El bàsquet del Cervantes
“Con el básquet, he aprendido a relacionarme y a entenderme con las personas”. L’Ariel arriba a Bcn l’any 2001 des de República Dominicana. Estudia al Cervantes de P5 fins a 6è. Comença a jugar a bàsquet a 4art, i des de llavors no ha parat de fer triples...! De 4art a 6è forma part de l’Equip del Cervantes, de 1er d’ESO a 4art juga amb l’AECCA i actualment juga amb l’equip del Roser amb els seus companys i també exalumnes Inaxio, Kevin i l’Emili ha estat entrenador dels equips de bàsquet de l’escola el curs 2011-2012 i també monitor de les colònies de bàsquet del Cervantes. Tots els nens i nenes que han après a botar,a tirar, a fer equip amb l’Ariel en tenen molt bon record! Aquí podeu llegir la conversa que hi vam tenir.
J
o vaig començar als 8 anys i conservo tots els amics de l’equip, em veig amb els que viuen a Barcelona i parlo amb tots els que van marxar, com el Marco, que viu a Bolívia i el Dip, que viu a Bangladesh. Cuando empezamos, jugábamos juntos niños y niñas, no se hacían diferencias y me gustaba porque nos relacionábamos más. Pero en 6è dejaron de jugar, creo que el motivo es porque crecieron; algunas pensaron que el básquet no era lo suyo y otras se fueron a Colombia. Yo he evolucionado y cambiado con el básquet, he aprendido a relacionarme y a entenderme con las personas. No eres tan egoísta, piensas en tu equipo, no solo en ti... Cuando yo empecé no sabía nada de básquet, me animé porque me lo dijo el colegio y porque iban mis amigos. Si no hubiera habido básquet en el Cervantes, yo no me habría apuntado a ningún polideportivo, habría jugado en la calle. Mi recuerdo del Cervantes, es que era (es) como una gran familia; el básquet nos unía, era la ilusión de cada viernes, a ver qué pasaba en el partido... Lo que he aprendido me ha servido en cualquier ámbito de la vida, especialmente a la hora de trabajar en equipo.
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Tornaveu
Me gratifica mucho mi experiencia de entrenador, ver la sonrisa de los niños cuando aprenden algo que les he enseñado yo, es muy gratificante. La competición con los niños es una cosa extra, no le doy tanta importancia a esas edades. Creo que “compiten” más en los entrenos que en el partido. En el Cervantes no se separan a los niños buenos de los malos, aquí los niños “buenos” ayudan a los que les cuesta más, a los que tienen más dificultades También es bueno ver como a los niños que les cuesta relacionar-se, con el básquet no están tan marginados. Cuando era pequeño, nunca imaginé que un día llegaría a ser entrenador del Cervantes. Tengo muy buen recuerdo de mis entrenadores. El Sergio, el Jordi i la Gloria, no eran los jefes, eran como un amigo que nos enseñaba a jugar, maneras diferentes de entrenar como los entrenamientos con música, hacíamos ejercicios que nos gustaban a los niños, no sólo a los entrenadores. Con los niños de los equipos del Cervantes yo he intentado hacer como hacían mis entrenadores.
Ariel Medrano. Exalumne i exentrenador