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Las homilías de Santa Marta: cada mañana

FRANCISCO DE CERCA

LAS HOMILÍAS DE SANTA MARTA

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por Javier Valiente Lunes 16 de abril

Las primeras lecturas de la misa de estos días después de Pascua, se toman del libro de los Hechos de los Apóstoles. Narran cómo vivía, cómo eran, las primeras comunidades cristianas; las actitudes y maneras de enfrentarse a las nuevas situaciones de la incipiente Iglesia. Francisco, en las homilías de la mañana en Casa Santa Marta, ha subrayado la importancia de ser consecuentes en el seguimiento de Jesús, purificar este seguimiento, y abrirse a la novedad que quiere Dios. Ha vuelto a insistir en ideas eje de su pontificado, como la actitud de la Iglesia que debe estar siempre en salida, ponerse en camino, y acercarse a todos.

SEGUIR A JESÚS POR FE, NO POR INTERÉS

¿Qué nos mueve a seguir a Jesús? Esta fue la pregunta que se hizo el Papa en la homilía de esta mañana. El Evangelio de ese día mostraba cómo algunos seguían a Jesús por los milagros que hacía, concretamente, por la multiplicación de panes y peces que habían presenciado. Incluso lo querían nombrar rey, explicaba Francisco. “Buscaban a Jesús para sentir cómo su palabra llegaba al corazón, por la fe. Por otro lado, lo buscaban por interés”. Otra actitud es la de San Esteban, protagonista de la primera lectura de este día, que “hablaba claro, tanto que no eran capaces de resistir su sabi-

San Esteban conducido al martirio (Museo del Prado).

El Papa propone el camino de la conversión FRANCISCO NO QUIERE

duría”. Un modelo para imitar pues, explica el Papa, “seguía a Jesús sin sopesar las consecuencias: esto me conviene, no me conviene… no era interesado. Amaba. Y seguía a Jesús, seguro. Y así terminó. Le tendieron la trampa de las calumnias, lo hicieron entrar allí y así termino lapidado. Pero dando testimonio de Jesús”. Dos modos pues de seguir a Jesús: por interés o dando la vida. En este punto preguntó, a los fieles presentes en Santa Marta, cómo sigue cada uno a Jesús. Para animarnos en este seguimiento, propuso “refrescar la memoria” y reconocer lo que el propio Jesús ha hecho en la vida de cada uno. Nos daremos cuenta, añadía, de “tantas cosas grandes que Jesús nos ha dado gratuitamente, porque nos ama: a cada uno de nosotros”. A partir de aquí, nace una segunda pregunta: “¿y yo, qué debo hacer por Jesús? Y así, con estas dos preguntas, quizás lograremos purificarnos de toda manera de fe interesada. Cuando veo todo lo que Jesús me ha dado, la generosidad del corazón va y…“¡Si Señor, doy todo!” Y no cometeré más estos errores, estos pecados, cambiaré de vida en esto…” El camino de la conversión por amor: tú me has dado tanto amor, también yo te doy este amor”.

Jueves 19 de abril

NO A LA EVANGELIZACIÓN DE OFICINA

secución de la incipiente comunidad cristiana tras el martirio de San Esteban. Todos se dispersaron por Judea y Samaria, explicó Francisco, y “el viento de la persecución empujó a los discípulos a otras tierras”. Lo mismo que el viento lleva semillas de un sitio a otro, los discípulos fueron sembrando la Palabra de Dios.

CLAVES DE LA EVANGELIZACIÓN

El Papa comentó que el texto leído este día, es un “verdadero tratado de evangelización”, que él resumió en tres palabras: levántate, acércate y comienza desde esta situación. No se trata, como también ha dicho en otras ocasiones, de “un plan bien hecho de proselitismo”. Es el Espíritu “quien te dice cómo debes ir llevando la Palabra de Dios, para llevar el nombre de Jesús. Y comienza diciendo: “álzate y ve”. Álzate y ve a ese lugar. No existe una evangelización desde una oficina. “álzate y ve”. Siempre en salida. “Ve”. En movimiento. Ve al puesto donde tu debes proclamar la Palabra”. Para realizar la evangelización “es necesaria la cercanía, aproximarse, para ver qué sucede y comenzar a partir de esa situación”. El Papa subrayó que “no se puede evangelizar con la teoría, pues la evangelización es como una lucha cuerpo a cuerpo, y de persona a persona. Se comienza a partir de la situación y no de la teoría”. Al final de su homilía, Francisco insistió en uno de los comportamientos que están siendo

por amor: “Jesús, me has dado tanto amor, también yo te doy este amor” UNA EVANGELIZACIÓN DE DESPACHO

claves de su pontificado: salir, ir, ponerse en camino. “Ve más allá, ve, ve, hasta que sientas que ha terminado tu obra. Esta es la evangelización. Estas tres palabras son la clave para todos nosotros cristianos, que debemos evangelizar con nuestra vida, con nuestro ejemplo, y también con nuestra palabra. “Álzate, álzate”; “acércate”: cercanía; es “comenzar de esa situación”, esa concreta situación”. “Así es el método de Jesús”, sentenció el Papa. “Jesús evangeliza así. Siempre en camino, siempre cercano a la gente, y siempre comenzaba de situaciones concretas, partía de la concreción”. Pero estas tres actitudes no bastan, concluyó, pues hace falta “la fuerza del Espíritu”. “Sin el Espíritu, no sirven ni siquiera estas tres actitudes. Es el Espíritu que nos empuja a alzarnos, a acercarnos, y a comenzar a partir de esas situaciones”. Espíritu, insensibles a las novedades”, los definió. Y, especialmente, “incapaces de discernir los signos de los tiempos”, esclavos de las palabras y de las ideas que “han recibido la ley que era vida pero la han ‘destilado’, la han transformado en ideología y así giran, giran, son incapaces de salir, y cualquier novedad para ellos es una amenaza”. Frente a ellos, el ejemplo de los primeros discípulos. Ahí ve Francisco la libertad de los Hijos de Dios, que ponen en el centro al Espíritu Santo. Un ejemplo que pone de manifiesto su docilidad a lo nuevo , sembrando la Palabra de Dios incluso fuera del “siempre se ha hecho así”. Ellos, añadía el Pontífice, “han permanecido dóciles al Espíritu Santo para hacer algo que era más que una revolución”, “un cambio fuerte”, y en el centro “estaba el Espíritu Santo: no la ley, el Espíritu Santo”.

El Papa, en las homilías de Santa Marta, invita a los fieles a abrirse a la novedad del Espíritu Santo.

24 de abril

LA NOVEDAD EL ESPÍRITU SANTO

El último martes de abril, Francisco habló en su homilía de las resistencias al Espíritu Santo, a las novedades y a los cambios. Y es que, para el Papa, “el Señor siempre sale a nuestro encuentro con algo nuevo y original”. En el Evangelio aparecían los doctores de la ley, que con su cerrazón muestran la rigidez. “Hombres solo capaces de ponerse en el centro ellos mismos, inertes a la obra del

ORACIÓN Y DISCERNIMIENTO

Por eso la primera Iglesia, para el Papa, “es una Iglesia en movimiento, una Iglesia que iba más allá de sí misma. No era un grupo cerrado de elegidos, una Iglesia misionera: es más, el equilibrio de la Iglesia, por decirlo de alguna manera, está precisamente en la movilidad, en la fidelidad al Espíritu Santo. Alguien decía que el equilibrio de la Iglesia se asemeja al equilibrio de la bicicleta: está detenida, y va bien cuando está en movimiento; si tú la dejas quieta, se cae. Un buen ejemplo”. Lo característico de los discípulos del resucitado es “la apertura ante el soplo del Espíritu” para caminar y evangelizar, siempre “con la oración y el discernimiento” que permiten encontrar el camino. Concluía sus palabras en la misa de este día señalando que “siempre habrá resistencias al Espíritu Santo, siempre, siempre hasta el fin del mundo. Que el Señor nos dé la gracia de saber resistir a lo que debemos resistir, a lo que viene del maligno, aquello que nos quita la libertad y sepamos abrirnos a las novedades, pero sólo a las que vienen de Dios, con la fuerza del Espíritu Santo, y que nos dé la gracia de discernir los signos del tiempo para tomar las decisiones que deberemos tomar en aquel momento”.