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Mapa 19. Sistema de asentamientos humanos, 2010

Mapa 19. Sistema de asentamientos humanos, 2010

Fuente: Centro Eure S.C. a partir de INEGI (2010). Catálogo de Integración territorial (ITER).

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III.4.2. Crecimiento histórico y tendencias de crecimiento

La fundación de Córdoba como ciudad se remonta al año 1618 cuando fue edificada como punto estratégico para evitar y/o reducir los asaltos registrados en la ruta de transporte de mercancías Veracruz-OrizabaMéxico. La medida tuvo como resultado la edificación de la ciudad-campamento con clara forma ortogonal. Para el año 1642 el paisaje de los alrededores de la ciudad se fue modificando debido a la construcción de las primeras haciendas o ingenios azucareros que exigían la deforestación de grandes superficies de tierra para destinarla a la agricultura de la caña; para el año 1791 la pequeña mancha urbana tenía una superficie de 54.65 hectáreas. (Ver mapa 20)

Desde su origen y hasta los inicios del porfiriato la traza urbana mantuvo un crecimiento lento y ordenado, pero con la construcción de las vías del ferrocarril en 1871 se modificó la dinámica urbana, ya que comenzaron a ocuparse terrenos que se localizaban fuera de la mancha urbana original, cerca del antiguo camino a Amatlán, al noroeste de la ciudad, y otro asentamiento a dos kilómetros del centro urbano, en terrenos del ingenio San Miguelito; en 1892 la superficie urbana ascendía a 225.59 ha. Para inicios del siglo XX se fundó la primera colonia cerca de las estaciones ferroviarias con hoteles, comercios, viviendas, etcétera.

Por la importancia económica que había adquirido la ciudad gracias a su ubicación geográfica, se perfilaba como uno de los centros urbanos agroindustriales más importantes del país, sin embargo, el trazo ferroviario diseccionó a la ciudad, impidiendo una adecuada interacción al interior. La mayor tasa de crecimiento poblacional en la historia de Córdoba se da en la década de los sesenta e inicio de los setenta donde, tanto la mancha urbana como el crecimiento poblacional se duplicaron; en 1975 la mancha urbana tenía una superficie de 1 mil 257.13 ha, y se dio inicio a un proceso paulatino de crecimiento disperso y fragmentado ante la carencia de instrumentos reguladores del crecimiento urbano.

De acuerdo con INEGI, para 1990 el crecimiento poblacional del municipio mostró claros signos de estancamiento, dejando atrás los grandes incrementos que había tenido en décadas anteriores. Sin embargo la mancha urbana no tuvo el mismo comportamiento y continuó expandiéndose a un ritmo mucho más alto que el de sus habitantes; ya para el año 2000 la mancha urbana se había expandido hacia el suroeste y en

dirección a Fortín y Amatlán de los Reyes haciendo más evidente la conurbación en integración de la ZMC; para ese año la superficie urbana del municipio era de casi 2 mil hectáreas.

Al año 2014, la distribución de los asentamientos humanos advierte la paulatina pérdida de centralidad de la ciudad de Córdoba y la fuerte tendencia de conurbación con el municipio de Fortín y la Zona Metropolitana de Orizaba, vía localidades periféricas. El área urbana de Córdoba se está expandiendo con muy BAJA DENSIDAD y de manera DISPERSA y FRAGMENTADA, provocando crecientes costos económicos al municipio por la introducción de infraestructura y a la población, por cuestiones de movilidad urbana. (Ver mapa 20)

El ritmo de crecimiento de la población en el periodo 2010-2014 no está siendo acorde con la dinámica de crecimiento de la mancha urbana, ya que mientras la población crece a una TCMA de 1.04%, el área urbana se expandió a 2.3%. Cabe mencionar que al interior de la ciudad existe una superficie de 237 hectáreas de vacíos urbanos (Ver mapa 26. Vacíos urbanos, 2014) que representan suelo subutilizado y que posiblemente está siendo sujeto a procesos de especulación del suelo, por lo tanto, la población de bajo nivel de ingreso se está asentando en las periferias, destacando algunas áreas del suroriente, una zona al poniente del centro y en la parte sur de la autopista México, DF-Veracruz, Ver.

En la distribución territorial se reconocen dos núcleos concentradores de población: al norte del centro (colonias México, Infonavit Santa Margarita, entre otras) y al poniente, en la periferia al sur de la autopista (colonias Córdoba 2000, El Maizal, Fraternidad, San Román y El Pueblito, entre otras).

El centro urbano registra una baja densidad, lo que sugiere ser más un sitio de atracción pendular por concentración de actividades económicas. El paulatino proceso de despoblamiento que está enfrentando la zona urbana más consolidada de la ciudad ha dado origen a la migración de población hacia la periferia urbana; los asentamientos precarios e irregulares asentados en zonas no aptas para el desarrollo urbano están siendo la constante en el modelo de ocupación que sigue el municipio de Córdoba.

La descentralización de la población hacia las periferias no está siendo exclusiva de la población de bajos ingresos ya que puede observarse que los grupos de mayores ingresos ocupan áreas del norte y unos pequeños espacios al sur del centro; las clases medias altas y medias aún están centralizadas, pero tienden a migrar hacia las periferias. Los valores ambientales y paisajísticos del noroeste de la ciudad lo han hecho atractivo para los asentamientos a modo de desarrollos campestres en dirección a Fortín, reforzando cada vez más la conurbación con este municipio.

El modelo de crecimiento periférico y anárquico de la mancha urbana es muestra de la carencia de instrumentos de planeación que regulen la ocupación del suelo, por lo que es indispensable construir una nueva forma de HACER CIUDAD, incluyendo la perspectiva metropolitana ante la falta de una política clara de desarrollo urbano tanto en el municipio de Córdoba como en Fortín, Amatlán de los Reyes y Yanga.

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