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1. Introducción
El anolis verde (Anolis carolinensis) es uno de los lagartos más pequeños y fáciles de criar.
En los terrarios podemos mantener una amplia gama de especies de diferentes grupos: todo tipo de invertebrados, anfibios y reptiles e incluso pequeños mamíferos. Los anfibios son el vínculo entre el mundo animal acuático y terrestre, ya que fueron los primeros vertebrados en salir a la tierra. Los reptiles son un recordatorio vivo de los tiempos en que los dinosaurios reinaban en la Tierra. Los sapos, ranas, salamandras, cocodrilos, tortugas, lagartijas y serpientes de hoy nos atraen por su apariencia inusual, colores atractivos y comportamiento interesante.
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El mundo de los invertebrados está lleno de arácnidos y escarabajos de colores fabulosos. Sin embargo, debemos recordar y ser consciente de que los animales que se crían en terrarios no cumplen con los requisitos que la mayoría de las personas espera de las mascotas. Aunque algunos se acostumbran a reconocernos y asociarnos con la comida, no podemos contar con la formación de un vínculo fuerte entre el animal y su cuidador. No los enseñaremos trucos ni cómo reaccionar a su nombre. Si el futuro cuidados de una tortuga, lagarto o serpiente es consciente de esto y no espera ningún afecto por parte de la mascota, ciertamente evitará la decepción y el terrario lo introducirá en el mundo muy interesante de los animales. Para aquellos para quienes la observación por sí sola no es suficiente, seguramente encontrará una especie que se puede sacar del terrario de vez en cuando, sostenerla en los manos y permitir una interacción más cercana. Sin embargo, la gran mayoría de ellos son animales a los que no les gusta sacarlos con frecuencia de sus escondrijos y refugios. Antes de comprar una especie de anfibios o reptiles soñada, es absolutamente necesario conocer sus requisitos vitales. Tal conocimiento le permitirá preparar adecuadamente un acuaterrario/terrario específico y comprar los accesorios necesarios. La primera experiencia se obtiene mejor cuando
se crían especies conocidas por su resistencia, bien adaptadas a la vida en el terrario, con requerimientos nutricionales no demasiado elevados, como, p. ej., el ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum), la rana de uñas (Xenopus laevis), el sapillo de vientre de fuego oriental (Bombina orientalis), la salamandra tigre (Ambystoma tigrinum), la serpiente del maíz (Pantherophis guttatus), la serpiente marrón común (Lamprophis fuliginosus), el gecko crestado (Correlophus ciliatus), el gecko leopardo (Eublepharis macularius), el dragón barbudo (Pogona vitticeps), el dragón de agua chino (Physignathus cocincinus), el anolis verde (Anolis carolinensis), las tortugas semi-terrestres (p. ej., tortuga china (Chinemys reevesii)). Es mejor comprar animales en una tienda de mascotas especializada o directamente de un criador recomendado por otros aficionados. Esta estrategia excluye el temor de que la nueva mascota esté en mal estado, y comenzaremos la aventura con el terrario para lidiar con su enfermedad. Es una buena idea visitar las ferias locales, los mercados y las exposiciones de terrarios, donde siempre se puede conocer a los criadores y otros aficionados y preguntarles sobre los aspectos prácticos de la cría del grupo de animales que nos interesa. Tales conversaciones son una valiosa fuente de conocimiento.
Los síntomas de malestar o enfermedad pueden incluir:
• adelgazamiento • adiposidad • presencia de parásitos (p. ej., ácaros) • falta de reacción al medio ambiente • zona sucia de la cloaca • inflamación de la piel • ojos hundidos o supurantes • efusión de las fosas nasales • deformaciones
