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Mapa 8. Hidrología superficial

mucho menor que en el acuífero de Cotaxtla, porque en el primero se asientan dos de las entidades que albergan a más de cien mil habitantes, de ahí que la extracción y utilización de agua sea mayor, y si bien no se registra déficit, es importante considerar medidas preventivas para evitar tal situación en el corto plazo.

Mapa 8. Hidrología superficial

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Fuente:Centro Eure S.C. con base en INEGI (2010). Conjunto de datos vectoriales de la carta de aguas superficiales. Escala 1:250,000. Serie I.

Problemática relacionada con el agua. Córdoba presenta una situación contradictoria en lo que respecta a la dotación de agua, pues a nivel regional se localiza en un área sin “estrés” hídrico, no obstante, la ciudad y su respectiva área urbana carece de agua en el sentido de que no hay fuentes de abastecimiento cercanas, dado que están fuera y relativamente alejadas.

Las dos fuentes superficiales de agua que atraviesan al municipio, Río San Antonio y Río Seco, están contaminadas: la primera por el vertido de residuos líquidos de origen doméstico de la ciudad, y la segunda trae contaminantes de los asentamientos localizados en la parte alta de la región, como es el caso de Chocamán.

A ello hay que agregar la contaminación derivada de la actividad productiva de las industrias azucareras y cafetaleras que vierten sus aguas residuales en los ríos que cruzan la ciudad, ya sea de manera directa o indirecta. Desde el auge de la industria en el municipio y hasta la actualidad se ha estado llevando a cabo un modelo de uso intensivo del agua de manera irracional, sin prevención ambiental que ya muestra signos de agotamiento.

Esto ha propiciado la generación de tres conflictos por el agua: La construcción del acueducto NogalesCórdoba-Orizaba (2000-2006); el proyecto Sierra del Gallego para llevar agua a comunidades de la zona baja y la ciudad de Córdoba (2000-2006), y el proyecto Bandera Blanca (2011-2013) para llevar agua del nacimiento del río Atoyac a comunidades de Córdoba, la ciudad misma y algunas comunidades de Amatlán (La Jornada Ecológica, 2013).

Sin restar importancia a otros conflicto de escala regional (Orizaba-Córdoba), el que se refiere a la Sierra del Gallego se considera como un evento que permite dimensionar la falta de una gestión integral del agua, como por ejemplo la elaboración de estudios específicos para dotar a las comunidades afectadas de la figura de “Pago por prestación de servicios ambientales” y foros de consulta para tomar en cuenta la opinión de los pobladores posiblemente afectados por la dotación de agua a la ciudad de Córdoba.

Lo anterior ha propiciado conflictos entre la población y las entidades de gobierno, por ello el presente programa de desarrollo urbano debe inhibir la expansión del área urbana actual, pues de lo contrario se intensificará el problema y la necesidad de dotar de agua a los nuevos asentamientos. Por otro lado, es importante generar los estudios necesarios para atender la problemática del vertido de aguas residuales en el Río San Antonio y Río Seco, así como identificar proyectos de captación de agua (por ejemplo de la niebla) y de tratamiento de aguas residuales.

III.1.6. Flora y fauna

La flora en el municipio forma parte de los elementos naturales que son importantes desde dos perspectivas: ecológica y económica. A partir de estos enfoques se fomentan bienes y servicios ambientales como la fertilidad de los suelos, hábitat de animales, diversificación de productos útiles en la vida del ser humano y purificación del aire, entre otros. La flora existente es variada y destaca la destinada como alimento como por ejemplo: calabaza, frijol, chayote, aguacate y col. Con respecto a plantas frutales existen los mangales, naranjos, zapote por mencionar algunos.

Con respecto a las especies arborícolas, estas se relacionan con la selva mediana subperenifolia, que se caracteriza por presentar un tipo de vegetación rico y exuberante, donde hay clima cálido y húmedo (cuya precipitación media anual es de 1,500 a 3,000 milímetros). Posee árboles cuya altura es de 15 a 25 metros y pierden sus hojas durante la temporada de sequía; entre los árboles que componen la selva mediana se encuentran el guanacastle, tepehuaje y palo de rosa.

El Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Córdoba deberá considerar la riqueza en lo que respecta a la flora y la fauna, pues Córdoba se ubica en una región que presenta características singulares en términos de elementos naturales, que de no conservarse y aprovecharse sustentablemente será dañada de manera irreversible; en la actualidad se ha visto afectada por el constante proceso de expansión del área urbana, situación que debe ser revertida en el plazo inmediato.

Áreas naturales de protección ecológica

En la Región VII, Las Montañas, se localizan dos Áreas Naturales Protegidas (ANP) de control federal. El Parque nacional Pico de Orizaba que incluye parte de los municipios de Mariano Escobedo, Calcahualco, Ixhuatlancillo, La Perla, Orizaba y parte del territorio del estado de Puebla; en suma, ocupa una superficie de 19 mil 750 hectáreas.

La segunda ANP se denomina Parque Nacional Cañón de Río Blanco, tiene una superficie de 55 mil 690 ha e incluye porciones de los municipios de Acultzingo, Atzacan, Aquila, Camerino Z. Mendoza, Córdoba, Chocamán, Fortín, Huiloapan de Cuauhtémoc, Ixhuatlán del Café, Ixhuatlancillo, Ixtaczoquitlán, Maltrata, Naranjal, Nogales, Orizaba, Rafael Delgado, Río Blanco, Soledad Atzompa, Tilapan y Tomatlán.

A nivel municipal, Córdoba no tiene decretadas zonas para la preservación ecológica de competencia local ni estatal, por lo que las zonas con valor ambiental localizadas en el municipio no están protegidas, lo que ha ocasionado que se vean afectadas por la acción del hombre. Un claro ejemplo es que la falta de medidas de protección y preservación de las zonas con valor ambiental del municipio ha propiciado que se den procesos de invasión de asentamientos humanos, por ejemplo la ocupación ilegal que se está dando sobre el Cerro de Colorines (al suroeste del municipio, en los límites con Fortín), donde actualmente se encuentran localizadas más de 100 viviendas en riesgo de derrumbe.

En Córdoba y el entorno regional donde se asienta existen recursos bióticos que deben conservarse, por ello es indispensable que haya un acuerdo intermunicipal para establecer las medidas y políticas de aprovechamiento, conservación y preservación de las áreas naturales; establecer y/o formular los estudios necesarios para identificar las superficies y características de las zonas que pueden decretarse como Áreas Naturales Protegidas, así como definir su respectiva administración y planes de manejo dos zonas que cuentan con las características para este fin son la Sierra del Gallego3 y el Cerro de Matlaquáhuitl4 .

III.1.7. Geología

En el municipio de Córdoba se localiza una falla geológica al norte de la ciudad en el Cerro de la Totola; este cerro tiene una topografía de pendientes elevadas y suelo tipo leptosol que corresponde a una zona montañosa. La falla se presenta en forma de grietas asociadas en su mayoría con placas ticónicas o bien de forma gravitatoria, las fallas no suelen ser solo una grieta en las rocas, sino una diversidad de fracturas que se originan por medio de los movimientos que se generan en la corteza terrestre.

A pesar de la existencia de una falla en el territorio municipal, esta no representa riesgo para la población debido a que se ubica en la zona montañosa y alejada del área urbana del centro de población de Córdoba.

III.1.8. Vulnerabilidad y riesgos

De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), los riesgos están ligados a las actividades humanas. Su existencia implica la presencia de un agente perturbador natural o generado por el hombre. Un riesgo tiene la probabilidad de ocasionar daños a un sistema afectable (asentamientos humanos, infraestructura, planta productiva, etc.) en un grado tal que constituye un desastre.

La vulnerabilidad es la susceptibilidad o propensión de los sistemas expuestos a ser afectados o dañados por el efecto de un fenómeno perturbador. Con base en lo anterior y con la finalidad de evitar desastres por riesgos naturales y por actividades humanas peligrosas, en el siguiente apartado se identifican tanto los elementos que constituyen una amenaza latente, como los espacios vulnerables.

Riesgos geológicos

Este tipo de riesgo se entiende como los eventos que tienen como causa las acciones y movimientos violentos de la corteza terrestre. En esta categoría se integran los sismos o terremotos, las erupciones volcánicas, los tsunamis o maremotos y la inestabilidad de suelo, también conocida como movimientos de tierra, los que pueden adoptar diferentes formas: arrastre lento o reptación, deslizamiento, flujo o corriente, avalancha o alud, derrumbe y hundimiento.

En el caso de Córdoba, se presentan los siguientes elementos de riesgo: (Ver mapa 9)

3 El uso de suelo predominante es el bosque mesófilo de montaña; en ella se localiza el cerro conocido como “De la Totola” que es cuidado localmente como reserva natural por el atractivo paisajístico que representa para los turistas que gustan de tener contacto directo con la naturaleza. 4 Se caracteriza por ubicarse en la zona de transición vegetal (ecotono) al bosque mesófilo de montaña.

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