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Edición número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. Caracas, 13 de octubre de 2019 REVISTA GRATUITA

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¡LA PAZ ES YA!


Consejo Editorial

Erika Farías Roberto Malaver Gustavo Borges Revilla Mercedes Chacín

Director

Mercedes Chacín (E)

Redactor jefe

Rodolfo Castillo

DirecTORA de Arte

María Isabel Guerrero

COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA

Jesús Castillo

Coordinadora 2.0

Yanira Albornoz (†)

Web y redeS

Enyeli González

Redacción

Marlon Zambrano María Eugenia Acero Colomine Argimiro Serna

FotOGRAFÍA

Michael Mata Enrique Hernández CORRECTOR Rodolfo Castillo

Tras la utopía Mercedes Chacín. Símbolos. Palabras. Esculturas. Cuentos. Canciones. Novelas. Películas. Tratados. Poesías. Frutas. Animales. Personas. Convenios. Organizaciones. A todo eso ha recurrido la Humanidad para estar en paz. Y no hemos sido eficientes, pues los acuerdos surgidos en Ginebra despúes de la Segunda Guerra Mundial apenas lograron normar el horror, matarnos menos feo, con menos crueldad. Y ello no hace honor a la paz. La paz es una utopía acariciada. Anhelada por los pacifistas, que somos la mayoría de los seres humanos. Hace diez años a nadie se le hubiese ocurrido que Venezuela debía transitar por el pedregoso camino hacia la paz. Los obstáculos para lograrla han sido diversos. Por eso quisimos, desde esta edición aniversaria, usar una revista para difundir parte de los esfuerzos que se han hecho y se seguirán haciendo por la paz. Juntamos al equipo hacedor de Épale CCS y al Libro de la paz (Ediciones Hispaven, 1988) en clave de paz, y lo que sigue es lo logrado. Vayan y disfruten en sana paz. Sigamos.

contenido 02. perfil

Mileidy y Trina: la mujer nueva

03. poesía 04. mitos El símbolo

05. plásticas 06. trota ccs

Tipos de trotador: el paz-y-amor

06. plásticas 07. entrevista

Una canción de distancia

09. poesía o nada 10. música

Se clama y se baila al ritmo de la salsa

11. ciudad Nuestro sino

14. poesía 15. trama cotidiana Así en la paz como en la guerra

15. Boleros que curan el alma “Conocí la paz”

16. plásticas 17. la vida es juego La diplomacia del deporte

LOGÍSTICA

Daniela Fernández Edi Cordero Danielis Delmar

17. plásticas 18. soberanías sexuales En la guerra no hay conquistas LGBTI

Colaboran en esta edición

18. plásticas

José Roberto Duque, Clodovaldo Hernández, Humberto Márquez, Natchaieving Méndez, Rodolfo Porras, Rodolfo Castillo, Indira Carpio, Enrique Hernández-D’Jesús, Nathali Gómez, Gerardo Blanco, Forastero LPA, Henry Rojas, Erasmo Sánchez y Justo Blanco. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Enrique Hernández

19. poesía 20. miradas

La perenne construcción

22. el rumor de las bolas

redes www.epaleccs.info epale.ciudadccs@gmail.com

EL MENJURJE

El bolívar

@epaleccs @epaleccs Épale CCS

« ¡Construcción heroica y permanente!

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166

no los dejes pensar solos Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014, 2015 y 2017. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014. Premio de Periodismo Aníbal Nazoa, 2018.

Una publicación de la

Si te interesa una tarde sabrosa y culturosa, de otro tipo, no te pierdas el viernes 18 de octubre en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, al lado del Ministerio de Educación, en su conocido Salón Rojo, a las 2 pm , el recital “Lectura poética comunal en un lugar de la Mancha”, en homenaje al gran fundador de nuestra lengua Miguel de Cervantes. El mismo contará con la presencia de Nelson Guzmán y Aníbal Isturdes y será presentado por William Osuna.

«

El dólar


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PERFIL

Mileidy y Trina: la mujer nueva

Mileidy Pantoja y Trina Flores, “La Yaya” , son dos venezolanas anónimas, a pesar de ser las heroínas que también son. Eso probablemente pase porque Venezuela está poblada de gente heroica y tan desconocidas como ellas. vaya esta visibilización que les haga justicia en tiempos de paz POR JOSÉ ROBERTO DUQUe • @JROBERTODUQUE ilustración forastero lpa

No debería haber ninguna razón o motivo para que Mileidy Pantoja y Trina Flores, “La Yaya” sean las mujeres anónimas que son, a pesar de ser las heroínas que también son. Probablemente tiene que ver con que Venezuela está poblada de gente tanto o más heroicas que ellas, y no hay espacio en los medios o en nuestra memoria para recordarlas todos los días. Pero, verga, sigue sin gustarme para nada eso de que las hayamos sepultado bajo tantas toneladas de silencio. Uno de los hitos de su drama comenzó en diciembre de 2010, cuando los jaguares enfurecidos de la lluvia castigaron a Caracas y el Litoral. Como en 1999 y 2005, muchas viviendas se derrumbaron, sectores completos quedaron reducidos a escombros y los barrios pobres de la capital fueron declarados en emergencia. Los damnificados fueron cerca de 130.000, un total de 21.000 familias quedaron sin casa esas Navidades. Chávez emitió una orden: habilitar las sedes de ministerios y organismos públicos como refugios temporales para los afectados. “Les prometo que dentro de un año ustedes tendrán su vivienda propia”, les dijo a los damnificados para que aceptaran ir a refugiarse en aquellas habitaciones de emergencia. Allá se trasladó el drama de nuestros barrios pobres con todos sus matices (violencia, malnutrición, disolución de lazos familiares y otros). Los refugios se distribuyeron por toda Caracas y durante todo el año 2011 se hizo común la convivencia de los “refugiados” con los empleados de las instituciones. El Estado construyó, en corto tiempo, una infraestructura de dormitorios y sanitarios con su mobiliario básico, mientras proveía diariamente de tres raciones de alimentos a cada damnificado en cada refugio. Los militantes chavistas fuimos convocados a trabajar en esos refugios como voluntarios. Nos pusimos a colaborar en el refugio habilitado en la sede de Venezolana de Televisión (VTV). Refugiados: seres humanos que habían perdido sus casas y ahora tenían todo un año para convivir en espacios pequeños, muchas veces hacinados, mientras alimentaban la esperanza de recibir sus casas nuevas. Eran

meses, aquello podía terminal mal. Había buenas o malas razones para ello.

52 familias (más de 150 personas) tratando de rehacer sus vidas en un espacio medianamente habitable: ni muy deplorable ni exactamente óptimo. Pero era la única opción que ofrecía el Gobierno ante la destrucción de miles de casas.

Pequeños dramas mayores

Entre esas personas estaban Mileidy y La Yaya. La primera —muchacha de menos de 30 años, madre de tres hijos, militante y guerrera— había visto y sentido fracturarse la mitad de su casita en un sector rural cerca de Guatire, adyacente a una quebrada de aguas mansas que, con los aguaceros, se convirtió en torrente destructor. Y La Yaya, pues, una noche se disponía a dormir con sus dos chamos en su rancho de Macayapa (parroquia Sucre) y, de pronto, alguien le cayó a patadas a su puerta para que saliera porque aquello se estaba derrumbando. Cuando amaneció, ya Macayapa parecía un chiste macabro, una joda de la naturaleza: un barrial y un montón de casas bajando por el cerro como en un tobogán. La Yaya padecía unas migrañas insoportables hacía muchos años y, en aquellas circunstancias, se agravaron. En marzo de 2011, mucho antes del plazo de la promesa del comandante, la Revolución comenzó a asignar apartamentos, en

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cumplimiento de la palabra que garantizaba construcción y entrega gratuita de viviendas a los damnificados. Pero esas construcciones y entregas eran graduales y parciales, de modo que todavía no había casas para todos los grupos familiares. En el refugio de VTV había 52 familias y funcionarios de la Vicepresidencia anunciaron que ya estaban listas para habitar las primeras 35 viviendas para los ocupantes de ese refugio. Así que los damnificados debían discutir y organizarse entre ellos mismos para decidir, colectivamente, quiénes se iban de inmediato a ocupar sus viviendas y quiénes debían quedarse un tiempo más en el refugio.

Democracia participativayprotagónica

Los facilitadores —o acompañantes— acudimos a la asamblea decisiva conscientes de la enorme tensión imperante, pues 17 de aquellas familias debían sacrificar su opción y quedarse esperando. Conversábamos en reuniones cerradas sobre el hecho de que, en situaciones extremas de tragedia o calamidad, suelen aflorar resentimientos y tendencias primarias o, simplemente, de defensa clánica y territorial; y, contra eso, debíamos imponer los principios de paciencia, serenidad y generosidad. En vista de las tensiones y el temperamento alterado de aquellas personas que habían esperado por más de tres

Caracas, 13 de octubre de 2019.

Comenzó la asamblea el 30 de marzo de 2011; alguien propuso que los derechos de palabra se refirieran estrictamente a los casos más notables de miseria, maternidad múltiple y solitaria y casos de salud precaria. Uno a uno fueron enumerándose los casos y las viviendas fueron asignándose a los más empobrecidos: asignadas las viviendas numeros 35, 34, 33, y así sucesivamente. Los casos más dramáticos fueron cubiertos, pero en la medida en que se terminaban las casas surgían o se recordaban más situaciones lamentables; todos los casos eran dramáticos y urgentes. Entonces, llegó el momento de la asignación de las últimas casas. Había 30 familias celebrando, emocionadas hasta las lágrimas. Y 22 familias con idénticos dolores, derechos y expectativas. Pero solo había cinco casas por asignar. Cuando quedaban tres viviendas por repartirse ocurrió lo inesperado. Los representantes de las familias que quedaban sin casa intervinieron, uno a uno, para exponer las razones por las que no podían ceder su turno. Trancado el juego, tomaron su derecho de palabra Mileidy y La Yaya, muchachas empobrecidas, enfermas, abandonadas y esclavizadas. Su posición: “Aquí hay familias más jodidas que la mía; yo le cedo mi chance a cualquier familia que necesite con más urgencia su casa”. Aquello fue una explosión de llanto, aplausos y optimismo. El problema, de pronto, fue que nadie quería las últimas casas porque todos se contagiaron del espíritu supremo de solidaridad de esas chamas. Les hice un video en el que cuentan qué cosa las movió a efectuar esa jugada, que las hizo grandes. Está disponible en Youtube: buscar “Asamblea de damnificados VTV (I): Mileidy y La Yaya sacrifican su oportunidad” o vaya directo a la dirección: https://www.youtube.com/ watch?v=3Q1q6MKWTnQ. La última vez que las vi estaban ya instaladas en sus respectivos apartamentos en La Limonera, Baruta. Pero las fui perdiendo en las telarañas del camino como pierde uno las cosas maravillosas, pero pasajeras. www.epaleccs.info


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POEsía

Arturo Uslar Pietri

CAUPOLICáN OVALLES

foto Enrique Hernández-D’Jesús

foto Enrique Hernández-D’Jesús

Contra Heráclito, contra los poderosos impulsos del instinto, contra Homero y toda la poesía épica, contra los frisos del Partenón y su numerosa y espléndida descendencia,

CANCIONES PARA LA PAZ A lo mejor si de momento llego a ser lluvia radioactiva seré consumido por un millón de muertos. Si algún día

hay que luchar por la paz

pudiese dirigir mis ejércitos

como hay que luchar por la vida y por el ideal.

y dar por descontadas las víctimas de rigor

Porque es la lucha de la razón contra el instinto

así como también las invariables derrotas

y de la superación humana

diré que de nada sirve mi

contra la animalidad elemental

EJÉRCITO.

es difícil y ardua,

Convertido en bala

pero en ella está en juego

fui llevado al campo de batalla

el fracaso final de la humanidad.

en donde con las ceremonias debidas

De la piedra arrojadiza y de la flecha

y voces de mando

Hemos pasado a la bomba nuclear,

fui herido en la línea de fuego.

con lo que no ha cambiado la naturaleza del crimen sino sus dimensiones aberrantes y pavorosas. Hoy la guerra significa la posibilidad cierta del fin de la civilización y hasta de la vida en el planeta. La paz, aquella “eirene” divina que los griegos se esforzaron por sacar del pozo

LUDOVICO SILVA

donde estaba prisionera, significa hoy plenamente la causa de la vida contra la muerte,

foto Enrique Hernández-D’Jesús

de la justicia contra el crimen, de la razón contra la estupidez suicida.

JULIO CORTáZAR

SONETO CORAL POR LA PAZ DEL MUNDO En la divina chispa de los dioses

foto ARCHIVO

Por el Elíseo cantan mis hermanas

MILONGA

Y se me transfiguran en humanas

Extraño la Cruz del Sur cuando la sed me hace alzar la cabeza para beber tu vino negro medianoche. Y extraño las esquinas con almacenas dormilones donde el perfume de la yerba tiembla en la piel del aire. Comprender que eso está siempre allá como un bolsillo donde a cada rato la mano busca una moneda el cortapluma el peine la mano infatigable de una oscura memoria que recuenta sus muertos. La Cruz del Sur el mate amargo.

Mujeres que me cantan con sus voces Esa maravillosa melodía Que suena en los abismos más lejanos Y cuya delicada lejanía Convierte a los mundanos en hermanos Hasta que la hermandad de los terrenos transforma a los que son muchos en menos y de la gran profundidad ausente Cae sobre mis ojos el presente y la sangre del hombre y sus venenos se convierten en vino rojo y puro donde se esconde el último Futuro.

Y las voces de amigos Usándose con otros. (Textos tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven, Caracas, 1988) www.epaleccs.info

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mitos

POR ARGIMIRIO SERNA lustración ERASMO SáNCHEZ

El símbolo A lo largo de la historia hemos comprobado que los cambios son inevitables, pero también que la cultura tiende a protegerse, tanto en el caso de los imperios como de las culturas gestadas en la periferia. El cambio y la duración son dos tendencias opuestas que mantienen una tensión, la cual, frecuentemente, ocasiona enfrentamientos. Según el materialismo histórico, esas guerras tienen un motivo fundamentalmente económico y político: por los medios de producción. No hay rastros de la importancia de la paloma en este sentido, salvo por su cualidad hermética o mensajera amaestrada que regresa siempre a su origen. Como sea, el cambio entre la duración y el asalto de la vanguardia es como el caminar y la dialéctica misma. Ante esa condena discursiva de avanzar por prados frondosos y desiertos abrasadores hasta los márgenes de algún imperio avasallante, el arte hizo metáfora como la única forma de volar sobre tal menester hereditario, como es razonar hasta la confrontación. Y no solo en lo que convenimos en llamar Occidente.

vía de esos ritos que no podemos entender ahora, dibujos gigantes y lecturas más precisas de la bóveda celeste. Aunque este último es un vuelo imaginario —la ciencia no ampara tales metáforas, pero sí que los alados sean el último atisbo evolutivo de los arcaicos y colosales dinosaurios—, seguramente da cuenta de su capacidad de migrar y sobrevivir a enfrentamientos territoriales.

Eros: entre símbolo y arquetipo

Pero un arquetipo es un arquetipo, y no llega a nuestra memoria profunda sin la intervención del talento. La significación de una paloma blanca como alivio de enconos, envilecimientos, empellones y escozores es una imagen recurrente que conforma esencias con su significado literal y metafórico, aquí y en cualquier otra parte donde se use lenguaje para comunicar mensajes complejos, como que se desee a la mujer del prójimo, por ejemplo. Con lo cual se suma al impulso de defender nuestro libre albedrío patentado en las alternativas amatorias, la postmoderna sensación de segregación sexista. Cultura compleja que encuentra enfrentamientos como los debidos a Helena en el mito griego, inspirada en Afrodita, la diosa que tenía una paloma como mascota, con la que se describía su gran habilidad para enviar mensajes a dioses y humanos.

otras fuentes de un mito

¿Podían los indios aztecas o incas prevenir la llegada de los cognados idólatras católicos y protestantes con patente de colonización, secuestro y masacre por derecho teocéntrico? Tampoco las etnias periféricas arrastradas a las márgenes del territorio frondoso, salvaje, exuberante que después llamaron Venezuela y que ahora nos identifica a estos hedonistas, expresivos, politizados y caóticos que somos, pudieron predecir la invasión. Según algunos estudios, todos nuestros orígenes nos transfieren el germen de una confrontación. Los temibles caribes significaron, por su cuenta, un azote para otras etnias autóctonas. Y resulta que también aquí habían diluvios frecuentes, como el que vivimos hace un par de décadas. Aunque todavía no eran palomas propiamente, las aves ya poblaban el imaginario.

origen de un sÍmbolo

A los efectos de cómo evoluciona un arquetipo hasta la paloma de la paz que ahora conocemos, los signos profundos (metáforas, analogías, metonimias, símiles, quiebres semánticos al fin) nos permiten vivir otros puntos de vista. Esa distancia que las aves marcan en el cielo respecto a la batalla en el suelo, incluso antes de la llegada de los espejos, la cruz, el arcabuz y sus dioses, quizá dieran investidura imaginaria de ángeles, extraterrestres o simples héroes paradigmáticos. No deja de ser muy curioso que la resistencia más larga registrada en el continente

proviniera de quienes convivían ya con parientes lejanos alados, en cuyos cuerpos lograban volar transmutados por ritos insoslayables. Los españoles parecían encontrar el sitio ideal para un enfrentamiento con ventaja como sucedió en Vietnam. El sueño de volar es un anhelo humano, evidenciado en el imaginario de películas como Birdy de Alan Parker, en la cual su protagonista se refugia en una obsesión con las aves para evadir la memoria de sus vivencias de esa guerra tan adulterada y tan asimétrica, anatema de la contracultura .

el mito en una imagen

Se dice que la paloma regresó al arca de Noé con una rama de olivo para significar

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la noticia de que se aproximaban a tierra firme. Así el mito bíblico desenlaza con esperanza el capítulo de la ira hídrica con que Dios castigó a sus descarrilados hijos del Mediterráneo. Dicha historia no deja de tener su correlato, o paralelismo, con cantos míticos autóctonos en los que el gavilán, el martín pescador y hasta el mismo cóndor representan formas de liberación y visión distantes, aunque no siempre pacíficas. Las aves, en general, aunque protagonizan dramáticas e indolentes cacerías, escapan del enfrentamiento clánico del Homo sapiens, de homínidos y de primates, entre otros mamíferos gamberros y patoteros, gracias a una distancia prudencial desde la cual han podido asesorar, por

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Pablo Picasso, eterno deseante de las mujeres, se dio a la tarea de pintar palomas recurrentemente durante toda su vida para consagrarlas en el imaginario colectivo como un símbolo, y más aún con esa crucifixión fantasmal, como un ave abatida en la premonición que terminaría de significar su famoso cuadro Guernica. De esa forma, la paz queda en nuestra memoria integrada al vuelo de musas con una técnica y la preferencia del creador por el amor y el eros ante la opción de la guerra.

efecto de un arquetipo

Un ave poco rapaz denota nuestro rechazo a un enfrentamiento, hasta ahora impuesto por nuestra forma de pensar, pero que gracias al talento, ahora, para evitar un enfrentamiento, cuando la diatriba no se allana sino que más bien se calienta, expresamos nuestra desavenencia incontrovertible, simplemente levantando el dedo medio de cada mano, para asemejar esa parte del cuerpo masculino que ciertamente, desde ciertos ángulos, parece el alado en cuestión, como queriendo decir: “Qué te parece mamaguaevo; mira cómo, mientras tú te quedas con la arrechera, yo me voy volando”. www.epaleccs.info


05

plásticas

JACOBO BORGES

MILTON GLASER Famoso pintor y grafista norteamericano.

(Caracas, 1931). Había expuesto sus primeros cuadros en 1951, cuando viaja a París con una beca. Cinco años más tarde realiza dos exposiciones individuales. “Alba”, ólweo sobre tela, ya plantea la definición borgiana de un cuadro como campo de fuerzas en conflicto. 1957: Premio José Loreto Arismendi y una mención en la Bienal de São Paulo. En 1958 expone en la Bienal de Venecia y en la Feria Mundial de Bruselas. 1959: Borges es uno de los cinco pintores escogidos para ir a México. El año de 1960 es importante: Primer Premio en el Michelena, Primer Premio en Curazao. 1961: Premio Nacional de Dibujo. 1963 es un año triunfal: Premio Nacional de Pintura y Primer Premio de Dibujo. 1964: Guggenheim de Nueva York y Bienal Argentina de Córdoba. Borges rompe con la búsqueda formal del color. Los diez años siguientes son de intensa y agitada pasión creativa. Las dos claves mayores de la pintura de Borges, en ese momento, son la necesidad de revisar la realidad desde una perspectiva agudamente crítica y la interpolación de una atmósfera mágica.

(Textos e ilustraciones tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven, Caracas, 1988) www.epaleccs.info

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Plásticas

trota ccs

Tipos de trotador: el paz-y-amor

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ALIRIO PALACIOS

POR clodovaldo hernández / @clodoher / lustración Henry Rojas

Para no desentonar en esta edición sobre la paz he tenido que colear al tipo de trotador paz-y-amor, que ni siquiera estaba en la fila porque —como buen comeflor— andaba por ahí, en otra nota. Hay un subtipo de trotador paz-y-amor que se distingue, primero que nada, porque corre con una ropa muy poco convencional, por no decir que lo hace en harapos. Entran acá los que se ejercitan con vestimentas hippies, túnicas de inspiración hare krishna, en chancletas o descalzos. Puede decirse que algunos pretenden ser unos émulos de Gandhi que, en lugar de meditar, trotan. Un derivado de este tipo de trotadores es el que mezcla la prédica de paz-amor con ese ingrediente que muchos consideran inseparable: la marihuana. Conozco a alguien que dice haber logrado sus mejores faenas de trote luego de darse un buen pase. Pero, aquí entre nos, yo no le creo... la parte del trote, quiero decir. También existen los trotadores paz-y-amor que están más interesados en lo segundo, sobre todo en su versión libre. Entonces, salen a correr en grupos pensando en que la jornada evolucionara hacia algo parecido al festival de Woodstock de 1969 y, por eso, les gusta ir a lugares recónditos y esperan la primera oportunidad para despojarse de las ropas y hacer el amor a campo traviesa. Te advierto que estos subtipos de trotador paz-y-amor pueden resultar un poco intimidantes para quienes no andamos en la onda de experimentar con el cannabis ni con la promiscuidad al aire libre. Pero no son peligroEdición Número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. ÉPALE CCS

sos. Hay otro subtipo que sí es peligroso: son los trotadores paz-y-amor de pura pose. Son esos que participan en carreras por la paz mientras el resto del rato se dedican a glorificar la violencia, tanto en su vida verdadera como en esa pista abierta a todo público que son las redes sociales. Conozco varios (y varias) que son así. Se parecen mucho a esos feligreses que van a la misa todos los domingos, se confiesan, comulgan (o los equivalentes a estas acciones en otras religiones) y en la semana se dedican a predicar la guerra y a odiar a los demás de gratis. ¡Bien lejos con esa gente!

El gran récord y la barrera están por caer. El Maratón de Berlín, que se corrió el último domingo de septiembre, dejó en evidencia que están a punto de caer tanto el récord mundial de los 42 kilómetros como la barrera de las dos horas para esta distancia. El etíope Kenenisa Bekele ganó la competencia con el asombroso tiempo de 2 horas 1 minuto 41 segundos, y quedó apenas a dos segundos de la marca que ostenta el keniano Eliud Kipchoge.

Próxima entrega: “Tipos de trotador: la Superdura (I)” Caracas, 13 de octubre de 2019.

(Venezuela, 1944). Se dijo que la historia de Alirio Palacios puede dividirse en tres capítulos: del Delta, de Caracas y del mundo exterior. Su infancia y su adolescencia aparecen en las series “Recuerdos de la aldea” y “Recuerdos del latifundio”. Y toda su obra trasciende paz, tranquilidad de alma. El Delta estaba en esas pinturas. Luego, la gran etapa de Caracas, los prodigiosos retratos del Libertador y sus interpretaciones bolivarianas. Ahora, en Nueva York, ha encontrado todo lo preciso para entrar en el mundo a través del gran caudal figurativo, de las nuevas experiencias, de las nuevas materias y de la aportación de un lenguaje propio y denso de belleza. (Texto e ilustración tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven, Caracas, 1988) www.epaleccs.info


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entrevista

una canción de distancia JOSÉ ALEJANDRO DELGADO DICE, CON OTROS CANTORES Y CANTORAS, QUE “LA PAZ ES YA”. Y LE CREEMOS, PORQUE AUNQUE NO CAIGAN MISILES NI BOMBAS EN NUESTRAS CABEZAs, NI POR NUESTRAS CALLES CAMINEN MaRINES GRINGOS, SENTIMOS LA INJUSTA AGRESIÓN DE MUCHOS PUEBLOS QUE DICEN SER NUESTROS HERMANOS POR: MARía EUGENIA acero colomine • @andesenfrungen Fotografía: jesús castillo / enrique hernádez

La canción —la música— es una estadio de paz por naturaleza

“Cuando se tiene un amigo, no se está solo ni se están dos”, anónimo. “Creo en la amistad como el invento más bello del hombre”, Aquiles Nazoa. “El amigo es como la sangre: aparece cuando llega la herida”, Mariela Monarde. “Encontrarás la agilidad en GuanChún, la Fuerza en Cham Plín. Pero La Paz... está en Bolivia”, Les Luthiers. www.epaleccs.info

“No es el mundo el que necesita estar en paz, sino las personas. Cuando una persona está en paz, el mundo está en paz”, anónimo. “La profundidad de la violencia La violencia no solo es matar a otro. Hay violencia cuando uno emplea una palabra agresiva, cuando hace un gesto de desprecio a una persona, cuando obedece porque tiene miedo. De modo que la violencia no es solo la matanza organizada en nombre de

Dios, en nombre de la sociedad o del país, la violencia en mucho más sutil, más profunda, y estamos investigando la profundidad de la violencia en sí misma. Cuando dice que es indio, musulmán, cristiano, europeo, o cualquier otra cosa, está siendo violento. ¿Sabe por qué es violento? Porque se está separando del resto de la humanidad. Cuando se separa a sí mismo por creencia, por nacionalismo, por tradición, eso genera violencia. Así pues, un hombre que quiere comprender la violencia no pertenece a

Caracas, 13 de octubre de 2019.

ningún país, a ninguna religión, a ningún partido político o sistema, sino que se interesa en comprender a la humanidad”, Jiddu Krishnamurti. “Life without music would be a mistake”, Friedrich Nietsczhe (“La vida sin música sería un error”, traducción de la autora de esta nota). Dedico, con todo el amor del mundo, esta nota a mis amigos, compañeros de labores,

Edición Número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. ÉPALE CCS


s-

08

La paz es convivir para vivir con una conciencia tranquila

a mi familia y, por encima de toda esta red de afecto y felicidad, a mi madre, la periodista Luisana Colomine Rincones: la mejor periodista del orbe, la madre más hermosa y divertida y la mejor persona de la Tierra. ¡Te amo, mi MamiMommy! ¡Sigo tus pasos tal y como tú me enseñaste! (cumplió años mi mami bella recientemente. Este es su regalito de cumplecumple). ¡Ah —lo olvidaba—, se lo dedico a toda Venezuela y al mundo! M. Jose y yo nos conocimos cuando la autora de estas letras desempeñaba funciones en Radio Nacional de Venezuela, entre 2008 y 2014, año en el que TeleSUR me invitó a migrar y aprender sobre la magia de la “caja boba”, como sabiamente nos enseñó Armando Carías, cuando existía el Teatro El Chichón. Esta ha sido la entrevista más bella que he tenido el honor de hacer en apenas un añito de funciones en la mejor revista del globo. Lo bueno de pertenecer al mejor país, con los me-

jores valores morales y espirituales del planeta, es que hace que personas como mi hermano, amigo de la vida José Alejandro Delgado nos haya regalado de su corazón estas perlitas de amor, de amistad, de hermandad y de fraternidad sincera, al igual que su grande y hermosa sonrisa, como obsequio de cumplecumple. Así que, sin ninguna humildad de parte de quien estas letras teclea (mentira, yo vivo echando chistes, pero este es un regalo para mi mami y para toda Venezuela, sin distinción política, religiosa, afectiva, sexual, psicosexual, de género, color, ni equipo de beisbol, jajajá. Y un gran abrazo a las y los hermanos magallaneros), pero con todo el amor de nosotras y nosotros (Jose Jose y Estelita), le regalamos este clamor por la paz mundial, de parte de este par de negritos hijos de Bolívar, de Chávez, de Maduro y del diao Guaikaipuró (se dice Guaikaipuro, pero se pronuncia Guaikaipuró, como la legendaria cuña radial de los talleres Rootes, jajajá). El 21 de febrero de 2019, Cecilia Todd se arrecha y arremete con todo en Twit-

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ter diciendo: “¡La paz es ya!”. Este clamor resonó tanto, que inspiró a los seres más despiertos (es decir, los artistas y cultores) a que se sumaran para vibrar en esa misma frecuencia. De ahí, todas y todos, no solo en nuestro país, sino en otros países de la región agarraron sus instrumentos, lírica y corazones para impulsar una campaña contra la invasión en Venezuela. En ese combo estaba José Alejandro Delgado. Este apuestísimo, simpático y bella persona terminó de sacarla del parque. Resulta que no solo se sumó al clamor cantando, tocando y lanzando misiles de flores y aromas de cundeamor por todas partes. El pana trascendió la idea hasta hacer él mismo una campaña bien bonita que terminó teniendo el nombre “Ciudad Canción”. Con esta campaña, este capricorniano con ascendente géminis, empezó a invitar a los suyos para que se sumara a pacificar las vibras chimbas del MK Ultra y el Fascist Mind con risas, chalequeo, sabor y amor. Después, la cosa se

Caracas, 13 de octubre de 2019.

convirtió en una disquera y todo. Este niño y todo el combo lograron, efectivamente, pacificar ya nuestros demonios en el año más apocalíptico, buscando que Venezuela no se convirtiera en la sede de la III Guerra Mundial e inicio del apocalipsis, pues el equipo de Épale CCS en pleno quiso saber cómo hizo nuestro querido amigo y juglar para aprender a convivir para vivir en paz consigo mismo, con sus propios demonios internos y con su entorno. Esta nota-entrevista-recetario-manual de paz es, también, un obsequio para todas y todos nosotros, compañeros de labores de la revista, y para Mecha (nuestra amada Mercedes Chacín, madre de esta tierna criatura que ustedes leen). He acá esta composición, con letra de Estelita, y música de Jose Jose (no El Príncipe de la Canción, of course). Play: —¿QUÉ ES LA PAZ?

—Para mí la paz es poder desarrollar en calma los objetivos de la vida que uno se traza. www.epaleccs.info


09 En armonía con las otras personas, en armonía con la naturaleza. En respeto por ambas y en alegría. Complementarnos, integrar las luces y las sombras. —¿ESTÁS EN PAZ?

Estoy en paz, sí. Estoy en paz porque disfruto hacer. Esto me hace estar en plenitud conmigo, con mi entorno. Hay muchos traspiés, cosas que uno no comprende en la convulsa cotidianidad actual. Es cuestión de tiempo dejar que se repose la realidad. Desde la distancia de una canción, desde ese elemento de meditación que es la música, y el arte todo, poder volver renovado a la cotidianidad. —¿CUÁLES CIUDADES HAS VISTO MÁS Y MENOS EN PAZ EN EL MUNDO, EN TU PEREGRINAJE ESPIRITUAL A TRAVÉS DE TU VOCACIÓN?

—Las ciudades están hechas con las personas. Y las personas se juntan con sus similares, con quienes comparten intereses comunes. Entonces, más allá de ciertas ciudades y ciertos espacio-tiempos, hay seres que nos transmiten paz a pesar de lo que está sucediendo. La paz no tiene que ver con fronteras geopolíticas. Hay distintas capas, como la cebolla, de relacionamiento con el espacio que se habita. Simultáneamente, puede estar suscitándose la paz más integradora o la violencia más terrible. —EL FILÓSOFO INDIano JIDDU KRISHNAMURTI ADVIERTE QUE SOLO INTEGRANDO NUESTRA VIOLENCIA NATURAL ES POSIBLE LA PAZ EN EL MUNDO, ¿QUÉ OPINAS AL RESPECTO?

—Estoy totalmente de acuerdo. Estoy totalmente seguro de que eso es así. Las cosas más lindas que he podido levantar han sido precedidas por un sentimiento horrible de odio y de violencia. Primero, hacia mí mismo; y, luego, hacia el sistema en el que me ha tocado vivir. Después de tantos golpes he aprendido a reposar la rabia, y que esa emoción genere propuestas positivas y nutritivas

VERSO A VERSO

para mí y para mi entorno. —APARTE DE REPOSAR LA IRA, ¿QUÉ OTROS MÉTODOS EMPLEAS EN MOMENTOS EN QUE EL ENTORNO O TÚ MISMO TE AGREDEN?

—Jugar con los instrumentos. Jugar con el lenguaje que aprendí: la música. El juego me hizo hacer las canciones que hago. Cuando estoy rígido, no tengo flexibilidad. No puedo crear nada. Entonces, jugar con los elementos que tengo a mano (mis instrumentos) me ayuda a flexibilizarme, a soltarme. Mi realidad cotidiana con mis hijos me recuerda que mi objetivo es que ellos sean felices. Tener claro este propósito me devuelve mi alegría. De hecho, soy como un animalito ocioso. No tengo problemas en copiar, porque me reinvento (risas).

Poesía o Nada A principios de año el colectivo Ciudad Canción se opuso a la guerra inminente y alzó las velas en favor de la paz. Así, de la reunión de cultores y cultoras que forman parte de la agrupación surgieron poema y canción en torno a “La paz es ya”. Quien la haya escuchado no la podrá leerla sin darle el ritmo que la acompaña.

LA PAZ ES YA

—AQUÍ HAY ALGO VIOLENTO: AMIGOS NUESTROS DICEN QUE TÚ ERES UN COPIÓN, QUE TE COPIAS DE CALLE 13 (RISAS). ¿QUÉ PUEDES DECIRNOS AL RESPECTO?

—¿Dónde está lo violento? (risas)¿Qué me habré copiado yo de ese señor? Ellos sí se copian de mí (risas). —¿QUÉ MENSAJE DESEAS DARLE LA COMUNIDAD DE ÉPALE CCS (DE ANIVERSARIO, POR CIERTO)?

—Empezando por todas las personas que lo hacen posible, el mayor agradecimiento. Donde hemos leído tanta letra con profundidad, con irreverencia, con arte. Sin subestimar a quien la lee, Épale CCS ha creado un espacio. Acostumbramos a subestimar a quien lee. —¿CARACAS O MAGALLANES?

—¡Ninguno! ¡La caimanera de chapita! (más risas). Now listening: “Liberen a Prometeo” (https://www. youtube.com/watch?v=6UlJam-zZcE).

… Tu mano y mi mano son un [racimo La paz rompe cadenas y [avanza Porque ya no somos [fantasmas invisibles

pues somos la misma gente

Porque somos la esperanza [de otros miles

Tú y yo

que

sabemos [hablarnos

mirando siempre de frente Cuando no pude pararme solo viniste pronto al rescate Cuando aquel golpe te puso [triste juntos echamos pa’lante. Pusimos

sueños con [esperanzas

para abonar este suelo

La paz no espera, deshace [murallas Canto de mieles y abejas Es guarapo dulce que alivia el [quebranto cada corazón puño y colibrí No hay después después de la [guerra nadie regresa del fósforo Pisa el cuello del águila negra

Pusimos surco y semillas

caballo blanco

y le espantamos el duelo

...

de

hocico [altanero

Ahora que viene la floración

La patria es lo que somos

y con ella el grano y el pan

la paz nuestra verdad

la garra impía del poderoso

No es pa mañana ni pa [después...

es bueno es suelo y es bueno [el clima sepan también que no [dejaremos que nos arranquen la vida La patria es lo que somos la paz nuestra verdad

Caracas, 13 de octubre de 2019.

La paz es ya

Y que la voz un escudo sea

Ahora que tenemos claro que

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@_indiracarpio

Tú y yo somos parte de esto

nos quiere echar a pelear

Con música, creación e instrumentos José Alejandro Delgado trasciende la violencia

POR INDIRA CARPIO

No es pa mañana ni pa [después

La paz es ya. ~ Con las voces de Cecilia Todd, Ana Cecilia Loyo, Fabiola José, Luisana Pérez, Amaranta, José Delgado (de quien también es letra y música), Ernesto J. Navarro e Indira Carpio Olivo. El arreglo musical de Javier Marín. El es de Dariella Tello, Yanuva León, Libeslay Bermúdez, Carla Isea, Ivonne Thompson, Ana Cristina Bracho, Ernesto J. Navarro e Indira Carpio.

Edición Número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. ÉPALE CCS


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música

se clama y se baila al ritmo de la salsa brava Canciones como “Cari Caridad”, “Paz”, “Pueblo Latino”, y muchas otras, son ahora himnos que abogan por la unión y la armonía de los pueblos POR NATCHAIEVING MÉNDEZ • FOTOGRAFÍAs archivo

Larry Harlow

Como música de expresión popular la salsa ha servido de canal para que se escuche la voz del pueblo a favor de la unión, la justicia, la solidaridad y todos los valores necesarios para la sana convivencia. Que el mayor auge de este género haya ocurrido en la década de los 70, justo en tiempos de gran turbulencia mundial, no es casualidad, y eso se demuestra en muchas de las canciones que ahora son un himno de quienes abogan por la paz y los valores que la sostienen. Siendo la reina de las fiestas de los sectores humildes, no solamente este ritmo invita

al encuentro, la camaradería, el compartir: existen canciones cuya música contagia hasta el más tieso y lleva, en sí, un mensaje de reflexión que queda en el subconsciente colectivo y de cada bailador y bailadora.

evidencia especialmente en las canciones “Paz” (compuesta en la época de la guerra de Vietnam) y “Atájala”. Paz, / no quiero guerra, / queremos paz o Ay, ay, ay / la guerra se va acabar, sigan bailando.

Si comenzamos por casa, una de las canciones que llama al reconocimiento del otro para lograr la paz, sin duda, es “Una sola bandera” del compositor Pablo Álvarez y eternizada en la voz de Carlos “Tabaco” Quintana. Al ritmo de los metales, la percusión y la clave los venezolanos —Raquel y todo aquel— bailaron y corearon: Cuando Dios hizo el mundo dijo: “Todos en una sola frontera”; y, con esto, sacudiendo el cuerpo y marcando el un-dos con los pies la bailadora y el bailador alzaban su voz y movían su cuerpo para erradicar las diferencias históricas, fuente constante de guerras.

Otro que alzó su voz en contra de los conflictos bélicos que aquejaban al planeta durante los 70 fue Raphy Leavitt quien, en su canción “Soldado”, expresa las penurias de los jóvenes enviados a la guerra. La noticia se ha regado, / ¿qué cosa será? / La guerra de los callados. / ¡Preparada está! / Todo el mundo está enterado. / Confuso entonar. / La guerra mata al hermano / ¡sin discriminar!, dice la canción, la gente baila un clamor y eso queda en la memoria.

En esta misma línea, y con la voz potente del gran Pete “Conde” Rodríguez, a mediados de los 70 los melómanos repitieron el clamor del Tite Curet Alonso: Pueblo latino, / de cualquier ciudad o barrio, / únete que ha llegado la hora / de estrecharnos las manos / como protección, como protección (…) ¡Ay! únanse, por favor, /querido público oyente. / Para seguir así prefiero la muerte. Con una destreza que muy pocos han podido desarrollar, el maestro Curet, en esta y muchas otras de sus composiciones, no solamente supo combinar la armonía del pentagrama para crear las más pegajosas

Raphy Leavitt Edición Número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. ÉPALE CCS

Pete “El Conde” Rodríguez

melodías; además, marcó un hito en sus creaciones musicales, en las que resarcía la injusticia existente, atendía los problemas sociales y tocaba muchos otros temas que alentaban a la lucha y a la esperanza de un mundo distinto y mejor. En este recorrido a favor de la paz a través de la salsa no se nos puede quedar en el tintero el dominicano Lenin Francisco Domingo Cerda, Frankie Dante y la Orquesta Flamboyán, quien en sus canciones mostró su postura crítica y de ferviente oposición de la intervención norteamericana y el envío de jóvenes a la guerra. Este ideal pacifista se

La lista es larga y, antes de culminar, cómo no mencionar la ópera latina Hommy de “El Judío Maravilloso” Larry Harlow, que en la voz de Junior González resalta el tema “Cari Caridad”, en el que se implora a los santos africanos la finalización de la guerra de Vietnam. También cantantes como Joe Arroyo (“La guerra de los callados”) y orquestas como The Brooklyn Sounds (“Libre soy”) abogaron por la consolidación de una sociedad en la que la rumba se desarrolle en hermandad, libertad, paz y respeto, palabras que suena con la clave en salsa y, por ello, como expresión del humilde están presentes en cada guataca, encuentro, fiesta en la que este ritmo afrocaribeño sirva la mesa. Sigamos en paz la rumba, más na... ¡Saravá!

Tite Curet Alonso Caracas, 13 de octubre de 2019.

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CIUDAD

NUESTRO SINO La vocación pacífica del venezolano ha sido dramáticamente exigida en los últimos 20 años. Sin ella, difícilmente nos habríamos salvado de una explosión social de consecuencias profundas. Los expertos explican que forma parte de nuestra idiosincrasia, así como también nuestra rebeldía y sed de justicia POR MARLON ZAMBRANO Fotografías michael mata, jesús castillo y archivo

“… hospitalario, generoso, humano, decreto de Obama, el ataque a nuestra moderado, paciente, amigo de la paz y moneda, la “ofensiva final”, el atentado lleno de virtudes…”, nos describía José explosivo al presidente Maduro duranIgnacio Pombo en su informe del Real te un acto oficial y las amenazas púConsulado de Cartagena de Indias a la blicas y notorias de la administración Suprema Junta Provincial en 1810. Era Trump y el Grupo de Lima, en conniuna carta grandilocuente que, al igual vencia con la oposición radical del país que muchas que se conservan de antes —en gira por el mundo y en pleno dede la Guerra de Independencia, hacía sarrollo—, han intentado abrir, sin loreferencia a la idiosincrasia de los hom- grarlo, el boquete de la locura belicista bres y mujeres de estas tierras, con evi- en un país que enterró las lanzas en los dente admiraaños 60, cuanción. La paz se do la guerra de Asombra, sobre todo guerrillas quiso menciona, en muchos casos, revivir la épihoy, que Venezuela como un vértica libertaria. no haya entrado ce fundamental Por menos de en una vorágine de de nuestra actieso, la vecina ofensiva formal tud ciudadana. Colombia se sumió en una _ C i e r t a m e nt e , guerra interna eran los días de más de seis fundacionales décadas y miles de una lejana noción de venezolanidad de muertos, la ex-Yugoslavia se desinque 200 años después conserva, increí- tegró como nación unitaria luego de blemente, el sino de la fraternidad pese una violencia salvaje que se saldó con a los muchos factores que han querido pasmosos crímenes de lesa humanidad sembrar minas en el empedrado camino y el Medio Oriente se desangra, día a de la convivencia, en un país que tam- día, bajo el asedio higienizado de las bién destaca por la fiereza y rebeldía de potencias occidentales y su maquinasus gentes, “ese profundo espíritu libe- ria de muerte. ral” que nos atribuía Zúñiga Cisneros, deslumbrado frente a nuestro empeño Un analista y asesor político brasileño, heroico en las luchas independentistas Amauri Chamorro, intentaba en cierta de media América Latina. ocasión traducirlo, a ver si alguien en la esfera internacional lograba entenderAsombra, sobre todo hoy, que Vene- lo desde la comprensión convencional: zuela no haya entrado en una vorágine “No se puede ignorar que el chavismo de ofensiva formal, aunque existen sín- tiene experiencia acumulada tras sotomas de un estado de preguerra desde brevivir al golpe de 2002, la huelga pedistintas vertientes y de conformidad trolera y guarimbas muy violentas”. con el concepto de “guerra asimétrica” con que se explican las confrontacio- Lo que quizás no sepa Chamorro, y nes del siglo XXI. Intentos de encen- nadie que no esté empapado del alma der la llama abrasiva de la conflagra- convulsa de la venezolanidad, es que ción ha habido de sobra en los últimos la gente aquí se ríe de su tragedia cada 20 años, pero ninguno ha alcanzado el día, a punta de memes vertiginosos y fulgor definitivo que nos sumerja en chistes autoinfligidos, con la misma un inimaginable punto de no retorno. agudeza con que extrae fórmulas mágicas de la imaginación para procuEl golpe a Chávez de 2002, el paro pe- rarse el pan en un país maniatado por trolero, las guarimbas, la “salida”, el un novedosísimo estado de excepción www.epaleccs.info

Frente a la guerra asimétrica, la simetría la pone el pueblo en la calle

donde, al parecer, todo está permitido, incluso la guerra silenciosa.

¿CÓMO NOS VEN?, ¿CÓMO NOS VEMOS?

En su admirable trabajo de investigación, Ideología, alienación e identidad nacional, Maritza Montero hace un acopio de un siglo de impresiones propias y externas sobre las características del ser venezolano. En un apartado de con-

Caracas, 13 de octubre de 2019.

clusiones, se pasea por los principales rasgos positivos y destaca la opinión de Núñez de Cáceres, quien en 1823 señalaba que los venezolanos no eran rencorosos, perdonaban siempre y se mostraban magnánimos hacia sus enemigos. Consideración que afianzaba el propio Zúñiga Cisneros al advertir que la sociedad venezolana tiende hacia la democracia y la igualdad, y nuestros conflictos bélicos (Guerra de Independencia, montoneras,

Edición Número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. ÉPALE CCS


12 enemigo histórico, que no es otro que el comunismo comeniños, el socialismo ponzoñoso del siglo XXI, el chavismo, el presidente Maduro. Esta postura viene alimentada de ingentes esfuerzos por narrar nuestro acontecer cotidiano desde la derrota, administrando la desazón con un discurso apocalíptico que encuentra fácil penetración en el territorio de lo simbólico. Por eso, los esfuerzos optimistas y milagrosos son invisibilizados en los medios masivos de comunicación y en las redes sociales, mientras se imponen las postales del desastre, no como una circunstancia azarosa, sino como la razón de ser.

ALERTA CON LA CHISPA

El paro petrolero 2002-2003 fue el primer ensayo de guerra económica en el contexto de guerra no convencional. Salimos airosos

Guerra Federal) han sido planteados bajo ese signo. ¿Acaso destino? o ¿código impostergable de nuestro temperamento pacifista? Alexander Torres Iriarte, presidente del Centro Nacional de Historia, cree que aún faltan estudios históricos, sociológicos, antropológicos y hasta psicológicos para comprender cómo en este estado de desmoralización general, de desinstitucionalización del Estado y, sobre todo, de asedio económico criminal la gente se mantiene incólume y fiel a la paz. “Hay quienes se atreven a decir que tiene que ver con el fenómeno del 27 de febrero de 1989 que, hace 30 años, demostró que la solución en Venezuela no era por la vía violenta. No obstante, me atrevo a generar una hipótesis mayor: pienso que hay una madurez política del pueblo venezolano, proceso que experimentamos desde hace 20 años con la Revolución Bolivariana y que ha llevado a la gente a tener una postura más firme y cercana, desde el punto de vista político y social, a la Venezuela profunda”. Para Iriarte hay un nivel de criterio e intuición del pueblo venezolano, que reconoce que los responsables de la crisis que estamos viviendo son agentes foráneos junto a factores endógenos que no aceptan diálogo ni negociación ni profundización de la democracia. Al parecer, también hemos comprendido que “con la violencia perdemos todos, volvemos a la sinrazón, a la prehistoria, a la ley del más fuerte, y no a la posibilidad de respetarnos en la diferencia”.

Juan Carlos Ugueto, psicólogo con maestría en Relaciones Internacionales, advierte que incluso la gente se está dando cuenta de que las redes del Gobierno se siguen articulando, nucleadas alrededor de los consejos comunales, y las ayudas sociales siguen creciendo, a pesar de que son pequeñas y no alcanzan frente a la terrible escalada de la inflación y la devaluación. Considera evidente que el discurso de la oposición se ha venido deslegitimando por las últimas acciones del dirigente del ala extrema, Juan Guaidó, lo que ha desarticulado las intenciones de acción de fuerza que tiene calada en pequeños grupos exaltados. Psicólogo de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), nos hace una revelación en el ámbito de lo concreto: “La policía y el Gobierno se dieron cuenta de que debía hacerse un trabajo de inteligencia. De hecho, la UNES dedicó toda una promoción a formar policías para trabajar de encubierto, que se han infiltrado en muchos grupos y células organizadas desde la derecha, con un impacto efectivo sobre posibles operaciones violentas”.

Con la violencia volvemos a la sinrazón, advierte la historia

“Como que sí”, podría agregar cual- al adjudicarle el prestigioso premio inquiera. No parece lógico que en medio ternacional World Press Photo 2018 por de tanta conmoción pública, mediada y su aterradora gráfica de un opositor en alimentada por odios artificiosos cons- llamas durante las guarimbas de 2017, el truidos por la habilidad de ciertos arte- venezolano de a pie destierra de su imasanos del mal, la ginario semejanviolencia descarte extravío y se “Hay quienes se nada no se haya alía en la chamba apoderado de las atreven a decir que y en el bonche, calles. Por eso, tiene que ver con el en la construcaún escuchamos ción solidaria del fenómeno del 27 de desde el Goacontecer diario febrero de 1989”. bierno llamados que, últimamenal reencuentro, te, está plagado (Alexander Torres atendidos por de homéricos hiIriarte) algunos voceros tos de aguante. (los menos virulentos) de la opoNo todos desición. Por eso, sean la paz, obaunque al fotógrafo Ronaldo Schemidt viamente. Muchos apuestan a la guerra lo alzaran sobre un podio para elogiarlo, como una salida forzosa y definitiva del

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Caracas, 13 de octubre de 2019.

Otro elemento que asoma Ugueto en el gran tablero del terror es el descalabro de los esfuerzos desde el Grupo de Lima y el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), hasta los problemas internos de los gobiernos de EEUU y Argentina, pasando por los desaciertos de nuestros vecinos Colombia y Brasil, cuyas operaciones contra nuestro país (especialmente las mediáticas) se han derrumbado por su propio peso. Es así como la paz se ha mantenido a pulso, pero no sin efectos dolorosos. La situación actual, hija de las presiones internacionales, bloque financiero, boicot, saboteo interno, corrupción gubernamental, desaciertos y crispación política permanente, ha llegado a un extremo límite que parece insuperable. Es lo que el psicólogo clínico y psicoterapeuta Miguel Posani denomina “paz www.epaleccs.info


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La manipulación del cambio bolívar-dólar ha sido una poderosa arma en contra

triste”, en contraste con la otra paz, la contenta. “¿Por qué la gente no ha saltado? Bueno, son 20 años de escuálidos diciendo que esto es una dictadura y la gente se lo está creyendo, y hay miedo. Miedo a los malandros, al FAES, a los colectivos, y todas estas historias. Tal vez no se ha desarrollado nada porque no se ha iniciado la chispa precisa. ¿Cuál? No sé. Generalmente, después de que se enciende es que nos damos cuenta de cuál era. ¿Qué paz va a haber cuando no hay paz interior tampoco? La gente anda constantemente estresada, angustiada, somatizando los problemas. Tú puedes ponerme música clásica, pero eso no significa paz. Lo que hay es una inmensa angustia, a mi parecer”. “… el clamor de Venezuela es libertad y paz: nuestras armas conquistarán la Paz, y vuestra sabiduría nos dará la Libertad”, proclamaba en 1818 el Libertador Simón Bolívar, cuando ya la Guerra de Independencia había devastado a casi la totalidad del país. Los síntomas de una guerra velada están en la calle, alegóricamente, a partir de la ofensiva del sobreprecio, la escasez y

la crisis de los servicios públicos, además de las amenazas abiertas desde potencias extranjeras y naciones vecinas. Pero, en contrapartida, parecen vislumbrarse también los indicios de una resistencia heroica, movida por las pasiones básicas del ser venezolano que, desde tiempos inmemoriales, como destaca en su tratado Maritza Montero, expresa al menos tres rasgos positivos persistentes: el igualitarismo, el coraje y la generosidad. Sin duda, esa tríada se exhibe descarnadamente en la vía donde a veces, para algunos, resulta casi ofensivo el trapicheo de felicidad chancera en las esquinas licenciosas, donde se articulan la joda, el bochinche y la paz en medio del caos generalizado. Por algo Venezuela se erigió, por muchos años, como uno de los países más felices del mundo, medido meticulosamente. Parece que a veces nos cuesta entender, por un asunto de autoimagen y estereotipos, que por esa razón, quizás, no hemos traspasado definitivamente la frágil barrera que separa a la paz del fanatismo fratricida.

La tranquilidad y alegría cotidianas son las principales armas del ciudadano de a pie www.epaleccs.info

Somos pacíficos, pero también rebeldes y amantes rabiosos de la libertad

Los jóvenes optan por la cultura y la música en lugar de las armas y la violencia

Caracas, 13 de octubre de 2019.

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POEMA

Salvador Garmendia

ADRIANO GONZáLEZ LEóN

foto Enrique Hernández-D’Jesús

foto Enrique Hernández-D’Jesús

Un soplido sobre cincuenta flamas

¡KUIKAS!… ¡HERMANOS!

Al despertar una mañana en el día de mi cumpleaños, sabiéndome bien dotado de fuelles, todavía, soplé sin detenerme en la vejiga de los cincuenta años hasta que la inflé por completo. Entonces, ella se empinó como un rosado globo y comenzó a ascender en líneas recta llevándome agarrado al hilo; hasta que al poco rato, mientras nos alejábamos velozmente del suelo, el globo fue perdiendo en su exterior cualquier estigma de familia que hiciera posible su reconocimiento, ni aún por mis amigos más cercanos, y pasó a ser, a simple vista, una gota de caldo terrenal, borrándose juntos conmigo es la dispersión de las nubes. Al bajar la mirada desde esas alturas, observé que ni una sola aspereza recordaba el lugar de las aglomeraciones urbanas y los monumentos del empeño urbano. La luz, ese dominio tan virtual, libre de pensamiento ha distribuido en la superficie de la tierra toda sombra de destino masivo, y en ese mismo soplo le ha quitado de encima el polvillo del ego y el hormigueo de los cinco sentidos. Al reflexionar de una manera, sonrió con humildad sentado al borde de estos cincuenta años que acabo de cumplir, como si descansara en el filo de uno de esos días hogareños, duros como pretiles. Pero ahora sé que los años permanecen siempre verdes, oscurecidos solo en la superficie a causa de nuestros desdenes; pues su naturaleza errante, desmemoriada e inocente tiene su aldea en las nubes.

Yo pertenezco a una región venezolana donde los habitantes recibieron a los invasores con los brazos agitados, al grito de ¡Kuikas! que quería decir ¡Hermanos! Los conquistadores —todos los conquistadores suelen ser así— no entendieron ni los gritos ni los gestos. Mejor dicho, no tenían interés en ser hermanos. Habían llegado a una tierra pródiga en algodón, venados y vasijas. La violencia y el despojo crecieron sobre las hondonadas y los valles. Hubo depredaciones, ultrajes, muertes y fatigas. Después surgió una ciudad que tuvo siete mudanzas. Poco a poco se fue asentando la vida. Y se hizo válido el grito hospitalario de aquellos pobladores nativos. Por los caminos de la cordillera llegó un caballero agitando su capa roja entre las neblinas. Se llamaba Juan Rodríguez Suárez y venía huyendo del virreinato de Santa Fe. Las autoridades de Bogotá vinieron a buscarlo. Las autoridades de Trujillo no lo quisieron entregar. Y Juan Rodríguez Suárez se convirtió en el primer asilado político que registra la historia de América. Tierra de contrastes, plantas que prometen, la vida eterna, héroes, santos y demonios, Trujillo fue sede para la promulgación del Decreto de Guerra a Muerte, quizás una de las más violentas disposiciones en la lucha por la Independencia. Españoles y canarios serían pasados por las armas, aún siendo indiferentes. Hubo muchos desgarramientos y dolores. Los bandos parecían irreconciliables en el desenfreno y la sangre. Todo el país ardió. Sin embargo, en esa misma tierra donde se había iniciado la llamarada, el jefe patriota, Bolívar, y el jefe realista, Morillo, firmaron la paz. De nuevo resonaba el grito de los primeros habitantes. Por ello confió, aún en medio de las desolaciones y las matanzas, que siempre podrá surgir la llamada generosa: ¡KUIKAS!... ¡HERMANOS!

JUAN SáNCHEZ PELáEZ

ROMáN CHALBAUD

foto Enrique Hernández-D’Jesús

foto Enrique Hernández-D’Jesús

POEMA La selva roja murmura, murmura, y de repente es toda la realidad del corazón mi selva roja. Y ella que es un péndulo que oscila en el gemido, mi selva roja, y ella que exclama con saltos leves de dicha, mi selva roja, en la ruta que conduce hacia ese hondo bosque fuera de la tierra anónima nos deja estar en ninguna parte y olvidarnos, nos deja no resbalar en la cosa que se evapora, nos deja la mediúmnica voz de nuestra certidumbre, y en paz, sin magnos errores, mi selva roja. Edición Número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. ÉPALE CCS

¡Han disparado tantas veces y siguen disparando! El cuerpo herido de la paz resucita cada mañana con el aliento del hombre que despierta. Su amor le cura las heridas, cierra sus llagas y lava sus dolores. Le coloca en la boca el pan y la palabra llena de razones. La paz se yergue preparada para la batalla. (Textos tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven, Caracas, 1988) Caracas, 13 de octubre de 2019.

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TRAMA COTIDIANA

Así en la paz como en la guerra

BOLEROS QUE CURAN EL ALMA

“Conocí La Paz” POR Humberto Márquez ILUSTRACIÓN FORASTERO LPA

POR RODOLFO PORRAS / ilustración Henry Rojas

Toda las obras de teatro, hasta las muy malas, se basan en la búsqueda de ajustar algo, de alcanzar la calma que ese desajuste impide. Al igual que en la vida cotidiana, la búsqueda de la paz es un estado permanente. El mecanismo dramático propone que hay un momento, un estado anterior al desasosiego que mueve a los personajes a tratar de recuperarlo. Para ser sincero, yo no recuerdo un solo período de mi vida en el que disfruté de ese estado constante de sosiego, más bien me reconozco en momentos de excepción, en los cuáles celebro la armonía como un paréntesis siempre bienvenido; sin embargo, sigo añorando ese estado inicial de paz permanente que nunca ha existido. Se repite siempre que en Venezuela no ha habido una guerra desde que Gómez se instaló en el poder y los recurrentes enfrentamientos se acabaron. ¿Eso significa que Venezuela ha estado en paz desde ese momento? Durante el mandato de Gómez se desató una represión terrible, torturas, aislamientos, fusilamientos, propagación de la miseria y el fortalecimiento económico de los amos del valle y de otros hacendados que florecían a la sombra del dictador; además del otorgamiento de derechos económicos a las grandes empresas petroleras internacionales, estaba la explotación de nuestra gente y nuestro recursos. Cosa que se prolongó durante todo el siglo XX. Nadie puede llamar a eso un largo período de paz. Cuando Nora (la protagonista de Casa de Muñecas) inicia sus acciones, o Hamlet escucha el mensaje del fantasma de su padre, o Frondoso salva a Laurencia en Fuenteovejuna, o cuando los habitantes de Pueblo Viejo caen en el ensueño

tramposo del oro negro en El vendaval amarillo, o Pío Miranda explota y revela toda su miseria en El día que me quieras, o Edipo se da cuenta de su espantosa realidad, o cuando Tartufo quiere esposarse con Valeria, no estamos frente a un desajuste que viene de la nada o inaugurado por algún personaje. El drama es posible porque hay un desarreglo en el universo de los personajes y es lo que en realidad provoca el conflicto del que trata la obra. En otras palabras: no había paz, no había sosiego; había una estructura desajustada que termina por reventar. La guerra que estamos viviendo no se inicia con la llegada de Maduro a la presidencia, ni siquiera con el advenimiento de la Revolución Bolivariana comandada por Hugo Chávez. La injusticia, la opresión, la explotación humana, el saqueo de nuestras riquezas son estructuras que se instauraron hace más de medio milenio. Las características del desajuste y sus expresiones prácticas no han variado mucho en ese largo período. La guerra siempre ha estado y no siempre ha sido un enfrentamiento de dos Ejércitos, de dos grupos armados. Es un estado de sometimiento, de asedio, de imposición de procedimientos y líneas de poder. Quien se opone a los imperios económicos es atacado. ¿Añoramos la paz? Sí. Pero no a la ausencia de guerra. Esta nueva batalla por la justicia, la soberanía y la paz no es, ni será, sosegada. Y, cuando ganemos, tampoco nos van a dejar en paz.

La paz tiene tantos bemoles que siempre será bueno pensar cómo calza en las cosas del amor. Lo mejor: deberíamos pensar en aquella consigna de los 60, “amor y paz”, que traduce aquello de “hagamos el amor y no la guerra” del movimiento hippie. La otra era la de John Lennon, del inglés castizo: “All we are saying is give peace a chance”. Que, a su vez, se traducía como “todo lo que decimos es démosle una oportunidad a la paz”. Pero esa suena más a que paren las guerras, que es otra manera de cantar a la paz. Pero la paz más bonita del mundo es cuando uno se enamora, ese momento sublime cuando somos pacificados por el amor de una mujer. Es por eso que “Conocí la paz”, de Benny Moré —último bolero que compuso antes de morir—, es el que nos refresca esos sentimientos: Cuando a Varadero llegué conocí la felicidad. / Cuando a Varadero llegué todo fue verdad. / Recuerdas, mi bien, que encontré / tu gran amor sin maldad / y, cuando tus labios besé, conocí la paz. En el blog de Iván García encontramos que Tania Quintero nos refiere: “Estrenada en 1960, tres años antes de su muerte, ‘Conocí la paz’ bien pudiera convertirse en una especie de himno o música identificativa de Varadero. En su letra dice que cuando a Varadero llegó conoció la felicidad, todo fue verdad, su alma tuvo paz. En internet busco a ver si encuentro algún testimonio de cuando estuvo en el famoso balneario, o si existe un sitio que recuerde a esta leyenda de la música cubana”. No sabemos que consiguió Tania, pero Ecured reseña: “A principios de la Campaña de Alfabetización, Fidel Castro se entrevista con el Benny con el propósito de que actuara en el Anfiteatro de Varadero, donde todos los jueves se le brindaba a los alfabetizadores distintos espectáculos (...) Benny no faltó nunca los jueves, siempre puntual, amenizando el espectáculo, cumpliendo la palabra empeñada con Fidel”. En cuanto a un sitio que recuerde a esta leyenda existe El Benny Bar en Var-adero, jajajá.

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Plásticas

Jesús soto

Pintor (Ciudad Bolívar, estado Bolívar, 5-6-1923). Creador de la pintura cinética y del arte cinético. “Convierte en palpable materia de arte hasta la propia estrutura de que se vale” (Alfredo Boulton). Ha triunfado y expuesto en todo el mundo. Sus grandes éxitos se escenifican en el país y toda Europa. Gana premios nacionales e internacionales desde 1957 hasta ahora… y sigue: Caracas, Venecia, Argentina, Cali, Rímini, Francia, Puerto Rico, Unesco... Es vicepresidente de la Fundación Hispaven y un orgullo para el pueblo venezolano.

(Texto e ilustración tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven, Caracas, 1988) Edición Número Trescientos cuarenta y cuatro. Año 08. ÉPALE CCS

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Plásticas

LA VIDA ES JUEGO

La diplomacia del deporte

LUIS EDUARDO AUTE

POR GERARDO BLANCO / @gerardoblanco65 / ILUSTRACIÓN JUSTO BLANCO

Desde su origen en la Grecia antigua, el deporte es sinónimo de paz. El concepto mismo de tregua entre naciones en conflicto está consustanciado con la práctica deportiva. La idea de establecer un período de concordia y armonía nace cuando los reyes Liturgo de Esparta, Ífito de Élides y Cleóstenes de Pisa firmaron el primer acuerdo de la Historia de la Humanidad para cesar los enfrentamientos entre sus pueblos, y permitir que sus mejores atletas honraran a los dioses disputando los Juegos Olímpicos en santa paz. Prohibidos por su paganismo y sustituidos por el pan y circo de los gladiadores del Imperio romano, los Juegos Olímpicos y la idea de tregua caen en el olvido hasta que el renacer del deporte, a finales del siglo XIX, los hace florecer. El impulso incansable del historiador y pedagogo francés Pierre de Coubertin, con el apoyo del filántropo y millonario griego Evangelos Zappas, permitieron que las competencias de atletismo y combates de la Antigüedad renacieran en Atenas en 1896, con la participación de 241 atletas de 41 países del mundo. A partir de allí, el movimiento olímpico, junto al Comité Olímpico Internacional y los Comités Olímpicos Nacionales, han sido los grandes responsables de difundir por el mundo entero los ideales del olimpismo, que entre sus principales objetivos se encuentra “favorecer el establecimiento de

una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana”. La enorme influencia en la sociedad moderna del deporte y los atletas, convertidos en ídolos mundiales por la globalización de las comunicaciones y la exaltación de sus logros, también ha sido aprovechada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que, en 2013, designó al 6 de abril de cada año como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo de la Paz. Aunque el deporte es incapaz de evitar los enfrentamientos armados, sí puede apaciguarlos. Como ocurrió en 1969, cuando la sangrienta guerra civil que asolaba Nigeria vivió una tregua de tres días para disfrutar de la magia del Rey Pelé, quien, con el Santos de Brasil, realizó una serie de partidos amistosos en la nación africana. Tres años después el deporte también sirvió de puente cuando, en medio de la Guerra Fría, el presidente de Estados Unidos (Richard Nixon) y el líder de la Revolución China (Mao Zedong) se estrecharon la mano en un histórico encuentro en Pekín, propiciado por la llamada diplomacia de ping-pong, a través de la cual una delegación de tenismesistas estadounidense fue invitada a competir en China en 1971 como un acto de distensión entre ambas naciones. El deporte siempre será un camino recto para la paz.

(España, 1942). Pintor desde los 9 años. Durante el servicio militar empezó a componer canciones, como las inolvidables “Rosas en el mar” y “Aleluya número 1”. En 1969, en pleno éxito, se retira de la música para pintar durante más de cinco años, sin pausa. Es uno de los mayores vendedores de discos en España y un pintor de calidad, aunque la gente le acuse de dispersión. A sus 40 años ha conseguido un disco en el que se unen e interrelacionan su música, sus poemas y sus pinturas: “Templo”, la iconografía de la pintura religiosa transgredida a la relación hombre-mujer. (Texto e ilustración tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven Caracas, 1988)

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SOBERANÍAS SEXUALES

Plásticas

en la guerra no hay conquistas LGBTI

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LUIS CHACóN

POR marielis fuentes• @mardalunar / ILUSTRACIÓN JUSTO BLANCo

En medio de una guerra nadie gana, pero hay quienes pierden por partida doble. Hoy se conoce que durante el conflicto armado que ha padecido Colombia en los últimos 60 años, más de 2.345 personas LGBTI fueron víctimas de distintos tipos de violencias y crímenes de odio.

Dicho así, entonces para lograr el marco de derechos que necesitamos y exigimos, para poder avanzar en materia de dignidad y justicia trabajar por la preservación de la paz en nuestros pueblos es tarea de primer orden, y debe estar presente en la agenda de la lucha sexo-género diversa.

Las personas sexo-género diversas, por razones culturales, hemos sido históricamente relegadas. Los prejuicios y el odio contra nuestra población nos colocan siempre al filo de la navaja, en una guerra tenemos pocas opciones de salir ganando.

En los últimos años Venezuela atraviesa una guerra no convencional que el pueblo encara, día a día, en sus múltiples formas: psicológica, económica y mediática. Como parte del pueblo, las personas sexo-género diversas viven los estragos del período especial; sin embargo, al carecer aún de una política pública nacional que garantice el acceso, en igualdad de oportunidades, de las personas LGBTI al sistema público de atención social, levantado por el Gobierno Bolivariano, las consecuencias de esta guerra se acentúan en nosotres.

Después de la Guerra Civil Española, y durante la dictadura franquista, más de 5.000 homosexuales fueron presos políticos, miles desaparecidos y muchos más asesinados, entre ellos el gran poeta y dramaturgo andaluz Federico García Lorca, fusilado más por marica que por rojo. Ya, de por sí, nuestra comunidad está profundamente afectada por la precariedad, la violencia y la discriminación. En una guerra esta situación se agudizaría y las más afectadas serían las mujeres transgéneras y las lesbianas, a quienes además de la discriminación por identidad de género y orientación sexual se le sumaría la opresión por razones de género. Cuando se es marica, lesbiana, transgénera, no binaria o bisexual nuestro cuerpo es un objetivo bélico. Hay que tener muy claro el papel que se juega en la geopolítica mundial. No solo se trata de derechos individuales o meras reivindicaciones: nuestra lucha es política, por eso ser LGBTI y no saberse revolucionario es una profunda contradicción. Somos una comunidad que transgrede el viejo orden mundial, desafiamos los convencionalismos morales más ortodoxos. Una mujer que decide amar a otra mujer es fugitiva de los roles patriarcales, establece una ruptura subversiva antisistema. En estos momentos, donde se disputa el destino de la humanidad y de los recursos finitos del planeta, saber desde qué trinchera se va a resistir es prioridad: si del lado de las corporaciones y transnacionales, que lavan las caras de los Estados más guerreristas con el cuento del capitalismo rosa, o si del lado de la esperanza de la humanidad, la construcción del mundo multipolar y pluricultural.

No es un hecho fortuito que los Estados que en estos momentos están más interesados en desatar una guerra en contra de Venezuela sean, además, Estados que desprecian, incitan al odio y a la segregación por razones machistas, homofóbicas, racistas y clasistas. Estos grupos de poder de la derecha transnacional no solo buscan apropiarse de nuestros territorios, también optarán por imponernos sus órdenes morales, burgueses y fundamentalistas. Trabajar por la paz en Venezuela es ponerle una piedra de tranca a la reinstauración de normativas que penalicen el libre ejercicio de la personalidad o que normalicen la discriminación por orientación sexual, identidad y expresión de género. En la siembra por la paz cada mano pone su granito de arena, y nuestras organizaciones sexo-género diversas revolucionarias vienen abonando ese camino. Solo en tiempos de paz tendremos la calma para impulsar reformas legislativas, impulsar propuestas de reconocimiento social para las familias diversas y garantizar la vida. En la conquista de la revolución de paz sexo-género diversa habrá un cielo rojo donde las mariposas y las alitas partidas podrán libremente volar.

(Maracaibo, estado Zulia, 1927). Estudio en Maracaibo, Caracas, Barcelona (España), Madrid, Washington, Boston, Filadelfia, California y Chicago. Segundo oficial de la Marina venezolana. Jefe del Departamento de Artes Plásticas del Inciba. Profesor del Instituto de Diseño de Caracas y de la Escuela de Artes Plásticas de Valencia. Autor de los libros Historia del grabado en Venezuela y Quinta visión. 20 exposiciones individuales y muchas en grupo. Grandes reconocimientos: Premio Nacional de Dibujo y Grabado, Chevron, Arturo Michelena, Premio Nacional en Cagnes-surMer, Premio Las Artes Plásticas, etcétera. Sus obras extramuros son considerables: Radiación M-2, Satélites, Personajes. (Texto e ilustración tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven, Caracas, 1988)

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POEsía

CARLOS AUGUSTO LEóN foto Enrique Hernández-D’Jesús

CANTO POR LA PAZ No sé si exista un hombre que inclinado sobre el río indeciso de su sangre, al contemplar su rostro en el reflejo no vea la Paz escrita entre sus rasgos. Ni sé si existe acaso una muchacha que ante el lago tranquilo del espejo

DENZIL RIMERO

no ansíe la Paz en que han de contemplarla. Porque en la Paz, Amor abre sus alas.

foto Enrique Hernández-D’Jesús

Porque solo en la Paz nacen los besos. Porque solo en la Paz crecen los hijos y dan frutos los hombres y los árboles. Mas sé que existe, es cierto, sin embargo quien he echado en olvido hasta su sangre. Quiere engendrar cañones, que no hombres, y solo lleva aceite en las entrañas. Oigo su voz, la voz del odio en alto que quiere ver la Muerte hasta en su casa. Y sé que ha de perderse en el desierto. Ha de hundirse en el mar hondo y bastante. Vengo de un pueblo, sí, que fue la guerra para ganar, que no perder, su sangre. Yo vengo de Bolívar y su gente que por libertadora se hizo grande. Vengo de mi país, barco de piedra sobre un mar de petróleo conmovido.

su petróleo, sus hombres, ni su caña. Ni el mundo lo dará. Yo vi a los rusos sembrar sus campos y mover sus máquinas, alzar sus casas y decir sus cantos. La Paz, la Paz, cantaban sus ciudades. Del Kremlin vi en lo alto una paloma, los ojos claros y las blancas alas. Miré en París las gentes ateridas por el frío que sale de la Radio, por una hoguera fría y sin altura, con leña de periódicos alzada... Miré en París las gentes ateridas buscar calor en la palabra Paz

Mas sabe adónde va, mi barco-pueblo:

que el pueblo lleva escrita entre sus labios.

no a dar soldados para herir hermanos,

Desde el puente de Praga pensativo,

ni una gota del zumo de mi tierra

miré la Paz fluir como el Veltava.

para mover los tanques despiadados.

Y los hijos de Hus, ya sin la sombra

En toda la espaciosa y vasta América,

de la opresión, solo de Paz me hablaban.

no habrá ni un eco para el grito extraño.

Paz quiere el mundo, Paz ha de tenerla.

¡Cómo corre la sangre de mis pueblos!

Han de quedarse a solas los guerreros.

¡Cuántos siglos ha ya que va corriendo

Ríome ya del cañón en el vacío,

desde el foso profundo de las cárceles,

sin mano obrera que le dé la bala.

en batallar sin tregua por la tierra

Y el crucero surto en la bahía

y por la luz que lleva más adentro!

sin marinero que lo lleve al mar

¡Si está cayendo ahora, mientras hablo,

y sin petróleo para alzar sus garras.

en prisión, en tortura, en sufrimiento!

Quiero la Paz porque la quiere el Pueblo.

¡Si está cayendo ahora, gota a gota,

Quiero la Paz para escribir mis versos,

del surco abierto en la caliente entraña!

quiero la Paz para besar mi amada

Para su luz la copa de mi sangre.

quiero la Paz para mirar los hijos,

Al pueblo, a poco dar, doyle esta vida

para verlos crecer como las plantas.

que en alto y firmemente voy llevando.

Quiero la Paz que pueblan los amigos.

Para matar hermanos por el mundo,

Quiero la Paz creadora y terminante,

ni una gota tan solo de mi sangre.

quiero la Paz, la Paz sin apellido.

Para matar hermanos por el mundo,

La Paz que todo pueblo lleva adentro,

América no da café ni trigo,

con justicia, sin gritos y sin llanto.

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¡Ah, la Paz!, para que nuestros hijos puedan oír, sin horror, el estridular de las chicharras y el triscatriscar de los matos de agua y de los tuqueques limpiadores de casas; para que puedan mirar la luz de las estrellas sin miedo al Más Allá; para no sentirnos sojuzgados por el vozarrón de los más fuertes y poder determinarnos sin “contras” mercenarios pagados por senados extraños… Para amarnos. Para amarnos mejor, amiga mía en un lecho de flores, a la orilla de un río, o sobre cama recién hecha con sábanas limpias olorosas a afrecho y a miel y a pan que ahora sale del horno. ¡Ah, la Paz! ¿Para cuántos nos sirve?

(Textos tomados de Libro de la paz. Fundación Venezuela España. Ediciones Hispaven, Caracas, 1988)

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MIRADA

La perenne construcción el “nuevo orden mundial”, liderado por el imperio norteamericano, ha pretendido borrar del mapa AL PROCESO REVOLUCIONARIO. Luego de fallidos golpes de Estado, eeuu ha decidido tomar las riendas él mismo aplicando una guerra TOTAL, sin descartar la intervención directa. Y, para ello, necesita un estado de desestabilización interna, de precaria paz POR RODOLFO CASTILLO / FOTOGRAFÍAs archivo ILUSTRACIÓN FORASTERO LPA

Para entender el frágil estado de paz social que existía antes de la llegada del comandante Chávez al poder en 1999, sin duda, es necesario hacer un balance histórico que nos permita tener la claridad suficiente de lo que realmente significa eso que han dado en llamar “vocación pacifista del venezolano”.

atribuye finalmente la conquista de la paz. Solo que esta debe ir más que entrecomillada. Sin duda que durante su largo mandato se fue armando toda la filigrana estructural y estatal que mantendría un pacifismo moderado; por supuesto, la misma venía acompañada de la implementación de una feroz dictadura, como nunca antes la había sufrido el pueblo venezolano. Además, es imposible soslayar un dato, sin el cual hubiese sido imposible sostener su tiranía: el nacimiento de la Venezuela petrolera.

SALDO ROJO INDEPENDENTISTA

Innumerables veces hemos escuchado que la Guerra de Independencia de Venezuela fue de las más atroces del continente. Sin ánimos de hacer un estudio estadístico comparativo, a continuación exponemos algunos datos interesantes que reflejan hasta qué punto llegó el horror de aquella conflagración. “Luego de 13 años de conflicto armado se calcula que hubo aproximadamente 200.000 personas fallecidas a consecuencia de las batallas, además del brote de enfermedades y la escasez de alimentos que se tradujo en muerte por falta de comida” (batallashistoricas.com); si a este dato le anexamos la siguiente información, extraída de “La población de Venezuela: evolución, crecimiento y distribución geográfica” en Geografía. Enciclopedia Temática de Venezuela. Vol. 8 (1999): “Para finales del siglo XVIII la población de Venezuela era de 813.000”, tenemos que durante la guerra independentista murió 24,6% de la población, exceptuando las muertes por enfermedad y ausencia de comida. De todo este desolador escenario cabe destacar que en la mítica Batalla de La Victoria, y en palabras de Eduardo Blanco (Venezuela heroica, 1959), “en tres años de lucha, Caracas había ofrendado toda la sangre de sus hijos al insaciable vampiro de la guerra; hallábase extenuada, sin hombres que aprontar a la defensa de su invadido territorio; y al reclamo de la patria en peligro, solo había podido ofrecerle sus más caras esperanzas: los alumnos de

su universidad”; lo que quiere decir que dejó al siglo en ciernes en estado de orfandad de buena parte de los profesionales, mismos que habrían de construir la incipiente nación. No sé si nuestra guerra de Independencia haya sido la más sangrienta de toda América, pero sin duda sus secuelas hicieron de Venezuela uno de los países más pobres y atrasados del siglo XIX. Siglo que depararía otros perniciosos estados de beligerancia que irían en detrimento de la construcción de la patria.

“OLIGARCAS TEMBLAD,…

… ¡viva la libertad” rezaba el estribillo de la canción insignia de la Guerra Federal (1859-1863). La misma se dio porque las condiciones socioeconómicas y las diferencias acentuadas entre los grupos de poder y el pueblo mantuvieron el estatus que tenía antes de la Independencia. Guillermo Morón, en su libro Memorial de agravios (2005), sostiene: “El pueblo se descuajó en cinco años de ferocidad en la Guerra Federal descrita por Lisandro Alvarado en un largo escrutinio que debe formar parte de la biblioteca, si es que

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no la han expurgado, de Miraflores. El pueblo rindió la pacífica existencia de los siglos XVII y XVIII en cuarenta revoluciones, levantamientos y sustos hasta 1903”. Más allá de la obvia intencionalidad del autor (exponer a las centurias coloniales como la paz ideal y al Gobierno Bolivariano como exterminador de la memoria histórica), el saldo de desgracia que arrojó esta guerra, apenas 40 años después de haber librado la gesta de independentista, da cuenta del estado de precariedad de la Venezuela del siglo XIX: entre 150.000 y 200.000 muertos sobre una población de aproximadamente 1.800.000 habitantes, es decir, entre 8% y 11% de los venezolanos. Luego de esta conflagración fratricida, no se necesita ser un agudo analista para advertir la endeble condición social y económica del país, que lo convertiría en presa fácil de cualquier alzamiento febril, más aún cuando la anacrónica estructura de castas colonial persistía.

“BENEMÉRITA PAZ”

Al ascenso de Juan Vicente Gómez al poder, y su largo reinado de terror, se le

Caracas, 13 de octubre de 2019.

Al amparo de las grandes transnacionales del crudo —y a pesar de lo que la historiografía adeca quiso implementar (“Venezuela entra al sigo XX con 35 años de retraso”, por ejemplo)—, durante el gomecismo se edificaron un par de estructuras orientadas a alcanzar la pacificación: la Academia Militar de Venezuela (formación de profesionales en el área militar) y la construcción de la carretera trasandina (corredor estratégico que permitiría sofocar cuanta rebelión se presentara mediante la movilización rápida de los contingentes de la milicia). Otro elemento que cuajó en la percepción de una paz duradera fue la apología del gomecismo que hizo Laureano Vallenilla Lanz en su obra Cesarismo democrático, donde analiza la conformación de la sociedad venezolana, a la luz de la teoría positivista, y justifica la figura del caudillo autoritario como único ente capaz de regular y controlar el poder político en nuestro país, donde no percibía a un pueblo capacitado para el ejercicio del sistema democrático. A todas luces, al gendarme necesario lo alimentó el “ilustrado servil”. Sin embargo, sería en extremo mezquino evaluar ponderadamente los aportes que el ciclo gomecista legó a la historia del siglo XX: ni más ni menos que la www.epaleccs.info


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Al menos un cuarto de la población de Venezuela pereció durante la gesta independentista

Estrategia clave dentro de la guerra no convencional: guerra económica

creación de la Venezuela moderna. Una extensa semblanza de estos aportes la podemos observar en el texto Las luces del gomecismo de Yolanda Segnini.

-1989: ANNO DOMINI

Con el advenimiento del petróleo vino adosada una paz social —que tuvo su paréntesis en la lucha armada de los años 60—, que llegó al paroxismo del relajo durante la borrachera petrolera del “tá barato, dame dos” de los años 70. A lo largo de muchos años se vino fraguando una situación social donde las diferencias de clases se fueron agudizando de forma dramática y que adquirió visos de pavor a partir del Viernes Negro de 1983. Pero lo que auténticamente representó un punto de inflexión, un antes y un después de esa paz social fue la hecatombe política, social y económica que significó El Caracazo. Ese estallido social, espontáneo, sin caudillo ni dirigencia, reveló lo que era un secreto a voces: un sistema político-partidista que no daba para más; además de lo que tradujo como levantamiento de un pueblo contra las medidas neoliberales del FMI. Una vez más en nuestra historia, la paz social había fenecido. El resto de la convulsa década de los 90 es historia viva: par de rebeliones militares en 1992 y el ascenso al poder de Hugo Chávez en 1999.

1999: CONSTITUYENTE DE PAZ

Ante el evidente desgaste, y para evitar una guerra civil, Chávez lanza su primer decreto: el proceso Constituyente. Dentro de su aguda visión entendió que para edificar una paz verdadera era imprescindible la transferencia de poder a las bases populares. Y así lo sostiene la actual Carta Magna cuando contempla que nuestra democracia es “participativa y protagónica”. Obviamente, no www.epaleccs.info

El punto de inflexión, el antes y después: El Caracazo

es esa paz del agrado de los grupos de poder; entonces se desatan los demonios del golpe de Estado de 2002 y el Paro Petrolero 2002-2003. Ambos fracasos, aunado a un repunte de los precios internacionales del crudo, dieron lugar a la época dorada del chavismo: estabilidad política y paz social derivadas de un franco mejoramiento en la calidad de vida de los venezolanos, de la cual tan solo hacer mención de las cifras sería redundar. Esa calma chicha dará un vuelco de 180 grados a raíz del fallecimiento del comandante Chávez.

GUERRA TOTAL

Para decirlo en dos platos, la ecuación es simple (y, ahora sí, redundar hasta la náusea): debajo de nuestras pisadas se haya el reservorio de oro negro más grande de este planeta, mientras al mayor consumidor de combustible fósil se le augura un futuro de penurias energéticas. La amenaza de guerra es evidente: guerra económica, guerra financiera, guerra eléctrica, guerra paramilitar, guerra híbrida: guerra total.

El único escenario faltante es el bombardeo directo, que ojalá nunca ocurra. Pero considerando que la mayor potencia guerrerista de la Historia de la Humanidad jamás descansará hasta doblegar a la patria venezolana, la Independencia y soberanías alcanzadas solo se mantendrán mediante un proceso continuo de construcción de la paz, constructo que solo se alcanzará con justicia y equidad. Por supuesto, quedarnos en el mero eslogan sería pecar de extrema ingenuidad. Como toda dualidad guerra-paz —sobre todo en nuestro caso— está supeditada a lo económico, entonces, la primera batalla que hemos de ganar es la económica. Lamentablemente, los pasos que se dieron en ese sentido no han dado los resultados que todos esperamos… por ahora.

¿Y AQUÍ?, ¿ALLÁ?, ¿ACULLÁ?

Es imposible descontextualizar lo que sucede en Venezuela de la realidad internacional. EEUU, literalmente, le ha declarado la guerra al mundo. En el

Caracas, 13 de octubre de 2019.

La Rotunda gomecista: la paz de los muertos

actual estado de nueva Guerra Fría (no tan gélida) nuestro país juega un papel de primer orden gracias a sus reservas petroleras y por lo que ideológicamente significa: primer país que se revelo contra las políticas fondomonetaristas y primero que abrazo al socialismo luego de la disolución de la Unión Soviética. En el presente contexto de guerra mundial de baja intensidad los estadios de paz se asemejan más a la tranquilidad que a un escenario de paz como un absoluto. La espartana expresión de José Félix Ribas viene como anillo al dedo: “No podemos optar entre vencer o morir, ¡necesario es vencer!”. Venezuela, ante el acecho permanente del que es víctima, no le queda otra opción que hacer de su paz y de su tranquilidad una construcción perenne, eterna.

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EL RUMOR DE LAS BOLAS

POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: Justo Blanco

Minimanual para fumarse la pipa de la paz

Aunque a usted le molesta el humo, se la pasa con ganas de ver el mundo arder. De cualquier rincón saca un conflicto solo por el gusto de confrontar a otros y desviar la atención de lo verdaderamente importante. En medio de tanta turbulencia, le pido que se siente y que fume de la pipa de la paz. 1. Para ver las cosas con calma hay que sentarse a pensar. 2. La paz es como el oxígeno: solo se nota cuando falta. 3. Escuchar a los otros no significa estar

de acuerdo. 4. Conversar es una de las vías para tratar de solucionar un conflicto. 5. La paz no es color de rosa. Es una lucha constante. 6. El odio nunca vive en paz. 7. Ser pacífico no es ser tonto, más bien es todo lo contrario. 8. Aunque no le guste el humo fume cuanta pipa de la paz le pasen. 9. Trate de estar en paz con usted mismo. Esa tarea es la más ardua. 10. Lleve la fiesta en paz.

TUIT DE

pregunta de la semana

Sundandem dercide viduci ipiendelitemquiehfhgAtro quisqui quholuptaqui ne holuptaquipt holuptaquiptercide viduci ipiendelitemquiehfhgAtro quisqui quholuptaqui nholuptaquiptercide viduci ipiendelitemquiehfhgAtro quisqui quholu Paz: palabra corta y muy fácil de pronunciar, que necesita de muchísimas palabras largas y difíciles de pronunciar para poder existir. Bitas num estiehfhgAtur, ne pro quisqui quholuptaquiehfhgehfhgAtro quiduci ipiendelitemquiehfhgAtro quisqui quholuptaqui ne holuptaquipt holuptaquiptuisqui quholuptaqui ne holuptaquipt holuptaquiptercide vid

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Por qué no dejan a esa negra bailar en paz

Caracas, 13 de octubre de 2019.

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Punta de mulatos Estado La Guaira

Foto JesĂşs Castillo

Monumento a la paz (2017) MarĂ­a Centeno


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