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Cuentos cortos-------------------------------------p

¿La verdad, las cosas se estuvieron poniendo raras últimamente, a mis felinos los noto más raros de lo usual, parecen deprimidos, aunque no sé por qué, talvez sea porque no les gusta estar encerrados todo el día, pero tienen que aprender a respetarme, soy su rey, no?

Bueno, ahora que lo pienso, ya me está cansando un poco esto de ser el ´´ rey supremo ´´ , sí, podés hacer lo que quieras, pero llega un punto en el que te empiezas a aburrir de tener tantas libertades, o sea, tú estás al mando, pero… se me hace aburrido porque, al principio estás muy emocionado, literalmente ¡Puedes hacer todo lo que quieras! Pero después, te das cuenta de que ya hiciste todo lo que te podía divertir, y te empiezas a aburrir, porque ya lo hiciste todo, así que básicamente sentís que ya viviste todo lo que se puede vivir, y tu vida va perdiendo su propósito poco a poco, y cada día te aburrís más, y más, y más… A este punto ya estoy tan desesperado por hacer algo productivo que por eso estoy escribiendo esto, bueno, supongo que estaba tan decepcionado cuando me convertí en grillo, y me di cuenta de que mi vida iba a ser mucho más difícil como un insecto, así que me hice el rey del mundo solo para divertirme un rato, pero ese rato creo que ya pasó.

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Lo único que me mantiene de pie es que el otro día, estaba hablando con uno de mis muchos sirvientes felinos, y me dijo que sabía cómo remediar todo esto, él me dijo que él era un experto haciendo pociones, y me podía hacer una poción que me convertiría en humano de nuevo, y el mundo volvería a la normalidad, la verdad es que voy a aceptar su oferta, disfrute lo de ser rey en su momento, pero ya no más. Así que antes de irme les voy a decir algo: Nunca se hagan un café distraído, atentamente, Raúl el grillo.

Cuentos cortos

Por Malena Labraga

La huida de Ross

Día tras día, Ross se aburría cada vez más estando encerrada en el castillo del norte, aunque ella sabía que, para lograr salir, debería convertir al Sr. Tomás en un fantasma, de ese modo, ella se transformaría en humana y podría ser libre. Un día, estaba revisando su libro de recetas, cuando encontró algo que le podría ser útil: Era una receta para una poción que convertía a quien la consumiera en fantasma, y al que prepara la poción en humano. Ross pensó por un instante, y decidió que podía intentarlo, así que se dirigió a la cocina para empezar.

En la cocina, Ross abrió su libro de recetas y se dispuso a preparar la poción. Cuando hubo terminado, agarró una manzana y la sumergió en el líquido, eso debería servir ´´ , pensó. Ella solo necesitaba que su captor se comiera la manzana, pero ¿cómo? De repente, Ross tuvo una idea: ella conocía muy bien a Tomás desde los últimos dos años que había estado atrapada en el castillo, y a él le encantaban todo tipo de competencias, y su gran pasión era el baile, así que, decidió retarlo a una competencia de baile, y quien ganase, se tendría que comer la manzana. En cuanto le planteó la idea al Sr. Tomás, él aceptó complacido, y Ross le explicó las reglas: El que parase de bailar primero, perdía y se tendría que comer la manzana.

Antes de continuar, debo aclarar algo sobre la historia de Ross, bueno, ella era una humana normal, vivía en un pueblo llamado Wengen, en Suiza, y un día un joven le ofreció una torta, él dijo que se llamaba Tomás, y ella lo notó un poco pálido, pero de todas maneras se la comió, y en realidad, esa torta estaba embrujada, el Sr. Tomás, en realidad era un fantasma, y ella había caído en su trampa, y ahora él podía hacer lo que quería con ella, así que la encerró, y la condenó a pasar el resto de su vida en su castillo, como un fantasma.

Bueno, proseguimos con el cuento, a las 8:00, ambos se reunieron en la sala de baile y la competencia comenzó. Bailaron tanto hasta que se hicieron las 10:00, y cuando Ross estaba por parar de bailar por el cansancio que tenía, Tomás se detuvo. Eso significaba que ¡Ross había ganado! Ahora ella era libre. Ross obligó a Tomás a comer la manzana, y aunque él no quería, así lo hizo. Ahora ella era humana y él era un fantasma, se sintió bien, de hecho, mejor que nunca, así que tan solo se dirigió a la puerta del castillo del norte, dispuesta a empezar una nueva vida, como humana de nuevo, solo que libre.

El lobo Rufus

Rufus estaba cada día más harto de ser un hombre lobo, él quería ser completamente humano, pero no podía. Una mañana, después de besar su reflejo en el lago, como de costumbre, estaba hojeando su diario cuando encontró una página muy peculiar: Se puso sus lentes para leer mejor, y leyó en voz alta: Es posible lograr que un hombre lobo vuelva a ser humano, solo necesita ingerir una sardina dorada, y será humano nuevamente

Después de leer eso, Rufus casi grita de la emoción, pero se acordó justo a tiempo de que en la cueva en la que vive habitan murciélagos, y él no quería mordidas hoy. Salió inmediatamente de la cueva y se dirigió al lago, en cuanto llegó, pasó dos horas buscando una sardina dorada, y cuando se estaba por rendir, lo vio: Un destello dorado en lo profundo del lago; Se zambulló y fue tras ello. Cuando salió a la superficie, tenía una sardina dorada en la boca, sin dudarlo, se la tragó, y cayó en un profundo sueño…

De la nada, despertó, pero como un lobo; Rufus no lograba comprender el porqué estaba en su cuerpo animal, y no humano. Corrió hacia su cueva y leyó en su diario: Dicha sardina debe ser ingerida en una noche de luna llena, de lo contrario, el individuo permanecerá en su forma lobuna por el resto de su vida. ´´ En cuanto terminó de leer, Rufus estaba devastado, -¿Todo esto para nada?- pensó tristemente. En realidad, unas semanas más tarde, Rufus aceptó la realidad, y se adaptó a los cambios, tanto que, de hecho, le terminó gustando más ser un lobo que ser un humano, así que esa fue la historia de como Rufus pasó de ser un humano condenado, a un lobo libre.

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