Bajo la mirada de Jesús Guerrero
Un 9 de agosto, pero de 2011, muere la tampiqueña Carmen Rivero. Como ocurre con muchos paisanos su legado musical, su trabajo, su aportación a la música popular, parece disolverse en el tiempo, como una estela de mar de puerto. Sin embargo, su aportación no se olvida; ella abrió las puertas a las expresiones artísticas colombianas que hoy en día nos deleitan con la cumbia, no solo en la zona sur de Tamaulipas, sino en todo México.
Es el año de 1967, las comparsas ensayan para el Carnaval — mi madre, con 25 años por esa fecha, lo recuerda— los decibeles traspasan la barda de la casa y se escucha la icónica “La pollera colorada” de los colombianos Juan Bautista Madera Castro y Wilson Choperena, pero a la manera de Carmen Rivero en cumbia mexicana.
Jóvenes de lentejuela, plumas y colores chillantes practican su coreografía en la calle. A mi hermano mayor, de cuatro años entonces, le deslumbran los colores, la cadencia de los cuerpos, un movimiento persistente hasta nuestros días. Inicia el reinado de la cumbia en el mundo.
¿Pero, quién fue Carmen Martínez Rivero, por una parte, olvidada y por la otra, hasta cierto punto desconocida para las nuevas generaciones? Policarpo Calle Villalba ‘Don Poli’, acordeonista de cumbia y vallenato, muy popular en Colombia y México, señala que una de las primeras personas que introdujo la cumbia en nuestro país fue ella.
Rivero nació en Tampico, Tamaulipas y estudió la carrera de concertista clásica. Para el año de 1964, se encarga de introducir a nuestro país la “Cumbia”. Para ello, viajó a Colombia, aprendió y profundizó sobre los secretos de este ritmo.
A través de la disquera CBS Columbia/Discos Orfeón, a comienzos de los años 60, que con el título de su disco “A bailar cumbia” llama al género por su nombre, al realizar una fusión de la música nativa colombiana retomando los aires del metal e integrar elementos de la música cubana, como el uso de los timbales. Así nace Carmen Rivero y su conjunto; a lo largo de más de cuatro décadas graba alrededor de 10 discos de larga duración de cumbia, siendo la primera mujer en su época en dirigir una orquesta dentro del género.
Martínez Rivero, tuvo la visión de atraer al grupo a Linda Vera “La reina de la cumbia”, extraordinaria vocalista que fue la primera en cantar “La pollera colorada”, junto con Carmen Rivero y su conjunto, fórmula que les permitió alcanzar fama mundial. En muy poco tiempo comenzó a popularizarse los covers colombianos, cumbias famosas encabezadas, por “La pollera colorá”, “Pescador” o como el tema “A Tabasco” refiriéndose a ese estado mexicano.
Carmen Rivero tuvo participación en varias películas, entre las que destacan “Especialista en chamacas”. Después del primer álbum, A bailar cumbia que fue todo un éxito, le siguieron otros como La señorita cumbia, A ritmo tropical, donde hizo algunas intervenciones como solista. Sus arreglos, dentro de este ritmo de la cumbia, son considerados innovadores y de gran calidad.
Especialistas aseguran, acerca de la carrera de Carmen Rivero, que realiza una simbiosis distinta al crear una cumbia no conocida hasta ese momento (ahora sería una de las tantas variantes y adaptaciones de cumbia muy comunes en todo el continente), pues ella y su orquesta tenían la experiencia de ritmos afrocaribeños como la rumba, mambo, cha-cha-chá y el son cubano, ritmos muy populares en México en las tres décadas anteriores.
Los músicos colombianos reconocen que México fue el primer país en introducir instrumento de percusión, que se heredaba de los ritmos afrocaribeños hacia la cumbia, además de introducir el güiro en sustitución de la guacharaca colombiana.
Mucha de esta información se muestra en el documental colombiano “Zapatos mexicanos para bailar cumbia” de Juan Ortiz Osorno; Carmen Rivero y su conjunto, fue la primera orquesta en América en interpretar cumbia con estos instrumentos, trascendiendo fronteras y colocarse en el Billboard como uno de los álbumes más famosos de música latina.
Cabe mencionar “La pollera colorá” extendió su fama en la América latina y el mundo, al grado de aparecer en la versión en español de Los Simpson (Capítulo 11, temporada 3) donde Bart Simpson la canta en la serie animada de Fox.
Compilación: Jesús Guerrero Valdez. Imágenes de la web.
