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La música y su influencia en las áreas de desarrollo (Parte
2)
A través de la música, se desarrollan diversas áreas cerebrales. Dentro de las principales se encuentran: el área sensorial, área cognoscitiva, de lenguaje, comunicación y el área psicomotriz.
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Es, a partir de los sentidos, que se logra tener la percepción del mundo que nos rodea. El estimularlos con música nos permite recibir información y desarrollar nuestras inteligencias. Los beneficios podrían ser; en el caso de la vista, estimular la acuidad visual y promover el seguimiento visual al leer una partitura o seguir un patrón rítmico escrito.
Al reconocer el instrumento musical que se elige tocar y las diversas formas de ejecutarlo, como podría ser la intensidad y la duración, también se estimula la práctica de identificación figura-fondo, la memoria y la acuidad auditiva.
Las funciones cognitivas están compuestas por capacidades y procesos que funcionan de manera coordinada y por prioridad, siendo primordiales la atención, la memoria y el funcionamiento ejecutivo.
Estos procesos son complejos, no se desarrollan en una región del cerebro nada más sino que se requiere de la participación concertada de diversos grupos de estructuras cerebrales.
Desde la neurociencia se considera que hacer música es benéfico para el funcionamiento cognitivo del ser humano. Se sabe que tocar un instrumento es aún más benéfico que sólo escucharlo; además, ser activo en la música permite la neuroplasticidad que significa que el sistema nervioso puede cambiar de conexiones neuronales. Algunos de los beneficios de escuchar y ejecutar algún instrumento son:
• Favorecer la concentración
• Estimular diferentes tipos de atención
• Favorecer la capacidad mnemónica (memoria)
• Mejorar el funcionamiento ejecutivo
• Aumentar la capacidad creativa
• Impactar positivamente sobre los diferentes tipos de inteligencias
Es importante reconocer que el lenguaje oral no sólo tiene que ver con lo que se dice, sino también con cómo se dice, su entonación, ritmo y las inflexiones que existen al hablar. De la misma forma, en la música se requieren diversos mecanismos cerebrales para lograr, la comunicación. Es decir, no solo son notas acomodadas de cierta forma, también es la evocacoión de emociones y simbolismos que pueden servir como preludio para fomentar la verbalización.
Por otra parte, las investigaciones afirman que la expresión verbal se lleva mayoritariamente a cabo por el hemisferio cerebral izquierdo, mientras que cantar o vocalizar los pregones como: “Se compran colchones, tambores…” o “El gaaaaaas” involucra varias acciones hemisféricas; es decir se ocupan ambos hemisferios del cerebro para comprender y reproducir el sonido. Por lo tanto, podemos concluir que el canto es una herramienta poderosa para estimular el lenguaje y la comunicación.
Finalmente, podemos observar que la música y el lenguaje verbal comparten estructuras similares como la melodía, la duración y la intensidad. Tanto en las frases cantadas como en las habladas se manifiesta tensión, resolución, división silábica y una entonación específica. Un ejemplo muy claro, de las entonaciones, son los acentos que existen en cada estado de la república Mexicana o entre países.
Los invito a leer la última parte del artículo en el siguiente número. Gracias por acompañarnos en este viaje maravilloso de la música.

M. ALONSO MARISCAL Profesional en música y Promotor de la Educación Musical m.alonsomariscal@gmail.com