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Esencia y materia: el muro transparente

Esencia y materia

“La elección del material está en el origen mismo del proyecto y de su acierto depende en gran medida el resultado.”

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(Julio Cano Lasso, Medalla de Oro de Arquitectura 1991, Consejo Superior de los Colegios de España, Madrid, 1991)

Arquitecto Miguel Álvarez

6 El muro transparente

Proyecto: Diaz-Durán y Asociados, oficinas corporativas zona 13, Guatemala.

El cambio en el proceso de proyectar del movimiento moderno y por ende la Arquitectura, fue el resultado de esa necesidad de evolución, producto de una serie de reflexiones de artistas, pensadores, políticos y arquitectos.

La industria no perdió el tiempo, y puso en las manos de los proyectistas y constructores una serie de “nuevos materiales”: concreto reforzado, acero y vidrio; cuyas características físicas, mecánicas y sensoriales emergieron como recursos primordiales para la nueva forma de proyectar.

Como lo destaca el Maestro Cano Lasso, el material se constituye en partícipe directo, primordial y esencial en la configuración del objeto arquitectónico.

El concreto reforzado permite, desde ese momento, la aparición de un “plano”, que podrá ahora servir de piso, pared y cubierta indistintamente, ya que su constitución estructural aligera el espesor y unifica la lectura espacial.

Le Corbusier enuncia en 1926, sus “cinco puntos de una nueva arquitectura”, donde se destacan las nuevas posibilidades espaciales como resultado de la planta libre, la cual solo puede existir con los nuevos materiales. Los edificios, hasta ese entonces, solo pueden existir con “muros”; para penetrar al interior, el sistema adintelado solo permite pequeñas aperturas, que usualmente son utilizadas para entrar, circular o salir, por un lado; y que se iluminen y ventilen los espacios, por otro.

El material por excelencia, mampostería: piedras y ladrillos.

El muro transparente

Aunque el vidrio hace su aparición, casi por accidente, sirios, fenicios, egipcios y, sobre todo, los venecianos desarrollan este material especialmente en la fabricación de objetos y en decoración. También aparece como elemento complementario en algunas ventanas; sin embargo, se sigue manteniendo la masa de mampostería y el vacío de aperturas pequeñas.

A mediados del siglo XIX Joseph Paxton descubrió, ayudado por una estructura ligera (de acero), que los muros podían ser de vidrio.

Le Corbusier destaca cómo una estructura independiente permite una ventana “alargada”, ampliando las posibilidades de una mejor apertura hacia el exterior, una vista apaisada.

Pero tal vez, fue el arquitecto Mies van der Rohe, quien descubre el potencial sensorial de este nuevo material. En busca de romper la barrera de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro, Mies aprovecha el encargo en 1927 de la Asociación Alemana de Fabricantes de Cristal Plano, y les escribe: “Solo la piel de vidrio, solo las paredes vidriadas permiten a las construcciones realizadas con un esqueleto

Planta Glasraum, Stuttgart, 1927

alcanzar su forma estructural unívoca… Permiten un grado de libertad en la configuración del espacio, del que ya no queremos prescindir. Solo así podremos estructurar espacios con libertad, abrirlos al paisaje y ponerlos en relación con él”.1 Diseña entonces, una casa con los muros totalmente de vidrio. disposición de los “elementos” puede o, mejor dicho, debe propiciar esa búsqueda sensorial del “recorrido arquitectónico”.

Josep M. Rovira afirma que “la combinación de cristal y estructura es el recurso que abre la arquitectura al paisaje. …Lo que mejor permite entender algo es este estar entre…”1

Al realizar una reconstrucción digital de la Glasraum, encontramos:

En el primer diagrama, se observa el fluir a través de los espacios, la intención de realizar un recorrido (laberíntico), desarrollado con divisiones (plano vertical) con materiales con brillo (vidrio), con color y opacidades que le dan a la experiencia una sensación de mayor apertura, que interconecta los espacios hacia otros o hacia los exteriores generados.

En esta casa, él destaca dos cosas: en primer lugar, el concepto de fluir de la vivienda como el recorrido (el laberinto) en busca de la experiencia sensorial. En segundo, experimenta con las propiedades reflectivas del vidrio en todas sus posibilidades.

El historiador Wolf Tegethoff resalta cómo Mies trabaja con diferentes colores y densidades: gris, verde, trasparente, glaseado o grabado en una o ambas caras; en resumen, un laberinto de reflejos.

Encontramos primero la experimentación de colores y traslucideces utilizadas como material primario que permite esa incorporación o negación al exterior; y segundo, la disposición como laberinto, asociado con el concepto de “descubrir” un espacio, es decir, la Estos patios, jardín abajo y agua, arriba derecha, brindan un paisaje creado y al mismo tiempo proveen de luz al interior. Y esa luz perfora de manera directa los lienzos transparentes, y se traslada de manera indirecta, sugestiva a través de los traslúcidos o glaseados.

El material elegido para separar los espacios, para orientar el recorrido, posee una propiedad esencial, pues al ser brillante refleja los espacios, el mobiliario y sobre todo a los usuarios; pero esos reflejos van cambiando. “La transmisión de la luz y por lo tanto…. la iluminación, así como el reflejo de la sala en la pared causan el efecto espejo, duplicando, creciendo el espacio en la apariencia infinita… Creada deliberadamente con la colocación de dos opuestos”.2

Dibujo y digitalización del modelo: Miguel Álvarez, Renderización: Byron López

Se empiezan a visualizar las múltiples sensaciones que llegarán a destacarse en el Pabellón Barcelona; recorridos de reflejos, donde la materia, liderada por el vidrio y completada magistralmente por el mármol y el agua, expresa su esencia perceptiva.

Notas

1 Triangle Postals SL y Fundació Mies van der Rohe, Texto

Josep Rovira, Barcelona, 2002. 2 Ibid.

Bibliografía

Triangle Postals SL y Fundació Mies van der Rohe, “Reflexiones

Mies”, Texto Josep Rovira, Barcelona, 2002. Consejo Superior de los Colegios de España, “Julio Cano Lasso,

Medalla de Oro de Arquitectura 1991”, Madrid, 1991. www.Mies van der Rohe Haus Aachen e.V. :: Glasraum Rekonstruktion

Miguel Álvarez Medrano

Arquitecto, Universidad de San Carlos de Guatemala (1989) Maestría Diseño Arquitectónico - USAC-UNAM- (2009), Cum Laude Estudios Doctorado Universidad de Navarra, España (2007-) Catedrático e Investigador, USAC (1996-) Catedrático Diseño y Teoría, UNIS (2004-) Principales proyectos desarrollados Club Jamaril Amatique Bay, Resort & Marina Terraza club, Hotel las Américas Central Law –bufete de abogadosCasa Caribe Río Dulce Beauty Esthetic Edificio de apartamentos zona 13 Edificio Clínicas Médicas Quetzaltenango Urbanización Arcos de Santa María Varias residencias unifamiliares

Concursos Primer lugar: Edificio FLACSO-Guatemala, Edificio CIPREDA, Campus Universidad Landívar - Quetzaltenango Segundo lugar: Canal 21 Mención de honor: Edificio Municipal Villa Nueva Tercer lugar: concurso de paisaje urbano

Proyecto: Diaz-Durán y Asociados, oficinas corporativas zona 13, Guatemala.

En un proyecto de ampliación de una oficina de abogados, cuya área tiene cerca de 480 m2, cuenta únicamente con tres vacíos que suman 82 m2, apenas un 17 % del total para iluminar y ventilar todos los espacios; con un requerimiento programático extenso que incluye cuatro oficinas, con baño, para los socios, lugar para asistentes, bodegas y baños.

En este proyecto, las características del material se convierten en una estrategia. El vidrio, con diferentes variaciones (transparente y traslúcido), permite articular los espacios de tal manera que la luz ingrese, pero al mismo tiempo se obtengan las privacidades necesarias.

Las oficinas de los socios son ubicadas adyacentes a los “patios-jardín”, así como la sala de reuniones; el resto de espacios son concebidos como espacios abiertos o semi-abiertos con mámparas de vidrio para definir el lugar de trabajo de cada uno. Un recorrido que busca ir descubriendo poco a poco las oficinas principales, con un lenguaje sobrio, donde la madera y el mármol complementan la experiencia.

Estos patios se convierten en jardines creados con piedra, agua y vegetación, ya que son observados continuamente. Las pieles colindantes a los patios son de vidrio de piso a cielo, con dos objetivos: el primero, que se “incorporen” al espacio interior como una extensión natural; y el segundo, que provean de luz al resto de las oficinas.

La experiencia sensorial se ve reforzada con el reflejo de los vidrios en sus diferentes transparencias y opacidades. En la sala de reuniones, por ejemplo, el sand blast (trabajo del Arq. Arturo de la Riva), permite leer, a través de él, el landscape del jardín oeste, en donde aparece un “muro llorón” sobre un lienzo de espacato oxidado.

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