COMUNIDAD EH | COLUMNA INVITADA
NAVEGAR LA REGULACIÓN ROBERTO MARTÍNEZ ESPINOSA Socio fundador y consejero en Alcius Advisory Group. Ha sido abogado general de la Comisión Federal de Electricidad. Director general de Normatividad de Hidrocarburos en la Secretaría de Energía y magistrado electoral federal
A
lo largo del tiempo en el que he tenido la oportunidad de colaborar con Energía Hoy, he destinado buena parte de mis reflexiones al análisis de algunos conceptos y figuras de derecho administrativo, fundamentalmente vinculadas con la manera como opera y se desenvuelve la regulación. Aun cuando, con frecuencia, los temas que he desarrollado no se refieren directamente a cuestiones energéticas, la realidad es que prácticamente todos tienen correlación con ellas. En última instancia, el funcionamiento de la industria energética se encuentra constreñido por ese conjunto, con frecuencia amorfo e intrincado, veleidoso incluso, de disposiciones que conocemos como regulación. El Estado, a través de sus ramas legislativa y administrativa, establece las reglas del juego relativas a una determinada industria. Además, supervisa y sanciona el cumplimiento de las disposiciones establecidas por él. También, hay que decirlo, muchas veces el Estado no opera únicamente como autor de las reglas y árbitro de su cumplimiento. No es para nada infrecuente que reclame para sí un lugar como jugador y, si es posible, uno que juegue al solitario. Además, tampoco es extraño que se asuma como dueño del balón e, incluso, del terreno de juego, de cuyo uso llega a privar al resto de los jugadores cuando va perdiendo o algo le molesta. La industria energética es un campo intensamente regulado. No está precisamente mal que así sea, sus implicaciones económicas, medioambientales, sociales y políticas son extensas y profundas. Por eso no se le puede dejar librada a las solas fuerzas del mercado. La cuestión no es regular o no, sino cómo, de qué manera, en qué sentido y magnitud.
34