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Por Pablo Torres / Página
pensar un pais con justicia social
la fragata eva perón
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La historia de la hoy llamada Fragata ARA Libertad está empapada de peronismo. O, mejor dicho, las vicisitudes por las que esta embarcación atravesó, desde su creación y hasta el día de hoy, tienen mucha relación con la historia de nuestro movimiento.
Perón al momento de iniciarse la construcción de la Fragata Eva Perón

por Pablo Torres
A los motivos que provocaron que el país entero estuviese en vilo durante dos meses y medio por la suerte que corría la Fragata Libertad allá en Ghana, todos los sabemos de memoria. Se ha hablado una y mil veces sobre los fondos buitre, el juez Thomas Griesa, el Tribunal del Mar, el canje de deuda, Ghana, etc. No vamos a repasar todos estos datos aquí una vez más. A cambio, proponemos como alternativa un tanto más atrayente el interiorizarnos un poco en la historia de este buque escuela, cuyo derrotero, al igual que muchos hechos históricos de los últimos 70 años, guarda muchos puntos de conexión con la historia del peronismo. Para ponernos en contexto, primero conviene hacer un pequeño repaso sobre la historia de la Escuela Naval Militar. Esta institución, que depende de la Armada de la República Argentina, fue creada en el año 1872 a instancias del entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento y por sugerencia del entonces Sargento Mayor de la Marina, Clodomiro Urtubey, y con el propósito de dar formación a los futuros oficiales de la Armada. En el año 1884, la Escuela Naval recibe su primer buque escuela, el ARA La Argentina, que fue fabricado por encargo del gobierno argentino en los astilleros de Trieste, Italia. El objetivo era contar con un barco en el que los cadetes que ya estuviesen en el último año realizasen un viaje por los siete mares, como forma de culminar su instrucción. Al ARA La Argentina le sucedió la Fragata Presidente Sarmiento, fabricada en Birkenhead, Inglaterra. Esta fragata partió desde Liverpool el 14 de julio de 1898, y en enero de 1899 realizó su primer viaje de instrucción, siendo utilizado hasta 1938, año en el que hizo su último periplo. Luego, en 1962, se terminó convirtiendo en monumento histórico nacional y buque museo, encontrándose actualmente amarrado en Puerto Madero. Es así que en el año 1946, ya en la primer presidencia de Juan Domingo Perón, el Comando de Operaciones Navales presenta un proyecto para que se construya en el Astillero Río Santiago una nave a vela mixta, con aparejo de bergantín goleta de tres palos, motor auxiliar y un desplazamiento aproximado de 2500 toneladas, 80 metros de eslora y 4,87 metros de calado. Este proyecto se terminaría llevando a cabo en el año 1953, dándose así inicio a la construcción del primer buque escuela construido en la Argentina el día 13 de noviembre, con la autorización del Ministerio de Marina, y colocándose los primeros remaches en la quilla el 11 de diciembre de ese mismo año. Como hacía pocos meses que Eva Perón había fallecido, se acordó llamar a la fragata, justamente, Eva Perón. Inclusive, se decidió que el mascarón de Proa llevase su imagen. El 16 de septiembre de 1955 se lleva a
cabo el golpe de estado conocido como “Revolución Libertadora” (rebautizado como “Revolución Fusiladora” por la militancia peronista), cuando la Fragata todavía no había sido finalizada, encontrándose aún en el astillero Río Santiago. Durante los bombardeos que los golpistas acometieron contra el pueblo argentino, la fragata fue hundida por los mismos trabajadores que estaban terminando de construirla, para evitar que fuese alcanzada por las bombas. Ya durante el gobierno de Aramburu, la fragata fue reflotada, terminando de construirse el 30 de mayo de 1956, día en que se botó el casco en el Astillero Río Santiago. Previamente, por decreto Nº 7.922, del 27 de abril de 1956, y como toda referencia a Perón, a Evita y a todo lo que tuviese relación con el peronismo estaba prohibido (recuérdese también el infame decreto 4161, del 5 de marzo de 1956, el cual prohibía todos los “elementos de afirmación ideológica o de propaganda peronista”), se le impuso el nombre de “Libertad”. Paradójicamente, ese mismo año ocurrieron los fusilamientos de civiles y militares que reclamaban el retorno de Perón. No sólo el nombre fue cambiado, sino que el mascarón de proa corrió la misma suerte. El original, el que llevaba la imagen de la Abanderada de los Humildes, fue removido por orden del entonces vicepresidente, el almirante Isaac Rojas, para luego ser destruido. En su lugar fue puesto uno realizado por Carlos García González, un escultor español radicado en la Argentina (quien actualmente tiene 86 años y vive en Mar Del Plata), el cual “representa la imagen de la República Argentina y su sentimiento arraigado de libertad. La mujer mira el horizonte custodiando la proa durante su derrota por los mares del mundo”, según reza la descripción oficial de la Armada. Este mascarón lleva inscripto el nombre “Nike”, que en griego significa “Victoria”; González lo hizo en homenaje a su mujer, quien murió mientras él realizaba la escultura. El mascarón fue inspirado en el cuadro “La libertad guiando al pueblo”, de Eugène Delacroix, pintura a su vez inspirada en las barricadas parisinas de julio de 1830, cuando se produjo una revuelta popular contra el rey Carlos X por haber suprimido el Parlamento. Durante los años siguientes, la nave siguió recibiendo modificaciones en su aparejo, el cual se decidió como de fragata de tres palos en agosto de 1956. En el año 1961, cuando aún se encontraba en construcción, fue designado comandante de la fragata a Atilio Porreti, el cual contaba con una reconocida experiencia en navegación a vela. Porreti se encargó de seleccionar y adiestrar al personal de gavieros. El navío es recibido por la Marina en 1962, año en que se hicieron las primeras pruebas generales. Poco después de zarpar de Puerto Madryn, debió enfrentarse a un gran temporal, del cual se dice que representó su “bautismo de mar”. Regresó a Río Santiago el 10 de noviembre de ese mismo año, volviendo a partir el 20 de diciembre hacia Puerto Belgrano, donde recibió el pabellón nacional. Inmediatamente comenzaron los preparativos para, por fin, dar inicio al primer viaje de instrucción alrededor del mundo. El buque fue oficialmente incorporado a la Marina el 28 de mayo de 1963, zarpando el 19 de junio de 1963 hacia su primer viaje de instrucción. La nave participó de numerosas regatas y competencias, destacándose su participación en la “Travesía del Atlántico Norte a Vela”. En esta contienda, las fragatas debían recorrer la máxima distancia en 124 horas de navegación a vela, y debían contar con más del 50% de su dotación en período de instrucción. Aquí nuestra fragata, que se encontraba realizando su cuarto viaje de instrucción, obtiene la Gran Medalla al llegar en primer lugar en su categoría, estableciendo el Récord Mundial de Velocidad en el Cruce del Atlántico Norte a Vela, habiendo cubierto 2058 millas desde Cabo Race (Canadá) hasta la línea de Dublin/Liverpool, haciéndolo en 8 días y medio, record que todavía permanece vigente. En esta ocasión, el capitán Ricardo Guillermo Franke, al mando de la nave en ese momento, recibe el Boston Tea Pot Trophy de manos del Príncipe Philip, Duque de Edimburgo, en nombre de la Reina

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Elizabeth II. También se destaca la participación de la fragata en la “Gran Regata Colón 92” realizada para conmemorar los 500 años de la llegada de Cristóbal Colón y su tripulación a América. El 30 de mayo de 2001, el Poder Ejecutivo Nacional nombró “nave embajadora de la República” a la fragata, mediante el decreto presidencial Nº 727. Después de miles de horas navegadas y centenares de miles de millas recorridas, En el 2004 se le realizó la “reparación de media vida”, proceso de mantenimiento mediante el cual se le da al navío varios años más de vida útil. El 7 de abril de 2007, durante el gobierno de Néstor Kirchner, ocurrió otro hecho histórico: en ese día se dio inicio al viaje de instrucción nº 38, en el cual participaron, por primera vez, 12 cadetes mujeres. Aquí cabe recordar y destacar algo: Durante los años 2006 y 2007 se impulsaron diversas medidas desde el estado tendientes a mejorar las condiciones de las mujeres en el ejército, tales como derogar las normas que impedían el ingreso y/o la permanencia en el Colegio Militar y en la Escuela de Aviación a las alumnas que quedaran embarazadas, o el evitar que se les exigiese a las mujeres dentro del ejército que estuviesen en estado de embarazo o lactancia la realización de cualquier actividad que pudiese poner en riesgo su condición (prácticas de combate o de tiro, por ejemplo). También se crearon el Observatorio sobre la Integración de la Mujer en las Fuerzas Armadas y el Consejo de Políticas de Género para la Defensa. Finalmente, ya a fines del 2012, y como todos sabemos, la Fragata Libertad terminó siendo la inesperada protagonista principal de una triste historia, pero que afortunadamente tuvo un final feliz. Historia en la
LA FRAGATA EN NÚMEROS
- Lleva recorridas más de 800 mil millas náuticas alrededor del mundo.
- Ha transcurrido el equivalente a 17 años navegando por el mar.
- Se han formado en ella unos 11 mil marinos de la Armada Argentina.
- Ganó ocho veces el Tea Pot Trophy, en los años 1966, 1976, 1981, 1987, 1992, 1998, 2000 y 2007.
- Es el noveno buque que lleva este nombre en la historia de la Armada Argentina. Sus antecesores: bergantín corsario Libertad (1827), goleta Libertad (1841), goleta Libertad (1845), ballenera Libertad (1853), vapor armado en guerra Libertad (1862), transporte Libertad (1865), acorazado de río Libertad (1892), crucero auxiliar Libertad (1955, ex transporte FANU Eva Perón).
que, aparte de la mencionada protagonista, también participaron algunos actores que ya hemos visto numerosas veces en muchas otras historias peronistas: el imperialismo financiero, la oligarquía cipaya local, los medios de comunicación serviles a esos intereses imperialistas, y una oposición plebeya y delirante (basta con recordar la bochornosa propuesta del ex senador radical José María García Arecha de recaudar, a través de una colecta popular, los 20 millones de dólares necesarios para repatriar la Fragata Libertad, propuesta que recibió el apoyo de Ernesto Sanz, Federico Pinedo, Alfonso Prat-Gay, Liliana Negre de Alonso, Jorge Vanossi y Julio Bárbaro, entre otros). La Fragata ARA Libertad está de vuelta en casa. Pero quien esto escribe coincide con quienes, en estos últimos meses, han venido planteando que sería un justo acto de reparación histórica que este buque lleve el nombre que le fue originalmente dado. Porque está claro que un barco construido por Perón, que fue salvado por obreros peronistas de las bombas de la Revolución Fusiladora, que llevó mujeres cadetes por primera vez durante un gobierno peronista y que fue rescatado de las garras de los buitres financieros por una presidenta peronista, no puede menos que llevar el nombre de Fragata Eva Perón.