Revista Tzintzun N.5

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La barra rústica de aquel bar solo inspiraba en ella ordenar al hombre del otro lado del mostrador, un Martini Rosa, tan dulce, suave y delicado como ella. Justo así la percibía el tipo sentado en ese banquillo y entre explosión de besos –imaginarios- eligieron perder la batalla por anticipado.

LA OCTAVA TATA HERNÁNDEZ Colombia
Fotografía: Nataly Materón

EL NIÑO AL QUE SE LE MURIÓ EL AMIGO

Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre: -El amigo se murió. -Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar. El niño se sentó en el quicio de la puerta, con la cara entre las manos y los codos en las rodillas. «Él volverá», pensó. Porque no podía ser que allí estuviesen las canicas, el camión y la pistola de hojalata, y el reloj aquel que ya no andaba, y el amigo no viniese a buscarlos. Vino la noche, con una estrella muy grande, y el niño no quería entrar a cenar. -Entra, niño, que llega el frío -dijo la madre.

Pero, en lugar de entrar, el niño se levantó del quicio y se fue en busca del amigo, con

las canicas, el camión, la pistola de hojalata y el reloj que no andaba. Al llegar a la cerca, la voz del amigo no le llamó, ni le oyó en el árbol, ni en el pozo. Pasó buscándole toda la noche. Y fue una larga noche casi blanca, que le llenó de polvo el traje y los zapatos. Cuando llegó el sol, el niño, que tenía sueño y sed, estiró los brazos y pensó: «Qué tontos y pequeños son esos juguetes. Y ese reloj que no anda, no sirve para nada». Lo tiró todo al pozo, y volvió a la casa, con mucha hambre. La madre le abrió la puerta, y dijo: «Cuánto ha crecido este niño, Dios mío, cuánto ha crecido». Y le compró un traje de hombre, porque el que llevaba le venía muy corto.

Ana María Matute España

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3208489780 – 3134113378 Revista

ISSN: 2745-0643

Anid Martínez
BIMESTRAL NÚMERO
SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2020 REVISTA
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Tzintzun @tzintzunrevista
revistaliterariatzintzun@gmail.com Revista
Tzintzun
C O N T E N I D O LA OCTAVA…………………………………Pág. 3 Tata Hernandez EDITORIAL……………………………...……Pág. 5 EL AMOR PROPIO.. …………………..…...Pág. 6 Mónica Vivíana Londoño ELEMENTO CERO……………..………...….Pág. 7 Anid Jocabed HAIKU COLOMBIANO……………..……...Pág. 8 PSICOSIS………………………….…….…..Pág. 10 MR ACERCA DE LAS CONFESIONES DE ROUSSEAU………..…………………………...….Pág. 12 Lina Olaya ¿QUIÉN ES COMO DIOS?..……………...Pág. 14 Dina Parra A QUÉ SE PARECE EL AMOR…………....Pág. 13 Rupi Kaur ME PREGUNTO A MENUDO……….…….Pág. 14 Ana Blandiana

La dirección de Revista Tzintzun comunica la grata noticia de esta nueva entrega, como en ocasiones anteriores, llena de la esencia de muchas mujeres que depositaron su confianza en la publicación y creen en la literatura. Este número cierra la etapa de virtualidad que venimos manejando, quiero decir con esto que para el próximo número tendremos las publicaciones de manera física, lo cual nos llena de alegría. Deseamos que nuestros lectores encuentren en nuestras páginas no solo textos de autoría femenina, sino calidad y belleza estética. Nos encontramos agradecidas con cada una de las personas que nos han apoyado en nuestras redes sociales y en la publicación virtual de cada uno de los números publicados. El consejo para quienes publican en nuestras páginas: sigan abriendo sus alas y vuelen en el universo del arte. A. J.

En las noches, mientras estoy sentada frente a mi computador, me siento sola, los grillos son los únicos que me acompañan. A veces siento que esos chillidos ensordecedores salen de mi interior, que no son los grillos, que es mi alma intentando separarse de mi cuerpo, o mi mente pidiendo de rodillas que me duerma, que no piense más.

Pero me resulta casi imposible, también, dejar de pensar en lo que alguna vez escuché de una compañera. Me dijo que esos chillidos, son los gritos de dolor de los grillos cuando están cambiando de piel. Ambos chillamos de dolor, en silencio o muy fuerte. Hace mucho no sentía tal conexión, en esta época la única compañía es la angustia y el miedo.

En el fondo escucho un sonido, es alguien hablando, bajo la mirada, miro a la pantalla y recuerdo que el profesor está hablando, que no debo perder el hilo de la clase. D. V.

EDITORIAL

MÓNICA VIVÍANA LONDOÑO CASTELLANOS

MUJER CON ESPÍRITU GUERRERO

Colombia

El amor propio nace en la aceptación de lo que somos, sin la más mínima intención de cambiar algo que no nos agrada de nosotros, desde el plan divino, todo es perfecto, lo demás solo son estereotipos sociales.

Fotografía: Natalia Murillo Agudelo Fotografía: Mónica Vivíana Londoño

Tropezó en la acera, pero no cayó. El baúl permaneció abierto. Una vez más, pudo sentir cómo sus mejillas se ruborizaban y su blancura huía a otro lugar. En él, se hallaban los papeles atormentándola desde siempre. No notó su presencia, hasta cuando invadió su espacio personal. Los tomó, una vez más. Sin leerlos. Bastaba con el tacto. En un comienzo, podría decirse que fue algo romántico. Pero no. Más bien era un delito. También solía olfatear el aroma que de ellos emanaba. La hacía sentir en casa. Él fue su primer amor. Ese que amas solo por una milésima de segundo. A pesar de su extraña convicción y el deseo de no pertenecer a ningún lado ni a ninguna persona u objeto. Por su mente pasó un imaginario cortometraje de su futuro, con su esposo incluido allí. Pero con ellos era extraño. Su olor era familiar. Solo pensó en lo que podría ser. Aquello que, en algún momento, otra mujer pudo soñar. No obstante, era un hedor casi putrefacto, como cada partícula de su cuerpo. Ninguno se atrevió a hablar. Estaba acostumbrada a ello. Aunque no negaría que cada tanto se sentaba a imaginar lo contrario. Se levantó, sonrió y continuó su camino. Era su vida. Lo único que sabía hacer y para lo cual se había entrenado. Siguieron sus vidas con el arrepentimiento de no haber actuado a tiempo. Se levantó al instante, odiando cómo divagaba su mente. En ese momento, todo se convirtió en pequeñas partículas flotantes. Respiró lento. El viento las arrastraba, trayendo solo vacío y ausencia de vida u objeto alguno. Estar sola, desde hace tanto tiempo, en una oscura habitación vacía, algunas veces provocaba que su mente creara historias ficticias de cuanto pudo ser. Pero no fue ni será...

ANID JOCABED Colombia
ELEMENTO CERO

Laura Victoria Gallego

Armenia, Quindío

Ni una hoja, troncos desnudos en silencio.

Granizada ramas y troncos por doquier.

Resuenan ecos más allá de las montañas extrañamente silenciosas.

María del Socorro Vélez

Sevilla, Valle del Cauca

Llovizna, deletreo del agua sobre las hojas.

En los cables la golondrina tambalea. Voló la paloma.

En el estanque la rana desteje un manto de mosquitos.

NELLY SOL GÓMEZ

Boyacá

Hoja que brinda un aire refrescante, alma un afán.

Amo las sábanas teniendo los placeres, dentro de mí.

Corre lucero en esta noche clara y en mí descansa.

ANA ISABEL VÁSQUEZ POSADA

Medellín, Antioquia

El niño

Contempla sus zapatos

Cartones de polvo

A media noche

Los árboles abrazados

A su sombra

Calle de asfalto

Un perro lánguido se baña de sol

HAIKU

COLOMBIANO

Fotografía: Anid Martínez.

VICTORIA EUGENIA GÓMEZ Cartago, Valle del Cauca

Llega la noche el ternero se rasca en el eucalipto

Desveladas: mariposa, la luna y mis manos.

El buitre y el chamburo en la sombra se vuelven uno solo.

CLAUDIA CECILIA TRUJILLO Medellín, Antioquia

Sobre el pasto la noche Tocó la luna entre mis manos

Por linderos de alambre ruza el viento a invadir la pradera

Un árbol derribado

Herido bosque Callan los pájaros

MARGALÓPEZ DÍAZ

Antioquia

Palomas sobre mí.

Un buche calientico todo el cielo.

Ventanita Azul. La cortina de flores vela el armario.

Del agapanto sale un laúd morado.

¡Luna llena!

MARÍA CECILIA MUÑOZ GALEANO MEDELLÍN, Antioquia

Sobre el asfalto

Florece el corazón

Del guayacán

Es roja flor

Al morir

La hoja del almendro

Desde lo alto del ciprés

Se descuelga

El canto del azulejo

Hace varios días empecé a sentirme perseguida. Caminando por la calle a la luz del sol y en medio de la muchedumbre podía sentir algo que me llamaba a mirar hacia atrás, un reflejo de persecución, de acoso, pero cada vez que volteaba la cabeza, me daba cuenta que no era así, no había nadie. También en las noches, en medio de callejones oscuros y húmedos por la lluvia, yendo a casa esperaba que mi presentimiento fuese falso, pues empezaba a sentir miedo, ¿Quién o qué me persigue? Sin embargo, nuevamente miraba atrás y nada. Eran puras ideas mías, no había nadie siguiéndome. A veces en las noches, antes de dormir se me iba el tiempo pensando en si había algunos indicios o algo que pudiera llamar la atención, pero siempre terminaba enredada entre algún recuerdo o situación hipotética. Aún la pensaba ocasionalmente, pero ya habían pasado varios meses y siempre llegaba a lo mismo; no podía obligarla a quedarse.

No fue sino hasta aquel día en el que salí a reunirme con amigos y amigas, en ese parque bonito del barrio donde vive uno de ellos, cuando la vi... Estaba adornada por esa aura de rareza y sensualidad que siempre lleva encima, su risa tan natural y transparente que resaltaba más que cualquier labial, y su piel desnuda, la piel debajo de su ropa, piel que solo yo había podido ver hasta entonces. No fue sino hasta que la vi, que supe que todo el tiempo, lo que me persiguió fue su recuerdo.

PSICOSIS MR Colombia

TATA HERNÁNDEZ Colombia

VÍA A LIVERPOOL

¿Tomar el tren con destino a Liverpool?

¿Quedarse firme en esta estación?

O quizá, ¿bajarse dos estaciones después?

El lío cariño, el lío es haber dejado marchar trenes que encantados suspiraban con permanecer en mi estación.

NUEVA YORK

Te anhelé como ya no te anhelo jamás

Despidiéndote entre la séptima y octava avenida

¡Joder! Exactamente al frente del Madison Square Garden

¡Oh cariño! Simplemente una birra más, sentados en la barra de éste bar

¡Ay Nueva York! Nunca jamás te volveré a querer.

AMOR, TIEMPO, MUERTE

Amor, y es que el tiempo hace estragos

Tan solo si me sujetaras tan fuerte a la vida como a tu cama

Tan solo si te aferraras tan fuerte a mi mano como a mi cabello

Créeme cariño que el tiempo y la muerte no importarían.

Fotografía: Cindy Julieth Solano

ACERCA DE LAS CONFESIONES DE ROUSSEAU

“La imposibilidad de alcanzar los objetos reales me lanzó al país de las quimeras; Y no viendo nada real que satisficiese mi delirio, lo distraje con un mundo ideal que imaginación creadora pobló en breve de seres conformes con las aspiraciones de mi corazón.” No puede existir en el mundo una sola alma por más vil que sea, que no sea capaz en algún ínfimo momento de expresar alguna especie de afecto, por algo o por alguien, estas son las palabras de quien en sus confesiones se mostró y se proclamó, como el hombre más sensible que haya existido. Jean Jacques Rousseau, dedicó sus últimos años a escribir las memorias que le quedarían a la posteridad, para tratar de comprenderlo. De allí se puede inferir fácilmente que no es suficiente nacer con algún talento para escribir, sino que es necesario estar a la merced de situaciones que lo despierten, esto en adelante lo veremos.

Diderot gran amigo de Rousseau antes de traicionarlo fue recluido por culpa de sus ideas en la cárcel, este último debía caminar demasiado y en precarias condiciones para poder visitarlo. En ese gesto viendo la desigualdad y la injusticia, fue que del filósofo germinaron las ideas que han motivado la reflexión del individuo en su relación con la sociedad, obra que el mundo conoció como El origen de la desigualdad, de la cual los historiadores dicen que motivó la revolución francesa, misma de la que más tarde saldría la obra más conocida del filósofo, titulada El contrato social. Otro acontecimiento histórico muy conocido, fue la relación de Rousseau con sus hijos. Este nos afirma en su libro que al no poderlos educar como se debía, prefirió encargar al estado francés de sus cuidados y los dejó en el orfanato. Este hecho con el tiempo le generó una profunda melancolía, que lo llevó a reflexionar acerca de cómo debería ser la educación de los niños, de esta manera se publicó El Emilio, obra que en pedagogía es todo un canon.

Dado el amor del filósofo por la señora Houdetot, es que hoy conocemos la que yo consideraría la mejor obra del autor suizo, llamada La nueva Eloísa. Allí se retratan las grandes pasiones de la humanidad y se ve cómo es que se armonizan en una naturaleza única y apacible, como es la de Rousseau. Más allá de conocer la vida y obra del filósofo, Las confesiones son el marco de presentación de un autor respecto a su época, el siglo XVII en este caso. En él, quizá uno de los autores más recordados en la filosofía política, fue perseguido, exiliado y hasta apedreado por causa de sus ideas novedosas. Con todo viendo cómo es que se han relacionado algunos acontecimientos en la vida de Rousseau con el producto de sus grandes obras, no dudamos en afirmar que un gran escritor no es solo el resultado de sus letras, sino del cúmulo de sus experiencias que conduzcan su existencia.

LINA OLAYA Colombia

"¿QUIÉN ES COMO DIOS?”

Mical, hija menor del rey Saúl, amó a David, joven héroe de Israel quien era objeto de la ira del rey. Esto le fue dicho a Saúl, y el asunto le pareció bien. Luego pensó Saúl: “Yo se la daré para que le sirva de trampa y para que la mano de los filisteos sea contra él”.

El amor de Mical por David era puro, sincero, abnegado y paciente. Unió su amor con sabiduría, valor y coraje, enfrentando las circunstancias y derribando obstáculos que la separaban de David y lo ponían en peligro de muerte.

"Pero al ver y reconocer que Jehová estaba con David y que Mical hija de Saúl le amaba, Saúl temió aún más a David".

"En el amor no hay temor, porque el amor echa fuera el temor."

El amor es más que un sentimiento, es un principio que eleva a quien lo posée, aclara el entendimiento permitiendo así visualizar de una manera real y distinta el resultado de las decisiones y sus consecuencias.

Apartes del libro de Samuel.

DINA PARRA Colombia

VOLVIÓ EL AMOR

Ya llega el amor, con el sol en la cara cabellos de espuma, salubre la piel sonrisa de conchas, palabra sincera cantos coralinos y besos de miel.

Es un reencuentro, de tiempos y aromas que buscaron sueños en un galeón. Se fue hasta el fondo, buscando entre olas cuentos de sirenas y el brillo de orión. Mi piel como un ópalo, al rozar sus manos se vuelve arco iris, muestra su esplendor me entrega caricias, cálidos veranos tardes de alcatraces – noches de candor. Retumban tamboras, suena el corazón con ritmo de cumbia – flauta y saxofón las faldas se elevan – como blancas velas se encienden las luces – ya volvió el amor.

Margarita Rosa Patiño Colombia
Fotografía: Cindy Julieth Solano

a qué se parece

a qué se parece el amor pregunta la terapeuta una semana después de la ruptura y no estoy segura de cómo responder a su pregunta excepto por el hecho de que pensaba que el amor se parecía mucho a ti

ahí fue cuando lo entendí y me di cuenta de lo inocente que había sido por asociar una idea tan bonita a la imagen de una persona como si cualquier persona de este mundo pudiera abarcar toda la representación del amor como si esta emoción por la que tiemblan siete mil millones de personas se pareciera a un chico de uno ochenta de complexión normal y piel oscura al que le gusta la pizza fría para desayunar

a qué se parece el amor pregunta de nuevo la terapeuta esta vez interrumpe mis pensamientos a media frase y en ese momento estoy a punto de levantarme y salir por la puerta pero he pagado demasiado dinero por esta hora así que en vez de eso la miro fijamente igual que miras a alguien cuando estás a punto de entregárselo

Con los labios fruncidos listos para empezar una conversación los ojos que indagan en los suyos buscando todos los puntos débiles que tienen escondidos en algún sitio el pelo detrás de la oreja como si hubiera que prepararse físicamente para una conversación

sobre la filosofía o más bien las decepciones de lo que parece el amor

bueno le digo

parece el amor

ya no creo que el amor sea él Estaría aquí si fuera él estaría aquí si fuera el elegido sería él quien estaría sentado frente a mí si el amor fuera él habría sido sencillo ya no creo que el amor sea él repito creo que el amor nunca fue creo que solo quería algo estaba dispuesta a darme algo que creía que era más grande que yo misma y cuando vi a alguien que quizá pudiera representar el papel puse todo de mi parte para convertirlo en mi semejante

y me perdí en él cogió y cogió de mí me envolvió en la palabra especial hasta convencerme de que solo tenía ojos para mí solo tenía manos para sentirme solo tenía un cuerpo para estar conmigo ah cómo me vació

cómo te hace sentir eso Interrumpe la terapeuta bueno le dije me hace sentir como una mierda

puede que estemos todos enfocándolo mal creemos que es algo que se busca ahí fuera algo destinado a chocar contra nosotros de camino al ascensor o a deslizarse por nuestra silla en una cafetería cualquiera o al parecer al final del pasillo de una librería

igual de sexy que intelectual pero creo que el amor empieza aquí todo lo demás es puro deseo y proyección de todas nuestras necesidades y fantasías pero esos elementos externos nunca podrían funcionar si no nos miramos por dentro y aprendemos a querernos a nosotros mismos para poder querer a los demás

el amor no se parece a una persona el amor son nuestros actos el amor es dar todo lo que podemos aunque solo sea el trozo más grande de una tarta el amor es comprender que tenemos el poder de hacernos daño Pero vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para asegurarnos de que no nos lo hacemos el amor es imaginar toda la dulzura y el cariño que merecemos y cuando alguien aparece y dice que nos lo dará igual que nosotros pero sus actos nos rompen más que construirnos el amor es saber a quién elegir

Rupi Kaur Canadá (del libro el sol y sus flores)
...Yo
escojo la distancia la presencia de mi flecha en el otro sin herirlo
Yeni Zulena Millán Colombia Fotografía: Cindy Julieth Solano

Me pregunto a menudo si allí donde estás te sirve de algo lo que sabías aquí, o si tienes que volver a aprenderlo todo como el que llega al mundo y aprende a andar y a hablar. Quizás para llegar al otro mundo tengas que nacer de nuevo (llegar al mundo significa precisamente nacer) y (así como aquí no recordamos nada de lo que éramos antes de nacer) tampoco recuerdes nada allí del mundo que fue nuestro.

Y aún es mío.

Ana Blandiana Polonia

Así como en no sé qué parte de África los indígenas rezaban ante el fuego que encendían, yo te invento a ti y luego hablo contigo.

Te pido consejos que no escucho, te enseño mis manuscritos y no cambio nada de lo que escribí.

Lo importante es sentirte a mi lado, después de olvidar que te he inventado.

Portada/Contraportada: Aquasixio (Francia)

Su nombre de pila es, Cyril Rolando, gran artista digital el cual enfoca su obra en los aspectos emocionales. Sus creaciones cuentan con un equilibrio entre lo surreal y lo fantástico, trabajando tanto colores brillantes como la oscuridad de la vida. La obra de la portada se titula “Te echo de menos” y es una clara representación de la manera en que este ilustrador converge su mundo como psicólogo y su mundo como artista.

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