
Año 3, No. 60 / 21 de noviembre del 2025



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Año 3, No. 60 / 21 de noviembre del 2025












Se estima que alrededor de 2 millones de migrantes mexicanos han alcanzado la tercera edad en Estados Unidos. De ellos, la estadística es cruda: Aproximadamente 500 mil son indocumentados y se cree que un desalentador 97 porciento no cuenta con una pensión que les garantice un retiro digno y autónomo.
a Circunscripción es un proyecto informa vo producido y dirigido por la Ex Diputada Federal Migrante de la LXV Legislatura Nora Oranday
Coordinación General: Andrea María Guzmán Mauleón
Concepto editorial y diseño: Joaquín Sandoval Contreras
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La Historia reciente y pasada de México revela una misma verdad: El país
sigue siendo sostenido por quienes han resis do en silencio. Desde las “Adelitas”, cuya par cipación fue mucho más que acompañamiento román co -fueron estrategas, comandantes, proveedoras y comba enteshasta las mujeres que hoy reafirman su derecho a la dignidad, el país se ha levantadosobrelafuerzafemeninaquejamáspidiópermisoparaexis r.
Ese espíritu resuena en las movilizaciones de la Generación Z, que tomó 52 ciudades tras el asesinato del alcalde de Uruapan. Su rabia organizada más que caprichojuvenilesunadenunciafrontalcontralacorrupciónylaimpunidadque devoranoportunidadesyfuturo.
Pero la inconformidad no es nueva. 'La Jaula de Oro' canción emblemá ca para los 'paisanos' por denunciar el encierro psicológico del migrante, adquiere en el presente un filo más cruel, la deportación dejó de ser trámite para conver rse ensentencia,pruebainequívocadeunmodeloeconómicoquefalló.
Paradójicamente, mientras México y Estados Unidos discuten fronteras, una integraciónrealocurreensilencio,noolvidemosalosmásde110milmexicanos que han servido en el ejército estadounidense, un recordatorio de que los vínculosentreambospaísessonmásprofundosquecualquiermuroretórico.
Y mientras tanto, casi dos millones de migrantes envejecen sin pensión ni seguro médico. Tras décadas de enviar remesas que sos enen a México, enfrentan una vejez desprotegida. El país les debe algo más que gra tud, les debejus cia.
De esto se trata esta edición que espero sea de su interés, saludos míos y de mis fielescolaboradores.


Nora Oranday EDITORA

SPor
Dhc Nancy Gu érrez Herrera
indudacincodécadasdemigraciónenEUAhanrevolucio-
nado la forma en que miramos “la dolariza” que llega a nuestros rincones mexicanos en eterna precariedad Michoacán de corazón roto desde el siglo pasado, con un mar rio que exacerba la Historia como si de un purgatorio se tratara; el Estado de México de un desasosiego casi centenario y Jalisco queresisteexprimiendoelusufructodelafeylaesperanza.
Aquí nacieron la mayoría de nuestros adultos mayores en EUA; migrantes del siglo pasado dentro del mismo sistema de gobierno “revolucionario ins tucional” cuya realidad obligó a tantos a migrar para traer un poco de bien a su familia, a su estadoyasupaís.
La población de migrantes de 65 años y más, cons tuye hoy un grupo con una historia de vida singular, llena de esfuerzo y sacrificio,y que, alllegar a lavejez,se enfrenta a una vulnerabilidad que interpela nuestra conciencia como nación; algunos pocos de nuestros connacionales son ciudadanos, residentes. Lograron reunir a su familia y enraizar generaciones que ya no añoran nuestro México y sus miserias roman zadas… triunfaron,sobrevivieron,resis eronyfueronpuentedefamiliaextensa y jóvenes que van a envejecer allá “del otro lado”… de ambos lados.
Esta generación man ene una fuerte iden dad, se man enen trilingües a fuerza de resistencia y su peregrinar no termina de vuelta a casa, de vuelta allá y de vuelta acá hasta la úl ma morada. La travesía de nuestros adultos mayores en el extranjero no
ha sido en vano; su esfuerzo ha sostenido a miles de familias en México,perolahuelladelaprecariedadesprofunda.
Se es ma que alrededor de 2 millones de migrantes mexicanos han alcanzado la tercera edad en Estados Unidos. De ellos, la estadís ca es cruda: Aproximadamente 500 mil son indocumentadosysecreequeundesalentador97porcientonocuenta con una pensión que les garan ce un re ro digno y autónomo. Esto los obliga a depender exclusivamente de sus familias, o peor aún, a seguir trabajando en condiciones de extrema dificultad sica,apesardesusaños.
El 93 por ciento de los migrantes mayores envía remesas a sus hogares, demostrando que su rol económico ac vo es un acto de resistencia incondicional que nunca cesa. Su falta de seguro desaludenEUA,queafectaaunalarmante34porcientodeesta población, y que sin documentos impide que puedan beneficiarse de la transformación que acá les da seguridad social aunque no residan en el país, pero están allá atrapados en un estatus migratorio inhumano que paradójicamente les asegura la vida,ynoselascuida.
Este panorama no debe llevarnos a la resignación, sino a la acción. Cada uno de estos números representa una vida, una historia de resistencia que merece un final de cuento, no de angus a.

En Estados Unidos, 2 millones de mexicanos mayores de 65 años buscan acceder a la Pensión del Bienestar del gobierno mexicano, para el cual, aún no existen mecanismos legales ni financieros claros para su entrega en el extranjero.
LaPromesadelaProtecciónSocialUniversal
Apremia un deber prospec vo que tome a los mexicanos migrantes como su prioridad, que en enda sus necesidades y que, como gobierno, asuma la responsabilidad como beneficiario directo de las remesas; los Estados que reciben remesas están obligados a la construcción de un futuro donde la dignidad sea la única compañera de nuestros adultos mayores. La esperanza yace en el reconocimiento de su valor y garan zar la consolidación de derechos que honren su legado, como elderecho a votaryservotados.
El derecho a una vejez digna no puede depender de fronteras ni de estatus migratorio, ejecutar ya un modelo de pensión directamente proporcional al ingreso más alto de dinero que entra al país. Esta extensión no es un favor, sino un acto de jus cia y una deuda histórica. Reconocer que, a través de sus remesas, han sostenido a México, es fundamental. La meta es clara: Garan zar una base económica que les dé autonomía y la tranquilidadquetantomerecen.
No sólo es la consolidación de esquemas flexibles, como la afiliación al IMSS para Trabajadores Independientes, que permite a los migrantes mayores acceder a servicios médicos en México, generar una pensión por invalidez y vida, y ahorrar para elre ro.
Urge un trabajo consular, polí co social y migratorio con
empa a clara con la realidad de los mayores de 65 la coordinación con consulados debe ser la llave que abra esta puerta de protección a quienes su estatus migratorio los man enepresosenelterritoriodelaslibertades.
Facilitar la obtención de visas a los abuelos y abuelas para que puedan abrazar a sus hijos y nietos, muchas veces después de décadas de separación, es un bálsamo para el alma y una reparación emocional irremplazable. Un retorno digno, el caminodevuelta,deidayvueltaquelespermitaelegir.
Para aquellos que eligen regresar, la estrategia "México te Abraza" debe garan zar un retorno fluido y humano, el reconocimiento de los adultos mayor migrantes, cargados de años y experiencia, que puedan mirar atrás con orgullo y hacia adelante con serenidad. Ya se ganaron “la edad de oro”, es una obligación colec va asegurar que el úl mo capítulo de sus vidas seaelmástranquiloyfeliz.
Hagamos de la esperanza una realidad innegable y de las accionesnuestrascrónicas.
* Nancy Gutiérrez Herrera, es Académica de la FESC UNAM. Directora de la Comunidad Internacional de Ética y Responsabilidad Social, CIERS. Coord. UNAMos Manos por la Responsabilidad Social Universitaria.
Por Bryan E. Rivera Villalobos
La canción ‘La jaula de oro’ del grupo Los Tigres del Norte, relata las condiciones de aprisionamiento vividas por los migrantes. Es una descripción acertada sobre la realidad de quienes se encuentran lejos de su país, en situación de ilegalidad.Aunquelacanciónpuedepresentarsecomounaobravigente, hay que señalar el cambio de paradigma con la acentuación sobre las polí cas de persecución y el desarrollo de nuevos programas cuyo propósito es la erradicación de los migrantes en Estados Unidos, y estos migrantes car hast deunápicedetranquilidad.
Quisiera empezar por señalar que es mento no nace como una crí ca a la obr ‘La jaula de oro’, sino como un complemen analí co donde se señala que las condiciones míseras de los migrantes se acentúan, donde la amenaza de deportación no significalaliberacióndelcau vo,sinola condena y el exilio de una supuesta

oportunidad por sobrevivir ‘La jaula de oro’, producida en el año1984, relata la óp ca del migrante al estar formando una nueva vida en el país vecino, haciendo hincapié en que las personas experimentan un sen miento de encierro, pese a tener mejores condiciones de vida que en sus países de origen, padecen un sen r nostálgico sobre elementos tan sencillos, y a la vez complejos, como hablar en su idioma, la negación de otros migrantes hasta del color de piel, además, se man ene el sen do de au vidad y precaución, pues se ene en cuenta la falta de documentación que los valide como ciudadanos estadouniden-

yoría de los elementos relatados en la canción se man eas 41 años de su lanzamiento, sin embargo: ¿Sigue siendo per nente hablar de un encierro, de una jaula? En principio podría considerarse que sí, pues los migrantes aún se ven en la necesidad de esconderse de las patrullas migrantes, siguen experimentando la ruptura simbólica y la negaciónalaiden daddesusdescendientes.

Por otra parte: las condiciones del migrante han cambiado. Bien es cierto que en la década de los ochentas, los migrantes ya experimentaban persecuciones, sin embargo, aún se encontraba una u lidad en las personas como fuerza de trabajo, como mano de obra, como aquella masa humana disponible para hacer las labores que otros rechazaban; ahora se encuentran acentuadas las contradicciones del capitalismo, no sólo en Estados Unidos sino también en naciones poco o medianamente desarrolladas.Así,ladeportaciónseproponecomoherramienta de sostén para las condiciones de vida estadounidense, pues la crisis del trabajo se hace cada vez más evidente. Dicho en otras palabras: Se están expresando en suma las contradicciones el capitalismoensufaseneoliberal.
Ladeportaciónnorepresentalacau vidad,yanohayunajaula de oro, pues la vida en Estados Unidos, también se ha transformado en una existencia mísera, tampoco puede ser sólo una jaula, aunque argumentemos que los migrantes se ven en la necesidad de esconderse en sus casas y siguen experimentando el sen do de cau vidad, ya que la deportación es, en concreto, persecucióny,enciertamedida,condenaamuerte.
Los sistemas de vigilancia desarrollados a par r de medios electrónicos y digitales hacen más sencilla la tarea de la persecución. Así se gesta un control casi total sobre la población, ¡Se juega al gato y al ratón!, produciendo condiciones dramá cas y, con ello, lanzando de manera indirecta la advertencia de la
reducción poblacional, no sólo a nivel nación en Estados Unidos, sino a nivel global, donde los mecanismos y formas de persecución y erradicación se tornan cada vez más especializados, así como discretos. Tampoco puede hablarse de la posibilidad de la libertad mediante la deportación, pues no se olvide que el migrante ha abandonado naciones cuyas condiciones sociales, culturales, económicas y/o polí cas cortaron la posibilidad de vidaenesosespacios.
Para concluir este documento es necesario señalar que los elementos culturales como una canción, no sólo retratan a realidad y generan un sen miento nostálgico o de contraste con quienes experimentan esas condiciones de vida, pues también pueden servir como herramienta para el análisis profundo y complejodelarealidad,comopuntodepar daparalareflexión. Lamigraciónesunelementomul facé coquedebeanalizarsea profundidad y que mejor que hacerlo desde estos polos que permitenacercarsedemaneraabiertaalapoblación.
Bryan Eduardo Rivera Villalobos: Profesor Universitario maestrante en Gestión y Políticas Metropolitanas en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). Investigador social de laceraciones sociales e idealidad económica, además de la construcción de paralelismos políticos e ideológicos y de dispositivos digitales como sujeción cultural en los jóvenes del siglo XXI.



Escribir sobre la relación entre México y Estados Unidos
siempre es apasionante porque abarca una amplia gama de aspectos y rubros, tanto formales como informales. Estamos muy acostumbrados a escuchar por todos los medios acerca de los intercambios comerciales con nuestro vecino del norteodelosvaivenespolí cos.
No es para menos. El nivel de interdependencia que existe entre México y EU es for simo. Los números no nos mienten: En lo que va del 2025, México se ha mantenido como el primer socio comercial de Estados Unidos, incluso por encima de Canadá y China.
Esto implica que no solo México tenga una dependencia brutal del comercio con el mercado estadounidense, sino también que el mercado mexicano guarde una prevalencia para EU. Ya ni hablamos de la importancia del comercio mexicano para los Estados de la Unión Americana. Por ejemplo, Texas concentra un terciodelcomerciototalconMéxico,seguidoporMichiganconel15 porcientoyCaliforniaconprác camente12porciento.
En ese mismo tenor, es innegable que el T-MEC, ha permi do sentar las bases de la integración Norteamérica y de las cadenas devalor.Hoy,estáenbogahablardeesteTratadodeLibreComercio en todos los espacios de la vida co diana de nuestras nacio-
nes, junto con las interacciones de índoles polí ca que se dan en esecontexto.
Pero más allá de abordar picamente el ámbito polí co y económico de nuestra relación bilateral, hoy tenemos que resaltar el alto nivel de integración de nuestras sociedades en el día a día. Hay datos que nos sirven de parámetro. Por citar un caso: De acuerdo con la revista Forbes, en México hay más de 40 millones de aficionados a la NFL. Esto quiere decir que un tercio de la poblaciónmexicanaapoyaaunequipodefutbolamericanoyque cerca de 25 millones de mexicanos vieron el úl mo Súper Tazón. Y en reciprocidad, durante este evento en los hogares estadounidense se consumieron aproximadamente 150 mil toneladas de aguacateenlosguacamolesdelasconvivenciasfamiliares.
Otro caso es, por ejemplo, en el contexto de la globalización, que tanto los mexicanos como estadounidenses pueden acudir, ya sea en México o en EU, a lugares como Costco o Six Flags con la misma membresía, o conectarse a Ne lix u otras cuentas de “streaming”. Ya ni hablamos de comer en cadenas como McDonald´s, Starbucks o Popeye's. Todo lo anterior para evidenciar el nivel de vinculación entre vecinos que también se expresa a través de la cultura, la música, el cine y la aspiración al americanway oflife.
Otro rubro que también nos muestra el nivel tan profundo de vinculación de nuestras sociedades ene que ver con el número depersonasquecompartennacionalidad.Sees maquelapoblación mexicana en EU ascienda a 40 millones de personas, y de éstas, 11 millones hayan nacido en México. Esto quiere decir que hay al menos 29 millones de personas binacionales, más cuatro millones más que nacieron en territorio mexicano, pero que han obtenidolanacionalidadestadounidense.Enconcreto,hablamos aproximadamente de 33 millones de mexicanoamericanos con derechosydeberesenambosladosdelafrontera.
Más aún, y a propósito del 11 de noviembre que se celebra el Día de los Veteranos, bien vale la pena reflexionar el nivel de integración de nuestros pueblos que incluso en el rubro militar ha habido par cipación de personas de origen mexicano al interior de las fuerzas estadounidenses. Y no es un fenómeno reciente. Históricamente, con base en información del U.S. Army Center of MilitaryHistory,entre350y500milmexicoamericanosseenlistaron en las filas del ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra mundial peleando contra el fascismo y el nazismo. Destaca el caso de Marcario García, oriundo de Coahuila, quien fue el primer mexicano inmigrante en ser condecorado con la Medal of Honoren1944.
Actualmente, de acuerdo con el portal Migra on Policy, se es ma que más de 730 mil veteranos nacieron fuera en el extranjero, y de esa cifra se calcula que 110 mil mexicanos han portado en ac vo el uniforme estadounidense La par cipación de vetarnos mexicanos en las fuerzas armadas de EU nos habla de la profunda integración entre nuestras sociedades y de cómo diversos puentes han sido construidos para lograr un amplio entendimiento entre nosotros, incluso en lo militar. Compar mos valores comoelservicioyladefensadelapatria.
Una vez más constatamos que nuestra relación bilateral no se limita a intercambios comerciales o asuntos polí cos. Implica reconocer que en la co dianeidad nuestras poblaciones están más conectadas de lo que podríamos imaginar. Reconocer el legado y par cipación de los veteranos mexicanos amplía la comprensión sobre las complejas dinámicas de nuestra vinculación.

Edgar A. García Villaseñor: Internacionalista mexicano, especialista en seguridad y política internacionales. Ha ejercido las relaciones internacionales desde el poder legislativo federal, tanto en el Senado de la República como en la Cámara de Diputados.




Hay figuras históricas que se nos quedan grabadas no sólo por sus hazañas, sino que despiertan algo profundo nuestra memoria colec va. “Las as”, esas mujeres de la RevoMexicanaquedurantedécafueron retratadas como simacompañantes, en realidad on protagonistas silenciosas que llamaría “una metamorosis” que todavía hoy nos sos equizá por eso, al hablar de ellas, una siente un nudo en la anta: porque su libertad, alen a y capacidad de resistensiguen siendo espejo de lo las mujeres vivimos en pleno ein uno.
pensamos en una Adelita solemos imaginar la falda larga, el rebozo, las carrilleras cruzadas y el tren avanzando entre el polvo y el estruendo de la guerra. Pero detrás de esa imagen román ca había mujeres de carne y hueso: Campesinas, obreras, maestras, telegrafistas, madres jóvenes; mujeres que dejaron atrás la seguridad de su casa para lanzarse a un país hecho pedazos. Unas siguieron a sus familias porque no tenían otra alterna va Otras se sumaron movidas por convicciones polí cas, por hartazgo ante las injus cias,poreldeseodeunMéxicodiferente.
Pero muchas mujeres más vieron en la Revolución Mexicana un mo vo de lucha para decidir, por primera vez, sobre su propiavida.
En los ejércitos de Villa, Zapata, Carranza y otros caudillos, estas mujeres fueron la columna vertebral de la revolución co diana. Cocinaban, cargaban agua, curaban a los heridos y atendían a los niños que viajaban con la tropa; ellas se convir eron en el soporte logís co de miles de soldados. Sin su trabajo invisible, la Revolución no habría avanzadoniunkilómetro.
Pero limitar su papel al fogón sería repe r la injus cia histórica que las redujo a “acompañantes”. Las Adelitas también comba eron. Muchas aprendieron a usar el fusil, montaron a caballo, realizaron tareas de vigilancia o sabotaje, e incluso par ciparon en batallas decisivas. Ahí está el ejemplo de Petra Herrera, que al principio tuvo que disfrazarse de hombre para ser aceptada en el ejército villista y que luego comandó un batallón de mujeres en la toma de Torreón, en el Estado de Coahuila.
O Ángela Jiménez, experta en explosivos, o Amelia Robles, quien peleó como hombre y obtuvo grado militar por su valen a. Susnombressonapenasunamuestramínima de miles que arriesgaron la vida con la mismaentregaqueloshombres.
En un México profundamente patriarcal, donde a las mujeres se nos reservaba el hogar y el silencio, ellas tomaron el campo de batalla. Lo ocuparon sin pedir permiso. Aún sin derechos polí cos, sin acceso pleno a la educación y sin la protección de las leyes, asumieron un rol protagónico que la historia tardó décadas enreconocer.
Ese gesto —atreverse a hacer lo que no estaba permi do es el corazón del empoderamiento femenino Ellas no luchaban solo por los ideales revolucionarios: también luchaban por su dignidad, por su autonomía, por la posibilidad de decidir. Cada decisión que tomaron, desde unirse a una tropa hasta desafiar estereo pos, fue una afirmación radical desulibertad.
Las Adelitas también fueron mujeres profundamente humanas. El sacrificio que cargaron, los duelos, los desplazamientos, la incer dumbre constante… ninguna de estas cosas aparece en los corridos ni en los libros de texto. Y quizá parte de su fuerza está justamente en esa mezcla de fragilidad y determinación: Podían llorar al anochecer por un hijo perdido y al amanecer empuñar un fusil paradefenderlavidadeotros.
Eran cuidadoras y comba entes al mismo empo, una dualidad que todavía hoy define a miles de mujeres que sos enen a sus familias, a sus comunidades y enmuchoscasos,aunpaísentero.
La imagen de la Adelita trascendió el campo de batalla para conver rse en símbolo cultural. El corrido que lleva su nombre, las fotogra as en blanco y negro y la esté ca que heredó el cine mexicano terminaron creando un ícono nacional. Pero la verdadera importancia de ese símbolo está en lo que representa: la fuerza de las mujeres que no aceptan ser invisibles.
La Adelita es la madre, la hermana, la migrante, la trabajadora; es la mujer que
decide caminar, aunque la historia oficial ledigaquesequedeatrás.
Hoy, en un país donde las mujeres exigimos seguridad, jus cia, derechos laborales, igualdad sustan va, pleno ejercicio de nuestros derechos polí co electorales y reconocimiento pleno, Las Adelitas vuelvenahablaratravésdenosotras.
Nos recuerdan que la lucha por la libertad femenina no empezó en las marchas modernas ni en los parlamentos contemporáneos. Empezó también ahí, entre balas y trenes, con mujeres que no tenían derecho al voto pero que ya estaban transformando la nación con sus manos, su coraje y su determinación inquebrantable.
Para las mujeres que recuerdan entrañablemente a su México, pero que actualmente son parte de la diáspora —como muchas lectorasdeestarevista—, las Adelitas también son un puente Representan el enorme peso emocional de ser mujer en movimiento: dejar atrás el hogar, sostener familias a distancia, enfrentar violencias nuevas y an guas, construir comunidaden erraajena.
Así que las Adelitas no son sólo pasado. Son una herencia, un recordatorioyunapromesa.Sonelrecordatorio de que la Historia se reescribe cada vez que una mujer decide levantarse, tomar lapalabra,organizarseodefenderaotras. Y que, igual que ellas, nunca estamos solasenlalucha.
Porque la Revolución también fue de ellas. Y el futuro, sin duda, también lo será.
Andrea María Guzmán Mauleón es Maestra en Dirección de la Comunicación y Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de 9 años de experiencia en Igualdad de Género dentro de la Administración Pública. Asesora Legislativa en Cámara de Diputados.
Las "Adelitas" fueron las mujeres que participaron en la Revolución Mexicana, ya sea luchando activamente o apoyando a los soldados como cocineras y enfermeras.



Por Bárbara Contreras
El pasado sábado 15 de noviembre, miles de jóvenes —y
muchos adultos que se iden fican con la e queta de Generación Z— tomaron las calles de múl ples ciudades deMéxicoparaexpresarsurechazoalgobiernofederal.Lamovilización más visible tuvo lugar en la capital del país, desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo de la Ciudad de México, con consignas severas contra la ges ón del gobierno Federal actual.
El detonante fue el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre, lo que provocó un estallido de indignación juvenil. Además, los manifestantes exigieron una respuesta efec va contra la violencia, la corrupción, la impunidad, así como mayores oportunidades laborales para su generación.
Entre las consecuencias de estas protestas sobresale que en la Ciudad de México se reportaron al menos 100 policías heridos, de los cuales unos 40 requirieron hospitalización. También se registraron20civileslesionadosy20detenidos.
Es sumamente importante recalcar que las protestas ocurrieronsimultáneamenteenalmenos52ciudadesdelpaís.
En la CDMX, la marcha, que comenzó pacíficamente, viró a enfrentamientos cuando un grupo iden ficado como “bloque negro” derribó vallas de seguridad frente al Palacio Nacional. La respuesta de la policía incluyó uso de gas lacrimógeno, escudos ygolpesparacontenerlamovilización.
Entre los lemas que se escucharon se encontraba “¡Fuera Morena!”, “¡Jus cia para Carlos!” y “No más impunidad”, reflejando el hartazgo de una generación que se siente marginada en lasdecisionesdepoder.
El gobierno federal, por su parte, condenó los hechos de violencia pero cues onó la auten cidad de la protesta, afirmando que “detrás del movimiento habría bots, inteligencia ar ficial y financiamientoexternoparamanipularalajuventud.”
Lo cual podría incitar a manifestaciones de una magnitud mayor dado el ánimo de negación que prevalece en la PresidenciadeMéxico.
Sin duda, estos actos dejan en claro que la Generación Z —o al menos el movimiento que reclama representarla- ha decidido saliralacalleyexigirque“estegobiernodéelancho”
Las próximas semanas podrían ser clave para ver si las autoridadesa endensusdemandasosilatensiónescalaaúnmás.


De acuerdo con el Foro Económico Mundial, la Generación Z representará un tercio de la fuerza laboral global en 2030, y se incorporará al mundo del trabajo en medio de una transformación sin precedentes.

La principal intervención militar de Estados Unidos en México en 1917 fue la Expedición Punitiva contra Pancho Villa, que se extendió de marzo de 1916 a febrero de 1917.
La expedición, liderada por el general John J. Pershing, tuvo como objetivo principal capturar a Villa después de su ataque a Columbus, Nuevo México, pero no logró su objetivo principal y fue retirada principalmente debido a la presión diplomática mexicana y la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.



La dejó como fundamentales la justicia social, la libertad, Revolución Mexicana valores la igualdad y la democracia. Estos principios, plasmados en la Constitución de 1917, siguen siendo pilares de la identidad y el marco legal de México hoy en día.