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¿Expertos?
Por alguna extraña razón hoy en día, todo el mundo es “experto” en algo, todos opinamos y desaprobamos el comportamiento, las elecciones, la forma de ser el otro. En una era donde tenemos un exceso de información, el poder procesar el mismo y tener un criterio propio se ha vuelto cada vez más complicado. Por ejemplo, en el tema de la crianza existen muchos estilos, todos ellos tienen puntos positivos y puntos negativos. Al llevar a la práctica tantas cosas que te recomiendan que “debes” y “no debes” de hacer, la paternidad o la maternidad se ha vuelto un completo dolor de cabeza.
Cuando a mí me criaron, no veía en mis padres angustiados por tener una crianza “modelo”, es más, parecía que ellos estaban más preocupados por sus propios problemas que por los míos o los de mis hermanos, al final nosotros nos hacíamos cargo de nuestros asuntos. Pero para mí, pareciera que esa posibilidad es completamente imposible, estoy rodeada de “podcasts”, “historias”, “posts” de expertos que en menos de 10 minutos me dicen cómo “tengo” que criar a mis hijos para ser considerada como una “buena madre” y así no causarles traumas futuros.
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Lo peor de todo, es que la información se contradice: el experto en crianza dice una cosa, mi corazón dice otra, mi cabeza dice algo diferente, mi esposo opina de tal manera, mis amigas lo ven de otra forma, la vecina comenta otra cosa, en la escuela me siguieren “x” cosa. Al final termino completamente confundida, frustrada y casi pasmada ante alguna crisis de mis hijos. Hace poco mi hija sufrió ‘bullying’ por una compañera de su clase de baile, y comenzó a pasarla muy mal. El problema escaló al grado de no querer asistir, tener pesadillas, ansiedad generalizada, etc; e intenté poner en práctica algún tipo de consejo de alguien más experimentado, al final terminé literalmente con “migraña”.
¿Hay que llevarla al psicólogo para que aprenda a manejar la ansiedad? ¿Hay que sacarla de la clase extra ya que le producen demasiado estrés innecesario? ¿Hay que dejar el baile y meterla a clases de Karate para que aprenda a defenderse? ¿Hay que obligarla a seguir yendo al baile para que fortalezca su carácter y aprenda que la vida no es fácil?, ¿Hay que sacarla de todas las actividades vespertinas y que disfrute su niñez en el jardín? Al final, terminé con dolor de cabeza e incapaz de hacer algo, literalmente, no tomé ninguna decisión y le comenté a mi hija que mientras resolvíamos qué hacer, ella tenía que terminar el ciclo que comenzó y luego tomaríamos una decisión.
Así que la vida continuó y ella siguió asistiendo normalmente y pudo manejar la situación, a su forma y a su tiempo y yo no hice nada. Al final no le hice caso a nadie, literalmente no pude hacer caso a nadie, todo continuó y toda esta situación ha estado tomando un rumbo más estable, mi hija dejó las pesadillas y el estrés, tal vez por el simple hecho de saber que existe una posibilidad de cambio, la hizo tomarse todo con más calma. Tal vez con el tiempo supo cómo manejar la situación. Tal vez yo no debería meterme tanto en su vida para que ella encuentre su propio rumbo.
Tal vez nadie es experto en nada, tal vez no tenemos la respuesta, aunque tengamos la información, tal vez la vida se trate de una búsqueda constante. Tal vez no existen los expertos y nunca existirán. “Aún cuando todos los expertos coincidan, pueden muy bien estar equivocados”.
— Bertrand Russell
MIRIAM
Flores D Az
Coach y consultor
miyim.fd@gmail.com