SEBBM nº 227 - El legado de Severo Ochoa y el CBM

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Premio MEDES 2025 a la promoción del español en la divulgación biomédica

El legado de Severo Ochoa y la fundación del Centro de Biología Molecular

Severo Ochoa, la SEBBM y el CBM

Sociedad Española de Bioquímica y Biología

Molecular

Nº 227 | Diciembre 2025

EL LEGADO DE SEVERO OCHOA Y EL CBM

La SEBBM y el CBM ya han cumplido 50 años

50 años de Biología del Desarrollo en el CBM

La estela del CBM

Cincuenta años descodificando la vida: los logros del CBM

IMAGEN

Número 227

DICIEMBRE 2027

SEBBM es una publicación periódica de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular © SEBBM. Los artículos y colaboraciones reflejan la opinión de sus autores y no necesariamente la opinión de la SEBBM. Se autoriza la reproducción del contenido, siempre que se cite la procedencia.

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Directora: Inmaculada Yruela Guerrero

Directora adjunta: María del Mar Orzáez

Consejo editorial: Antonio Ferrer Montiel, Isabel Varela Nieto, Vicente Rubio, Federico MayorMenéndez, Miguel Ángel de la Rosa, Ana Mª Mata.

SECCIONES: Entrevista y Política científica: Ismael Gaona Pérez

Investigación: Joaquim Ros Educación universitaria: Ángel Herráez

Reseñas de libros: Juli Peretó

Sociedad: Carmen Aragón

Empresas: María Monsalve

Coordinación del número 227: Luis Blanco Dávila

Diseño: Filo Estudio

Depósito legal: M-13490-2016

ISSN: 1696-4837

TRIBUNA

El 47º Congreso de la SEBBM

Antonio Ferrer

EDITORIAL

La comunicación científica en español

Inmaculada Yruela Guerrero

DOSIER CIENTÍFICO

El legado de Severo Ochoa y la fundación del Centro de Biología

Molecular

Luis Blanco

Severo Ochoa, la SEBBM y el CBM

César de Haro

La SEBBM y el CBM ya han cumplido 50 años

Jesús Ávila

50 años de Biología del Desarrollo en el CBM

Ginés Morata

La estela del CBM

Federico Mayor Menéndez

Cincuenta años descodificando la vida: los logros del CBM

María José Martin

ENTREVISTA

Cristina Óvilo. Directora del INIA-CSIC

SEBBM/IGP

POLÍTICA CIENTÍFICA

INIA-CSIC: vanguardia biológica frente a las crisis climática y alimentaria

SEBBM/IGP

A FONDO

El futuro del CBM tras medio siglo de ciencia

Paola Bovolenta

EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

La eficacia de la enseñanza colaborativa en el aprendizaje activo de los estudiantes de biociencias moleculares

Marina Lasa

INVESTIGACIÓN

Joaquim Ros

IN MEMORIAM

Emilio Herrera Castillón (1939-2025)

José Manuel García-Verdugo (1953-2025)

Pedro José Aparicio Alonso (1943-2025)

SOCIEDAD

La ciencia llenó Cáceres: el 47º Congreso de la SEBBM

Guadalupe Sabio

Mujer y Ciencia

María Mayán y Guadalupe Sabio

Concedidos los Premios Nobel de Medicina y Química 2025

El Ministerio de Ciencia otorga los Premios Nacionales de Investigación 2025

Noticias de actualidad de la SEBBM

RESEÑA DE LIBROS

Severo Ochoa. Una vida por la ciencia

Varios autores

PUBLIRREPORTAJES

Bonsailab

El 47º Congreso de la SEBBM

Antonio Ferrer

Presidente SEBBM

En 2025 se celebró el 47º Congreso SEBBM en la ciudad de Cáceres, reconocida por su relevancia cultural, arquitectónica y gastronómica. Para la SEBBM, representó un honor organizar su congreso anual en Extremadura y colaborar con la comunidad local para presentar los últimos avances en bioquímica y su impacto en el bienestar social.

La sede del congreso, el Complejo Cultural San Francisco, aportó instalaciones adecuadas y dos claustros que facilitaron la organización de las sesiones de póster junto a la exposición comercial y los servicios de comidas. La limitación de espacios no supuso un obstáculo relevante para el desarrollo del congreso, que incluyó un programa científico de alta calidad. Las reuniones de grupo se organizaron de manera eficiente, teniendo en cuenta las restricciones de espacio. El ajuste en la programación permitió realizar todas las reuniones de grupos en las cuatro salas disponibles, evitando así sesiones conjuntas como en el 46º Congreso. Esto permitió que cada grupo científico contara con un tiempo propio para discutir sus temas de interés. La reestructuración de los grupos permitió reducir el solapamiento que ocurría cuando se reunían entre 8 y 10 grupos al mismo tiempo, facilitando así que los participantes asistieran tanto a su propio grupo como a otros grupos relacionados. Sin embargo, persistió cierto solapamiento parcial, que seguimos trabajando en minimizar para futuros congresos, buscando potenciar al máximo la interacción cruzada entre los distintos grupos.

El programa científico se complementó con dos sesiones dedicadas a la memoria de destacados bioquímicos, como Margarita Salas, Eladio Viñuela, Federico Mayor Zaragoza y Joan Guinovart, cuya influencia en la SEBBM es indiscutible. Asimismo, las actividades de bioquímica

organizadas en las ciudades de Cáceres y Badajoz suscitaron el interés de la ciudadanía local. A destacar la exposición «Ciencia y Arte» dedicada a la epigenética. La iniciativa Arte y Ciencia, impulsada por la Real Academia Sevillana de Ciencias y la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, y patrocinada por la SEBBM, tiene como propósito vincular ambos campos para aportar una dimensión artística y emocional a conceptos biológicos que, si bien resultan familiares para especialistas en biología, pueden ser poco accesibles e incluso difíciles de imaginar para el público general.

En vista de todo lo mencionado, es importante reconocer el trabajo del comité local, el comité científico y todas las personas colaboradoras en la organización del congreso, que permitió brindar una experiencia sobresaliente a los miembros de la SEBBM. También quiero expresar mi agradecimiento a quienes participaron, por su dedicación al evento pese a los desafíos logísticos relacionados con los traslados y los espacios disponibles. En conjunto, creo que fue un congreso excepcional donde disfrutamos de ciencia de alto nivel en múltiples áreas, así como de una ciudad histórica en un entorno privilegiado.

A pesar del adecuado desarrollo del congreso, la conferencia de clausura fue cancelada debido a una causa sobrevenida que afectó al ponente durante la celebración del evento. Esta situación impidió a los asistentes contar con una intervención que, previsiblemente, habría sido de gran interés académico. Expresamos nuestro agradecimiento al ponente por su disposición a participar y lamentamos que circunstancias imprevistas hayan impedido su intervención. Esperamos poder reprogramar esta conferencia en una próxima edición del congreso. Como sucede en toda clase de eventos, existen ciertos aspectos susceptibles de mejora en la organización de futuros congresos, tales como la movilidad, la disponibilidad de espacios y la manutención durante la celebración. Estos temas requieren una evaluación detallada para identificar soluciones que se ajusten a las capacidades de la SEBBM. Evidentemente, contar con una tesorería sólida facilitaría la implementación de mejoras; no obstante, dadas las restricciones presupuestarias actuales, es necesario buscar alternativas innovadoras que permitan organizar congresos internacionales de calidad a un coste razonable. El congreso de 2026 en Tarragona servirá como referencia para evaluar la viabilidad de celebrar eventos de excelencia en palacios de congresos bajo parámetros económicos sostenibles. Contamos con la valiosa colaboración del palacio de congresos de Tarragona, que pone a nuestra disposición sus excelentes instalaciones a un coste accesible, lo que nos permitirá celebrar un congreso sobresaliente en una ciudad excepcional. Además, para resaltar la proyección internacional del evento, incorporaremos el término Internacional al nombre del Congreso, respondiendo así a una solicitud recurrente de los socios y socias que se hará realidad en el 48º Congreso de la SEBBM. Me gustaría concluir esta tribuna con una reflexión. Los congresos organizados por la SEBBM son fundamentales para dar visibilidad y fortalecer el prestigio de la sociedad como referente científico; este objetivo debe guiar la planificación de cada evento. Coordinar un congreso es una responsabilidad encomendada por la SEBBM que busca fomentar la participación activa de sus miembros en su actividad más significativa. Es esencial que la organización priorice criterios acordes a la misión, integridad y reputación tanto de la SEBBM como de quienes la apoyan. Solo de esta manera podremos conservar la credibilidad y el reconocimiento institucional y social de la SEBBM, cimentando así su prestigio. Cuidar y valorar a la SEBBM es un compromiso compartido por todas las personas que formamos parte de ella.

La comunicación científica en español

Inmaculada

Yruela Guerrero

Directora Revista

SEBBM

El pasado 7 de julio la SEBBM recibió el premio MEDES, en su decimosexta edición, a la Mejor Institución o Entidad destacada en la promoción del español como lengua del conocimiento biomédico. Un reconocimiento que nos alegra enormemente y es muy estimulante para seguir contribuyendo a la divulgación científica de calidad en español en la Revista SEBBM. El último Anuario del Instituto Cervantes, publicado en 2024, destaca que «la comunidad hispanohablante con dominio nativo de la lengua roza los 500 millones, los hablantes potenciales de español sobrepasan por primera vez los 600 millones y más de 24 millones de personas aprenden español en el mundo». Estas cifras indican que el español -la segunda lengua de comunicación internacional después del inglés- goza de muy buena salud. Pero ¿cómo es la realidad de la comunicación científica en español?

Las referencias bibliográficas indican que la ciencia apenas se comunica en español. La ciencia que hacemos la comunicamos mayoritariamente en inglés, la actual lingua franca en la comunicación científica y tecnológica. Y si bien el español está muy extendido en la comunicación en general -incluso en la música con predominio de lo latino en las listas de éxitos internacionales- su uso en el ámbito de la ciencia y la tecnología es escaso. Nuestra cultura se ve así empobrecida, porque es rica cuando se alimenta de los términos que usan sus hablantes en todos los ámbitos; y una cultura rica permite desarrollar mejor el juicio crítico, tan necesario en nuestras sociedades. La RAE incluye estas dos acepciones en la definición del término «cultura»: conocimientos que hacen posible el pensamiento crítico; y conjunto de modos de vida, costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico e industrial.

Cada lengua tiene una manera de mirar el mundo y si caemos en el monolingüismo restamos pluralidad a la mirada. Con ello no quiero decir que hagamos la ciencia en español, pero sí que cuidemos la

comunicación científica en español, y con ello enriquezcamos el lenguaje cotidiano para llegar a los políticos, las instituciones y los ciudadanos. Y no olvidemos que el diálogo con disciplinas humanísticas, que se expresan mayoritariamente en español, enriquece también a la ciencia. Una cultura sin lenguaje científico es una cultura incompleta. Propuestas como la Iniciativa Helsinki sobre Multilingüismo en la Comunicación Científica defienden el uso de las diferentes lenguas en la comunicación de la ciencia para llegar al ámbito local y abordar proyectos de investigación cercanos a los ciudadanos.

La tarea no es fácil porque nos servimos de la traducción de los términos científicos en inglés y esto hace que se incorporen numerosos neologismos y tecnicismos que simplifican el lenguaje. Esta inercia es resultado de una falta de cuidado en el trabajo con las palabras que lleva a un empobrecimiento del lenguaje. Este cuidado puede parecer innecesario, pero es importante para evitar que el pensamiento complejo se vea comprometido por la simplificación.

En la era de la traducción instantánea asistida por la inteligencia artificial (IA) generativa puede parecer que no es tan necesaria una comunicación científica escrita en español y otras lenguas. Sin embargo, los traductores profesionales alertan de la simplificación que este procedimiento automático conlleva, pues tiende a usar un lenguaje normalizado simplista que ignora, por economía de los recursos, las singularidades de cada lengua. Para cuidar este aspecto, hay que estar atentos a los detalles y concienciar sobre la importancia de hacer un buen uso del lenguaje en la comunicación científica.

El proyecto TeresIA (Terminología e Inteligencia Artificial), que comenzó en 2024, trabaja para crear un corpus de textos científicos, de divulgación científica y otros documentos, en las diversas lenguas de España, y un algoritmo que lo recorra e identifique los conceptos y la relación con otros términos. Desde la Revista SEBBM trabajamos para que nuestro archivo de revistas esté accesible en abierto tanto a través de nuestra web https://sebbm.es/revista/numeros/ como de plataformas como SIMURG o la Biblioteca virtual del CSIC. De esta manera contribuimos con nuestro granito de arena al corpus de los textos científicos y de divulgación en español. A este hilo destaco que más de la mitad de nuestros lectores son de países hispanoamericanos (México, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, entre otros).

Las ideas también se empobrecen con el impacto de la traducción instantánea y el uso de metabuscadores basados en IA en la elaboración de revisiones bibliográficas (Reviews) -un modo de comunicación y reflexión experta para la comunidad científica-. La revista EMBO Reports trae a debate este tema en un reciente artículo -The future of reviews (por A. S, Hauser). ¿Supone un aumento o una pérdida de la capacidad de síntesis el uso de herramientas de IA para generar conocimientos a partir de miles de artículos en cuestión de segundos? Un Review no sólo es un resumen de artículos, sino un ejercicio de pensamiento crítico que prepara el terreno para nuevas perspectivas. La revisión bibliográfica debe destacar las limitaciones y los puntos ciegos de la investigación actual, a la vez que proporcionar un marco para conectar los propios hallazgos con el conjunto de conocimientos existentes. Una reflexión que me lleva de nuevo a resaltar el valor de la riqueza del lenguaje en la comunicación científica.

En el momento de cerrar estas reflexiones se celebra en Arequipa (Perú) el X Congreso Internacional de la Lengua Española y me alegra que en varias de sus sesiones se expongan y debatan temas como «De la terminología en español (TeresIA) al multilingüismo digital», «Lengua española, ciencia y literatura» o «Educación en lenguaje claro y accesible. El reto de su incorporación a la enseñanza universitaria». Por último, desde Revista SEBBM agradecemos a Ángel Herráez su dedicación como coordinador de la sección «Educación Universitaria», una labor que comenzó en enero de 2014 -doce años de creativas, interesantes y pedagógicas aportaciones al ámbito de la enseñanza universitaria-. ¡Muchas gracias!

EL LEGADO DE SEVERO OCHOA Y LA FUNDACIÓN DEL CENTRO DE BIOLOGÍA MOLECULAR

Luis Blanco

Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid

https://doi.org/10.18567/sebbmrev_227.202512.dc1

El Premio Nobel Severo Ochoa (1905–1993) es una figura fundamental en la historia de la biología molecular. Gracias a su trabajo pionero en la síntesis enzimática del ARN, pudo abrir el camino para entender cómo funciona el código genético, y su contribución sentó las bases para lo que hoy conocemos como biología molecular moderna. Su regreso a España en la década de 1970 impulsó la creación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), un esfuerzo conjunto entre el CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) que marcó un paso importante en la ciencia del país. Los cinco artículos que acompañan a esta Introducción analizan el contexto histórico y científico de ese legado, y la proyección futura del CBM en la investigación biomédica española.

La figura de Severo Ochoa representa como ninguna la confluencia entre la investigación científica de excelencia y el compromiso con el desarrollo institucional de la ciencia en España. Su carrera, desarrollada principalmente en Estados Unidos tras la Guerra Civil, alcanzó su punto culminante con la concesión del Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1959, por el descubrimiento de los mecanismos enzimáticos de síntesis del ácido ribonucleico (ARN). Su regreso a España en los años setenta simbolizó el retorno del talento

científico y la voluntad de crear estructuras nuevas y duraderas para la investigación del país. De esta visión nació, en 1975, el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), y tras cincuenta años de existencia, el CBM se ha consolidado como un referente nacional e internacional en investigación biomédica.

Contexto científico: de la bioquímica enzimática a la biología molecular Durante su estancia en la New York University School of Medicine, Ochoa lideró una serie de estudios que transformaron la

comprensión del metabolismo de los ácidos nucleicos. En 1955, junto a Marianne Grunberg-Manago, describió la polinucleótido fosforilasa, una enzima bacteriana capaz de sintetizar polirribonucleótidos a partir de nucleósidos difosfato. Este descubrimiento, más allá de su importancia bioquímica, fue clave para poder avanzar en el desarrollo de experimentos que llevaron a descifrar el código genético. Después, Marshall Nirenberg y Heinrich Matthaei (1961) usaron el sistema enzimático del laboratorio de Ochoa para demostrar la correspondencia

entre los tripletes de bases y los aminoácidos, lo que representó un paso muy importante en la historia de la biología molecular. Con ello, Ochoa contribuyó a la formulación del dogma central de la biología molecular, que explica cómo la información genética fluye desde el ADN al ARN, y de este a las proteínas.

El regreso a España y la creación del CBM

Tras su jubilación en la Universidad de Nueva York, Severo Ochoa regresó a España con un propósito: contribuir a la consolidación de un sistema científico moderno, estable y competitivo. Su visión era que el progreso científico debía sustentarse en instituciones sólidas, con recursos sostenidos y vocación internacional. Esa idea se concretó en 1975 con la fundación del CBM en el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). El proyecto fue posible gracias a la colaboración entre el Consejo Superior de Investigaciones

Científicas (CSIC) y la UAM, un modelo institucional mixto que permitió combinar docencia universitaria e investigación avanzada.

El CBM como modelo de excelencia

Desde su fundación, el CBM ha reunido a investigadores formados en algunos de los laboratorios más prestigiosos del mundo. Pero lo que lo hace más especial es su enfoque interdisciplinario, su fuerte orientación hacia la formación y su compromiso tanto con la investigación básica como con la aplicada. Su producción científica abarca campos como la expresión génica, la neurobiología molecular, la biología estructural, la virología y la biomedicina experimental. El modelo organizativo CSIC-UAM ha servido de referencia para otros centros de investigación en España, y el CBM ha formado a generaciones de investigadores

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que hoy ocupan posiciones de liderazgo en instituciones nacionales e internacionales, perpetuando la huella de Ochoa.

Desde mi llegada al CBM en 1982 para hacer la tesis doctoral con Margarita Salas, discípula de Ochoa, y posteriormente como profesor titular de la UAM, científico del CSIC y emprendedor en biotecnología, he sido partícipe y testigo de excepción de la evolución científica del CBM. Cuarenta y tres años de carrera científica que han consolidado en mí un profundo orgullo de pertenencia al CBM, de ser parte del legado científico de Severo Ochoa, de ser un «Margarito», y de ser patrono de la Fundación Margarita Salas, y de la Fundación Carmen y Severo Ochoa. Soy muy consciente de que el legado de Ochoa trasciende el descubrimiento de la polinucleótido fosforilasa o la obtención del Nobel, ya que su verdadero impacto reside en haber sembrado una cultura científica moderna en España: abierta, rigurosa y colaborativa. El Centro de Biología Molecular Severo Ochoa es, medio siglo después, la expresión viva de esa visión.

Para leer más

Grunberg-Manago M, Ortiz PJ, Ochoa S. Enzymatic synthesis and breakdown of polynucleotides: Polynucleotide phosphorylase. Journal of American Chemical Society. 77 (1955) 3165–3166. doi:10.1021/ ja01616a093

Ochoa S, Mii S. Studies on polynucleotides synthesized by polynucleotide phosphorylase. IV. P³²-labeled ribonucleic acid. Journal of Biological Chemistry 234 (1959) 1208–1212. PMID:13654349

Ochoa S. Nobel Lecture: Polynucleotide Phosphorylase and the Synthesis of RNA. 1959. Disponible en: https:// www.nobelprize.org/prizes/ medicine/1959/ochoa/lecture

SEBBM. Severo Ochoa (biografía destacada). Disponible en: https://sebbm.es

Luis Blanco en el CBM. 2024.

SEVERO OCHOA, LA SEBBM Y EL CBM

César de Haro

Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid

https://doi.org/10.18567/sebbmrev_227.202512.dc2

Severo Ochoa fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 1959, por su descubrimiento de la polinucléotido fosforilasa, una enzima con la que fue capaz de sintetizar ARN por primera vez en un tubo de ensayo. En todo momento, y aunque había elegido la ciudadanía norteamericana, Ochoa seguía identificándose como español y asturiano, lo cual explica que se marcara un objetivo prioritario: ayudar a nuestro país a salir del letargo científico en el que estaba sumido y pudiera alcanzar el nivel científico de los países europeos del entorno. Y predicó con el ejemplo, ya que desempeñó un papel decisivo en el desarrollo de la Bioquímica y Biología Molecular en España.

Severo Ochoa ejerció una influencia directa sobre los numerosos discípulos españoles que acogió y formó en su laboratorio de los Estados Unidos, entre los que se encontraban: Santiago Grisolía, Margarita Salas, Eladio Viñuela, Antonio Sillero, César Nombela y César de Haro; pero también influyó, indirectamente, sobre otros científicos españoles ilustres como Alberto Sols, Antonio García Bellido, Julio R. Villanueva y Manuel Losada.

Creación de la SEB

En verano de 1961, en Santander, Severo Ochoa se reunió con la comunidad científica española y estimuló la creación de la Sociedad Española de Bioquímica (SEB), algo que se produjo en 1963, durante la celebración de la 2ª Reunión de los bioquímicos españoles, en Santiago de Compostela. En 1964, la SEB fue miembro de pleno derecho y socio fundador de la Federación Europea de Sociedades de Bioquímica (FEBS),

y Severo Ochoa jugó un papel relevante para que se organizara, en Madrid, el VI Congreso de la FEBS, en 1969. A dicho Congreso asistieron como invitados los siguientes Premios Nobel: Ernst B. Chain, Carl F. Cori, Sir Hans A. Krebs, Fritz Lipmann, Feodor Lynen, Severo Ochoa, Frederick Sanger y Hugo Theorell. Este acontecimiento significó la puesta de largo de la bioquímica española en el ámbito internacional.

Creación del CBM

El proyecto de creación del CBM despega en 1971. Se habilitan unos terrenos en la zona norte de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) para construir un nuevo edificio de investigación. Aquí, deseo recuperar un escrito del doctor Ochoa rememorando los comienzos de este proyecto. Dado su elevado valor histórico, permítanme recoger un fragmento de dicho documento:

«La iniciativa primera fue del ministro Villar Palasí. Al proyectar la fundación de la UAM, me ofreció la cátedra de Bioquímica. Le respondí que para dar clases estaba algo viejo. Pero si algo podía decidirme a regresar a España, esto sería la creación de un Centro de Biología Molecular (CBM) que reuniera las condiciones físicas y ambientales necesarias para el cultivo eficaz de esta ciencia. Se formó un Patronato y un Comité Científico y se comenzó a trabajar en el proyecto. Cuando éste estaba avanzado y se había adquirido ya material científico con Fondos de la Cooperación Técnica con los Estados Unidos, cesó Villar Palasí en el Ministerio de Educación, en 1973, y su sucesor paralizó las obras. Yo, que me había jubilado en la Universidad de Nueva York, tuve la suerte de incorporarme al Instituto Roche de Biología Molecular (RIMB), con lo cual retrasé mi regreso a España, debido a que el proyecto del CBM

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no había llegado a cristalizar. Con el posterior nombramiento de Cruz Martínez Esteruelas, ministro de Educación, y de Federico Mayor, subsecretario del ministerio, el proyecto se recuperó, aunque con unos medios económicos muy mermados, por lo que la idea inicial de construir un centro de investigación inspirado en el que la empresa farmacéutica HoffmannLa Roche había creado en Nutley, New Jersey, en 1969, no pudo ser, y el CBM se instaló definitivamente en los locales de la Facultad de Ciencias de la UAM»

A finales de septiembre de 1975, con ocasión de un homenaje de admiración y afecto que le tributaron sus discípulos, colegas y amigos al cumplirse el setenta cumpleaños de Severo Ochoa, se celebró el International Symposium on Enzymatic Mechanisms in Biosynthesis and Cell Fuction en las universidades de Madrid y Barcelona.

Participaron hasta diez Premios Nobel: Bloch, Cori, Chain, Khorana, Krebs, Leloir, Lipmann, Lynen, Ochoa, y Theorell. Salvador Dalí se sumó al homenaje con un cuadro para la portada del libro Reflections on Biochemistry, que los participantes en el simposio le dedicaron. La obra del genial pintor catalán aparece acompañada de un texto explicativo del autor que empieza diciendo: «Dios no juega a los dados, escribió Albert Einstein mucho antes de la escalera de ADN, cuyos peldaños recorren los ángeles en el sueño de Jacob que yo tuve la noche antes de dibujar esto para Severo Ochoa; estos ángeles simbolizan los mensajeros del código genético, o las moléculas de polinucleótidos sintetizados por primera vez en el laboratorio de Severo Ochoa» En el acto, celebrado en Madrid con la presidencia de los príncipes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, se presentaron los primeros tres

volúmenes de los Trabajos reunidos de Severo Ochoa (1928-1975). Además, coincidiendo con esa celebración, don Juan Carlos y doña Sofía inauguraron oficialmente el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), en la UAM. En aquel momento, sólo estaban ocupados los laboratorios de Federico Mayor Zaragoza y de Antonio García Bellido, estando el resto en obras. David Vázquez y su equipo, y Eladio Viñuela y el suyo, se instalaron dos años después, en septiembre de 1977, una vez finalizadas las obras del edificio remodelado. El CBM quedó finalmente constituido por el Instituto de Bioquímica de Macromoléculas del CSIC, que dirigía David Vázquez; por el Instituto de Biología del Desarrollo del CSIC, que dirigía Eladio Viñuela; por el Instituto de Biología Molecular de la UAM, que dirigía Federico Mayor Zaragoza; y por la Sección de Genética del Desarrollo del CSIC,

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Severo Ochoa y César de Haro, RIMB, (1978).

dirigida por Antonio García Bellido. Severo Ochoa presidía el Comité de Dirección, que supervisaba la actividad científica del CBM. Desde el principio, la dirección del CBM fue rotatoria, siendo su primer director Federico Mayor Zaragoza, y posteriormente Eladio Viñuela, Antonio García Bellido y David Vázquez, quienes formaban la Junta de Dirección del CBM, junto con Javier Corral, que era el jefe del Departamento Técnico. Desde el principio, el doctor Ochoa tuvo un laboratorio en el CBM para su grupo de investigación. El CBM se creó como un centro mixto del CSIC y de la UAM, sin precedentes en aquel momento y por tanto, como dijo Federico Mayor Zaragoza, «inventado jurídicamente». Una constante ha guiado, sin concesiones, los pasos del CBM desde sus comienzos: la excelencia científica.

La plantilla inicial de CBM era de 150 personas, de los cuales 110 eran investigadores, ayudantes de investigación y becarios, y 40 constituían el Departamento Técnico. Este departamento, encargado del mantenimiento de los Servicios y de la infraestructura e instrumental científico, fue uno de los grandes aciertos organizativos del CBM. Años más tarde, sirvió de ejemplo a seguir por otros centros de investigación en España.

Recuerdos personales

A Severo Ochoa le conocí personalmente en 1975, acompañado por su esposa doña Carmen, durante la celebración del VI Congreso de la SEB, en Sevilla. En aquellos momentos, el doctor Ochoa ya me había aceptado para que me incorporara a su laboratorio del Instituto Roche de Biología Molecular (RIMB, por sus siglas en inglés), en Nutley, New Jersey, como becario postdoctoral, a comienzos de 1976, gracias a la mediación del profesor Julio R. Villanueva, jefe del Departamento

de Microbiología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca, donde estaba realizando mi tesis doctoral. Así, el 8 de enero de 1976 crucé el Atlántico rumbo a los laboratorios de investigación básica, que la compañía farmacéutica Hoffmann-La Roche tenía en los EE.UU.

Desde el principio, el trato de Severo Ochoa con sus discípulos era muy cercano; así, su despacho estaba siempre abierto, y diariamente venía a buscarnos al mediodía para ir a comer juntos, a los comedores de la compañía farmacéutica. Allí se hablaba de experimentos y de muchas otras cosas. Cuando, a media tarde, regresaba a su casa de Nueva York, se despedía con un «Good night» , excepto los viernes, que decía: «See you tomorrow» Efectivamente, a diferencia de los demás jefes, Severo Ochoa también iba a trabajar al laboratorio los sábados. Comoquiera que el comedor de diario se encontraba cerrado, solíamos comer en un ambiente más íntimo, en un restaurante cercano al Instituto. Durante esas comidas, más relajadas, me hablaba muchas veces del CBM, particularmente cuando regresaba de alguna estancia en Madrid. Estaba muy ilusionado con el proyecto; tanto, que en algún momento manifestó: «Me enorgullece decir que el Centro de Biología Molecular fue mi sueño» «Gracias al CBM, a sus científicos y a todo su personal, ya no se puede decir que no existe investigación en España» Mi estancia en los laboratorios del RIMB se prolongó durante tres años, con un final inesperado. Nuestras contribuciones al avance científico merecieron la invitación de los editores del Annual Review of Biochemistry al doctor Ochoa, para que escribiera un trabajo de revisión. Severo Ochoa me demostró su generosidad al ofrecerme que le ayudara en esa tarea y compartiera con él la autoría de

dicho trabajo. Mi regreso a España, en enero de 1979, fue posible también gracias a Severo Ochoa, que me brindó un puesto en su laboratorio del CBM, y a Eladio Viñuela, que me ofreció una plaza de profesor contratado de la UAM. En esos difíciles comienzos, en los que había que echar a andar un proyecto de investigación, siempre conté con su ayuda y dirección. También fueron importantes los excelentes estudiantes que iniciaron su carrera científica en nuestro grupo, desde Antonio García de Herreros, el primero, hasta Raúl Méndez y Fernando Peláez, entre otros. Mi relación profesional y personal con Severo Ochoa se fue estrechando cada día más, sobre todo durante sus cada vez más dilatadas visitas al CBM, donde seguía directamente los progresos científicos del laboratorio. Severo Ochoa regresó definitivamente a España tras cumplir los ochenta años y se incorporó plenamente al CBM hasta su fallecimiento. Sobre su regreso, el doctor Ochoa, en algún momento manifestó: «La existencia del CBM y la presencia de mis discípulos me ayudaron a tomar la decisión de regresar a España al cumplir los ochenta años» A los pocos meses, concretamente, el 5 de mayo de 1986, se produjo un suceso terrible que cambió su vida: el fallecimiento de su esposa doña Carmen. Desde entonces, decidió no volver a firmar un trabajo original que saliera de nuestro grupo de investigación, cerrando así una carrera científica que comenzó en 1927 y acabó en 1986, siendo recopiladas sus últimas contribuciones científicas en el cuarto volumen de Trabajos reunidos de Severo Ochoa (1975-1986). El triste acontecimiento que representó la ausencia de su esposa no le apartó de su firme y temprano compromiso de ayudar a que España alcanzara los niveles científicos de las naciones más avanzadas. Así

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Laboratorio de Severo Ochoa. CBM, (1992).

procuró, por todos los medios que tuvo a su alcance, despertar las conciencias de la sociedad española y de sus gobernantes, para que valoraran justamente lo que representaba la investigación científica en el bienestar de un país. Su preocupación e interés por que España alcanzara un nivel científico de vanguardia, se concretaron en la respuesta al diario madrileño ABC, que dentro de un cuestionario que debía rellenar personalmente, le preguntó cuál sería su sueño dorado, a lo que respondió de su puño y letra: «Que España posea ciencia y tecnología propias»

La figura de Severo Ochoa no solo marcó mi carrera científica, sino que también dejó una huella imborrable en la historia de la investigación en España. Su legado sigue vivo en cada laboratorio que apuesta por la excelencia y el conocimiento.

Para leer más

1. Kornberg A, et al. (eds.) Reflections on Biochemistry, Nueva York, Pergamon Press (1975)

2. de Haro C, de Herreros A G y Ochoa S. Proc. Nat. Acad. Sci. USA, 83 (1986) 6711-6715

3. Ochoa S. Escritos. Madrid, CSIC, (1999)

4. Ochoa S. Presentación, Memoria 1989-90, Madrid, CBMSO, CSIC-UAM

5. Ochoa S y de Haro C. Annual Review of Biochemistry, 48 (1979) 549-580

6. Sols A y Estévez C (eds.) Trabajos reunidos de Severo Ochoa (1928-1975), MEC (1975)

7. Sols A y Grisolía S (eds.), Trabajos reunidos de Severo Ochoa (1975-1986), Fdon. Colegio Libre de Eméritos Universitarios (1987)

LA SEBBM Y EL CBM YA HAN CUMPLIDO

50 AÑOS

Jesús Ávila

Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid

https://doi.org/10.18567/sebbmrev_227.202512.dc4

El presente artículo puede considerarse un complemento de otro anterior en el que comentaba la labor de don Severo Ochoa en el desarrollo, a distintos niveles, de la Biología Molecular en España. En aquel texto se describía cómo la Biología Molecular (o los propios biólogos moleculares) actuaron como puente entre el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), y la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM).

D.Severo fue uno de los pioneros de la Biología Molecular y su trabajo contribuyó de manera decisiva al desciframiento del código genético. Sin embargo, su labor se desarrollaba principalmente en Estados Unidos, mientras que en España el nivel de la Bioquímica y la Biología Molecular era mucho más bajo, no solo en comparación con EE. UU., sino también con varios países europeos. Por ello, una de sus principales preocupaciones fue cómo elevar el nivel científico en estas áreas dentro de nuestro país. Para lograrlo, impulsó dos proyectos: uno centrado en las

personas (los científicos) y otro en la creación de centros de investigación de excelencia.

Los científicos

A comienzos de los años sesenta apenas había bioquímicos en España y la Biología Molecular era prácticamente desconocida. Los pocos bioquímicos existentes estaban dispersos y, en algunos casos, enfrentados entre sí. Consciente de la importancia de la comunicación en la ciencia, D. Severo aprovechó un viaje a España en 1963 para promover la fundación de la Sociedad Española de Bioquímica (SEB), que celebró

su 50º aniversario en la década pasada. La unión de los bioquímicos fue fundamental para el desarrollo de la disciplina en España, facilitando la interacción con colegas europeos y americanos, y permitiendo la incorporación de nuevas tecnologías.

El Centro de Biología Molecular D. Severo, junto con cuatro excelentes científicos formados en Bioquímica, Microbiología o Genética, impulsó la creación del Centro de Biología Molecular. Mientras él trabajaba desde EE. UU., en España Federico Mayor, Eladio Viñuela —colaborador, junto a su mujer, Margarita Salas, en el laboratorio americano de Ochoa—, Antonio García-Bellido y David Vázquez formaron un equipo cuyo objetivo común era establecer un centro de referencia en Biología Molecular.

Los cuatro cofundadores del CBM y Margarita Salas compartían una serie de rasgos: edad similar, cualidades humanas excepcionales, pasión por el conocimiento científico y experiencia profesional en prestigiosos laboratorios de Estados Unidos o Inglaterra. Gracias a su talento, unión y tenacidad se pudo fundar y consolidar el CBM. No fue tarea fácil: en 1975, cuando nació el centro, España transitaba de una dictadura hacia una democracia, y algunos burócratas recelaban de una institución con un carácter más internacional que nacional.

Finalmente, el CBM se diseñó siguiendo el modelo de sus homólogos estadounidenses y británicos, con la creación de servicios comunes integrados en un Departamento Técnico, lo que permitió el acceso a técnicas avanzadas y favoreció la obtención de resultados más sólidos a nivel molecular.

Recientemente, el CBM ha celebrado sus 50 años de existencia, manteniendo —e incluso

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Conferencia de Margarita Salas: «El lenguaje de la Ciencia», en el 50 aniversario de la SEBBM. 2013.

intentando reforzar— el espíritu creativo y riguroso que transmitieron D. Severo, F. Mayor, E. Viñuela, A. García-Bellido, D. Vázquez y M. Salas.

De manera significativa, F. Mayor, D. Vázquez y M. Salas, junto con otros miembros más jóvenes del CBM, llegaron también a ocupar la presidencia de la SEBBM. Esto permitió consolidar la interacción soñada por D. Severo: una Sociedad de buenos bioquímicos y biólogos moleculares, trabajando en distintos centros y colaborando entre sí, naturalmente también con el centro que él mismo impulsó, el Centro de Biología Molecular, diez años más joven que la SEBBM. Un logro que, sin duda, le habría alegrado saber a D. Severo, quien este mes de septiembre de 2025 habría cumplido 120 años.

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Exposición «Severo Ochoa: un científico apasionado» en el CBM. 2025.

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El CBM cumple 50 años. 2025.

50 AÑOS DE BIOLOGÍA

DEL DESARROLLO EN EL CBM

Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid

https://doi.org/10.18567/sebbmrev_227.202512.dc9

Durante medio siglo, el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM) ha sido uno de los epicentros del estudio de cómo un organismo se forma, se organiza y se regenera.

Desde los primeros experimentos con moscas hasta la biología molecular de vertebrados, la historia de la Biología del Desarrollo en el CBM es también la historia de la madurez de una disciplina que ha unido genética, morfogénesis y evolución.

que actúan jerárquicamente a lo largo del eje del cuerpo. Estos genes están presentes en todas las especies animales, incluyendo la especie humana, donde realizan la misma función.

Mientras tanto, el grupo de Ripoll abría una nueva vía en el análisis genético de la división celular, identificando genes esenciales para la correcta segregación cromosómica, como abnormal spindle (asp, por sus siglas en inglés), cuya función resultó crucial para entender la arquitectura del huso mitótico.

Introducción de la Biología Molecular

Los comienzos: genética y linajes celulares

En aquellos primeros años, un pequeño grupo inicialmente liderado por Antonio García-Bellido se propuso entender cómo los genes construyen un organismo multicelular. La mosca del vinagre, Drosophila melanogaster, se convirtió en su modelo de referencia: sencilla, versátil y con una tecnología genética muy desarrollada y extraordinariamente sofisticada que permite realizar experimentos inaccesibles para otras especies.

De ese grupo formaron parte Pedro Ripoll y Ginés Morata,

quienes ampliaron el enfoque experimental combinando la genética clásica y el análisis de linajes celulares. Los primeros resultados sentaron las bases del concepto de genes selectores —hoy conocidos como genes Hox—, auténticos arquitectos del cuerpo que determinan la identidad de cada segmento del animal. Las investigaciones del grupo de Morata demostraron que los genes del complejo bithorax (BX-C) no eran un conjunto de genes que operaban en segmentos individuales, como se pensaba, sino tres genes maestros (Ubx, abd-A y Abd-B)

La llegada de Juan Modolell y Sonsoles Campuzano a comienzos de los años ochenta marcó un punto de inflexión. Formados en bioquímica y biología molecular, aportaron técnicas inéditas al campo del desarrollo. Su clonación del Complejo Achaete-Scute (C-AS, por sus siglas en inglés) —implicado en la formación de las células neurosensoriales— fue uno de los primeros logros internacionales en aislar un complejo génico completo. Los patrones de expresión que descubrieron revelaron cómo los precursores neuronales emergen de grupos específicos de células en el embrión y en los discos imaginales, las estructuras larvarias que darán lugar a las partes adultas de la mosca.

En paralelo, el grupo de Morata exploraba las interacciones entre los genes Hox y formulaba el principio de supresión fenotípica, una jerarquía de control por la cual los genes más posteriores apagan a los anteriores, un fenómeno luego confirmado en mamíferos. Estas ideas consolidaron al CBM como uno de los polos mundiales de la genética del desarrollo. También en esos años, Fernando Jiménez, tras su paso por el laboratorio de J. Campos Ortega en Friburgo, inició en el Centro los estudios genéticos del sistema nervioso

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Señalización celular mediada por citonemas. Imágenes de microscopia confocal de citonemas (en verde); los vehículos celulares mediante los cuales se comunican las células (en rojo). La foto A muestra el borde de compartimentos A/P y citonemas que cruzan el borde para llevar la señal Hh al compartimento anterior. La foto B muestra un clon aislado de células. Obsérvese que los citonemas se extienden varios diámetros celulares fuera de las células que los emiten. Cortesía de Isabel Guerrero.

embrionario de Drosophila, mostrando cómo las mutaciones en el C-AS alteraban la formación de los neuroblastos y provocaban su muerte prematura.

Hacia 1990, la Biología del Desarrollo en el CBM se había consolidado con cinco grupos de investigación dedicados a desentrañar, desde la mosca, los principios generales de la construcción de un organismo multicelular.

Expansión y diversificación

Los años noventa trajeron una auténtica explosión. Nuevos investigadores como Isabel Guerrero, Ernesto Sánchez-Herrero, Natalia Azpiazu y Fernando DíazBenjumea incorporaron enfoques moleculares y genómicos. Las técnicas de transformación genética en Drosophila permitieron manipular la expresión de genes con una precisión inédita, dando origen a herramientas que aún hoy se usan en todo el mundo, como las líneas Gal4, muchas de ellas desarrolladas en el CBM, que permiten

dirigir la expresión génica a tejidos concretos.

A lo largo de esa década, los estudios sobre polaridad celular, formación de patrones y diferenciación consolidaron a la mosca como paradigma de la morfogénesis. El análisis de las vías de señalización Notch, Dpp y Hedgehog reveló los mecanismos por los cuales las células se comunican y se organizan en estructuras complejas. El grupo de Guerrero demostró que la proteína Hedgehog se transporta entre células mediante finos filamentos llamados citonemas, un hallazgo de gran interés para comprender como las células se comunican unas con otras.

Más allá de la mosca: nuevos modelos, nuevas preguntas

A comienzos del siglo XXI, el CBM amplió su mirada a otros organismos. La llegada de Paola Bovolenta introdujo el estudio del desarrollo del sistema visual en vertebrados, con investigaciones

sobre las proteínas SFRP y su papel en la señalización Wnt y Notch, implicadas incluso en procesos neurodegenerativos humanos.

Poco después, Fernando MartínBelmonte abordó la morfogénesis epitelial en mamíferos, descubriendo cómo la orientación del huso mitótico y la endocitosis apical determinan la arquitectura de órganos tubulares.

En paralelo, Mar Ruiz y Joaquín Culí trasladaron la tradición drosophilista hacia el estudio del sistema excretor, mostrando que los nefrocitos de la mosca poseen estructuras homólogas a los podocitos renales de vertebrados, un ejemplo brillante de cómo los modelos simples pueden iluminar la fisiología humana.

Otros investigadores, como José F. de Celis, Antonio Baonza, Isabel Rodríguez y Carlos Estella, profundizaron en la señalización y regeneración de los discos imaginales, el control del ciclo celular y la respuesta al daño genético. Los estudios de Baonza y Morata

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Nefrocitos de Drosophila. (A) Nefrocitos embrionarios de Drosophila, mostrando la localización inicial del componente del diafragma de filtración renal Dumbfounded (Duf, por sus siglas en inglés), ortólogo de NEPH1 en vertebrados, que en estadios larvarios (B) se distribuye por toda la superficie externa del nefrocito. Estas células tienen una alta capacidad endocítica visualizada en (C) por la captación del factor de crecimiento idgf2. Cortesía de Mar Ruiz y Marta Carrasco

demostraron la sorprendente capacidad de regeneración de estos tejidos, aunque con límites precisos: las células del tórax y del ala, pese a compartir linaje, no pueden reemplazarse mutuamente, una restricción que revela la memoria genética de los tejidos.

De la muerte celular a la homeostasis

Una de las líneas más fructíferas de este periodo fue la investigación sobre apoptosis y competición celular. Se descubrió que las células que inician un programa de muerte y son «rescatadas» artificialmente, pueden transformarse en focos tumorales, mostrando la delgada frontera entre regeneración y cáncer. Asimismo, se revitalizó el concepto de «competición celular», un proceso por el cual las células más «aptas» eliminan a las vecinas menos eficientes, manteniendo la integridad del tejido. Además, tienen la capacidad de reconocer y eliminar células malignas que pueden comprometer la viabilidad del organismo. Este mecanismo, descrito originalmente en Drosophila por Morata y Ripoll, resultó ser

universal y opera también en vertebrados, incluido el ser humano.

Una visión integradora del desarrollo

Durante cinco décadas, el CBM ha visto cómo la Biología del Desarrollo pasaba de ser un campo descriptivo a una disciplina integradora que combina genética, biología molecular, física de tejidos y biomedicina. La incorporación de nuevos modelos experimentales —de la mosca al pez cebra, del embrión al órgano adulto— ha permitido conectar los principios básicos de la morfogénesis con las enfermedades humanas.

Hoy, los grupos de Biología del Desarrollo del CBM no solo exploran cómo se genera la forma, sino también cómo se conserva, se repara o se pierde. En sus laboratorios conviven la genética clásica y la bioimagen de alta resolución, la biología de sistemas y la biología sintética. La herencia de medio siglo de investigación se refleja en un legado científico y humano que ha formado generaciones de investigadores y ha situado al CBM en el mapa internacional de la biología moderna.

La historia de la Biología del Desarrollo en el CBM es, en definitiva, la historia de una mirada: la que busca entender cómo, a partir de un huevo microscópico, la vida logra construir la complejidad de un ser vivo. Una pregunta tan antigua como la biología misma.

Para leer más

Carroll SB. Endless Forms

Most Beautiful: The New Science of Evo Devo. W. W. Norton, 2005.

Gilbert S F. Developmental Biology. Sinauer Associates, 2019.

Lawrence P A. The Making of a Fly. Blackwell, 1992.

Wolpert L. Principles of Development. Oxford University Press, 2021.

Wolpert L y Tickle C.

The Language of the Cell: An Introduction to Developmental Biology. Oxford University Press, 2011.

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LA ESTELA DEL CBM

Federico Mayor Menéndez

Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad

Autónoma de Madrid

Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid

https://doi.org/10.18567/ sebbmrev_227.202512.dc5

LEl Centro de Biología

Molecular Severo Ochoa (CBM) ha cumplido el mes de septiembre de 2025 cincuenta años de travesía. Este aniversario es buen momento para evocar esta trayectoria y renovar compromisos y planes de futuro. Creo que puede afirmarse que durante este periodo el CBM ha abierto nuevos horizontes y dejado una estela relevante en el panorama de la investigación en nuestro país.

a creación del CBM, nacido bajo el impulso y la inspiración de Don Severo Ochoa, tuvo la virtud de aunar perspectivas y capacidades diferentes en un empeño común. En efecto, sus fundadores fueron científicos destacados provenientes de distintos campos de la bioquímica y la biología molecular (Eladio Viñuela y Margarita Salas, virología y genética molecular; David Vázquez, antibióticos y síntesis de proteínas; Federico Mayor Zaragoza, metabolismo y bioquímica perinatal; Antonio García Bellido, biología del desarrollo), lo que supuso desde el principio un enriquecedor entorno multidisciplinar. Además, los fundadores se atrevieron a diseñar un nuevo concepto de centro mixto, reuniendo a dos instituciones con culturas distintas como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Esta imbricación con la Universidad facilitó la muy relevante dimensión docente y de formación de nuevas generaciones de investigadores, que ha caracterizado al CBM y que ha sido y es una de sus señas de identidad. Otro aspecto pionero del CBM fue contar con un departamento técnico (dirigido inicialmente por Javier Corral), que permitía contar con personal de apoyo altamente cualificado y el acceso a servicios y plataformas científicas de alto nivel. Y también el CBM abrió nuevas sendas en la conexión entre ciencia y sociedad, impulsando sociedades científicas, políticas públicas, relaciones con fundaciones privadas (como la Fundación Ramón Areces, que ha prestado durante muchos años y presta al centro un importante apoyo institucional), e iniciativas de transferencia de conocimiento para el progreso de la sociedad. Creo que estas formas de mestizaje, de congregar personas e instituciones, con fórmulas

pioneras, a veces heterodoxas, han sido importantes para que el CBM haya dejado una impronta duradera y una estela reconocible en los distintos ámbitos mencionados. Desde luego en el terreno de los avances científicos, gracias a las escuelas de discípulos formadas inicialmente en torno a los fundadores, con investigadores e investigadoras brillantes, que abrieron sus propias líneas de trabajo y formaron a su vez a nuevas generaciones de estudiantes. Durante todo este tiempo, el carácter multidisciplinar del CBM permitió también atraer talento de otras instituciones, que le enriquecieron conceptual y metodológicamente. La investigación desarrollada en el CBM ha tenido también una dimensión importante de transferencia de conocimiento, como demuestran patentes de amplia repercusión o el impulso a la detección temprana y prevención de enfermedades genéticas y metabólicas neonatales, en estrecha relación con el Centro de Diagnóstico de Enfermedades Moleculares (CEDEM).

La estela del CBM se ha manifestado también en sociedades científicas, como la SEBBM, donde múltiples miembros del CBM han participado con distintas responsabilidades en sus juntas directivas y en la organización de congresos; en las Reales Academias (incluyendo la Presidencia del Instituto de España), en academias y sociedades internacionales, en premios y reconocimientos de alto prestigio (Príncipe de Asturias, L’Oreal, premios nacionales y patrocinados por diversas fundaciones, doctorados honoris causa), en la presencia de sus miembros o alumni en la política educativa y científica nacional e internacional (director general de la UNESCO, ministro de Educación y de Ciencia, ministra de Ciencia, y otros puestos de relieve). También el CBM, gracias

a la figura de Margarita Salas, ha sido referencia y estímulo para impulsar el protagonismo de las mujeres científicas y las iniciativas de igualdad.

Como he referido, uno de los aspectos más destacados del CBM ha sido la capacidad formativa, el saber atraer y generar talento. Muchas de las personas que realizaron en el CBM su tesis doctoral o su periodo postdoctoral han tenido o tienen hoy un papel de liderazgo en numerosas Universidades, centros de investigación o empresas a nivel nacional e internacional, como se ha puesto de manifiesto en la sesión dedicada a la «escuela del CBM» en los recientes actos conmemorativos del 50nario.

Con este bagaje, el CBM se enfrenta ahora al futuro, en el que la ciencia y la sociedad en su conjunto afrontan retos complejos que requieren aunar conocimiento,

rigor ético y determinación para actuar.

En el libro publicado con ocasión del 25 aniversario de nuestro centro, escribía Federico Mayor Zaragoza unas palabras que siguen plenamente vigentes:

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Inauguración del Centro de Biología Molecular, septiembre 1975.

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IV Congreso de la SEB, Granada 1967. De izquierda a derecha: Luis Federico Leloir, Federico Mayor Zaragoza, Severo Ochoa y Carl F. Cori.
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IV Congreso de la SEB, Granada 1967/ Doctorado Honoris Causa Severo Ochoa y Federico Mayor Zaragoza.

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De izquierda a derecha: Severo Ochoa, Javier Corral y Eladio Viñuela.

«A todos sin excepción –los que realizan tareas científicas, técnicas o administrativas- debemos expresar reconocimiento y aprecio por la labor realizada. Y dedicarnos con renovado impulso al gran desafío: el futuro. El pasado podemos tan sólo describirlo. El devenir del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa será el resultado de la dedicación, tesón e imaginación de quienes hoy y en los años venideros sigan empeñados en la conquista del conocimiento para la gran empresa común: prevenir o paliar el sufrimiento humano».

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El CBM, orgulloso de su pasado, mira hoy al porvenir, desde la fortaleza de su presente (reforzado por la concesión del sello de excelencia Severo Ochoa) y, sobre todo, desde la confianza en la capacidad y el entusiasmo de las nuevas generaciones de investigadoras e investigadores dispuestos a tomar el relevo.

(Esta contribución será la base del prólogo del autor al libro sobre los 50 años del CBM de próxima publicación).

Inauguración del nuevo edificio del Centro de Biología Molecular: Federico Mayor Menéndez, Margarita Salas y Federico Mayor Zaragoza.

CINCUENTA AÑOS DESCODIFICANDO LA VIDA: LOS LOGROS DEL CBM

María José Martin

Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid

https://doi.org/10.18567/sebbmrev_227.202512.dc6

En 2025, el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM, CSIC-UAM)

celebra medio siglo de investigación, formación de talento y compromiso con la sociedad. Fundado en 1975 por el Premio Nobel Severo Ochoa, junto a Federico Mayor Zaragoza, Eladio Viñuela, David Vázquez y Antonio García Bellido, el CBM nació con la misión de impulsar la biología molecular en España y contribuir al conocimiento global de la vida a nivel molecular.

El lema del CBM, Decoding life, refleja su misión: explorar los secretos de la vida para generar conocimiento que mejore la salud y la calidad de vida. Actualmente, cerca de 100 grupos de investigación desarrollan proyectos multidisciplinares en inmunología, cáncer, neurociencia, dinámica y estabilidad del genoma, metabolismo, microbiología, virología, enfermedades infecciosas y enfermedades raras, entre otros. Los excelentes resultados científicos en el bienio 2023–2024 incluyen más de 600 publicaciones y decenas de premios a su plantilla. Además, anualmente el CBM forma 30-40 doctores y más de 220 estudiantes de grado y máster, y organiza más de 200 seminarios científicos, consolidándose como un referente en formación de talento.

Celebraciones del cincuentenario: Golden Jubilee Symposium

El Golden Jubilee Symposium: Fifty years of Discovery, celebrado los días 29 y 30 de septiembre de 2025 en Madrid, constituyó el epicentro de las celebraciones. Este encuentro internacional reunió a científicos de renombre mundial -varios galardonados con el Nobel, Lasker, Princesa de Asturias o BBVA Fronteras del Conocimiento-, consolidando al CBM como centro de referencia global. Entre los ponentes estuvieron Svante Pääbo, Michael Young, Michael Hall, Elaine Fuchs, Geneviève Almouzni, Mark Davis, María Elena Bottazzi y Pascale Cossart, entre otros.

Durante el simposio, los ponentes ofrecieron visiones amplias sobre los desafíos actuales y futuros de la biología molecular. En la primera jornada, Michael Hall abordó los mecanismos celulares que regulan el crecimiento y el metabolismo, y cómo la comprensión de estas rutas puede abrir nuevas posibilidades terapéuticas, y Pascale Cossart presentó un enfoque sobre bacterias modelo y su relevancia para entender procesos fundamentales de la vida. En la segunda jornada, Geneviève Almouzni exploró la organización de la cromatina y cómo el control del destino celular está íntimamente ligado a la regulación de la expresión genética; María Elena Bottazzi destacó la importancia de la colaboración internacional y las sinergias en la investigación aplicada, especialmente en el desarrollo de vacunas innovadoras; Svante Pääbo introdujo los avances en genómica arcaica y la comprensión de nuestro legado evolutivo; Michael Young analizó la regulación de los ritmos circadianos y cómo los procesos ambientales afectan la fisiología, aportando perspectivas sobre la relación entre la biología molecular y la vida cotidiana; Mark

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Autoridades científicas, ponentes internacionales y colaboradores asisten al Cincuentenario del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. / CBM.

Davis presentó estrategias para avanzar en inmunología humana y la interacción del sistema inmune con enfermedades infecciosas y crónicas, enfatizando la importancia de enfoques multidisciplinares; Elaine Fuchs exploró cómo las células madre tisulares afrontan el estrés y cómo su estudio puede inspirar nuevas terapias regenerativas; finalmente, David Julius mostró la relevancia de la investigación sobre mecanismos de dolor visceral y su impacto en el desarrollo de fármacos más específicos y efectivos. Estas conferencias permitieron a los asistentes obtener una visión completa de los retos y oportunidades que afronta la biología molecular hoy en día, desde la investigación básica hasta la medicina traslacional. El simposio incluyó además mesas redondas en las que se debatió sobre el futuro de la biología

molecular en Europa y el mundo, así como sobre la formación de jóvenes científicos en el CBM. Las discusiones enfatizaron la necesidad de colaboración interdisciplinaria, la integración de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis bioinformático, y la importancia de programas de mentoring y movilidad internacional para consolidar la carrera de investigadores emergentes. Los participantes destacaron la Escuela del CBM como un modelo de formación de excelencia y un espacio donde la curiosidad científica se combina con la innovación y la ética profesional. El acto institucional del 29 de septiembre reunió a más de 90 invitados institucionales. La presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, destacó la producción científica del centro y su transferencia tecnológica a la industria y la clínica.

La rectora de la UAM, Amaya Mendikoetxea, subrayó la importancia de renovar la alianza entre el CSIC y la Universidad, mientras que Eva Ortega Paíno, Secretaria General de Investigación, recordó que los cincuenta años del CBM representan excelencia científica y compromiso con la sociedad.

Reconocimientos sociales y culturales

El CBM recibió un homenaje muy especial con la emisión de un sello conmemorativo de Correos y un billete de Loterías y Apuestas del Estado, que celebran los 50 años de historia del centro. El sello, emitido dentro de la serie «Efemérides», combina el logo conmemorativo del cincuentenario con una fotografía panorámica del moderno edificio del CBM, situado en el campus de la UAM. Este diseño simboliza la unión

entre la tradición y la innovación, recordando que medio siglo de investigación ha llevado a la institución desde sus primeras instalaciones hasta convertirse en un referente internacional en biomedicina molecular.

El acto de presentación del sello contó con la participación de la directora del CBM, Paola Bovolenta, el coordinador institucional del CSIC en la Comunidad de Madrid y miembro de la Comisión Rectora del CBM, Enrique Sastre, el profesor de Investigación del CSIC, Luis Blanco, la responsable de la Unidad de Cultura y Ciencia del Hospital Universitario 12 de Octubre, Belén Yuste, y la directora de Filatelia y Relaciones Institucionales de Correos, Nuria Lera. Durante el evento se realizó el tradicional matasellado de honor, acompañado de la entrega de la carpeta conmemorativa que

contenía el sello, el sobre matasellado del primer día de circulación y el pliego premium. Con una tirada de 70.000 ejemplares, este sello se puede adquirir en oficinas de Correos, a través de Correos Market o contactando con el Servicio Filatélico.

Paralelamente, Loterías y Apuestas del Estado lanzó un billete conmemorativo que se incluyó en el sorteo del 20 de septiembre de 2025. El diseño del billete es un homenaje simbólico al legado del CBM: representa el moderno edificio del centro, el busto de Severo Ochoa, creador y alma del CBM, y el logo del cincuentenario, donde la doble hélice de ADN se transforma visualmente en el número 50. Este diseño refleja la íntima relación entre la esencia de la vida —el ADN— y los cincuenta años de investigación de vanguardia que han definido la historia del CBM.

El billete conmemorativo y el sello no solo destacan por su valor simbólico, sino también por su función de acercar la ciencia a la sociedad. Estas iniciativas muestran cómo la biomedicina y la investigación básica pueden convertirse en elementos culturales reconocibles y celebrados públicamente, ya que ambos objetos filatélicos permiten a la ciudadanía llevar consigo un recuerdo tangible del impacto del CBM, fomentando la visibilidad de la ciencia y su relevancia en la vida cotidiana. Estos reconocimientos institucionales refuerzan la idea de que el CBM no es solo un centro de investigación, sino un símbolo cultural y educativo que inspira a nuevas generaciones de científicos y transmite la importancia de la ciencia en la sociedad. La presencia del sello y del billete en colecciones y hogares de toda España ayuda a difundir el

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Presentación del sello de Correos conmemorativo del 50 aniversario del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. / CBM.

mensaje de que la investigación biomédica no es abstracta ni lejana, sino que forma parte de nuestra historia colectiva y del futuro que construimos a través del conocimiento.

Compartiendo nuestra celebración con la sociedad: Ciencia Contigo 2025 y exposición Life decoded Como parte de las celebraciones del cincuentenario, el CBM organizó iniciativas que combinan ciencia, arte y participación ciudadana, acercando la biología molecular a todos los públicos. La exposición Life decoded y el evento «Ciencia Contigo

2025 – El Código Vital» fueron los principales protagonistas de esta apuesta por la divulgación inclusiva.

La exposición Life decoded transforma micrografías y fotografías científicas en una experiencia estética única. Cada imagen, capturada a partir de experimentos reales en los laboratorios del CBM, revela la complejidad y belleza intrínseca de la vida, desde la escala molecular hasta tejidos y organismos completos. La selección de imágenes siguió criterios cuidadosos, abarcando diversidad de técnicas científicas y todas las temáticas de investigación del

CBM y sus unidades científicas, así como cubriendo todas las escalas de estudio, desde moléculas y complejos proteicos hasta organismos completos. Todo ello buscando la estética y la armonía visual, combinando rigor científico con impacto artístico. La colaboración con el diseñador Luis Fernández Codeseda potenció este diálogo entre ciencia y arte: los soportes metálicos tubulares recuerdan elementos de laboratorio, las micrografías impresas sobre discos de metacrilato permiten al público acercarse a la ciencia como si mirara a través de un microscopio, y las cartelas

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Dos de las imágenes de la exposición Life decoded, creada con motivo del cincuentenario del CBM. / CBM.

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sujetas con pinzas integran información científica y estética, reforzando la experiencia sensorial y educativa.

Paralelamente, «Ciencia Contigo 2025 – El Código Vital», celebrado en CaixaForum Madrid, buscó involucrar activamente a la ciudadanía en la celebración del cincuentenario. Esta edición giró en torno al ADN y el ARN, conectando los descubrimientos de Severo Ochoa con aplicaciones actuales en biomedicina, biotecnología y salud pública. El evento combinó charlas breves, mesas redondas, debates y actividades interactivas para acercar la biología molecular a todos los públicos, desde estudiantes y familias hasta profesionales de la educación y la ciencia.

Participaron investigadores y divulgadores de primer nivel, como Luis Blanco, que explicó el legado vivo de Severo Ochoa; Itziar de Lecuona, experta en bioética, que abordó la reflexión sobre los límites éticos de la investigación genética y la biotecnología; o Luis Enjuanes, referente en virología y vacunas. Se abordaron temas como las nuevas terapias basadas en ARN o la relación entre genética, microbioma y longevidad, fomentando la reflexión sobre los límites y oportunidades de la investigación científica y el papel activo de la ciudadanía.

Uno de los objetivos principales del evento fue permitir que el público viviera la ciencia de primera mano. Los asistentes pudieron recorrer la exposición Life Decoded, comprendiendo cómo la investigación biomolecular impacta en la vida cotidiana y sintiéndose parte de la comunidad científica. La clausura estuvo a cargo de Paola Bovolenta, directora del CBM, quien destacó la importancia de hacer de la ciencia un espacio inclusivo, accesible y participativo, reforzando la conexión entre el laboratorio, la sociedad y la educación.

Con estas iniciativas, el CBM no solo celebra sus cincuenta años de historia, sino que reafirma su compromiso con la divulgación, la educación y la implicación de la ciudadanía, mostrando que la ciencia es un patrimonio compartido que inspira curiosidad, fomenta vocaciones y enriquece la cultura de la ciudad.

El CBM en cifras

El CBM cuenta con más de 700 personas, más de 90 laboratorios y 26 servicios científico-técnicos y de gestión. En los últimos dos años ha captado 28,6 millones de euros en fondos competitivos, firmado 39 convenios con empresas, presentado 42 solicitudes de patente, de las cuales 8 ya están licenciadas. Mantiene colaboraciones con empresas como Artax Biopharma, HIPRA, 4basebio o Sener Mobility, acuerdos con instituciones como AstraZeneca o la Fundación Carmen y Severo Ochoa, y sinergias estratégicas con el CNB y Plataformas PTI y Conexiones del CSIC.

En 2023, el CBM obtuvo el reconocimiento de Centro de Excelencia Severo Ochoa, otorgado por el Gobierno de España. En estos últimos dos años el CBM ha reforzado su apuesta por el talento joven mediante la creación de seis nuevas líneas de investigación, programas de formación y mentoring como TRAIN@CBM, y el aumento de la incorporación de postdocs y doctorandos internacionales. Sus infraestructuras científico-técnicas de vanguardia

Para leer más

incluyen plataformas de genómica funcional, análisis biocomputacional, bioinformática y microscopía avanzada. A nivel internacional, los investigadores del CBM coordinan redes de formación doctoral europeas (MSCA-ITN) y mantienen alianzas estratégicas con empresas y centros de investigación. El CBM mantiene un fuerte compromiso con la divulgación científica: más de 4.500 asistentes han disfrutado y aprendido en sus actividades, desde eventos masivos como la Feria de la Ciencia o la Noche de la Investigación, hasta jornadas de puertas abiertas para pacientes o programas educativos que acercan al alumnado a sus laboratorios, siendo estos estudiantes de zonas desfavorecidas o colectivos minoritarios en muchas ocasiones. Estas acciones cuentan con el apoyo de más de 100 voluntarios de servicios y laboratorios. Además, el CBM ha aumentado dramáticamente la comunicación de sus resultados científicos al público mediante prensa y presencia digital, demostrando un fuerte compromiso con la sociedad y la cultura científica. El CBM no solo celebra medio siglo de historia, sino que proyecta su comunidad científica hacia nuevos desafíos. La combinación de legado histórico, innovación, colaboración internacional y divulgación reafirma que descodificar la vida sigue siendo la misión central del CBM, consolidando su papel como referente mundial en biomedicina molecular y formación de talento.

1. Actividades de divulgación del CBM: https://www.cbm.uam.es/ index.php/ciencia-y-sociedad/?lang=es

2. Noticias del CBM: https://www.cbm.uam.es/index.php/ ciencia-y-sociedad/actualidad/?lang=es

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CRISTINA ÓVILO

Directora del INIA-CSIC

SEBBM/IGP

« Mejorar la producción de alimentos de forma sostenible es nuestro gran reto «

Critina Óvilo es licenciada en Veterinaria (1993) con especialización en producción animal. Obtuvo su doctorado en 1999, centrado en genética molecular aplicada a la mejora de caracteres productivos y de calidad de la carne en el cerdo. Inició su carrera científica en el INIA mediante el programa Ramón y Cajal, y desde 2006 ocupa una plaza fija como científica en el Departamento de Mejora Genética Animal. Ha realizado estancias y colaboraciones con instituciones de prestigio como el CNIO, la UAB y el Instituto Leibniz (FBN), especializándose en regulación de la expresión génica y análisis bioinformático de datos ómicos. Su investigación se ha centrado en la genética del cerdo ibérico, integrando enfoques multidisciplinares (genética, reproducción, manejo y nutrición). Ha desarrollado líneas innovadoras en nutrigenómica, programación prenatal y metagenómica. Ha participado en 20 proyectos nacionales (10 como IP), liderado un proyecto europeo (TREASURE), cinco contratos con empresas y varios proyectos Horizonte Europa. Óvilo ha dirigido nueve tesis doctorales, publicado más de 120 artículos científicos y presentado más de 200 comunicaciones en congresos, siendo ponente invitada en 25 ocasiones. Ha formado parte de comités científicos, consejos editoriales (Animal, Plos One, Genes, Livestock Science) y paneles de evaluación de proyectos. Antes de ser nombrada directora del INIA-CSIC, fue responsable del Departamento de Mejora Genética Animal y Profesora de Investigación en el INIA-CSIC.

El INIA-CSIC está a la vanguardia en la investigación agroalimentaria en España, con más de 50 grupos de investigación y 400 proyectos en ejecución. ¿Cuáles son las líneas estratégicas clave para abordar los retos del sector agroalimentario, y cómo impactan en la productividad y sostenibilidad? ¿Cómo ha influido la integración en el CSIC? El principal reto del sector agroalimentario es mejorar la producción de alimentos de forma sostenible, aumentando la resiliencia de los sistemas productivos y reduciendo el impacto ambiental. En el INIA-CSIC cubrimos un abanico muy amplio de áreas y líneas de investigación que abordan este reto desde distintas perspectivas, generando conocimiento y soluciones tecnológicas para el sector agroalimentario y fores-

tal. Por ejemplo, utilizamos la mejora genética y la biotecnología para conseguir cultivos y animales más productivos, resilientes, resistentes a enfermedades y adaptados al cambio climático. También investigamos el manejo sostenible de suelos y recursos naturales, y desarrollamos métodos de detección precoz, control biológico y nuevas vacunas o tratamientos para enfermedades de plantas y animales. Estas investigaciones impactan en la productividad al mantener la producción en contextos climáticos variables, y fomentan la sostenibilidad al promover prácticas adaptativas que reducen la vulnerabilidad del sistema agroalimentario y su impacto ambiental

La integración del INIA como Centro Nacional (CN INIA) del CSIC ha supuesto un gran reto en los últimos años. Ha sido, y es aún, un proceso lento y complejo para ambas instituciones ya que implica desafíos importantes en las áreas organizativa, administrativa y científica. Aunque se han hecho grandes avances desde 2021, queda aún trabajo por hacer en relación con la reorganización y unificación de culturas. Es de esperar que, una vez completado el proceso, la pérdida de autonomía que ha supuesto para el CN INIA dicha integración, se vea ampliamente compensada por las oportunidades de colaboración, eficiencia, excelencia e innovación que supone la integración en el principal organismo de investigación a nivel nacional.

En el ámbito de la ganadería, España ha logrado una significativa reducción del 62 % en el uso de antibióticos. ¿Qué investigaciones está llevando a cabo el INIA-CSIC para continuar en este camino y combatir la resistencia a los antimicrobianos en la producción animal?

En el INIA-CSIC desarrollamos investigaciones en diversas áreas para reducir el uso de antimicrobianos en animales de granja. Nuestro Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA-CSIC) lidera iniciativas colaborativas enfocadas en combatir la resistencia a los antimicrobianos (RAM) en la producción animal dentro del enfoque One Health y mediante ciencia aplicada e innovadora. Por ejemplo, participamos en la Conexión Resistencia a Antimicrobianos del CSIC, una red multidisciplinar enfocada a promover soluciones innovadoras para frenar la RAM, fomentar la colaboración interna y con entidades públicas y privadas, e impulsar la investigación y transferencia orientada a impactos reales en producción animal. También, en el Departamento de Mejora Genética Animal realizamos estudios genómicos para detectar genes de resistencia a antibióticos; mientras que en el Departamento de Tecnología de Alimentos investigamos mecanismos de resistencia y desarrollamos compuestos antimicrobianos producidos por microorganismos que reduzcan la aparición de RAM. Estas estrategias mejoran la salud animal, la productividad y la sostenibilidad de los sistemas ganaderos, contribuyendo a la seguridad de la salud pública.

En cuanto a la colaboración, ¿qué sinergias han surgido de la reunión con las comunidades autónomas en septiembre de 2024, y cómo estas iniciativas refuerzan la I+D+i agroalimentaria en España?

El INIA-CSIC preside la Comisión coordinadora de investigación agraria INIA-CCAA, que integra a los institutos de investigación agroalimentaria de todas las comunidades autónomas, liderando la coordinación técnica y científica del sistema nacional de I+D+i agraria. Las reuniones periódicas de sus miembros, como la celebrada en Córdoba en septiembre de

2024, reúnen a cerca de 40 expertos de distintos institutos autonómicos para alinear líneas de investigación, identificar problemas comunes, buscar soluciones y potenciar proyectos colaborativos. Actualmente, la Comisión se centra en la búsqueda de soluciones para mejorar la financiación de la investigación, captar talento joven y actualizar las líneas de investigación prioritarias en el ámbito agroalimentario.

El sector ganadero es responsable de un importante porcentaje de las emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Qué avances ha logrado el INIA-CSIC en genética y alimentación animal para reducir la huella de carbono del sector?

El Departamento de Mejora Genética Animal del INIA-CSIC trabaja en la búsqueda de herramientas genómicas que permitan reducir las emisiones del ganado (mitigación). Por ejemplo, en el marco del proyecto europeo Re-Livestock (Horizonte Europa) contribuimos al desarrollo de estudios que combinan genética, nutrición animal y manejo para minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En este proyecto exploramos ingredientes alimentarios alternativos, la adaptabilidad genética al estrés térmico, el potencial de razas locales y nuevas tecnologías digitales. También, en el proyecto METALGEN hemos realizado la primera evaluación genética mundial de emisiones de metano en vacuno lechero, midiendo directamente en granja las emisiones de metano en más de 2.000 vacas lecheras, correlacionándolas con su perfil genético e identificándose variantes genéticas responsables de menores emisiones durante la fermentación ruminal. Estos datos permiten calcular el mérito genético de los animales en relación con la producción de metano, identificando aquellos reproductores cuya descendencia emita unas menores emisiones durante la digestión del alimento, que puede incluirse en los índices de selección.

La seguridad alimentaria es un tema crucial, especialmente en tiempos de cambio climático y crisis sanitarias. ¿Cómo trabaja el INIA-CSIC para abordar los retos relacionados con la adaptación de cultivos a escenarios de sequía, altas temperaturas, escasez de suelo o patógenos emergentes?

El INIA-CSIC, a través de su Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP, centro mixto CSICUPM), desarrolla investigaciones para estudiar la adaptación de los cultivos a altas temperaturas y sequía, utilizando tecnologías avanzadas.

En el Departamento de Medio Ambiente y Agronomía, estudiamos el impacto de las prácticas de manejo de los agroecosistemas sobre la productividad de los cultivos, la fertilidad y biodiversidad del suelo y de la vegetación arvense, el secuestro de carbono y nitrógeno, y el control de la emisión de GEI. En el Departamento de Protección Vegetal, estudiamos las

plagas, patógenos y malas hierbas, incluyendo patógenos emergentes causados por el cambio climático, desarrollando métodos de detección y caracterización y de control integrado. En el ámbito de la ganadería, nuestras investigaciones se centran en la adaptación de los animales al cambio climático y la mitigación de emisiones mediante herramientas genómicas y biotecnológicas.

Uno de los avances más destacados en los últimos años es la aplicación de la técnica CRISPR en la mejora genética de cultivos. ¿Cómo está utilizando el INIA-CSIC esta herramienta, y qué resultados se han obtenido en cuanto a la mejora de la productividad y resistencia de los cultivos? ¿Qué proyectos están impulsando en términos de trazabilidad y control en la cadena de suministro? El INIA-CSIC emplea técnicas de ingeniería genética, incluyendo CRISPR, en la mejora vegetal y ganadera. En el ámbito de la mejora vegetal, el CBGP está utilizando edición del genoma basada en CRISPR para mejorar una variedad de características en los cultivos. Por ejemplo, estamos estudiando las respuestas del tomate a las tensiones nutricionales y de agua, y aplicamos CRISPR con el objetivo de crear variantes genéticas precisas en cultivares de élite que pueden

El INIA-CSIC impulsa la sostenibilidad y resiliencia del sector agroalimentario mediante biotecnología, digitalización y colaboración internacional

ser utilizadas en la producción agrícola. Además, esta tecnología la empleamos para editar modificadores de la cromatina y monitorear su efecto en características como el tiempo de floración, la arquitectura de la planta, la producción de semillas y la germinación, así como el establecimiento de plántulas en colza (Brassica napus), un cultivo premium en Europa. También estudiamos cómo estos factores de remodelación de la cromatina median respuestas a temperaturas ambientales cálidas. Por otra parte, empleamos enfoques CRISPR para generar genotipos de álamo (Populus spp.) con una mayor resistencia a la sequía y mejor adaptados al cambio climático, al modificar la sensibilidad de los árboles al fotoperíodo y a las bajas temperaturas.

En ganadería, el grupo de investigación en ingeniería genómica animal, dentro de nuestro Departamento de Reproducción Animal, es pionero en la aplicación de herramientas de edición génica en animales de granja en España. Esta tecnología se utiliza para generar embriones y animales modificados genéticamente con el objeto de evaluar la función de genes específicos en distintos procesos biológicos, fundamentalmente en el ámbito de la reproducción y la biología del desarrollo, pero también en otras áreas en colaboración con grupos de investigación nacionales e internacionales. Esta aproximación permite entender distintas causas de infertilidad o de alteraciones del desarrollo tanto en animales de granja como en humanos, con el fin de desarrollar estrategias de manejo reproductivo, farmacológico y nutricional que puedan evitarlas. Por ello, las actividades del CN INIA en esta área tienen impacto sobre los sectores ganadero y también biomédico. En trazabilidad, el Departamento de Mejora Genética Animal ha desarrollado un un panel de marcadores moleculares que permite identificar el origen racial de los productos de cerdo ibérico para el control del fraude en la cadena de suministro.

El INIA-CSIC también lidera esfuerzos globales, como la presidencia de la Alianza Global de Investigación sobre Gases de Efecto Invernadero en Agricultura. ¿Qué iniciativas están promoviendo desde esta posición para reducir las emisiones en el sector agroalimentario, y qué impacto han tenido hasta ahora?

La Global Research Alliance on Agricultural Greenhouse Gases (GRA), es una iniciativa internacional que promueve la investigación y aplicación de tecnologías para producir más alimentos sin aumentar las emisiones de GEI, apoyando a gobiernos en la toma de decisiones, mejorando la eficiencia de los sistemas agrarios y fomentando soluciones innovadoras mediante la colaboración global, el intercambio de conocimientos y la formación. La integran 68 países y cuenta con el apoyo de organizaciones como la FAO, el Banco Mundial y el IPCC.

Su órgano de gobierno es el Consejo, con presidencia rotativa y una Secretaría administrativa. España, a través del INIA-CSIC, presidió el Consejo desde abril de 2023 a diciembre de 2024, organizando durante ese periodo la reunión anual en Madrid, con participación de representantes de más de 60 países. Además, el CN INIA ha contribuido activamente en tres grupos de trabajo centrados en fortalecer la relación con responsables de políticas climáticas, reformar la estructura de la Alianza y diseñar el plan estratégico 2026-2030. El Consejo de la GRA ha acordado actualizar el Plan Estratégico (PE) de la GRA para el período 2026-2030, incluyendo una revisión de las Estrategias Clave y los Objetivos del Plan Estratégico anterior (2021-2025), que tiene cuatro áreas de enfoque: colaboración en investigación, intercambio de divulgación, asociaciones y finanzas y recursos.

En cuanto a la biotecnología aplicada a la alimentación, ¿qué estrategias está utilizando el INIA-CSIC para mejorar la comunicación científica y aumentar la aceptación social de estos avances?

La percepción social es, en general, negativa hacia la implementación de técnicas biotecnológicas aplicadas a los cultivos y a la alimentación. El INIA-CSIC utiliza diversas estrategias para mejorar la comunicación científica y fomentar la aceptación social de la biotecnología alimentaria. Entre ellas destacan: la divulgación clara y accesible, la participación en eventos públicos, la colaboración con medios y centros educativos, y la formación especializada. Estas acciones buscan promover un diálogo informado y transparente con la sociedad para que conozcan la información de primera mano, ayudar a resolver dudas, y a generar opiniones críticas y contrastadas.

¿Podría compartir algún ejemplo reciente de cómo una investigación del INIA-CSIC ha tenido un impacto directo en la industria agroalimentaria española?

Un ejemplo destacado es el proyecto LignoEcoPack, desarrollado por nuestro Instituto de Ciencias Forestales (ICIFOR). En este proyecto se ha implementado una tecnología, que está patentada, para desarrollar productos derivados de residuos agroforestales (biomasa agroforestal que no se usa y que puede contribuir a los incendios) para reforzar envases de papel y hacerlos más resistentes, reciclables, ecológicos y sostenibles, evitando el uso de plásticos. Están en proceso de desarrollo en una empresa de base tecnológica.

Otro ejemplo de proyecto de investigación, aún en fase de desarrollo, pero con un enorme potencial transformador para la industria y el sector productivo es el que se está desarrollando en el CBGP-INIACSIC, y que obtuvo 4,5 millones de euros de la Fundación Bill & Melinda Gates para su ejecución. El

objetivo del proyecto es diseñar cereales capaces de fijar nitrógeno del aire, reduciendo significativamente la necesidad de fertilizantes nitrogenados sintéticos. Esto supone un impacto enorme para cultivos de cereal y para la industria agroalimentaria española, tanto en términos ambientales como económicos, ya que puede permitir una gran reducción de costes y dependencia de fertilizantes, reduciendo problemas ambientales como la contaminación del agua y las emisiones de GEI y mejorando la sostenibilidad. Es importante destacar que, aparte de las posibilidades de transferencia de nuestras investigaciones, en el CN INIA realizamos una labor intensa y constante de asesoramiento técnico al sector productivo. Por ejemplo, nuestra Dirección Técnica de Evaluación de Variedades (DTEVL) realiza ensayos oficiales de identificación para el registro comercial de nuevas variedades vegetales y certifica la calidad de semillas para su comercio internacional; y nuestro Departamento de Mejora Genética Animal asesora al sector productivo en el diseño y optimización de programas de mejora y conservación para todas las especies ganaderas.

La relación entre ciencia y política es esencial para el avance del sector. ¿Cómo influye el INIA-CSIC en la formulación de políticas públicas sobre sostenibilidad, seguridad alimentaria y cambio climático, y cómo asegura que sus investigaciones se traduzcan en acciones eficaces?

El INIA-CSIC influye en la formulación de políticas públicas mediante su participación en comités científicos, grupos de trabajo y redes nacionales e internacionales proporcionando asesoramiento técnico basado en evidencia científica en áreas clave como sostenibilidad, seguridad alimentaria y cambio climático. Para asegurar que nuestras investigaciones se traducen en acciones eficaces, colaboramos estrechamente con administraciones públicas, adaptando nuestras líneas de investigación a prioridades estratégicas y promoviendo la transferencia de conocimiento a través de publicaciones, formación técnica y proyectos con impacto directo en el sector agrario. Tenemos el cometido de prestar asesoramiento a la administración general del Estado en todas las áreas en las que tenemos competencia, trabajando estrechamente con distintos ministerios y proporcionando información útil para el desarrollo de políticas públicas. Por ejemplo, el ICIFOR asesora al MITERD en diversos asuntos del ámbito forestal, como la conservación y uso sostenible de recursos genéticos forestales, la prevención de incendios o la lucha contra la deforestación y el comercio ilegal de la madera. También colaboramos con el MAPA en la evaluación del impacto ambiental de los planes estratégicos de la PAC (captura de carbono, evaluación de calidad y salud de los suelos) o en asuntos de sanidad animal y control de zoonosis.

¿Cómo trabaja el INIA-CSIC en la internacionalización de la investigación agroalimentaria, y qué papel juegan los acuerdos internacionales en la transferencia de tecnología y conocimiento?

El INIA-CSIC impulsa la internacionalización participando en redes como la GRA y el Comité Permanente de Investigación Agraria de la Comisión Europea (SCAR). Este Comité es un órgano de la Comisión Europea creado en los años 70, centrado en la agricultura, pesca, alimentación, silvicultura y bioeconomía, especialmente en investigación e innovación. Su función principal es asesorar en políticas estratégicas de investigación e innovación para contribuir a un Espacio Europeo de Investigación integrado. Es una plataforma clave para crear las Alianzas del programa Horizonte Europa, que abordan los principales retos de Europa mediante iniciativas coordinadas de investigación e innovación. Tenemos además una relación estrecha con los países de América latina y el Caribe, formando parte del consejo directivo de FONTAGRO y presidiendo el Sistema de Institutos Nacionales de Investigación Agraria de Iberoamérica.

A través de estas plataformas, colaboramos con más de 60 países promoviendo el intercambio de conocimientos, la formación de investigadores y el desarrollo de proyectos conjuntos que abordan retos comunes como la sostenibilidad, el cambio climático y la seguridad alimentaria. Los acuerdos internacionales facilitan la transferencia efectiva de tecnología y conocimientos, permitiendo adaptar innovaciones a diferentes contextos y mejorar la eficiencia de los sistemas agroalimentarios. Además, estos acuerdos posibilitan el acceso a financiación, el fortalecimiento de capacidades técnicas y la cooperación en investigación aplicada, asegurando que los avances científicos tengan un impacto real tanto a nivel regional como global.

Además de la investigación, el INIA-CSIC tiene un compromiso con la formación de jóvenes investigadores. ¿Qué iniciativas de formación y apoyo están en marcha para los científicos jóvenes, y cómo están alineadas con las necesidades del sector? ¿Se interesan los jóvenes por la investigación en este sector? Efectivamente. En el CN INIA priorizamos la formación de jóvenes investigadores en los ámbitos agroalimentario y forestal porque entendemos que son una pieza clave para el desarrollo de nuestra institución y de nuestro país. Estamos haciendo un gran esfuerzo para la captación y retención de talento joven, que es una tarea complicada especialmente en algunas de las áreas en las que trabajamos, como las que implican experimentación animal. Actualmente estamos formando a más de 50 estudiantes de doctorado y cofinanciamos un número similar de becas CSIC de introducción a la investigación para recién titulados. Realizamos actividades de difusión con universidades para despertar vocaciones a los jóvenes cuando

acaban de terminar sus estudios y no tienen aún decidido su futuro profesional.

Mirando hacia el futuro, ¿qué tendencias emergentes en investigación agroalimentaria y biotecnología cree que transformarán el sector en los próximos cinco a diez años, y cómo se está posicionando el INIA-CSIC para liderar estos cambios?

En general, todas las áreas de la investigación están adaptándose al impacto y las nuevas posibilidades que suponen la introducción de la inteligencia artificial y las técnicas de análisis masivo de datos. Para las investigaciones desarrollamos en INIA-CSIC las nuevas tecnologías, como la agricultura y ganadería de precisión o el empleo de ciencias ómicas y la bioinformática, pueden ayudar sustancialmente a la búsqueda de soluciones para los retos que afrontamos (cambio climático, crecimiento de la población, pérdida de biodiversidad), contribuyendo a la automatización, monitorización, detección de alteraciones, toma de decisiones y optimizando en general toda la cadena de producción de alimentos y su impacto ambiental. Los datos masivos que generamos suponen un gran reto, por la complejidad que supone su manejo y análisis, pero son también una gran oportunidad para contribuir a la eficiencia, circularidad y sostenibilidad del sector. En el CN INIA estamos empezando a desarrollar dos proyectos de excelencia científica, dentro del programa Deep-MAX del CSIC, en los que hemos diseñado estrategias para potenciar la investigación multidisciplinar en áreas transversales clave, que incluyen la implementación de tecnologías emergentes en todas ellas para optimizar la generación de conocimiento, potenciando la colaboración interna y la sinergia entre grupos de investigación.

El centro se integró en el CSIC en 2021 y hoy cuenta con 50 grupos de investigación y 400 proyectos

Por último. Acaba de aprobarse la Estrategia Nacional de Alimentación por parte del Gobierno. ¿Cómo planea el INIA implementar las cuatro medidas propuestas para la transformación digital y tecnológica en el sector agroalimentario y pesquero, y qué estrategias específicas se están considerando para fomentar la innovación y modernizar el sector en España? El CN INIA planea implementar las medidas clave de la Estrategia Nacional de Alimentación para la transformación digital y tecnológica en el sector agroalimentario y pesquero, alineándose con el desafío de innovación y tecnología que plantea la estrategia. Primero, impulsará la innovación desarrollando y aplicando tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, big data , agricultura de precisión etc.., para mejorar la eficiencia productiva y la sostenibilidad ambiental. En segundo lugar, promoverá mediante proyectos de investigación e innovación la digitalización de los modelos de producción, facilitando la adopción de sistemas digitales y plataformas inteligentes que permitan una gestión integral de las explotaciones agrarias. En tercer lugar, fomentará la generación y transferencia de conocimiento, asegurando que los avances científicos lleguen efectivamente al terreno. Finalmente, trabajará en la creación de un marco regulatorio que favorezca la inversión en innovación tecnológica, colaborando con administraciones y empresas para facilitar recursos y eliminar barreras legales.

El CN INIA busca modernizar y hacer más competitivo, saludable, sostenible y resiliente el sector agroalimentario en España, alineándose con los retos globales y las oportunidades tecnológicas actuales.

INIA-CSIC: VANGUARDIA BIOLÓGICA

FRENTE A LAS CRISIS

CLIMÁTICA Y ALIMENTARIA

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Desde sus centros, departamentos y unidades técnicas, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, adscrito al CSIC en 2021, se ha adaptado a nuevos desafíos tangibles como el cambio climático, el estrés hídrico, la pérdida de biodiversidad o las enfermedades animales emergentes.

En agosto de 2024, investigadores del Departamento de Reproducción Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), integrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hicieron público el nacimiento del primer cordero modificado genéticamente en España.

Bautizado como Teodoro, este rumiante porta una mutación en un gen relacionado con la fecundación, un avance que, según los expertos del Instituto, permitirá estudiar fallos reproductivos en animales de granja y servirá como modelo para comprender mejor este proceso en humanos. «Los modelos animales modificados genéticamente son esenciales para avanzar en el conocimiento de procesos biológicos como los relacionados con la reproducción. Al alterar o eliminar un gen específico, podemos entender claramente su papel en estos fenómenos», explicó, en la presentación social del animal, Pablo Bermejo-Álvarez, quien lideró el equipo junto a Priscila Ramos-Ibeas en colaboración con Julián Santiago Moreno.

Teodoro no es un caso aislado, sino una pequeña parte del mapa del conocimiento que el INIA-CSIC ha construido desde la integración, en 1971, del Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas, el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias y el Patronato de Biología Animal.

En aquel entonces, España vivía un auge industrial con los primeros polos de desarrollo, mientras el sector agrario, aún esencial, aportaba un 20% al Producto Interno Bruto (PIB) —equivalente a unos 2.500 millones de euros actuales— y empleaba a unos 12 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Sin embargo, desde sus inicios, el Instituto ha vivido transformaciones estructurales en un camino que no ha sido, precisamente, lineal.

La crisis económica de 2008 redujo su presupuesto un 30% entre 2009 y 2015. Ese mismo año, el INIA dejó de ser gestor de convocatorias y la competencia para la financiación de la investigación agraria fue asumida por la Agencia Estatal de Investigación. En 2020, el ministro de Ciencia, Pedro Duque, anunció los planes del Gobierno para integrar el INIA, junto a otros organismos públicos de investigación, en el CSIC como solución al colapso administrativo que estaba atravesando, dejando de ser un organismo independiente. Y fue en 2021 cuando finalmente se integró al CSIC, adoptando un enfoque mucho más transversal.

Hoy cuenta con cerca de 600 empleados, un presupuesto de 50 millones de euros y es uno de los institutos del CSIC con mayor proyección internacional. ¿Pero cuál es el cometido del INIA-CSIC? En este reportaje vamos a conocer su actividad a través de tres centros señeros.

Recursos fitogenéticos y mejora de cultivos

Ubicado en Alcalá de Henares (Madrid), el Centro de Recursos Fitogenéticos (CRF) preserva y aprovecha la diversidad genética de especies vegetales, incluyendo variedades autóctonas, ecotipos, cultivares en desuso y especies silvestres, conocidos colectivamente como recursos fitogenéticos, cuyo potencial científico es clave para la agricultura y la alimentación.

Por ejemplo, el CRF conserva una colección de 25.000 muestras de semillas de cereales, leguminosas y cultivos, y una copia de seguridad con más de 45.000 conservadas en los bancos de la red nacional. En el centro mantienen las semillas vivas durante mucho tiempo y, como mecanismo de seguridad, ya se han depositado más de 1.000 variedades en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, un arca de Noé vegetal mundial cerca del Polo Norte.

Además, el INIA-CSIC cuenta con el único laboratorio acreditado en España por la Asociación Internacional de Ensayos de Semillas (ISTA) para la emisión de certificados requeridos para la exportación de lotes de semillas a terceros países y colabora con el sector obtentor de semillas a través de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, ANOVE.

Sanidad animal y bioseguridad

En Valdeolmos (Madrid), el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) lidera la prevención, diagnóstico y control de enfermedades animales transmisibles, con especial atención a infecciones emergentes, reemergentes y transfronterizas de alto impacto económico y sanitario, incluidas las zoonosis. Es el laboratorio de referencia de la UE para la peste porcina africana desde hace más de una década y, desde 2013, también de la FAO para esta enfermedad. Además, es laboratorio nacional de referencia para la fiebre del Valle del Rift.

En el ámbito de la sanidad animal, el trabajo del CISA se centra en el desarrollo de herramientas para la detección y prevención de enfermedades que no solo afectan la salud de los animales, sino que también tienen un impacto en la economía y en la sociedad.

Por ejemplo, en el desarrollo de vacunas y antivirales que se prueban en las instalaciones en Valdeolmos, un lugar único en España reconocido como instalación científica singular y centro de referencia de la FAO en bioseguridad. En este centro, por ejemplo, se realizaron las pruebas experimentales de validación de vacunas frente a la COVID-19. Estas instalaciones se verán ampliadas con un nuevo laboratorio de nivel de contención biológica 4 (NBC-4), el mismo tipo que el Instituto de Virología de Wuhan en China. Con una inversión de 22,8 millones de euros, financiados parcialmente por fondos europeos, las obras de este centro de referencia ya han comenzado.

Protección del medio forestal

El Instituto de Ciencias Forestales (ICIFOR), también en Madrid, reúne equipos especializados en el estudio del medio forestal y trabaja en la generación y transferencia de conocimiento científico y técnico sobre el bosque, sus recursos y el sector en general. El centro tiene por objetivo la gestión sostenible e integral de los sistemas forestales para garantizar los servicios que los bosques proporcionan a la sociedad: la conservación de la biodiversidad, la prevención de enfermedades que afectan a nuestros bosques, la gestión y prevención de incendios forestales y el aprovechamiento de los productos forestales. Todo ello en el contexto actual de cambio climático y la necesidad de fortalecer la bioeconomía.

Cuando se habla de productos forestales, no es solo la madera, sino también productos forestales no maderables (como el corcho o el piñón) como alternativas sostenibles a otras materias primas no renovables, así como el desarrollo de bioproductos y biocombustibles. Para ello, la investigación se desarrolla a diferentes escalas, desde molecular hasta paisajística, y cubre toda la cadena de valor, incluyendo la industria. Precisamente, el INIA dispone de una instalación, el Arboreto Gregorio Montero, con una colección de 350 especies de árboles, arbustos, etc., tanto autóctonos como exóticos que se han plantado en los últimos 50 años. También se destacan otras instalaciones, como la suberoteca, la xiloteca o el túnel del viento, así como las redes de parcelas permanentes situadas en los montes ibéricos, que permiten estudios a largo plazo.

Transversales ante el calentamiento global

En el INIA se trabaja siguiendo el enfoque One Health, que reconoce que la salud de los humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente están estrechamente vinculadas e interdependientes. Además, implica a múltiples sectores, disciplinas y comunidades para que trabajen juntos con el fin de fomentar el bienestar y hacer frente a las amenazas para la salud

y los ecosistemas, abordando al mismo tiempo la necesidad colectiva de agua, aire y energías limpias, así como de alimentos inocuos y nutritivos.

Una de las cuestiones que con mayor profusión aborda el INIA-CSIC de forma transversal es el cambio climático, que está afectando a la seguridad alimentaria y a la aparición de enfermedades animales con efectos cada vez más visibles.

Por ejemplo, según datos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en su Sexto Informe de Evaluación (AR6), los rendimientos de trigo en el Mediterráneo y de maíz en Europa Central podrían caer hasta un 30% para 2050 debido a sequías, inundaciones y olas de calor. Un escenario, respaldado por Nature Climate Change, que también se refleja en España, donde la erosión degrada un 2% del suelo fértil cada año, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), y el estrés hídrico, que afecta al 75% del territorio, reduce un 15% la actividad de microbios esenciales para la fertilidad del suelo, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y Soil Biology and Biochemistry.

Por otro lado, el cambio global se manifiesta, por ejemplo, en las emisiones agrícolas. En 2022, estas alcanzaron 13,5 gigatoneladas de CO2 equivalente (GtCO2eq) a nivel mundial, con 438 megatoneladas (MtCO2eq) en Europa y 40 MtCO2eq en España, según el IPCC, Eurostat y el MAPA. Esto equivale a las emisiones de 3.000 millones de turismos y a un coste estimado de 1.500 millones de euros, según la Agencia Internacional de Energía (IEA) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), subrayando el peso del sector agrario en el calentamiento global y la necesidad de actuar con urgencia.

En este contexto, España desempeña un papel activo desde el prisma institucional a través del INIA-CSIC. En 2023, el Gobierno español presidió el consejo de la Alianza Global de Investigación sobre Gases de Efecto Invernadero en Agricultura (GRA), una iniciativa internacional que impulsa la investigación en agricultura, ganadería y el sector agroforestal frente al cambio climático. Además, participa en la Alianza Global para una Agricultura Climáticamente Inteligente, donde gobiernos, investigadores, sociedad civil, ONG, empresas privadas y organizaciones internacionales colaboran para garantizar la seguridad alimentaria considerando el cambio climático como factor clave.

Alimentos más seguros

La adaptación de los cultivos a las nuevas exigencias climáticas es también abordada de pleno por el CSIC a través del INIA y, en este sentido, ya viene empleando procedimientos biológicos para desarrollar alimentos más seguros.

Así, el centro estudia microorganismos capaces de eliminar bacterias presentes en los alimentos que sean perjudiciales para la salud o bacterias alterantes, aumentando así la vida útil del producto final, y también trabaja en el desarrollo de alimentos que reduzcan el riesgo de producir alergias, que tengan beneficios para todos los consumidores o que estén adaptados a grupos específicos, como mayores, alérgicos o deportistas.

Entre las investigaciones más importantes se encuentra el desarrollo de cereales capaces de fijar nitrógeno directamente del aire. Con una financiación de 4,5 millones de euros, esta iniciativa promete transformar la agricultura al reducir la dependencia de fertilizantes químicos, responsables de una gran huella ambiental, y crear variedades más productivas y sostenibles.

Zoonosis: vigilancia molecular para la salud global Los desafíos del INIA-CSIC no se limitan a la producción agrícola, ya que la salud global también está en juego debido al aumento de las zoonosis, responsables del 75% de las infecciones emergentes, como el COVID-19, según la OMS.

Por ejemplo, los investigadores del Instituto están involucrados en el proyecto europeo VACDIVA, que proporcionará tres vacunas piloto seguras y efectivas para jabalíes y cerdos domésticos. Además, se validarán pruebas DIVA (por sus siglas en inglés, Differentiating Infected from Vaccinated Animals) y se desarrollarán nuevas estrategias de vigilancia y control-vacunación.

También sobresale DIVAVACEHD, cuyo objetivo es desarrollar una vacuna eficaz contra el virus de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHDV) en bovinos.

Sanidad vegetal: cultivos resilientes

En el área de sanidad vegetal, el INIA-CSIC desarrolla evaluaciones en diferentes aspectos con el manejo integrado de malas hierbas, plagas o enfermedades causadas por bacterias y hongos, incluyendo estudios micológicos, de agentes causantes de daño o de biocontrol.

Así, el Centro realiza la evaluación del riesgo, lo que permite desarrollar técnicas de detección, identificación, diagnóstico y control de enfermedades y plagas en cultivos de gran importancia económica, de la mano de los agricultores, así como con agencias y organismos.

En este capítulo es de destacar el Centro de Biotecnología de Plantas (CBCP), en el que participan el INIA-CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid en la generación de conocimiento sobre genómica y bioecología de plantas y los organismos que interactúan con ellas.

El proyecto BeXyl, una iniciativa financiada con 6,7 millones de euros por la Research Executive Agency de la Unión Europea y que cuenta con la participación de 31 instituciones de 14 países, tiene por objetivo final monitorizar la evolución en el campo de la bacteria Xylella fastidiosa, la mayor amenaza emergente para la agricultura en la Unión Europea y en la cuenca del Mediterráneo.

Más allá de nuestras fronteras

En la Unidad Internacional, el INIA-CSIC promueve la participación española en proyectos globales y asesora a Europa en financiación científica. La Misión del Suelo busca restaurar suelos degradados (60% en Europa), esenciales para alimentos (95%) y captura de carbono.

Un ejemplo de colaboración es el proyecto NEUTRAWEED, una red internacional e intersectorial para trabajar en un programa de investigación conjunto en los campos de la ecología y la gestión de las malas hierbas, la inteligencia artificial (IA) y la robótica. Financiado por el programa Marie Skłodowska-Curie y coordinado por la Scuola Superiore Sant’Anna (Pisa, Italia), cuenta con la participación de 15 organizaciones, académicas y no académicas, de 9 países diferentes de 4 continentes (Europa, África, Asia y América). Además del INIA, otro centro del CSIC, el Centro de Automática y Robótica (CAR), participa en el proyecto.

El objetivo del proyecto será la identificación de estas comunidades y el análisis de sus interacciones con los cultivos desde las perspectivas agroecológica, molecular, fisiológica y microbiológica. Esto contribuirá a reducir el uso de fitosanitarios, aumentar la biodiversidad de los agroecosistemas o mejorar los servicios agroecosistémicos.

A través de WeGREENNOVATE, el INIA, el Instituto de Ciencias Agrarias (ICA) y el Centro de Automática y Robótica (CAR), centro mixto CSIC-UPM, entre otros institutos de innovación españoles y europeos, se han marcado como objetivo principal desarrollar y valorizar estrategias de manejo de cultivos precisas, eficientes y sostenibles mediante la integración de innovaciones tecnológicas y enfoques agroecológicos para alcanzar cuatro objetivos clave del Pacto Verde: reducir el uso de herbicidas; fomentar la agricultura ecológica; preservar la biodiversidad; e incrementar las poblaciones de polinizadores.

Para lograrlo, WeGREENNOVATE propone el uso de tecnologías como la teledetección, detección próxima, aprendizaje automático y actuadores de precisión, considerándolas herramientas esenciales para abordar los desafíos relacionados con el manejo de las malas hierbas y la preservación de la biodiversidad floral en entornos agrícolas.

EL FUTURO DEL CBM TRAS MEDIO SIGLO DE CIENCIA

Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM, Madrid

Hablar del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM) es hablar de ciencia, de curiosidad y de compromiso con la formación de nuevos investigadores y con la sociedad. Nacido del impulso conjunto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el CBM fue concebido como un centro promotor de la biología molecular en España. Desde sus inicios, el centro adoptó el espíritu de su impulsor, Severo Ochoa: la convicción de que la excelencia científica y la formación de nuevas generaciones van de la mano. Esa doble vocación, hacer ciencia de calidad y formar buenos científicos, ha guiado su trayectoria durante cinco décadas, y sigue marcando su manera de mirar al futuro.

A lo largo de estos cincuenta años, el CBM ha sido escenario de descubrimientos que han ampliado los horizontes de la biología molecular y la biomedicina, ha

participado activamente en la modernización de la ciencia española y ha contribuido a formar a miles de investigadores que hoy trabajan en universidades, hospitales y centros de investigación de todo el mundo. Pero un centro de investigación no puede ser una entidad estática: debe crecer, cambiar y renovarse. El CBM ha evolucionado junto con la propia ciencia, adaptándose a nuevas tecnologías, reformulando sus preguntas y reorganizándose internamente para seguir siendo un referente. Esa capacidad de reinventarse, de absorber los cambios sin perder su identidad, es, tal vez, una de las claves de su longevidad y relevancia. Cuando asumí la dirección del CBM en 2023, heredé un centro con una base sólida, fruto de la labor de mis predecesores, pero también el desafío de seguir transformándolo para afrontar los retos de las próximas décadas. Un paso esencial en ese proceso fue la firma de un nuevo convenio entre

Imagen 1

Personal del CBM en foto tomada el día de la Fiesta de Primavera. / CBM, 2025.

el CSIC y la UAM, que redefinió la gobernanza del centro con una estructura más ágil y participativa, fortaleciendo la cohesión interna y permitiéndonos avanzar con mayor claridad hacia metas comunes. Uno de los frutos más visibles de esta reorganización ha sido la obtención del reconocimiento como Centro de Excelencia Severo Ochoa, concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Más allá del apoyo económico que conlleva, este reconocimiento ha servido para reforzar la identidad del centro, estimular colaboraciones internas innovadoras y atraer talento internacional. Nos ha permitido invertir en nuevas tecnologías, modernizar equipamientos, mejorar servicios científico-técnicos y lanzar programas que fortalecen la cohesión y el sentido de pertenencia de toda la comunidad CBM. Entramos así en nuestra segunda cincuentena con el mismo entusiasmo y curiosidad que inspiraron los primeros pasos de este proyecto.

El CBM de hoy triplica el número de investigadores con que comenzó su andadura. Su traslado al actual edificio permitió albergar más laboratorios y servicios, y consolidar una estructura que facilita tanto la investigación básica como la aplicada. Cerca de un centenar de investigadores principales, de distintas nacionalidades y trayectoria, lideran proyectos que abarcan desde la biología celular y el desarrollo embrionario hasta la neurociencia, la inmunología, la genética, el metabolismo o la biotecnología. Este ecosistema científico se organiza en torno a cuatro grandes programas y ocho unidades de investigación, una estructura que favorece la interacción y la creación de sinergias

entre grupos con intereses diversos pero complementarios. Las ideas circulan con libertad, las colaboraciones surgen de manera natural, y esa cercanía física e intelectual es, sin duda, una de las mayores fortalezas del centro. El soporte técnico y tecnológico del CBM constituye otro de sus pilares. Las plataformas científico-técnicas, muchas de ellas herederas de servicios pioneros creados en los primeros años del centro, se han ido modernizando hasta situarse en la vanguardia. Animalario, Bioinformática, Genómica Funcional, Microscopía Óptica Avanzada, Microscopía Electrónica, Citometría, Cultivo Celular o Biomedicina Preclínica son algunos de los servicios que

A FONDO

hoy proporcionan apoyo esencial a los grupos de investigación. En los últimos años se han incorporado tecnologías emergentes y personal altamente especializado, lo que ha permitido responder con agilidad a los nuevos desafíos experimentales. Además, el CBM ha sabido buscar alianzas estratégicas: el Servicio de Proteómica CNB-CBM o el de Edición Genética en Ratón son ejemplos de cooperación exitosa con el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), CSIC, que han permitido optimizar recursos y multiplicar capacidades.

Los resultados científicos de este esfuerzo son notables y apoyados por financiación competitiva nacional, europea, incluyendo ayudas ERC, e internacional. Solo en los dos últimos años se han publicado más de quinientos artículos en revistas de prestigio, muchos de ellos fruto de colaboraciones internacionales y/o de sinergias dentro del mismo CBM. Estas contribuciones abarcan desde el estudio de los mecanismos moleculares del envejecimiento o las enfermedades neurodegenerativas, hasta el desarrollo de estrategias innovadoras en inmunoterapia, cáncer, enfermedades raras, inflamación o virología. El CBM también ha demostrado una gran capacidad de respuesta ante desafíos globales, como evidenció su papel durante la pandemia de COVID-19 o, más recientemente, su liderazgo en la vigilancia de la gripe aviar en la Antártida. Estos ejemplos reflejan la agilidad y el compromiso social de un centro que entiende la ciencia como un servicio a la sociedad.

El CBM no solo produce conocimiento: también lo transmite. La formación de jóvenes científicos sigue siendo una de nuestras razones de ser. A través del programa Train@CBM, los estudiantes de doctorado cuentan con tutorías personalizadas y un seguimiento continuo que fomenta la calidad de

su desarrollo científico y humano, proporcionando ayuda inmediata en caso de posibles dificultades a través de un servicio Help@Hand. Un comité de Predoc-Postdoc contribuye activamente a la vida del centro con iniciativas científicas y sociales. Gracias a estas políticas, el CBM se ha consolidado como un entorno formativo estimulante, que atrae talento joven nacional e internacional y promueve una cultura de aprendizaje colaborativo. El impulso divulgador también ha cobrado fuerza con la creación de un servicio de Comunicación y Divulgación, que ha abierto aún más el CBM a la sociedad. Talleres, visitas escolares, charlas públicas y eventos como Ciencia Contigo han acercado la investigación biomédica al público. La edición de 2024, celebrada en el CaixaForum Madrid bajo el lema «Microlife», fue un éxito rotundo de participación. Estas actividades no solo despiertan vocaciones científicas, sino que refuerzan la relación entre los ciudadanos y la ciencia, recordándonos que el conocimiento solo alcanza su pleno sentido cuando se comparte.

El compromiso del CBM con los valores sociales de igualdad y sostenibilidad se ha traducido en acciones concretas. El Comité de Igualdad, activo desde 2021, promueve la equidad y la diversidad como principios básicos del trabajo científico. Paralelamente, el Comité de Sostenibilidad impulsa medidas para reducir la huella ecológica de los laboratorios y fomentar prácticas respetuosas con el medio ambiente. En un momento en que la ciencia debe ser también ejemplo de responsabilidad, estas iniciativas son parte esencial de la identidad del centro.

Mirar al futuro no es fácil y requiere previsión y visión. La biología y la biomedicina están viviendo una transformación cada vez más rápida: tecnologías como la edición genética mediante CRISPR, la

inteligencia artificial aplicada al análisis biomédico, o la integración de datos ómicos a nivel unicelular están cambiando las formas de entender y abordar la complejidad de la vida. El CBM aspira a estar en la primera línea de estos avances, apostando por la renovación tecnológica, la interdisciplinariedad y la colaboración internacional. En un mundo donde los grandes problemas, envejecimiento, enfermedades neurodegenerativas, cáncer, resistencia antimicrobiana, son desafíos globales, la cooperación entre instituciones y países no es solo deseable, sino imprescindible. En ese contexto, el CBM quiere seguir siendo un nodo de conocimiento abierto, capaz de conectar talento, ideas y soluciones.

Hoy, al mirar hacia atrás y al mismo tiempo hacia adelante, resulta inevitable sentir orgullo por lo logrado y responsabilidad por lo que aún queda por hacer. El CBM es el resultado del esfuerzo colectivo de generaciones de científicos, técnicos, gestores y estudiantes que han aportado su energía, creatividad y pasión. Muchos han emprendido nuevos caminos, otros se han jubilado tras años de dedicación, y algunos, tristemente, ya no están con nosotros. Pero todos han dejado su huella en este centro. Sobre ese legado se levanta el CBM del presente: un centro dinámico, comprometido con la excelencia y con la sociedad, donde la biología molecular sigue siendo una herramienta para entender la vida y mejorarla.

Esa fue la visión de Severo Ochoa. Y sigue siendo, cincuenta años después, la brújula que nos orienta hacia el futuro.

Para leer más

Sitio web del CBM: https://www.cbm.uam.es/

LA EFICACIA DE LA ENSEÑANZA COLABORATIVA

EN EL APRENDIZAJE ACTIVO DE LOS ESTUDIANTES DE BIOCIENCIAS MOLECULARES

CONCLUSIONES DE LA REUNIÓN DEL GRUPO DE EDUCACIÓN DURANTE EL 47º CONGRESO DE LA SEBBM

Marina Lasa

Universidad Autónoma de Madrid Coordinadora del Grupo de Educación de la SEBBM

La reunión anual del Grupo de Educación de la SEBBM tuvo lugar en Cáceres el 2 de septiembre de 2025 en el marco del 47º Congreso de la SEBBM y fue un evento que congregó a docentes implicados en asignaturas relacionadas con el campo de las biociencias moleculares de diversas universidades españolas.

La sesión fue iniciada por Marina Lasa, como coordinadora del Grupo de Educación de la SEBBM, dando la bienvenida tanto a los asistentes como a los ponentes invitados. En su introducción, la coordinadora hizo referencia a que las ponencias seleccionadas estaban alineadas con el interés creciente por la implementación de estrategias docentes basadas en un proceso de enseñanza activa, en el que el estudiante juega un papel decisivo en su propio aprendizaje, tras lo que terminó exponiendo su deseo de que la sesión sirviera como cauce para reflexionar e impulsar este tipo de abordajes educativos.

«Implementación de las metodologías activas ABP y TBL en asignaturas de Bioquímica del Grado en Biotecnología para mejorar el uso oral y escrito del inglés científico. Interacción con estudiantes nativos de habla inglesa»

La primera intervención corrió a cargo de María Isabel Muñoz Barroso, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Salamanca, quien presentó una actividad que lleva a cabo, junto con otros docentes, en dos asignaturas que comparten los mismos contenidos: Bioquímica, impartida en el segundo curso del Grado en Biotecnología, en la que hay

estudiantes matriculados de la Universidad de Salamanca, y Biochemistry, que está dirigida a estudiantes que proceden de la Universidad de Wake Forest (EE.UU.).

La Dra. Muñoz comenzó su intervención explicando que la estrategia docente que presentaba tiene como objetivo principal trabajar la competencia lingüística transversal con el fin de facilitar a los estudiantes la comprensión y expresión en inglés, por ser éste el idioma predominante en el ámbito científico. Para ello, la actividad se ha desarrollado en tres fases, correspondientes a los cursos 2022/23, 2023/24 y 2024/25, respectivamente, y se lleva a cabo durante las clases destinadas a seminarios. En cuanto a la dinámica seguida durante la primera fase, inicialmente los profesores elaboran una serie de materiales docentes en inglés, mayoritariamente casos prácticos, sobre los que los estudiantes deben trabajar en grupo bajo la supervisión de los docentes, que les van dando pistas para que acaben redactando en inglés unos informes con la resolución de las cuestiones planteadas, así como un glosario de términos bioquímicos. A continuación, se lleva a cabo un debate entre profesores y estudiantes sobre las respuestas a cada pregunta y, además, una vez corregidas las entregas, se devuelven a los distintos grupos para fomentar su aprendizaje. Durante el proceso, se llevaron a cabo dos encuestas, una inicial sobre la percepción del nivel/uso del inglés científico, y otra final de satisfacción global. La ponente destacó que en ambas encuestas se obtuvieron buenas valoraciones, siendo el

único aspecto mejorable el escaso componente oral, lo que motivó a los docentes a implementar las siguientes fases de la estrategia, incorporando a estudiantes nativos de habla inglesa de la Universidad Wake Forest. La Dra. Muñoz explicó que la dinámica de trabajo durante estas fases fue similar a la empleada en el primer curso y que la única excepción es que los estudiantes trabajan en grupos mixtos que incorporan a un estudiante estadounidense, y en los que se designa un «facilitador», que se asegura de la integración del mismo en el grupo. Los resultados de la implementación de esta metodología, recogidos en la encuesta final de cada curso, muestran un grado de satisfacción elevado, tanto de los estudiantes de ambas universidades como del profesorado implicado. Además, la mayoría de los estudiantes ponen de manifiesto una buena acogida de esta actividad docente porque tienen la percepción de que les ayuda a integrar sus competencias lingüísticas y científicas y, en consecuencia, se sienten más preparados para desenvolverse en un entorno académico y profesional globalizado.

«El aprendizaje de la Bioquímica mediante Ciclos de Mejora en el Aula: uso de la metodología de clase inversa y la evaluación continuada»

La segunda ponencia fue presentada por Antonio Carrillo Vico, del Departamento de Bioquímica Médica y Biología Molecular e Inmunología de la Universidad de Sevilla, que comenzó haciendo un breve preámbulo acerca de las razones por las que muchos docentes no se animan a orientar

EDUCACIÓN

su docencia a metodologías de aprendizaje más activo, entre las que destacan la escasa formación pedagógica, la falta de modelos a seguir, el reparto de la docencia por orden de prelación y no por afinidad según la formación del profesor, o la promoción basada mayoritariamente en criterios de investigación. A continuación, explicó que su punto de inflexión en esta tendencia fue su asistencia a un curso de formación docente sobre los Ciclos de Mejora en el Aula (CIMA), destinado a diseñar un modelo metodológico ideal que permitiera plantear mejoras futuras, gracias a la elaboración de un «diario de clase», en el que se debía hacer una reflexión profunda acerca de la utilidad de las actividades realizadas hasta el momento, así como de la posibilidad del empleo del tiempo no presencial. Además, se habló de la importancia de la elaboración de un «mapa de contenidos», en el que hay que tener en cuenta aspectos tales como: (1) identificar y categorizar los contenidos según su tipo; (2) reflexionar acerca de la selección de los contenidos y el modo de organizarlos; (3) jerarquizar los contenidos, ordenándolos según su importancia; (4) elaborar las preguntas estructurantes, basadas en los contenidos que se pretende que los estudiantes aprendan; y (5) diseñar un proceso de evaluación coherente.

El Dr. Carrillo continuó exponiendo su progresión a lo largo de varios cursos académicos en la implementación de diferentes CIMA asociados a la asignatura de Bioquímica y Biología Molecular, que se imparte en el primer curso del Grado de Enfermería. Así, en los cursos 2017/18 y 2018/19 comenzó con CIMA en los que se hizo la transición de un modelo más clásico a uno que incluía actividades de ABP; en el curso 2019/20 implementó un CIMA en el que introdujo la metodología

de aula inversa; para finalizar con CIMA en los cursos 2020/21 y 2021/22 en los que, además, hizo un cambio sustancial en el modelo de evaluación, aportándole más peso a la evaluación continua. La dinámica que se siguió en estos CIMA es similar, comenzando con un cuestionario inicial sobre contenidos estructuradores, que incluye actividades calificables, así como la entrega de materiales docentes al estudiante, sobre los que tiene que trabajar. A continuación, se hace una puesta en común en el aula de los contenidos estructuradores con actividades teórico-prácticas, tras lo que se realiza una actividad de evaluación de contenidos clave basada en el empleo de «escaleras de aprendizaje». Esta estrategia se complementa con un cuestionario final, que incluye las mismas preguntas que el inicial. Por último, el ponente mostró algunas opiniones extraídas de las encuestas de satisfacción y algunos de los resultados obtenidos, que demuestran una buena acogida general de este tipo de metodologías por parte de los estudiantes, así como una mejora del aprendizaje de contenidos esenciales en la asignatura.

Debate y principales conclusiones de la reunión

El debate que se generó al finalizar cada ponencia fue muy interesante, haciendo hincapié en aspectos que suelen resultar preocupantes para muchos profesores motivados por la mejora docente. Por ejemplo, en cuanto a la primera ponencia, se discutió acerca del método de selección de los materiales docentes, del sistema de formación de grupos y del tamaño de los mismos. En este sentido, también se estableció un debate sobre la conveniencia de implementar sistemas de monitorización del trabajo individual dentro de los grupos mediante rúbricas de autoevaluación grupal. Además, se planteó

la posible realización de algún tipo de monitorización de los beneficios obtenidos con el desarrollo de esta actividad, por ejemplo, a nivel de la realización del trabajo fin de grado (TFG), en el que el manejo de la bibliografía en inglés juega un papel decisivo, sugerencia que tuvo muy buena acogida por parte de la ponente. Por otro lado, en relación con la implementación de los CIMA como estrategias para mejorar la calidad docente, el diálogo se centró en el método de selección y organización de las preguntas estructurantes, en la evaluación de los cuestionarios inicial y final, así como en el mecanismo para guiar al alumnado a lo largo del curso, ya que la mayoría de los estudiantes no tienen experiencia previa en este tipo de actividades. También se consultó al ponente sobre sus recomendaciones para planificar un CIMA por primera vez y respondió que, en su opinión, lo mejor es empezar con algunos de pocas horas e ir aumentando su complejidad a medida que se aumenta la experiencia en el empleo de estos abordajes. Por último, se abrió un debate muy interesante cuando se preguntó al ponente acerca de la manera en que los estudiantes pueden compaginar asignaturas más innovadoras con otras con metodologías más clásicas y el Dr. Carrillo expuso que, en un futuro próximo, tiene la intención de implementar algunos CIMA que combinen asignaturas diferentes. Esto supone un reto de una gran transcendencia en el necesario replanteamiento de la organización docente, con el fin de mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Tras las evidencias mostradas en la reunión, que ponen de manifiesto la eficacia de la enseñanza colaborativa en el aprendizaje activo de nuestros estudiantes, la conclusión principal de la reunión se centra en la necesidad de avanzar en la reflexión sobre la incentivación de la implementación de metodologías

activas del proceso de enseñanza y aprendizaje, seleccionando la estrategia más apropiada en función de la asignatura, del título, así como del perfil del estudiantado. En esta línea, las reuniones del Grupo de Educación de la SEBBM en el marco de su congreso anual resultan muy fructíferas, ya que permiten conocer diferentes aproximaciones encaminadas a la mejora de la docencia en el campo de las biociencias. Por último, un requisito esencial para acelerar el cambio necesario de concepción de la docencia apunta a que las universidades tomen conciencia y sean proactivas para incentivar a los docentes interesados en impulsar la innovación docente o, dicho en otras palabras, la «investigación docente», así como para reconocer el esfuerzo (generalmente no suficientemente valorado por las autoridades académicas) que acarrea la implementación de este tipo de estrategias.

Otras comunicaciones

La sesión del Grupo de Educación se completó con la presentación de comunicaciones en forma de póster, en las que se describían diferentes aproximaciones docentes, como la implementación de un laboratorio virtual como una herramienta complementaria para la enseñanza de prácticas de laboratorio; el desarrollo de situaciones de aprendizaje en grupos pequeños basados en casos prácticos, empleando enfoques humanistas de trabajo; una propuesta de un método de análisis informático basado en la bibliografía científica usando cBioPortal; o la iniciativa «MicroMundo» de aprendizaje-servicio, que introduce a estudiantes de secundaria en la microbiología y la resistencia a los antimicrobianos a través de investigaciones prácticas sobre microbios del suelo. De entre todas las comunicaciones, hubo dos de ellas que suscitaron bastante interés entre

los asistentes. Por una parte, una de las comunicaciones describía una experiencia para motivar el aprendizaje de grupos grandes de estudiantes del Grado en Medicina, que consistía en presentar algunas preguntas (básicas o más desafiantes) para resolver en grupos durante la clase. Las respuestas se entregaban escritas a mano y el profesor las evaluaba y devolvía con comentarios en un plazo corto. Los estudiantes consideraron valiosa la inclusión de esta actividad porque les ayudaba a prepararse para el examen y, además, aumentaba su motivación, lo que redujo el absentismo

estudiantil. Por otro lado, la segunda de estas comunicaciones exponía una aproximación desde un enfoque One Health, basada en la realización de cuatro TFG de forma coordinada por alumnos de los Grados en Farmacia y en Biotecnología, abordando una misma problemática desde el punto de vista de la obtención y caracterización de un extracto vegetal hasta la formulación tópica. Los resultados de este abordaje demuestran que se fomentó el trabajo interdisciplinar, permitiendo a los estudiantes incluir e integrar conocimientos adquiridos en las distintas asignaturas.

INVESTIGACIÓN

El propionato de imidazol está relacionado con el desarrollo de la aterosclerosis

Annalaura Mastrangelo, lñaki Robles-Vera, Diego Mañanes, Miguel Galán, Marcos Femenía-Muiña, Ana Redondo-Urzainqui, Rafael Barrero-Rodríguez, Eleftheria Papaioannou, Joaquín Amores lniesta, Ana Devesa, Manuel Lobo-González, Alba Carreras, [...], Valentín Fuster, Borja lbañez, David Sancho. 2025.Imidazole propionate is a driver and therapeutic target in atherosclerosis. Nature 645: 254–261. doi: 10.1038/s41586-025-09263-w

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte global, originadas en la aterosclerosis, un proceso inflamatorio por acumulación de grasa en las arterias que debe detectarse de modo temprano para su mejor tratamiento. Aunque se controlan factores causales como el colesterol o el tabaquismo, hasta un 40 % de población desarrolla aterosclerosis sin tener estos factores de riesgo, lo que sugiere factores adicionales. Un estudio liderado por el equipo de David Sancho en el CNIC, Madrid, y publicado en Nature, ha identificado el propionato de imidazol (ImP), un metabolito producido por bacterias intestinales, como un nuevo marcador temprano en sangre de aterosclerosis activa inflamatoria tanto en ratón como en humano. Su detección permite identificar personas aparentemente sanas con la enfermedad, evitando pruebas de imagen costosas. Además, ImP no solo se asocia a la enfermedad, sino que es causal en el desarrollo de la aterosclerosis al activar el receptor I1R en macrófagos, aumentando la inflamación. Un resultado trascendente del estudio muestra que al bloquear la detección de ImP por I1R reduce la progresión de la enfermedad en modelos animales sin afectar a los niveles de colesterol. Esto sugiere que los tratamientos combinados con fármacos que inhiban los niveles de colesterol y la detección de ImP podrían cooperar en su actividad terapéutica. El estudio propone un enfoque diagnóstico y terapéutico innovador que podría transformar la prevención cardiovascular.

REPAIRome: un atlas genético de la reparación de roturas de doble cadena en el ADN

Ernesto López de Alba, Israel Salguero, Daniel Giménez-Llorente, Javier Montes-Torres, Ángel Fernández-Sanromán, Ester CasajúsPelegay, José Terrón-Bautista, Jonathan Barroso-González, Juan A Bernal, Geoff Macintyre, Rafael Fernández-Leiro, Ana Losada, Felipe Cortés-Ledesma. 2025. A comprehensive genetic catalog of human double-strand break repair. Science 390(6768):eadr5048. doi: 10.1126/science.adr5048

Las roturas de doble cadena (DSB, por sus siglas en inglés) del ADN son una de las lesiones más peligrosas que puede sufrir el material genético, y su reparación es esencial para la estabilidad del genoma, previniendo cambios y reordenaciones asociados a enfermedades como el cáncer, y determina la eficacia de muchas terapias antitumorales. Sin embargo, pese a décadas de estudio, hasta la fecha no se había realizado un análisis sistemático de todos los genes potencialmente implicados en el proceso, ni de las relaciones e interconexiones entre las diferentes vías de reparación. El proyecto REPAIRome, dirigido por Felipe Cortés Ledesma en el CNIO, ha generado el primer catálogo genético completo de la reparación de DSBs en células humanas, combinando bibliotecas CRISPR y análisis masivo de secuencias de reparación. Este mapa sistemático, desarrollado principalmente por Ernesto López, Israel Salguero, Daniel Giménez y el propio Cortés, revela cómo la casi totalidad de los cerca de 20.000 genes humanos afectan a las distintas vías de reparación de DSB y permite visualizar sus relaciones mediante una herramienta interactiva (repairome.bioinfo.cnio.es).

El estudio, publicado en Science, se ha llevado a cabo por el Grupo de Topología y Roturas de ADN del CNIO, con la colaboración de los grupos de Dinámica Cromosómica, Integridad Genómica y Biología Estructural, y Oncología Computacional. Además de consolidar fundamentos del campo, ofrece un marco de referencia para interpretar variantes genéticas humanas, optimizar edición génica mediante CRISPR y comprender cómo surgen las mutaciones que impulsan el cáncer.

La inhibición dual de NOX4 y NOX1 en fibroblastos asociados al cáncer reduce el crecimiento del colangiocarcinoma

Josep Amengual, Ester González-Sánchez, Mariana Yáñez-Bartolome, Laura Sererols-Viñas, Aashreya Ravichandra, Celia Guitan, Noel P Fuste, Ania Alay, Sara Hijazo-Pechero, Beatriz Martín-Mur, Marta Gut, Anna Esteve-Codina, Ana Cantos-Cortes, Rut Espinosa-Sotelo, [...], Isabel Fabregat, Javier Vaquero. 2025. NADPH oxidase 1/4 dual inhibition impairs transforming growth factor-beta protumorigenic effects in cholangiocarcinoma cancer-associated-fibroblasts. Signal Transduction and Targeted Therapy 10(1):257. https://doi.org/10.1038/s41392-025-02347-z

El colangiocarcinoma es un tumor con muy mal pronóstico debido al diagnóstico tardío y la alta resistencia a las terapias actuales, que incluyen el uso de inmunoterapia. En este contexto, se busca la inhibición de vías de señalización inmunosupresoras, como la vía del TGF-beta, para potenciar los efectos beneficiosos de la inmunoterapia. Desafortunadamente, el uso de inhibidores del receptor de TGF-beta no ha tenido éxito en ensayos clínicos. El trabajo liderado por Javier Vaquero (Centro de Investigación del Cáncer) e Isabel Fabregat (IDIBELL), con Josep Amengual y Ester González-Sánchez como primeros autores, y publicado en Signal Transduction and Targeted Therapy, arroja luz sobre la ineficacia de estos inhibidores. El estudio demuestra que la vía del TGF-beta ejerce un potente efecto supresor sobre la célula tumoral de colangiocarcinoma, que prima sobre el papel protumorigénico que éste ejerce sobre el microambiente tumoral, de forma que el uso de inhibidores del receptor de TGF-beta promueve el crecimiento de las células tumorales in vitro y del tumor en modelos murinos de colangiocarcinoma. Sin embargo, la inhibición simultanea de las proteínas NOX4 y NOX1, mediadoras de los efectos del TGF-beta y expresadas específicamente por los fibroblastos asociados al cáncer, permite inhibir de manera específica las funciones protumorigénicas de la vía en este tipo celular, reduciendo la progresión tumoral y ofreciendo una alternativa terapéutica contra el colangiocarcinoma. El trabajo cuenta con la participación de grupos de las redes de colaboración como el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, y la Acción COST Precision-BTC-Network.

Mecanismo estructural de ensamblaje de poros transmembrana

Rocío Arranz, César Santiago, Simonas Masiulis, Esperanza Rivera-de-Torre, Juan Palacios-Ortega, Diego Carlero, Diego Heras-Márquez, José G. Gavilanes, Ernesto Arias-Palomo, Álvaro Martínez-Del-Pozo, Sara García-Linares, Jaime Martín-Benito. 2025. Elucidating the structure and assembly mechanism of actinoporin pores in complex membrane environments. Science Advances 11(39):eadv0683. doi: 10.1126/sciadv.adv0683

Las proteínas formadoras de poros representan un ejemplo paradigmático de cómo las biomoléculas pueden reorganizarse para generar estructuras citolíticas. Entre ellas destacan las actinoporinas, toxinas de anémonas marinas que se ensamblan en complejos multiméricos insertados en membranas. En un trabajo publicado en Science Advances, los grupos de Sara García Linares (UCM) y Jaime Martín Benito (CNB, CSIC) han resuelto mediante criomicroscopía electrónica, con una resolución sin precedentes en proteínas de membrana, las estructuras de dos actinoporinas modelo (fragaceatoxina C y esticolisina II) reconstituidas en entornos lipídicos fisiológicamente relevantes. Los resultados muestran que los poros no solo están formados por proteínas, sino que incluyen anillos ordenados de esfingomielina y colesterol, compuestos esenciales para su estabilidad y funcionalidad. Además, se identifican intermediarios oligoméricos en forma de arcos, lo que aporta evidencia directa de un mecanismo secuencial de ensamblaje. Según este modelo, los monómeros se incorporan uno a uno, acompañados de cambios conformacionales en la hélice N-terminal, hasta generar un poro funcional capaz de alterar la integridad de la membrana. Estos hallazgos aclaran aspectos controvertidos sobre la biogénesis de poros y subrayan la relevancia de las interacciones proteína-lípido. Más allá de su papel biológico, las actinoporinas se perfilan como herramientas prometedoras en aplicaciones biotecnológicas, desde biosensores hasta sistemas de liberación controlada de fármacos.

INVESTIGACIÓN

La parada del crecimiento como mecanismo activo de defensa de las plantas ante el estrés

Antonio Serrano-Mislata, Jorge Hernández-García, Carlos de Ollas, Noel Blanco-Touriñán, Silvia Jurado-García, Cristina Úrbez, Aurelio Gómez-Cadenas, Robert Sablowski, David Alabadí, Miguel A Blázquez. 2025. Growth arrest is a DNA damage protection strategy in Arabidopsis. Nature Communications 16:5635. doi:10.1038/s41467-025-60733-1

Cuando las plantas se enfrentan a condiciones adversas, como sequía o agentes genotóxicos, suelen reducir su crecimiento mientras activan mecanismos de defensa, un fenómeno conocido como la compensación (o trade-off) crecimiento-defensa. El trabajo liderado por Antonio Serrano-Mislata y Miguel A. Blázquez en el IBMCP (CSIC–Universitat Politècnica de València), publicado en Nature Communications, propone una visión más profunda: la parada del crecimiento no es un efecto pasivo, sino una estrategia activa para proteger la integridad del genoma en las células madre vegetales. Los autores demuestran este concepto manipulando genéticamente la señalización de crecimiento en Arabidopsis. En condiciones de estrés, las proteínas DELLA inducen la expresión de inhibidores del ciclo celular, como SMR1, deteniendo la división celular en los meristemos. Para evaluar si esta parada era beneficiosa, los investigadores generaron mutantes de SMR1 que seguían creciendo bajo estrés hídrico. Estas plantas mantenían una tolerancia al estrés y una supervivencia similares a las del tipo silvestre, pero sus células meristemáticas acumulaban mayor daño en el ADN, provocando muerte celular. Así, el crecimiento continuo en condiciones adversas compromete la estabilidad genómica de las células que sostienen el desarrollo y la reproducción. El estudio propone que la parada del crecimiento actúa como un control preventivo, limitando la replicación del ADN cuando el entorno amenaza su integridad. Más que un sacrificio, se trata de una respuesta evolutiva adaptativa para asegurar la fidelidad genética y la viabilidad futura de la planta. Esta visión redefine la relación entre crecimiento y defensa, y sugiere nuevas estrategias para modular este equilibrio en cultivos, optimizando la resistencia sin comprometer la estabilidad del genoma.

Dinámica conformacional del receptor GluA4: bases moleculares de su función y modulación por TARP-γ2

Carlos Vega-Gutiérrez, Javier Picañol-Párraga, Irene SánchezValls, Victoria Del Pilar Ribón-Fuster, David Soto, Beatriz Herguedas. 2025. GluA4 AMPA receptor gating mechanisms and modulation by auxiliary proteins. Nature Structural & Molecular Biology. doi: 10.1038/s41594-025-01666-7

Los receptores de glutamato de tipo AMPA son canales iónicos que desempeñan un papel esencial en la neurotransmisión excitatoria y en la plasticidad sináptica. En este trabajo, publicado en Nature Structural & Molecular Biology, investigadores del grupo de Beatriz Herguedas en el Instituto BIFI de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el grupo de David Soto en la Universidad de Barcelona, analizan la estructura y función del receptor GluA4 en complejo con la subunidad auxiliar TARP-γ2, ambos elementos clave en la comunicación neuronal rápida excitatoria. El estudio demuestra que el receptor GluA4 adopta estructuras en «Y» similares a las del receptor modelo GluA2, aunque con regiones extracelulares notablemente más dinámicas. Uno de los hallazgos principales es la identificación de dos conformaciones distintas en estado de reposo, una de ellas con una disociación parcial de los dominios de unión a glutamato. Esta segunda conformación refleja estados desensibilizados en ausencia de glutamato, lo que evidencia una mayor plasticidad estructural de los receptores GluA4 respecto a los que contienen GluA2. Además, se describe un nuevo sitio de interacción entre TARP-γ2 y el dominio de unión al ligando (LBD) del receptor. Mutaciones en esta región alteran de forma específica la modulación que TARP-γ2 ejerce sobre la cinética del canal, confirmando su relevancia funcional. En conjunto, el trabajo subraya cómo la identidad de la subunidad GluA y la presencia de proteínas auxiliares moldean la arquitectura, dinámica y función de los receptores AMPA, ampliando así la diversidad de la señalización glutamatérgica en el cerebro.

EMILIO HERRERA CASTILLÓN

Metabolismo de principio a fin (1939-2025)

Manuel Palacín y Antonio Zorzano

Universidad de Barcelona. IRB Barcelona

Este verano de 2025 la ciencia española ha sufrido una pérdida notable con el fallecimiento del Profesor Emilio Herrera. Este insigne bioquímico ha jugado un papel central señalando la importancia que el metabolismo juega en la enfermedad, y que transmitió a muchos de sus discípulos.

Emilio Herrera se formó en laboratorios punteros, de Endocrinología y Metabolismo, inicialmente bajo la supervisión de Gabriela Morreale de Escobar, en el CSIC en Madrid, y a continuación en las Universidades de Harvard y la Northwestern University Medical School de Chicago en el laboratorio de Norbert Freinkel. Durante su período americano hizo contribuciones seminales sobre los profundos cambios metabólicos que tienen lugar en la gestación. Estas observaciones marcaron impronta en la comprensión de los procesos metabólicos que tienen lugar en la madre y en el feto. Esta luz duró toda su vida.

Emilio fue Investigador Científico del CSIC, Catedrático en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de Barcelona, Director del Departamento de Investigación en el Hospital Ramón y Cajal, Catedrático en la Universidad de Alcalá de Henares, y finalmente en la Universidad de San Pablo-CEU, donde además fue Profesor Emérito Extraordinario. En todos estos puestos fecundó la ciencia formando investigadores, dirigiendo 49 tesis doctorales. Muchos de sus discípulos (más de 20) han sido o son Profesores de Universidad, o Investigadores consagrados.

Sus principales aportaciones científicas se han desarrollado en áreas cruciales en la fisiología materno-fetal, con notables contribuciones al entendimiento de las relaciones metabólicas entre la madre y el feto. Dilucidó los cambios en la sensibilidad a la insulina

durante la gestación y sus efectos en el suministro de nutrientes al feto. Investigó la hiperlipidemia gestacional, evidenciando el acúmulo de triglicéridos en lipoproteínas y el mecanismo subyacente. Demostró que la glucosa es el principal nutriente transferido a través de la placenta, seguida por los aminoácidos y, en menor medida, los lípidos. Aportó las bases por las que la ingesta de alcohol durante el embarazo causa el «síndrome de alcoholismo fetal». También exploró el metabolismo de la glándula mamaria y su hipersensibilidad a la insulina, vital para la preparación de la lactancia. En el tejido adiposo, descubrió su capacidad para metabolizar el glicerol liberado por lipólisis, un fenómeno modulado por insulina y glucosa. Sus estudios sobre los cambios en la dieta materna han demostrado efectos significativos en el metabolismo materno y el desarrollo postnatal de la descendencia. Finalmente, sus trabajos sobre diabetes gestacional, en modelos experimentales y en humanos, han evidenciado las consecuencias de la diabetes sobre el metabolismo materno y el desarrollo intrauterino del recién nacido. Emilio Herrera fue nombrado Doctor Honoris Causa en Medicina por la Universidad de Lund, y recibió premios internacionales relevantes como The Jorgen Pedersen Medal, de la European Association Study of Diabetes, The Norbert Freinkel Lecture Award, de la American Diabetes Association; así como The John Stowers Research Award, de la European Association Study of Diabetes. Fue además Profesor Honorario de la Universidad del Litoral (Argentina). Es de destacar que sirvió a la SEBBM como Coordinador del Grupo de Bioquímica Perinatal entre 1978 y 2001.

En el arco de la Macarena también se habrán oído lamentos por la pérdida de Emilio, pero ese es otro cantar.

JOSÉ MANUEL GARCÍA-VERDUGO

(1953-2025)

Amparo Latorre

Catedrática de Genética

Universitat de València

El pasado 7 de julio nos dejó José Manuel GarcíaVerdugo, catedrático emérito de Biología Celular de la Universitat de València, investigador excepcional y un referente internacional en el estudio de las células madre y la neurogénesis en vertebrados. Su pérdida deja un vacío irreparable en la comunidad científica, pero también un legado duradero que seguirá inspirando a generaciones de investigadores.

Nacido en Ceuta el 6 de noviembre de 1953, su trayectoria profesional se inició con la licenciatura en Ciencias Biológicas por la Universidad de la Laguna, donde conoció a Elia Cabrera, su compañera y madre de sus hijos, Carlos y Jorge. Fue doctor por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde describió la estructura de la corteza cerebral de lagartos. Ya en la Universitat de Valencia, primero como profesor titular y posteriormente como catedrático, describió la producción de nuevas neuronas en el cerebro adulto. Pronto, su investigación se expandió a otras especies incluyendo el ser humano. Junto con su colega y amigo Arturo Álvarez-Buylla, caracterizó, por primera vez en mamíferos, las células madre neurales, responsables de la neurogénesis adulta, describiéndolas como una subpoblación de astrocitos y estableciendo la organización de los nichos neurogénicos. Sin duda, sus hallazgos supusieron un antes y un después en la neurociencia moderna.

El Profesor García-Verdugo ha sido, además, pionero en el uso de la microscopía electrónica para desentrañar la ultraestructura de las células madre neurales, poniendo a punto metodologías novedosas que le han merecido un reconocimiento mundial. Sus avances cruciales sobre las rutas de migración neuronal en el cerebro humano en etapas postnatales tempranas han abierto nuevas perspectivas en el conocimiento del desarrollo cerebral. Su grupo en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva y en el CIBERNED ha sido referente en neurociencia morfológica. Fue también investigador

principal en el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) tras su inauguración, con el que mantuvo una vinculación desde entonces.

A lo largo de su brillante trayectoria ha recibido numerosos premios y distinciones, como: Premio Ramón y Cajal de la Sociedad Española de Neurología, Premio Diario Médico a la Investigación, Premio a Científicos Canarios en el Exterior. Fue Miembro de la Real Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Patrono del Hospital General de València y Miembro del Consejo Rector del CSIC. En septiembre recibió, a título póstumo, la Medalla de la Autonomía de Ceuta, su ciudad natal. José Manuel García-Verdugo deja una escuela de pensamiento científico rigurosa, abierta y colaborativa; deja el ejemplo de una vida consagrada a entender uno de los mayores misterios de la biología: la capacidad del cerebro para generar nuevas neuronas. Su trabajo ha inspirado e inspirará nuevas líneas de investigación en neurorregeneración y medicina traslacional.

Su familia, sus amigos, sus colegas y sus discípulos recordamos no solo al brillante científico, sino también al hombre íntegro, al amigo leal y al maestro y compañero. Los que tuvimos el privilegio de aprender a su lado, le recordaremos como el hombre discreto y pacífico que siempre tuvo tiempo para atender a sus estudiantes e inculcarles su amor por la ciencia. Gracias, querido José Manuel, por tu ejemplo, por tu dedicación y por la huella imborrable que dejas en la ciencia y en quienes tuvimos la suerte de conocerte. Tu memoria vivirá en la obra que construiste y en las personas que formaste. Te echamos mucho de menos.

PEDRO JOSÉ APARICIO ALONSO

(1943-2025)

Francisco Castillo Rodríguez

José María Maldonado Ruiz

José Manuel Roldán Nogueras

F. Fernando de la Rosa Acosta

José María Vega Piqueres

Walter G. Zumft

El pasado día 6 de septiembre falleció Pedro Aparicio Alonso, profesor de investigación del CSIC y bioquímico vegetal pionero en los primeros pasos de la SEBBM.

En 1966, el profesor Aparicio Alonso aterrizó en Sevilla como becario del incipiente Plan de Formación del Personal Investigador en el recién creado Departamento de Bioquímica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sevilla, un centro mixto Universidad-CSIC dirigido por el profesor Manuel Losada Villasante, prestigioso científico sevillano formado en Berkeley, en el grupo del doctor Daniel Arnon, flamante descubridor de la fotofosforilación fotosintética en los cloroplastos.

Durante su Tesis Doctoral, dirigida por los profesores Manuel Losada y Antonio Paneque, Pedro Aparicio contribuyó decisivamente al conocimiento del «ciclo del nitrógeno» en la naturaleza mediante el estudio molecular de la nitrato reductasa de plantas y algas verdes, revelando su estructura de minicadena de transporte electrónico con FAD, citocromo b y molibdeno como grupos prostéticos. También estudió aspectos importantes de la regulación de la enzima mediante un proceso de interconversión redox de la misma.

Tras una fructífera estancia posdoctoral en Berkeley, el doctor Aparicio Alonso volvió a Sevilla para desarrollar un proyecto original de investigación que ocupó un lugar muy importante en la Bioquímica Vegetal bajo el nombre The Blue Light Syndrome y que llevó a cabo tanto en el departamento de Bioquímica de la Facultad de Biología de

la Hispalense como en el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) de Madrid, al que se incorporó en 1981 hasta su jubilación en 2008.

Maestro de varias generaciones de jóvenes investigadores, la labor científica y docente del profesor Aparicio se ha plasmado en un nutrido número de selectas publicaciones en una época difícil por lo que respecta a la disposición de fondos e infraestructuras para la investigación científica. Pieza clave en la creación, por parte del profesor Losada Villasante, del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis de Sevilla, Pedro Aparicio Alonso será recordado siempre como un gran científico, además de una gran persona y un excelente compañero.

Querido Pedro, donde quiera que estés ahora, en las verdes praderas y las fuentes tranquilas que cantara el Rey David en el Salmo 23, o devuelto a tu origen como polvo de estrellas, ten por seguro que tus amigos y compañeros siempre te recordaremos como una persona ejemplar, un hombre cabal y un ejemplo para las futuras generaciones de jóvenes bioquímicos.

Descansa en paz amigo.

LA CIENCIA LLENÓ CÁCERES: EL 47º

CONGRESO

DE LA SEBBM REUNIÓ

A MÁS DE 600 INVESTIGADORES EN UNA APUESTA POR LA DIVULGACIÓN

Y LA EXCELENCIA CIENTÍFICA

Guadalupe Sabio

Presidenta del comité organizador del 47º Congreso SEBBM Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Madrid

Del 2 al 5 de septiembre de 2025, la ciudad de Cáceres fue el escenario del 47º Congreso de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), el mayor encuentro anual de esta histórica sociedad científica creada gracias a, entre otros, el nobel Severo Ochoa.

Por primera vez, el congreso se celebró en Extremadura, y lo hizo reuniendo a más de 600 investigadores nacionales e internacionales en un ambiente de ciencia, colaboración y apertura a la sociedad. Durante cuatro días, la capital cacereña se convirtió en un punto de encuentro para expertos en bioquímica, biología molecular y biomedicina, con una programación que abarcó desde la investigación básica hasta sus aplicaciones clínicas y tecnológicas. Investigadores de centros de referencia en España, Europa y Estados Unidos compartieron escenario con jóvenes científicos que representan el relevo generacional en la ciencia.

Un congreso con vocación de diálogo social

Más allá de su dimensión académica, el congreso fue una muestra del compromiso de la SEBBM por acercar la ciencia a la ciudadanía.

Por ello, además del programa científico, se organizaron actividades abiertas al público que pusieron de relieve la importancia de la investigación como motor de progreso y cultura.

Uno de los actos más destacados fue la mesa redonda «La ciencia que cura: más investigación, más vida», celebrada el 2 de septiembre con la colaboración de las fundaciones AECC, CRIS y FERO. Científicos, médicos y pacientes debatieron sobre los avances en la investigación oncológica y la necesidad de reforzar el vínculo entre ciencia y sociedad para mejorar la salud pública.

También despertó gran interés el homenaje a Margarita Salas y Eladio Viñuela, celebrado gracias a la colaboración de la Fundación Carmen y Severo Ochoa, la Fundación Margarita Salas y la Fundación Caja Almendralejo. El acto incluyó una mesa redonda en la que Regina Revilla Pedreira, Lucía Viñuela Salas, Luis Enjuanes y Luis Blanco compartieron recuerdos personales y reflexiones sobre la influencia de ambos científicos en el desarrollo de la biología molecular en España. Se destacó el papel pionero de Margarita Salas en la formación de generaciones de investigadores y el legado del extremeño Eladio

Viñuela, cuya investigación permitió erradicar la peste porcina africana y sentó las bases de la biotecnología en nuestro país. La ciudadanía respondió con una gran asistencia, y el acto concluyó con una copa de vino y jamón en honor a su contribución al conocimiento y al bienestar rural.

Además, la sección joven de la SEBBM organizó una mesa redonda sobre bioética y ciencia, en la que se abordaron los dilemas éticos de la investigación biomédica, la responsabilidad de los científicos y los desafíos actuales en torno a la transparencia y la integridad científica.

La apuesta por el diálogo con otros lenguajes también estuvo presente en la exposición artística «Ciencia y Arte: Epigenética», organizada por la Real Academia Sevillana de Ciencias, con la colaboración de la Universidad de Sevilla y el apoyo de la Diputación de Badajoz. La muestra, instalada en El Hospital Centro Vivo de Badajoz del 1 al 7 de septiembre, ofreció una visión artística del funcionamiento de los genes y su regulación epigenética.

Ciencia de frontera y formación continua El programa científico abordó

temas de máxima actualidad: metabolismo, enfermedades neurodegenerativas, envejecimiento, cáncer, comunicación entre órganos y tejidos, proteómica avanzada, biología vegetal, epigenética, biología estructural y biotecnología. Desde la ciencia básica a la aplicada, el congreso mostró la diversidad de una disciplina fundamental para entender la vida. Se celebraron múltiples simposios, sesiones paralelas, reuniones de grupos especializados y actividades culturales, incluyendo una visita guiada al casco histórico de Cáceres y la mencionada exposición artística sobre epigenética en Badajoz.

Un congreso lleno de emoción, cultura y ciencia

El acto inaugural contó con la actuación musical de la soprano Auxiliadora Toledano (premio Princesa de Girona de Artes y Letras 2013) patrocinada por la Fundación Caja Extremadura. Además, durante el cóctel inaugural que se celebró en la ciudad monumental de Cáceres (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986), se ofreció una actuación de folclore extremeño, mostrando la riqueza cultural de la región.

La SEBBM rindió además un sentido homenaje a dos figuras clave de la bioquímica recientemente falleci-

das: el Prof. Federico Mayor Zaragoza y el Prof. Joan J. Guinovart, cuya huella en la ciencia española y en la propia SEBBM es imborrable.

Una edición para el recuerdo

El 47º Congreso de la SEBBM dejó un balance muy positivo, no solo por la calidad de las ponencias y la participación, sino por el espíritu de colaboración y apertura con el que se vivió. Cáceres demostró ser una ciudad preparada para acoger grandes eventos científicos, y la SEBBM reafirmó su papel como impulsora de una ciencia de excelencia, abierta, cercana y comprometida con la sociedad.

MUJER Y CIENCIA

María Mayán

Centro de Investigación en Nanomateriales y Biomedicina (CINBIO), Vigo, Pontevedra

Guadalupe Sabio

Coordinadora del Grupo Mujer y Ciencia de la SEBBM

Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Madrid

Este año culmina el primer ciclo del Grupo Mujer y Ciencia de la SEBBM, creado para visibilizar el talento femenino y reducir las barreras de género que dificultan el avance en la carrera investigadora. La conocida «gráfica-tijera» del CSIC sigue mostrando que las mujeres lo tenemos más difícil que nuestros colegas para acceder a puestos de liderazgo; los datos son claros y, más allá de su origen, las barreras existen. Por ello, desde este grupo queremos contribuir, junto a toda la comunidad científica, a transformar esa gráfica-tijera en una de igualdad de oportunidades.

Durante estos años, no solo hemos puesto en marcha el grupo, sino que lo hemos consolidado como una de las iniciativas más visibles y activas de la SEBBM, con presencia en la web y en las redes sociales, así como en los congresos anuales. Desde su creación, el grupo ha contado con el respaldo de distintas administraciones y entidades, incluyendo la presencia de la Secretaría General de Investigación del Ministerio de Ciencia, Eva Ortega, y, hasta de Su Majestad la Reina, en un acto celebrado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Dentro de cada congreso, desde el grupo se organiza una sesión específica «Mujer y Ciencia», con el formato Meet the Expert, que permite conocer de primera mano la trayectoria de investigadoras de referencia. En el Congreso

de Cáceres, la invitada fue Ana Cuenda, extremeña de corazón e investigadora del CNB, CSIC, con una inspiradora charla sobre su experiencia y liderazgo tanto fuera como dentro de nuestras fronteras. En los congresos de la SEBBM, las actividades del grupo se completan con la charla anual «Mujer y Ciencia», un reconocimiento que visibiliza a mujeres investigadoras con trayectorias científicas sobresalientes, seleccionadas mediante convocatoria competitiva publicada en la web de la SEBBM. Este año, la galardonada fue Diana Guallar, investigadora Ramón y Cajal del CiMUS (Universidad de Santiago de Compostela), cuya línea de investigación se centra en la epitranscriptómica y el envejecimiento, explorando el diálogo entre la cromatina, el ADN y el ARN en

células pluripotentes y en enfermedades asociadas a la edad. Su conferencia, titulada Navigating the Epitranscriptome: from Pluripotency to Ageing, fue una de las charlas más impactantes a nivel científico del Congreso. El 47º Congreso de la SEBBM, celebrado en Cáceres del 2 al 5 de septiembre de 2025 bajo la presidencia de Guadalupe Sabio (CNIO), marcó el primer cambio en la coordinación del grupo «Mujer y Ciencia» que pasó de Mayán a Sabio, quien liderará la nueva etapa durante los próximos cuatro años. El equipo organizador del congreso reflejó también el liderazgo femenino dentro de la SEBBM, con Patricia González (US/IBIS), vocal de Congresos de la SEBBM y coorganizadora del encuentro, junto a Patricia Aspichueta (UPV/EHU), vocal de Grupos de la SEBBM. Tres

científicas de referencia a las que debemos un congreso de gran calidad científica, celebrado además en un entorno tan emblemático y acogedor como el Complejo Cultural San Francisco. En esta edición tuvimos también la suerte de disfrutar de una sesión especial dedicada a Margarita Salas y Eladio Viñuela, con la colaboración de la Fundación Margarita Salas. Fue un espacio para recordar el legado de ambos y reconocer también la extraordinaria trayectoria y liderazgo

de Margarita Salas, una de las científicas más brillantes y queridas de la historia de la ciencia española. También nos emocionaron las palabras de sus discípulos, como Luis Blanco Dávila, llenas de afecto y de inspiración para quienes comienzan su carrera científica.

De cara al futuro, animamos a las socias de la SEBBM a presentarse a la próxima convocatoria de la charla «Mujer y Ciencia», ya abierta en la web de la SEBBM. Se trata de un foro de visibilidad

y un reconocimiento de toda la comunidad científica. Con la nueva coordinación, el grupo seguirá impulsando el talento femenino en el ámbito de la bioquímica y biología molecular. Gracias a todas las personas que han contribuido en este primer ciclo, coordinadoras, miembros, colaboradoras, instituciones y la propia SEBBM, por mantener el compromiso con la igualdad. Por ser activas y activistas. El reto continúa.

CONCEDIDOS LOS PREMIOS NOBEL DE MEDICINA Y QUÍMICA 2025

PREMIO NOBEL DE MEDICINA

La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) ha otorgado el Premio Nobel de Medicina 2025 a Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por sus descubrimientos relacionados con la tolerancia inmunitaria periférica. «Sus descubrimientos han sido decisivos para nuestra comprensión de cómo funciona el sistema inmunológico y por qué no todos desarrollamos enfermedades autoinmunes graves», afirma Olle Kämpe, presidente del Comité Nobel.

Shimon Sakaguchi iba a contracorriente en 1995, cuando realizó el primer descubrimiento clave. En aquel entonces, muchos investigadores estaban convencidos de que la tolerancia inmunitaria solo se desarrollaba gracias a la eliminación de células inmunitarias potencialmente dañinas en el timo, mediante un proceso denominado tolerancia central. Sakaguchi demostró que el sistema inmunitario es más complejo y descubrió una clase de células inmunitarias previamente desconocida, que protege al organismo de las enfermedades autoinmunitarias.

Mary Brunkow y Fred Ramsdell hicieron el otro descubrimiento clave en 2001, cuando presentaron la explicación de por qué una cepa específica de ratones era particularmente vulnerable a las enfermedades autoinmunes. Descubrieron que los ratones presentan una mutación en un gen al que denominaron Foxp3. También demostraron que las mutaciones en el equivalente humano de este

"Por sus descubrimientos relacionados con la tolerancia inmunitaria periférica"

gen causan una grave enfermedad autoinmune, la IPEX. Dos años después, Shimon Sakaguchi logró vincular estos descubrimientos. Demostró que el gen Foxp3 regula el desarrollo de las células que identificó en 1995. Estas células, ahora conocidas como linfocitos T reguladores, monitorean a otras células inmunitarias y garantizan que nuestro sistema inmunitario tolere nuestros propios tejidos.  Los descubrimientos de los

galardonados impulsaron el campo de la tolerancia periférica, dando lugar al desarrollo de tratamientos médicos para el cáncer y las enfermedades autoinmunes. Esto también podría conducir a trasplantes más exitosos. Varios de estos tratamientos se encuentran actualmente en ensayos clínicos.

Premio Nobel de Medicina 2025 a Brunkow, Ramsdell y Sakaguchi por descubrir cómo se controla el sistema inmune

Shimon Sakaguchi

PREMIO NOBEL DE QUÍMICA 2025

La Real Academia de las Ciencias de Suecia ha otorgado el Premio Nobel de Química 2025 al japonés Susumu Kitagawa, el británico Richard Robson y el jordano-estadounidense Omar M. Yaghi por el desarrollo de unos materiales extraordinarios que pueden contribuir a resolver algunos de los grandes desafíos de la humanidad, como la contaminación o la falta de agua dulce. Llamados MOF (por sus siglas en inglés, metal-organic frameworks), forman estructuras porosas con grandes cavidades que les permiten recolectar agua del aire del desierto, capturar dióxido de carbono del ambiente o almacenar gases tóxicos, usos que hace nada parecían de ciencia ficción. En los MOF, los iones metálicos funcionan como pilares unidos por largas moléculas orgánicas (carbonadas). Juntos se organizan para formar cristales con grandes cavidades, a través de las cuales pueden fluir gases y otros productos químicos. «Una pequeña cantidad de este tipo de material se parece al bolso de Hermione en ‘Harry Potter’. Puede almacenar enormes cantidades de gas en un volumen minúsculo», ha señalado Olof Ramstrom, miembro del Comité Nobel de Química, el grupo de expertos que selecciona a los laureados.

Gracias a los descubrimientos de los galardonados, los químicos ya han construido decenas de miles de MOF diferentes para múltiples usos: administrar fármacos en el cuerpo, manejar gases extremadamente tóxicos, atrapar el gas etileno de las frutas —para que maduren más lentamente—, encapsular enzimas que descomponen trazas de antibióticos en el medio ambiente, impulsar una reacción química o conducir electricidad.

Miles de litros

«Las estructuras metal-orgánicas tienen un potencial enorme y brindan oportunidades nunca antes previstas para materiales hechos a medida con nuevas funciones», ha afirmado Heiner Linke, presidente del Comité Nobel de Química. Con estos hallazgos, «podemos imaginar la creación de materiales capaces de separar el dióxido de carbono del aire o de los tubos de escape industriales, o que podrían utilizarse para separar las moléculas tóxicas de las aguas residuales», ha indicado Hans Ellegren, secretario general de la academia sueca

El grupo de investigación de Yaghi, por ejemplo, «extrajo agua del aire desértico de Arizona», ha recordado Ellegren. «Durante la noche, los MOF capturaron el vapor de agua del aire. Cuando llegó el amanecer y el Sol calentó el material, pudo recoger el agua», ha agregado. El propio Yaghi aseguraba tras recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2017

que, gracias a estos materiales, podrían conseguirse «miles y miles de litros de agua del aire del desierto». Esa aplicación «es la que más me inspira y emociona. El agua es vida, y un tercio de la población mundial sufre la escasez de agua. Y nunca se ha logrado algo así antes, no hay precedentes. Creo que esta es la gran virtud de estos materiales», decía entonces.

Todo comenzó en 1989, cuando Richard Robson (Universidad de Melbourne, Australia) experimentó con el uso de las propiedades inherentes de los átomos de una forma novedosa. Combinó iones de cobre con carga positiva con una molécula de cuatro brazos para formar un cristal amplio y ordenado. Era como un diamante lleno de innumerables cavidades. Pero la construcción molecular era inestable y colapsaba con facilidad.

Premio Nobel de Química 2025 a Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi

"Por el desarrollo de estructuras metalorgánicas"
Susumu Kitagawa
Richard Robson
Omar M. Yaghi

SOCIEDAD

EL MINISTERIO DE CIENCIA OTORGA

LOS PREMIOS

NACIONALES DE INVESTIGACIÓN

2025

El ministerio concede estos galardones en 20 modalidades distintas, dotadas cada una con 30.000 euros. Destaca la paridad en las candidaturas, que ha tenido un 55 % de investigadoras. Los premiados en el Área de Biología y en el Área de Medicina y Ciencias de la Salud han sido:

ÁREA DE BIOLOGÍA

Andrés Aguilera López, catedrático de la Universidad de Sevilla y miembro de CABIMER (Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa) ha recibido el premio por su contribución científica en Biología Molecular, con avances singulares en la comprensión de la integridad del genoma que han tenido un impacto directo en la ciencia y la sociedad, con la puesta en marcha de plataformas tecnológicas e institutos de investigación. En la modalidad Margarita Salas de los Premios Nacionales de Investigación para Jóvenes Arnau Sebé Pedrós, investigador ICREA y doctor en Genética en el CRG -Fundación Centre de Regulació Genòmica de Barcelona- ha sido premiado por la excelencia y originalidad de sus investigaciones pioneras en genómica funcional comparada, epigenética y biología evolutiva, centradas en el origen y la evolución de la diversidad celular con impacto en la comprensión del desarrollo de los organismos, así como por su liderazgo y su proyección internacional.

ÁREA DE MEDICINA Y CIENCIAS DE LA SALUD

Josep Dalmau Obrador ha sido galardonado con el premio modalidad Gregorio Marañón. Dalmau Obrador es neurólogo experto en neuroncología, síndromes paraneoplásicos y encefalitis autoinmunes en el FRCB -Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer de Barcelona-. Ha recibido el Premio por su destacada trayectoria científica reconocida nacional e internacionalmente, la originalidad de su investigación combinando Neurología, Oncología e Inmunología y su papel transformador en la práctica clínica y en el descubrimiento de

enfermedades mediadas por anticuerpos que afectan la sinapsis neuronal.

En la modalidad para jóvenes Gabriela Morreale, la ganadora es Melissa García Caballero, investigadora distinguida Beatriz Galindo en el Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Universidad de Málaga. Ha recibido el premio por su originalidad, excelencia y la orientación traslacional de su investigación en biología vascular y microambiente tumoral utilizando aproximaciones innovadoras y tecnologías de vanguardia de imagen y modelos 3D.

Otorgan los Premios Nacionales de Investigación 2025

PREMIOS DE INVESTIGACIÓN SEBBM 2025

PREMIO IBUB-SEBBM

Irene Marco Rius

El premio que concede la SEBBM en colaboración con el Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona (IBUB), en reconocimiento a la trayectoria investigadora de las socias y socios jóvenes de la SEBBM, ha recaído en su edición 2025 en la investigadora Irene Marco Rius del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC). El premio está dotado con 2.500 €. La galardonada ofreció la conferencia Hyperpolarization-enhanced NMR and MRI methods for biomedical application el pasado 4 de septiembre en el 47º Congreso de la SEBBM en A Coruña. La Dra. Marta Cascante Serratosa, miembro del Consejo de Dirección del IBUB entregó el premio al finalizar la conferencia.

PREMIO ‘PROFESORA MARÍA TERESA MIRAS’ AL MEJOR ARTÍCULO DE JÓVENES DE LA SEBBM 2025

El premio reconoce los mejores artículos científicos publicados por los jóvenes investigadoras/es SEBBM. En esta edición se han concedido un premio de 1.000 € y un accésit de 500 €.

Bella Mora Romero

El primer premio ha sido para Bella Mora Romero (Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), Hospital Universitario Virgen del Rocío-CSIC-Universidad de Sevilla) por el artículo Microglia mitochondrial complex I deficiency during development induces glial dysfunction and early lethality publicado en la revista Nature Metabolism 6, 1479–1491 (2024). La Dra. Mora Romero, primer autor del artículo, impartió una conferencia sobre el trabajo el 4 de septiembre en el 47º Congreso de la SEBBM celebrado en Cáceres.

Blanca Baños Jaime (Accésit)

El accésit ha sido para Blanca Baños Jaime (Instituto de Investigaciones Químicas (IIQ), Centro de Investigaciones Científicas «Isla de la Cartuja» (cicCartuja), Universidad de Sevilla – CSIC) por el artículo Phosphorylation at the disordered N-end makes HuR accumulate and dimerize in the cytoplasm publicado en la revista Nucleic Acids Research 52, 8552-8565 (2024).

ENTREGA DE PREMIOS FUNDACIÓN BBVA-SEBBM A JÓVENES INVESTIGADORES 2025

El pasado 5 de septiembre se entregaron los premios Fundación BBVA - SEBBM a las mejores comunicaciones orales y/o pósteres presentados durante el 47º Congreso SEBBM por las y los socios adheridos (doctorandos o doctores recientes con dos años

máximo desde la lectura de la tesis doctoral) en cada uno de los dieciséis grupos científicos temáticos de la sociedad. El acto tuvo lugar durante la ceremonia de clausura del Congreso en Cáceres. Los galardonados, en esta edición, han sido Víctor Manuel

da Silva Ferreira (Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale (IIBM), CSIC-UAM, Madrid) del grupo «Bases moleculares de la patología» por el trabajo ‘A hypothalamus-liver-skeletal muscle axis controlled by JNK1 and FGF21 mediates

olanzapine-induced insulin resistance in an intraperitoneal treatment in male mice’; Mercedes Núñez Bayón (Universidad de Extremadura, Cáceres) del grupo «Biología molecular -ómica y Bioinformática» por el trabajo ‘Dissecting human B cells across multiple tissues by single-cell sequencing’; Martín Trujillo Pérez (CIC bioGUNE, Derio, Vizcaya) del grupo «Biología sintética y Biotecnología molecular» por el trabajo ‘Expanding Base Editing through Ancestral Sequence Resurrection: A step toward broader and safer Genome Editing’; Paula Losada Oliva (Departmento de Bioquímica y Biología Molecular e Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre, Madrid) del grupo «Biomembranas» por el trabajo ‘From Lipids to Function: How Ventilation Strategy Shapes Lung Surfactant and Lung Health’; Alicia Santos Aledo (Centro de Investigaciones Biológicas

Margarita Salas (CIB), CSIC, Madrid) del grupo «Estructura y función de proteínas» por el trabajo ‘Cryo-EM uncovers a sequential mechanism for RNA polymerase I pausing and stalling at abasic DNA lesions’; Alejandro Clemente Manteca (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Madrid) del grupo «Matriz extracelular» por el trabajo ‘Short and sweet – crosslinking glycation stiffens diabetic titin’; Cristina López Hidalgo (Molecular Systems Biology Lab (MOSYS), Department of Functional and Evolutionary Ecology, Universidad de Viena) del grupo «Metabolismo del nitrógeno y Bioquímica de plantas y microorganismos» por el trabajo ‘Biological nitrification inhibition by wheat root exudates and its role in reducing GHG for a sustainable future’; Claudia M. Rejano Gordillo (CICbioGUNE, Derio, Vizcaya) del grupo «Mitocondria, comunicación celular y Estrés

oxidativo» por el trabajo ‘TIGAR SUMOylation-Driven Metabolic Rewiring via Warburg effect and Pentose Phosphate Pathway in Liver Cancer’; Enrique Ortega Sollero (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Madrid) del grupo «Muerte celular e inflamación» por el trabajo ‘Anti-mmu-miR-721 as a therapeutic target for immune checkpoint inhibitor-associated myocarditis’; Candela Arribas Parejas (Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), Hospital Universitario Virgen del Rocio-CSIC-Universidad de Sevilla) del grupo «Neurobiología molecular» por el trabajo ‘ReplicationTranscription Conflicts as drivers of therapeutic resistance in Glioblastoma stem cells’; Raúl Fernández Rodríguez (Departamento de Genética, Immunogenómica y Patogénesis molecular (UIC), Zoonosis y Enfermedades emergentes (ENZOEM), Universidad de Córdoba) del grupo «Parasitología molecular e Infecciones emergentes» por el trabajo ‘SARS-CoV-2 ORF7a disrupts mitochondrial metabolism and induces oxidative stress’; June Olazar Intxausti (Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, UPV/ EHU, Leioa, Vizcaya) del grupo «Química biológica» por el trabajo

‘Unveiling the Regulatory Role of Phosphatidylcholine in Membrane Transport’; Rodrigo Martín Rufo (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), CSIC-UAM, Madrid) del grupo «Regulación de la expresión génica y dinámica del genoma» por el trabajo ‘Regulation of DNA replication and the replication stress response by ubiquitin and VCP/p97’; Maider Apodaka Biguri (Departmento de Fisiología, UPV/EHU, Bilbao, Vizcaya) del grupo «Regulación metabólica y Nutrición» por el trabajo ‘E2F2–PCSK9 Axis Activation in MASLD Promotes Dyslipidemia and Hepatocarcinogenesis’; Eduardo García Antuña (Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), Oviedo) del grupo «Senescencia celular» por el trabajo ‘Decoding the cellular senescent microenvironment dialogue within human skeletal muscle degeneration during sarcopenia’; Mónica Pozo Rodríguez (CIC bioGUNE), Derio, Vizcaya) del grupo «Señalización celular» por el trabajo ‘Development of BioDUB, a biotin-based approach to identify specific targets of deubiquitinases’.

Desde la SEBBM felicitamos a las premiadas y premiados.

PREMIO

HAWK MEJOR IMAGEN CIENTÍFICA DEL AÑO 2025

El premio HAWK a la mejor Imagen científica del año 2025 se falló durante el pasado 47º Congreso de la SEBBM con las votaciones de las socias y socios. Al concurso concurrieron las 12 imágenes seleccionadas y publicadas en la «Pinacoteca de la Ciencia» de la SEBBM entre julio de 2024 y junio de 2025. La ganadora, con mayor número de votos, fue la imagen titulada «¿Colapso u orden neuronal?» de María de los Ángeles Juanes (Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), Valencia) publicada en mayo de 2025. La imagen muestra un grupo de neuronas marcadas con MAP2 –microtubule associated protein 2 (en azul), Faloidina para visualizar la F-actina (magenta) y DAPI para ver los núcleos (amarillo).

La entrega del premio tuvo lugar el 5 de septiembre durante la ceremonia de clausura del 47º Congreso SEBBM en Cáceres.

ENTREGA DE LA MEDALLA «SOCIO DE HONOR» SEBBM 2024

El pasado 5 de septiembre se entregó la medalla de «Socio de honor» de la SEBBM a la Dra. Isabel Fabregat Romero, investigadora y jefe del grupo «TGF-beta y cáncer» en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) de Barcelona en reconocimiento a la labor que desarrolla para la promoción de la investigación, el fomento de la transferencia del conocimiento, el impulso a los jóvenes científicos, la expansión internacional de la ciencia, y la difusión y divulgación en la sociedad. La distinción fue propuesta por la Comisión de Admisiones de la SEBBM, y aprobada por la Asamblea General de socios celebrada durante el 46º Congreso SEBBM, en septiembre de 2024, en A Coruña.

La Dra. Fabregat recibió la medalla en la sesión de clausura del 47º Congreso de la SEBBM en Cáceres y manisfestó su enorme agradecimiento.

La Comisión de Admisiones, en la convocatoria de 2025, ha propuesto «Socios de honor» a la Dra. Isabel Varela Nieto (CSIC) y a la Dra. Isabel Fariñas (Universidad de Valencia). Ambos reconocimientos

fueron aprobados en la Asamblea General Ordinaria de socios celebrada el 4 de septiembre en el 47º Congreso SEBBM en Cáceres.

SEBBM SE SUMA A LA NOCHE EUROPEA DE LOS INVESTIGADORES 2025 DE MADRID

La Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) participó el 26 de septiembre en las actividades de «La Noche Europea de los Investigadores» de Madrid con la charla de divulgación científica «Mujeres y Ciencia no solo un día sino todos los días» a cargo de la Dra. Alejandra Gámez Abascal, docente e investigadora en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), UAM-CSIC. La conferencia, dirigida a todos los públicos, tuvo lugar en el salón de actos de la Institución Libre de Enseñanza y fue presentada por la Prof. Lourdes Ruiz Desviat, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora en el CBM.

"SEBBM - Mujeres y Ciencia no solo un día sino todos los días"

La SEBBM participa en «La Noche Europea de los Investigadores» desde hace varios años, una iniciativa que se organiza anualmente de manera simultánea en 340 ciudades de toda Europa con el objetivo común de acercar la investigación científica a la ciudadanía. La Fundación para el Conocimiento madri+d. se encarga de coordinar esta iniciativa en la ciudad de Madrid.

SEBBM EN LOS CONGRESOS DE LAS SOCIEDADES BIOQUÍMICAS HISPANOAMERICANAS

La SEBBM han construido una amplia red de colaboraciones internacionales a lo largo de su historia y mantiene relaciones con las sociedades científicas del ámbito de la bioquímica y la biología molecular de países de Hispanoamérica. En este contexto de colaboración miembros de la SEBBM han participado en varios Congresos durante este año 2025 en representación de la Sociedad.

En la LXI Reunión Anual de la Sociedad Argentina de Investigaciones en Bioquímica y Biología Molecular, el Dr. Jesús Pérez Gil de la Universidad Complutense de Madrid, impartió la Conferencia Alberto Sols con el título «Molecular and celullar mechanisms behind the mechanical and biological protection of the respiratory surface». La reunión tuvo lugar del 27 al 30 de octubre en el Pabellón Argentina de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

En la XLVIII Reunión Anual 2025 de la Sociedad de Bioquímica y Biología Molecular de Chile, el Dr. Lluis Montoliu del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), CSIC, impartió la Conferencia Ochoa con el título «CRISPR genome editing applied to research on rare diseases». La reunión tuvo lugar del 6 al 9 de octubre en el Hotel Club La Serena, Región de Coquimbo, Chile.

SESIONES CIENTÍFICAS CONJUNTAS DE LA SEBBM CON LA FUNDACIÓN RAMÓN ARECES Y LAS REALES ACADEMIAS

RANF Y RAC EN 2025

La SEBBM en colaboración con la Fundación Ramón Areces (FRA) organizó la conferencia «Nanopartículas biológicas para combatir los microplásticos» que impartió el profesor Manuel Ferrer Martínez del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP), CSIC. La conferencia tuvo lugar el 23 de enero en la sede de la FRA.

La SEBBM junto a la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) y la FRA organizaron la V Sesión científica conjunta RANF-SEBBM-FRA ‘Julio Rodríguez Villanueva’ con el título «Activación de genes embrionarios en patologías del adulto: del cáncer a la fibrosis». La conferencia fue impartida por la Dra. Ángela Nieto del Instituto de Neurociencias de Alicante, CSIC-Universidad Miguel Hernández de Elche. La sesión fue presidida por Antonio L. Doadrio Villarejo, presidente de la RANF, e intervinieron Carlos Gancedo, en representación de la SEBBM y José María Medina en representación de la FRA. La sesión tuvo lugar el 16 de octubre en la sede de la RANF. Asistió también al acto Antonio Ferrer, presidente de la SEBBM.

La Real Academia de Ciencias (RAC) y la SEBBM organizaron la sesión científica conjunta «Visualización y tratamiento de las metástasis en el melanoma. Impacto en otros tipos tumorales». La conferencia, a cargo de la Dra. Marisol Soengas del Centro de Investigaciones Oncológicas (CNIO), tuvo lugar el 22 de octubre en la sede de la RAC.

EL LEGADO PROFUNDO DE SEVERO OCHOA

Jesús I. Catalá Gorgues

Profesor de Historia de la ciencia, Universidad de Alcalá

Severo Ochoa. Una vida por la ciencia Varios Autores. Geoplaneta. Barcelona (2025) 224 p.

La figura de Severo Ochoa de Albornoz (1905-1993) no solamente es referencial por sus contribuciones capitales a la bioquímica y la biología molecular. Sus trabajos sobre la fosforilación oxidativa, sus aportaciones a las técnicas de purificación de enzimas y, desde luego, sus estudios sobre los mecanismos de la síntesis biológica del ARN —que le valieron el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1959, compartido con Arthur Kornberg—, más sus esfuerzos en torno a la elucidación del código genético, conforman una trayectoria investigadora extraordinaria. Sin embargo, una aproximación en los términos de la simple producción, al uso de los análisis ergográficos que se aplican a los autores prolíficos, nunca podrá medir adecuadamente el impacto de Ochoa en la ciencia española y mundial de su tiempo, por su acción continuada en el estímulo de las vocaciones científicas, su implicación en consolidar la práctica moderna del saber en su país de origen y su compromiso con la articulación social de las disciplinas que cultivó. De estos aspectos se ocupa el libro Severo Ochoa. Una vida por la ciencia, editado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el CSIC y Geoplaneta, con la colaboración de la Fundación Carmen y Severo Ochoa (FCySO). Bajo la dirección del historiador de la ciencia José Manuel Sánchez Ron, el libro, prologado por el recientemente fallecido Federico Mayor Zaragoza, presenta en catorce capítulos una visión polifacética del gran investigador asturiano, luego nacionalizado estadounidense. No se trata, pese a lo que podría sugerir el título, de una biografía. Así se declara expresamente en las palabras preliminares que abren el libro, que aspira a ofrecer «una caleidoscópica visión» del protagonista. Cuatro capítulos recorren la infancia, adolescencia y juventud de Ochoa, en su recorrido vital desde su Luarca natal hasta el inicio de su labor científica y docente en Madrid, pasando por sus años en Málaga y por su enriquecedora experiencia personal en la Residencia de Estudiantes. Tras una valoración de su relación con Otto Meyerhof —que quizás tendría que haber ido aparejada a otra de la experiencia británica de Ochoa—, se aborda en los dos capítulos siguientes su actividad en los Estados Unidos, incluida la obtención del premio Nobel. Vienen a continuación otras dos contribuciones, las cuales, sin perder el foco en la continuidad de los trabajos de Ochoa al otro lado del Atlántico, se centran en su magisterio, guía e inspiración para sus discípulos

españoles. Una de dichas contribuciones ofrece una panorámica que repasa su relación con un amplio número de científicos, desde Salvador Clariana y Santiago Grisolía hasta César y Nohelly Nombela y César de Haro; la otra, centra su atención en Margarita Salas y Eladio Viñuela. El décimo capítulo se ocupa de la fundación de la Universidad Autónoma de Madrid, como parte de los intentos del régimen franquista, ya en su etapa final, de recuperar para la estructura académica e investigadora del país a expatriados como Nicolás Cabrera, Francisco Grande Covián o el propio Ochoa. Los cuatros capítulos postreros recorren diversos ámbitos del legado institucional que propició Ochoa: la fundación del Centro de Biología Molecular en Madrid, que ahora lleva su nombre; el impulso a la Sociedad Española de Bioquímica (la actual SEBBM) y a la Federación Europea de Sociedades Bioquímicas; el depósito en Valencia del fondo documental de Ochoa, gestionado por la Ciudad de las Artes y de las Ciencias; y el establecimiento, tras su muerte y por ejecución de su testamento, de la FCySO, consagrada a la promoción de la ciencia y a honrar la memoria del científico y de su esposa, Carmen García Cobián (1904-1986). Una cronología básica de su vida y tres anexos (la traducción de un escrito autobiográfico de 1980 y del discurso de aceptación del premio Nobel, más un bello esbozo biográfico que le dedicó Margarita Salas en 2006) completan un libro profusamente ilustrado, con fotografías muy bien reproducidas, incluidas las de interesantísimas fuentes escritas cuya legibilidad es perfecta.

A pesar de la heterogeneidad de las contribuciones —unas memorialistas y en clave personal; otras, orientadas historiográficamente, que han pretendido dilucidar algunos aspectos menos conocidos de la trayectoria vital del personaje; otras más, las ligadas a las instituciones, con una clara intención de dar cuenta de las actividades que desarrollan—, el libro constituye una agradable aproximación a la vida de Ochoa que se suma a otros productos divulgativos sobre el mismo tema. Ochoa, a diferencia de otras grandes figuras de la ciencia española, cuenta con una excelente biografía, obra de la historiadora de la ciencia María Jesús Santesmases. Pero nunca se puede afirmar de una biografía que sea la definitiva, y algunos de los materiales de este libro, posiblemente, contribuirán a enriquecer nuestro conocimiento del personaje.

Avances en el Desarrollo y la Administración de Vacunas de ARN: Un Enfoque Multifacético para Enfermedades Infecciosas y Cáncer

La llegada de las vacunas de ARN frente al SARS-CoV-2 revolucionó la biomedicina, ofreciendo flexibilidad, precisión y escalabilidad sin precedentes. Más allá de combatir infecciones, la tecnología de ARN, incluidos el ARN mensajero (ARNm), el ARN autoamplificante (saARN) y el ARN circular (circARN), se explora hoy en oncología, trastornos genéticos y enfermedades autoinmunes. Este artículo resume los últimos avances en diseño y administración de vacunas de ARN, así como sus oportunidades y desafíos.

Plataformas de Vacunas de ARN

ARNm: Molécula lineal que incluye caperuza 5′, UTRs y cola poliA 3′, lo que garantiza estabilidad y traducción eficiente.

saARN: Codifica antígeno y replicasa viral, amplificando el ARN en la célula y mejorando la producción de antígeno.

circARN: Molécula en bucle que depende de un IRES para traducir el antígeno. Destaca por su estabilidad y potencial de expresión prolongada.

Figura 1.- Descripción general de la estructura de las plataformas de vacunas de ARN (adaptado de Yang R, Cui J (2024) Advances and Applications of RNA Vaccines in Tumor Treatment. Molecular Cancer, 23, 226)

1. Vacunas de ARN contra Enfermedades Infecciosas

Las infecciones respiratorias inferiores siguen entre las principales causas de mortalidad global. Las plataformas tradicionales requieren años de desarrollo, mientras que las de ARN ofrecen rapidez y modularidad, incluso para patógenos con alta mutación.

Impacto en salud pública: Durante la pandemia de COVID-19, el despliegue masivo de vacunas de ARN demostró su valor. Hoy se investiga su aplicación en:

· VRS: mRESVIA (mRNA-1345) aprobada en 2024 para mayores de 60 años.

· Influenza: Ensayos con BNT161 (BioNTech) y mRNA1010 (Moderna).

· Zika, VIH-1 y Ébola: En fases preclínicas y clínicas.

· Patógenos bacterianos y protozoarios: Tuberculosis, Lyme y malaria.

2. Vacunas de ARN en Oncología: Medicina de Precisión

Las vacunas de ARN permiten inmunoterapias personalizadas al codificar antígenos tumorales específicos (TSA) o asociados (TAA), adaptados al perfil de cada paciente.

Avances clínicos:

· BNT111 (FixVac, BioNTech): Fase 2, codifica 4 TAAs. Mejora con inhibidores de puntos de control.

· mRNA-4157 (V940, Moderna): Codifica hasta 34 neoantígenos personalizados. En fase 2/3.

Otros ensayos incluyen glioblastoma, páncreas, próstata y colorrectal.

Enfoques innovadores: BioNTech desarrolla BNT211 (CARVac), que combina CAR-T con una vacuna de ARNm, buscando potenciar la respuesta inmunitaria en tumores sólidos.

3. Innovaciones en el Diseño de Vacunas de ARN

a. ARN Autoamplificante (saARN)

Incluye replicasa viral, lo que reduce dosis y aumenta inmunidad. Ya aprobado en Japón (ARCT-154) e India (Gemcovac-19).

· Ventajas: menor dosis, inmunidad robusta.

· Desafíos: tamaño grande y mayor reactogenicidad.

b. ARN Circular (circARN)

Resiste degradación y mantiene la expresión proteica prolongada.

Ventajas: estabilidad, traducción eficiente, potencial adyuvante.

· Aplicaciones: SARS-CoV-2 y antígenos tumorales. En fases preclínicas.

Comparativa de plataformas:

· ARNm: expresión corta, estabilidad baja, ya aprobado.

· saARN: expresión más larga, escalabilidad emergente.

· circARN: alta estabilidad, aún en preclínica.

4. Nanopartículas Lipídicas (LNPs): Clave en la Entrega de ARN

Las LNPs son el sistema no viral más avanzado para transportar ARN, garantizando estabilidad, absorción celular y biodistribución.

Componentes principales: lípidos ionizables, colesterol, fosfolípidos y lípidos PEGilados.

Innovaciones en direccionabilidad:

· Con manosa → microglía M2.

· Con bifosfonatos → hueso.

· Con anticuerpos anti-EGFR/CD4.

· Sensibles a pH o ROS → microambiente tumoral.

Alternativas de entrega: Lipopoliplex (LPP), emulsión nano-lipídica (NLE), nanopartículas LPR y exosomas (altamente biocompatibles pero de bajo rendimiento).

Desafíos Clave

1. Estabilidad y cadena de frío: necesidad de formulaciones termoestables.

2. Escalabilidad: optimizar síntesis y purificación.

3. Inmunogenicidad: ajustar dosis y modificar nucleótidos para reducir efectos adversos.

Figura 2.- Composición de Nanopartículas lipídicas (LNPs) (Esquema de las proporciones molares de los lípidos utilizados en la vacuna Comirnaty™ (Pfizer/BioNTech) contra la COVID-19)

Conclusión

Las vacunas de ARN han transformado la medicina moderna. Los avances en saARN, circARN y en sistemas de entrega como LNP están ampliando sus posibilidades más allá de infecciones, hacia oncología y medicina de precisión. A medida que la investigación avance, estas plataformas jugarán un papel central en la salud global del futuro.

Autores

· Erica Cirri, PhD: Especialista en terapias basadas en ARN en Tebubio.

Xavier Warnet, PhD: Project Manager en Tebubio, experto en entrega de ARN y terapias para cáncer e infecciones.

Con más de 3.000 socios y 19 grupos científicos, la SEBBM es la principal agrupación científica en su campo.

Contribuimos a que la Bioquímica y la Biología Molecular tengan un papel relevante en nuestra sociedad, favoreciendo el contacto entre investigadores e impulsando a los jóvenes científicos.

Pero no estamos solos...

Los socios protectores contribuyen al progreso de la SEBBM

Porque son de los nuestros*

Más información sobre la figura de socio protector en: sebbm@sebbm.es o llamando al +34 681 916 770

*Serán socios protectores aquella entidades que quieran contribuir al sostenimiento y desarrollo de la SEBBM y sean aceptadas como tales. Tendrán derecho a voto en las asambleas, pero no podrán ser elegibles para cargos directivos.

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