FOTÓGRAFOS TAMPIQUEÑOS, rumbo al Nacho López

FOTÓGRAFOS TAMPIQUEÑOS Rumbo al NACHO LÓPEZ

En el invierno de 1990, en un viaje de visita a mi ciudad natal, tuve la oportunidad de volver a visitar un sitio en el cual años atrás trabajé : la Terminal Marítima Madero. Esa noche de neblina, casi de manera accidental, descubrí una atmósfera que me sedujo tanto que se convirtió en protagonista de mi trabajo fotográfico. Así empezó todo. Tres años más tarde me mudé desde la CDMX a Madero.

Recién llegado a la ciudad concursé y obtuve una beca estatal para realizar un proyecto más profundo, en la Refinería Madero y otra vez la Terminal Marítima Madero. Aún cuando en primer momento la aproximación al tema pretendía ser documental, en gran medida, volví a elaborar piezas más interpretativas y plásticas, que documentales. Toda mi familia (o casi toda) son o fueron petroleros. Trabajé como ayudante de Marina (algo así como obrero general pero en el puerto), durante unos meses en PEMEX. Eso no me convertía en “petrolero”, tampoco desarrollar este proyecto, sin embargo era mi papel, desde la autoridad que me daba mi procedencia, mi familia, hablar de la industria, de PEMEX, en mi obra personal. Sobre todo porque pocos o nadie había hecho un registro tan amplio de este tema que dio personalidad y carácter a la ciudad donde nací.

Incluso desde el proyecto de petroleros, he considerado mi obra como una autobiografía traducida en imágenes.

Los proyectos y series en esta primera década, constituyen hasta el momento, el grueso de mi obra. Fue hasta en este año (2000), que desarrollé tal vez el proyecto más personal en toda mi obra. Por primera vez, la foto fue una salvación, la resolución a mis conflictos, fue incluso catártico: descubrí el arte como sanación.

Para finales de esta primera década del siglo XXI, ciertos cambios de índole nacional afectaron sustancialmente a nuestra sociedad y particularmente a Tampico, Madero y Altamira, los cuales repercutieron dramáticamente en mi trabajo. Desaprobando la situación política de nuestro país, desarrollé el que fuera mi último proyecto (hecho con cámaras profesionales) hasta el momento, usando como medio la intervención del paisaje natural y urbano: Elegía al Horizonte.

Tiempos de cambios, en casi todos los sentidos posibles. El país en guerra contra el narco. Tamaulipas casi viviendo en estado sitio. La resistencia se daba por la imposibilidad de migrar a mejores ciudades, solo aquellos suficientemente afortunados o preocupados o afectados por estos eventos, pudieron hacerlo. Mucho otros tuvimos que quedarnos. Por otra parte, mi actividad creativa se vio estimulada por más cambios en los medios y métodos para compartir contenidos: el Smartphone.

La siguiente exhibición/proyecto duraría casi la segunda década del siglo. Continué trabajando, publicando, y exhibiendo durante 9 años diversos temas, de nueva cuenta dibujando una línea autobiográfica en Instagram.

Este último trabajo que comparto, es un proyecto iniciado aún por concluirse, en él convergen diversas ideas expuestas en otros proyectos, simbolizando el cierre de un círculo temático al rededor de la industria y de la gente del ambiente cultural y artístico de la región.

Hoy inicia la tercera década del siglo con un evento que está alterando la vida completa en nuestro planeta. Para mi significa el umbral de un gran cambio que todavía no veo con claridad. Parafraseando a mi querido amigo y poeta Arturo Castillo: “Atinaré a saludar con modestia el futuro”