Nombres: Roger Fontanet, Arnau Nadeu, Eduard Pujol
Capítulo VIII. El Portillo de las Ánimas Resumen: El capítulo ocho narra la historia del capitán Diego Alatriste y Tenorio, soldado de los tercios viejos de Flandes, espadachín a sueldo en el Madrid del Rey Don Felipe Cuarto que se encuentra en una habitación juzgado por dos personajes de hostil aspecto, que anteriormente lo habían contratado para matar a dos ingleses. Como él no ha querido cumplir con dicho contrato ellos están en su contra y le piden explicación. Uno de ellos va enmascarado y el otro es Fray Emilio Bocanegra . Ambos interrogan al capitán de forma inquisidora sobre el papel desempeñado por Alatriste en aquella noche. Sobretodo le preguntan por sus acciones y por saber quien más sabe del asunto. El capitán Alatriste se mantiene firme en sus respuestas sin reconocer ni a nada ni a nadie. El capitán en todo momento se mantiene con la guardia alta porque teme ser atacado durante el interrogatorio. Las expresiones y los ojos de Fray Emilio Bocanegra y su ayudante están llenos de fanatismo y de desprecio ante el capitán. Le preguntan porqué no dio muerte a los ingleses. Y porqué había impedido al espadachín italiano, su acompañante en aquel encargo, que pudiera terminar la misión. Ante la pregunta él responde que cree que por sus expresiones eran hombres nobles y valientes y por ello no les dio muerte. Al final y por sorpresa de él, que piensa que le van a matar, le dicen que puede irse y que la ira de Dios sabrá donde encontrarlo. El capitán que solo cuenta con un pequeño cuchillo de matarife, decide salir pero esperándose lo peor. La primera parte de la narración está escrita en tercera persona. Aquí empieza la segunda parte de la narración donde aparece el personaje de Íñigo, que habla en primera persona. Íñigo, había seguido los pasos del capitán Alatriste, llevando sus armas, porque temía que el capitán se metiera de nuevo en problemas. Había estado escondido. Después de ver como se aleja un carruaje, se da cuenta de los sospechosos movimientos que tres hombres armados están haciendo en los alrededores de la casa del Portillo de las Ánimas, donde Íñigo prevé la salida inminente del capitán. Cuando ve la sombra del Capitán Alatriste se da cuenta que dos de las sombras se acercan a él con malas intenciones y decide disparar el primer fogonazo hiriendo gravemente al hombre, al mismo tiempo que el capitán alertado por el estruendo alza el pequeño cuchillo de matarife. Después Íñigo coge la espada del capitán y se la arroja y el capitán la recoge antes que caiga al suelo y Íñigo lanza un segundo disparo que se pierde en el vacío. Con su espada Alatriste es casi invencible primero acaba con la vida de uno de los dos espadachines y seguidamente empieza luchar contra su enemigo, Gualterio Malatesta. Después de un combate muy igualado Malatesta decide retirarse sin antes advertir al capitán que la próxima vez que se vuelvan a encontrar lo va a matar . Al final del capítulo, el capitán agradece sin palabras a su pequeño y fiel ayudante que le haya salvado la vida y demuestra su buen hacer permitiendo a Íñigo que vaya en busca de confesión para su enemigo moribundo.