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Jóvenes, la chispa que requiere la transición energética

La lucha contra el cambio ambiental es una realidad en la que cada vez más jóvenes e incluso niñas y niños están involucrados. Ante la incertidumbre que representa el futuro para muchos, contribuir con sus acciones al cuidado del planeta resulta una actividad imperativa en la cual, además de brindarles cierto sentido de control y seguridad, les ofrece el poder de saber que forman parte de la creación de un mejor futuro para ellos, los ecosistemas y sus pares.

Un camino articulado ¿Alguna vez te has imaginado o has estado sin energía eléctrica durante 24 horas? Esta es una realidad que, según la ONU, vive el 13% de la población mundial y que, puede aumentar en caso de que las instituciones gubernamentales globales no impulsen y desarrollen infraestructura que fomente el uso de las energías renovables como la opción que el planeta y los seres humanos requerimos para desarrollarnos.

Es nuestra responsabilidad como industria hacer parte de este cambio a toda la sociedad, especialmente a los más jóvenes, quienes cada vez están más interesados por construir un futuro justo para ellos. Es nuestra labor trabajar articuladamente y acompañarlos para lograrlo.

“Todos podemos ser agentes de cambio”: Xóchitl Cruz Reconocer que todos tenemos la capacidad para contribuir a la preservación de los ecosistemas es un primer comienzo ya que, en ocasiones, se considera que, por ser joven o no pertenecer a un colectivo o empresa, no se puede tener un impacto sobre el cuidado ambiental y sobre la sociedad.

En mi niñez tuve la sensibilidad de ver que mucha gente a mi alrededor no disfrutaba de un baño caliente porque no tenían las condiciones para pagar por un tanque de gas o porque simplemente no contaban con luz para templar su agua.

Por eso, decidí tomar materiales reciclados como botellas PET pintadas de negro, mangueras, trozos de madera y dos piezas de cristal que eran puertas de un viejo refrigerador, para construir mi proyecto, al cual titulé “Baño calentito”, para que mi familia pudiera de un par de minutos para disfru- tar al asearse. Considero que, si esto pude hacerlo, con la compañía de mis maestros y mentores a mis ocho años, puedo liderar un mundo verde más adelante.

Un temprano reconocimiento

Me siento muy afortunada y agradecida por mis padres y su enseñanza, ya que sin ellos no podría tener actualmente el reconocimiento del Instituto de Ciencias Nucleares a la Mujer de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ahora, el ser la portavoz de la primera serie de Chispas, un podcast de Enel que forma parte de la iniciativa editorial “Gigawhat?”, dirigida a jóvenes como yo, que buscamos la información clara y simple que nos permita no solo adentrarnos en los temas de las energías limpias, sino también compartir la información con nuestros círculos más cercanos.

Cuando recibí el reconocimiento de la UNAM, las personas a mi alrededor se sorprendieron por mi corta edad. Sin embargo, yo considero que cada vez somos más los que desde muy jóvenes estamos interesados en contribuir al resguardo de nuestro planeta, que es nuestro hogar. Todos queremos lo mismo: un planeta libre de contaminación que garantice nuestra salud y la de los seres vivos con quienes cohabitamos la tierra.

Es por ello que, considero que cada vez deben ser más las instituciones que apoyen nuestro interés y curiosidad por contribuir con nuestras ideas e ímpetu en la creación de un mundo más inclusivo, diverso y responsable con nuestro hogar.

Nosotros somos la chispa, y ustedes los encargados de juntarnos para generar un cambio que visibilice la importancia de encaminar todas nuestras acciones a la preservación de nuestro ambiente.