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OPINIÓN El recomendado de Miguel
El recomendado de Miguel Chavarro
Panacea en cuarentena
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En medio de esta particular experiencia de la que somos testigos las condiciones no son del todo lamentables, los relatos de ficción y no ficción sobre epidemias pasadas nos recuerdan que hoy la tecnología es nuestro aliado más poderoso. Desde la salud hasta la comunicación todos nuestros procesos se han sofisticado y han traído considerables mejoras a nuestra calidad de vida. En los noticieros abundan las cifras de contagios y muertes por día pero por un momento detengámonos a reflexionar la fortuna que implica una conexión a internet decente o un libro en casa. La cultura se ha convertido en un servicio esencial tan necesario como la comida o el agua y por ello no debemos olvidar que ahí está nuestro aliciente más poderosopara los tiempos de cuarentena y para los tiempos sin ella.
Recordando lo escrito en La Peste de Camus, “nada es menos espectacular que una peste, y por su duración misma las grandes desgracias son monótonas”, el infortunio que representa la cuarentena no es tanto la necesidad del aislamiento como la imposición de la soledad, una soledad que puede estar acompañada con gente que también se sienta sola, pues cesa la capacidad de decisión sobre con quién estar y qué hacer. Para fortuna nuestra, con internet estas necesidades se han visto resueltas de modo parcial, pero entonces llegan puntos donde ni la fingida compañía fraterna nos parece suficiente, y ahí es donde entra en escena la cultura.
Por ello dedico este espacio para recordar, una vez más, que independiente de nuestros gustos particulares en la cultura encontraremos una respuesta a los momentos colectivos e individuales que nos obliga a padecer esta cuarentena. Nunca antes el acceso de manera legal e ilegal a películas, música, series, videojuegos, arte y literatura había abundado en nuestra red. Por ello recomiendo un uso responsable de las herramientas que tenemos a nuestra disposición, pues recordemos que lo que a nosotros nos puede estar saliendo “gratis” a otras personas les cuesta dinero producir y distribuir, por ello es indispensable apoyar los proyectos grandes, medianos y pequeños que sean de nuestro agrado.
No quiero desaprovechar la ocasión de manifestar mi entusiasmo por cómo se han adaptado grandes instituciones a nivel internacional y nacional para la divulgación y liberación de sus contenidos y plataformas de manera gratuita, así como los esfuerzos de la elaboración de nuevos contenidos pensados para las audiencias y requerimientos digitales. De manera particular quiero expresar mi admiración por cómo la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y la Orquesta Filarmónica de Bogotá han emprendido proyectos junto con otros artistasmusicales para recordarnos que la música ante todo es el aliciente por excelencia para las cuitas que nos afrentan.
Esta cultura, una especie de panacea –según me gusta pensarlo-, requiere, de la misma manera que un museo, un proceso de curaduría al que debemos estar atentos. Desde El Juglar tratamos de cumplir con dicho esfuerzo para garantizar a nuestros lectores contenidos interesantes, pedagógicos y entretenidos, pero también es imperativo mencionar que el proceso de curaduría podemos emprenderlo cada uno desde nuestros hogares con una revisión autónoma y crítica de contenidos que abundan en redes sociales. Por ejemplo, el director orquestal de la Filarmónica de Bogotá, Andrés Felipe Jaime, los martes está charlando con sus seguidores sobre temas relacionados con el mundo sinfónico. Del mismo modo en otras plataformas día a día surgen nuevos espacios pensados para la divulgación del arte. Es, en parte, deber nuestro localizarlas y motivarlas a continuar con tan menester labor en este momento coyuntural. Alegrémonos de que Apolo aún nos acompaña.