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Decisiones
Con el apóstol Pablo encadenado en Roma, los filipenses empezaban a tener diferentes opiniones sobre su acierto en la decisión de apelar a César, lo que implicaba su detención y con ella la paralización de la obra misionera que ellos apoyaban de forma encomiable, esforzándose en cubrir todas las necesidades del apóstol y su equipo. ¿Tenían derecho a indignarse y dividirse entre partidarios y opositores al proceder del apóstol? Aparentemente sí; al fin y al cabo estaban totalmente implicados en aquella maravillosa predicación del evangelio por todo el mundo conocido. Sin embargo, aunque creyesen tener derecho a ello, es el propio Pablo quien, preocupado por lo que estaba oyendo de ellos, les escribe aquello de “solamente que os comportéis como es digno del evangelio” (Fil.1.27). ¿Qué estaba por encima de sus preocupaciones? ¿Qué había que dignificar por encima de todo? ¿A Pablo? ¿Las ofrendas de los de Filipos a la causa? ¿Lo que aparentemente se iba a perder con el misionero preso? No parece que eso le preocupase a Pablo. Ante el enemigo que él enfrentaba: la oposición a Jesucristo, Pablo les pide que muestren la dignidad del evangelio de Jesucristo así: “firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen”.
Lejos de centrar la mirada en el combate y en los opositores, el foco de atención para los filipenses es el de la firmeza, la unanimidad y el valor
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Poco después de la última ponencia del encuentro “Reavivando la Llama del Evangelio” había una pregunta en el aire: ¿y ahora qué?
Toca a cada uno y a cada iglesia representada evaluar si se cumplieron las expectativas en forma de desafío, ánimo y comunión. Todos los que se involucraron en la preparación del encuentro: programa, detalles de inscripción, hospedaje y bienvenida, ponentes, moderadores, presentadores, el grupo de alabanza, el programa para niños, el reparto de los símbolos y muchos más, ocupados en conocerse y bendecirse, aunque solo sea por cortas conversaciones, todos los que estuvimos intercediendo por este encuentro sabemos que la causa del evangelio humilla, paradójicamente impulsa, reaviva y se propaga en todas direcciones.
Timoteo Glasscock fue portavoz de los organizadores en la sesión inaugural exponiendo los cuatro motivos para una convocatoria como esa:
1. Una realidad: la preocupación por las iglesias.
2. Una razón: el declive en el testimonio del evangelio
3. Un reto: es hora de clamar juntos al Señor para que avive su obra en nuestros tiempos.
4. Un deseo: que la Palabra de Dios nos sacuda, y que podamos reflexionar juntos
Y como fruto inmediato, mientras el evento se iba desarrollando, todos fuimos descubriendo el quinto motivo
5. Una necesidad: tomar decisiones, en el sentido más literal https://soundcloud.com/user-331974066/sets/reavivandola-llama-del?si=724079b0f84845679cd416807341d2c 8&utm_source=clipboard&utm_medium=text&utm_ campaign=social_sharing
El verbo “decidir” en su etimología es de procedencia latina, bajo denominación ‘decidĕre’, que quiere decir, cortar, resolver, de uso original en un contexto agrícola o de jardinería, durante la poda de lo que se está cultivando y cuidando.
Según el Diccionario de la Real Academia Española “decidir” es un verbo activo transitivo que significa cortar la dificultad sobre algo dudoso o contestable. También de una persona decidida se dice que es determinada y resolutiva.
Lo que reaviva la llama del evangelio, según se ha entendido de las ponencias de noviembre pasado, en El Escorial, es una iglesia motivada solo por el evangelio, una iglesia que favorece la unidad en la diversidad, una iglesia que encomienda y envía y en definitiva, una iglesia apasionada, también según el diccionario (RAE): “que siente pasión o inclinación vehemente por algo o alguien”.
Volviendo a las palabras de Pablo a los filipenses, firmeza en el evangelio de Cristo, unanimidad y valor posiblemente sea lo que el Espíritu Santo nos provea para tomar las decisiones que, en este año que acabamos de inaugurar, reaviven la llama del evangelio entre las asambleas de hermanos de España. Quiera el Señor bendecirnos si somos fieles en ello.
Fe de erratas
Nuestra hermana Rafi Martínez, viuda de Eloy del Pino, nos ha comunicado que su esposo falleció el 5 de julio del 2022, en lugar del 5 de junio como erróneamente apareció en otro número de esta revista. Aprovechamos esta ocasión para agradecer que nuestro hermano Eloy mantuvo su fidelidad a Edificación Cristiana de la que no solo fue lector asiduo, sino un entusiasta promotor de la misma a lo largo de su vida cristiana. Y deseamos de nuevo la renovada consolación del Señor para su esposa Rafi.