1. ÉRASE UNA VEZ UN NUEVO COMIENZO
UN NUEVO MUNDO, por Julián Cano (alumno de nivel 1)
Llegó el día, te levantas con la ilusión de conocer un nuevo mundo, pero portu mente pasa un pensamiento que te golpea como si fuerassu peor enemigo yrepite que ya estás un poco viejo para intentarlo, que volver a estudiar solo te quitará tiempo y energías. Aunque revolotea la incertidumbre, cual mosca en verano, luchas contra tu propio subconscientey te das ánimo para empezar de cero. ¿Qué es lo peor que podría pasar?, te preguntas. Pues sabes que puedeshacer nuevos amigos, que puedes aprender de una cultura diferente y demostrarte a ti mismo de lo que eres capaz.
Llegas al CEPA y tratas de que tu cara no exprese el choque desentimientos que llevas por dentro, al pasar el tiempo sientes que la estás pasando mejor de lo que esperabas y, mientras transcurren los días y las semanas, llegas a la conclusión de que entrar a estudiar es la mejor decisiónque has tomado en tu vida. Notas que, a pesar de cambiar de país, no hay mucha diferencia en la enseñanza y que aprender tiene el mismo mérito de aquel momento en que pasaste tú etapa de niño. Ahora culminan los trimestres y te da mal rollo, ya no será frecuente ver a tus amigos y le habías cogido el gusto a estudiar, tanto es así que ahora te cuestionas qué será de tu futuro, si te prepararás para la universidad o si con un grado medio es suficiente, te planteas decenas de carreras y títulos por losque puedes incursionar, pero te lo tomas con calma, entiendes que un nuevo mundo apenas está comenzando.
APRENDIZAJE Y EXPERIENCIA, por Jesús Ibares (alumno de nivel 2)
La vida es una rueda, de esas que sabes por donde ha rodado pero que no sabes con certeza hacia donde te llevará. Después de estar trabajando en algo que te gusta, te ves en el paro de un día para otro. Lo primero te ves raro y asustado, pero después de unos días espabilas y avanzas. Cuál es tu sorpresa, pues además de la experiencia que ya tenías te reclaman la ESO, algo que sabías que era importante, sí, pero nunca lo habías llegado a necesitar. Pido apoyo a mujer e hijas y me animo a pedir información.
Cuál fue mi sorpresa, cuando nada más llegar notas ese ambiente bueno y sano, de esos que sabesque te pueden aportar muchas cosas... Así que lo dicho, vamos a por ello, me dije a mí mismo.
Al principio fue duro, muy duro, pues a mis 43 años mi cabeza no funcionaba como antes, pero notas que poco a poco van saliendo las cosas y con las que no salen te ayudan los profesores y compañeros.
Acabo de terminar el curso y, con mucho ánimo y más esfuerzo, lo he conseguido. Me llevo varias cosas: lo primero, que fue por lo que entré, el título de la ESO; lo segundo, con lo que no contaba, una motivación personal para darme cuenta hasta dónde puedo llegar, y es mucho más de lo que imaginaba; y lo tercero, un agradecimiento a los profesores y compañeros, durante este curso han sido parte de mi familia y lo han conseguido más que bien.
Gracias a todo lo que ha sido el CEPA, os llevaré siempre en mi corazón.
2. UNA VIDA FINGIDA, por Roberto Barajas García (alumno de nivel 1)
Me llamo Roberto Barajas: soy alumno del CEPA Coslada, al cual le estoy muy agradecido por darme la oportunidad de poder publicar este artículo en el que cuento la experiencia de mi vida con 80% de discapacidad visual. Quiero dar las gracias de antemano a las personas que dediquen unos minutos de su vida a leer estas líneas.
Cuando tenía tres años le dijeron a mi madre que tenía un 80% de discapacidad visual, el pronóstico era: fotofobia (sensibilidad a la luz), baja agudeza visual, muchas dioptrías y acromatopsia (ver los colores en una escala de grises). Los médicos le dijeron lo siguiente a mi madre: “Su hijo no podrá llevar una vida normal, vivirá prácticamente como una persona ciega”.
Mi madre me llevó a muchos médicos y especialistas, hasta que consiguió que me fabricaran unas gafas con unos cristales oscuros y con la máxima graduación que podían ponerme. Aun así mi vista seguía siendo muy limitada.
Empecé el colegio y ahí comenzaban las primeras confusiones.
Si a que era muy vago y odiaba estudiar, le sumamos que no veía la pizarra, el resultado no podía ser otro que el no hacer los deberes y suspender casi todas las asignaturas. Imagino que los profesores también estaban confundidos al ver a un niño que dice no ver la pizarra pero luego en el patio juega con normalidad con el resto de sus compañeros. Pero bueno, pasemos página y dejemos atrás laépocaescolar,yaospodéisimaginar cómo acabó todo (efectivamente, todo suspenso).
De adolescente tenía un grupo de amigos del barrio. Con ellos me entretenía mucho, jugaba al fútbol, intentaba disfrutar aunque mis amigos se lo tomaban más en serio y a veces se enfadaban, pero a diferencia de ellos yo al no ver simplemente jugaba para disfrutar. Íbamos a la piscina y recuerdo que los socorristas siempre me decían que no me podía meter en el agua conesas gafas porque eran de cristal y mis amigos salían en mi defensa siempre para que pudiese utilizarlas ya que sin ellas no veía casi nada. Llegó la primera época en la que comenzamos a juntarnos con otros grupos de chicas, salíamos a pasarlo bien, todo era aparentemente normal en mi vida. Pasados los años comencé a trabajar a la vez que me enteré de que mi madre tenía un sentimiento de culpa por mis enfermedades en la vista, porque se expuso a una radiografía estando embarazada de mí. Eso me hizo alejarme de mi discapacidad e intentar llevar una vida aúnmás normal de la que ya llevaba, lo que me llevó a olvidarme directamente de mi enfermedad y empecé a realizar actividades, trabajos, a relacionarme con el resto de personas y a hacer todo lo posible simulando no tener nada de dificultad visual, por supuesto esto me llevó a no pedir ayuda nunca.
Buscaba trabajos sin poner en el currículum que tenía una discapacidad, ¡y los conseguía!, pero a costa de esforzarme el doble que los demás para realizar el mismo trabajo.
Uno de los trabajos que tuve fue descargando camiones, al no ver bien las referencias de las cajas tenía que correr más una vez tenía la caja en brazos, o cuando mis compañeros hacían un descanso yo seguía trabajando para poder alcanzar su ritmo.
Tener una discapacidad e intentar ocultarla y no pedir ayuda nunca te lleva a un desgaste físico y mental que tarde o temprano se tiene que pagar. Es fácil confundir superación con una mala adaptación a la enfermedad. Había personas en mi entorno que decían: “¡Qué bien lleva la enfermedad, hace vida prácticamente normal!”, y era cierto ante los ojos de la gente era una vida completamente normal, pero porque me esforzaba en ocultar
todos los detalles. En una ocasión tuve una cita con una chica que me gustaba y cuando nossentamosacenarnoconseguíaverloque ponía en la carta, me levanté y fui al baño para buscar la carta con el móvil para poder ampliarla y así ver lo que ponía. Podría poner miles de ejemplos cotidianos que me suponían un problema, pero que siempre buscaba la manera de disimularlos y esconderlos, esto, claro, a veces tenía malas consecuencias, como que te tachen de vago por no hacer algo cuando en realidad no lo hacía para evitar decir que no podía hacerlo por mi vista.
En una ocasión junto a mis amigos hicimos una barbacoa y recibí varios comentarios recriminándome el que no ayudaba a prepararla, la realidad era que no lo hacía porque no quería confundirme al no ver bien si la carne estaba hecha o leer qué tipo de carne me estaban pidiendo.
Una vez, estando en la playa con mis amigos me quedé dormido. Cuando desperté, ellos ya habían bajado a la playa, me llamaban para que fuera con ellos pero era incapaz de ver dónde estaban y puse la excusa de que me encontraba mal para no bajar. De nuevo la vergüenza de no ver bien y que las otras personas lo descubran me hizo perderme el pasar un buen rato.
Vivir de esta manera, fingiendo, no era del todo malo, o eso pensaba yo porque veía a mi madre orgullosa de mí y cómo presumía de que los médicos dijeron que llevaría una vida de persona ciega y en cambio apenas se notaba que tenía una discapacidad. Esto claramente me animaba a seguir con ese estilo de vida, haciendo todo tipo de actividades, correr maratones, montar a caballo, conducir motos de agua, subir montañas con cierto nivel de dificultad. Precisamente, bajando una de esas montañas (Almanzor) fue donde decidí abrirme y contarles a mis amigos la situación en la que siempre había vivido, para de esta forma dejar de perderme momentos juntos y evitar tantassituacionesincómodas.Peseaquemis amigos eran conscientes de mi discapacidad siempre fue un tema tabú entre nosotros. Bajando la montaña me insistían en que bajaba muy despacio, que era muy torpe y yo, como en el resto de ocasiones, ponía excusas como el cansancio, las zapatillas o
cualquier cosa que se me ocurría, pero llegado un momento me decidí a contar la verdad, a dejar de fingir. Les conté que no veía bien y que por ello tenía que fijarme por dóndepisabaytardabamásqueellos,sehizo un silencio y acto seguido me dijeron que no me preocupara, que se adaptarían a mi ritmo para ir todos juntos.
Ese día sentí un alivio y un desahogo que no habíasentidonuncaenmi vida.Medi cuenta de que es mejor que la gente que te rodea conozca tus limitaciones y de esta forma te puedan ayudar cuando sea necesario, que no merecía la pena fingir y perderme tantos buenos momentos. Como aquel día en la playa, si hubiera contado la verdad cualquiera de ellos hubiera salido a mi encuentro y hubiese disfrutado en la playa. Pienso que la línea que determina si es superación o limitación depende de la gente que te rodea y de la actitud de la persona que tiene la discapacidad. Si decides fingir que no te pasa nada y que puedes con todo llegará un momento en el que te des cuenta de que tienes que mentir para esquivar situaciones y ahí comenzará tu limitación. En cambio si te rodeas de personas buenas y que te quieren con su ayuda podrás incluso escalar el Everest.
Ojalá este relato le sirva a alguien para darse cuenta y comprender que proponerse cualquier objetivo y conseguirlo ocultando su discapacidad es simplemente aparentar Pero si ese mismo objetivo tratas de conseguirlo, sabiendo todo el mundo que tienes una discapacidad, tiene más valor. Me gustaría finalizar este artículo dando las gracias a mi madre por no rendirse nunca y creer siempre en mí. Al resto de mi familia y amigos también, por comprender y aceptar mis limitaciones y ofrecerme siempre su ayuda para que podamos caminar juntos.
3. EL CEPA ESCRIBE, por el profesor Raúl Nieto
Cada año celebramos con muchas ganas el Día del Libro en el CEPA Coslada y este no podíaser unaexcepción,sobretodoteniendo en cuenta que este curso 2022-23 habíamos inaugurado el Taller de lectura y escritura creativa
Los astros de abril aliaron con Cervantes y Shakespeareparaquefuera unactoprecioso, delomásenriquecedorentodoslossentidos. Victorino Sánchez Plaza (Quique), alumno del CEPA años atrás y también del taller, presentó ante un atentísimo y participativo auditorio su novela Historia de una historia, sobre la vida de una familia en un pueblo de Guadalajara durante la guerra civil española y en las décadas posteriores a la contienda, recordándonos consuspáginas,deprosaágil y emotiva, la importancia de la memoria para no repetir trágicos errores.
A continuación, los alumnos del taller (José Luis, Yolanda, Ángeles, Angelines, Sandra, Paloma y Francisco) mostraron la obra multimedia en la que habían trabajado, con sus textos y sus voces, en los últimos meses: una dramatización a partir de los personajes del Guernica,transformadaen unimpactante vídeo por el profesor Julio García Domeño, paraconmemorar el cincuentaaniversariode la muerte de Pablo Picasso (en la página siguiente puede apreciarse, basta con leer el código QR para acceder a los vídeos) Ha sido un proyecto en el que ha habido investigación,creatividad,emociónymásde una y más de dos repeticiones de textos ante la grabadora del móvil...
En el contexto histórico actual, las alusiones a la guerra civil española evocaron la reciente invasión de Ucrania por parte de Rusia y se entabló un interesante coloquio al respecto entre los asistentes. El hecho de tener refugiados ucranianos estudiando en el CEPA nos hizo sentir más cerca su tristeza por lo que está ocurriendo en su país.
La voz de tenor de Francisco, alumno del taller con notables dotes para el canto lírico, fue un cierre inmejorable a un Día del Libro por la paz.
4. EL CEPA RAPEA: K1ZA en el CEPA Coslada, por el profesor Raúl Nieto
En el marco de las actividades del Día de la Mujer, a comienzos del mes de marzo de 2023, tuvimos la suerte de contar con K1ZA en el CEPA Coslada. Su simpatía y su propuesta musical, sostenida en letras potentes y en una actitud que rompe estereotipos, calaron (y mucho) entre nuestro alumnado. El encuentro consistió en una breve presentación de la joven y exitosa artista a partir de preguntas y reflexiones de uno de nuestros alumnos, Javier Martínez (J4b Music, entrad en su canal, vale mucho la pena), rapero a su vez y experto en música urbana. A modo de muestra, se fueron visionando vídeos de K1ZA que, de forma natural, sirvieron de hilo conductor. Se repasó su breve pero intensa discografía, desdeel tan célebreenredes "Contrato" hasta los más recientes. El difícil lugar de la mujer en el mundo del rap, en una industria discográfica manejada por hombres, fue uno de los temas más extensamente tratados, así como la impactante imagen y la actitud insumisa que exhibe en sus vídeos K1ZA, "una artista emergente que seguro que conseguirá poneros los pelos de punta y que
es un ejemplo perfecto a nivel artístico y funcional de las nuevas dinámicas musicales del país", en palabras de Noé Valtierra, crítico musical de la revista I am rap
Desde aquí le agradecemos enormemente su visita, una experiencia inolvidable para muchos alumnos yalumnas que ya la seguían con anterioridad en redes y que, tras conocerla en la distancia corta, se hicieron absolutamente incondicionales de K1ZA.
5. UN TROCITO DE UCRANIA EN COSLADA. Entrevista realizada por los profesores Ander Redondo y Ana Mayor.
De Zhytomyr y Dnipro a Coslada Olena, Sergio y Anna, tres alumnos ucranianos de Español Básico, nos cuentan su nueva vida en Coslada.
¿Cuántos años tenéis? ¿Tenéis hijos?
A. y S.: Tenemos 43 y 38 años. Estamos casados y vivimos con nuestros tres hijos. O: Tengo 51 años. Tengo dos hijos. El mayor vive en Ucrania y el pequeño aquí en Coslada.
¿Cómo se llama la ciudad donde vivías en Ucrania?
O: Soy de Zhytomyr. Una ciudad a 150 kilómetros al oeste de Kiev. El aeropuerto de la ciudad fue bombardeo unas semanas después de salir del país.
A.yS.:SomosdeDnipro.Nosotrosvivíamos al este del país. Lejos de la capital pero muy cerca del Donetsk. Nuestra ciudad también ha sufrido muchos ataques.
¿Cuánto tiempo lleváis en España?
TODOS: Llevamos en España un año y tres meses. Nos vinimos a España al empezar el conflicto.
¿Cuál era tu trabajo en Ucrania? ¿Y en España?
O: He cambiado mi vida de profesora de Educación Física en un Instituto a cuidar a unos niños los fines de semana. Echo de menos mi trabajo.
S: En mi país trabajaba de arquitecto, aquí he cambiado el ordenador y los planos por los cuchillos de la cocina.
A: Trabajaba diseñando el interior de las viviendas. Ahora mismo no trabajo, pero cuido a mis hijos y estudio español.
¿Cómo llegasteis a España?
O: Cogí un vuelo de Ucrania a Polonia. Después, para llegar a España tuvimos un viaje en autobús durante tres días.
A. y S.: Vinimos a España en nuestro coche. Primero, fuimos hasta Valencia pero allí estaban en fiestas y era difícil encontrar un hotel. Decidimos venir a Madrid y acabamos viviendo en Coslada.
¿Qué facilidades o dificultades encontraste cuando llegaste a España?
TODOS: Para nosotros fue difícil encontrar una vivienda y comenzar a hablar un nuevo idioma. La gente en España es muy amable.
6. PAISAJE DE LA LUZ, EXCURSIÓN DEL ÁMBITO SOCIAL, por la profesora Cruz
López Carranza
Cuando tengas pasta vete a Japón, mientras tanto… qué tal a Segovia, a Toledo, al Paseo del Prado…
No sé cuántas veces he repetido esa frase este año. Lo cierto es que hay millones de personasen el mundo que sueñan con conocer el Paseo del Prado y nosotros lo tenemos tan cerca que, día a día, lo vamos dejando. Así que, al Nivel II le tocaba visitarlo este año. Y, por si alguien más quiere repetir la experiencia, os cuento la ruta y añado sus fotos, que justifican más la visita que cualquier texto.
Lo mejor es olvidar el coche. Desde las estaciones de Coslada Central oSan Fernando se llega a Atocha en un momento, después… andando. Nada más salir de la Estación de Atocha, por la linterna, se pueden ver las esculturas de Antonio López, el Monumento a las Víctimas del 11-M, el Museo Nacional de Antropología…
Bajando por la Avenida de la Ciudad de Barcelona, encontramos dos edificios de finales del XIX, de estilo completamente diferente, el Palacio de Fomento, imponente, y el primer edificio de la Estación de Atocha, de ladrillo, cristal y hierro.
campesinos llegaban la ciudad en busca de trabajo. La ciudad crece y se derriban las murallas, creando las rondas de Atocha, Valencia, Toledo.
Aquí comienza la mayor concentración de oferta cultural en un espacio que conozco: la de las rondas, con Casa encendida, Circo Price, Tabacalera, y la que continua por el Paseo del Prado, Recoletos, Castellana, hasta llegar al Espacio del Canal de Isabel II en Plaza de Castilla ¿incluimos el Santiago Bernabéu?
Por un callejón estrecho se llega a la Plaza Reina Sofía. La fachada del Museo no impacta especialmente. Como mucho los ascensores. Dentro, la mejor colección de arte contemporáneo de España, incluyendo el Guernica de Picasso. El Edifico Sabatini es una caja sencilla y noble que resalta el contenido.
Cruzando la Plaza del Emperador Carlos V se ve a lo lejos el “alerón” granate del “Reina Sofía”. Estamos en el borde meridional del antiguo casco histórico. Las calles que salen hacia el sur eran antiguos caminos de época de los Austrias y en ellas se estableció el ensanche obrero cuando en el siglo XIX los
Volvemos al paseo del Prado. Su acera oeste es el límite de la ciudad histórica, donde había río, huertas y lavanderas. A partir del XVIII se instalan industrias y algunos de esos edificios son en la actualidad espacios culturales. Caixa Fórum, antigua Central Eléctrica del Mediodía, fue rehabilitada por un estudio suizo de referencia: Herzog & de Meuron (los del “supositorio” de Barcelona). Es la hora de hacerse fotos, el “Jardín Vertical” nos lo pone fácil.
Palacio de Fomento (Foto: Javier Martínez)
MNCA Reina Sofía (Foto: Jorge Ramírez García)
Enfrente, el Jardín Botánico nos llama, más allá… el Museo del Prado, ¡es necesario cruzar la calle!
El paseo es el proyecto de un rey ilustrado, Carlos III, que amaba por igual las artes y las ciencias.Creóunejequeunía,al Sur,el Prado científico; el Real Observatorio, el Jardín Botánico y el Gabinete de Ciencias Naturales (actual Museo del Prado); con el Salón del Prado, al Norte, zona de paseo, cortejo y encuentro, ennoblecido con un programa de fuentes entre la vegetación: Neptuno, Apolo y Cibeles.
Y quien enseña aprende. Gracias a ello he vuelto a ver la fachada de Velázquez, por la que normalmente pasaba deprisa, entre ruidos de coches, a través de los ojos de mis alumnos. La delicadeza, la pasión en las figuras femeninas. El bullicio de las excursiones de alumnos, entre la quietud de las gigantescas columnas del pórtico.
Enfrente de Apolo, El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, completa la oferta formada por El Prado y Reina Sofía. En poco más de un kilómetro se puede disfrutar de gran parte de la historia del arte humano. Vuelta a cruzar la calle hasta la puerta de Goya del Prado. Subiendo las escaleras hacia la Iglesia de los Jerónimos se llega al barrio del mismo nombre. En él se situaba el antiguo Palacio del Buen Retiro, obra del Conde Duque de Olivares, para entretenimiento de Felipe IV. Aún se conservan un par de edificios: el Casón del Buen Retiro, antiguo salón de baile, y el Salón del Trono, próxima ampliación del Museo, que, de esta manera, pasa de ser un edificio a ser un espacio urbano.
Y si queréis más información sobre el Paisaje de la Luz, llegad hasta el ayuntamiento, que tiene un espacio dedicado a explicarlo. El edifico es de Palacios y Otamendi, pero este da…para un libro. Recordar que la oferta cultural es la más barata de las ofertas, y siempre hay gratis, días, horas, condiciones: estudiantes menores de 26 (llevaros el carnet del CEPA), jubilados, parados, profesores…
Jardín vertical-Caixa Fórum (Foto: Jesús Ibares Zarco)
Museo del Prado (Foto de Alejandra Nieto Gómez)
San Jerónimo el Real (Foto: Javier Zárate Merino)
7. TORNEO DE FÚTBOL INTERCEPAS: SABOR A VICTORIA, por Javier
Martínez y Alejandro Moreno (alumnos de nivel 2)
Ha sido un intenso año para nuestro equipo de fútbol del CEPA Coslada. Entreresacas, balones que nunca volvieron y un muy buen ambiente nuestro equipo ha conseguido la magnífica cifra de diecisiete derrotas y una espectacular victoria contra todo pronóstico. ¡Una sola victoria en toda la temporada que nos hizo recordar a los mejores momentos del mismísimo Ronaldo Nazario! Quizás la victoria tardó en llegar pero lo que no se hizo esperar fue el buen ambiente generado por los componentes de este equipo de récord y es que, a pesar de los resultados, el compromiso y el compañerismo siempre se ha podido ver en su máximo esplendor.
Al terminar de escribir este artículo, todavía quedan dos partidos para cerrar esta espléndida temporada con broche de oro donde el triunfo sería unantológicologro, pero el cachondeo está asegurado, pues la única premisa de este equipo es la diversión, porque la diversión es como la cerveza: tiene sabor a victoria
8. GANADORES DEL CONCURSO DE RELATOS DEL CEPA COSLADA
Primer premio: Vivir tranquilamente deprisa
Autor: Jorge Ramírez García (alumno de nivel II)
Con el paso del tiempo, quizá por la ciudad en la que me crie, sin querer fui huyendo de la multitud involuntariamente. De pequeño siempre soñé con vivir en plena naturaleza, en un pueblo, pero no cualquier pueblo. Mis sueños siempre reflejaban vivir alejado sin prisas ni estrés de la multitud, en definitiva, del agobio.
Recuerdo cuando mis padres me llevaban a Mairena, un pueblo de apenas doscientos habitantes, situado en plena montaña, más exactamente en la Alpujarra granadina, lindando prácticamente conAlmería. En él veías a la gente tranquilamente disfrutando de esa tranquilidad sin agobios, sin prisas, parándose a hablar con los vecinos que se cruzaban en su camino, sin importarles, a efectos prácticos, el tiempo, esos minutos que en Madrid parecen oro. Aquí, en la Alpujarra, el tiempo pasa más lento, sin prisa, sin nadie que te empuja a que corras, a que te apartes porque no llegan por tú culpa... O al menos así lo percibo.
Nada es lo que parece: el tiempo pasa igual en ambos sitios, pero de diferente manera. De una manera más razonable,de una manera más lógica, como debería ser en todos los lugares. Uno no elige dónde nacer ni dónde criarse, al final el ser humano tiene la capacidad de adaptarse a cualquier lugar con sus costumbres y, aunque siempre queremos lo que no tenemos, he de reconocer que en la ciudad de las prisas, en la ciudad de querer todo para ayer, te acabas acostumbrando a vivir el día a día y al final hasta te acabas encontrando ciertamente cómodo. Ya que lo tienes todo a mano, todo disponible para ya En la ciudad de las prisas, en la que el corazón debe ser de acero para no sufrir posibles infartos, al final acabas normalizando esas rutinas que parecen más de un atleta que de una persona que vive el día a día. Creo firmemente en el destino y él será el que determine dónde viviré, si en el lugar que siempre soñé o en esta ciudad en la que ya me he hecho a correr tranquilamente, en la que, cuando vas a tomar el metro, te cruzas a velocidades endiabladas con gente a la que le lleva la vida coger ese mismo vagón en el que no entra ni un alfiler... ¿Realmente merecen la pena esas prisas que llevamos nada más sonar nuestro despertador? Al subir las persianas del décimo piso donde vivo, nada más despertar, me cruzo con la cruel realidad de ver a menos de diez metros otro edificio con luces encendidas en algunas ventanas, habitaciones donde desconocidos están intentando comenzar el día de la mejor manera posible.
Uno de esos desconocidos, para los otros, soy yo. Por unos momentos, con la mirada fija y a la vez perdida, me imagino ese mismo momento pero en mi pueblo, viviendo de manera más
tranquila y más colorida, con montañas y más montañas en las ventanas, con esa vegetación que caracteriza la sierra granadina y, teniendo suerte y mientras miro al infinito, con un coche asomando cada mucho tiempo o no... Quién sabe, no hay tantas posibilidades como en Madrid seguramente.Aquí, en esta bonita y poblada ciudad, un segundo en silencio es un tesoro precioso, algo que no encontrarás casi seguro en el resto del día. Por eso, ojalá el destino me dé la oportunidad de vivir a otra velocidad: a la que viven los animales, las plantas, en definitiva, a la que no viven la mayoría de los mortales, a la que se vive en los pueblos, a esa velocidad a la que el día parece no terminar.
Querido Madrid, te quiero como ciudad que me viste crecer, te quiero por cómo me haces sentir de cómodo, me das todo, o casi todo, pero casi siempre a cambio de dinero. Eres grande, acogedor por momentos y con ese techo gris (no de lluvia) por cómo te tratamos con nuestros coches… Ese gris viene dado por una gran cantidad de suciedad que tú te encargas de almacenar en ese techo tan alto, alto a veces como el sol o quizá como la luna, no sé ¿Hasta cuándo te seguiremos tratando así? Te mereces más, eres consciente que, por lo que nos das, todo va con mucha prisa, con mucho agobio, y no somos lo suficientemente inteligentes de respetarte, espero que sigas perdonándonos, seguro que cambiaremos, por lo menos vamos en camino de ello, poquito a poco, sin prisa pero sin pausa, seguro que algún día conseguirás tener tu techo azul y resplandeciente como solo tú mereces.
Siempre que estoy en el sur, en aquella sierra, y está la luz de la luna brillando como una estrella, me da cierta nostalgia de que en ti, capital de nuestra nación, ese brillo de la luna sea más tenue y apagado, de que no se puedan ver y observar esas estrellas que en mi pueblo brillan nada más que el sol nos abandona, eso sí, solo hastala mañana siguiente, pues vuelve a salir con mucha fuerza y energía. Mientras no puedas darnos estrellas ybrillo debido a tu suciotecho, aprovecharé esa gran herencia que mis abuelos me dejaron, ese pueblo tan maravilloso para poder salir cada noche a mirar hacia el cielo y quedarme viendo cómo el reloj sigue su curso horario y yo me detengo observando todas y cada una de esas estrellas tan bonitas, esperando a ver si pasa una fugaz para pedir un deseo, un deseo que solo el destino podrá hacer realidad... Nadie lo sabe excepto tú, querido Destino.
Segundo premio: Levántate y anda
Autor: José Luis Tomico Redondo (alumno de Inglés y del Taller de escritura creativa)
[Oscuridad y silencio absolutos]
Me llamo Lázaro. Estoyconvencido de queestoymuerto. No recuerdo ni cómo, ni dónde, ni cuándo sucedió tan tremendo e irreversible hecho Supongo que más de uno os preguntaréis por los argumentos que defienden tan rotunda y radical afirmación. Pues bien, a continuación paso a exponer algunos de ellos
A mis sesenta y tantos años (creo que los tendría en el momento de fallecer) me siento como un ser liviano, carente ya de los múltiples doloresyachaques que me invadíancada día para atormentarme como si de una condena a cadena perpetua se tratase. Si no era el dolor de cabeza sería el de rodillas, cuello, brazos, piernas, etcétera, o como solía pasar normalmente, varios de ellos o incluso todos a la vez Por otro lado, tengo la intuición de estar en el prólogo de mi paso a alguno de esos sitios con los que, desde muy pequeños, nos atormentaban reiteradamente en la clase de religión Esto es: infierno (poco probable en mi caso ya que creo que no tengo en mi haber grandes maldades que justifiquen mi asignación directa a este caluroso lugar), purgatorio (quizás este sí sea el más probable y adecuado para mí y necesite de un curso intensivo, con sus clases teórico-prácticas pertinentes que me permitan superar el examen final para el paso al siguiente estado, sitio o lugar) o por último al tan ansiado cielo (para el que tampoco creo que cuente con suficiente cantidad de buenas obras como para ser merecedor de mi paso directo a él).
Aunque la mayor parte del ¿tiempo? me mantengo ingrávido y en ausencia total de luz y/o sonido, de vez en cuando viene a mí algún esbozo en blanco y negro de sucesos y situaciones vividas durante mi dilatada existencia. Sin embargo debo confesar que estas se suceden en un orden cronológico totalmente anárquico, en una mezcla aparentemente arbitraria, sin orden ni concierto, de escenas y personajes que, si bien es cierto que reconozco, se presentan ante mí de forma aleatoria e incluso diría que surrealista. No recuerdo muy bien si antes de morir tomaba medicamentos, alcohol u otro tipo de sustancias psicotrópicas lo suficientemente fuertes como para que me hicieran ver la realidad y los recuerdos de esta forma tan distorsionada y cuyos efectos hayan transcendido a mi muerte, afectándome de este modo en mi nuevo estado. Cuando rememoro estas escenas es como si en vez de estar reviviéndolas, fuera yo un mero espectador de una película en blanco y negro y a distintas velocidades de proyección, dentro de uno de esos tantos cines de barrio con butacas de terciopelo rojo frecuentados en mi infancia y adolescencia.
[Oscuridad y ruido leve y armónico]
En una de estas escenas distorsionadas me encuentro dentro de un pozo o túnel de hormigón, pulido, redondo, vertical. Debajo de mí, a unos cuantos metros de distancia, una gran turbina o ventilador rota muy despacio sus aspas para producir una leve corriente de aire que me permite flotar, manteniendoel equilibrio, como si yo fuera una señorial águila imperial Recuerdo haber visto en vida alguna película o documental donde aparecían estos túneles de viento donde algunas personas flotaban dentro de él. ¡Cuánto me hubiera gustado disfrutar de una experiencia similar en vida!
[Oscuridad y ruido menos leve, armónico y persistente que empieza a ser ya un pelín molesto]
Voy notando poco a poco como una fuerza externa empieza a moverme, a zarandearme. Voy perdiendo el equilibrio que me mantiene flotando en el túnel del viento, empiezo a caer, al principio despacito y poco a poco con mayor velocidad. Ya no existe ni el túnel ni la turbina, solo oscuridad y un leve sonido, un tanto molesto, eso sí, que va creciendo según sigo cayendo. Voy hacia una luz que va ganando luminosidad. En caso de estar en el purgatorio ¿habré superado el curso y con ello las pruebas para pasar al siguiente estado?, ¿será este el fin de mi estancia en el purgatorio y por tanto voy hacia mi ingreso en el cielo? De pronto siento que he perdido totalmente la ingravidez, caigo contra una superficie rectangular y mullida. La luz es ya muy potenteyel ruidocasiatronador (vip vip vip ¡viiiiiiip!).Vuelvenamí algunosdelosdolores que me atormentaban en vida. No consigo controlarme y entro en pánico. Empiezo a sentir unas enormes ganas de llorar que no puedo reprimir, lloro
- ¿Otra vez igual? El despertador lleva más de cinco minutos sonando y tú en la cama dormido como un ceporro. Vamos Lázaro, levántate y anda ya para el trabajo, hoy es tu último día, ¡por fin te jubilas!
-Perdona Marta, es que desde que tomo esas malditas pastillas para el insomnio me quedo tan dormido que es como si estuviera muerto
Tercer premio: GESS
Autora: Gema Cobo Juárez (alumna del Taller de escritura creativa)
Me desperté sobresaltado, me parecía que era más pronto de lo habitual. ÉL estaba allí. Le observé atentamente, con avidez, esperando sus indicaciones, sus deseos, sus gestos. Por fin se dirigió a mí, hablaba tranquilo, pero yo le intuí nervioso, alterado en los gestos.
Me colocó todo mi equipo, sin dejar de hablarme, de trasmitirme optimismo y ánimo. Yo estaba feliz. Por fin, tras unos días de monotonía y entrenamiento diario, volvíamos al juego ÉL decía "simulacro", pero para mí era un juego que me gustaba mucho, y los premios y las caricias de después eran infinitamente mejores.
Atrás quedaban esos días hace más de tres años cuando me encontró abandonado con apenas tres meses en un contenedor de basura. Le costó trabajo que me aceptaran, que si era callejero,conpelajedesigual,mestizo… PeroÉLsiempreconfióenmí ymeentrenóaconciencia, con cariño, dedicación y valentía.
Montamos en el rum rum y recorrimos bastante camino, llegamos a un sitio donde había otros rum rum muy grandes, pero con ruedas pequeñas que yo no había visto antes. Nos subieron a mí y a mis compañeros dentro, accediendo por una plataforma de hierro que a mí, la verdad, que me daba un poco de miedo, pero estiré el cuello mucho y pasé rápido. ÉL me continuaba animando, nada malo me podía pasar Transcurrió mucho tiempo, me dormí varias veces, había mucho ruido y un molesto dolor en los oídos.
Por fin llegamos, bajamos por la rampa metálica y fuimos a otro rum rum, esta vez de los que yo conocía, y al cabo de un rato llegamos a nuestro destino.
¡¡Guau!! De pronto todos mis sentidos se agudizaron, esto no era como los otros juegos, aquí había olores, sonidos y sensaciones nuevas, podía percibir claramente el olor a polvo, combustible, orina, sangre, comida, heces y miedo, sobre todo miedo. Muchas personas gritando, algunas me miraban con asco y rechazo, curiosidad, otros se reían, quizás de mi aspecto de callejero... Me llevaron a una montaña llena de hierros, ladrillos y cemento. ÉL me dijo que empezara a jugar y yo, feliz, jugué , durante más de seis horas consecutivas, no quería parar ni acomer.ÉLmeinsistíaenquebebieraagua,melimpiabalosojosdelpolvoysiempremeanimaba yalentaba,yo,queleadoraba,queleconsiderabami todo,movíaalegrementelacolaycontinuaba jugando.
Al cabo de más de diez horas, me llegó un ruido mínimo, imperceptible, por supuesto, al oído humano, e inmediatamente después un olor conocido, olor de persona.
Arañé muy fuerte y muy rápido en la zona hasta que ÉL me separó de allí, para que otros humanos pudieranretirar escombros. Al cabo de muchorato, encontraron unbracito que se movía
despacio. Con mucho cuidado, y tras un duro trabajo, consiguieron sacar una niñita de apenas dos años que miraba asustada a su alrededor todo lo que ocurría
Todos los humanos aclamaron en vítores y palmas, me señalaban y me miraban con orgullo, incluso algunos de los que antes me miraban con asco y desconfianza Yo me erguía orgulloso, pero ya estaba deseando ir a jugar otra vez. No se lo podía explicar, pero ÉL era el más orgulloso de todos y me abrazaba fuertemente Se encargó de decirles a todos que mi nombre era GESS y que junto a mis compañeros formábamos parte de los K9, grupo canino de rescate.
9. ORIENTÁNDONOS: HAZLO POSIBLE, por la profesora Silvia Loriente
Cruz, Darío, Jordano, Medina y Nerea decidieron aceptar una propuesta: ayudar con su experiencia vital y su trabajo al alumnado de IES en riesgo de absentismo, absentismo que ellos mismos vivieron en primera persona. El encuentro en tres sesiones organizadas por ellos con la ayuda de sus profesores y tutor sirvió para conectar con el alumnado de 1º de FPB del IES Miguel Catalán y vivir una experiencia de enriquecimiento mutuo. Tal fue la conexión que por ambas partes se promovió un nuevo encuentro fuera del proyecto porque aquello supo a poco.
actuaciones a las que las emociones nos llevan, haciéndonos responsables de nuestros actos y dueños de nuestras decisiones.
El alumnado aprendió la técnica del semáforo:rojopárate, ámbar respirayverde actúa. Herramienta para evitar que cuando la emoción nos invada decida por nosotros. Aprendióaplantearseenalgunosmomentos preguntas como ¿me apetece o me conviene? “Ilusión, emoción, superación, satisfacción, diversión, cambio” son algunas de las palabras que surgen del alumnado del CEPA tras esta experiencia. Este proyecto, Hazlo posible, muestra cómo el aprendizaje llega desde la vivencia, la experiencia y la confianza en uno mismo y en el otro para lo que es imprescindible crear un espacio de empatía y autenticidad. Así es posible el cambio que puede llevar al éxito académico.
Este proyecto buscaba en una primera sesión la identificación con el otro para un acercamiento que permitiera la escucha y el trabajo con emociones, su identificación y un manejo sano de ellas para a continuación facilitar la toma de conciencia de las
El colofón a todo este aprendizaje lo pusieron nuestros amigos de Radio Jabato, Julián y Jesús, que dieron voz y micrófonos a los protagonistas del proyecto, abriendo las puertas del centro al aire radiofónico e invitando a quien lo necesite a entrar en el CEPA Coslada
¡¡¡DESDE EL CEPA
