LA MARCA DE LA LIBERACIÓN -PARASHA SHEMOT BO 2023

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Shemot Bo 578 3202 3 Jadashot Shel Torah Debemos recordar el pasado y aprender de él sin revivir constantemente emociones y experiencias que han pasado desde hace mucho tiempo.… SHALOMHAVERIM MONSEY, NEW YORK 1845 445 3898 WWW.SHALOMHAVERIM.ORG

Jadashot shel Toráh

Director:

Monsey, New York

NOTICIAS DE TORAH

PARASHÁ SHEMOT BO

Éxodo 10:1 al 13:16 y Jeremías 46:13 al 46:28

INTERIORES

(Verso

10:9)"...

Una fiesta de Hashem para nosotros"

Las estadísticas demuestran que los judíos poseen la más baja incidencia de alcoholismo de todos los grupos étnicos. Por qué?. pagina 3

(Verso 13:16)" pues con mano fuerte Hashem nos sacó de Egipto"

Cuando Hashem creó el mundo, no había dudas de que fue El que hizo que todo existiera, y que El sabía todo lo que sucedía en el mundo y que El se ocupaba de hasta el más mínimo detalle de lo que ocurre en este mundo. Página 3

Dios le dice a Moshé que va a endurecer el corazón de Paró para que a través de plagas milagrosas el mundo conozca para siempre que El es el Único Dios….Siga en la pagina 2

La Marca de la Liberación

• Debemos recordar el pasado y aprender de él sin revivir constantemente emociones y experiencias que han pasado desde hace mucho tiempo.…Siga a la pagina 6

Comentarios a la Haftará – Yirmiyahu 46 – ". "Como está fija Tabor entre las montañas y Carmel viajó por el mar..." (46:18)

Cuando el Todopoderoso estaba a punto de entregar la Torá, dos montañas, el Monte Tabor y el Monte Carmel, sintieron grandes deseos de que la Torá fuera dada en ellos ....

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– 27
2023
Número 300 – Año 24
Enero
Shalomhaverim.org Judaísmo Ortodoxo Moderno Shalomhaverim
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PARASHA SHEMOT BO

Dios le dice a Moshé que el mes de Nisán será el primer mes del calendario. Se ordena a los Hijos de Israel que tomen un cabrito en el décimo día del mes, y que lo guarden hasta el día 14.

Dios le dice a Moshé que va a endurecer el corazón de Paró para que a través de plagas milagrosas el mundo conozca para siempre que El es el Único Dios.

Se le advierte a Paró sobre la plaga de las langostas y lo severa que será.

Paró acepta liberar sólo a los hombres, pero Moshé insiste en que todos deben ir.

Durante la plaga, Paró llama a Moshé y a Aarón para que saquen a las langostas, y admite que ha pecado.

Dios pone fin a la plaga pero endurece el corazón de Paró, y Paró no los libera.

El país, excepto por el Pueblo Judío, es inmerso en una oscuridad palpable.

Paró llama a Moshé, y le dice que saque a todos los judíos de Egipto, pero que dejen sus ganados.

Moshé le responde que no sólo se llevarán todos sus ganados sino que también Paró tendrá que darles del suyo propio. Moshé le dice a Paró que Dios traerá una plaga más, la muerte de los primogénitos, y luego los Hijos de Israel dejarán Egipto.

Dios endurece el corazón de Paró

Para entonces, todos deben matar al cabrito como sacrificio de Pésaj, poner la sangre en la puerta de la casa y comer la carne. La sangre en la puerta será una señal para que Dios pase de largo sus casas cuando mate a los primogénitos de Egipto. El Pueblo Judío deberá recordar este día como el Éxodo de Egipto, y no comerán más jametz en los días de Pésaj.

Moshé transmite los mandamientos de Dios, y el Pueblo Judío los cumple perfectamente. Dios manda la plaga final, matando a los primogénitos, y Paró deja ir a los Judíos. Dios le dice a Moshé y a Aarón las leyes concernientes al pidión habén (redención del primogénito varón), y a los tefilín.

Y dijo el Eterno a Moisés: Ve al Faraón, porque Yo he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para manifestar estas mis señales en medio de ellos, Verso 10:1

Porque el Faraón endureció su corazón al principio, rehusando liberar a los hijos de Israel, cuando dijo : "¿Quién es el Eterno para que yo obedezca a su voz y deje ir a Israel? ¡No conozco al Eterno ni tampoco dejaré ir a Israel!" (ver capítulo 5, 2).

Y Moisés dijo: Así ha dicho el Eterno: ¿Como a media noche saldré en medio de Egipto, Verso 11:4

En respuesta a lo que dijo el Faraón en el capítulo 10, 28.

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FIESTA PARA NOSOTROS

Cada viernes a la noche y Shabat a la mañana, el niño judío oye el Kidush, que se pronuncia sobre un vaso de vino. Y a él también le dan de probar. Cuando termina el Shabat, en el servicio de Havdalá, el vino vuelve a jugar un papel central.

En las fiestas, el vino adquiere gran preeminencia. Y en Purim, una de las mitzvot del día nos manda beber hasta que no podamos distinguir entre Mordejai el bendito y Hamán el maldito. En Pésaj, el niño ve que sus padres beben cuatro copas de vino, que simbolizan los cuatro aspectos de libertad tras la servidumbre egipcia.

El niño judío no le tiene miedo al alcohol. No lo percibe como un método de escapismo, algo donde ahogar sus penas, sino, más bien, como un elemento que combina lo físico con lo espiritual. Su contexto es puramente positivo.

(Verso 10:9)"... Una fiesta de Hashem para nosotros"

Se suele decir que a las empresas de catering no les gustan los casamientos judíos. No se hace mucho dinero haciendo el catering de casamientos. No se obtiene gran margen de ganancias. La mayor parte del beneficio proviene del consumo de bebidas alcohólicas. Y los judíos no son para nada grandes bebedores.

Las estadísticas demuestran que los judíos poseen la más baja incidencia de alcoholismo de todos los grupos étnicos. ¿Por qué?

El niño judío prueba por primera vez el vino cuando tiene nada más que ocho días de vida. El mohel (el encargado de realizar la circuncisión) suele colocar unas cuantas gotas de vino en la boca del bebé. En otras palabras, el primer contacto que tiene este jovencito con el vino se produce en el contexto de una mitzvá. Esa experiencia se fortalece a lo largo de la niñez.

El judaísmo, a diferencia de algunas religiones, no pregona el ascetismo como la ruta ideal hacia la espiritualidad. No ve a este mundo como un campo minado donde lo físico está al acecho del hombre. No. El mundo es un recurso. O bien dejas que te domine, o bien lo utilizas como un medio para acercarte a Dios.

Cuando Moshé le dijo al Faraón que partían para hacer un festival para Hashem, dijo que era "una fiesta de Hashem para nosotros".

Para ser un judío santo, no hay que mortificar la carne, sino que hay que elevarla. Cada fiesta de Hashem es también "para nosotros". Para que participemos de los maravillosos regalos de este mundo y, al experimentar los placeres de este mundo en su contexto adecuado, podamos alcanzar una apreciación más grande de Aquél Que nos dio todos esos magníficos presentes.

Lejaim! A la vida!

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Sefer ha Jinuj; Rabí Eliahu Dessler

"Y no le quebrarás ningún hueso (a la ofrenda de Pésaj)"

En la Segunda Guerra Mundial, durante el bombardeo de Londres, fueron evacuadas gran cantidad de familias. A veces, la familia debía dividirse, y algunos de los hijos eran transportados a sitios remotos, como por ejemplo, Canadá, mientras que los restantes permanecían junto con sus padres en la relativa seguridad de la campiña inglesa.

Se podrán imaginar la tremenda emoción que sintieron esas mismas familias al reunirse, una vez finalizada la guerra. Pero tras la emoción inicial, se hacía evidente que el lazo entre los padres y los hijos que se habían quedado a su lado era mucho más fuerte que la relación de los padres con los hijos de los que se había separado durante más de cuatro años.

Nos da la sensación de que porque amamos a nuestros hijos, les damos. Sin embargo, la afirmación inversa está mucho más cerca de la verdad: porque les damos a nuestros hijos, los queremos. Cada vez que nos levantamos a medianoche para darles un vaso de agua o cambiarles el pañal, les estamos dando, y eso hace que los queramos. ¿Qué fue lo que faltó en la relación entre los padres y sus hijos evacuados? Cuatro años sin levantarse a medianoche a darles un vaso de agua...

Lo mismo ocurre en nuestra relación con Hashem: cuántas veces oímos decir "¡Cómo querría tener la fe que tienes tú!, pero qué puedo hacer si no la siento". La verdad es que la acción conduce al sentimiento. El "darle a Hashem", haciendo lo que Hashem quiere que hagamos, es el equivalente espiritual de levantarse a medianoche para darle un vaso de agua a nuestro hijo.

Por eso Hashem nos da tantas mitzvot que nos ayudan a recordar el Éxodo. Si solamente necesitáramos un recordatorio, ¿no bastaría con comer un pedazo de matzá? Pero Hashem nos da una multitud de mitzvot, para que nos afecte profundamente, emotivamente, y el corazón se vuelque a su Creador.

Rambán, Reb Tzadok ha Cohen

Porque si tú rehúsas aún dejar ir a mi pueblo, he aquí que mañana traeré langostas dentro de tus límites, Verso 10:4

La octava plaga, la langosta del campo que destruyó todas las plantas, fue por el pecado de obligar a los hebreos a plantar árboles para que los egipcios gozaran de sus frutos. Las langostas del campo son en realidad una seria plaga, pues causan estragos enormes en las plantaciones, sobre todo en ciertas regiones africanas. Allí donde se abaten en mangas, devastan toda clase de plantas en pocas horas.

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LA MARCA DE LA LIBERACIÓN

Basado en comentarios de TOVA SPITZER

Marcando con sangre las jambas de sus puertas, los israelitas dieron el primer paso hacia la redención, el de declararse oprimidos y decididos a liberarse.

Comentario sobre Parashat Bo, Éxodo 10:1 - 13:16

En su comentario sobre las primeras palabras del libro del Génesis, el comentarista medieval Rashí hace una pregunta algo inusual: ¿Por qué la Torá comienza con la creación del mundo?

¿Por qué no comenzar en Parashat Bo, en el capítulo 12 de Éxodo?

Allí, a los israelitas se les da la primera de muchas mitzvot (mandamientos) para observar: a saber, el mandamiento de santificar la luna nueva de Nisán y declararlo el primer mes del año, en honor a la salida de los israelitas de Egipto.

Un pueblo libre

La pregunta de Rashí asume que la Torá es fundamentalmente un libro de leyes, por lo que debe comenzar con la entrega de leyes.

Sin embargo, su comentario también refleja una verdad más profunda acerca de estos versículos en Éxodo, versículos que representan un tipo diferente de comienzo mítico.

Mientras que la historia del mundo podría comenzar en el primer capítulo de Génesis, la historia del nacimiento de los israelitas como un pueblo libre en pacto con su Dios ocurre aquí en Parashat Bo.

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El

tiempo sagrado está marcado

Así como la creación del mundo implica una nueva estructuración del tiempo, a partir del primer día cósmico, este relato de la creación israelita implica también una nueva disposición del tiempo.

“Y El Eterno habló a Moisés ya Aarón en la tierra de Mitzráyim (Egipto), diciendo: Este mes será para vosotros principio de meses; será para vosotros el primer mes del año” (Ex. 12:1-2).

Dios parece sugerir que los israelitas deberían comenzar a contar su año de una manera completamente diferente.

En esta nueva disposición del tiempo, el “primer mes” es aquel en el que se produce el momento redentor de liberación de la esclavitud y la degradación.

Es como si el tiempo mismo comenzara de nuevo. Este comienzo sagrado está marcado de una manera particularmente poderosa.

En la tarde del día 14 de este primer mes, cada casa israelita sacrifica un cordero, pinta los dinteles de la casa con su sangre y come el cordero de manera ritual, asado al fuego con panes sin levadura y hierbas amargas. Este es el primer ritual de la Pascua, el preludio del éxodo de Egipto: una comida nocturna que se come con temor, mientras alrededor de las casas israelitas, los primogénitos egipcios son abatidos por el ángel de la muerte.

Y, sin embargo, en medio de esta escena aterradora, los marcos de las puertas manchados de sangre evocan una imagen de nacimiento.

Después de la larga noche de la primera Pascua, podemos imaginarnos a los israelitas emergiendo por la mañana a través de portales ensangrentados, dejando Mitzráyim literalmente, “el estrecho”, el lugar angosto y convirtiéndose en un pueblo libre.

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Recordando Éxodo

En la memoria sagrada judía, se nos instruye siempre a recordar que la historia de nuestro nacimiento es una historia de liberación.

Como Moisés le dice al pueblo, tan pronto como han salido de Egipto: “Acordaos de este día, cuando salisteis de Mitzráyim, de la casa de los esclavos, porque con brazo fuerte YHWH os sacó de este lugar” (Éxodo 13:3).

Debemos recordar que éramos esclavos y que nacimos en libertad por el poder divino de la redención.

Pero, ¿qué aprendemos acerca de la liberación de estos versos en Bo?

¿Qué significó convertirse en un pueblo libre, en esa primera noche de Pascua?

Libertad proactiva

Hasta este punto de la historia del Éxodo, los israelitas han sido esencialmente personajes pasivos en el desarrollo del drama de su redención.

Marcar sus puertas con sangre de cordero es lo primero que se le pide al pueblo de Israel que haga por sí mismo. Este acto se convierte así en su primer paso hacia la libertad.

Dios les ha dicho: “Atravesaré la tierra de Mitzráyim en esa noche, y mataré a todo primogénito egipcio. Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis, y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga para destruiros, cuando yo hiera en la tierra de Mitzráyim.” (Éxodo 12:12-13).

Como señala Rashí, esta instrucción parece bastante extraña. ¿Dios, el que todo lo ve, necesita sangre en el marco de una puerta para saber quién es israelita y quién egipcio?

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Más bien, señala Rashí, el versículo 13 dice que “la sangre os será una señal”, es decir, una señal para los israelitas, no para Dios.

Pero, ¿por qué los israelitas necesitaban esta señal?

Reclamando identidad

Para dar un paso para convertirse en personas libres, los israelitas tuvieron que marcarse.

Un primer paso esencial en cualquier viaje hacia la liberación es una voluntad de identificarse a uno mismo: dar un paso adelante, hablar, marcarse simultáneamente como oprimido y listo para romper los lazos de la opresión.

Al pintar sus puertas, los israelitas estaban reclamando su identidad y al mismo tiempo haciendo público su rebelión.

Voluntariamente arriesgaron la posibilidad de que no pasara nada de esa fatídica noche, que sus opresores egipcios no fueran asesinados y se elevarían a la mañana siguiente para ver los signos de una revuelta de esclavos, con las puertas de cada participante marcadas descaradamente.

Se marcaron como esclavos, y se marcaron como libres.

Este es el desafío que nuestros antepasados nos dejan.

Puede que ya no seamos esclavos, pero el mundo aún está lejos de ser redimido, y estas preguntas aún hacían eco para nosotros:

¿Cuáles son los pasos que necesitamos para dar nuestro propio viaje de liberación?

¿Cómo nos marcamos como oprimidos y libres?

¿Cuál es el riesgo que cada uno estamos dispuestos a tomar, para indicar el comienzo de nuevas posibilidades?

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Como los esclavos israelitas estaban dispuestos a marcarse y dar ese primer paso, también que cada uno de nosotros esté dispuesto a destacar, hablar y dejar nuestra marca en el camino hacia la libertad.

Debemos recordar el pasado y aprender de él sin revivir constantemente emociones y experiencias que han pasado desde hace mucho tiempo.

Como nos recuerda el rabino Moshé Becker: “Hay una gran diferencia entre vivir con el pasado y vivir en el pasado.”

Es posible que haya sido engañado o abusado verbalmente por alguien cercano.

Las palabras de un maestro pueden haberte golpeado o un amigo te traicionó.

Es fácil estar atrapado con esos recuerdos de dolor u odio, pero si bien no podemos cambiar nuestro pasado, ciertamente podemos cambiar nuestro futuro.

Di-s le dice a la nación judía que pronto se irán de Egipto, donde han sido esclavizados durante más de doscientos años, y él da una curiosa instrucción.

Los esclavos que pronto serán libres tienen que acercarse a sus vecinos egipcios, sus maestros, que les darán valiosos regalos. Esto no fue una compensación por los años de miseria que la nación judía había sufrido.

El oro y la plata no borrarían sus recuerdos, pero se quitaría el aguijón. Recibir estos regalos permitiría a los judíos, con el tiempo, dejar de lado el dolor de su exilio y pasar a construir su futuro.

¿Has escuchado la frase “aquel y aquella viven en el pasado"? Es lo que sucede cuando no se puede dejar de lado sus experiencias del pasado y no puede avanzar.

Debemos recordar el pasado y aprender de él sin revivir constantemente emociones y experiencias que han pasado desde hace mucho tiempo. Las personas verdaderamente geniales son aquellas que pueden retener los recuerdos, pero aprenden de ellos y aplican sus lecciones al futuro.

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EL MILAGRO DE EREV RAV –LA MULTITUD

Basado en comentarios de TOVA LEIBOBICH DOUGLAS

Parashat Bo nos recuerda el hermoso mundo que se puede construir en un instante, incluso después de la destrucción y el dolor.

Parashat Bo relata la más dura de las plagas que fueron infligidas al pueblo egipcio en el transcurso de la historia del Éxodo, pero también describe el comienzo del viaje de nuestros antepasados hacia la libertad.

Este es el pináculo de la narrativa de liberación que ha sostenido al pueblo judío durante generaciones, una narrativa que ha sido un faro de esperanza y luz para el mundo.

En un cuento que podría decirse que es el fundamento de nuestra tradición, un cuento que recitamos en nuestros Seders de Pésaj cada año y que ha sido esencial para nuestra supervivencia como pueblo, uno podría pensar que el mundo estaría dividido entre los buenos israelitas y los malos egipcios.

Después de todo, es Dios quien castiga al pueblo egipcio con plagas. Sin embargo, esta no es, y nunca fue, la verdad.

La Torá nos dice que cuando los israelitas salieron de Egipto, no lo hicieron solos: "Y también había una multitud mixta que subió con ellos". (Éxodo 12:38)

¿Qué es una multitud mixta?

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Por Eliyahu BaYona Shalom Haverim

Rashi, el gran comentarista medieval, nos dice que es una mezcla de conversos de diferentes nacionalidades.

Algunos comentaristas dicen que se refiere específicamente a los egipcios que eligieron unirse a los israelitas. Sí, lo leíste correctamente.

En el momento de la liberación, no solo los israelitas celebraron el nacimiento de una nueva comunidad, de un nuevo mundo.

Fueron los israelitas, así como los egipcios y los de otras naciones.

Fueron personas las que eligieron la tradición oficialmente, a través de la conversión, y muchas fueron simplemente impulsadas a unirse a los israelitas como compañeros de viaje.

Que los israelitas den la bienvenida a su antiguo enemigo en su mundo e, igualmente, que los egipcios y otros se inclinen hacia un acto de fe no es más que otro milagro en una historia llena de milagros.

Varios versículos más tarde, nos encontramos con un texto de prueba que destaca claramente este mensaje esencial de inclusión: "Habrá una Torá para el ciudadano nativo y para el extraño que habita entre ustedes". (Éxodo 12:49).

Como judíos, debemos recordar que realmente somos descendientes de un momento crucial en el tiempo que habló tanto de liberación como de conexión con los demás.

Somos parte de un mundo interconectado, dependiente unos de otros. Sabemos en nuestro corazón, incluso cuando hay disensión e incluso cuando a veces lo olvidamos, que todos somos un solo pueblo.

Parashat Bo es un recordatorio del hermoso mundo que se puede construir en solo un instante, incluso después de la destrucción y el dolor.

La palabra en sí, bo, puede significar "ir" o "venir".

En esta porción, presenciamos exactamente eso, la construcción de una nación para quienes decidieron entrar y para quienes decidieron ir. Para ambos, este momento requirió coraje y fe.

Son estas conexiones humanas las que brindan un respiro y esperanza en los momentos más oscuros porque todos sabemos en nuestro corazón que todos somos realmente un solo pueblo.

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EL CAMINO HACIA LA EMANCIPACION

DE COMENTARIOS HECHOS POR: R. ARI KAHN

Parashat Bo describe la plaga de la oscuridad, durante la cual los egipcios quedaron completamente incapacitados, pero los judíos, que ya no eran esclavos, no eran completamente libres.

Tendrían que seguir varias etapas más de emancipación antes de que se completara su transformación, y estas se producirían en rápida sucesión, en el transcurso de menos de veinticuatro horas:

Primero, los judíos celebrarían el prototipo del Séder de Pascua, que sería seguido primero por la muerte del primogénito de Egipto a la medianoche, y luego, finalmente, por su propia marcha hacia la libertad, a plena luz del día, al día siguiente.

Cada uno de estos elementos fue una etapa distinta en su emancipación.

El aspecto más obvio de su libertad es el éxodo mismo, cuando salieron de Egipto después de una noche de asombro y maravillas. En ese momento, eran verdaderamente libres: una nación surgió de la opresión de otra nación.

Su viaje a la Tierra que fluía leche y miel había comenzado, aunque después de una parada en la montaña conocida como Sinaí.

Aunque su marcha a la Tierra Prometida tomaría más tiempo de lo que anticiparon, hicieron su viaje como una nación libre e independiente.

La noche anterior, Egipto había sido golpeado; cada familia egipcia estaba de luto por su propio primogénito.

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La cultura egipcia se construyó sobre un sistema jerárquico de primogenitura, en el cual el primogénito gobernaba a la familia controlando a los hermanos menores que a su vez controlaban a las clases bajas, quienes a su vez controlaban a los esclavos.

Faraón mismo era el primogénito del primogénito del primogénito.

Como explicó el rabino Soloveitchik, haciéndose eco de su bisabuelo, el rabino Naftalí Tzvi Yehudah Berlín (Ha'amek Davar, Sh’mot 15: 1), toda la economía egipcia se basó en el orden ascendente de privilegios y poder, y se basó en el trabajo esclavo.

La representación visual de este sistema es la pirámide, con el faraón en su cima, y la plaga del primogénito derribó esta pirámide de poder.

En un sentido muy real, la plaga final liberó a los egipcios de la tiranía de su propio sistema político y económico a la medianoche.

Con su imperio en ruinas y su propia familia diezmada, el faraón ordena a los judíos que abandonen Egipto, pero en un acto final de desafío, los judíos ignoran la orden del faraón.

Se niegan a escabullirse como ladrones en la noche, y en su lugar eligen irse en sus propios términos, a su propio tiempo, a plena luz del día.

El tiempo y los términos de su partida refuerzan su dignidad y sentido de libertad personal, mientras que simultáneamente le dan a su antiguo opresor una bofetada final.

Faraón, el autodenominado "dios del sol", no puede doblegar a una nación de esclavos a su voluntad, incluso bajo el sol abrasador.

Solo unas horas antes, los judíos experimentaron otra etapa de libertad.

A medida que cada familia se reunía para el sacrificio de la ofrenda de cordero pascual, los judíos, por primera vez en mucho tiempo, experimentaron la libertad religiosa.

El símbolo de Egipto fue sacrificado al Dios de Israel, y su sangre se exhibió para que todos la vieran, en los postes de las puertas de cada hogar judío.

Hay muchas facetas de la emancipación, muchos tipos de libertad: libertad religiosa, libertad política, libertad económica, autodefinición nacional y autodeterminación.

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Paso a paso, Dios guió a los judíos a través de las muchas etapas que les brindaron su completa libertad, permitiéndoles apreciar y saborear cada paso en el camino.

Este proceso de etapas múltiples aborda otra necesidad muy humana: a medida que se experimenta cada aspecto de la libertad, se vuelve a despertar la imaginación del esclavo aún no emancipado.

Después de generaciones de esclavitud, se les da una probada de libertad que los estimula, por primera vez, a imaginar, anticipar, mirar hacia el futuro y vislumbrar una nueva realidad.

El Targum (Pseudo) Yonatán ilustra este concepto en un breve pero fascinante comentario:

“Has visto lo que le hice a los egipcios, cómo te abracé en las alas de las águilas y te traje a mí.” (Sh’mot 19: 4).

La lectura directa del versículo es secuencial: primero, Dios nos sacó de Egipto, y luego nos trajo al Monte Sinaí ("te trajo a mí")

Has visto lo que le hice a los egipcios; y cómo te llevé a las nubes que son comparables a las alas de las águilas, desde Ramsés, hasta el lugar de Beit Hamikdash, allí para realizar la Pascua (ofrenda); y en la misma noche te traje de regreso a Ramsés, y desde allí te traje aquí para (recibir) las instrucciones de Mi Torá. (Targum (Pseudo) Yonatán, Sh’mot 19: 4)

Esta interpretación sugiere que en la noche de la Pascua, antes de la medianoche, los judíos fueron transportados de sus primitivas casas de esclavos al glorioso Templo de Jerusalén, donde sacrificaron la ofrenda pascual y observaron al seder de la Pascua.

En lugar de contarnos lo que sucedió esa noche, el Targum (Pseudo) Yonatan puede estar tratando de transmitir lo que los judíos experimentaron esa noche: habiendo alcanzado la libertad religiosa, se sintieron como si estuvieran en Jerusalén, un pueblo libre que celebra la Pascua en el Templo Sagrado, el corazón de su patria.

El acto de libertad religiosa, de servir a Dios como judíos orgullosos y libres, les dio la capacidad de creer en todos los demás aspectos de su libertad.

Experimentalmente, estaban en Jerusalén esa noche. Eran libres: en mente, en espíritu, en pensamiento, en creencia. Todo lo que quedaba era reubicarse.

Quizás (Pseudo) Yonatan permitió que su propia imaginación se volviera loca; Históricamente, de hecho, los judíos celebraron la Pascua en Egipto esa noche. Sin embargo, por experiencia, capturó lo que los judíos sintieron esa noche en Egipto.

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Diálogos del Rabai Moshe y el Talmid Akiva

Akiva: Rabai Moshe, mi amiguito Felipe me preguntó por qué Dios ya no hace milagros presenciales, así como los que hizo en Egipto con las plagas, partiendo el Mar de los Juncos, etc.? Y yo le respondí que Hashem sigue haciendo milagros cada día; el problema es que el mundo –vale decir, este Egipto- nos ha absorbido tanto que hemos cubierto capa tras capa la Divinidad y ya no es posible que podamos ver dicha Divinidad. Qué opina usted mi querido maestro?

Rabai Moshe: Has respondido bien, mi querido Talmid Akiva. Esos milagros quedaron grabados en nuestro Sagrado Libro para que no permitiéramos que el polvo lo ocultara y pudiéramos leerlo cada día para recordar la grandeza de nuestro Creador.

Leyendo unos comentarios de nuestros Rabinos, entre ellos el Rabino Reubén Sasson, se pregunta, por qué Dios endureció el corazón del Faraón, cuál era el propósito, por qué era necesario que absorbiera plaga tras plaga?

La Torá nos dice que el propósito era:

"Para que le relates a los oídos de tu hijo y del hijo de tu hijo, cómo jugué con Egipto y con mis señales que coloqué entre ellos, para que supieras que soy Hashem" (Shmot 10: 2)

Como todos sabemos, la obligación esencial de la noche del Séder es contar la historia del Éxodo, de Yetziat Mitzráyim, y que: "Cuanto más se habla sobre el Éxodo, más elogioso es".

El Maharal, sin embargo, plantea una pregunta seria

El Maharal señala que, de hecho, no importa cuánto intentemos ensalzar la grandeza de Dios, estamos condenados a caer terriblemente cortos. De hecho, se podría decir, kol ha’mosif goreah; cuanto más intentemos enfrentar el desafío de captar los elogios de Hashem, más flagrante será nuestra insuficiencia. Y esto se insinúa en la frase "Para ti (Dios), el silencio es alabanza". (Tehillim 65: 2)

PARASHA SHEMOT BO 5783 16
Por Eliyahu BaYona
Por qué Dios ya no se presenta a hacer milagros como los de Egipto?
Shalom Haverim

A lo que Rashí dice: "Ya que es imposible captar las alabanzas de Dios, el silencio es más digno de elogio que la alabanza. De hecho, en este caso, los elogios restan valor”.

En respuesta a este desafío, el Maharal hace un punto crítico.

El propósito de los elogios que relatamos en Pésaj no es para decir nada acerca de Hashem, por así decirlo, porque incluso si pasamos toda la noche alabándolo, sería como si nunca hubiéramos empezado.

El punto de nuestra "narración de la historia", nuestro sippur yitziat mitzrayim –publicar la historia de Egipto-, desde todos los ángulos que podamos, es porque Dios "nos habla", nos alcanza, a través de Sus acciones en este mundo, y así nos centramos más en Sus acciones, en todos sus detalles, son más capaces de escuchar lo que se dice.

Dios ama a Israel. Somos Su primogénito, el rebaño que Él aprecia y cuida.

Dios "quiere" que reconozcamos y sintamos su amor, pero hay un cierto obstáculo que se interpone en nuestro camino.

Dios es aiyn sof, infinito y finalmente trascendente.

Nosotros, por otro lado, estamos limitados y unidos a los diminutos confines de este mundo.

Para cerrar esta brecha, Dios "actúa" y se comunica dentro de nuestro mundo de una manera que nos da un sentido de su participación cuidadosa, su amor.

Y así, cuanto más cerca prestamos atención, discutamos y reflexionamos sobre todo lo que Él hace por nosotros, más claramente podemos escuchar su voz amorosa y más profunda se vuelve nuestra conexión.

Y esto es de lo que trata realmente la noche del Séder. Sí, se trata de contar una historia notable, aunque no por el bien de la historia en sí, sino por el mensaje que se incluye en cada aspecto y detalle de la historia: el amor de Dios por el pueblo judío y la realidad en todo lo que ocurre entre nosotros, por así decirlo, en nuestra historia, es parte de la expresión en desarrollo de una relación profunda.

"Para que sepas que soy Hashem".

"V’ydatem" Para que lo sepas.

Daat, el conocimiento, no es solo una comprensión intelectual.

La palabra daat implica una conexión profunda, una fusión.

Akiva: Entonces ya no se volverán a presentar esos milagros de las plagas?

Rabai Moshe: No te podría asegurar eso, porque eso está a merced de nuestro Dios. Lo que sí te puedo asegurar es que quedaron grabados con un propósito muy grande, como recuerda el Rabino Sasson:

Las plagas y los milagros fueron impresionantes, para quedar maravillados y, sin embargo, en verdad, hubo algo mucho más impresionante que tuvo lugar en Egipto.

El mensaje empaquetado dentro de esas plagas.

PARASHA SHEMOT BO 5783 17

El mensaje de cercanía, el mensaje de la posibilidad de relación entre nosotros y el Dios Infinito, el mensaje del amor divino.

Ese mensaje, cuando reflexionamos sobre él, es lo más impresionante que tuvo lugar en Egipto.

Ese fue un mensaje que no fue solo acerca de Dios, fue sobre nosotros.

Acerca de nuestro gran potencial, nuestro valor profundo e inherente, nuestra capacidad de conectarnos con Dios, de tocar lo intocable y de ser parte de esa relación última, la máxima cercanía.

Imagínate si, por un gran amor, le dio a alguien un regalo muy especial.

Imagínate si, después de abrir ese regalo, la persona siguió y siguió hablando de la belleza del regalo, pero nunca reconoció el sentimiento que el regalo debía transmitir.

No importa cuánto apreciaban y elogiaban la calidad del regalo, sus palabras no serían tan claras, porque se perderían el verdadero punto del regalo: el amor.

El Éxodo, "Mis signos que coloqué entre ellos", tenía un propósito final, daat.

Se trataba de saber, comprender e interiorizar profundamente en nuestros corazones, que aiyn od milvado –no hay nada mas allá de nuestro Dios-, de que "Todo lo que realmente existe, y subyace a toda existencia, es Dios".

Se trataba de conocer y sentir de la manera más profunda que tenemos un mundo especial.

Relación única con Dios, un papel especial y único que desempeñar como pueblo de Dios en la historia.

Fue una invitación a sentir la profunda alegría que naturalmente brota de ese daat, ese reconocimiento del amor.

Akiva: Todá ravá mi Maestro. Ha sido muy explícita su apreciación. Ahora entiendo mejor por qué no vemos de nuevo ese tipo de milagros hoy en día.

Rabai Moshe: El otro tipo de problema que podemos enfrentar al querer disfrutar de nuevas experiencias, es que cuando se acaben los milagros estamos condenados a dejar de creer en la persona que los elaboró.

Y Hashem no quiere eso. El quiso mostrar Su grandeza en esos momentos y escribirlo para la historia, para que lo siguiéramos transmitiendo a nuestros descendientes, y así lo hemos venido haciendo por más de tres mil años, en nuestras casas de estudio, en nuestras sinagogas, y de manera muy especial, cuando nos sentamos en familia a la mesa para celebrar el Séder de Pésaj.

Esa es la fe que guardamos en nuestro Creador transmitida por nuestros Avot, Abraham, Yitzjak, Yaacov y Moshé Rabenu, Moisés nuestro Maestro.

PARASHA SHEMOT BO 5783 18

No Solamente es Reconocer y Pedir Perdón Se Requiere dos cosas más…

Dice la Toráh en el Libro de Shemot –Exodo, 10:1 -Vayomer Adonay el-Moshe bo el-Par'oh ki-ani hijbadeti et-libo ve'et-lev avadav lema'an shiti ototay eleh bekirbo.

Y dijo el Eterno a Moisés : Ve al Faraón, porque Yo he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para manifestar estas mis señales en medio de ellos,

Sforno -R. Obadia Ben Yacov Sforno -1475-1550- comenta sobre el particular:

ינא

יכ

יתדבכה , aunque Moisés había dicho; "Sé que aún no te relacionas con temor y reverencia ante D'os" (9,30), pensó que incluso si no se humilla a D'os por la grandeza de Di-s, al menos debería hacer lo que D'os dice al ver que no tiene otra opción, y ya no puede resistir el efecto acumulativo de las plagas.

Había llegado a esta conclusión cuando notó las palabras קידצה'ה, Hashem, HaTzadik- "el Señor es el Justo". Sin embargo, cuando descubrió que todas estas palabras piadosas a pesar del Faraón continuaron oponiéndose a la voluntad de D'os a pesar del hecho de que le resultó imposible hacer frente a las plagas, Moisés había llegado a la conclusión de que advertir al Faraón de una plaga inminente era un ejercicio inútil.

Es por esto que Dios tuvo que decirle en esta etapa que ya durante la sexta plaga (9,12) había endurecido el corazón de Faraón, de modo que las reglas ordinarias de la psicología ya no podían aplicarse a este hombre.

El propósito era permitirle a Dios demostrar más milagros para que tal vez algunos egipcios se conmovieran por lo que experimentaron para convertirse en penitentes. Si es así, los israelitas en el futuro podrían contarles a sus hijos la grandeza de los milagros de Di-s.

PARASHA SHEMOT BO 5783 19
Por Eliyahu BaYona Director Shalom Haverim

Esto, a su vez, convencería a la humanidad de que D’os amaba a Sus criaturas y fue muy paciente con ellos, brindándoles la oportunidad de enmendar sus caminos.

Esta es la razón por la cual la advertencia a Faraón estaba en su lugar aunque resultaría ineficaz.

El plan de Dios era

ןעמל יתיש יתותוא הלא הלא וברקב , para que pueda demostrar estos milagros Míos en medio de ella, para que las personas se den cuenta de Mi grandeza y regresen con contrición.

Dice enseguida la Toráh, 10:3 -Vayavo Moshe ve'Aharon elPar'oh vayomeru elav koh-amar Adonay Elohey ha'Ivrim ad-matay me'anta le'anot mipanay shalaj ami veya'avduni.

Y vinieron Moisés y Aarón al Faraón y le dijeron: Así ha dicho el Eterno, el Dios de los hebreos: "¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de Mí? Deja ir a mi pueblo para que ellos me sirvan;

Qué nos dice Jizkuni?

, "ve a Faraón porque he endurecido tanto su corazón como el de sus siervos".

No hemos encontrado esta formulación en relación con ninguna de las plagas anteriores.

La razón por la que Di-s reaccionó tan duramente fue que después de que Faraón mismo había confesado que había pecado, en lugar de liberar a los israelitas, tanto él como sus siervos continuaron oprimiendo a los israelitas.

Esta retractación por parte de Faraón obligó a la mano de Di-s, por así decirlo, a reaccionar de la misma manera, haciendo coincidir el castigo con el pecado cometido.

[En el versículo 34 al final del último capítulo, la Torá testificó que los siervos de Faraón lo habían apoyado en su retractación de su confesión.]

'

ןרהאו , -Vayavó Moshe veAarónMoisés y Aarón llegaron (al palacio); la razón por la cual la Torá no mencionó durante las otras plagas que Moisés y Aarón llegaron al palacio juntos, es que Aarón había estado presente en cada entrevista que Moisés tuvo con el Faraón.

אביו השמ

La razón por la que era necesario enfatizar aquí, es que en breve la Torá nos dirá que después de que el Faraón había expulsado a Moisés y Aarón, ambos fueron llamados nuevamente a los siervos de Faraón para que lo hicieran. (Verso 8)

תונעל ינפמ , -le’anot mipanay"humillarte delante de Mí", viendo que Faraón se había jactado de los cultivos que el granizo no había destruido, [atribuyéndolo a la "debilidad" de Dis,] Él respondió con amabilidad.

הכ רמא ה , -koh amar Adonay- "así ha dicho el Señor, etc.", son numerosas otras profecías que se han introducido con esta frase introductoria, así como los mandamientos (en el futuro) que se han introducido con el texto introductorio: "así el Señor dijo.

PARASHA SHEMOT BO 5783 20
אב
לא הערפ יכ יכא יתדבתה תא ובל תאו בל וידבע

"El autor cita: Éxodo 11,5; 32,27; Números 19,2; Números 30,2 y también nos recuerda que en los libros de los profetas, especialmente Isaías y Ezequiel, esta fórmula se usa con frecuencia.

Sucede varias veces que lo que se predijo no se describió más tarde como si hubiera sucedido; [Una de las razones es que cuando la profecía es una advertencia de algo desagradable no tiene que cumplirse si las circunstancias cambian.]

En cualquier caso, en este caso era importante que Di-s le mostrara a Faraón que una profecía de Moisés se cumpliría, porque Moisés, el portavoz de Di-s, había dicho que sí.

Esto es lo que Isaías 44: 26 tenía en mente cuando dijo que Di-s cumple las promesas o amenazas hechas por Sus siervos.

Ahora vemos en el verso 7,

10:7 -Vayomeru avdey Far'oh elav admatay yihyeh zeh lanu lemokesh shalaj et-ha'anashim veya'avdu et-Adonay Eloheyhem haterem teda ki avdah Mitsrayim.

Y los siervos del Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo ha de sernos este hombre un impedimento? Deja que vayan esos hombres y sirvan al Eterno, su Dios. ¿Acaso no sabes todavía que (en caso contrario) Egipto será destruido?

, -Vayomeru avdey Far'oh elav – (después de haber oído esta amenaza) "Los siervos de Faraón le dijeron" Cuando habíamos leído previamente en 9,34 que tanto Faraón como sus siervos (ministros) continuaban pecando, eso se

refería a los ministros que Le habían aconsejado ahora que permitiera que solo los hombres fueran al desierto a ofrecer sacrificios según lo solicitado.

¿Ahora cuestionaron el juicio de Faraón preguntándole si quería esperar hasta que todo Egipto se arruinara?

Implicaban que si Egipto se arruinaba, al final el Faraón no tendría más opción que ceder a las demandas de los israelitas. ¿Por qué no rendirse mientras Egipto todavía era una nación en funcionamiento?

10:10 -Vayomer alehem yehi jen Adonay imajem ka'asher ashalaj etjem ve'et-tapjem re'u ki ra'ah neged peneyjem.

Y él les dijo: ¡Que el Eterno sea con vosotros, así como yo os enviaré a vosotros y a vuestras criaturas! (Mas) miradlo bien, porque el mal está frente a vosotros.

ואר יכ הער, -re'u ki ra'ah-"veo que estás planeando algo perverso", es decir, "estás planeando escapar de la tierra y de todas tus obligaciones".

דגנ םכינפ, -neged peneyjem."Es claramente visible desde todo tu rostro, como si estuviera escrito en tus rostros. Es por eso que insistes en llevarte todas tus pertenencias portátiles con ustedes”.

10:11 - Lo jen leju-na hagevarim ve'ivdu et-Adonay ki otah atem mevakshim vayegaresh otam me'et peney Far'oh.

(Por eso), no hagan así; id vosotros, los hombres, y servid al Eterno, pues esto

PARASHA SHEMOT BO 5783 21
ידבע הערפ
ורמאיו
וילא

pedisteis. Y fueron echados de la presencia del Faraón.

La frase más comúnmente traducida como “endurecimiento del corazón” ocurre 19 veces;

םירבגה" leju-na hagevarim - tú, es decir, los hombres, pueden ir;" los niños se quedarán atrás como garantía de que volverás.

וכל אנ

שרגיו םתוא - vayegaresh otam , " los despidió (expulsó)." La razón por la cual Faraón no había expulsado a Moisés y Aarón hasta ahora, antes de que hubieran sido retirados, cuando ni siquiera se les permitió irse antes de haber recibido permiso expreso para hacerlo, fue porque sabían que Di-s no provocaría la misma plaga por segunda vez. (Sotah 9)

שרגיו םתוא - vayegaresh otam , " los despidió (expulsó)."

[El faraón consideró las langostas como una repetición del granizo, ya que ambas plagas arruinaron el suministro de alimentos de la tierra. Ed.]

10:16 - Vayemaher Par'oh likro leMoshe ule-Aharon vayomer jatati l'Adonay Eloheyjem velajem. Se apresuró el Faraón a llamar a Moisés y a Aarón y dijo: ¡He pecado, contra el Eterno, vuestro Dios, y contra vosotros!

Diez veces se dice que Faraón endureció su corazón

Nueve veces es adscrita a Hashem Esto parece entonces mostrar dos lados de este endurecimiento.

Cuando el Comando Divino vino a Faraón, “Deja ir libre a los esclavos” y su respuesta fue “No lo haré” cada repetición de la persistente obstinación del Faraón causó que cada vez fuera menos escucharlo.

Porque esa es la ley de la Conciencia; cada vez que la voz de la Conciencia es desobedecida, escuchar la voz de Dios se vuelve más tenue, más apagada y más débil y el corazón se vuelve más duro.

La persona no puede quedarse “Neutral” en la Presencia de un trabajo de algún Comando directo de Dios.

Si la persona obedece el Comando Divino lo convierte en bendición; si desafía a Dios, ese comando se convierte en una maldición para él.

יתאטח

הל' , " He pecado contra el Di-s llamado Hashem." Reconoció el atributo de la misericordia, al darse cuenta de que este Di-s le había advertido antes de traer el mal sobre él.

םכלו , " y contra ti", por haberlo arrojado de mi palacio en desgracia.

Y esto termina convirtiéndolo en esclavo.

PARASHA SHEMOT BO 5783 22

LOS TEFILIN

"Y será una señal sobre tu brazo, y un adorno entre tus ojos, pues con mano fuerte Hashem nos sacó de Egipto" (Verso 13:16)

Cuando Hashem creó el mundo, no había dudas de que fue El que hizo que todo existiera, y que El sabía todo lo que sucedía en el mundo y que El se ocupaba de hasta el más mínimo detalle de lo que ocurre en este mundo.

Desde la época de Enosh, el nieto de Adam, la gente comenzó a equivocarse con respecto a Dios. Y hasta hubo quienes negaron Su existencia por completo. Otros aceptaban la existencia de un poder divino, pero afirmaban que estaba tan alejado y era algo tan exaltado que únicamente tenía conocimiento del reino espiritual, pero ellos no sabían lo que ocurría en este mundo.

Un tercer grupo admitía la existencia de un dios que sabe todo lo que ocurre en este mundo inferior, pero no le interesa lo que hacemos. En otras palabras, que creó el universo y después, por decirlo de alguna manera, se fue a jugar al golf...

Dios decidió de una vez y para siempre acabar con todos esos errores. A través de una serie de milagrosos acontecimientos, alterando la naturaleza, Dios demostraría que El crea y controla la naturaleza.

Las plagas de Egipto fueron esos acontecimientos milagrosos.

Pero ¿cómo la mera alteración de la naturaleza puede demostrar que Dios creó

la naturaleza? El hecho de que puedo arreglar un auto no significa que pueda construir un auto. Para responder a este interrogante, debemos entender la naturaleza de este cambio en la naturaleza a mayor profundidad.

Cuando Dios creó el mundo, lo hizo a través de las Diez Frases: "En el comienzo..." "Que haya luz...", etc. Las diez plagas fueron la inversión de las Diez Frases. Eran sus contrapartes negativas. La primera frase corresponde a la décima plaga, la segunda frase corresponde a la novena plaga, etc.

Por ejemplo, la segunda frase "Que haya luz" corresponde a la novena plaga, la plaga de la oscuridad. La plaga de la oscuridad no fue simplemente la falta de luz, sino que Dios alteró todo el orden de la Creación, por lo que la luz se convirtió en la ausencia de la oscuridad. En lugar de haber fotones de luz que perforan la negrura, durante la plaga de la oscuridad, los fotones de oscuridad perforaron la claridad.

Ahora podemos comprender por qué esas plagas demostraron que Dios crea y controla la naturaleza. Porque no se trataba de desviaciones de la corriente normal de la naturaleza, sino más bien de la recreación de la propia naturaleza.

Y comerán la carne en aquella misma noche, asada al fuego, con panes ázimos y con hierbas amargas la comerán. Verso 12:8

con hierbas amargas la comerán Simbolizando la amargura de la esclavitud

PARASHA SHEMOT BO 5783 23

EXPLICACION DE VERSOS

Y no se veían los unos a los otros, ni nadie se levantó de su puesto durante tres días; y para todos los hijos de Israel había luz en sus habitaciones.

Verso 10:23

La novena plaga fue la oscuridad, que reinó en el país a tal punto que los egipcios no veían cada uno a su hermano, y no se levantaron de sus lugares durante tres días. Este fue el castigo por haber puesto los egipcios a algunos israelitas en oscuros calabozos. Las tinieblas sirvieron además, según el Midrash (Shemot Rabá 13, 3), para otro fin: Había entre los hebreos algunos que no eran esclavos, personas ricas que habitaban en lujosos palacios y que no deseaban abandonar Egipto. Estos pensaban que si el Faraón enviaba fuera a los israelitas, los expulsaría también a ellos por enojo. Por consiguiente fueron estos pecadores los que impedían la redención, y por eso murieron. Durante los tres días de tinieblas, los israelitas los sepultaron sin que los egipcios se diesen cuenta de lo ocurrido, para que no dijeran: "También los israelitas están siendo castigados"

y morirá todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del Faraón que habría de sentarse sobre su trono, hasta el primogénito de la esclava que está tras la piedra de moler, y todo primogénito de las bestias". Verso 11:5

La tierra de Egipto

Mas ni un perro moverá su lengua contra ninguno de los hijos de Israel, ni contra hombre ni contra bestia, para que sepáis que el Eterno hace distinción entre los egipcios e Israel. Verso 11:7

Ni contra hombre ni contra bestia

Esto quiere decir que reinaría una tranquilidad absoluta en medio de los hijos de Israel.

.

La décima y última plaga consistió en la muerte de los primogénitos egipcios sin distinción de categoría, y del primogénito de los animales, algunos de los cuales se consideraban sagrados. Así expiaron los egipcios el pecado de arrojar a los hebreos recién nacidos al Nilo. He aquí pues cómo cada plaga que los egipcios sufrieron tuvo su origen en el mal trato que los hebreos tuvieron que soportar, confirmando así una vez más la existencia de la justicia divina.

Primogénito de las bestias

Los primogénitos de algunos animales eran los más adorados por los egipcios.

Este mes os será el principio de los meses; os será el primero de los meses del año. Verso 12:2

El primero de los meses del año

Dios recomienda que el mes hebreo Nisán se considere como el primero de los meses del año israelita (a pesar de que, según la tradición, el mundo fue creado el primer día del mes de Tishrei), indicando con esto el comienzo de la vida judaica y su redención. El mes de Nisán es el mes de la liberación para el pueblo israelita, por cuya causa se celebra la festividad de la Pascua (Pésaj). En efecto, ¿qué pueden representar para un pueblo esclavo los días, las estaciones y las festividades? Para él el tiempo no sigue su curso, y su existencia es como una noche eterna. Fue justamente con su liberación cuando los israelitas comenzaron a contar el tiempo y las fechas.

PARASHA SHEMOT BO 5783 24

Comentario a la Haftará

Yirmiyahu 46:13-28

"Como está fija Tabor entre las montañas y Carmel viajó por el mar..." (46:18)

Cuando el Todopoderoso estaba a punto de entregar la Torá, dos montañas, el Monte Tabor y el Monte Carmel, sintieron grandes deseos de que la Torá fuera dada en ellos. Tan grande era su deseo que el ángel designado para las montañas las empezó a mover en dirección al Sinaí. No obstante, Hashem eligió el Monte Sinaí como el sitio de la entrega de la Torá. A pesar de su desilusión, esas dos montañas fueron recompensadas, siendo arrancadas y reubicadas en Eretz Israel.

Más tarde, los judíos fueron salvados milagrosamente en el Monte Tabor, en la época de la profetisa Devorá, mientras que en el Monte Carmel fue proclamada la unidad de Hashem, en la época de Eliahu. Y si esas dos montañas fueron trasladadas a Eretz Israel a causa de su gran anhelo de que la Torá se enseñara en ellas, ¡cuánto más merecerán en un futuro ser llevados a Eretz Israel todos los Batei Midrash (casas de estudio), en los que se ha estudiado la Torá en forma continua durante nada más ni nada menos que 3000 años!

Meguilá 29b, Maharshá, Rashí, Bereshit

Rabá 99:1

ERETZ ISRAEL

Por cualquier otro nombre

El Monte Hermón, "los Alpes israelíes", que yace en la frontera de Israel con los amorreos y los tsidonitas, en la Torá aparece según otros varios nombres: Sirión, Senir y Sión. Estos nombres le fueron dados por las naciones vecinas: los tsidonitas lo llamaban "Sirión", y los amorreos lo llamaban "Senir" (Devarim 3:9).

La Torá relata esto para demostrar cuán amada era Eretz Israel, inclusive para las demás naciones. Los nombres Sirión y Senir eran, originariamente, nombres de montañas dentro de los límites de Eretz Israel. Las naciones amaban tanto a Eretz Israel que cuando construyeron ciudades en el Monte Hermón, les pusieron los mismos nombres de los montes de Eretz Israel.

Esta apreciación adquiere una dimensión especial cuando advertimos que Senir significa "montaña de cumbre nevada". Hasta los inhabitables picos de montaña de Eretz Israel eran tan queridos por las naciones que llamaron a sus ciudades montañosas por ese nombre

PARASHA SHEMOT BO 5783 25
Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair de la Organización Ohr Somayach de Israel y Monsey. Agradecimientos a Sefaria. Editado por el Maestro y Periodista Eliyahu BaYonah, Director de la Organización Shalom Haverim de Monsey, New York. Email: eliyahubayonah@gmail.com

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