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Cuento: Naricita Bonita y su primer musical-p
Narizita Bonita deseaba ser actor cuando creciera. Sus padres le decían que con su gran naricita no podría, pero nunca se rindió.
- ¡Pero mamá, yo quiero ser actor! – gritó Naricita. - ¿Bueno, sabes qué? Hagamos una apuesta. Si te aceptan para entrar en el musical del colegio, te doy 20 dólares. Si no, lavas los platos por una semana. ¿Trato? preguntó su madre. -Sí, acepto- respondió Narizita.
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Al día siguiente, Naricita fue con una sonrisa enorme al colegio, pensando que iba a ser la protagonista, y su madre iba a estar muy orgullosa de él. Solo que pasaba algo: tenía lengua, su materia menos preferida.
-Bueno niño, saquen sus cuadernos de lengua -dijo Lorenza. Lorenza era la maestra de Naricita, tenía unas orejas grandes para escuchar a los niños que hablaban en clase, y una nariz diminuta, como una pasa de uva. El pelo castaño, y llevaba siempre un suéter horrible que decía “ amo a los niños ” . Lorenza siempre rezongaba a Naricita porque nunca prestaba atención en clase, y también porque su ortografía era horrible.
- ¿A ver, Naricita, que escribís? -preguntó Lorenza. -Ah, nada, mi obra-respondió él. -Déjame ver. La maestra le sacó el papel de la mano y leyó en voz alta:
-Avaya uma bes um perito yanado Martin, qe le gustava la carrne. ¿Ay, qué es esto Narizona? Qué horrible te quedo-dijo Lorenza. Todos los niños empezaron a reírse y a burlarse de él. Naricita quería desaparecer de ahí y volver a su casa, con su madre. -P-p-pero…. A mí me gusta -respondió él. Además, mi nombre no es Narizona, es Naricita, y al menos no soy tan ignorante como usted, que se cree que le puede hablar a todos sus estudiantes así. Toda la clase se quedó inmóvil. Nadie hizo ni el menor ruido. Lorenza, roja como un tomate, le grita a Naricita:
- ¡Cómo SE ATREVE USTED A DECIRME ESO, NARIZONA! ¿QUIÉN SE CREE QUE ES? ¿EL DIRECTOR?
Naricita empezó a llorar mientras la maestra llamaba al director. -Esta vez te salvaste, pero la próxima, no vas a tener tanta suerte-dijo su maestra con un tono intimidante.
Luego de su lección, Naricita se quedó en el colegio para las audiciones del musical, basado en una novela llamada “Amor de flatulencias ” .
-Bueno niños, ¡empecemos! -dijo la directora. La directora tenía una remera que decía “Ne Existen Niños y Niñas, sole Niñes ” , y siempre hablaba en lenguaje inclusivo. Su pelo le llegaba hasta los pies, y tenía los ojos enormes del tamaño de una ciruela.
- Bueno, ¿quién quiere ser el protagonista? -preguntó. ¿Nadie? Naricita levantó su mano lentamente. -Yo quisiera ser el “ prota ” , como le dice usted-dijo Narizita. -Bueno, veamos lo que tienes-dijo la directora. ….. DOS FLATULENCIAS BAILAN JUNTOOOOOOSSSSSSS…. Todos miraban a Naricita con cara rara. - ¿Quién es él? -susurraba una niña. -Su nariz es enorme-decía otro. -Canta horrible-dijo otra niña. Cuando terminó de cantar, la directora se puso a llorar. - ¡BRAVO! ¡BRAVO! -decía mientras aplaudía- ¡LO MÁS HERMOSO QUE ESCUCHE EN MI VIDA!
Después de muchas audiciones, Naricita era la “ prota ” , y se lo dijo a su madre. -Bueno, entonces te veo en el musical -le dijo su madre. El día del musical, su madre estaba en primera fila, esperando a que su hijo aparezca. -Bueno, ahora viene la última canción, cantada por el protagonista, llamada ¡El baile de las flatulencias!
El público vitoreaba sin cesar, hasta que Naricita empezó a cantar…. -DOS FLATULENCIAS BAILAN JUNTOS, ejem, digo JONTASSSSSS… El público le empezó a tirar tomates y lo abuchearon, pero, aunque eso pasara, la madre de Naricita le tuvo que dar los 20 dólares, ya que fue el protagonista.