28-07-2019

Page 1

334 Edición número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. Caracas, 28 de julio de 2019 REVISTA GRATUITA

CARACAS, 452º ANIVERSARI0


Consejo Editorial Erika Farías Roberto Malaver Gustavo Borges Revilla Mercedes Chacín Director Carlos Cova DirecTORA de Arte María Isabel Guerrero COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA Jesús Castillo Coordinadora 2.0 Yanira Albornoz (†) Web y redeS Enyeli González

LOGÍSTICA Daniela Fernández Edi Cordero Danielis Delmar

redes www.epaleccs.info epale.ciudadccs@gmail.com @epaleccs @epaleccs Épale CCS

Redacción Marlon Zambrano María Eugenia Acero Colomine Argimiro Serna

Una publicación de la

Caracas cumple años en una fecha simbólica a la que colocar, además, dos pares de comillas. Lo importante del asunto es que sirve de pretexto para homenajear a la ciudad. En Épale CCS hemos querido hacerlo echando mano de una vieja sección. Suerte de pastillitas de historia mínima, los “¿Sabías que...?” han venido recogiendo referencias pintorescas, curiosas y asombrosas de nuestra urbe, una data que merece ampliarse y ordenarse para su consumo por parte de lectores y lectoras de todas las edades. Aspiramos, con la presente edición, iniciar una serie que compile las ya publicadas en la revista y pretexte nuevas entregas, para lo cual invitamos desde ya a todos aquellos echadores de cuentos y cronistas a sumarse a esta tarea continuada y necesaria. Continuada, porque es mucho el testimonio aún pendiente por contar. Necesaria, porque para querer a Caracas basta conocer su historia.

FotOGRAFÍA Michael Mata Enrique Hernández Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166

Editorial

CORRECTOR Rodolfo Castillo

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014, 2015 y 2017. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014. Premio de Periodismo Aníbal Nazoa, 2018.

Échennos los cuentos, pues; seremos todo oídos.

contenido 02. urbanismo

10. hospedajes

Caracas, delta itinerante

El hotel donde vivió el genio del cuento corto

03. letras

11. cinematografía

Un libro para forasteros

Una película entre manitos y panas

04. letras

12. cinematografía

El Techo de la Ballena, de lo bueno a lo horrendo

Película premiada con cárcel y persecución

05. hábitat

13. personajes

Un samán que muere

Apascacio se llevó hasta su ejemplo

06. hábitat

14. personajes

El pueblo florido que bajaba con el frío

La hamburguesa más rápida es de las primeras

07. arquitectura

15. urbanismo

Cortejarse y amarse sobre el Guaire

Las Torres de El Silencio arrasaron con el Centro

08. arquitectura Un diabólico artificio

09. hospedajes El Waldorf regresó de sus cenizas

Carlos Cova


urbanismo

02

caracas, delta itinerante en la construcción de nuestra ciudad han participado arquitectos, ingenieros, albañiles, entre otros profesionales y oficiosos, pero también han intervenido las fuerzas naturales. El resultado ha sido una vialidad tan extraña como funcional POR Argimiro serna Fotografías Michael Mata

buscar una dirección se pasa unas cuadras, no pareciera haber sido obra de arquitectos o ingenieros. Resulta que el motivo de tales construcciones es más simple, inevitable, pragmático y efectivo de lo que se puede esperar de un arquitecto.

Aceras que ascie

nden hasta 2 y 3

metros de altura

Durante la ecléctica formación de nuestra ciudad, desde la colonia, Caracas se ha ido construyendo por diferentes sistemas de valores y, por tanto, de arquitectura. Al recorrerla podemos encontrar diversidad de curiosidades, atajos, pasajes, monumentos modernos y clásicos; avenidas cortas, largas; urbanizaciones apresuradas, disímiles; arquitecturas arriesgadas y conservadoras; edificios con decorados místicos religiosos; y con la reciente Misión Vivienda se le pone la guinda a su eclecticismo. Pero una influencia resulta imprevisible. Si has caminado por algunas avenidas del noroeste de Caracas, las que están más arriba del Casco Histórico, seguramente te ha parecido que los arquitectos de la época querían proteger al transeúnte del tránsito o que les dio por jugar al sube y baja. La verdad es que cuando uno ve esas aceras, que en algunos casos se elevan hasta varios metros de las calles sin patrón claro, las sube y las baja para evitar las angostas calles, respira hondo si al Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

Desde el primer plano fundacional de Caracas, durante el tiempo de la primera planeación arquitectónica en el siglo XIX, ya se habían comenzado a construir las casas alrededor del Casco Histórico, esas que dan lugar al epíteto de la “ciudad de los techos rojos”. Durante la construcción de estas casas los colonieros se habían ido adaptando a una superficie moldeada por quebradas que descendían de lo que todavía se confundía con la sinuosidad de las faldas del cerro Ávila. Desde 1750, cuando se funda la parroquia Altagracia, hasta 1889, cuando se funda La Pastora (con gran parte del territorio de aquella), las casas con que Las construcci ones se adap se fueron conformando pertenecían a la taron a la topo del terreno grafía periferia y consistían en edificaciones adaptadas a los accidentes del terreno. Para trazar las primeras calles no quedó otra alternativa que construirlas aplanadas y rebajadas al nivel de la calzada, respetando la altura de las aceras, como podemos comprobarlo hoy día. Para evitar caídas de peatones, algunos años después, se le pusieron barandas a la mayoría de las aceras. Históricamente, las parroquias La Pastora, Altagracia, Candelaria y San José se fueron urbanizando en los promontorios que la afluencia de un territorio altamente fluvial talló como su rasgo intrínseco. Actualmente podemos comprobar esa historia con los torrentes que por las calles de nuestras parroquias primigenias y tradicionales se convierten en ríos itinerantes, que van y vienen según la época. Así que estas parroquias se edificaron, progresivamente, sobre lo que alguna vez fue un recorrido de aguas torrenciales constantes que descendían de nuestro distintivo monumento natural, el Waraira Repano. Cuando recorras estas calles observa cómo mantienen la frescura, seguramente porque imitan el cauce de los ríos por donde corrían tanto el viento como el agua, otorgando el serendípico beneficio de priviCaracas, 28 de julio de 2019.

Calles en

lo que alg

una vez fu

eron cau

ces fluvia

les

legiar el fluido, minimizando en estas parroquias el impacto de los torrenciales aguaceros con que la naturaleza se manifiesta eventualmente. www.epaleccs.info


letras

03

UN LIBRO PARA FORASTEROS La primera publicación venezolana, autoría de Andrés Bello, en 1810, fue reconstruida gracias al empeño del maestro Pedro Grases, entre los originales dispersos en Londres y Caracas. Hoy se puede consultar hasta por internet POR Marlon Zambrano • @marlonzambrano Fotografías Archivo

Es obra del insigne intelectual universal nacido en Caracas, don Andrés Bello, de cuando apenas contaba con 29 años, fecha que debería ser considerada como nuestro auténtico Día del Libro y no el 23 de abril, como está establecido, para conmemorar la muerte de Miguel de Cervantes en 1616.

dación de las primeras ciudades, conquista de los territorios de Oriente, de Occidente y de Guayana; búsqueda de El Dorado, progreso de la economía, actividad agrícola, actuación de la Compañía Guipuzcoana, establecimiento de la Independencia, régimen de libre comercio, entre otros aspectos.

El tomo incluye el almanaque anual, un directorio de gobierno de España e Indias, una lista de conquistadores y gobernadores, el cómputo eclesiástico, las fechas memorables, las fiestas movibles, los escribanos de Caracas, juzgados civiles y ordinarios y, lo más relevante, una breve historia de Venezuela: un recorrido que abarca desde finales del siglo XV hasta comienzos del XIX, pasando por la llegada de Colón a tierra firme, exploraciones sucesivas por las costas venezolanas, evangelización y pacificación de los aborígenes, la función de los Welser, sondeo del territorio, fun-

En 1865 el escritor y periodista Juan Vicente González comentaba sobre el libro: “Bello contaba así, en los primeros años de su juventud, los progresos de Venezuela, sin que a su edad el carácter de la época ni su puesto al lado del Capitán General detuviesen su pluma en el juicio de los conquistadores ni lo modificasen”.

Libro

s incu

www.epaleccs.info

s qu nable

e son

u

oro n tes

patrim

onial

Para 1956, el escritor Mariano Picón Salas señalaba: “La investigación de primera mano o las noticias inéditas lo que debe pedirse al compendio, sino el singular espíritu con que interpreta el pasado y la teoría del país que formulará. Es muy virgiliana actitud que preludia ya la tesis de las ‘silvas americanas’ y muy particularmente a la Silva a la agricultura de la zona tórrida, contrasta Bello los tiempos crueles y devastadores en que los españoles buscaron El Dorado y abandonaban los primeros establecimientos en pos de una Manoa inalcanzable, con los otros —a partir ya de la segunda mitad del siglo XVII—, cuando curados del espejismo del oro, se dedicaron a la más fiel y estable agricultura”. Pedro Grases, quien desde 1944 adelantó las averiguaciones para localizar el referido impreso en el Museo Británico de Londres y continuó su ensamblaje con otro ejemplar encontrado en la biblioteca del venezolano José María Núñez Ponte, desarrollando uno de los más importantes estudios sobre el tratado de Bello, escribió en 1958: “El texto de Bello envejeció y aún murió antes de salir publicado (…) los propios patriotas decidieron que no sobreviviera a su Caracas, 28 de julio de 2019.

La portada se m

antiene en buen

estado físico

accidentado alumbramiento (…) es seguro que los amigos de Bello recomendarían que se guardara, silenciara o ignorara este trabajo (…) Estimo posible que a medida que crecía Bello ante los ojos de los venezolanos, sus propios compatriotas, y entre ellos quienes más lo quisieron, evitaran todos los argumentos que pudieran serle desfavorables, máxime cuando Bello había sido muy injustamente tildado de traidor a la causa de la Independencia nacional”. La versión de este libro, que permanece en la unidad de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Venezuela, corresponde a la edición del Banco Central de Venezuela de 1968, edición facsimilar en homenaje al Correo del Orinoco en su sesquicentenario. Puede consultarse en la web: www.cervantesvirtual.com. Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS


Letras

04

el techo de la ballena, “de lo bueno a lo horrendo” en respuesta al pacto de punto fijo hubo otro pacto, de artistas plásticos y escritores, que dio lugar al movimiento cultura más completo y diverso de nuestro país. produjo las obras más originales y se diseminó por el mundo, tal y como dice la simbología asociada a su nombre POR Argimiro serna Fotografías Michael Mata

En Venezuela ha habido gran diversidad de movimientos culturales a lo largo de su historia. Seguramente eso se debe tanto a su accesible ubicación geográfica como al atractivo por las curiosidades de su geografía, su mestizaje y su reconocida afabilidad. Lo cierto es que a uno de esos movimientos le dio por llamarse El Techo de la Ballena, por motivos que Adriano González León, escritor de una de las novelas vanguardia del movimiento denominado boom de la novela latinoamericana, explicara como “el ser que viaja distancias más largas, recorriendo el mundo para ubicarse entre lo bueno y lo horrendo, quien siendo tan grande coopera con aves pequeñas para limpiar sus fauces y, entre otros detalles, según reza el cuento bíblico, se come a Jonás y luego lo expulsa para darle otra oportunidad, convirtiendo el castigo en una burla”.

ia La única referenc

en pie es Parque

Central

El Techo de la Ballena inicia su actividad exponiendo obras plásticas en el garaje de una quinta ubicada en la urbanización El Conde, sobre la avenida Este 12, donde hoy están construidos esos dos aparatosos monumentos que, de muchas formas, anuncian la obsolescencia del proyecto petrolero urbano por el cual optaron las cúpulas y en contra del cual parecieran manifestarse todos los movimientos culturales, confluyendo consciente o inconscientemente en la tendencia contracultural de la época, esa que ahora intermitentemente es casi cliché. El movimiento fue precedido por otra vanguardia llamada Sardio, conformada por artistas plásticos con mucha influencia del surrealismo, declarada en contra de la dictadura de Pérez Jiménez. Una vez derrocado el polémico dictador, al que tantos recuerdan con añoro, el grupo se divide entre los más radicales izquierdosos y los que se conforman con la dirigencia sucesora de Pérez Jiménez.

El movim

iento no

se restrin

gía por fo

rmalism

os

Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

El resultado fue un grupo potente conformado por Juan Calzadilla, Salvador Garmendia, Adriano González León, Perán Erminy, Edmundo Aray, Efraín Hurtado, Rodolfo Izaguirre, Caupolicán Ovalles, Francisco Pérez Perdomo, Hugo Baptista, Alberto Brandt, Pedro Briceño, Carlos Contramaestre, José Cruxent, Daniel González, Fernando Irazábal, Dámaso Ogaz, entre muchos otros. Ese grupo de creadores, progresivamente, va influenciando Caracas, 28 de julio de 2019.

nuevas generaciones. Se emparenta con particulares, como Aquiles Nazoa y el naciente movimiento rítmico caribeño. Además de sus manifiestos y boletines impresos, como Rayado sobre el Techo, el movimiento se destacó por una serie de “intervenciones” que cuestionaban la situación del arte venezolano en la década de los años 60. Recordemos que en el contexto de la reciente Revolución Cubana y la respectiva reacción de los sectores oligárquicos de todo el continente, la simpatía que manifestaran los movimientos de vanguardia en Latinoamérica por esa movilización aspiraba una colectiva desembocadura creadora. Había la esperanza de que desde ese movimiento se expandiera una movilización hacia otro modelo de vida no industrial, no patriarcal, revisionista, diverso, abierto a la investigación antropológica y la inclusión de otros modelos de vida diferentes a la modernidad positivista (por el cual seguimos esperando), ya que no tardó en aparecer una reacción oculta muy refinada que, entre otros signos, nos dejó una suerte de “estética del malandreo” como moda de minorías que terminaron en nichos de alienación alternativa. La muerte de tantos artistas con capacidad de convocatoria rompió el relevo para continuar la gestación de nuevas formas de contar la historia, y la esencia de El Techo de la Ballena ha venido desvaneciéndose en la atmósfera caraqueña, como el éter divino. En 2014, la Alcaldía del Municipio Libertador de Caracas intenta reflotarla inaugurando el café-librería del mismo nombre.

Invitando

a su expo

sición pe

rmanente

www.epaleccs.info


hábitat

05

UN SAMÁN QUE MUERE El Samán de Bello, o de la Trinidad, lleva casi 300 años siendo testigo silencioso de la épica caraqueña, desde los días en que brindó sombra al Libertador. Hoy, al borde de la muerte, exige de la ciudad mayor empeño en su salvación POR Marlon Zambrano • @marlonzambrano Fotografías michael mata

El llamado Samán de la Trinidad, Samán de Bello o del Buen Pastor se erige en la plaza de El Samán 266 años después de haber sido plantado cerca del Templo de la Santísima Trinidad (hoy Panteón Nacional). Andrés Bello le dedicó un poema y Tito Salas los retrató a ambos (y agregó al Libertador) en su célebre óleo La lección de Andrés Bello a Bolívar. Se trata de un hijo del Samán de Güere. Fue plantado en 1753 a orillas de la quebrada Catuche por Juan Domingo del Sacramento Infante, maestro albañil, constructor por cuenta propia del templo devenido en mausoleo de los héroes patrios, y se mantiene erguido —pero malherido— en un espacio maltrecho, pero vital, del ala norte del cuadrilátero fundacional de la ciudad, sobre una glorieta a la entrada de la Sala Juan Bautista Plaza de la Biblioteca Nacional, donde hacen vida funcionarios de la misma biblioteca, la Hemeroteca, el Ministerio de la Cultura y vecinos que han encontrado en sus sombras un nicho para sus reuniones comunales e, incluso, para hacer aeróbicos. Se dice que a sus pies los poetas José Martí, Pablo Neruda y Gabriela Mistral, entre tantos otros, se recogieron en profunda introspección, a sabiendas de que su verde rumor albergó los sueños heroicos del Libertador y las elucubraciones intelectuales del más grande filólogo americano. Dicen que el maestro Simón Rodríguez también instruyó en las letras y en el pensamiento revolucionario a un Bolívar postadolescente. El 5 de junio de 1983 fue declarado como árbol emblemático de los países bolivarianos. Pese a haber sido intervenido varias veces con tratamientos fitosanitarios, sus ramas han menguado y hoy luce enfermo, con sus raíces y tronco marchitos y agrietados, lo cual le augura un futuro incierto. Un guardián informal, pero persistente, del samán, el poeta y ambientalista de la parroquia San José, Aníbal Isturdes, se ha dado a la tarea, por años, de denunciar el maltrato y abandono que sufre tan importante monu-

www.epaleccs.info

mento natural e histórico. De hecho, de su inspiración han surgido crónicas y versos que intentan visibilizar su triste destino a casi tres siglos de ser testigo presencial, incólume, de la gesta heroica de la patria. Recientemente, en un encuentro de cronistas parroquiales, y luego de repartir entre propios y extraños las semillas que a duras penas aún propala el árbol, pidió iniciar una grande y definitiva cruzada para salvarlo. Escribe un inspirado Andrés Bello, en su “A un samán”: “Árbol bello, ¿quién te trajo a estas campiñas risueñas que con tu copa decoras y tu sombra placentera? Dicen que el dulce DalmiDalmiro aquel que las y de estos campos los no sin lágrimas recuercompró de un agreste tu amenazada existenen este alcor, estos valles, viva su memoria eterna. Del huérfano desvalido, de la infeliz zagaleja, del menesteroso anciano él consolaba las penas. Extiende, samán, tus ramas sin temor al hado fiero, y que tu sombra amigable al caminante proteja. Ya vendrán otras edades que más lozano te vean, y otros pastores y otros que huyan cual sombra ligera; mas del virtuoso Dalmiro el dulce nombre conserva, y dilo a los que pisaren estas hermosas riberas”.

ro, selvas hijos P ese al dete rioro, su n dan, obleza le h ace lucir m joven ajestuoso cia;

Caracas, 28 de julio de 2019.

Durante la construcc ión del Fo ro Liberta dor (1983 )

Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS


hábitat

06

el pueblo florido que bajaba con el frío de galipán descendían a vender flores todos los años sus pobladores. esa tradición duró casi dos siglos y fue, durante un tiempo, su principal fuente de ingresos. La ciudad agradecía su llegada, sobre todo en épocas decembrinas POR Argimiro serna Fotografías michael mata

so de esta zona (de alto nivel fluvial) desde aproximadamente el año 1790, equidistante entre el mar (para proveerse de comercio) y la ciudad (para comerciar su producción agrícola y ornamental), ni cortos ni perezosos establecieron su ubicación y principal forma de comercio allí.

El legen

checo, dario Pa

de carne

y hueso

Aunque ahora queda poco de esa tradición que da nombre a lugares y signos propios de nuestra idiosincrasia caraqueña, durante mucho tiempo ese lugar — al que ahora solo vamos a comer después de burlar el esfuerzo, con el que muchos nos enorgullecemos, al montarnos en el teleférico— sirvió para adornar los hogares caraqueños cuando tipificaban nuestro valle como la ciudad de los techos rojos. Resulta que durante casi 300 años bromelias, claveles, girasoles, tulipanes, hortensias, helechos, entre otras especies de flores y ornamentos naturales, se vendían en Caracas provenientes del pueblo de Galipán, ese que está ubicado en la cara norte de la gran montaña que protege y oxigena nuestra privilegiada ciudad. Efectivamente, el que luego conoceríamos como cerro Ávila, cuando todavía tenía nombre ágrafo —ahí, donde hoy hacemos ejercicios caminando, trotando o practicando ciclismo de montaña (los que más, claro)—, comenzó a poblarse de agricultores. Unos doscientos años después de que la familia Ávila propagara su nombre a la Sierra del Norte o Montaña a la Mar (por el huerto que tenía en sus faldas), en la época colonial tempranera, por los años mil seiscientos, comienza a formarse un pueblo de lugareños con gran sentido de la oportunidad. Inmigrantes de las islas Canarias llegaban en barco al puerto de La Guaira y luego se concentraban en la cara norte del cerro para habitarla. Habiéndose percatado de lo ventajoEdición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

La siembra de especies locales (como la orquídea, la hortensia y el clavel) se alternó con algunas importaciones, convirtiendo la floricultura en una de sus principales fuentes y características locales, que no tardaron en incentivar el turismo. Para comerciar su producción asumieron el punto recurrente de la esquina de San Luis, donde posteriormente se construiría el famoso Mercado de las Flores en 1963. Actualmente ese mercado queda en el extremo norte de la avenida Fuerzas Armadas.

Colores para

El nombre Galipán sí parece haberse conservado desde orígenes precolombinos hasta nuestros días. Aunque no hay registro oficial, dice el imaginario de la zona que un cacique mítico solía peregrinar con su tribu por la accidentada geografía, que luego poblarían los inmigrantes isleños. Por cierto que nuestra consabida tradición acerca de la llegada de Pacheco se debe a uno de estos comerciantes de flores que, según dice el cuento popular, rechazaba el frío por alguna susceptibilidad o simplemente porque elegía el tiempo de las fiestas decembrinas para quedarse comerciando su producción. De manera que, cuando se aproximaba la época caracterizada por su bajas temperaturas (de noviembre a enero), la aparición del susodicho personaje anunciaba a los caraqueños la inminencia de la estación más gélida del año. Una vez asentada esta tradición, una y otra terminaron asociados en el imaginario capitalino y en el de improvisados cronistas, quienes la enriquecieron con cuentos de cosecha propia. Para los que tenemos sensibilidad nasal, la visita de Pacheco es aviso de una visita mucho más indeseable: el capín melao... pero ese es otro cuento. Caracas, 28 de julio de 2019.

Mercad

la ciudad

o de la

s Flore

s hoy, e

squina

de San

Luis

www.epaleccs.info


ARQUITECTURA

07

cortejarse y amarse sobre el guaire El río que cruza nuestra ciudad fue, durante mucho tiempo, una bendición fluvial y, a la vez, un obstáculo para poder llegar a destino. entre todos los puentes que se hicieron para salvar estos escollos, uno en particular quedó en la memoria de nuestros abuelos POR Argimiro serna Fotografías Jesús Castillo

contratiempo gracias al distribuidor La Araña, las “Nalgas de Rómulo”, el puente de Plaza Venezuela y las diversas entradas de la autopista (como las de la avenida Bolívar, Caurimare, Los Cortijos, Chacao, Puente Hierro y un largo etcétera). Actualmente los puentes son parte de la cotidianidad, de manera que el Guaire no constituye problema alguno para el traslado, salvo en las mencionadas épocas de lluvia copiosa, cuando los avezados choferes prefieren mantenerse en alguno de sus márgenes. Resulta que en sus comienzos la construcción de puentes implicaba la aplicación de mecanismos de ingeniería equivalentes a los que requieren los cabletrenes y monorrieles de hoy. Estas construcciones se dieron gracias a que, por aquellos tiempos, cruzar el río vertebral de Caracas constituía un rebusque perfecto que llegó a costar el oneroso precio de una locha por llevar en la espalda a quienes imperaban llegar secos a su destino. Dice el registro de cronistas que hubo varios puentes metálicos sobre el Guaire. Muchos de ellos arrasados en crecidas del río.

r en la misma zona ce hoy de conecto El distribuidor ha

Tal y como la naturaleza misma se ha ocupado de que nos enteremos, vivimos en una ciudad altamente fluvial. Recientemente hemos vivido diferentes lluvias copiosas, y hasta vaguadas, que han requerido nuestra solidaridad y organización institucional para encontrar refugios y construir viviendas a quienes han sido desplazados por el temperamento salvaje de nuestra geografía. Quizá por ese motivo no hay registro histórico de que los autóctonos, o más bien ancestrales, pobladores de estas tierras hicieran asentamientos permanentes en el valle. Cosa que los invasores españoles sí eligieron para su acostumbrada nave central de plaza, cabildo, iglesia principal, a partir de la cual iniciaban la forma concéntrica de población, que tarde o temprano requirió el servicio de la ingeniería para expandirse hacia el sur del valle. Hoy por hoy, la serie de puentes construidos a lo largo de los 70 kilómetros del río Guaire son algo cotidiano para nosotros. Cruzar el río no implica mayor www.epaleccs.info

Locomoción

humana a río

traviesa

El primero de ellos fue el Puente Regeneración (luego conocido como Puente Hierro), terminado en 1875 durante el mandato de Guzmán Blanco. Luego se erigió el Puente Constitución (1882) que, tras una crecida, es sustituido por el llamado Puente Sucre en 1895, al final de la avenida Sur 7 (actual Fuerzas Armadas). El puente El Paraíso, en la avenida Sur 12, también terminaría derribado por una crecida. El llamado Puente Dolores sería uno de los más emblemáticos, ubicado al final de la avenida Sur 4. Fue inaugurado en 1897 y cierra el circuito de puentes metálicos de finales del siglo XIX. Este puente tuvo una gran significación para el caraqueño porque fue uno de los primeros viaductos confiables para el paso de los carruajes, que entonces abundaban en la ciudad. Además, empalmaba con la naciente urbanización El Paraíso (llamada así por su intención de albergar la élite citadina) y tomó el nombre de Dolores por la esquina que le era más cercana. Su entorno bucólico, enmarcado por sauces majestuosos y frondosos, resultaba propicio para el paisaje idealista de pintores y fotógrafos de la época. Las parejas de sociedad solían aderezar sus cortejos en sus serenas vegas, por lo que llegó a hacerse muy popular entre las parejitas de la época. Caracas, 28 de julio de 2019.

Las llam

adas “ve

gas” del

Guaire

El Puente Dolores fue demolido a mediados de los años 30 en virtud de la aplicación de tecnologías más duraderas, viniendo a resolver lo que alguna vez constituyó una división materialmente infranqueable de la ciudad. Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS


ARQUITECTURA

08

UN DIABÓLICO ARTIFICIO Las escaleras mecánicas hicieron su aparición en Caracas, por primera vez, en el pasaje Zingg, inaugurado en mayo de 1953 por un divertido general Marcos Pérez Jiménez, quien se dio colita frente a la mirada incrédula de la población POR Marlon Zambrano • @marlonzambrano Fotografías Enrique hernández

El edificio Zingg está considerado el primer centro comercial de Caracas. La propuesta inicial arranca en 1940, cuando la Casa Zingg (propiedad del empresario Gustavo Zingg) decide construir su sede en Caracas (con diseño de Oskar Herz) y 13 años después el pasaje (con el arquitecto Arthur Kahn), conectando a la avenida Universidad (entre las esquinas de Sociedad y Traposos) con la avenida Este 6 (frente a la plaza Diego Ibarra) a través de un largo pasillo en pendiente, salpicado de tiendas comerciales. El pasaje lo inauguró el mismísimo primer mandatario de entonces, general Marcos Pérez Jiménez, el 6 de mayo de 1953, y resultaba un exceso modernista de grandes dimensiones, erigido con acero resistente a los terremotos. Pero si estas novedades resultaban sorprendentes para una ciudad encariñada con sus callejuelas de tierra, un elemento sui géneris movió los cimientos del escándalo: sus escaleras mecánicas.

Realidades para

lelas

Por primera vez un edificio erigido en la capital se jactaba de un artificio tan diabólico como maravilloso, que evitaba que las personas se desplazaran por sus propios pies. El ingenio mecánico en cuestión era una escalinata de madera que se movía electrónicamente, permitiendo el ascenso o descenso de los viandantes. Un aviso de seguridad recomendaba a mujeres embarazadas y personas con problemas de tensión no usarlas por el riesgo a sufrir “una fuerte emoción”.

permitía la entrada de luz. Los pisos superiores albergaban oficinas”, nos cuenta el blog “Caracas en retrospectiva”, donde un usuario anónimo advierte: “También funcionaba, hermoso y de fino acabado, el primer baño público, en el cual se cancelaba la cantidad de Bs. 0,25 por su uso”. En la extraordinaria compilación sobre la arquitectura de la ciudad, Caracas: del valle al mar, se afirma que el Pasaje Zingg fue una operación urbana que sacudió a la capital. En sus días iniciales albergaba, por lo menos, 40 establecimientos comerciales de las marcas más exclusivas, al estilo de afamadas galerías europeas. Había tiendas de ropa y bisutería, barbería de alto standing que ofrecía a caballeros servicio de manicura, marcas relojeras, peleterías, floristería, la inolvidable tienda Parker, venta de revistas importadas, tabaquería, la academia de dibujo (que aún funciona), instrumentos musicales y hasta un cafetín donde vendían croissants, al mejor estilo francés.

El propio Pérez Jiménez se dio colita el día de la inauguración, mientras una multitud maravillada hacía vítores y expresaba asombro ante los adelantos de la ciencia. La novedad tecnológica venía acompañada de uno de los primeros ascensores de carga que se instalaba en una edificación capitalina.

Fachada

norte de

l Pasaje

Zingg

Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

“El pasillo central es la sección superior que da comienzo al pasaje y que conecta con la Plaza Bolívar. Aquí se encontraban tiendas prestigiosas y comercios emblemáticos. A diferencia de los estilos franceses, en donde todo el pasaje estaba cubierto por un techo que permitirá entrada de luz en modo opaco, la zona central superior del pasaje solo tenía una cúpula central que Caracas, 28 de julio de 2019.

Primeras esca

leras mecánic

as de la ciudad

www.epaleccs.info


hospedajes

09

EL WALDORF REGRESÓ DE SUS CENIZAS Modelo de una hostelería que plantó en la ciudad ánimos de cosmopolitismo en los pujantes años 40 del siglo pasado, el hotel se hundió en el abandono y volvió remozado con sus viejos aires Art Déco POR Marlon Zambrano • @marlonzambrano Fotografías enrique hernández

ca discriminatoria norteamericana—, de impedir el acceso a “negros” a sus instalaciones; de allí viene la famosa anécdota, convertida en leyenda urbana, sobre la vez en que al mítico trompetista de jazz Louis Armstrong, “Satchmo”, le impidieron el acceso al hotel Tamanaco, siendo luego albergado como “huésped de honor” en El Conde. Dicen que esto sucedió en 1957 y hay quien afirma que el Waldorf fue el que lo acogió. Su fachada y detalles art déco contribuyeron En los añ os 40 a darle lustro a la zona y fue foco de presentaciones en vivo de agrupaciones con fama mundial en su exclusiva sala de baile, donde se hacían galas de Nochebuena, Año Nuevo y Carnaval, con espectáculos hasta al amanecer al compás de bandas como la de Luis Alfonzo Larrain, por ejemplo. También se hizo célebre por los encuentros habituales que hacían los tangueros de mediados de siglo en sus espacios, cuando una habitación costaba entre 5 y 10 bolívares de los de entonces.

Así luce su fachad

a hoy, tras el re

mozamiento

El remozado hotel Waldorf (en alusión al Waldorf Astoria de Nueva York), situado en la avenida Las Industrias de Candelaria, constituye una de las referencias hoteleras existentes más antiguas de la ciudad. Emergió de una Caracas con ínfulas de cosmopolitismo en los años 40 del siglo pasado, cuando surgieron otros hospedajes para albergar a visitantes nacionales y extranjeros que hicieron de la capital su destino de oropel en la búsqueda del éxito rápido que prometía la Venezuela petrolera. De la misma época son los hoteles Ávila, Astor, Potomac (San Bernardino) y El Conde (en el cuadrilátero fundacional de la ciudad), todos con “aires americanos” y escoltados por nacientes fuentes de soda, plazas y otros espacios de entretenimiento para la diversión de un turismo incipiente. Otras hosterías de mayor “estatus”, así como cines y nigth clubs de la época, se daban el tupé, en un país mestizo como el nuestro —pretendiendo emular la polítiwww.epaleccs.info

Su cocina, regentada por el célebre gastrónomo austríaco Federico Schlesinger, alcanzó fama no solo por la calidad y variedad de los platos, sino por el don de gentes de su encargado, quien se dedicaba en Navidad a organizar colectas para donar juguetes entre los niños de la zona. Su barra, de estilo american bar, acogía por igual a estrellas del espectáculo y a ejecutivos acelerados que entablaban relación directa y frontal con el barman, quien se encargaba de ofrecer “lo de siempre”, como en las películas de Hollywood. Hasta el eterno cronista Enrique Bernardo Núñez escribe en su libro La ciudad de los techos rojos un capítulo titulado “De la ranchería de Fajardo al hotel Waldorf ”. En 2006 fue usado como locación para la película Al borde de la línea, de Carlos Villegas Rosales, con roles protagónicos de Jerónimo Gil, Caridad Canelón, Daniela Bascopé y Roque Valero. Con los años el hotel comenzó a decaer. Se muda la sede de la embajada de los Estados Unidos —que funcionaba adyacente—, fue invadido en 2007 — posteriormente desalojado— y recibió finalmente trabajos de remodelación que permitieron su reCaracas, 28 de julio de 2019.

Una apuesta

corporativa po

r la ciudad

cuperación total en 2016, ampliando su capacidad para 100 habitaciones y al que se le anexó el edificio Puente Anauco, ubicado en la esquina siguiente, que data también de la década de los 40. Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS


hospedajes

10

el hotel donde vivió el genio del cuento corto entre los lugares más literarios, reconocido por diversos autores de la literatura universal, están los hoteles. En caracas tenemos uno con un cuento muy particular, protagonizado por uno de los maestros del género corto y con una propuesta real maravillosa POR Argimiro serna Fotografías enrique hernández

No es exagerado decir que en todas las ciudades del mundo hay estos espacios llamados hoteles, perfectamente dispuestos para el turismo, las relaciones ocultas y/o los “matariles” furtivos. Pero ¿qué sucede cuando ese apremio intempestivo no apunta necesariamente hacia el sexo opuesto, hacia el sexo puesto o cualquiera que sea la tendencia? Aquiles Nazoa, por ejemplo, en lugar de dejar toda la quincena por alguna seducción fugaz, y pedir un credinómina cuando la suerte se repite antes del siguiente cobro, aprendió idiomas en el hotel Majestic, que fue un referente hasta que lo demolieron en el año 1949. Aunque sin pruebas, seguramente a más de uno, resistiéndose a sentir el fracaso de algún embarque, se le ocurrió escribir un poema, componer una canción o hacer un dibujo en alguna habitación de hotel. A los que eso les parezca un vago consuelo para evadir la desazón de un desplante, deben saber que nuestro gran cuentista Julio Garmendia escribió parte importante de su obra en el hotel Cervantes, uno que tenemos la suerte de visitar todavía en la esquina de Punceres de la avenida Urdaneta.

ida dinámica guración, una aven au in ia op pr su e Desd

do referente tel sigue sien ho el ro pe ó, La zona cambi

Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

El conocido narrador, catalogado como uno de los mejores en el género del cuento, se alojó los últimos 27 años de su vida en ese hotel, durante los cuales escribió su última compilación conocida, que llevó el título de La hoja que no había caído en su otoño, publicada en 1979. Era su tercera y última compilación, con la que cerró su obra creativa. Ese cuento anima, sutilmente, lo que suele ser un lugar de paso y sin cuento. Claro que en estos tiempos sería rebuscado ponerse a escribir en un hotel del centro de Caracas, justo frente a una de las avenidas más escandalosas y activas de la ciudad, bajo el acoso de tantas influencias e intereses como los que ahora acechan a toda la parroquia Candelaria y a las vecinas. Pero en aquel tiempo era un conocido cónclave de cultores. En algún tiempo Caracas fue un espacio dispuesto para las artes en muchas esquinas de las avenidas México, Urdaneta, Universidad y sus transversales. Se vendían pinturas, había reuniones, tertulias de donde salieron grandes talentos. Cónclaves entre los cuales se encontraba, también, El Techo de la Ballena. Nuestro escritor baluarte del cuento corto nace en 1898 en la hacienda El Molino, cercana a El Tocuyo. Antes de cumplir 10 años publica Caracas, 28 de julio de 2019.

un pequeño ensayo que lo convierte en una promesa. Promesa que cumplió. Participa indirectamente en la llamada Generación del 28 y trabaja con la delegación de Venezuela en París. Fue cónsul general desde 1923 hasta 1940 en varias ciudades de Europa. Escribió, entre muchos otros, el cuento “La tienda de muñecos” (1927), con el que propone en los círculos literarios el concepto de realismo fantástico y lo real maravilloso. Una interpretación original del realismo mágico, que se fortaleció con sus dos colecciones de relatos: La tuna de oro (1951) y La hoja que no había caído en su otoño (1979). También escribió estudios críticos que se pueden leer en los volúmenes Opiniones para después de la muerte (1984) y La ventana encantada (1986). Así que si, por cualquier apremio irrefrenable, un día andas por el Centro y necesitas satisfacer alguna demanda de afecto o un ocio intempestivo de alguna pareja imprevista, acércate por el hotel Cervantes, donde tendrás uno o, más bien, varios cuentos perfectos para conversar en la antesala. Pero si resultas desfavorecido en alguna cacería, y tienes una vena creadora, podrás comprobar cuán fantástica puede ser la crónica imaginaria de un creador cuyo espíritu ha de andar por donde pasó sus últimos días.

Su diseño de

lata el estilo

de comienzos

del XX

www.epaleccs.info


cinematografía

11

UNA PELÍCULA ENTRE MANITOS Y PANAS La comedia mexicana-venezolana Me ha gustado un hombre, a mediados de los 60, miró con ilusión los paisajes de Caracas y La Guaira, donde unos jóvenes Raquelita Castaños, Lupita Ferrer, Toco Gómez y Napoleón Deffit principiaban en su camino al estrellato POR Marlon Zambrano • @marlonzambrano Fotografías archivo

sar que se trata de otro hombre, decide someterse a un psicólogo para definir su “conflicto” sexual.

l funicular n os, anfitriona de Raquelita Castañ t ius, asit la plitiae rerchicia co DFDSFSMen

Me ha gustado un hombre, una producción mexicana filmada en Venezuela en 1965, incluyó entre su elenco a varias figuras venezolanas que luego alcanzarían enorme celebridad. Raquelita Castaños contaba con apenas 10 años cuando debutó como actriz en esta película. Entre otros, interpretó para el filme los temas “Voy”, “Plegaria de paz” y el mundialmente famoso “Jamás te olvidaré” de Ray Charles, que popularizó Chucho Avellanet para el público hispanoparlante. Le acompañan una desconocida Lupita Ferrer, que se pasea oronda en varias escenas, mientras Toco Gómez y Napoleón Deffit se roban el show sobre la base de su estrafalaria comicidad. Dirigida por el mexicano Gilberto Martínez Solares —quien trabajó, entre otros, con Tin Tan, Resortes, Clavillazo, Viruta, Capulina, Joaquín Pardavé y La India María, haciendo un cine de comedia fácil y paródico—, la película se pasea por exóticos parajes como las costas de La Guaira y el teleférico, los hoteles Macuto Sheraton y Humboldt (en su máximo esplendor), narrando la historia de una muchacha que, tratando de huir de la policía, se hace pasar por hombre para poder trabajar de botones en un hotel, consiguiendo la atracción de un huésped que, al penwww.epaleccs.info

Y el pueblo venezolano ve en América a su hermano, Venezuela es un espejo donde brilla tu leyenda de esperanza y maravilla. Pueblo mexicano yo te quiero, en tu suelo petrolero se forjó la libertad..., cantaba Raquelita con su portentosa voz, acompañada de un cuatrico. Julio Alemán, fallecido en 2012 y célebre por su rutilante paso como estrella en innumerables telenovelas, le apretaba el mentón y le auguraba: “¡Bravo, Raquelita! Puedo asegurarte que esta noche nace una estrella”.

Una estr

ella del c

anto en c

iernes

El cronista cinematográfico Gustavo Arturo de Alba resalta el argumento de la película de la siguiente manera: “La comedia Me ha gustado un hombre es otro de los filmes rescatables de Tere, en donde tuvo de pareja a Julio Alemán, en esa enésima versión de la situación equívoca que vive un galán, con fama de mujeriego, al creer que le resulta atractivo un supuesto miembro de su mismo sexo, que en realidad se trata de una mujer que, por diversas razones, se ha visto obligada a disfrazarse de hombProrduecc,ión m DFDSFSMexicana, con locac aclarándose todo al final para io ent ius, a sit la plitines y secundarios tranquilidad del macho, que ae rerch icia con venezolanos ya se estaba sintiendo ‘del otro lado’”. Tere no es otra que Teresa Velásquez, la coprotagonista del filme, considerada un ícono del cine mexicano desde los días de la Época de Oro y calificada por el escritor Youtube, suelta una polémica afirmación con sufrancés Jean-Paul Sartre como “la mujer más inso- ficiente sentido: “Desde aquellos tiempos se puede apreciar la diferencia eterna de clases sociales en portablemente femenina”. un país tan inmensamente rico como Venezuela. Un espectador, sin embargo, en uno de los pocos Había que lisonjear a los ‘chéveres’ para poder tecortes que se pueden extraer del espacio virtual ner éxito en la vida”. Caracas, 28 de julio de 2019.

Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS


CINEmatografía

12

Película premiada con cárcel y persecución a veces las películas transmiten, transforman, multiplican, disgregan, convencen, identifican. POr eso, algunos cineastas se ven acusados y perseguidos solo por hacer su trabajo. en ciertos contextos todo eso puede ser como una bomba. Así le pasó al maestro román con su ópera prima POR Argimiro serna Fotografías Archivo

El conocido director de cine venezolano Román Chalbaud forma parte del imaginario venezolano por influir con sus numerosas películas en la imaginación de varias generaciones. De hecho, se puede considerar precursor de esa tendencia del cine social que marcó una época e influenció sobre una generación entera en Venezuela, y en toda la región. Desde el comienzo de su carrera se notó esta tendencia a evidenciar fenómenos sociales que, por adelantado, sirven como muestra audiovisual de la conformación dispar, incongruente y convulsionada del país y, especialmente, de nuestra capital.

El filme abrió el

camino al realism

o social

Su primer filme, realizado en 1959, se basó en su primera obra de teatro como dramaturgo. Caín adolescente es un filme que trata sobre la oferta de mejor vida que significó la ciudad capital para la población de provincia, representada en los personajes de Juan y su madre Juana, una pequeña familia del interior que viaja a la capital buscando el “sueño americano”, en su versión local. Aprende de mecánica con su amigo Matías, quien ha llegado antes a la ciudad y les advierte sobre los peligros que puede haber. La diferencia entre lo que aspiran y lo que les espera no tardará en manifestarse cuando, a pesar de los intentos de Antonio, un hombre de bien que le advierte sobre la corrupción y la naturaleza engañosa de la ciudad, Juana es seducida por un buscón que se bandea con diversas fuentes de empleo marginales y vandálicas, llamado Encarnación. Producto de practicar un aborto ilegal, donde muere la paciente, Encarnación es buscado por la justicia, lo que comienza a complicar la vida de Juana.

y probablemente en toda Latinoamérica. Un tema incómodo para el poder político, que auspiciaba la migración para servirse de la mano de obra barata que eran los provincianos en la capital, sin representación política ni organización social. Contradictoriamente, entre los reconocimientos que obtuvo el cineasta por ese atrevimiento el entonces joven director fue perseguido políticamente y hasta encarcelado. Se giraron órdenes de que la cinta fuera destruida por las autoridades del momento, las cuales, como sabemos, aunque se habían liberado de años de dictadura como modelo institucional seguían inscritas en la planificación industrial internacional y hegemónica. El presidente Rómulo Betancourt, para entonces, se había encargado de legalizar a la izquierda, clandestina hasta el momento, y también de sectorizar debidamente las manifestaciones culturales. Ha sido recurrente en la historia, desde que apareció el cine, que por intrínseca necesidad dramatúrgica las películas tienden a adelantarse revelando albores de lo que luego se erige como montañosos dramas solapados en vallas publicitarias. Aunque, si los vemos bien, quizá no haya sido más que un proceso inevitable de gestación de un nuevo universo en la periferia caraqueña. Eso es, al menos, lo que se nos ocurre al ver tantas manifestaciones culturales recientes. Lo que falta es asumir esa realidad, escribirla como una película y realizarla entre todos, para dar origen a una nueva cultura.

Mientras tanto, Juan se enamora de una mujer embarazada que había estado enredada con su amigo Matías. Producto de estas relaciones caudalosas y malsanas, la pareja madre-hijo pasa de ser feliz, esperanzada e inocente, a tener resentimientos, confusiones y actitudes delincuenciales. Finalmente, Juana muere en la Basílica de Santa Teresa cuando, producto de la desesperación y los sentimientos de culpa, busca la presencia de Dios para purificarse. El hecho está documentado y la película constituye una crónica basada en un suceso real del año 1952. Román C

halbaud,

icónico d

irector v

enezolan

o

Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

Este filme describe el fenómeno migrante que incidiría en la conformación de los barrios caraqueños durante el siglo pasado, en Venezuela Caracas, 28 de julio de 2019.

Román c

on su equ

ipo de re

alización

www.epaleccs.info


PERSONAJES

13

APASCACIO SE LLEVÓ HASTA SU EJEMPLO El célebre policía de punto que dirigió el tráfico en la esquina de Sociedad durante 18 años, dejó su profesión y la vida, llevándose consigo una mística que pocas veces se ha visto reeditada en una ciudad que muchas veces se hace inhóspita POR Marlon Zambrano • @marlonzambrano Fotografías enrique hernández

en una oportunidad (marzo de 1980) le puso un parao a la comitiva oficial que trasladaba al presidente Luis Herrera Campins, que pretendía saltarse el semáforo. Los detuvo en seco, le argumentó al escolta que encabezaba la caravana sobre la infracción que estaba cometiendo (“ustedes son los primero que deben hacer cumplir las leyes”, dicen que dijo), hasta que el primer mandatario nacional se percató del suceso y ordenó que se respetara la decisión de Apascacio. La anécdota y su prestancia alcanzaron tal revuelo, en una Caracas aún pequeña y nostálgica, que a los días fue invitado a almorzar con el presidente en Miraflores; y en 1981 fue homenajeado en la Casa Blanca, Washington, donde almorzó y compartió con el propio mandatario estadounidense Jimmy Carter, luego de conocer la escuela de agentes de Tennessee.

Mata en su isla de

autoridad

Apascacio Mata fue el agente de policía más popular de Caracas durante la segunda mitad del siglo pasado. Seguramente lo seguirá siendo, no solo porque resulta difícil imaginar a un funcionario policial de su estirpe en esta época, sino también porque la ciudad creció y el interés que procuran las redes sociales por diversos temas no pasa, ni de lejos, por la eficacia de un policía de punto en la urbe. Nacido en 1940 en Panaquira, intrincada población barloventeña, prestó 33 años de servicio en la Policía Metropolitana, hasta jubilarse en noviembre de 1996. Fue un hombre que tributó a Caracas con su oficio, a través del servicio que prestó durante 18 años dirigiendo el tránsito en la esquina de Sociedad, en la convulsa avenida Universidad. Era eficiente, pulcro y un maestro que, con vocación ciudadana, enseñó a los peatones a comportarse frente al rayado y a los conductores a no pasarse de la raya, hasta el punto de que www.epaleccs.info

Había en su estilo cierto histrionismo: espigado y marcial, con sus impolutos guantes blancos, su hebilla reluciente y su zapatos lustrosos marcaba ¿Realizará el semáforo labo el ritmo intercalado entre vehículos y peatones, r tan eficient e? como una danza implacable que sirvió para demostrar que sí es posible convivir en Caracas en medio del tráfico, que ya por entonces comenzaba a mostrarse infernal. A tal punto era gracioso y eficaz, que ya en sus días era reconocido por un público que lo admiraba por su ejemplo, y la prensa acudía a él para reconocer públicamente el carisma que exhibía al sostener con firmeza la ley y las buenas costumbres. Se dice que no faltó un solo día al trabajo. Su número de chapa era el 983 y fue ejemplo viviente de eficiencia y buena voluntad al frente de un oficio que se caracteriza, la mayoría de las veces, por los excesos y el atropello. El destino fue cruel con el queridísimo Apascacio, quien, tras culminar su carrera, perdió sus piernas gangrenadas tras sufrir un accidente, que fue mal atendido en el Hospital de Lídice, y su motricidad comprometida tras un ACV, quedando postrado y prácticamente olvidado en su apartamento del 23 de Enero, rodeado de decenas de condecoraciones que recibió durante su carrera y la réplica de la chapa de la Policía Metropolitana, que siempre exhibió con orgullo. En el traspatio de su edificio quedaba la motopatrulla de oficial que recibió en ejercicio, la cual se negaba a vender incluso estando en las más precarias condiciones económicas, pues Caracas, 28 de julio de 2019.

Apascacio

condecor

ado (junto

a Maritza

Sayalero

)

decía que esa unidad era parte de él mismo. Murió un jueves de mayo de 2015, pero lo peor es que también se llevó su ejemplo. Edición Número Trescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS


PERSONAJES

14

La hamburguesa más rápida es de las primeras En la gastronomía venezolana la reinvención y el versionamiento forman parte del menú. La hamburguesa tiene múltiples interpretaciones en nuestra patria, hasta el punto de que supera, por mucho, a su original en sabor y en valor nutricional. Y, por si fuera poco, también en rapidez, en el caso particular de este expendedor con fórmula de aliño secreta POR Argimiro serna Fotografías jesús castillo

El prime

ro de mu

chos mod

elos de fo

od truck

Difícilmente algún venezolano, y menos aún caraqueño, ha dejado de probar la versión autóctona de la hamburguesa, aderezada y recompuesta con tantos ingredientes propios que termina siendo hasta desilusionante esa cosa escuálida que sirven en la franquicias norteamericanas. Entre esa variedad tenemos hamburguesas con aguacate; queso blanco, amarillo, madurado o de año, o en algunos casos los cuatro “inclusive”. En los Andes les ponen maíz, en Maracaibo tajadas de plátano fritas. En Caracas las he comido con acelga, zanahoria y remolacha; doble carne, con pollo, chorizo, chuleta; y hasta vegetarianas mixtas para los que sufren de ratón moral por el exceso de grasa. Pero en todos los casos son versiones que cumplen, a medias, con su atributo de comida rápida, motivo por el cual en más de una ocasión, cuando hay plata para eso (y mira que culturalmente los venezolanos, sobre todo en Caracas, solemos encontrarla para eso), hemos cometido el exceso de pedir un “perrito” mientras esperamos. Ese conflicto interno, casi existencial —que sucede en ese lapso donde se sobreestimulan glándulas salivales, gástricas y, en algunos casos, como el mío, hasta las sudoríparas, por la ansiedad de lambucio que nos caracteriza a algunos—, solo fue atendido por un genio de la gastronomía, hace tanto tiempo que podría tratarse de un pionero, precursor y prestidigitador de todas las “calles del hambre”. Esa contradicción de la fastuosa y barroca hamburguesa caraqueña, por la que hay que esperar un rato, tuvo siempre otra versión mucho más sencilla, pero no menos sabrosa, calificada por muchos como “exquisitez exprés”, cuyo mayor retardo se podía encontrar, una que otra vez, en la antesala por la asiduidad con que era visitada. La única publicidad con la que contaba para seducir a esa vasta clientela, que le fue fiel durante décadas, fue la prontitud, la inquebrantable constancia y su sabor especial.

Por años, el mism

o emplazamient

o

Edición Número TTrescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

Resulta que los llamados perros calientes de Filippo fueron un servicio de comida rápida que comenzó a venderse en la plaza Altamira en el año 1954 por el inmigrante italiano Filippo Saglimbeni, uno de tantos que llegó a Venezuela huyendo de la Segunda Guerra Mundial. La particular invención urbana consistía en una especie de albóndiga aliñada con una mezcla Caracas, 28 de julio de 2019.

especial de su propia autoría culinaria, servida en un pan ya cortado, cual si fuera un perrocaliente, y acompañada de un jugo de concha de piña cocinada. El secreto de su preparación estaba en la frescura de los ingredientes, que eran adquiridos todos en la mañana y mezclados poco tiempo antes del despacho. El puesto duró tanto que fue atendido por dos generaciones, pasando de Saglimbeni a Filippo Acosta a mediados de los años 80. El negocio fue tan acertado que el Filippo sucesor prefirió continuar la tradición del feriado gastronómico antes que el ejercicio de su propia carrera universitaria, la cual, a su vez, fue financiada por la solvencia del mismo negocio. Todavía muchos recordamos el punto de reunión donde más de una novia resolvía el aporte proteico frente al obelisco en la plaza Francia de Altamira, en la avenida San Juan Bosco, mientras esperaba por “lo suyo”, como me sucedió a mí el día que descubrí esa exquisitez tan expedita. Recuerdo que me gustaron tanto que tuve que recurrir a mis encantos, que consistían en mirar fijamente trasmitiendo toda la carga emocional de mi estómago. Lamentablemente, desde que Filippo fallece el 18 de abril de 2014, a los 88 años, la tradición se ha hecho intermitente, perdiendo la constancia que la caracterizó. Desde entonces, Filippo sobrino ofrece servicios por internet y rara vez se le ve en la avenida San Juan Bosco de Altamira.

Noches d

e sabor y

gula

www.epaleccs.info


urbanismo

Las torres de El Silencio arrasaron con el centro En aras de la modernización y el adecentamiento, la construcción de las famosas torres gemelas actuó bajo la política de tierra arrasada, demoliendo tras de sí la memoria de una ciudad bucólica POR Marlon Zambrano • @marlonzambrano Fotografías michael mata

to de plazas, pasajes, pórticos, terrazas, escaleras, áreas comerciales y estacionamientos subterráneos en el entorno de las célebres torres de El Silencio dieron pie a la coexistencia de arquitecturas desiguales y alucinantes, en el centro de la ciudad. Entre sus víctimas mortales no solo estuvieron extensas manzanas de fachadas memoriosas y caserones de patio central y corredores donde se aposentaron las primeras familias y sus descendientes, sino también el épico hotel Majestic, el cual debió ser demolido en su totalidad para darle paso a la modernidad prevista, con las primeras edificaciones antisísmicas de la capital y las estructuras más altas de una ciudad aún aldeana. Además, fue obligatorio cercenar el lujoso frente del Teatro Municipal, quedando sin la nariz que representaba su lobby de acceso principal.

Las Torres encie

rran muchos se

cretos

La construcción del Centro Simón Bolívar, en la década de los 50, supuso una estridente modernización del paisaje caraqueño. Fue, como se sabe, otro capítulo de los esfuerzos por establecer un eje arquitectónico monumental en la ciudad, visualizado a partir del Plan Rotival que, desde 1939 y con la avenida Bolívar haciendo de vértice, contempló la reurbanización de El Silencio, entre 1941 y 1944, y el establecimiento de la plaza O’Leary como el corazón del nuevo tejido, trazando hacia el Este las torres gemelas de 32 pisos y 103 metros de altura proyectadas por el arquitecto Cipriano Domínguez, abiertas al público en 1954 para ofrecer un conjunto de oficinas gubernamentales, establecimientos comerciales, sótanos y cruce de caminos, enlazando los cuatro puntos cardinales de Caracas. Significó, junto a la construcción de las avenidas Baralt, Urdaneta y Fuerzas Armadas, la devastación del Casco Histórico, el quiebre absoluto de la imagen bucólica de La ciudad de los techos rojos de Enrique Bernardo Núñez; modificó radicalmente el lienzo urbano tradicional de Caracas. La introducción de un conjunEdición Número TTrescientos treinta y cuatro. Año 07. ÉPALE CCS

Testigos de la época recuerdan cómo les encandilaba la majestuosidad colosal de los edificios en una época de estrechez económica; lo que despertó, sin duda, una especie de orgullo caraqueño en su camino hacia el desarrollo y se constituyó en una postal infaltable que ofreLas líneas cu rvas son el pr cía paraísos artificiosos con el perfil de las incipal aporte de diseño torres. Pero también rememoran con tristeza cómo vieron desaparecer a mandarriazos la silueta de un ciudad apacible: “Me recuerdo a mí mismo presenciando la demolición del Majestic, el hotel de viejas memorias, donde se alojó Carlos Gardel o donde Titta Ruffo vocalizó alguna bravura, antes de un discutido Rigoletto, por hablar de dos portentos. Recuerdo el sonido de aquella bola, quebrando las paredes ante el maravilloso júbilo de centenares de caraqueños que voceaban y ponderaban el movimiento pendular de la pesada mole”, escribió magistralmente Ignacio Cabrujas en “La ciudad escondida”. Si bien los trabajos de reacomodo del Centro surgieron también por la necesidad de adecentar la vida licenciosa que se fue perfilando desde principios del siglo XVII —con el establecimiento de bares y prostíbulos sin control en ese entorno—, la reorganización fue implacable y tuvo un propósito de tierra arrasada; jugando, quizás con conocimiento de causa, a la desmemoria, que apenas se teje hoy con las pocas callejuelas y fachadas y que dan un aire de raigambre al escaso ámbito fundacional que sobrevive. Caracas, 28 de julio de 2019.

Arquitec

tura de r

ecovecos

www.epaleccs.info


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.