la noticia tan terrible, no hace más que llorar al amor del que solo le queda la carta donde él le recordaría a Blanca, que ella fue su primer amor en la vida y que lo será en el más allá.

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LOS OJOS Celina Vargas Fuentes

Cierra los ojos, para no ver las atrocidades del Covid y ponerse a llorar de impotencia, ante semejantes estragos de este maldito virus.

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LLANTO

Celina Vargas Fuentes

Jamás la humanidad recuperará, la confianza de seguir viviendo como antes. Después de esta tragedia solo queda el llanto por la pérdida de los seres queridos, quienes se fueron sin despedirse.

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EL TIEMPO Celina Vargas Fuentes

Parece que el tiempo no pasará, cuando se escucha el llanto de la gente, al perder a sus seres queridos; y el Covid persiste con nuevos bríos con las nuevas cepas que matan más rápido y a más jóvenes, que da tristeza inmensa.

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