Necesito a alguien que abrazar, pero esperaré a algo más. Sí, tengo que tener fe. George Michael, “Faith”
Mariel Argüello M.
E
n el camino de la vida vamos sobre diversos rumbos que nos guían hacia esos lugares a los que estamos predestinados a llegar. Por este sendero entramos a un momento introspectivo en que las dudas nos invaden y buscamos en nosotros mismos, de manera desesperada, diversas respuestas o alivio a esas inquietudes que nos van quebrando emocionalmente día con día. Es ahí cuando los seres humanos ejercemos inexplicablemente una fuerza poderosa que nos demuestra nuestro propio optimismo en algo que aún no podemos ver: la fe, esa seguridad en algo o alguien que no se ve, esa actitud vital para quien la desarrolla y nutre. La música siempre ha sido un vehículo para expresar la fe. Y el rock no ha sido la
excepción. El rock ha tomado matices de fervor en diversas odas que apuntan hacia la fe, la espiritualidad y la fuerza cósmica, y se ha servido de códigos religiosos y otro tipos de dogmas, como el ocultismo y el paganismo. Varios de estos artistas usaron esos códigos para redimir las almas de aquéllos que asistían a sus conciertos, mientras los fanáticos erigían verdaderos altares para sus ídolos. En cuanto a las canciones e historias que hemos conocido dentro de dicho género, muchas reflejan las vivencias de diversos músicos que han puesto por escrito sus recuerdos y maneras de trabajar en una libreta, o a través de la gente que ha seguido cada paso de su carrera artística. Ejemplo de esto es la agrupación irlandesa más famosa del planeta, liderada por Paul Hewson, —mejor conocido como Bono—. En U2 by U2 (Del Nuevo Extremo Editorial): ellos mismos reconocen el componente que hay de religión y espiritualidad en sus melodías, haciendo referencia explícita hacia Dios, la Biblia o Jesús en canciones emblemáticas como “Yahweh”, “Grace”, “40” y Gloria”. Por otro lado, el contexto religioso también ha estado presente en la obra y entorno de la madrina del punk, Patti Smith. En sus memorias, tanto en Just Kids (Debolsillo) como en M Train (Debolsillo), narra lo mucho que de niña le atraía estéticamente el catolicismo, y sentía fascinación por las imágenes y los rosarios. No obstante, la batalla con la fe se convertiría en la base de su 24