Texto e ilustración: Revista El Juglar
Tambalea la industria editorial colombiana
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ecir “uno de los sectores más afectados por la emergencia” se ha vuelto ya un lugar común por la pandemia, sin embargo, la industria de los libros tiene argumentos para sostener dicha etiqueta, sobre todo porque estamos hablando de un sector que haya coronavirus o no, vive en constante crisis. El hecho de que en Colombia se lea tan poco implica que hablemos de 3 librerías por cada 100.000 habitantes, un número que se vuelve más dramático al considerar que, según el número de afiliados a la Cámara Colombiana del Libro (CCL), más de la mitad de ellas se encuentran en Bogotá. Esta cantidad se debe en gran parte al número de habitantes, pero también a la actividad cultural que hay en la capital alrededor de los libros, y en especial al privilegio de albergar la Feria del Libro de Bogotá, que, con su promedio de 500.000 asistentes, es una de las ferias de libros más 18 Revista El Juglar. Julio de 2020.
grandes del mundo latino. Los asistentes son solo un reflejo de la dependencia que la industria editorial tiene hacia la FILBO, donde las librerías venden el 40% de sus libros anuales. Sin embargo, con lo acontecido este año tal formula parece cambiar. Ante la cuarentena, la FILBO, que actualmente es el evento cultural más grande de Colombia, se vio enfrentada a una decisión trascendental: mantener una feria a la que no podía asistir nadie o cancelar de pleno la edición 2020. La decisión que tomó la CCL fue realizar LaFILBOenCasa, una especie de feria virtual, situación que por supuesto afectaba en gran medida la venta de libros, ya que no existía una plataforma digital lo suficientemente desarrollada que reemplazara los tradicionales pabellones. En las últimas ediciones la FILBO había dejado de ser exclusivamente una vitrina, para convertirse en un encuentro donde confluían lectores y escritores
para intercambiar ideas y opiniones. Este pasado le permitió a la FILBO mantener la fecha, una decisión que puede ser vista como un éxito tomando como indicador el tráfico de su página web, donde según las cifras de la FILBO recibieron más de 160.000 visitas, que se corresponden con el éxito de transmisiones de sus eventos como la charla con uno de sus invitados, Roger Chartier, a la cual se conectaron más de 100.000 personas. Este resultado se vio manchado por la decisión de prescindir de los servicios de la directora cultural y de la coordinadora de programación infantil y juvenil de la feria. Una decisión que ha ocasionado un daño, quizás irremediable, al éxito del que ha disfrutado la feria hasta el momento, ya que una de sus consecuencias casi inmediatas fue la decisión de retirarse de la Cámara Colombiana del Libro de cinco de las editoriales independientes más importantes