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Cuento: La princesa de la torre--------------p

Era muy extraño: Tenía cuerpo de reloj y cara de reloj, también tenía manos de tuercas y manecillas, había perdido casi toda su humanidad, tan solo conservaba la capacidad de hablar y pensar. El relojero habló: - Soy más poderoso al mismo tiempo, ¿En serio creen poder derrotarme? Ahora sé que los humanos pueden ser más tontos de lo que uno se imagina. - dijo. -Tú también fuiste humano, y como todos nosotros, también cometes errores, como el que acabas de cometer distrayéndose- dijo Polonia mientras lo empujaba desde la cima del Big Ben.

Se escuchó el ´´ crac ´´ de un reloj romperse desde la cima del gran reloj. Margarita corrió hasta sus héroes, y todos se abrazaron de lo felices que estaban de volverla a ver. Unos años más tarde, en el casamiento de Margarita y Hugo, Polonia estaba sentada al lado del tigre sabio que los había ayudado en la selva, y con una sonrisa en la cara de Polonia, aquí termina esta historia.

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LA PRINCESA DE LA TORRE

Por Malena Labraga

Era 1873, cuando la princesa nació. Llamada Adara, era la séptima hija de la familia Guerin, lo que la convertía en la menor de sus siete hermanas. Sus padres eran personas muy ocupadas, cada que Adara preguntaba por qué no estaban, ellos siempre responden lo mismo: La realeza es lo más importante del mundo, algún día lo entenderás, hija. Pero Adara no comprendía ¿Por qué sería la realeza más importante que tu familia? Se cuestionaba ella todas las noches antes de dormir. Cuando Adara cumplió los ocho años, su madre le dijo algo que cambiaría su vida: ´Adara, tú sabes que nosotros somos gente muy importante, y por eso, hemos decidido ¡Mudarnos a Italia! ‘ , ella los miró con la cara más triste que pudo, y les suplicó toda la noche, ´¡No!, Por favor, no quiero perder a todos mis amigos y a mis familiares solo por ser de la realeza, Ellos son mucho más importantes, ¿No creen? ‘Pero ellos se negaban a escucharla. De repente, había amanecido, y ella seguía en su cama, deseando poder hacer algo para quedarse en aquel castillo, donde tenía todo lo que apreciaba… ¡Claro!, se le ocurrió la mejor idea de toda su vida: Ella se iba a encerrar en la torre.

Adara sabía que a sus padres ella nunca les había importado, de hecho, su padre raramente se sabía su nombre, y su madre la mayoría de las veces ni le dirigía la palabra, ellos siempre estaban hablando de los logros de sus otras hijas, Mi hija Charlotte recibió un premio en arquitectura moderna ´ , o ´Mi hija Francisca es la mejor tocando el violín, de hecho, ¡Una academia la solicitó como solista principal en su obra!´ . Además, sus hermanas solo empeoraba todo, siempre le decían lo fea que era y que ella no tenía ningún talento y nunca iba a ser exitosa, eso claramente la deprimía un montón, así que decidió que se iba a quedar.

Entró en su habitación a lo alto de la torre: Tenía un baño, comida para dos días y mucha ropa y cosas para no aburrirse. Adara creía que una vez que su familia se hubiera ido, se darían cuenta de inmediato que faltaba ella, y volverían a toda prisa a por ella, y ella los convencería de quedarse. ¡Era el plan perfecto! Hasta que algo salió mal… Bueno, Adara escuchó las pisadas de los caballos y el ruido de las ruedas por dos minutos, y cuando los dejo de escuchar, ¡Salió de la emoción! Ahora ella estaba sola en el castillo, e iba a empezar una nueva vida, ella sola y… bueno, primero tenía que salir de la habitación, pensó, así que fue hacia la puerta e intentó abrirla, pero no pudo. Estuvo intentando abrir la puerta por dos horas, hasta que comprendió que estaba encerrada en la torre.

¡Oh no! Que iba a hacer ahora, ella era solo una niña de ocho años que no sabía nada de como sobrevivir sola en una torre, pero se tranquilizó porque sabía que sus padres volverían a por ella, ¿no? Pero pasaron ocho años, y sus padres no habían vuelto a buscarla, Adara antes tenía el pelo por el cuello, y ahora lo tenía hasta la cadera, y tenía una nueva mascota: Bicho peludo, que había nacido de los restos de pelo que se fue cortando, y había cobrado vida gracias a algunas bacterias de su habitación. Ambos se alimentaban de aves que Adara cazaba por la ventana, y tomaban agua de la ducha, que seguía funcionando después de todos estos años. Un día, Bicho peludo descubrió una manera de abrir la puerta con una horquilla de pelo de Adara, y ambos pudieron explorar el castillo que Adara había vivido toda su infancia en él.

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