Teatro
/sobrebue
Comedia dramática
Gurisa
Un certero rayo cae sobre El portón de Sánchez: es el nuevo material con dramaturgia y dirección de Toto Castiñeiras, que viene a aportar una especial luz a nuestra propuesta teatral citadina.
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on mucho agrado fue recibido el nuevo espectáculo de Toto. Desde aquel maravilloso El Susto, 1813, en 2012, que por suerte duró un par de temporadas, estábamos a la espera. Hoy aparece con una propuesta tan particular como él. Un melodrama campero, mujeres sufrientes que se debaten entre deseos, abusos, traiciones y amores prohibidos, interpretadas solo por hombres, como al estilo del arte japonés Kabuki, pero de nuestra pampa. Esto le aporta un interés especial, entre otros tantos que posee, como la iluminación tan particular de Omar Possemato o la música que diseñó Javier Estrín y que funciona a la perfección.
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Es realmente admirable el poder de observación y la creatividad con que Castiñeiras ha compuesto esta sinfonía cacofónica de palabras de nuestra tierra adentro, cómo ha sabido captar ese espíritu que aporta el decir para expresar este vendaval de pasiones que transitan Juan Azar, Francisco Bertín, Marcelo Estebecorena, Nicolás Deppetre, Fred Raposo y Pablo Palavecino ofreciendo sus cuerpos al histrionismo de estas mujeres. Está muy presente la firma de su autor y director, como así también el inmenso trabajo para lograr esta obra de arte, con la colaboración coreográfica de Valeria Narvaez. La parodia de un romance que transcurre en una estancia donde una hija de terratenientes se debate entre su educación y sus instintos, entre la atracción por uno de sus peones y un indio que se queda con su corazón cuando en su pubertad la hace cautiva, la niña convive con una india vieja, una esclava negra y una inglesa y juntas transitan esta historia imperdible por donde se la mire. // Atilio Tustali Teatro El Portón de Sánchez. Sánchez de Bustamante 1034. Viernes a las 23. www.elportondesanchez.com.ar
Drama
Mala madera
Foto: Leo Liberman
Butoh
Habla Casandra / Horda
Segunda temporada de esta cuidadísima e inteligente obra que El máximo exponente del extravagante género, presenta un esperado aborda lo siniestro dentro de lo cotidiano en los vínculos familiares. espectáculo en relación a la conmovedora historia de una mujer que Para terminar la semana con el deleite de asistir a una muestra del más representa a tantas, con el don de la intuición desoída. puro teatro. omo una suerte de elfo, Rhea Volij la disciplina en cuestión, logrando así una
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iego Cremonesi, que se lució como actor en Kryptonita, Solos, No soy un caballo, dirige su ópera prima desplegando una puesta ágil que respeta tiempos y remates humorísticos. Con amigos formados como él, entre otros, por Alejandro Catalán y a partir de un armado minucioso que incluyó improvisaciones, observación de films y ensayos a dos puntas entre La Plata y Buenos Aires durante casi tres años, buscó incorporar la idea del “había una vez” de los cuentos tradicionales, donde lo terrorífico se mixtura con la inocencia. La propuesta es espiar desde una ventana para aludir a un espacio más amplio que la escena mostrada, un afuera donde los personajes siguen actuando, como en el cine. Una mujer prepara el desayuno de panes y té para los hombres de la casa: el esposo y un aprendiz de carpintería que vive con ellos. Esperan la visita del hermano de |4|
ella, desde Buenos Aires. La armonía sencilla de un joven matrimonio protestante en un pueblo galés del sur argentino. Algo parecido a La familia Ingalls pero con reproches y secretos debajo de la alfombra. Hay un exceso debajo de la charla amena, una incomodidad tenue como una piedrita en el zapato. Esta percepción es sólo la punta de un iceberg. Hay alguna reminiscencia de Truffaut en el tratamiento del personaje de Jorge Eiro, con su acertadísima composición de Mariano. Con supervisión dramatúrgica de Walter Jacob, la ajustada ambientación escenográfica de Cecilia Orsini y un elenco impecable formado por Federico Aimetta, Eduardo Pérez Winter y Felicitas Kamien, es sencillamente, imperdible. // Liliana Fijtman Beckett Teatro. Guardia Vieja 3556. Tel: 4867-5185. Domingos a las 18. www.teatrobeckett.com
logra nuevamente poner en escena el dominio del arte del Butoh, su indiscutida herramienta teatral que le permite mutar de flamenco a elefante, de insecto a multitud, de hada a demonio laberíntico. Solo ella posee un espíritu gitano con cuerpo de vestal que le permite personificar a la sacra pitonisa Casandra. Sacerdotisa y amante de Apolo, hija de Píramo y Hécuba, reyes de Troya, ella nos traslada en una ensoñación para comprender la tragedia de aquella mujer que rechazó a los dioses. Rhea entra en escena como solista, pero demuestra sus artes de dramaturga corporal y maestra utilizando un segundo bloque interpretado por una Horda compuesta por sus discípulos Débora Aguiar, Daniel Daverio, Malena Giaquinta, Ignacio Litvac, Claudia Rodríguez Rincón, Tamia Rivero, Ana Laura Ossés y Adrián Polimeni, que le permite exhibir al humano en su versión primitiva , bárbara y a la vez el ingreso a la cultura como registro social. Desde su llegada a estas latitudes ha ido convocando personajes de nuestras artes para trabajar en equipo y completar su lenguaje corporal con propuestas que despiertan sensaciones en los sentidos del espectador, como es el caso de Eduardo Felenbok como creador de la música del espectáculo o el maravilloso aporte de Jazmín Ortiz Ares, con su presencia en escena para ejecutar música y sonidos en vivo, o en lo visual al artista Carlos Coccia, quien incorpora con su escenografía, vestuario y diseño de luces una estética visual en perfecta armonía con la propuesta de
compacta obra de arte sin fisuras. // Walter Bergonzi Teatro El excéntrico de la 18. Lerma 420. Sábados a las 20.