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CATA DE VINOS
Bien dijo Sir Alexander Fleming “Si bien la penicilina cura a los hombres, el vino les hace felices” y concuerdo a plenitud con él. Aunque vivimos en una ciudad con calor y humedad extremos, es verdad que tanto yucatecos, como quienes han migrado a la única península que mira hacia el norte, podrían decantarse con mayor rapidez por una cerveza que por una copa de vino. Sin embargo, es verdad que podrían, pero también es cierto que el vino ha comenzado desde hace ya tal vez un lustro, a ponerse de “moda” y con ello, se han hecho mucho más habituales y frecuentes y no por ello poco exclusivas, las catas de vino.
Quien sabe de vinos, conoce la diferencia entre el enólogo, catador y sommelier, y precisamente vamos para ahí, ya que ir a una cata de vinos, ya sea privada o abierta al público, puede ser una experiencia ¡Inolvidable!
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El vino es un ser vivo, que va cambiando con el transcurrir del tiempo, la oxigenación, el cambio de temperatura, es una bebida a la que se le debe tener respeto por todo lo que conlleva. Por eso deseo compartir hoy 7 secretos para que nunca desentones al recibir una invitación para asistir a una cata de vinos.
En este caso el seguir la tendencia se apega mucho al refrán que dice “como te ven, te tratan”, aunque es evidente, pondré interés a este punto, ya que si el dress code ha variado muchísimo en lo que a elegancia se refiere con el paso de los años, no estás asistiendo a un picnic, sino a una cata de vinos, donde suele haber cierto nivel de cultura entre los asistentes. Depende mucho del entorno, ya que no fue lo mismo la ocasión en que visité un viñedo muy cerca de Washington D.C., en Virginia, que cuando asistí a una cata privada. La primera experiencia, hasta cierto punto ameritaba ropa cómoda y un buen abrigo para poder caminar en el viñedo al atardecer mientras la temperatura decendía, la segunda fue entre personas que no conocía y de noche, no había necesidad de caminar, sino solamente era una cena maridaje. Sugiero no usar tu prenda favorita, ya que nunca sabes si alguna gota de vino puede acabar vertiéndose sobre la tela…

2. Prescinde del perfume. Hombres y mujeres solemos ser afectos a perfumarnos para ocasiones especiales y, el acudir a una cata sería una de esas ocasiones que, podría verse arruinada, ya que resulta que si deseas experimentar el aroma de un buen bouquet, tu perfume podría arruinar la experiencia sensorial al percibir el vino en nariz. Con tu fragancia, podrías hacer que se pierda la valiosa información que el vino ofrece al oxigenarlo.
3. Consume alimentos previamente. No querrás embriagarte, sino disfrutar del sabor, aroma y color del vino, por consiguiente, come antes de la cata para llegar con una base en el estómago y permanecer en estado conveniente para disfrutar el vino y la compañía.
4. Instrúyete un poco antes de asistir. No es lo mismo llegar a una exposición de arte en blanco, que sabiendo al menos tres o cuatro técnicas de pintura y tres o cuatro nombres de pintores reconocidos. Lo mismo sucede en las catas. Lee, investiga y si te es posible, prueba por copeo 2 o 3 copas de vinos (del más suave al más fuerte), eso te dará la oportunidad de poder platicar y tener conversación, que con seguridad, podrá abrirte las puertas también en el mundo corporativo, ¡nunca sabes con quién podrías coincidir!
5. Evita cepillarte los dientes inmediatamente después de la cata. El vino puede llegar a dañar el esmalte de los dientes, el Dr. José Luis García Castro con especialidad y maestría en odontología restauradora sugiere que “debemos cuidar la salud oral, pero no hay que cepillarse inmediatamente después de beber el vino los dientes, puesto que puede dañarse el esmalte por la acidez del vino tinto o blanco, el cual suele ser más ácido”.
6. Disfruta con los sentidos. Uno de los principales secretos para disfrutar una cata de vinos, es permitirle a los sentidos el deleitarse. El Asesor de Vinos Emilio Ruz Méndez, explica de modo que resulta fácil de entender que “los vinos no muestran su edad con arrugas, sino la muestran con colores”, ya que conforme el vino envejece y toma crianza, va cambiando de tonos rojo rubí y violáceos, hacia tonalidades rojas granate y ladrillo, también nos ayuda a percibir en vinos blancos jóvenes los colores deben ser como la paja y ya en vinos blancos con crianza serán dorados. El gusto nos ayuda a paladear mediante las papilas gustativas el sabor dulce, ácido, salado o amargo del vino.


En cuanto al olfato, comenta Emilio que “los aromas primarios son los que otorga la uva en sí misma como los frutales, los secundarios son los que le otorgan al vino la fermentación, lo que pueda oler a levadura o pan y los terciarios son los que le otorga la barrica al vino cuando está en crianza, por eso un vino joven no va a tener crianza pero un vino con crianza olerá por ejemplo a cuero o tabaco”
7. ¡Relájate y disfrútala!
Una cata de vinos no tiene porqué ser una experiencia tensionante ni desagradable, si llegas con ánimos de aprender, disfrutar y vivir el momento, será un recuerdo que conservarás aún a pesar del tiempo.
Básicamente, estos 7 puntos te darán la confianza suficiente para poder desenvolverte de modo adecuado y evitar cualquier tipo de contratiempos que pudieran ocurrirte durante la cata. La próxima vez que seas invitado a asistir a un evento como este, procura tenerlos en cuenta para acertar y quedar bien con los demás participantes.

