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Lagomorfos José Luis Unzueta Verdin
from La sílaba #5
LAGOMORFOS
José Luis Unzueta Verdin
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Un tiempo en mis andanzas en la$ ventas y probando un negocio, inicié una venta de conejos o lagomorfos (Los lagomorfos son un orden perteneciente a los mamíferos placentarios. Hasta principios del siglo XX habían sido considerados como roedores, pero existen considerables diferencias para desligar ambos órdenes. Wikipedia), puse lo anterior sólo para aclarar que los conejos no son roedores. Traía ese pendiente.
Bueno, continúo entonces. Sin ahondar mucho en el porqué surgió la idea de negocio, sólo les platico que a mi hermano menor cuando era niño le compraron una pareja de conejitos y se reprodujeron tal cual es la fama que tienen de hacerlo. Al no saber qué hacer con tanta cría, un buen día me
los llevé a donde trabajaba, en un puesto del tianguis donde era ayudante, ahí me proporcionó el Jefe un espacio para que me deshiciera de los apestados (sólo les llamé así porque nadie los quería en casa, no se ofendan). Y pues sorpresa, en el tianguis no eran nada malqueridos, todo lo contrario, los vendí todos y me encargaron más y conseguí más -muchos más-. Y aquí empiezan las historias, anécdotas y penurias. Sólo escribiré algunas, por la razón de que son demasiadas y hubo otras miles de las que no me enteré, ya que no me las contaron.
-CONEJO Free spirit black:
Un cliente frecuente era el señor de las aguas de coco, él era de un pueblo al sur de México, allá era muy común consumir carne de conejo y en una ocasión llegó con muchas ganas de platicarme acerca de que un conejo, ya de los viejos y grandes que era los que él me pedía para los banquetes familiares que hacía los fines de semana. Con dicho animal, batallaron mucho para sacrificarlo y de hecho no pudieron lograr su cometido. Él, decidido a cocinar ese ejemplar de pelaje negro azabache y gordo de buen peso, se dispuso a colocarlo en la mesa de sacrificio (un tablón en el patio), le asestó tremendo golpe con un madero que por ahí se encontró, siendo que un conejo normal con un buen zape tiene para perecer. Bueno, le dio y el conejo, en lugar de morir, como se supone, se atarantó, claro, pero le tiró una mordida como pudo y se le escapó de las manos. Todos en la reunión familiar se sorprendieron y comenzaron a cazarlo, recordando nuestros inicios en la conversión del nomadismo al sedentarismo y la recolección, la cacería, etc... Unos por aquí, otros por allá, pero las ganas de vivir de este super engendro fue más fuerte que la pericia de los cazadores y se les peló, por un agujero del patio salió a la libertad o a no sé dónde, pero ahí no se quedó. Y terminó la historia mi cliente con una 10
carcajada y diciéndome: “pero la pasamos muy bien”, háganme el favor-.
-CONEJOTERAPIA:
Otro día llega un hombre ya mayor, 75 años aproximadamente, y me dice “oiga, no me la acabo con el conejito que le compré, el muy canijo…” (ya se refería a él como mascota oficial) “el muy canijo se pone a rascar la jaula temprano para que le dé de comer ,y luego lo saco al patio, mientras riego las plantas y árboles y, oiga, me descuido y se come hasta las flores. Me lo llevo a la sala y ahí se está quieto en su jaula mientras vemos las noticias”. En ese punto de la plática no sabía yo si me estaba reclamando y me pediría reembolso, pero prosiguió diciéndome que él vivía solo ya de hace un par de años, por cosas de la vida ,y que su mascota le daba un aliviane anímico todos los días porque hasta limpiar su tiradero y demás era tenerlo ocupado y hasta divertido. Me dio gusto, todos conocemos los beneficios de la mascota clásica que es el perro y el gato, pero este hombre se identificó tal vez más con otra especie y, como era un Holland lop de orejas caídas, se lo di muy caro, pero esa es otra historia.
-CONEJO DEL AMOR:
Es típico en el día de los enamorados, 14 de febrero día de San Valentín, regalar un presente a la persona amada, también a los amigos, pero en esta historia no. Un joven me pidió el mejor conejo que tuviera, más bonito y presentable, ya que quería darle a su amada ese regalo y así fue, le "regalé" una jaula decorada junto con alimento y el susodicho, todo en un paquete de promoción especial (guiño). Se fue feliz a celebrar y todo lo que implica.
Al pasar de unos meses, llegó el muchacho del que hablo a
comprarme alimento y otro conejo y le pregunté que si era para aquel conejo que le vendí. Le cuestioné porque supuse que ya estaba grande, por el tiempo que transcurrió, y llevaba alimento sólo para el conejito nuevo y me respondió amargamente que al otro conejo ya no lo veía, porque se lo quedó su EXnovia, y que este nuevo conejito lo llevaba a una chica que le gustaba mucho. Me dejó pensativo acerca de mi situación sentimental de ese momento - pensé a lo mejor la estoy regando y debería regalar conejos más seguido (Guiño, guiño) y, más que nada, me dejó pensando en que esa técnica era eficaz para ese chico, pero no para todos.
No terminaría de contar y de describir el proceso de compra venta, teje y maneje, y el porqué dejé la cunicultura y el mundo de las mascotas y carnicería del giro. Todos los negocios, todos, en cada producto que vendan, sea cual sea, lleva una historia, un porqué, una trama digna de hacer una película, libro u obra de teatro. Claro, unas más envolventes que otras y, otras, sólo entretenidas.
Sólo por dato curioso, les cuento las historias de los demás, a la vez que cuento mi historia por un conejo. No pretendo llegar a ser escritor de telemisa y que me hagan mi programa, sólo contar cosas simples que nos sacan sonrisas y a veces lágrimas por qué no…
Agradezco a la revista *lasílaba*, al equipo y claro a usted estimado lector .
To be continued...