LA MONA DEBERÍA E Todos los días me siento en la misma
a dar una vuelta con Javier, mi amigo del
banca del barrio a ver pasar la gente, las
pueblo. Cuando estaba echándole llave a
motos y los carros, pero también observo
la puerta la escucho sollozar, pidiéndome
fielmente los movimientos de aquel ser vivo
que la lleve, que la prefiera como ella me
que tengo en mi hogar como mascota; me
preferiría siempre, pero no soy así, a veces
pregunto si acaso ella tendrá preocupa-
me prefiero más a mí, o en su defecto pre-
ciones. Solo se dedica a dormir, comer, ha-
fiero más a Javier. Hay ocasiones donde
cer sus necesidades, y de vez en vez em-
nos sentamos en esa misma banca a pen-
pieza a ladrar sin control cuando ve pasar
sar qué es de nuestras vidas, a dialogar so-
a un loco, ¿seré yo egoísta por pensar que
bre lo solos que nos sentimos y lo que nos
ella no quisiera hacer más cosas?, correr y
atormenta la existencia. En esa banca se
cansarse hasta que la lengua le toque el
han tomado tantas decisiones.
piso, o poder andar libremente por la ciu-
A Javier hace un par de años una chica le
dad hasta que se le pelen las patas y vol-
destrozó el corazón y desde ese entonces
ver a casa solo a descansar… No, no las
íbamos todos los viernes y sábados a to-
debe tener, la mona es una perrita feliz,
mar cerveza al bar del pueblo, siempre en-
eso creo.
contrábamos la manera de terminar muy
Una tarde en la que caminábamos con
ebrios sin gastar los únicos cinco mil pesos
rumbo a la casa me di cuenta que ya no
que llevábamos para comer después. Una
estaba a mi lado, se había quedado atrás,
noche ella apareció, a Javier le tembla-
quieta, observándome a la distancia y con
ban las piernas y no podía con la cara de
los ojos pidiendo a gritos “por favor, aún
enamorado melancólico que tenía, así
no”, me devolví y a rastras seguimos nues-
que me mandó a hablar con ella para po-
tro camino, no me importó, yo solo necesi-
der saber él que era de su vida, a cambio
taba volver por mis cosas para poder salir a
le pedí que me gastara un genarazo, ese
LISSETH MELISSA
Colom