Fotografías: Elías LÓPEZ
/ Orgullosamente Istmeña “Stephen King, autor de la novela Carrie, en su ensayo Mientras escribo, ha comparado a los escritores con los carpinteros, puesto que el escritor, como todo buen artesano, debe tener una buena caja de herramientas. Afirma que las herramientas del escritor son la lectura, el lenguaje, la atención a su entorno, la imaginación y el tesón. El escritor debe saber hacer un caldo muy sabroso con muchos ingredientes. Y el ingrediente fundamental es la palabra. Claro que no bastan las palabras, también hay que conocer y dominar las técnicas. Imprescindible será también el talento, la sensibilidad, la disciplina, la constancia, la inspiración, la imaginación y la lectura infatigable”.
Querida Ivone: Todos estos elementos fueron los que propiciaron la escritura de tu libro Orgullosamente istmeña: afinaste las condiciones previas, le robaste tiempo a tus horas de descanso, trabajaste, elaboraste, insististe, persististe. Y agregando más trabajo a tu diaria faena, lograste llegar a la meta. Hoy debutas airosamente con este libro, y lo has conseguido a plenitud con el dominio de las claves del relato, con una prosa amena, clara y coherente capaz de mantener en vilo a tus lectores, de principio a fin. A veces, lo haces valiéndote del lenguaje que habla la gente de tu pueblo –Ixhuatán-, el que aprendiste de niña. Y tal parece que lo escribes con instinto innato para la narración, así de fácil, al correr de tu pluma. Y con esto has querido mostrar al mundo la imagen de tu comarca istmeña y, específicamente la de sus mujeres, tal como tú las describes: cariñosas, defensoras de sus ideales y entregadas a su hombre; valientes, industriosas y nobles; luchadoras, de porte airoso y elegantes. Llama mi atención la forma en que englobas varios aspectos fundamentales que giran alrededor del tema central: lo histórico, económico y político; lo cultural, erótico y social; el lenguaje, el sentido del humor, la picardía de las mujeres, y la migración de extranjeros hacia el istmo de Tehuantepec que produjo el variado mestizaje entre sus habitantes. ¡Qué cosas tiene la vida, Ivone!... Que hasta hoy, no ha dejado de sorprenderme ese halo de misterio y magia que se produjo justo en el instante que observabas la obra de la maestra Justina Fuentes: la transfiguración de la protagonista del cuadro en tu
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