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Sensibilizando la ciencia comunicación

científico (Universidad Rosario Castellanos, Licenciatura en Ciencias de la comunicación), busqué e implementé las estrategias, técnicas e instrumentos para que los estudiantes se desenvuelvan en esta materia a lo largo de un semestre 2023-1 con el objetivo de que conozcan cómo distribuir los conocimientos científicos a un público, así como sentirse y formarse como periodistas científicos. Para consolidar este objetivo, era fundamental que el alumnado comprendiera que la comunicación pública de la ciencia se conforma al menos de tres ramas, la difusión científica, la divulgación científica y el periodismo científico, cada una con herramientas diferentes.

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El alumnado haría periodismo científico en un tema “fuera” de su área, y para esta ocasión fue el impacto del suelo de conservación por la agricultura industrial y las alternativas para atender dicho daño, esto circunscrito a la CDMX. Esa selección temática es de suma relevancia para todos los profesionistas y para el público, por la situación contextual que se vive en la actualidad en la ciudad.

Al iniciar el curso fue fundamental que el estudiantado hiciera búsquedas bibliográficas y cibergráficas adecuadas, con el fin de recabar información teórica y científica a partir de fuentes verificadas, que, desde su postura, “fue todo un reto, pues en muchas ocasiones, el área trabajada es nueva, llena de tecnicismos e información a la cual no estamos acostumbrados”, mencionó algún estudiante en su entrega final.

Con esta información, ellos profundizaron en los conceptos y establecieron su problema, el cual se especificó hasta que tuvieron un panorama más amplio. Una vez delimitado, hicieron una segunda búsqueda de información, lo que les permitió realizar las primeras preguntas que formularon a científicos, docentes y/o especialistas. Luego, de esas respuestas los guiaron en su constructo teórico, sin embargo, en este punto varios estudiantes aún no integraban las ideas, por lo que desde la docencia se buscaron otras estrategias.

Desde la perspectiva docente, los sentipensares de los estudiantes son muy valiosos, reconozco que varios de ellos compartieron emociones como estrés o frustración, porque en su búsqueda, encontraron artículos científicos muy especializados, con tecnicismos complejos, que no entendían. Me cuestioné si realmente era un área difícil para ellos, y al dialogarlo con la Maestra Juliana Granados, hubo palabras inspiradoras “En el periodismo, y particularmente el científico, los temas son difíciles, ellos tienen que comprenderlos, tienen que entenderse en su papel y elaborar ese reportaje, porque así es la vida laboral, por más complejo que sea el tema, deben investigarlo, y esta propuesta es la adecuada para cumplir el reto”. Era cierto, sabía que tenían y tienen la capacidad para hacerlo.

Implemente la estrategia que los estudiantes buscaran artículos científicos que posteriormente expusieran y discutieran entre ellos, ante este ejercicio varios consideraron que no eran los temas para la asignatura, y algunos alumnos mencionaron, “eso es el reto, entender nosotros un tema complejo y poderlo explicar de manera sencilla a un público”, por lo que se les siguió guiando hasta que obtuviesen el resultado esperado.

Después del diálogo, establecieron un anteproyecto sobre la investigación a realizar, pero la dificultad aumentó al hacerlo en equipo debido a que cada uno tenía ideas diferentes, por eso fue importante delegar, establecer actividades, funciones individuales y de ese modo se integraron.

A la par, los docentes de Seminario de Periodismo Científico (Maestra Mónica Ochoa, Maestra Yasmín Flores y Biólogo Jesús González), y Diseño Editorial (Maestra Juliana Granados y Maestro José Raúl García Román), mantuvimos continua comunicación, y esto permitió conocer el trabajo investigativo de los estudiantes, compartir nuestra pedagogía y actividades con el objetivo de mejorar su aprendizaje, completar el reportaje y la elaboración de un boletín final, mostrando así la importancia de la comunicación en el trabajo en equipo.

El estudiantado estaba preparado, tenían un constructo teórico y una planeación de cómo desarrollar el reportaje, y su escaleta de preguntas, la nueva tarea fue acercarlos a especialistas a través de un conservatorio. Fue momento de poner a prueba a los periodistas científicos de la materia. El día que acudieron las científicas, las y los alumnos atentos las escucharon y posteriormente las entrevistaron. En muchos casos, les dio más claridad a dónde dirigir su reportaje, a su vez, les permitió diseñar nuevas estrategias y definir sus zonas de estudio, en las cuales se ven reflejadas las problemáticas delimitadas.

Una característica del periodista científico es preguntar constantemente, y para ello, los estudiantes recabaron más información y prepararon más preguntas. Pasaron los días y llegó el momento, y ante la presión del tiempo, por equipos acudieron a diferentes espacios y sitios de investigación para fotografiar, entrevistar personas, y obtener más datos. El trabajo en campo fue esencial, pues varios estudiantes coincidieron en que tuvieron más claridad del tema con esta estrategia.

En su proceso investigativo, otro reto fue la redacción, la ortografía, la síntesis de ideas, y la fundamentación de las mismas a través del citado APA. Tres aspectos que son esenciales en cualquier periodista, por lo que constantemente se les pidió que escribiera notas periodísticas (científicas), y funcionó. El alumnado también elaboró textos de diferentes géneros periodísticos sobre la Semana de la Divulgación Científica, misma en la que hubo un acercamiento con grandes profesionales de la comunicación pública de la Ciencia, que les indicaron características y cualidades de su profesión.

Cada vez se acercaban al final del túnel, y reitero lo que dijeron “al principio no le veíamos forma, pero a medida que se avanzó integramos la información y entendimos más el proyecto”, para hacer énfasis que durante su proceso investigativo, de la conformación de un reportaje, fueron comunicadores de la ciencia, entendiendo la misma para llevarla a un público.

Entregaron su versión final, se retroalimentó la misma, porque siempre se aprenden nuevas cosas, noté agilidad en el tema desarrollado, tuvo estructura y coherencia argumentativa, había gran diferencia con ese primer texto, ahora era un reportaje ¡lo habían conseguido!, superaron el reto, y uno difícil.

Finalmente, de ese proceso de investigación elaboraron uncartel científico, el cuál expusieron a sus otros compañeros y los alumnos, y sin darse cuenta se volvieron investigadores y periodistas de ciencia. El tema, a pesar de la dificultad, les apasionó, se sensibilizaron. ¡Teníamos ahora periodistas y científicos inmersos en el mismo estudiante!

“Un entrevistado me dijo, así como ustedes, muchos hacen reportajes, pero no atienden nuestras problemáticas, y coincido con él, quiero hacer algo diferente”. “Hace falta, comunicar estos problemas, que no se queden de manera local”. “Hay problemas, pero también las soluciones, son semillas de esperanza”. “Quiero hacer más”. “Entendí el tema, entiendo el problema, y entiendo nuestro papel en el periodismo”. Los anteriores son algunos de los pensamientos sensibles de los estudiantes, el objetivo se había cumplido, no solo era comunicar la ciencia, fue hacerlos investigadores, sensibilizarlos ante la comunidad y que entendieran la importancia de la ciencia en la sociedad y su papel como medio entre la ciencia y el público.

Se vive en un periodo de post verdad, de desinformación por falta de comunicación de la ciencia, es un reto actual, el estudiantado había hecho lo suyo. Comprendieron que su papel es fundamental para que el público conozca la importancia de la ciencia en sus vidas, y que ésta se debe sensibilizar mediante la comunicación, la participación de los investigadores y periodistas científicos, con el fin de tener una ciencia pública de todos y para todos.

Bióloga con Especialidad en Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Local, Erika Flores; especialista en Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Local Estratégica, Ana Torres; especialista en Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Local Estratégica, Angelica Valentín; bióloga, María de Jesús, y bióloga, María de Lourdes.

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