Una mirada inicial y pragmática al pasado de las Relaciones Públicas, nos lleva a su conocimiento teórico primigenio, mediante una lógica difusa. Ahora, la misma mirada pragmática y aplicando nuestra lógica natural, sustentada en estos años profesando –contra viento y marea– las Relaciones Públicas, obtenemos con mayor claridad conclusiones teóricas que nos conducen –con convicción– a una evaluación epistémica integral para demostrar que las Relaciones Públicas es una ciencia o no.