RETEMA 266 Septiembre/Octubre 2025

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¿Qué tratamos en este número?

En la edición 266 Septiembre/Octubre 2025 de RETEMA ponemos el foco en los retos, soluciones y decisiones estructurales que marcarán la gestión hídrica durante la próxima década. Abrimos la edición con una amplia crónica de Future4 Water 2025, encuentro que, en su segunda edición, se ha consolidado como una cita destacada para la agenda del agua en España.

El bloque de reportajes analiza los grandes ejes de transformación del sector para el futuro. Abordamos cómo la digitalización está modernizando la gestión hídrica y cómo este salto tecnológico exige marcos sólidos de gobernanza y gestión del dato. Examinamos también el despliegue del PERTE de digitalización del agua, con especial atención a sus últimas convocatorias y a los proyectos que ya están acelerando un modelo de agua más resiliente. Además, sintetizamos las implicaciones de la nueva DTARU y las decisiones que España deberá afrontar para modernizar la depuración y el saneamiento. Completamos analizando las estrategias de ciudades como Barcelona, Elche o Palma para adaptar su gestión del agua frente al cambio climático, y ampliamos la mirada al contexto internacional con un reportaje sobre el papel estratégico de la desalación en la minería chilena.

El apartado de entrevistas reúne a algunas de las voces más relevantes del momento. Entre otros, conversamos con Conrado Íscar (FEMP) aborda el papel de los ayuntamientos en la sostenibilidad de la gestión del agua; Pedro Simón (ESAMUR) analiza el desafío técnico que plantea la nueva Directiva TARU; Fernando Cabello (AMB) reflexiona sobre la gestión integrada frente al cambio climático; y Marián Serrano (PTEA) destaca la innovación como motor de un sector más eficiente y conectado con la sociedad.

El número se completa con artículos especializados firmados por voces de referencia en el sector del agua en España. Más de 200 páginas para comprender hacia dónde se dirige la gestión del agua en España y en el ámbito internacional.

Griselda Romero, responsable de contenidos de RETEMA

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Depósito Legal M.38.309-1987 ISSN 1130 - 9881

Publicación impresa en papel bajo el sistema de certificación forestal PEFC procedente de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas y con tintas ecológicas a base de aceites vegetales. 100% reciclable al final de su vida útil.

José

Manuel

PROTAGONISTAS

Jorge Bonilla Hidrogea
Esther Torvisco Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
Mirian Fernández Aguas de Burgos
José Fernández EMACSA
Francisco Javier Fernández Canal de Isabel II
Conrado Íscar FEMP
María José Toledo Aigües i Sanejament d’Elx
Alejandro Ortiz Barcelona Cicle de l’Aigua
Jorge Olcina Universidad de Alicante
Jaume Femenias EMAYA
Fernando Cabello AMB
Víctor Pino diputado chileno
Denis Concha Antofagasta Minerals
Ivo Radic Vigaflow
Fernando Valero ATL
Javier Claros Ciclagua
Eduardo Ayesa Ceit
Marián Serrano PTEA
Marina Arnaldos Cetaqua
Antoni Munné ACA
J. González Universidad de Sevilla
L. Balcázar ICRA
Pedro Simón ESAMUR
Ruben Brandán SETA PHT

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TECNOLOGÍA

Monitorización de cursos de agua en tiempo real con sensores radar de VEGA

INVESTIGACIÓN

AITEX evalúa tecnologías para la eliminación de microplásticos y contaminantes emergentes en efluentes y lodos textiles

TECNOLOGÍA

WEG lanza los nuevos controladores PLC200

EVENTOS

Future4 Water 2025: construyendo el futuro del agua

44

TECNOLOGÍA

Amiscreen, la solución de Amiblu para el cribado de sólidos en redes de saneamiento urbano

TECNOLOGÍA

GS Inima lleva a escala real su tecnología patentada PROGRAMOX

46 INVESTIGACIÓN

INESCOP valoriza residuos de cuero en biocarbones mediante pirólisis

48 EN PRIMERA PERSONA

Cultura innovadora. Scientia potentia est

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ENTREVISTA

Entrevista a Marián Serrano Sánchez, Presidenta de la Plataforma Tecnológica Española del Agua

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62

70

TECNOLOGÍA

Mantenimiento avanzado y gestión integral de activos en el ciclo del agua: eficiencia, trazabilidad y modelo Rosmiman

REPORTAJE

Las nuevas fronteras de innovación que marcarán el futuro de la gestión hídrica

TECNOLOGÍA

Sistema de PVC corrugado Sanecor®, la solución más eficiente para la problemática actual de las redes de saneamiento y drenaje

72 EN PRIMERA PERSONA

Nuevos frentes de innovación en el sector del agua

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REPORTAJE

El viaje del dato del agua. Cómo la digitalización mejora la gestión hídrica en España

TECNOLOGÍA

ABISMO-GIS: inteligencia geoespacial para la gestión avanzada de redes y saneamiento

TECNOLOGÍA

Tratamiento de emisiones y olores en alcantarillados y estaciones de bombeo en aguas residuales

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TECNOLOGÍA

La planta de aguas residuales de Greenway optimiza su operación gracias a la mejora en la deshidratación de lodos 96

95 TECNOLOGÍA

¿Acero? No, mejor PRFV. La respuesta de Toro Equipment a los desafíos del agua

96 REPORTAJE

Cómo el PERTE está redefiniendo la gestión del agua en España

108 EN PRIMERA PERSONA

Desafíos en la ejecución de directivas europeas de gestión y calidad del agua en un marco de escasez y resiliencia hídrica

114 ENTREVISTA

Entrevista a Pedro Simón, Director técnico de ESAMUR

122 REPORTAJE

El nuevo ciclo del agua urbana: claves para cumplir con la Directiva TARU en España

138

142

144

ARTÍCULO

Combinar comunidades microbianas en un reactor biofilmplancton puede mejorar la calidad del agua tratada y apoyar la nueva normativa europea sobre aguas residuales

EMPRESA

El servicio unificado del agua, calidad e innovación para Melilla

EN PRIMERA PERSONA

Reforzando la regeneración y la reutilización del agua en España. De fuentes de agua no convencionales a complementarias

148

ARTÍCULO

Plan de gestión del riesgo del agua regenerada

154 EN PRIMERA PERSONA

Juntar ganas con canas

156

164

ENTREVISTA

Entrevista a Conrado Íscar, presidente de la Comisión de Políticas de Agua, Medio Ambiente y Economía Circular, Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)

EN PRIMERA PERSONA

La adaptación de la gestión del agua urbana en las ciudades ante el cambio climático

168 REPORTAJE

Ciudades que se adaptan: la nueva gestión urbana del agua frente al cambio climático

180

ENTREVISTA

Entrevista a Fernando Cabello, Director de Serveis del Cicle de l`Aigua en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB)

190 REPORTAJE

Sin desalación no hay minería

198 ENTREVISTA

Víctor Pino, diputado chileno

204

DIRECTORIOS

Antiguo frente a nuevo: indicador de nivel de agua y el moderno sensor radar de VEGA, VEGAPULS Air 41

MONITORIZACIÓN DE CURSOS DE AGUA EN TIEMPO REAL CON SENSORES RADAR DE VEGA

La provincia belga de Amberes implementa una red de sensores radar con tecnología IoT para mejorar la vigilancia de cursos de agua, anticiparse a sequías e inundaciones y optimizar la toma de decisiones.

Para estar perfectamente preparados ante períodos de sequía y los consiguientes bajos niveles de agua, así como ante inundaciones, el Departamento de Política Hídrica Integral de la provincia belga de Amberes ha optado por una solución IoT que permite monitorizar los niveles de agua en todo momento, incluso de forma remota. En este sistema, los sensores radar autónomos VEGAPULS Air 41 desempeñan un papel fundamental.

En 2019, la provincia de Amberes decidió poner en marcha una red estructural de medición para sus cursos de agua. La decisión de avanzar hacia el IoT respondió a múltiples factores. Actualmente, se han instalado 65 dispositivos de medición IoT, de los cuales 45 son sensores radar autónomos VEGAPULS Air 41. Ahora los datos recogidos en cada punto de medición se envían en tiempo real a una plataforma centralizada, desde donde es posible establecer valores límite y configurar alarmas automáticas para

cada curso de agua. De este modo, ante una sequía, el operador puede intervenir a tiempo —por ejemplo, limitando extracciones—, y si el nivel del agua se eleva rápidamente, se puede avisar con antelación a las autoridades de protección civil.

CONDICIONES EXIGENTES PARA UNA MEDICIÓN DE NIVEL EFICIENTE

Uno de los criterios fundamentales a la hora de seleccionar una solución

de medición adecuada es la fiabilidad de los datos obtenidos. En este caso, los sensores radar de VEGA se instalan principalmente en cursos de agua de categoría II no navegables, es decir, pequeños cauces de hasta ocho metros de anchura que, con frecuencia, presentan una vegetación densa o se encuentran en ubicaciones de difícil acceso. Estas condiciones suponen un entorno especialmente complejo para la instalación y el mantenimiento de los equipos, ya que existen múltiples factores que pueden provocar errores de medición o interferencias en la señal. A ello se suma la dificultad de intervenir de forma inmediata en caso de incidencia, lo que refuerza la necesidad de contar con sistemas robustos, autónomos y de alta precisión.

VENTAJAS DE LOS SENSORES

RADAR DE VEGA

La tecnología innovadora de los sensores radar de VEGA se presenta como una solución altamente eficaz en este tipo de entornos. Su reducido ángulo de apertura, de tan solo 8°, permite realizar mediciones precisas incluso en cursos de agua especialmente estrechos. Además, estos sensores son

insensibles a las reflexiones no deseadas y a las variaciones de temperatura, lo que garantiza una lectura estable en condiciones cambiantes.

Otra ventaja destacable es la ausencia de distancia de bloqueo, lo que permite detectar con exactitud incluso los aumentos repentinos y pronunciados del nivel del agua sin necesidad de instalar el sensor radar de VEGA a gran altura.

FACILIDADES OPERATIVAS CON LA TECNOLOGÍA RADAR IN SITU

Otra de las características más destacables del VEGAPULS Air 41 es su funcionalidad Bluetooth, que simplifica considerablemente las tareas de mantenimiento. Durante las mediciones de control o los ajustes necesarios, el personal técnico ya no necesita acercarse físicamente al borde de un puente ni acceder al cauce del río utilizando vadeadores o escaleras. Es suficiente con situarse en las proximidades del sensor e iniciar sesión de forma remota desde un smartphone.

COMUNICACIÓN MÓVIL CON SENSORES RADAR COMPACTOS

Para la provincia de Amberes, la solución debía ser no solo compacta, sino también totalmente autónoma, dado

El uso de la tecnología LoRaWAN permite que los sensores radar VEGAPULS Air 41 se suministren con baterías de reducido tamaño y una carcasa compacta

que muchas de las ubicaciones de medición se encuentran en zonas remotas. En este sentido, uno de los factores clave es la capacidad de la batería, que determina el tamaño del paquete necesario para alimentar los sensores de forma eficiente.

El sensor VEGAPULS Air 41 emplea LoRaWAN (Long Range Wide Area Network), una tecnología inalámbrica que permite una comunicación de gran alcance y bajo consumo energético, especialmente indicada para aplicaciones de Internet de las Cosas (IoT). Esta tecnología posibilita el uso de baterías compactas manteniendo una autonomía adecuada. La frecuencia con la que deben reemplazarse las baterías depende, principalmente, del intervalo de medición configurado, el cual puede ajustarse en función de las necesidades de cada aplicación, optimizando así el rendimiento energético del dispositivo.

PERSPECTIVAS DE FUTURO

La implementación de esta solución IoT en la provincia de Amberes representa un avance significativo en la gestión hídrica. Frente a los métodos convencionales de medición del nivel del agua —habitualmente complejos, laboriosos y sujetos a demoras—, la solución inalámbrica basada en sensores radar VEGAPULS Air 41 aporta beneficios determinantes.

Este sistema permite emitir alertas fiables y en tiempo oportuno tanto en situaciones de escasez como ante riesgos de inundación, facilitando así la adopción temprana de medidas preventivas. Dada su eficacia y precisión, está previsto que la red de medición estructural se amplíe en breve hasta alcanzar al menos cien puntos de control.

AITEX EVALÚA TECNOLOGÍAS PARA LA ELIMINACIÓN DE MICROPLÁSTICOS Y CONTAMINANTES EMERGENTES EN EFLUENTES Y LODOS TEXTILES

AITEX evalúa la eficacia de distintas tecnologías —como sistemas MBR con ultrafiltración, digestión anaerobia y vermicompostaje— para eliminar microplásticos y contaminantes emergentes en aguas y lodos procedentes de la industria textil.

La presencia de microplásticos en aguas residuales industriales plantea nuevos desafíos ambientales, especialmente en sectores como el textil, con alta carga contaminante. En este contexto, reducir su huella requiere tecnologías de tratamiento más eficaces. El estudio realizado por AITEX evalúa la eficacia de diferentes tecnologías para la eliminación de microplásticos (MPs) y contaminantes emergentes en aguas residuales y lodos procedentes de la industria textil. En particular, se analiza un sistema combinado que integra un biorreactor de membranas (MBR) con ultrafiltración (UF), digestión anaerobia y vermicompostaje.

Los microplásticos, definidos como partículas plásticas de menos de 5 mm, representan un riesgo ambiental y sanitario creciente, especialmente

en los efluentes de la industria textil.

La investigación se enfocó en disminuir su presencia tanto en el agua como en los lodos mediante distintas estrategias de tratamiento.

El sistema MBR+UF combina un tratamiento biológico con filtración por membranas y una etapa final de

ultrafiltración. En una planta piloto se evaluaron parámetros como pH, conductividad, turbidez, demanda química de oxígeno (DQO) y concentración de microplásticos (MPs) antes y después de cada etapa del proceso.

Los resultados obtenidos por AITEX mostraron una mejora significativa en

Tabla 1. Cuantificación de MPs en los diferentes procesos

Tabla 2. Cuantificación de los MPs en la digestión anaerobia

la calidad del agua: el pH se mantuvo estable, la conductividad se redujo en un 15 %, la turbidez en un 90 % y la DQO en un 50 %. En cuanto a los microplásticos, se logró eliminar un 90 % de las partículas, logrando la remoción completa de aquellas mayores de 2 mm y una disminución notable de las inferiores a 250 µm.

Estos resultados confirman que el sistema es altamente eficaz y adecuado para la reutilización del agua tratada. La tabla 1 muestra en detalle la cantidad de MPs en cada etapa del proceso.

En contraste, la digestión anaerobia, proceso biológico que descompone materia orgánica en ausencia de oxígeno, no consiguió reducir la concentración de MPs en lodos textiles. Las pruebas de Biochemical Methane Potential (BMP) mostraron un ligero aumento de MPs de 457 a 481 partículas/g, posiblemente debido a la fragmentación de partículas más grandes en menores.

Si bien se observó una variación en la distribución de tamaños, la digestión anaerobia no se considera actualmente una estrategia eficaz para la disminución de MPs en lodos textiles. La tabla 2 presenta la cuantificación de

MPs al finalizar el ensayo, tras 16 días de tratamiento.

Por su parte, el vermicompostaje, un proceso de biooxidación y estabilización de la materia orgánica mediante la acción conjunta de lombrices y microorganismos, arrojó resultados prometedores. Durante 120 días se evaluó la evolución de la concentración de fibras naturales y sintéticas en los lodos tratados.

Los análisis mostraron una reducción del 82 % en fibras naturales y del 39 %

AITEX I INVESTIGACIÓN

en fibras sintéticas, además de mejoras en las propiedades fisicoquímicas del compost final, considerado apto para su uso como biofertilizante.

Este método se perfila como una alternativa con potencial para la gestión de lodos con presencia de microplásticos, aunque aún es necesario evaluar su viabilidad técnica y económica a mayor escala. El gráfico 1 muestra la disminución progresiva de fibras naturales y sintéticas a lo largo del periodo de ensayo.

En conclusión, el sistema MBR+UF es la opción más eficaz para el tratamiento de aguas textiles, mientras que la digestión anaerobia no reduce significativamente los MPs. El vermicompostaje representa una alternativa prometedora para lodos, especialmente en la eliminación de fibras naturales, destacando la necesidad de estudios adicionales para su escalamiento industrial.

EVOLUCIÓN DE LA CONCENTRACIÓN DE FIBRAS POR SU NATURALEZA

Naturales Sintéticas

Concentración (MPs/g) Lodo inicial Vermi. 30d Vermi. 60d Vermi. 90 d Vermi. 120 d

El proyecto E-MICROPLAST cuenta con el apoyo de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, a través de IVACE (IMAMCA/2024/6).

TECNOLOGÍA I WEG

WEG LANZA LOS NUEVOS CONTROLADORES PLC200

WEG amplía su familia de controladores con el PLC200, un dispositivo compacto y de alto rendimiento diseñado para pequeñas y medianas instalaciones, con conectividad integrada, capacidad de expansión y bajo consumo energético.

WEG, líder mundial en automatización industrial y equipos eléctricos, ha lanzado el PLC200, la última incorporación a su gama de controladores lógicos programables (PLC). Este equipo está diseñado para mejorar el control de automatización en pequeñas y medianas empresas de una amplia gama de sectores, como la fabricación, el control de procesos, el embalaje o las infraestructuras. El PLC200 destaca por su diseño com -

pacto y su hardware de alto rendimiento, que ofrece modularidad, escalabilidad y conectividad inteligente en un formato optimizado.

Ya disponible a nivel global, el PLC200 combina un procesamiento rápido, capacidad de expansión modular y conectividad de red integrada en una unidad compacta, eficiente y fácil de implementar. Su arquitectura intuitiva y la compatibilidad con la gama de productos de automatización de WEG le confieren versatilidad y eficiencia en entornos de control de pequeño y mediano tamaño.

El equipo funciona con una alimentación de 24 VCC y está equipado con un procesador ARM Cortex M7 de 400 MHz, lo que garantiza tiempos de respuesta rápidos, alto rendimiento y eficiencia energética, incluso en condiciones exigentes. Dispone de ocho entradas digitales y cuatro salidas digitales en formato plug-and-play, junto con hasta cuatro entradas de doble canal de alta velocidad, que alcanzan los 150 kHz para operaciones sensibles al tiempo.

El diseño plug-and-play del PLC200 simplifica la instalación y el mantenimiento, mientras que la compatibilidad con los módulos RUW100, PLC410 y

Con conectividad

Modbus TCP, EtherNet/IP y CanOpen, el PLC200 facilita la integración en redes industriales modernas

PLC500 de WEG garantiza un enfoque flexible y rentable de la automatización.

Diseñado para permitir la conectividad con las redes de comunicación industriales modernas, el PLC200 es compatible con el protocolo de control de transmisión Modbus (TCP) y EtherNet/IP (protocolo industrial Ethernet) a través de su puerto Ethernet integrado. Además, la versión PLC201, que comparte todas las demás características de la serie PLC200, es compatible con el protocolo de comunicación CanOpen. Toda la gama cuenta con certificaciones CE y UKCA, cumpliendo los estándares internacionales de seguridad y calidad.

Una de las características más valoradas del PLC200 es su compatibilidad con expansión local: el dispositivo admite hasta ocho módulos de expansión, lo que permite a los usuarios personalizar la configuración de entradas y salidas digitales y analógicas, incluyendo sensores de temperatura como termopares o RTD (detectores de temperatura por resistencia).

El PLC200 es totalmente programable a través del software WPS ® de WEG, una herramienta para programar, supervisar y configurar equipos de automatización. Es compatible con los lenguajes Ladder Diagram (LD) y Structured Text (ST), en línea con la norma internacional IEC 61131-3. Diseñado para un desarrollo intuitivo y una depuración rápida, WPS ® agiliza los flujos de trabajo y aumenta la productividad. El software WPS ® se puede descargar gratuitamente desde la página web oficial de WEG y se actualiza periódicamente para garantizar un rendimiento y una compatibilidad óptimos.

WEG www.weg.net =

Estamos comprometidos con la evolución continua de nuestra gama de PLC en línea con las tendencias emergentes del mercado. El lanzamiento del nuevo PLC200 subraya el firme compromiso de WEG de ayudar a las industrias a reducir significativamente el consumo de energía y a comprometerse con prácticas más sostenibles.

Joan

FUTURE4 WATER 2025 CONSTRUYENDO

EL FUTURO DEL AGUA

FUTURE4 WATER 2025

FUTURE4 WATER 2025 REUNIÓ A ALGUNAS DE LAS PERSONALIDADES MÁS INFLUYENTES Y ENTIDADES LÍDERES DEL SECTOR PARA ABORDAR

CUESTIONES CAPITALES SOBRE EL PRESENTE Y EL FUTURO DEL AGUA. EN

ESTA CRÓNICA, REPASAMOS LOS MOMENTOS MÁS RELEVANTES DE ESTE ENCUENTRO, CONSOLIDADO EN SU SEGUNDA EDICIÓN COMO ESTRATÉGICO

PARA LA AGENDA DEL AGUA EN ESPAÑA.

Avanzar hacia un modelo sostenible de gestión del ciclo del agua no es ya una opción, sino una necesidad urgente ante un contexto climático, normativo y social cada vez más exigente. Con esa convicción, más de un centenar de profesionales se dieron cita en Future4 Water 2025, un encuentro concebido como espacio de reflexión, diálogo y acción compartida entre los principales actores del sector.

Celebrado el 16 de octubre en la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid y organizado por RETEMA y conducido por la periodista de ciencia y colaboradora de RETEMA, Patricia Ruiz Guevara, el foro reunió a más de una veintena de ponentes de primer nivel procedentes de administraciones públicas, operadores, centros tecnológicos, universidades y empresas líderes. Juntos abordaron los grandes desafíos del ciclo urbano del agua y exploraron soluciones reales para avanzar hacia un modelo más resiliente, eficiente e inclusivo.

A través de dos diálogos estratégicos y cuatro paneles temáticos, la jornada permitió conectar visiones, compartir aprendizajes y abrir debates clave sobre digitalización, economía circular, inversión, innovación y gobernanza. Una cita que, en su segunda edición, vuelve a consolidarse como referente para pensar el agua del futuro desde el presente.

El evento arrancó con las palabras de bienvenida de Alberto Casillas, director de la revista RETEMA, quien subrayó la vocación de Future4 Water 2025 como un punto de encuentro estratégico para reflexionar colectivamente sobre el presente y el futuro del agua. E En su discurso, Casillas definió el evento como un punto de encuentro concebido para reunir a todos los agentes que trabajan, desde distintos ámbitos, por un modelo hídrico más sostenible, resiliente e innovador.

Agradeció la presencia de autoridades, expertos y empresas patrocinadoras, y remarcó el papel esencial del conocimiento compartido, la innovación tecnológica y la colaboración

multisectorial como ejes fundamentales para avanzar.

Durante su intervención, Casillas recordó el papel de RETEMA como medio técnico especializado y comprometido con el avance del sector a través de la difusión del conocimiento y la visibilidad de los proyectos que lo transforman. Destacó, además, que el evento se desarrollaría en torno a los principales vectores de transformación del ciclo integral del agua: digitalización, economía circular, planificación e inversión, innovación tecnológica y, en general, el fortalecimiento de la resiliencia hídrica ante los efectos del cambio climático y las nuevas exigencias normativas.

En este sentido, advirtió que “nos encontramos en un punto de inflexión para el sector del agua”, y que solo será posible garantizar el acceso universal, seguro y eficiente al recurso si se logra “una mirada integral, una estrategia compartida y voluntad de transformación”, concluyó, dando paso a las intervenciones institucionales que abrieron oficialmente la jornada.

Future4 Water es un foro en el que tender puentes, estrechar colaboraciones y fortalecer alianzas que nos permitan definir el camino y construir, juntos, el futuro del agua”

Alberto Casillas, director de RETEMA.

VISIÓN

INSTITUCIONAL PARA EL FUTURO HÍDRICO

Esta segunda edición de Future4 La jornada fue inaugurada oficialmente por Rafael García, viceconsejero de Medio Ambiente, Agricultura y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, y por María Dolores Pascual, directora general del Agua del MITERD. La presencia de ambos representantes institucionales sirvió como muestra del firme compromiso de las administraciones públicas con los grandes desafíos que enfrenta

el sector hídrico, así como del papel clave de la colaboración interinstitucional y multinivel para afrontarlos de forma eficaz.

Durante su intervención, Rafael García subrayó el valor estratégico del agua en todas sus dimensiones: como recurso esencial, como motor del desarrollo económico y social, y como base del crecimiento urbano y territorial. El viceconsejero articuló su intervención en torno a cuatro pilares fundamentales sobre los que debe construirse el futuro hídrico: planificación a largo plazo, inversión estruc-

tural, digitalización e innovación, y gobernanza colaborativa.

Sobre el primer eje, defendió la necesidad de anticiparse a fenómenos como sequías o lluvias extremas, evitando decisiones reactivas y apostando por herramientas predictivas que refuercen la resiliencia del sistema. En cuanto a la inversión, García anunció que la Comunidad de Madrid está ejecutando la mayor inversión hídrica de su historia, con más de 2.000 millones de euros comprometidos a través del Plan Estratégico 2530, destinados a modernizar infraestructuras, mejorar

El futuro del agua se construye sobre cuatro pilares: buena planificación, inversión en infraestructuras, innovación y digitalización, y un modelo de gobernanza con la ciudadanía.

Rafael García, viceconsejero de Medio Ambiente, Agricultura y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.

el servicio y prepararse frente al cambio climático.

La apuesta por la transformación digital se está concretando en actuaciones como la instalación de 950.000 contadores inteligentes con tecnolo -

Nuestro país tiene una experiencia en gestión del agua que nos ha dado un marco regulatorio y un sistema institucional robusto, con fundamentos suficientemente potentes como para enfrentarnos a los retos del futuro.

gía NB-IoT, la incorporación de sensores y sistemas de inteligencia artificial en la red y la próxima creación de un centro de excelencia en agua y energía en la EDAR de Arroyo Culebro. Este centro integrará tecnologías como energía solar, biogás, hidrógeno verde y metano sintético, y aspira a convertirse en un referente europeo de economía circular.

Finalmente, el viceconsejero defendió la necesidad de avanzar hacia una autoridad nacional del agua que permita una mayor coordinación y eficiencia en la toma de decisiones, reforzando la cooperación entre administraciones, el diálogo público-privado y la implicación ciudadana.

Por parte del Gobierno central, María Dolores Pascual, ofreció una visión global sobre los desafíos estructurales del sistema hídrico y las claves para avanzar hacia un modelo más resiliente y sostenible. Abrió su intervención reclamando mayor visibilidad para el agua en el debate público, político y mediático, recordando que, pese a los logros alcanzados, sigue sin ocupar el lugar que merece.

María Dolores Pascual, directora general del Agua del MITERD.

Subrayó que España ha sido pionera en ámbitos como la desalación, la reutilización, la modernización del regadío o el desarrollo normativo, pero advirtió que los retos actuales —desde el cambio climático hasta la creciente presión sobre los recursos— exigen rediseñar el modelo con visión de futuro. “La transformación del sistema debe ser profunda”, afirmó, señalando como prioridades el impulso a la digitalización, la sostenibilidad financiera, unas infraestructuras adaptadas al clima y una gobernanza más cooperativa y corresponsable. Valoró el papel catalizador de los fondos europeos, especialmente del PERTE del ciclo del agua, pero advirtió que tienen fecha de caducidad: “Hemos dado un salto cualitativo, pero en julio de 2026 finalizan. Necesitamos

saber qué modelo sostenible queremos construir”.

En el ámbito de la planificación e inversión, apuntó que España deberá movilizar más de 24.000 millones de euros para cumplir con la nueva Directiva de Aguas Residuales Urbanas, lo que requerirá nuevas fórmulas de financiación y mayor cooperación público-privada. Cerró su intervención apelando a consolidar las fortalezas del sistema español —una administración comprometida, un marco normativo sólido, empresas punteras y profesionales altamente cualificados— para construir un modelo hídrico preparado para los desafíos del presente y del futuro.

CONSTRUYENDO

UN PROGRAMA TÉCNICO

PARA ABORDAR LOS GRANDES

RETOS DEL AGUA

La jornada se estructuró en torno a dos diálogos estratégicos y cuatro paneles de debate técnico, diseñados para ofrecer una visión integral sobre los principales retos de la digitalización en el sector del agua en España. A lo largo de la sesión, se combinaron reflexiones de alto nivel con experiencias operativas, análisis normativos y casos concretos de aplicación tecnológica, configurando un espacio de intercambio riguroso y transversal.

Los diálogos estratégicos permitieron conocer de primera mano la visión de dos actores clave en la transformación digital del ciclo del agua: ACCIONA, desde la perspectiva de una gran compañía global comprometida con la innovación, y FACSA, con el foco puesto en los efectos del cambio climático y la resiliencia hídrica. Ambos encuentros ofrecieron claves para entender cómo se están integrando las nuevas tecnologías en la planificación, la operación y la gobernanza del agua, y subrayaron la urgencia de actuar con una mirada estructural, preventiva y colaborativa. Por otro lado, los cuatro paneles de debate abordaron de forma comple-

mentaria los grandes vectores de transformación del ciclo urbano del agua: la digitalización, la economía circular, la planificación e inversión, y la innovación tecnológica. Cada mesa reunió a responsables públicos y privados para compartir experiencias, identificar obstáculos y debatir soluciones. Se puso sobre la mesa la urgencia de adaptar marcos normativos y financieros, escalar tecnologías probadas, incorporar nuevos perfiles profesionales y reforzar la colaboración interadministrativa y con el tejido empresarial. En conjunto, los paneles permitieron construir una visión sistémica, crítica y propositiva sobre los desafíos que afronta el sector.

DIGITALIZACIÓN

COMO

PALANCA DE EFICIENCIA Y ANTICIPACIÓN

El programa técnico arrancó con un primer panel centrado en uno de los grandes vectores de transformación del sector: la digitalización. El debate reunió a tres voces clave del panorama institucional y operador, que compartieron el punto de madurez digital de sus organizaciones y cómo la tecnología está ayudando a mejorar la eficiencia operativa, anticipar decisiones, optimizar recursos y reforzar la calidad del servicio.

Esther Torvisco, subdirectora de Gestión de Activos del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, explicó cómo la digitalización forma parte estructural del modelo operativo de la entidad desde hace décadas, permitiendo ofrecer un servicio homogéneo, eficiente y automatizado a más de un

millón de personas en un territorio amplio y diverso. Esta integración temprana ha sido clave para gestionar un crecimiento constante —con la incorporación progresiva de hasta 98 municipios— sin perder eficiencia ni capacidad de control.

Según destacó, la digitalización actúa como “una infraestructura previa”, imprescindible para conocer el estado real de las instalaciones y orientar decisiones de inversión, renovación y planificación. “Nos da luz sobre hacia dónde dirigirnos”, señaló, insistiendo en que el valor del dato radica en su capacidad para generar conocimiento útil.

Entre los avances recientes, subrayó el desarrollo de un lago de datos unificado —impulsado a través del PERTE— que integrará información procedente de toda la cadena del agua. También advirtió sobre retos operativos clave, como la rotación de

equipos técnicos, la sobrecarga de las asistencias o la necesidad de reforzar la ciberseguridad en entornos OT e IT.

Intervino también José Luis López, jefe de División de Transformación Digital de EMASESA, detallando la ambiciosa estrategia de digitalización emprendida por la empresa pública metropolitana de aguas de Sevilla, con un horizonte a diez años y una inversión prevista de 50 millones de euros hasta 2032. El proceso arrancó en 2019 como una apuesta estratégica y se activó plenamente en 2021 con el despliegue de proyectos habilitadores como la sensorización avanzada, la telelectura —implantada ya en el 76 % del parque de contadores— o un data lake corporativo.

Entre los hitos más relevantes, López destacó la implantación de un gemelo digital de la red de abastecimiento, con 138.000 nodos y capaci -

CONSTRUYENDO EL FUTURO

dad de simulación en tiempo real, así como el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial para la detección de fraudes, fugas y mejora del rendimiento hidráulico y energético. Más allá de la tecnología, subrayó la importancia de acompañar el cambio con una transformación cultural real. Para ello, EMASESA ha creado una Oficina de Transformación Cultural con un plan a cuatro años basado en formación, liderazgo transversal y trabajo interdepartamental.

Finalmente, advirtió sobre los riesgos de fragmentación tecnológica, la necesidad de estándares abiertos y la urgencia de reforzar la ciberseguridad desde la raíz de los sistemas, especialmente en entornos OT. Con más de 40 proyectos activos y nuevas líneas como BIM, RPA o inteligencia artificial generativa, EMASESA apuesta por una digitalización con visión a largo plazo, donde personas,

Queremos saber hacia dónde dirigirnos, qué infraestructuras renovar, dónde invertir. Eso requiere datos, pero sobre todo conocimiento.

Esther Torvisco, subdirectora de Gestión de Activos del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.

La transformación digital se sustenta en tres pilares: personas, procesos y tecnología. Si uno falla, todo se tambalea.

José Luis López, jefe de División Transformación Digital de EMASESA.

Digitalizar no es solo instalar sensores: es entender qué datos necesitamos, cómo los vamos a usar y cómo los vamos a integrar en la toma de decisiones.

Vanesa Mateo, directora general del Agua del Gobierno de Asturias.

procesos y tecnología se alineen para transformar el modelo de gestión del agua.

Por último, Vanesa Mateo, directora general del Agua del Gobierno de Asturias, ofreció una visión institucional marcada por la gestión supramunicipal y la atención a pequeños municipios rurales. Explicó que, a diferencia de otros territorios, Asturias partía sin una estrategia previa de digitalización. El impulso del PERTE supuso una oportunidad para diseñar desde cero una hoja de ruta propia, basada en una plataforma central de datos que proporciona por primera vez una visión global del territorio y de los recursos disponibles.

Esta capa digital se integra ya en cada nueva intervención, permitiendo realizar diagnósticos, controlar

vertidos, inventariar infraestructuras y facilitar la elaboración de Planes Sanitarios del Agua, especialmente en zonas de manantiales y captaciones dispersas. Mateo subrayó que el mayor impacto se está produciendo en los municipios pequeños, que no habrían podido afrontar solos este proceso.

Entre los desafíos, alertó sobre la burocracia administrativa como freno estructural y la necesidad de garantizar la continuidad de los proyectos más allá del marco temporal de los fondos. Defendió que la clave está en crear herramientas útiles y compartidas, integradas en el día a día. Mirando al futuro, identificó la inteligencia artificial como el siguiente gran paso, advirtiendo que: “Si no subes ya, vas tarde”.

Visión estratégica para un agua más segura, inteligente y conectada

Diálogo con Fernando Cortabitarte, director del ciclo de agua en ACCIONA

Fernando Cortabitarte, director del ciclo de agua en ACCIONA, compartió la visión estratégica de la compañía sobre la transformación digital, afirmando que ya no se trata de una “transformación”, sino de un modelo nativamente digital. Acciona lleva años incorporando tecnologías emergentes como parte natural de su operativa diaria, con el objetivo de optimizar procesos, mejorar diseños y reforzar la sostenibilidad.

Un ejemplo reciente es la adquisición de la start-up Mytra, especializada en automatización y ciberseguridad industrial, con la que ya colaboraban desde hace siete años. Mytra, explicó, aporta soluciones que integran los mundos OT e IT, algo fundamental en un contexto en el que “la división entre ambos empieza a difuminarse”.

Uno de los principales focos actuales de Acciona es la ciberseguridad, tanto en entornos IT como OT. La compañía ha desplegado un sistema de monitorización 24/7 que rastrea

No reinventemos la rueda. Si algo ya está inventado y funciona, utilicémoslo. Nuestro papel es identificar qué tecnologías aportan valor, co-desarrollar con grandes firmas cuando sea necesario, y desplegar soluciones propias cuando marcan la diferencia.

posibles incidentes en todas sus infraestructuras, con un enfoque integral que ahora depende del departamento corporativo de seguridad. “No se trata solo de tecnología, sino de gestionar amenazas reales que afectan a la continuidad operativa”, señaló Cortabitarte. En este sentido, destacó el papel clave de Mytra en el despliegue de soluciones adaptadas a entornos industriales y la importancia de contar con plataformas capaces de integrar diferentes tecnologías, protocolos y fabricantes.

Nuestro objetivo no es digitalizar por digitalizar. La tecnología no es el fin, sino la herramienta. Lo importante es transformar los datos en decisiones que permitan operar mejor, anticipar problemas y proteger el agua

Más allá de la ciberseguridad, Cortabitarte defendió una aproximación realista a la digitalización: aprovechar desarrollos existentes en el mercado, co-desarrollar soluciones con socios tecnológicos, y evitar “reinventar la rueda”. Destacó un caso emblemático: el sistema predictivo de calidad del agua en las captaciones marinas de Qatar, basado en inteligencia artificial, sensores y datos satelitales.

Subrayó que el valor no está solo en captar datos, sino en gestionarlos con gobernanza clara y ponerlos al servicio de los técnicos y operadores. Mirando al futuro, apostó por una arquitectura tecnológica flexible, capaz de integrar nuevas soluciones con rapidez, siempre con la excelencia operativa y la sostenibilidad ambiental como metas. “La tecnología no es un fin, sino una herramienta para diseñar infraestructuras mejores y cuidar el entorno que compartimos”, concluyó.

La ciberseguridad ha pasado a ser una prioridad estructural. Ahora depende directamente del departamento de seguridad corporativa, porque —como solemos decir— los ciberataques ya no son un problema tecnológico, sino delictivo. Tenemos un sistema que monitoriza 24/7 todos los eventos IT y OT de nuestras instalaciones en todo el mundo, lo que nos permite detectar incidentes y actuar con rapidez. Garantizar una seguridad total es imposible, pero minimizar los riesgos es una obligación

ECONOMÍA CIRCULAR EN

ACCIÓN: DE LA REUTILIZACIÓN

A LA VALORIZACIÓN

El segundo panel de la jornada se centró en uno de los ejes estratégicos del cambio de modelo en el ciclo del agua: la economía circular. El debate reunió a perfiles institucionales, técnicos y gestores de distintas regiones, para abordar cómo se están desplegando —y escalando— soluciones circulares como la reutilización del agua regenerada, la valorización de subproductos o la recuperación energética.

Irene Morante, jefa de Área de Saneamiento y Depuración en la Dirección General del Agua del MITERD, aportó la visión del regulador, subrayando que la transición hacia un modelo circular exige romper con el

enfoque lineal clásico —captación, uso, depuración y vertido— e incorporar la reutilización, la eficiencia y la valorización como principios estructurales en la gestión del agua. Desde el Ministerio, explicó, se trabaja ya en un nuevo marco normativo para facilitar esta transición, incluyendo indicadores de circularidad en la planificación hidrológica del tercer ciclo, y promoviendo el reuso del agua, la valorización de lodos y la recuperación de recursos como el fósforo — reutilizado en agricultura en un 80 % de los casos—.

Morante insistió en que la legislación debe actuar como facilitador, no como freno, habilitando a las comunidades autónomas para desarrollar políticas más ambiciosas y adaptadas a su realidad. “La circularidad no pue -

de depender solo de la voluntad de los gestores: debe integrarse estructuralmente en las políticas públicas”. Destacó también el papel clave de la nueva Directiva de Aguas Residuales Urbanas (TARU), que amplía las obligaciones de saneamiento a municipios de más de 1.000 habitantes equivalentes, introduce el tratamiento cuaternario para eliminar microcontaminantes, y fija el objetivo de neutralidad energética para 2045. En sus conclusiones, Morante defendió una transición basada en planificación a largo plazo, gobernanza compartida, implicación de todos los actores —públicos y privados— y una financiación sólida, incluida la colaboración público-privada, como pilares para una gestión del agua más eficiente, regenerativa y equitativa.

Por su parte, Pedro Aguiló, director de Operaciones del Consorci Besòs Tordera, compartió la experiencia de su entidad en la implementación de soluciones circulares en un entorno metropolitano complejo, donde la cooperación entre administraciones, empresas y ciudadanía es esencial. Destacó la reutilización de agua como uno de los principales ejes de actuación, con 15 concesiones activadas durante la sequía para abastecer a varios municipios. No obstante, subrayó la necesidad de consolidar esa demanda de forma estructural:“La economía circular no puede depender solo del contexto de sequía: necesitamos una demanda estable y marcos normativos que nos permitan planificar con visión de largo plazo.”

CONSTRUYENDO

En el ámbito energético, explicó cómo la codigestión con residuos industriales en la central de fangos del Consorcio permite generar biogás, avanzar hacia la autosuficiencia energética y valorizar recursos como electricidad o biometano. “Es economía circular en estado puro”, afirmó, aunque reconoció la complejidad administrativa y social que conlleva su despliegue.

Aguiló valoró positivamente la nueva Directiva de Aguas Residuales Urbanas, por su alineación con el trabajo previo realizado en España, pero advirtió de la necesidad de reforzar la gobernanza y reducir la fragmentación normativa. Para ello, reclamó avanzar hacia un modelo de “ventanilla única funcional” que facilite la inversión, unifique criterios entre

administraciones y elimine bloqueos que frenan la circularidad en el sector.

Juan Ángel Conca, director gerente de EGEVASA, aportó la visión de un operador público con competencias sobre el ciclo integral del agua en decenas de municipios de la provincia de Valencia. Partiendo del episodio de la DANA de 2022, que afectó gravemente a la región, subrayó cómo los eventos extremos están desbordando la gestión local y exigen estructuras supramunicipales, infraestructuras resilientes y marcos regulatorios que permitan actuar con agilidad. “Gracias al convenio con la entidad pública de saneamiento, pudimos intervenir en 90 municipios afectados, cuando EGEVASA solo gestiona directamente nueve.”

La gestión del agua no puede ser un asunto partidista. Necesitamos planificación a medio y largo plazo, objetivos comunes y una regulación que permita avanzar con flexibilidad, pero con rumbo claro

Irene Morante, jefa de área de Saneamiento y Depuración del MITERD.

La economía circular no puede depender solo del contexto de sequía: necesitamos una demanda estable y marcos normativos que nos permitan planificar con visión de largo plazo.

Pedro Aguiló, director de Operaciones del Consorci Besòs Tordera.

El agua debe dejar de depender de una concejalía. Es un asunto de Estado, como la educación o la sanidad.

Juan Ángel Conca, gerente de EGEVASA.

La circularidad no es solo aprovechar los componentes del agua, también implica diseñar sistemas duraderos, eficientes y sostenibles.

Pedro Simón, director técnico de ESAMUR.

nanza y homogeneizar las herramientas normativas y financieras del sector para que el agua pueda actuar como una verdadera infraestructura de prevención frente a emergencias. Desde el ámbito autonómico y operador, Pedro Simón, director técnico de ESAMUR, compartió la experiencia de la Región de Murcia como referente europeo en economía circular del agua, con índices líderes en reutilización, codigestión y valorización de lodos. En un territorio marcado por la escasez hídrica, subrayó que el reto ya no es empezar, sino optimizar lo que se hace: rediseñar infraestructuras, alargar su vida útil y adaptarlas a nuevos usos. “La circularidad no es solo aprovechar los componentes del agua, también implica diseñar sistemas duraderos, eficientes y sostenibles.”

Simón identificó tres palancas para seguir avanzando: el desarrollo técnico, la agilidad económica y una gobernanza más eficaz, que supere la excesiva burocracia y fomente el control de vertidos desde el origen. Defendió que la circularidad debe comenzar antes de la EDAR, con exigencia a los municipios para garantizar calidad en la entrada. Asimismo, dedicó parte de su intervención a la aceptación social de la reutilización: “Hay que enseñar lo que hacemos, demostrar la calidad del agua regenerada y generar confianza en los técnicos.”

Conca insistió en que fenómenos como las lluvias torrenciales o las sequías deben dejar de considerarse excepcionales y convertirse en palanca de transformación. Reclamó una reforma estructural que dote al sector del agua de una financiación estable y suficiente, similar a otros servicios esenciales. “El agua debe dejar de depender de una concejalía. Es un asunto de Estado, como la educación o la sanidad.”

También criticó la obsolescencia de los procesos administrativos y pidió que la transformación digital llegue a toda la cadena de gestión, incluyendo planificación, control y adjudicación. Frente a un país que ya se sitúa entre los cinco con mayor riesgo climático en Europa, pidió reforzar la gober-

Afirmó que la transparencia, la vigilancia y la divulgación científica son claves para disipar temores y reforzar la credibilidad técnica. Finalmente, destacó el papel de la inteligencia artificial para anticipar decisiones y mejorar la flexibilidad en la gestión, pero insistió en que la verdadera transformación solo será posible con cooperación real, visión compartida y una mayor conexión entre administraciones, operadores y usuarios.

INVERSIÓN, PLANIFICACIÓN Y SOSTENIBILIDAD PARA UN SISTEMA HÍDRICO VIABLE

La tercera mesa redonda de la sesión se centró en los aspectos estructurales que condicionan la viabilidad del ciclo urbano del agua: la planificación estratégica, la movilización de inversiones y la sostenibilidad económica. Un debate amplio y diverso que reunió a responsables de algunos de los principales operadores y administraciones del país, con experiencias y modelos de gestión distintos pero retos comunes.

Pedro Barreiro, director gerente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB), centró su intervención en la necesidad urgente de revisar el sistema tarifario del agua en España. Señaló que el desfase actual entre tarifas y costes reales pone en riesgo la sostenibilidad económica del servicio,

especialmente ante el incremento de exigencias normativas como las previstas en la nueva Directiva de Aguas Residuales Urbanas. “Las tarifas del agua están muy por debajo de lo necesario para garantizar un servicio eficiente, sostenible y de calidad.”

Barreiro presentó el nuevo plan de inversiones del CABB, el mayor de su historia, con casi 380 millones de euros movilizados hasta 2028 — equivalente a unos 100 euros por habitante y año—. Subrayó que se trata de una hoja de ruta viva, actualizada anualmente con un horizonte a cuatro años, lo que facilita la previsibilidad y coordinación entre el Consorcio, los municipios y las empresas adjudicatarias.

También puso en valor el alto nivel de cualificación del personal técnico del sector, reclamando políticas que ayuden a retener ese talento. Como

cierre simbólico, se colocó una gorra azul con el lema “Making Water Important Again”, reivindicando la necesidad de devolver al agua el lugar central que merece en el debate público, económico y político.

Por su parte, Mariano González, consejero delegado de Canal de Isabel II, defendió la necesidad de abandonar una planificación reactiva para avanzar hacia un modelo más preventivo, estratégico y sostenible. Subrayó que el nuevo plan de inversiones de Canal —dotado con más de 2.000 millones de euros hasta 2030, un 55 % más que en la década anterior— se centra en tres grandes prioridades: abastecimiento, saneamiento y modernización del alcantarillado, con el refuerzo de la digitalización y la eficiencia operativa como ejes transversales.

González remarcó que, para sostener este esfuerzo inversor, es imCONSTRUYENDO

prescindible abordar con realismo el debate sobre las tarifas, única fuente de ingresos del sistema. Canal ha aprobado una actualización gradual del 3 % anual hasta 2030, tras más de diez años con tarifas congeladas, y ha obtenido financiación del Banco Europeo de Inversiones para impulsar su plan estratégico. “La tarifa es la única vía clara de ingresos, y debe haber un mecanismo que asegure la recuperación de costes.”

El consejero delegado también puso en valor el papel de Canal como motor de inversión local a través de programas como Plan Sanea, e hizo un llamamiento a reforzar la profesionalización, la gobernanza colaborativa y la comunicación con la ciudadanía: “El agua debe estar en la agenda política, pero alejada de la confrontación partidista”.

Desde la Región de Murcia, José Sandoval, director general del Agua, explicó cómo la comunidad autónoma ha logrado convertirse en un referente europeo en sostenibilidad hídrica a pesar de su situación de escasez estructural. Este equilibrio se asienta en tres pilares: la gestión integrada de todos los recursos disponibles —superficiales, subterráneos, trasvasados, desalados y regenerados—, la eficiencia en el uso, especialmente en el regadío, y un modelo tarifario finalista que reinvierte los ingresos en infraestructuras.

Murcia reutiliza el 96 % del agua depurada y un 15 % del total de sus recursos ya procede de agua regenerada. Sandoval defendió una planificación técnica rigurosa, basada en la combinación de fuentes con costes diversos que permite mantener tarifas sostenibles, aunque hoy sean un 70 % superiores a la media nacional. “La única forma de mantener una tarifa razonable es combinando recursos con costes asequibles y otros más elevados, gestionándolos de forma integrada y eficiente.”

Además, destacó el impulso a la digitalización del regadío, el uso de energía fotovoltaica para reducir el consumo eléctrico y la necesidad de dotar de servicios incluso a los pequeños municipios. Cerró reclamando una política nacional del agua basada en la equidad, la corresponsabilidad y la visión de Estado: “El agua no entiende de administraciones” y aportó una reflexión sobre la falta de conciencia ciudadana: “solo cuando el agua falta se valora su verdadero valor”.

Roi Fernández, director de Augas de Galicia, abordó los retos de garantizar un acceso equitativo al agua en un territorio marcado por la dispersión poblacional y la antigüedad de sus infraestructuras. Galicia concentra el 70 % de la población en la franja costera, pero el 30 % restante vive en zonas rurales con las mismas necesidades y menos recursos. Para responder a esta desigualdad, la Xunta ha activado un plan de inversiones cercano a los 1.900 millones de euros hasta 2027, enfocado en renovar redes envejecidas y asegurar la sostenibilidad del servicio.

Fernández explicó que esta estrategia se articula en torno a dos ejes principales: por un lado, una planificación rigurosa que permita aprovechar al máximo cada euro disponible —especialmente procedente de fondos europeos— y, por otro, un sistema de ayudas directas a los municipios más pequeños, que representan en torno al 10 % del presupuesto anual. Estas ayudas están vinculadas a auditorías técnicas, formación especializada y procesos de digitalización, con el objetivo de homogeneizar la calidad del servicio en todo el territorio.

En su intervención, también reivindicó una nueva narrativa en torno al agua, más cercana y conectada con la ciudadanía. “Para que haya formación, tiene que haber emoción. El mensaje

CONSTRUYENDO

Tenemos que poner el agua en el centro del debate, por la importancia que tiene como un sector estratégico. Los profesionales que trabajan en el mundo del agua están en un sector que nos ayuda a vivir a todos mucho mejor.

Pedro Barreiro, director gerente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB).

Tenemos que dejar atrás la planificación reactiva. Necesitamos anticiparnos, diagnosticar mejor y tomar decisiones basadas en una visión preventiva, realista y sostenible.

Mariano González, consejero delegado de Canal de Isabel II.

Si queremos una gestión del agua justa, equitativa y sostenible, necesitamos una planificación hidrológica nacional con visión de Estado. El agua no entiende de barreras.

José Sandoval, director General de Agua de la Región de Murcia.

No podemos digitalizar infraestructuras del siglo pasado sin antes resolver sus carencias básicas. Primero hay que renovar, luego transformar.

Roi Fernández, director de Augas de Galicia.

tradicional no llega”, señaló. En este sentido, apostó por avanzar hacia modelos de gobernanza compartida e inspirados en experiencias colaborativas como la de Sogama, capaces de garantizar una gestión más técnica, menos politizada y orientada a la equidad territorial y a la cohesión social.

Por último, Pedro Rodríguez, vicepresidente de DAQUAS, cerró el panel con una mirada crítica al déficit estructural que arrastra el ciclo urbano del agua en España, marcado por una combinación de infraestructuras envejecidas, presión normativa creciente —con la nueva Directiva de Aguas Residuales como punto de inflexión— y una falta de recursos que muchos municipios no pueden asumir sin reformas estructurales. A su juicio, el reto ya no es tecnológico, sino de gobernanza y capacidad de inversión.

Rodríguez denunció la ausencia de planificación en buena parte de los más de 8.000 municipios del país, lo que compromete tanto la renovación como la adaptación de las infraestructuras a los nuevos requerimientos ambientales y climáticos. Reivindicó el papel de DAQUAS como interlocutor técnico con las administraciones y reclamó una mayor coordinación institucional que permita movilizar recursos de forma ágil y sostenida. Estimó que sería necesario invertir cerca de 5.000 millones de euros anuales para afrontar el deterioro acumulado.

No hemos sabido trasladar que invertir en agua es invertir en salud, seguridad y futuro. Es urgente construir ese consenso político y social.

Pedro Rodríguez, vicepresidente de DAQUAS.

En su intervención, también insistió en la necesidad de construir un consenso político y social en torno al valor del agua, superando la resistencia al debate tarifario. “No hemos sabido trasladar que invertir en agua es invertir en salud, seguridad y futuro”, afirmó. Recordó que el gasto medio en agua representa menos del 3 % del presupuesto doméstico y pidió despolitizar la gestión del agua para avanzar hacia un modelo regulador más racional, eficiente y equitativo.

Resiliencia hídrica frente al cambio climático

Diálogo con José Claramonte, director general de FACSA

José Claramonte, director general de FACSA, abordó los retos que plantea el cambio climático para la gestión del agua en España y compartió las principales conclusiones del *II Estudio sobre el impacto de los extremos climáticos en los recursos hídricos*, recientemente publicado por la compañía. Un informe que, según explicó, nace de la necesidad de pasar de una actitud reactiva a un enfoque proactivo ante fenómenos cada vez más frecuentes y extremos, como las sequías prolongadas y las lluvias torrenciales. Una iniciativa que definió como “un compromiso empresarial con el agua, que nos lo ha dado todo durante 150 años”. El objetivo del estudio, explicó, es abrir un debate necesario: “El agua no tiene el lugar que merece en el debate público ni social”. El documento alerta de las consecuencias económicas de la inacción climática. En Europa, las pérdidas por eventos extremos podrían superar los 170.000 millones de euros anuales, y en el caso de España, llegar al 8% del PIB en 2050. Claramonte subrayó que “la inactividad no es gratuita”, y que ya estamos asumiendo elevados costes por daños

No nos da miedo la parte técnica ni tecnológica: el reto está en atraer y retener talento, en cambiar la gobernanza y en actuar con anticipación. ¿Por qué seguir siendo reactivos, si podemos ser proactivos?

CONSTRUYENDO

en infraestructuras, como demuestran los 50.000-60.000 millones anuales que Europa destina a reparar los efectos de sequías, DANAs o incendios.

Desde FACSA, defienden una planificación basada en escenarios y riesgo climático, que incorpore tecnologías de simulación, alerta temprana y eficiencia operativa. Pero advirtió que los desafíos van más allá de lo técnico: “Este no es un reto solo del operador del agua, sino de todas las administraciones. Y necesitamos marcos regulatorios más flexibles y adaptables a cada territorio”.

El informe también identifica tres pilares clave para reforzar la resiliencia hídrica: tecnología, gobernanza y soluciones basadas en la naturaleza. Claramonte puso ejemplos de estas últimas, como zonas de inundación controlada o medidas de permeabilización urbana que mitiguen el impacto de lluvias intensas. “No se trata solo de hormigón; hace falta integrar también infraestructuras verdes y medidas blandas en el diseño de ciudad”, apuntó.

En materia financiera, reclamó pasar de los actuales 2.000 millones anuales a una inversión sostenida de 6.000 millones en resiliencia hídrica. “Habrá

Necesitamos un sistema de financiación recurrente y estable para poder abordar una planificación hídrica que incorpore el riesgo climático y haga realidad proyectos que, de otro modo, podrían quedarse en un cajón

que buscar fórmulas de financiación: quizá una tarifa o impuesto ambiental único, que no genere confusión entre los ciudadanos”, sugirió.

Pese al diagnóstico preocupante, Claramonte se mostró optimista: “España tiene todo para liderar la adaptación hídrica en Europa. Tenemos empresas punteras y grandes profesionales. El reto es atraer y retener talento. La pasión es clave, pero ya no basta; necesitamos financiación para ofrecer condiciones competitivas y asegurar el relevo generacional”.

INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

PARA UNA GESTIÓN DEL AGUA MÁS ÁGIL Y SOSTENIBLE

El último panel temático estuvo enfocado en la innovación tecnológica y reunió a representantes de operadores públicos, centros de investigación y empresas para debatir cómo la tecnología está configurando una nueva forma de entender, planificar y operar el ciclo del agua. El debate permitió explorar casos reales y proyectos piloto que abordan desde la digitalización integral y la automatización, hasta la recuperación de recursos, la inteligencia artificial o el uso avanzado de datos.

Jaime Flores, subdirector de I+D+i de Canal de Isabel II, presentó la apuesta de la empresa pública madrileña por la innovación como motor de anticipación ante los efectos del cambio climático y de mejora de la eficiencia operativa. Destacó iniciativas como Drain Camp —un sistema inteligente de gestión del drenaje urbano—, el nuevo simulador de lluvias para evaluar soluciones sostenibles, y el uso de modelos climáticos de alta resolución (downscaling) para adaptar la planificación hidrológica a escala local. Todo ello, explicó, permite prever fenómenos extremos como lluvias intensas o sequías con mayor precisión y planificar infraestructuras más resilientes.

En paralelo, Flores detalló los avances en eficiencia hídrica, como la sectorización de redes, la gestión de presiones, la telelectura y el control de fugas, que han permitido ahorrar más de 200 hm³ de agua regenerada en los últimos años. En materia de digitalización, subrayó que el reto no es acumular datos, sino asegurar su calidad y utilidad. Reivindicó una nueva gobernanza del dato, donde la inteligencia artificial sea una herramienta útil —no una solución mágica— al servicio de una gestión más inteligente y proactiva.

Finalmente, defendió la necesidad de una transformación cultural que revalorice el agua en la sociedad y promueva un modelo urbano más circular y resiliente. Apostó por el desarrollo de ciudades verdes y permeables, por reforzar la prevención en origen frente a contaminantes emergentes —como los PFAS o los microplásti -

cos—, y por avanzar hacia una visión integrada que conecte la planificación científica, la innovación tecnológica y el compromiso ciudadano.

Desde la visión de la investigación aplicada, Marina Arnaldos, directora de Cetaqua Barcelona, defendió el papel estratégico de los centros tecnológicos como puente entre la inno -

vación científica y la aplicación real en el sector del agua. Subrayó que la I+D debe estar centrada en resolver problemas concretos, con soluciones adoptables, medibles y útiles. “¿Qué impacto tiene lo que hacemos? ¿A quién ayuda?”, se preguntó, insistiendo en que el retorno de la innovación debe evaluarse también en términos

sociales y territoriales. En esa línea, destacó proyectos como el primer modelo de créditos hídricos en España o una futura planta para recuperar magnesio en Girona, como ejemplos de cómo traducir conocimiento en transformación.

Arnaldos estructuró su visión de la innovación en torno a cuatro ejes:

eficiencia, resiliencia, adaptación y exploración. Explicó que herramientas como la inteligencia artificial no son disruptivas por sí mismas, sino que deben servir para optimizar procesos y mejorar decisiones. Defendió la resiliencia como la capacidad de diversificar tecnologías —desde la recarga de acuíferos a la reutilización potable directa— y la adaptación como una necesidad ante los nuevos retos normativos, energéticos o contaminantes emergentes. En el plano exploratorio, apostó por conectar el agua con la salud pública, la economía azul o la agricultura regenerativa, fomentando una visión integrada del recurso.

Más allá de la tecnología, advirtió que los principales frenos están en los marcos regulatorios, la falta de incentivos y la rigidez institucional. Reclamó impulsar la compra pública innovadora, adaptar las fórmulas de contratación y asumir riesgos para escalar soluciones. También subrayó el reto de integrar los datos en la toma de decisiones públicas, donde la tecnología debe ir acompañada de gobernanza y paciencia. En su conclusión, reivindicó el liderazgo de España en gestión hídrica y lanzó un mensaje claro: “No se trata solo de innovar, sino de generar impacto real desde la innovación”.

Belén Gutiérrez, directora de I+D+i de GS Inima, explicó cómo la innovación se integra de forma transversal en toda la actividad del grupo, desde el diseño de infraestructuras hasta su operación. Subrayó que los tres grandes ejes estratégicos de su área son la eficiencia energética, la digitalización y la economía circular, todos interrelacionados y orientados a reforzar la resiliencia del ciclo del agua. En eficiencia, destacó el desarrollo de pretratamientos y configuraciones adaptadas que permiten reducir consumos energéticos hasta niveles próximos al límite termodinámico; en digitalización, CONSTRUYENDO

El reto no es tener más datos, sino mejores. La inteligencia artificial puede ayudarnos, pero lo realmente transformador es la calidad de la información y cómo la usamos para anticiparnos y decidir mejor.

Jaime Flores, subdirector de I+D+i en Canal de Isabel II.

El problema no está en la tecnología. Tenemos muchas soluciones disponibles, pero falta acompañarlas con marcos adecuados, incentivos y tiempo para lograr una adopción real.

Marina Arnaldos, Directora de Cetaqua Barcelona.

Tenemos que lograr que la innovación tecnológica venga acompañada de innovación económica, social y legal. Solo así podremos transformar de verdad el modelo de gestión del agua.

Belén Gutiérrez, directora de I+D+i de GS Inima.

Las tecnologías deben ayudarnos a transformar la información en conocimiento útil para quienes operan las infraestructuras. Ese es el verdadero salto hacia la resiliencia.

Fernando Valero, jefe de I+D+i y control de procesos de ATL.

Digitalizar no es acumular sensores, es integrar datos reales en la toma de decisiones operativas para que cada técnico y cada operario puedan actuar con más información, más anticipación y más impacto.

Andreu Fargas, jefe de Innovación, Tecnología y Energías del Consorci d’Aigües de Tarragona.

la apuesta por gemelos digitales cognitivos y algoritmos predictivos para anticipar fallos y optimizar la operación; y en circularidad, proyectos de valorización de salmueras (brine mining), energía azul o conversión de EDAR en biofactorías.

Gutiérrez advirtió que el principal obstáculo para que estas soluciones escalen no es técnico, sino normativo y estructural. Señaló la rigidez de muchos pliegos públicos, la escasa asunción de riesgo por parte de las administraciones y la falta de mecanismos que permitan probar innovaciones en condiciones reales. “No sirve de nada invertir en I+D si luego nadie se atreve a probarlo”, lamentó, reclamando una colaboración público-privada más comprometida y valiente. En ese sentido, defendió que la innovación debe ir más allá de la tecnología y abordar también los marcos regulatorios, financieros y sociales que aún frenan la transformación del sector.

Como ejemplo del cambio cultural pendiente, señaló el reúso potable directo como uno de los grandes retos de futuro: viable técnicamente, pero aún bloqueado por barreras normativas y percepciones sociales. Insistió en que la digitalización no puede ser solo acumulación de datos, sino una

CONSTRUYENDO

vía para crear infraestructuras inteligentes y adaptativas, capaces de responder a escenarios cada vez más complejos. Y concluyó recordando que el sector tiene ya el conocimiento y las herramientas, pero que la verdadera disrupción llegará cuando se eliminen las barreras que impiden pasar de la planta piloto al despliegue real. En representación de ATL (Aigües Ter Llobregat), Fernando Valero, jefe de I+D+i y control de procesos, centró su intervención en cómo la automatización, la inteligencia artificial y el mantenimiento predictivo están reforzando la resiliencia operativa del sistema de abastecimiento en alta de Cataluña. Explicó que ATL gestiona una red compleja e interconectada que abastece a más de cinco millones de personas, y que esta complejidad requiere modelos hidráulicos fiables y herramientas digitales que permitan garantizar la cantidad, calidad y continuidad del suministro ante eventos extremos como sequías o lluvias torrenciales.

Valero subrayó que el verdadero reto no es captar más datos, sino convertirlos en conocimiento útil. “Generamos información cada segundo, pero la mitad no sirve o no sabemos tratarla”, advirtió. En ese sentido, alertó sobre la “infoxicación” deriva -

da de una sensorización excesiva y defendió que las tecnologías deben servir para apoyar la toma de decisiones y no convertirse en un fin en sí mismas. Apostó por la inteligencia artificial, los gemelos digitales y los modelos predictivos como herramientas clave, siempre que se integren bien en la operativa y generen confianza entre los equipos técnicos.

Además, puso en valor la colaboración con el ámbito académico, como demuestra la Cátedra ATL del Agua Potable con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), y destacó el reto de aplicar estas soluciones digitales a infraestructuras construidas hace más de medio siglo. Cerró su intervención con una reflexión sobre el papel de la IA, defendiendo que no está para sustituir personas, sino para potenciar su trabajo. Eso sí, advirtió, siempre que venga acompañada de una adecuada formación técnica y una gestión inteligente del dato.

Por último, Andreu Fargas, jefe de Innovación del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT), defendió una visión pragmática de la transformación digital, orientada a resolver problemas reales y mejorar la toma de decisiones. Subrayó que la digitalización debe estar al servicio de la operación —no ser un fin en sí misma—, y explicó cómo la

implantación de una plataforma unificada de datos ha permitido anticipar fenómenos como la bajada de caudales y actuar con mayor agilidad ante incidencias, conectando infraestructura e información en tiempo real.

Fargas alertó del riesgo de digitalizar por inercia, acumulando sensores o datos sin propósito, y reivindicó que el verdadero valor de la innovación está en su aplicación práctica. Como ejemplo, citó el uso de gemelos digitales en una red de 83 km, que ha permitido priorizar inversiones, optimizar el mantenimiento y evitar duplicidades de infraestructura. También destacó la integración de datos de laboratorio, operaciones y muestreo como base para una gestión más predictiva, eficiente y colaborativa.

Para Fargas, el mayor reto no es disponer de más tecnología, sino garantizar que sea accesible y útil para todos los equipos. Insistió en la necesidad de democratizar el uso de los datos y empoderar al personal operativo, permitiéndoles utilizar herramientas digitales de forma sencilla, autónoma y efectiva. Cerró su intervención apelando a una cultura organizativa que fomente el pensamiento crítico y la colaboración entre áreas como claves para aprovechar realmente el potencial de la transformación digital.

CLAUSURA DE UNA EXITOSA

SEGUNDA EDICIÓN

La segunda edición de Future4 Water cerró sus puertas con un balance muy positivo, tanto por el nivel de los contenidos como por la calidad del debate generado y la alta participación de profesionales de todo el ecosistema del agua. Un encuentro que reafirma su papel como punto de referencia para compartir conocimiento, construir alianzas y anticipar respuestas a los grandes desafíos del ciclo urbano del agua.

Al término del programa, Alberto Casillas, director de RETEMA, tomó la palabra para agradecer a ponentes, asistentes y entidades colaboradoras su implicación en una jornada que volvió a demostrar la importancia de

generar espacios de diálogo riguroso, transversal y orientado a la acción.

Además del contenido técnico y estratégico, Future4Water 2025 volvió a destacar por su capacidad para fomentar el networking y el intercambio profesional entre los distintos actores del ciclo del agua. La jornada ofreció dos momentos clave para ello: una pausa café a media mañana, que permitió conversar de forma distendida tras los primeros paneles, y un cóctel final, que sirvió para reforzar vínculos, compartir impresiones y generar nuevas oportunidades de colaboración en un ambiente cercano.

El evento contó con el apoyo de empresas líderes como ACCIONA, FACSA, GS Inima, Hanna Instruments y Saint-Gobain PAM, cuyos patrocinios fueron fundamentales para hacer po-

CON LA COLABORACIÓN DE

sible esta segunda edición. Su implicación pone de manifiesto el papel activo del sector privado en la construcción de soluciones sostenibles y la apuesta decidida por la innovación, la eficiencia y la cooperación.

El éxito de Future4 Water 2025 consolida esta cita como un espacio estratégico donde el sector del agua puede construir, desde el presente, respuestas colectivas ante los retos climáticos, tecnológicos, normativos y sociales que marcarán la próxima década.

Con esta misma vocación de encuentro y transformación compartida, desde RETEMA seguiremos impulsando nuevos espacios de reflexión a lo largo de 2026, con el firme propósito de seguir sumando visiones, capacidades y compromisos. ¡Atentos a nuestras próximas convocatorias!

AMISCREEN, LA SOLUCIÓN DE AMIBLU PARA EL CRIBADO DE SÓLIDOS EN REDES DE SANEAMIENTO URBANO

Durante episodios de temporal y fuertes lluvias con efectos imprevisibles, las redes de alcantarillado urbano a menudo llegan al límite de su capacidad, incapaces de absorber el volumen total de agua generado. Esta situación, unida a la reciente evolución normativa, ha convertido en prioridad la adopción de sistemas de saneamiento de alta capacidad, que permitan canalizar y, al mismo tiempo, filtrar adecuadamente las aguas residuales y pluviales para evitar la descarga de contaminantes al medio natural.

En este contexto, Amiblu, fabricante de tuberías y accesorios de Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV) para infraestructuras de agua y energía, ha desarrollado Amiscreen, un equipo

de saneamiento de última generación, que permite filtrar de manera efectiva los sólidos en suspensión y otros contaminantes de las aguas residuales.

Esta tecnología da respuesta a la actual necesidad que tienen las empresas industriales de cumplir con el nuevo Reglamento del Dominio Público Hidráulico (RDPH), que, mediante el Real Decreto 665/2023, prohíbe el vertido a ríos y mares de residuos sólidos de más de 10 milímetros que no se hayan filtrado previamente.

A diferencia de los sistemas tradicionales, Amiscreen se integra directamente en la cámara de almacenamiento y consta de tuberías perforadas con una amplia superficie de cribado y una mayor capacidad de retención. El sistema no emplea elementos mecánicos

de limpieza ni piezas móviles, y no requiere fuente de alimentación eléctrica. Además, puede incorporar sensores inteligentes que alertan cuando es necesario realizar tareas de mantenimiento.

Otra de sus ventajas es la versatilidad: puede instalarse tanto en obras nuevas como en proyectos de rehabilitación o reequipamiento, independientemente del material del tanque de tormentas o depósito. Amiscreen es una solución patentada por Amiblu, resultado de más de sesenta años de innovación y experiencia en el desarrollo de tecnologías para redes de saneamiento.

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SOLUCIONES PARA LLEVAR AGUA A CUALQUIER RINCÓN DEL PLANETA

El acceso universal al agua, la escasez, los problemas de saneamiento o el aumento de la demanda suponen un desafío para el planeta. En ACCIONA, ofrecemos soluciones sostenibles en agua para garantizar la gestión y el acceso universal a este recurso, para satisfacer las necesidades actuales de la sociedad, sin comprometer las de generaciones futuras.

GS INIMA LLEVA A ESCALA REAL SU TECNOLOGÍA PATENTADA PROGRAMOX

GS Inima ha llevado a escala real (TRL 8) su tecnología patentada PROGRAMOX®, un proceso de depuración de lodos activos de alto rendimiento y bajo consumo energético. Esta validación se enmarca en el proyecto europeo SPORE-MED, centrado en el refuerzo de la sostenibilidad, la recuperación de recursos y la reutilización del agua en estaciones depuradoras del Mediterráneo.

PROGRAMOX® combina tres procesos biológicos en serie. La primera etapa, basada en fangos activos de alta carga (PRONOX®), dirige la mayor parte de la materia orgánica hacia la purga del sistema, optimizando su disponibilidad para la digestión anaerobia y aumentando de forma significativa la producción de biogás.

Posteriormente, la eliminación de nitrógeno se desarrolla en dos fases su-

PROGRAMOX® integra PRONOX®, PNAGS® y ANAMMOX en un único esquema para reducir consumos y aumentar el rendimiento energético

cesivas altamente eficientes: el agua residual pasa por un reactor aerobio granular de nitritación parcial (PNAGS®) y después, por un reactor de desamonificación anaerobia autótrofa (ANAMMOX). Este esquema de desamonificación avanzada permite minimizar el consumo energético en la aireación del proceso biológico completo.

El Proyecto SPORE-MED (Sustainable upgraded wastewater treatment plants for resource recovery, water reuse and health surveillance in the Mediterranean region) está financiado por la Fundación PRIMA con el apoyo de la Unión Europea. Iniciado en junio de 2024, se diseñó la planta de demostración de 400 m3/d.

Con la colaboración de la Agencia Catalana del Agua (ACA), la planta se ha ejecutado en la EDAR de Terrassa (Barcelona). Su puesta en funcionamiento tendrá lugar próximamente, iniciando un periodo de operación de dos años para la validación del proceso PROGRAMOX® a escala real.

GS INIMA www.inima.com

INESCOP VALORIZA RESIDUOS DE CUERO EN BIOCARBONES MEDIANTE PIRÓLISIS

ALEJANDRA MOYANO, ALBERTO VICO, Mª DOLORES ROMERO, ELENA ORGILÉS INESCOP (CENTRO TECNOLÓGICO DEL CALZADO)

La industria del cuero afronta un reto doble: gestionar residuos complejos —desde recortes y polvos de lijado hasta lodos con sales de cromo— y encontrar soluciones al cuero de productos posconsumo que hoy apenas se recicla.

La realidad del sector es clara, pues actualmente los residuos posconsumo de cuero no se reciclan y el reciclaje de residuos posindustriales es limitado, con pocos ejemplos a escala y en instalaciones de baja capacidad. Esto puede explicarse debido a la compleja composición del cuero que dificulta su valorización, justo cuando la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados, alineada con la directiva europea, refuerza la prevención, la valorización y la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP).

Esta normativa exige a los fabricantes asumir la gestión de los residuos

de sus productos durante todo su ciclo de vida, desde el diseño hasta la recolección y el tratamiento final, fomentando el uso de materiales reciclables y sistemas de devolución. Ante este reto, Inescop está trabajando en la obtención de biocarbones como valorización de residuos de cuero utilizando la tecnología de pirólisis. Esta investigación se está realizando en el marco del proyecto RECUBIC, financiado por Ivace+i, en el que participa el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE). Un proyecto que transforma los residuos posindustriales de cuero en biocarbones de alto valor destinados a tratamientos ambientales de descontaminación. De esta forma, se favorece la valorización de subproductos del sector del cuero y el desarrollo de soluciones innovadoras en línea con los principios de la economía circular.

UN CAMBIO DE PARADIGMA

En paralelo, persiste un factor crítico para la valorización de los residuos del cuero: el curtido con sales de cromo — utilizado en alrededor del 90 % de las pieles— aporta durabilidad y prestaciones mecánicas, pero entraña riesgos si no se gestiona bien el final de vida. El cromo trivalente, inocuo en origen, puede oxidarse a cromo hexavalente, considerado un compuesto cancerígeno, cuando los residuos se mezclan con materiales básicos o sufren procesos de oxidación o combustión no controlados. Ante este escenario, la pirólisis surge como tecnología sostenible que ofrece una alternativa limpia para el tratamiento de los residuos curtidos, generando productos reutilizables dentro de un modelo de economía circular. La pirólisis es un proceso de descomposición

térmica en ausencia de oxígeno que genera tres fracciones: un aceite de pirólisis, con potencial uso como biocombustible; una fracción gaseosa minoritaria; y principalmente, un carbón con elevada superficie específica y gran capacidad de absorción.

Este biocarbón puede presentar distintas aplicaciones y usos, entre ellos, absorbente de contaminantes como el sulfuro de hidrógeno o el dióxido de carbono, como mejorador de suelos agrícolas, o como catalizador en reacciones químicas de interés industrial.

Con este enfoque, Inescop trabaja en el proyecto RECUBIC (Revalorización de Residuos de Cuero en Biocarbones para Aplicaciones en Tratamientos Ambientales). Su objetivo es transformar residuos de cuero en biocarbones activos aptos para filtración, purificación y tratamiento de contaminantes.

Con su amplia experiencia en el desarrollo de tecnologías sostenibles para el sector del calzado, Inescop investiga nuevas estrategias de tratamiento térmico de residuos de cuero, ajustando las condiciones de pirólisis para maximizar la calidad de los carbones obte-

nidos y garantizar su aprovechamiento en aplicaciones ambientales. Además, el Centro Tecnológico del Calzado desarrolla procesos de activación química que aumentan la superficie y capacidad de absorción, y técnicas de purificación que permiten utilizar el producto final como biochar de gran valor ambiental.

Este trabajo está sustentado en la experiencia de Inescop en investigaciones previas, como la realizada con el Instituto Universitario de Materiales de

Proyecto financiado por:

la Universidad de Alicante. Un ejemplo verificable donde se demostró la capacidad de los biocarbones de cuero para absorber un gas tóxico presente en biogestores como el sulfuro de hidrógeno.

El proyecto se encuentra en fase previa a validación industrial con empresas de referencia en la región que permitirán evaluar el desempeño de los biocarbones en entornos productivos reales.

Esta colaboración garantiza soluciones viables y escalables, alineadas con la demanda del mercado y con impacto directo sobre la competitividad y el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad, al sustituir materiales sintéticos por alternativas de origen renovable que promueven la economía circular y reducen la huella de carbono del proceso productivo.

De esta forma, Inescop consolida su liderazgo en soluciones tecnológicas sostenibles para la industria del cuero, transformando residuos complejos en recursos valiosos que promueven una economía circular y responsable, alineada con los desafíos normativos y ambientales actuales.

EN PRIMERA PERSONA

Cultura innovadora. Scientia potentia est

FERNANDO VALERO

CERVERA

JEFE DE I+D+I Y CONTROL DE PROCESOS EN EL ENS D’ABASTAMENT D’AIGUA TER LLOBREGAT (ATL)

La palabra innovar nos acompaña a diario. Se ha convertido en un comodín para hablar del presente y del futuro. Es la letra minúscula de la I+D+i y es la más joven de ellas, pero tiene mucho futuro. Seguramente podríamos discutir durante horas su significado con distintos ejemplos. En tiempos del PERTE de digitalización, hay quien piensa que cambiar un contador mecánico por uno digital en un pueblo de 1000 habitantes es innovar. Otros creen que simplemente es una evolución tecnológica, sin riesgo. A lo mejor, con otro enfoque, podríamos convencer a más gente. Por ejemplo, si la información de

ese nuevo contador la transformamos en conocimiento: si hacemos patrones de consumo para vigilar si la población vulnerable puede tener una incidencia y crear un aviso sanitario…quizás eso sí es innovación. Al mirar de forma diferente lo que teníamos, habremos conseguido un resultado diferente. Hemos alterado el uso habitual para hacer algo nuevo que, además, la sociedad lo percibirá como un cambio positivo.

En el sector del agua español todavía quedan ámbitos conservadores, que son reacios a arriesgar. Sin duda, grandes empresas multinacionales han desarrollado y perfeccionado con gran éxito diferentes soluciones para

la gestión del ciclo del agua, pero, en las empresas gestoras de servicios, los riesgos son siempre muy controlados. Como las carteleras de los teatros que cada año vuelven a estrenar un nuevo montaje del musical de ABBA. Si fuese un proyecto europeo no sería un TRL3. ABBA es un TRL9. La rueda del hámster. Sólo cambian de hámster porque los anteriores se van “jubilando”. No hay riesgo con esa obra. Siempre triunfa. En ese entorno, no es imprescindible establecer una cultura innovadora que nos anime a buscar una solución alternativa. El producto se vende solo.

En el ciclo global del agua hay muchos clientes. Cada uno de nosotros

En el sector del agua español todavía quedan ámbitos conservadores, que son reacios a arriesgar

lo somos, pero a veces, no nos damos cuenta. Somos como una mayoría silenciosa, que en muchos casos no acaba de entender la complejidad del servicio. Muchos sólo valoran el grifo y el desagüe. ¿Cómo les hacemos partícipes de la innovación? Si la mejora (incluso el éxito) es interno, endogámico, sólo para

los que nos rodean en nuestras empresas…no será un éxito. Cuesta mucho salir en las noticias porque se ha puesto un analizador de materia orgánica de última generación en una planta de tratamiento o incluso si se ha implantado fibra óptica para la detección de fugas en las canalizaciones. Sin embargo, es fácil salir por una contaminación puntual o una avería. ¿Qué demanda de innovación nos pide el cliente final, si no conoce el sistema que le lleva el agua al grifo o que le trata lo que sale por su desagüe?, ¿realmente para garantizar el servicio hace falta la innovación? Yo diría que depende. Y aquí de nuevo discutiríamos durante horas. No nos

podemos quedar rezagados (“laggards”, que dicen los anglosajones), está claro, pero también hay que recordar el refranero: “no hay que empezar la casa por el tejado”. Por ejemplo, queremos digitalizar infraestructuras de hace 50 años con tecnologías “innovadoras” … Es una especie de innovación a saltos. Aunque todos deseamos, por ejemplo, reducir errores en operación, mejorar la eficiencia de los procesos y anticipar fallos mediante un mantenimiento predictivo, no parece una buena idea desarrollar y aplicar algoritmos a partir de modelos de aprendizaje para operar infraestructuras obsoletas, de las que no tenemos datos para entrenar el modelo.

En nuestra sociedad nos encontramos con la paradoja de que a veces es más fácil disponer de presupuesto para “innovar” que para mantener…y en este escenario no siempre obtenemos el mejor resultado

Es necesario crear un ambiente (ecosistema lo llaman ahora) que favorezca el librepensamiento y las piscinas vacías a las que se pueda lanzar aquel que sepa distinguir entre un avance y una innovación. Conocer las nuevas herramientas, su uso y sus posibilidades. Todo el mundo sabe utilizar un procesador de textos, pero no todo el mundo

Pero en nuestra sociedad, nos encontramos con la paradoja de que a veces es más fácil disponer de presupuesto para “innovar” que para mantener…y en este escenario, no siempre obtenemos el mejor resultado.

Qué duda cabe que nos encontramos en un ambiente propicio para mejorar, atropellados por la IA, que de nuevo nos complica encontrar una definición adecuada dentro de nuestro sector, que se mueve desde el ámbito rural hasta el de las multinacionales, y desde un pequeño pozo hasta una reutilización indirecta para aguas de consumo. Siendo positivo hay que reconocer que el ciclo global del agua deja mucho margen para incorporar la innovación en diferentes etapas. Aunque después nos cueste explicarlo de manera que la sociedad lo ponga en valor. Probablemente, lo más fácil es asociarla directamente a la tecnología, sin duda uno de los motores de la innovación. Es un riesgo controlado. Como el musical de ABBA. Sabemos que nos va a ayudar. Hasta la administración nos permite la compra pública innovadora (CPI)…pero hay una parte de sueño y de visión que tiene un valor no presupuestado. Riesgo.

sabe escribir una novela con él. No nos compremos un reloj si no queremos saber qué hora es; pues encima tendremos que mantenerlo. Se trata de que, por ejemplo, cuando vayamos a ver la presentación de un nuevo equipo imaginemos qué podemos hacer con él, no sólo qué es lo que hace el equipo. Pero luego, alguien tiene que apostar por la

novedad, por la innovación. Alguien tiene que comprar la novela, la idea. Y, además, están las personas. Imprescindibles en la era digital. La IA no nos quitará el trabajo, nos lo quitará el que sepa adaptarse y manejar las nuevas tecnologías, y la IA, por supuesto. Pero alguien nos lo tiene que decir. Mejor desde fuera, con una mirada externa que nos aporte crítica constructiva. No podemos quedarnos como las liebres discutiendo si son galgos o podencos en la fábula de Tomás de Iriarte. Necesitamos utilizar toda la fuerza que nos permitan los nuevos avances, transformar la gestión del agua conectando procesos (automatización, digitalización…). Buscamos (¡ni más ni menos!) eficiencia, sostenibilidad y resiliencia en un entorno de infraestructuras críticas y vemos que hay un mundo digital que nos ofrece múltiples soluciones. Pero, sobre todo, nos permite tener información, conocimiento.

“Scientia potentia est” (el conocimiento es poder, frase atribuida a varios padres, entre ellos a Sir. Francis Bacon). Pero este conocimiento sólo es positivo si lo sabemos aprovechar. No hay que comprar soluciones que nos dan una información que a lo mejor no necesitábamos, provocándonos una “infoxicación”, que nos crea la necesidad de nuevas dependencias. A lo mejor con un dato al día teníamos bastante en nuestro siste-

Al final innovar es ser capaces de mirar de manera diferente el potencial que nos dan no sólo las nuevas tecnologías, sino el avance del mundo
“Scientia potentia est”, el conocimiento es poder. Hay que implantar una cultura innovadora de la que todos formemos parte

ma, pero ahora podemos tener uno cada segundo. ¿Es realmente coste-efectivo “fiabilizar” y trabajar todos esos datos? Depende. Quien los necesite deberá transformarlos en conocimiento, y abrir la mente hacia cambios que nos permitan obtener resultados diferentes, por supuesto mejores, para la empresa y para los clientes.

Al final innovar es ser capaces de mirar de manera diferente el potencial que nos dan no sólo las nuevas tecnologías, sino el avance del mundo. El nexo agua/ energía es un ejemplo de innovación, antes nuestra mirada era excluyente,

ahora hay que hacerlo a vista de dron. Como el ciclo del agua: desde la captación, hasta el retorno al medio para su posible recuperación. La mirada del conjunto es realmente la innovación. En todo el proceso aplicaremos la mejor de las distintas opciones de las que dispongamos. Un abanico que incluye procesos y herramientas: analítica de datos, sensorización, gemelos digitales, interoperabilidad de sistemas, etc. “Scientia potentia est”, el conocimiento es poder. Hay que implantar una cultura innovadora de la que todos formemos parte. Cada uno, en función

del tamaño y de los objetivos de su empresa, debe procurar conocer el “estado del arte” de las herramientas que nos pone a disposición el nuevo ecosistema tecnológico, pensar cómo pueden mejorar nuestras tareas, transformar la nueva información en conocimiento, fomentar el espíritu creativo y de trabajo en equipo y adaptar nuestras capacidades profesionales al nuevo entorno. Atribuyen a la expedición del Apolo XIII en 1970 la frase “failure is not an option”, en nuestro caso, en nuestro sector, en este momento, “la cultura innovadora no es una opción”.

MÁS EFICACES PARA EL

TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES

Flottweg cuenta con más de 50 años de experiencia en deshidratación y espesamiento de lodos. Conocemos a la perfección los requisitos especiales de las plantas de tratamiento de aguas residuales y de gestión del agua. Las centrífugas industriales son rentables, efi cientes y ahorran energía.

Marián Serrano Sánchez

PRESIDENTA DE LA PLATAFORMA TECNOLÓGICA ESPAÑOLA DEL AGUA

Si potenciamos la innovación lograremos un sector del agua eficiente, sostenible y conectado con la sociedad

TEMAS: AGUA, INNOVACIÓN, TECNOLOGÍA, SOSTENIBILIDAD

Marián Serrano Sánchez, presidenta de la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA) y directora de Innovación de Global Omnium, reivindica la innovación como condición imprescindible para una gestión del agua sostenible. En esta entrevista aborda cómo la digitalización, las fuentes alternativas del recurso, la economía circular y la cooperación público-privada están transformando el sector, al tiempo que señala las barreras que aún persisten y la necesidad de atraer nuevo talento para que España consolide un modelo hídrico más eficiente, resiliente y referente a nivel internacional.

Desde su doble responsabilidad como presidenta de la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA) y directora de Innovación de Global Omnium, ¿cómo concibe el papel de la innovación en el necesario avance hacia la sostenibilidad del sector del agua?

La sostenibilidad no puede entenderse sin innovación, necesitamos soluciones que integren tecnología, gobernanza y participación para responder a la escasez hídrica, el deterioro de la calidad del agua y los efectos del cambio climático. Des-

de la PTEA en general, y desde Global Omnium en particular, impulsamos una visión en la que la innovación actúa como palanca para garantizar la seguridad hídrica (en cantidad y calidad). Apostamos por una innovación basada en la colaboración, capaz de trasladar el conocimiento científico al terreno operativo y generar impacto real en la eficiencia, la resiliencia

La sostenibilidad no puede entenderse sin innovación, necesitamos soluciones que integren tecnología, gobernanza y participación para responder a los efectos del cambio climático
En la Plataforma Tecnológica Española del Agua estamos comprobando que los modelos de cooperación más eficaces son aquellos que combinan visión compartida, gobernanza colaborativa y orientación a resultados

y la sostenibilidad del sector. El agua es un recurso estratégico fundamental para el desarrollo socioeconómico de los territorios y la preservación del medioambiente, por tanto, la innovación en su gestión no solo contribuye a la sostenibilidad en el sector, si no que tiene un efecto multiplicador en otros muchos sectores como la industria, el turismo, o la agricultura entre otros, lo que nos permite avanzar hacia un modelo verdaderamente sostenible.

La colaboración entre entidades públicas y privadas es uno de los pilares de la PTEA. ¿Qué modelos de

cooperación se están revelando más eficaces para transformar la I+D en soluciones tangibles?

En la PTEA estamos comprobando que los modelos de cooperación más eficaces son aquellos que combinan visión compartida, gobernanza colaborativa y orientación a resultados. La Plataforma actúa como punto de encuentro conectando administraciones, centros tecnológicos, universidades y empresas alineando las necesidades del sector con las capacidades tecnológicas y científicas disponibles. Los consorcios público-privados estables como los enmarcados en el PERTE de digitaliza-

MARIÁN SERRANO, PLATAFORMA TECNOLÓGICA ESPAÑOLA DEL AGUA

ción del ciclo del agua están demostrando gran capacidad para transformar los resultados de la innovación en soluciones aplicables. También son claves los ecosistemas de innovación, que facilitan el intercambio continuo de experiencias y el escalado de tecnologías. O la Compra Pública de Innovación (CPI) que es un mecanismo poderoso donde la administración estimula la demanda de innovación orientada a su implantación. Desde la PTEA fomentamos estos espacios de colaboración, impulsando una innovación transversal y conectada, que acelera la transferencia de conocimiento hacia proyectos reales y sostenibles.

En un contexto de cambio climático, stress hídrico creciente y necesidad de acelerar la transición ecológica, ¿qué retos tecnológicos considera prioritarios para avanzar hacia un modelo de gestión más eficiente y sostenible del agua?

En este sentido, desde la PTEA pensamos que los retos deben ir dirigidos a garantizar la resiliencia climática y la eficiencia de recursos, identificando tres grandes ámbitos de actuación. En primer lugar, la digitalización avanzada, que permita integrar datos en tiempo real para optimizar la gestión, haciéndola más

eficiente, anticipando la respuesta y reduciendo pérdidas. En segundo lugar, potenciar las fuentes alternativas del recurso, avanzando en la desalinización, reutilización y regeneración del agua, apoyadas en nuevas tecnologías de tratamiento, monitorización y control de calidad, de manera que se garantice la seguridad. Y, en tercer lugar, la valorización de recursos —energía, nutrientes o materiales— dentro de un enfoque de economía circular y simbiosis industrial. No podemos olvidar que abordar estos retos requiere un enfoque holístico, como el que se enmarca en nuestra Agenda Estratégica de I+D+i, potenciando la innovación colaborativa y facilitando la transferencia tecnológica.

La transformación digital está redefiniendo la gestión del agua. ¿Qué innovaciones están despuntando para la mejora operativa de los procesos e infraestructuras?

Es difícil escoger, porque la digitalización está abriendo importantes vías de innovación en todos los sectores, y en particular en el del agua. La digitalización del sector está permitiendo pasar de modelos reactivos a modelos proactivos y predictivos. Destacan los gemelos digitales, la sensorización inteligente, el

big data y la inteligencia artificial aplicada a la gestión predictiva que están transformando la operativa del sector. A ellas se suman las plataformas de integración de datos, que permiten una visión global y facilitan la toma de decisiones. Todo ello sin olvidar la ciberseguridad, pieza clave en nuestro sector. Desde PTEA, en este sentido, estamos colaborando con el INCIBE junto con otras organizaciones del sector para elevar el nivel de ciberseguridad en el sector estratégico del agua.

En su opinión, ¿qué barreras siguen dificultando la implantación generalizada de soluciones digitales o tecnologías emergentes en el sector?

Cualquier proceso de transformación digital o de adopción de nuevas tecnologías se enfrenta a diversas barreras que dificultan su implantación. En el caso del sector del agua, destacaría barreras financieras, normativas, de gobernanza y de aceptación social. A la necesidad existente de financiación para la renovación de infraestructuras ya de por sí muy envejecidas, se une la inversión necesaria para la implementación de nuevas tecnologías. Por otra parte, la fragmentación normativa y la disparidad de estructuras de gobernanza incrementan la complejidad y ralentizan los procesos para que las soluciones desarrolladas, lleguen a implantarse. A nivel social, la falta de conocimiento y sensibilización sobre ciertas soluciones limitan su aceptación, como el caso de las aguas regeneradas que pueden ser consideradas de menor calidad o inseguras. El papel de PTEA para superar estas barreras es fundamental, favoreciendo la colaboración público-privada, en donde la comunidad científica provee investigación, las empresas contribuyen en el desarrollo de soluciones que llevar al mercado y la administración identifica necesidades, facilita recursos y provee el marco regulatorio adecuado.

Cualquier proceso de transformación digital o de adopción de nuevas tecnologías se enfrenta a diversas barreras. En el caso del sector del agua, destacan las financieras, normativas, de gobernanza y de aceptación social

MARIÁN SERRANO, PLATAFORMA TECNOLÓGICA

Si hablamos de tendencias de innovación, ¿qué ámbitos anticipa como las “próximas fronteras” para el desarrollo del sector hídrico en el corto plazo?

En línea con la actividad que se viene desarrollando en los grupos de trabajo de PTEA, identificamos varias tendencias que claramente van a marcar las líneas de investigación e innovación en el sector. En el ámbito de la calidad con el enfoque “One Health”, se necesitan tecnologías para la detección, monitorización y eliminación de contaminantes de preocupación emergente (como microplásticos, químicos “eternos” o genes de resistencia antimicrobiana), en el ámbito de la economía circular y el nexo agua-energía se requiere de nuevas soluciones que permitan recuperar energía y bioproductos transformando las EDARs en biorrefinerías. También

la consolidación del uso de SBNs (Soluciones Basadas en la Naturaleza) facilitando la adaptación a los efectos del cambio climático, son líneas de trabajo muy relevantes. Y como no podía ser de otra manera, la digitalización profunda de los servicios para garantizar la eficiencia y la toma de decisiones.

En paralelo a la tecnología, el talento es un eje fundamental. ¿Cómo se pueden atraer nuevos perfiles en un sector que a menudo no resulta todo lo atractivo que debería?

Sin personas no hay innovación posible, por tanto, para seguir avanzando en la gestión sostenible del agua es necesario atraer y retener talento. Atraer talento pasa por conectar la innovación en la gestión del agua con los grandes desafíos

Cada vez hay más jóvenes interesados en sostenibilidad y tecnología. Si logramos transmitir que el agua está en el centro de esa transformación, atraeremos el talento que el sector necesita

globales, mostrando que en el sector del agua se pueden desarrollar carreras con propósito e impacto real. Desde PTEA pensamos que es esencial fomentar la colaboración entre universidades, centros tecnológicos y empresas para promover una formación interdisciplinar, digital y orientada a la creación de valor e impacto en la sociedad, alineada con los desafíos reales del sector. Cada vez hay más jóvenes interesados en sostenibilidad y tecnología, por lo que, si logramos transmitir que el agua está en el centro de esa transformación verde y digital, atraeremos el talento que el sector necesita. Igualmente es imprescindible promover la igualdad de género en un sector tradicionalmente masculinizado para asegurar la captación de los perfiles necesarios.

Si España logra afianzar un modelo de gestión del agua centrado en la innovación, la sostenibilidad y la cooperación, ¿cómo visualiza la evolución del sector en los próximos años?

Si España consolida un modelo como el mencionado, el potencial de transformación es enorme. Imagino un sector más digital, resiliente y circular, capaz de anticiparse a los retos climáticos y de aprovechar cada gota de agua como el recurso valioso y estratégico que es. También visualizo un ecosistema donde la colaboración público-privada sea la norma, y donde la innovación esté plenamente integrada en la gestión del recurso. Esto nos permitirá ser un referente internacional en innovación hídrica, exportando conocimiento, tecnología y modelos de gobernanza. Si potenciamos la innovación como el motor capaz de transformar un recurso finito en una fuente inagotable de posibilidades, alcanzaremos el éxito, logrando un sector del agua eficiente, sostenible y conectado con la sociedad.

A futuro visualizo un ecosistema donde la colaboración públicoprivada sea la norma y donde la innovación esté plenamente integrada en la gestión del recurso

MARIÁN SERRANO, PLATAFORMA

MANTENIMIENTO AVANZADO Y GESTIÓN INTEGRAL DE ACTIVOS EN EL CICLO DEL AGUA: EFICIENCIA, TRAZABILIDAD Y MODELO ROSMIMAN

El ciclo integral del agua —desde la captación hasta la depuración— se apoya en una infraestructura crítica que debe operar de forma segura, continua y conforme a normativas cada vez más exigentes. En este contexto, el mantenimiento y el Facility Management (FM) se han convertido en herramientas estratégicas de gobernanza técnica, donde información, tra-

zabilidad y análisis son tan importantes como la propia ingeniería hidráulica. El modelo tradicional, basado en mantenimiento correctivo o preventivo aislado del resto de procesos, ya no es suficiente ante los retos actuales: sostenibilidad, eficiencia energética y transparencia. Las nuevas exigencias —alineadas con normas como ISO 41001 e ISO 55000— promueven una gestión basada

en el ciclo de vida de los activos, apoyada en datos y con visión transversal.

En España, donde el agua es un recurso estratégico sometido a alta presión climática y regulatoria, este enfoque impulsa una transición necesaria: digitalización de activos, integración del FM con la operación técnica y adopción de plataformas GMAO robustas como soporte estructural.

ROSMIMAN I TECNOLOGÍA

MANTENIMIENTO AVANZADO: DE LA PROGRAMACIÓN A LA INTELIGENCIA OPERATIVA

Las instalaciones del ciclo urbano del agua concentran activos electromecánicos cuya disponibilidad impacta directamente en la calidad del servicio. La aplicación de mantenimiento avanzado permite evolucionar de la simple programación de tareas a modelos predictivos basados en condición.

El mantenimiento inteligente conecta sensores, SCADA y modelos analíticos para detectar desviaciones, anticipar fallos y optimizar el rendimiento energético. Esto se traduce en mayor estabilidad operativa, menor riesgo ambiental y vida útil extendida de los equipos.

El software GMAO actúa como columna vertebral del sistema. No solo gestiona órdenes de trabajo: organiza el conocimiento técnico, consolida históricos, calcula indicadores clave (MTBF, MTTR, eficiencia, coste por ciclo de vida) y proporciona trazabilidad completa. Un GMAO bien configurado es clave para reducir riesgos, cumplir con la normativa y tomar decisiones fundamentadas.

CONVERGENCIA ENTRE FACILITY MANAGEMENT Y GMAO: TRAZABILIDAD, CUMPLIMIENTO Y SOSTENIBILIDAD

La madurez digital del sector requiere integrar mantenimiento e instalaciones en una misma arquitectura de gestión. Plantas, redes y edificios auxiliares deben operar en un entorno común que combine estrategia (FM) y ejecución (GMAO).

La plataforma Rosmiman representa esta convergencia. Integra gestión de activos, mantenimiento, energía y sostenibilidad en un entorno interoperable con ERP, SCADA, GIS o IoT, eliminan-

La integración de mantenimiento y Facility Management en una única plataforma digital permite una visión global, trazable y alineada con los objetivos ESG

do silos de información y facilitando el control en tiempo real.

Gracias a la digitalización completa, cada intervención, repuesto o medición queda asociada al activo correspondiente, generando un gemelo digital operativo. Esto garantiza trazabilidad, simplifica auditorías y permite demostrar cumplimiento ante autoridades o certificadoras.

Además, el FM digital permite incorporar indicadores ESG en la operativa diaria: desde consumos y emisiones hasta rutas optimizadas o gestión energética.

EL MODELO OPERATIVO DEL FUTURO: DATOS, RESILIENCIA Y

LIDERAZGO TÉCNICO

El modelo operativo que se consolida en el sector combina inteligencia técnica, gestión integrada y cultura de mejora continua. Las plataformas GMAO y FM funcionan como un ecosistema de conocimiento que transforma datos en decisiones.

Con un enfoque modular, Rosmiman permite planificación dinámica, mantenimiento predictivo, análisis energético y visión estratégica de los activos. Esto facilita decisiones técnicas alineadas con la sostenibilidad, el control de costes y la resiliencia operativa.

En un entorno de recursos limitados y creciente presión regulatoria, el valor diferencial no reside solo en la tecnología, sino en cómo se aplica. Las organizaciones que integren digitalmente la gestión técnica podrán convertir la complejidad en eficiencia, anticiparse al riesgo y reforzar su posición frente a los retos del futuro.

ROSMIMAN www.rosmiman.com

REPORTAJE

e Nuria Suárez

REPORTAJE

A NADIE SORPRENDE LA AFIRMACIÓN DE QUE EL SECTOR DEL AGUA

ATRAVIESA EN LA ACTUALIDAD UNA ETAPA DE TRANSFORMACIÓN PROFUNDA, IMPULSADA POR NUEVAS DEMANDAS SOCIALES, TECNOLÓGICAS Y AMBIENTALES. CONSCIENTES DE ELLO, EN ESTE REPORTAJE ANALIZAMOS

LAS PRINCIPALES TENDENCIAS QUE ESTÁN MARCANDO EL CAMINO HACIA

UNA GESTIÓN DEL AGUA INNOVADORA.

Transformación, evolución o transición son términos comúnmente empleados para referirse a la etapa que atraviesa en la actualidad el sector del agua, en la que empresas, administraciones públicas y organismos de investigación, entre otros actores del ciclo integral, se encuentran en una búsqueda constante de soluciones tecnológicas más eficientes, robustas, sostenibles y transferibles. Aunque tradicionalmente se ha tratado de un sector muy receptivo a la innovación —en gran medida porque necesita maximizar la eficiencia en la gestión del recurso, al tiempo de optimizar los costes—, la crisis climática y la constante presión sobre los recursos hídricos, tanto en cantidad como en calidad, están actuando como un auténtico acelerador.

En este sentido, los episodios de sequía prolongada, las lluvias torrenciales y la variabilidad en la disponibilidad del recurso están obligando a repensar los modelos tradicionales de gestión. Hoy, la prioridad pasa por garantizar la resiliencia del sistema, optimizar el uso de recursos y aprovechar fuentes no convencionales mediante la reutilización. Para analizar cómo se

está articulando esta transformación, hablamos con tres grandes expertos en la materia: Marián Serrano Sánchez, Presidenta de la Plataforma Tecnológica Española del Agua; Eduardo Ayesa Iturrate, Investigador principal y Presidente Ejecutivo en Ceit y Javier Claros, investigador y responsable de Innovación y Proceso en Ciclagua.

Otro factor determinante para impulsar la innovación es la concienciación social que está despertando la crisis climática, a raíz de la rapidez con la que se empiezan a vislumbrar sus efectos. Eduardo Ayesa alega que, si bien las demandas sociales son las que acaban promoviendo las grandes decisiones, aún falta mucho camino por

LA NECESIDAD DE RENOVACIÓN

DE INFRAESTRUCTURAS, ADAPTACIÓN AL EVIDENTE CAMBIO CLIMÁTICO Y EL CUMPLIMIENTO DE LAS NUEVAS EXIGENCIAS NORMATIVAS ESTÁN PROPICIANDO LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES INNOVADORAS

recorrer respecto a este tema, ya que la gravedad de la crisis se percibe de manera diferente en función de las regiones y su vulnerabilidad. El experto enfatiza que lo más grave es que dicha percepción está frecuentemente condicionada por cuestiones ideológicas que nada tienen que ver con un análisis profundo del problema y de la manera de afrontarlo. “Creo que es muy importante eliminar la influencia de los radicalismos ideológicos, de un signo y de otro, para buscar juntos las mejores soluciones y promover también juntos la innovación necesaria para ello”. Sacar el agua la discusión política es hoy uno de los grandes reclamos del sector, que a su vez aboga por establecer un diálogo claro entre administraciones, centros tecnológicos, universidades y empresas, alineando las necesidades del sector con las capacidades tecnológicas y científicas disponibles. Marián Serrano Sánchez, Presidenta de la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA), sostiene que un eje central de la Plataforma consiste en fomentar los espacios de colaboración, al entender que éstos impulsan una innovación “transversal y conectada, que acelera la transferencia de conocimiento hacia proyectos reales y sostenibles”.

LAS NUEVAS FRONTERAS DE INNOVACIÓN

QUE MARCARÁN EL FUTURO DE LA GESTIÓN HÍDRICA

Entre los modelos cooperativos con resultados más eficaces, Serrano destaca los consorcios público-privados estables, como los enmarcados en el PERTE de digitalización del ciclo del agua; los ecosistemas de innovación, que facilitan el intercambio continuo de experiencias, y el escalado de tecnologías y la Compra Pública de Innovación (CPI), pues permite a la administración estimular la demanda de innovación orientada a su implantación.

MOTORES DE CAMBIO EN LA GESTIÓN DEL AGUA

Antes de abordar cuáles se postulan como los nuevos frentes de innovación en el sector hídrico español, resulta preciso comprender primero cuáles son aquellos factores que están actuando sinérgicamente como motores de transformación. Si bien existen una multiplicidad de ellos, a grandes rasgos hallamos tres prioritarios:

En primer lugar, y como se expuso anteriormente, la mayor conciencia ciudadana sobre la necesidad de preservar el entorno y, más en concreto, la calidad y disponibilidad del recurso, se está consolidando en la sociedad como un valor irrenunciable. Aunque aún falta sensibilización sobre determinados

Tres factores que están acelerando la transformación del sector hídrico 3

• Mayor concienciación social sobre la necesidad de preservar el entorno y la calidad de las aguas

• El avance en formación y capacitación técnica de los profesionales del sector, tanto en las entidades públicas como en las empresas privadas

• La progresiva implantación de nueva legislación y directivas cada vez más exigentes, unidas a la disposición de fondos suficientes para financiar proyectos ambiciosos

aspectos, los esfuerzos divulgativos desde los organismos públicos, empresas del sector y universidades están contribuyendo a una mejor comprensión de la relevancia del sector.

Por otra parte, el significativo avance en la formación y la capacitación técnica de los profesionales del sector en las últimas décadas, tanto en las entidades públicas como en las empresas privadas, ha sido otro factor determinante para su mejoría. Tal y como señala Eduardo Ayesa, el hecho de que los equipos directivos y técnicos sean cada vez más multidisciplinares y cualificados redunda lógicamente en la calidad y exigencia de los proyectos y del servicio que ofrecen. Además, la concentración de las entidades de gestión del agua en consorcios y agrupaciones de mayor tamaño ha acelerado notablemente esta mejora, agrega.

La tercera pata fundamental es la legislación y la progresiva implantación de directivas cada vez más exigentes, que unidas a la disposición de fondos suficientes para abordar y financiar ambiciosos programas de modernización de instalaciones, están acelerando la transformación verde y digital de la industria. En este contexto, no cabe duda de que el PERTE de Digitalización del Ciclo Integral del

Hay que potenciar la divulgación y concienciación social del ciclo urbano del agua. Una sociedad que comprende este servicio de manera global, está más abierta a apoyarlo.
Eduardo Ayesa, investigador principal y presidente ejecutivo en Ceit.

LAS NUEVAS FRONTERAS DE INNOVACIÓN QUE MARCARÁN EL FUTURO DE LA GESTIÓN HÍDRICA

Agua está actuando como una palanca estratégica para cubrir parte de la necesidad de renovación de infraestructuras, adaptación al cambio climático y el cumplimiento de las nuevas exigencias normativas.

Asimismo, las políticas europeas están teniendo un papel decisivo en la promoción de la I+D+i en el sector del agua, especialmente a través del Pacto Verde Europeo, los fondos Next Generation EU y programas como Horizonte Europa. Javier Claros expone que estos instrumentos han permitido impulsar proyectos de digitalización, eficiencia energética y economía circular que, de otro modo, serían difíciles de abordar solo con recursos propios.

ÁREAS DE MEJORA MÁS APREMIANTES

Cualquier proceso de transformación enfrenta una serie de obstáculos que pueden dificultar su implantación. En el caso del sector del agua, las barreras más notorias se encuentran en el ámbito de la financiación, la normativa, la gobernanza y la aceptación social. A sabiendas de lo anterior, los tres expertos coinciden al indicar una serie de puntos que abordar necesariamente:

Si potenciamos la innovación como el motor capaz de transformar un recurso finito en una fuente inagotable de posibilidades, lograremos un sector del agua eficiente, sostenible y conectado con la sociedad.

Todos ellos posicionan como actuación prioritaria la mejora estructural de las instalaciones, con elevado grado de obsolescencia, así como la eficiencia energética y operativa de las mismas. Javier Claros indica que la primera parte se soluciona con mayor inversión; mientras que la segunda supone, además de inversión, el desarrollo de estrategias basadas en el uso de los datos que se están generando continuamente en las instalaciones. El investigador aboga por tratar el agua como una “infraestructura de datos” que aportará información relevante y útil para mejorar su planificación y el bienestar del conjunto de la población.

Sobre esta base, Marián Serrano puntualiza que la mayor digitalización del sector está propiciando el paso de modelos reactivos a modelos proactivos y predictivos. Concretamente, las plataformas de integración de datos, unidas a los gemelos digitales, la sensorización inteligente, el big data y la inteligencia artificial aplicada a la gestión predictiva, están permitiendo obtener una visión global que facilita la toma de decisiones.

Ahora bien, la tecnología por sí sola no basta si el marco legislativo y administrativo no acompaña. Otro punto crítico es la fragmentación normativa y

la disparidad de estructuras de gobernanza, que incrementan la complejidad y ralentizan los procesos necesarios para que las soluciones desarrolladas lleguen realmente a implantarse.

Cada vez es más común escuchar la necesidad de alcanzar una gestión sostenible e integrada del agua y, en este sentido, Eduardo Ayesa pone el acento en la importancia de dicha integración. El experto manifiesta la necesidad de reducir la compartimentalización con la que frecuentemente se construyen y gestionan los diferentes subsistemas del ciclo del agua (captación, ETAPs, redes de distribución, redes de saneamiento, EDARs, etc.), así como de

EXISTEN

AÚN

ASPECTOS

A REFORZAR, COMO LA SIMPLIFICACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS Y FAVORECER UNA MAYOR CONTINUIDAD EN LAS CONVOCATORIAS, PARA GARANTIZAR ESTABILIDAD Y PLANIFICACIÓN A MEDIO PLAZO

Marián Serrano Sánchez, presidenta de la PTEA.

diseñar y construir las infraestructuras teniendo en cuenta su posterior explotación. “No podemos olvidar que una gestión más integrada puede incrementar la complejidad, pero con la creciente capacitación técnica y las nuevas herramientas de digitalización, deberíamos ser capaces de avanzar rápido en esa dirección. Asimismo, es importante también agilizar la coordinación de competencias y responsabilidades”, argumenta.

A estos retos se suma otro de carácter estructural en el ecosistema

español de innovación en el sector del agua: la ausencia de una verdadera cultura cooperativa entre los generadores de conocimiento, las empresas proveedoras de tecnología y los usuarios finales. Una de las reivindicaciones del sector es apoyar más a las empresas nacionales, que asumen riesgos y desarrollan tecnologías innovadoras, promoviendo su colaboración con universidades y centros tecnológicos de excelencia; además de facilitar la validación experimental de sus productos en las

infraestructuras explotadas por los usuarios finales.

En último lugar, los expertos señalan que el potencial transformador del sector se ve también limitado por la falta de mayor conocimiento y sensibilización social respecto a determinadas soluciones, lo que restringe su aceptación. Un ejemplo claro de ello es el empleo de aguas regeneradas. Por este motivo, enfatizan la importancia de potenciar la divulgación y la concienciación en torno al ciclo urbano del agua. Como puntualiza Eduardo

LAS NUEVAS FRONTERAS DE INNOVACIÓN QUE MARCARÁN EL FUTURO DE LA GESTIÓN HÍDRICA

Ayesa, “una sociedad que comprende este servicio de manera global, está más abierta a apoyarlo y, por ejemplo, a repercutir en el precio del agua los costes de inversión y explotación necesarios para garantizar un servicio de calidad, desde el abastecimiento hasta su retorno a los medios receptores”.

PRÓXIMAS FRONTERAS DE INNOVACIÓN

Ahora que termina el año 2025 y se abre un nuevo período marcado por la adaptación del sector a la nueva normativa y por el desarrollo de soluciones capaces de dar respuesta a los requerimientos impuestos, planteamos a los profesionales una cuestión clave: ¿hacia dónde consideran que evolucio-

Creo que

las próximas fronteras de la innovación en el sector hídrico estarán marcadas por el uso eficiente de los datos: la integración de la inteligencia artificial, los gemelos digitales y la automatización avanzada.

Javier Claros Bedoya, responsable de Innovación y Proceso en Ciclagua.

nará, en el corto plazo, la gestión integral del ciclo del agua?

De forma unánime, todos ellos coinciden en el papel prioritario que desempeñará la digitalización profunda de los servicios y la incorporación de tecnologías emergentes para garantizar la eficiencia y optimizar la toma de decisiones. En concreto, señalan que el modelo futuro se sustentará en la captación y el uso eficiente de datos mediante la integración de inteligencia artificial, gemelos digitales y automatización avanzada. De este modo, los operadores dispondrán en todo momento de información centralizada, fiable y actualizada sobre su planta o red, así como de una capacidad predictiva que actúe como soporte estratégico para la toma de decisiones.

¿Hacia dónde se dirige el sector del agua?

Transformación digital

Digitalización profunda de infraestructuras y servicios apoyada en datos, inteligencia artificial, gemelos digitales y automatización avanzada.

Gestión circular y biofactorías

Concepción de las depuradoras como biofactorías, capaces de transformar efluentes y subproductos en nuevos recursos de alto valor.

Junto a esta transformación digital, los expertos sitúan un segundo eje de cambio igual de determinante: la transición hacia un enfoque de gestión más circular, resiliente y descentralizado, en el que la reutilización, la valorización de recursos y la autosuficiencia energética se configuren como pilares básicos. En este sentido, subrayan la necesidad de extender la visión de las depuradoras como plantas de recuperación de recursos, de manera que se conciban como auténticas “biofactorías” o “biorrefinerías”, capaces de transformar efluentes y subproductos en nuevos recursos de valor, alineando así la gestión del agua con los principios de la economía circular.

En definitiva, el futuro del sector pasa por hacer de la innovación el eje vertebrador de todo el sistema: una innovación tecnológica que aproveche el potencial de los datos y la digitalización; una innovación ambiental que impulse modelos más circulares y resilientes; y una innovación en la forma de gobernar, basada en la transparencia y la colaboración entre todos los agentes. Solo si la gestión del agua se concibe como un ámbito en permanente evolución, la gestión integral del ciclo del agua estará realmente preparada para responder, con solvencia, a los desafíos presentes y futuros.

SISTEMA DE PVC CORRUGADO SANECOR®, LA SOLUCIÓN MÁS EFICIENTE PARA LA PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LAS REDES DE SANEAMIENTO Y DRENAJE

Las redes urbanas de saneamiento y drenaje forman parte del conjunto de infraestructuras hidráulicas que integran el ciclo integral del agua. Para garantizar su eficacia, resulta imprescindible invertir en su mantenimiento y renovación, especialmente en aquellos tramos de las redes que presentan problemas de estanqueidad.

La tubería Sanecor® de PVC Corrugado de Molecor ha sido diseñada para asegurar esa estanqueidad y garantizar un rendimiento duradero en redes de alcantarillado y saneamiento. Se trata de una solución plástica compuesta por dos capas: una exterior corrugada, que proporciona rigidez al tubo, y otra interior lisa, que facilita la circulación del agua y reduce la acumulación de mate-

riales que puedan disminuir la capacidad de carga en la red.

Con una rigidez aproximada de 10 kN/ m², la tubería Sanecor® ofrece una alta resistencia frente a las cargas que gravitan sobre el tubo, tanto del terreno como del tráfico que circula por encima del mismo. Presenta también una excelente resistencia química, al estar fabricada en PVC, un material inmune a la corrosión y muy resistente a la abrasión provocada por la circulación del agua por el interior del tubo.

Su principal característica es la total estanqueidad del sistema. Las uniones se realizan mediante junta elástica y un sistema de embocadura integrada, en el que la campana o copa que aloja el extremo macho del tubo contiguo es también corrugada, manteniendo así la rigidez y los

espesores del resto del tubo. Además, su baja rugosidad favorece el flujo del agua, disminuye el rozamiento por su interior y mejora su capacidad hidráulica.

El sistema Sanecor® ofrece una de las gamas más amplias del mercado, con diámetros nominales que van desde los 160 hasta los 1.200 mm. Cuenta, además, con Declaración Ambiental de Producto (DAP), que certifica su compromiso con el medio ambiente.

Invertir en la mejora y conservación de las redes de saneamiento es esencial para garantizar su correcto funcionamiento dentro del sistema hidráulico.

Nuevos frentes de innovación en el sector del agua

GERENTE DE CETAQUA BARCELONA, CENTRO TECNOLÓGICO DEL AGUA DE VEOLIA

Durante años, la innovación en el ámbito del agua y el medio ambiente se ha asociado única y principalmente al desarrollo tecnológico. Tras décadas de proyectos centrados en este enfoque, podemos afirmar que hoy el principal desafío no reside tanto en la falta de soluciones técnicas -que muchas existen y están suficientemente maduras-, sino en cómo crear las condiciones adecuadas para que dichas soluciones se integren en la gestión real del recurso.

El reto es sistémico: activar los mecanismos regulatorios, económicos y organizativos que permitan que la innovación deje de ser experimental y se convierta en parte estructural del modelo de gestión del agua. Activar estos mecanismos implica también innovar,

El reto es sistémico: urge activar los mecanismos regulatorios, económicos y organizativos que permitan que la innovación deje de ser experimental y se convierta en parte

estructural del modelo de gestión del agua

nocimiento y la tecnología en impacto. Nuestra misión consiste en traducir los desafíos locales del agua en oportunidades tecnológicas globales, demostrando que la sostenibilidad hídrica y la competitividad económica pueden y deben avanzar de la mano.

pero esta vez en modelos de negocio, en nuevas cadenas de valor y en flexibilidad regulatoria.

Desde Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua de Veolia, trabajamos precisamente en esa frontera: convertir el co-

Ahora bien, cambiar un sistema entero es una tarea demasiado ambiciosa como para abordarla de una sola vez. Por eso, la estrategia más efectiva pasa por poner en marcha primeras referencias que funcionen en entornos reales, que generen impacto económico, medioambiental y social a una escala relevante, y que puedan replicarse en otros contextos. En definitiva, el movimiento se demuestra andando: andar siempre es previo a correr, y cada caso de éxito validado en condiciones reales es un paso firme hacia ese cambio sistémico que perseguimos.

+ MARINA ARNALDOS, CETAQUA

En esta tribuna comparto algunos ejemplos de estas primeras referencias: nuevos modelos de actividad concebidos para transformar el sistema desde la práctica, demostrando con hechos que otro modo de gestionar el agua es posible.

NUEVAS FRONTERAS

SECTORIALES: EFICIENCIA, RESILIENCIA, Y DESCARBONIZACIÓN

La innovación aplicada en el sector del agua y el medio ambiente responde hoy a tres retos clave. El primero es la eficiencia, un objetivo histórico y siempre vigente. En un contexto marcado por nuevas regulaciones europeas que elevan los estándares del sector, aprovechar al máximo las capacidades de los sistemas existentes resulta imprescindible para minimizar el impacto económico asociado a la necesaria actualización de la infraestructura hídrica. Muchos proyectos de digitalización se inscriben en este reto. De hecho, una parte significativa de las iniciativas basadas en inteligencia artificial en el sector está profundamente vinculada a la idea de “hacer lo de siempre, pero con menos recursos”. En otras palabras, la digitalización y la IA en este marco son habilitadoras de nuevas eficiencias, optimizando la gestión y el uso de los activos existentes.

Un ejemplo concreto son los servicios basados en Computer Vision que desde Cetaqua hemos desarrollado, implantado e industrializado junto con Veolia España. Estas soluciones permiten monitorizar en tiempo real procesos y activos críticos en plantas de tratamiento de agua, como la detección automática de espumas, sólidos flotantes o anomalías en reactores biológicos y decantadores. Gracias a estas herramientas, ya operativas en varias instalaciones de Veolia de todo el país, se ha logrado una reducción de hasta el

75% en los tiempos de detección de eventos críticos, además de una disminución significativa en el uso de reactivos y energía. Su industrialización, realizada en colaboración con Veolia, está permitiendo replicar estas soluciones en otras geografías, consolidando un nuevo modelo de control más eficiente, resiliente y automatizado.

Un segundo reto estructural es el de la resiliencia. Entendida en sentido amplio, la resiliencia hace referencia a la capacidad de los sistemas hídricos y ambientales para anticipar, resistir y recuperarse frente a perturbaciones de distinta naturaleza: climáticas, cibernéticas o físicas. No se trata sólo de adaptarse al cambio climático, sino de construir infraestructuras y modelos de gestión capaces de mantener su funcionamiento esencial ante eventos extremos o ataques que comprometan su integridad. La resiliencia y la eficiencia deben avanzar juntas, buscando el equilibrio entre ambas. Ser resiliente implica a veces redundancias o márgenes de seguridad que pueden parecer poco eficientes, pero que son esenciales para garantizar la continuidad del servicio ante diferentes situaciones.

En el ámbito climático, esta resiliencia se traduce en la necesidad de diversificar las fuentes de suministro y reforzar la seguridad hídrica, especialmente frente a escenarios de sequía e inundaciones cada vez más frecuentes e intensos. En la cuenca mediterránea,

estos fenómenos se están materializando con especial crudeza, generando graves daños materiales y personales. En este contexto, la reutilización de agua emerge como una pieza clave para garantizar la disponibilidad del recurso a largo plazo, reduciendo la dependencia de fuentes convencionales y aumentando la flexibilidad del sistema ante las nuevas condiciones climáticas.

Desde Cetaqua llevamos más de una década desarrollando proyectos de demostración que han hecho posible habilitar la reutilización prepotable implementada en los últimos años como respuesta a la sequía en el área metropolitana de Barcelona. Gracias a este trabajo continuado de investigación aplicada y validación en condiciones reales, la reutilización de agua ha pasado de ser una posibilidad tecnológica a una alternativa operativa integrada en la gestión del recurso.

El próximo año daremos un paso más con el primer demostrador de reutilización potable directa, tubo a tubo, que se implantará en la EDAR de Gavà-Viladecans en colaboración con Aigües de Barcelona. Este proyecto pionero situará a Cataluña y a España entre las regiones europeas de referencia en reutilización avanzada, abriendo el camino hacia un modelo de abastecimiento más resiliente, circular y preparado para los escenarios de escasez que marcarán el futuro.

La innovación aplicada en el sector del agua y el medio ambiente responde hoy a tres retos clave: la eficiencia, la resiliencia y la descarbonización del ciclo del agua

El tercer ámbito es el de la descarbonización del ciclo del agua, un reto que va más allá de reducir el consumo energético de las infraestructuras. La transición hacia un modelo neutro en carbono implica también aprovechar el ciclo del agua como palanca para descarbonizar otras cadenas de valor, generando productos y materiales de baja huella que sustituyan a los actualmente empleados en la industria. Este enfoque permite cerrar ciclos de materia y energía, reforzar la fiabilidad de las cadenas de suministro (al producir

España tiene el potencial de situarse entre los grandes referentes internacionales en innovación hídrica, pero ese liderazgo aún está por consolidarse

en local a partir de residuos) y reducir simultáneamente el impacto ambiental y los costes asociados.

Un ejemplo destacado es el demostrador que llevaremos a cabo en Tarragona junto con AITASA, Veolia y Covestro, centrado en la recuperación de cloruro sódico y sales de magnesio

ble y tecnológicamente escalable que servirá como referencia a nivel industrial en la descarbonización de procesos mediante la valorización de subproductos del ciclo del agua.

LA INNOVACIÓN NECESITA UN MARCO HABILITADOR

combine impulso público y proactividad privada.

Por un lado, las administraciones deben facilitar entornos flexibles y seguros para la experimentación, promoviendo instrumentos como los sandbox regulatorios y adaptando el marco normativo para acelerar la validación

EN PRIMERA PERSONA

reconociendo al sector del agua como un sector estratégico para la competitividad sostenida del país. Solo controlando y gestionando el recurso hídrico de forma eficaz podremos mantener el control sobre nuestra economía y asegurar su resiliencia ante los desafíos futuros. Por otro lado, las empresas y los centros tecnológicos deben asumir una actitud más emprendedora, impulsando nuevos servicios, modelos de negocio y alianzas que aprovechen el conocimiento y la tecnología ya disponible.

Administraciones, operadores y centros tecnológicos deben actuar de manera conjunta y alineada, impulsando una agenda común de innovación que sitúe a España como el observatorio de referencia en agua

INNOVAR DESDE LO LOCAL PARA IMPACTAR GLOBALMENTE

El valor diferencial de Veolia y Cetaqua reside en su capacidad para transferir conocimiento y soluciones entre territorios, conectando la innovación local con el aprendizaje global. La presencia internacional del grupo permite contrastar tecnologías, comparar modelos de gestión y adaptar soluciones a contextos ambientales, regulatorios y sociales muy diversos. Lo local aporta la realidad, el contexto y la necesidad; lo global aporta la escala, el aprendizaje y la capacidad de transformación.

La innovación no se exporta, se reinterpreta: cada territorio aporta su

+ MARINA ARNALDOS, CETAQUA

experiencia, sus retos y su creatividad al conjunto. De este modo, los proyectos desarrollados en España funcionan como laboratorios vivos, donde las soluciones se ponen a prueba en condiciones reales antes de replicarse y escalarse en otros lugares del mundo, con las adaptaciones necesarias. En el mismo sentido, desde España podemos acceder a las soluciones y los modelos implementados en otros países que pueden aportar un valor diferencial, una vez adaptados a la realidad local.

ESPAÑA Y SU POTENCIAL COMO REFERENTE EN INNOVACIÓN EN EL SECTOR DEL AGUA

España tiene el potencial de situarse entre los grandes referentes internacionales en innovación hídrica, pero ese liderazgo aún está por consolidarse. El país reúne las condiciones ideales: una combinación de retos reales (sequías, presión demográfica, exigencias ambientales crecientes) y una base científica, tecnológica y empresarial sólida, capaz de transformar la gestión del agua en un motor de sostenibilidad y competitividad.

El impacto de las iniciativas existentes demuestra que el camino es posible, pero para alcanzar todo su potencial es necesario aumentar la ambición y la coordinación. Administraciones, operadores y centros tecnológicos deben actuar de manera conjunta y alineada, impulsando una agenda común de innovación que sitúe a España como el observatorio de referencia en agua más innovador, resiliente y dinámico de Europa.

Convertir este potencial en realidad depende de mantener el impulso, asumir riesgos y compartir visión, transformando la experiencia acumulada en una ventaja competitiva global al servicio de la sostenibilidad y la seguridad hídrica.

EL VIAJE DEL DATO DEL AGUA

CÓMO LA DIGITALIZACIÓN MEJORA LA GESTIÓN HÍDRICA

EN ESPAÑA

e Patricia Ruiz Guevara

EN TODO EL TERRITORIO ESPAÑOL, LOS DATOS QUE SE OBTIENEN DEL CICLO

DEL AGUA SE ANALIZAN PARA DETECTAR FUGAS, ANTICIPAR INCIDENCIAS,

OPTIMIZAR LAS INSTALACIONES Y MEJORAR EL SERVICIO

A LOS CIUDADANOS.

TAMBIÉN

PARA SUMAR A

LA

SOSTENIBILIDAD. EN LA CARA VISIBLE HAY REDES DE SENSORES Y CONTADORES INTELIGENTES; DETRÁS,

SISTEMAS INTEGRADOS, GEMELOS DIGITALES E INTELIGENCIA ARTIFICIAL. UNA INFRAESTRUCTURA CONECTADA EN LA QUE LA GOBERNANZA Y LA SEGURIDAD DEL DATO SON FUNDAMENTALES.

Detrás del gesto de abrir un grifo, activar un riego por goteo o programar un proceso industrial que necesita litros y litros de agua sucede mucho más de lo que aparentemente se ve.

Sí, el resultado es que sale agua, pero cada una de esas gotas, su flujo, el comportamiento de la infraestructura, nos dice mucho más de ese viaje hídrico.

Son muchas las herramientas y tecnologías que pueden utilizarse para analizarlo. Gemelos digitales, redes inteligentes, monitorización, data science, inteligencia artificial... Algunas llevan años desplegadas con cifras de éxito, y otras empiezan a ser un imperativo por el que apostar en administraciones y gestoras en toda España. Pero para que esa infraestructura digitalizada funcione hace falta un ingrediente, líquido y cuantitativo: datos sobre el agua.

Sensores, telelectura y contadores inteligentes recaban información sobre el ciclo del agua a nivel urbano, agrícola e industrial, que después se puede analizar para entender cómo mejorar procesos, detectar fugas y pérdidas, y

Contador de telelectura. Foto: Hidrogea

dar mejores soluciones a los usuarios. Esa capa de datos permite también anticipar, gestionar y optimizar el recurso hídrico de una forma mucho más precisa, contribuyendo a la economía circular del agua. Los datos recogidos y su digitalización hacen que, a la postre, tomar pequeñas decisiones en base a ellos pueda tener grandes resultados.

UNA GOTA EN CARTAGENA

La información es la principal herramienta para actuar ante posibles contingencias. La digitalización de la

red de abastecimiento y alcantarillado permite detectar fugas y saber si le ha ocurrido algo a una persona mayor.

de tener información en tiempo real del consumo de agua, “lo que puede ser de utilidad para detectar ocupaciones, fugas en viviendas que no se usan habitualmente o conocer el estado en el que se encuentra una persona mayor que viva sola”, ejemplifica el gerente.

Jorge Bonilla, gerente de Hidrogea-Cartagena.

Con la información que da el consumo de agua se pueden averiguar cosas tan cruciales como si le ha ocurrido algo a una persona mayor que vive sola. Esto se consigue detectando posibles oscilaciones bruscas del consumo de agua que realiza en su hogar. Es una de las aplicaciones de la digitalización de la red de abastecimiento y alcantarillado de Cartagena, en el marco del proyecto CARTADi (Cartagena Agua Digital). “El desarrollo de CARTADi forma parte del trabajo que desde hace años Hidrogea desarrolla en Cartagena. 2024 cerró con un rendimiento técnico del 92,10% de las redes y una minimización de las pequeñas fugas de agua”, indica Jorge Bonilla, gerente de Hidrogea-Cartagena. Esto “se traduce en una mejora del servicio a la ciudadanía a través de la recogida de datos en el hub operativo Dinapsis Región de Murcia. También en ahorro inmediato de recursos, apuesta directa por la sostenibilidad y protección ambiental a medio y largo plazo”, añade. Entre las principales actuaciones que se están desarrollando actualmente en CARTADi está la ampliación del sistema de sensorización y telecontrol, que prevé la instalación de 60.000 contadores de telelectura, para llegar a más del 60% de los hogares y negocios del municipio. “Los contadores de telelectura instalados utilizan la tecnología Narrowband IoT (Internet de las Cosas de Banda Estrecha). Este sistema, mediante tarjetas SIM, conecta los contadores a la red de telecomunicaciones permitiendo enviar datos las 24 horas del día”, detalla Pinilla.

Los operarios de Hidrogea también desarrollan en este momento la “colocación de sensores en la red de alcantarillado de la que, a través de más de 50 nuevas estaciones remotas, se podrá hacer un seguimiento en tiempo real del caudal y niveles de agua en la red de saneamiento cartagenera, así como recoger los datos sobre niveles de agua y calidad en puntos críticos de la red”, explica. Estas actuaciones posibilitarán anticiparse a posibles episodios de inundaciones y vertidos.

UNA GOTA EN CÓRDOBA

Datos hidráulicos (presiones, caudales, niveles), eléctricos (intensidades, consumos energéticos, rendimientos), químicos (pH, turbidez, conductividad, DBO, DQO), meteorológicos y de calidad de red. Datos procedentes de telelectura de contadores inteligentes y de sistemas corporativos como el ERP, el GMAO o el GIS. Con toda esa riqueza de variables trabajan en EMACSA (Empresa Municipal de Aguas de Córdoba), donde gestionan todo el ciclo integral del agua del municipio de Córdoba.

La instalación de estos nuevos contadores da la posibilidad a los usuarios

“El dato se ha convertido en una herramienta de trabajo diaria para todos los niveles de la organización. Toda esta información fluye hacia una infraestructura de datos industriales unificada, que actúa como el sistema nervioso digital de la empresa. Este entorno permite historizar, contextualizar y correlacionar datos en tiempo real, garantizando trazabilidad y fiabilidad en la toma de decisiones”, explica José Fernández Martínez, coordinador de Digitalización de Procesos de EMACSA.

Por ejemplo, los operadores pueden visualizar el comportamiento hidráuli co de la red en tiempo real, detectar fugas por desviaciones de caudal o presión, y activar alarmas automáticas ante pérdidas anómalas. En manteni miento,”la analítica sobre datos histó ricos nos permitirá anticipar averías antes de que ocurran, detectando pa trones de comportamiento en bombas, válvulas o equipos de proceso”, añade.

Actualmente trabajan en cuatro proyectos clave: digitalización de contadores y balance hídrico, inte grando AVEVA PI con PowerRunner para la lectura masiva y analítica avanzada para más de 100.000 con tadores inteligentes; modernización del SCADA corporativo (AVEVA System Platform); renovación de la infraestructura de red de comunicaciones redundante de banda estrecha por una nueva red digital de comunicaciones críticas para las estaciones remotas; y un Centro Unificado de Operaciones (UOC), que será el cerebro operativo del ciclo del agua. Después de recibir casi 5,3 millones de euros del PERTE de Digitalización del Ciclo Integral del Agua, podrán potenciar la ampliación de la sensorización en redes de abastecimiento y saneamiento, el UOC, y el ecosistema de datos industriales y de analítica avanzada.

verdadero valor no está en añadir más sensores, sino en dotar de coherencia, contexto y propósito a los datos. Estamos trabajando para que esta información fluya entre sistemas”, sostiene Fernández Martínez. Por ejemplo, que un evento detectado en el sistema de control pueda generar automáticamente una orden de trabajo en el mantenimiento asistido por ordenador, vincularse a una instalación georreferenciada y reflejar su coste en el sistema económico-financiero.

UNA GOTA EN BURGOS

Cada mejora

en

eficiencia operativa tiene un impacto

“Estos proyectos no solo digitalizan los procesos, sino que los conectan. El

RECABAR Y ANALIZAR DATOS HIDRÁULICOS, ELÉCTRICOS, QUÍMICOS Y METEOROLÓGICOS

SIRVE PARA ANTICIPAR INCIDENCIAS, DETECTAR FUGAS, VIGILAR LA CALIDAD DEL AGUA Y OPTIMIZAR SU CONSUMO

directo en la sostenibilidad. El objetivo final no es solo operar mejor, sino transformar datos en conocimiento y conocimiento en decisiones sostenibles. José Fernández Martínez, coordinador de Digitalización de Procesos de EMACSA.

El PERTE de Digitalización del Ciclo Integral del Agua ha dado fuelle a otros muchos de los planes que apuestan por los datos para optimizar la gestión hídrica. Es el caso de los proyectos de Aguas de Burgos, DIGITAGUABUR y +WeBur, seleccionados en la convocatoria, que incluyen la instalación de múltiples sensores que se suman a la monitorización que ya existía. “Al despliegue de sensores se añade la telelectura que se implanta en una primera fase en 17.000 contadores de los 65.000 de la ciudad que permitirá conocer con detalle horario el consumo de los usuarios de más del 50% del caudal suministrado”, indica la directora técnica, Mirian Fernández Lara.

Por otra parte, “se realiza un importante despliegue de monitorización en la red de saneamiento que nos permite cumplir con la nueva normativa, además de conocer mejor el funcionamiento de la misma tanto en capacidad hidráulica como para la detección de vertidos anómalos”, detalla. Recogen datos de caudal, nivel, presiones, consumos y calidad, entre otros. Mediante diferentes tecnologías de comunicación, estos se incorporan a través de plataformas a las herramientas de análisis, y empieza el verdadero viaje del dato del agua.

“Los datos se están incorporando a la gestión diaria de manera progresiva. Ahora mismo estamos finalizando la

La eficiencia en el uso del agua es fundamental en un entorno de sequías recurrentes y cambio climático. La transformación digital del sector juega un papel importante en la reducción de pérdidas en las redes.

Mirian Fernández Lara, directora técnica de Aguas de Burgos.

Proyecto DIGITAGUABUR. Foto: Aguas de Burgos

fase de despliegue de la sensórica de toma de datos; algunos datos del despliegue previo ya eran utilizados para la operación”, indica Fernández Lara.

En cualquier caso, la digitalización no es algo inmediato y también requiere de acciones que no solo son tecnológicas. Como recuerda la directora técnica de Aguas de Burgos, “el reto de la incorporación de los datos a la gestión diaria pasa por potenciar esta transformación digital de la empresa, incorporando la cultura de la innovación y transformación digital a la operación”.

UNA GOTA EN VIZCAYA

El proyecto UR DATA, liderado por el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB), también bebe del PERTE: fue uno de los diez mejores proyectos presentados a la primera convocatoria y “representa un salto cualitativo en cuanto a digitalización, ya que se caracteriza por dar un enfoque global a la gestión del ciclo integral del agua”, considera Esther Torvisco, subdirectora de Gestión de Activos del CABB.

Los sensores y contadores inteligentes del proyecto generan datos en

tiempo real sobre caudales, presiones, consumos domiciliarios, niveles de depósitos, calidad del agua, consumos energéticos y parámetros de funcionamiento del proceso de depuración, entre otros muchos parámetros. Información que no viene de cero, sino con la que contaban ya gracias a unos sistemas centralizados que reciben más de 500.000 datos por segundo. La experta explica que “no se trata solo de instalar sensores, sino de extender una forma de entender el servicio: basada en el dato, en la anticipación y en la eficiencia”.

En un entorno cada vez más conectado, tenemos claro que proteger los datos y los sistemas que gestionan el ciclo del agua es tan importante como garantizar la calidad del recurso.
Esther Torvisco, subdirectora de Gestión de Activos del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.

REPORTAJE

La trayectoria en cuanto a digitalización del ciclo integral del agua del CABB les permite “detectar fugas de forma temprana, anticipar averías en equipos, optimizar la operación de redes y mejorar la eficiencia energética. En definitiva, nos da una visión dinámica del sistema que sin la tecnología sería imposible”, sostiene Torvisco. Otro factor que hace diferencial el proyecto UR DATA es su objetivo de llevar el modelo de digitalización a las

zonas más rurales. En el caso del primer PERTE, “está centralizado en la comarca de Busturialdea, que se ha incorporado recientemente al Consorcio, y donde, además de partir de un nivel de digitalización mucho más bajo que el resto, existe un déficit de recurso hídrico que hace más importante si cabe el uso responsable de los recursos”. En caso del segundo PERTE, “aprovecharemos para homogeneizar los sistemas y extender al resto de los

La gobernanza del dato

En todo proceso de digitalización hay aspectos que no deben olvidarse, como la salvaguarda de la ciberseguridad, el acompañamiento con una transformación cultural, y la seguridad y propiedad de los datos. La información debe integrarse, sí, pero a la par que se preserva la privacidad de los ciudadanos y los procesos de las empresas.

En Canal de Isabel I se encuentran inmersos en un proyecto global de gobernanza del dato. “Por el momento, los sistemas de aseguramiento de la calidad del dato abarcan aquellos parámetros más relevantes para la gestión diaria de la empresa. La seguridad de la información es parte integral de todos nuestros sistemas de información, que gozan de múltiples capas de protección y de sistemas avanzados de recuperación en caso necesario”, afirma Francisco Javier Fernández Delgado.

El subdirector de telecontrol explica que, en el caso de las administraciones, la información se comparte por los canales que estas proveen, y en el caso de la ciudadanía, “se encuentra en desarrollo un portal de transparencia, donde se podrán obtener de modo abierto datos del modo previsto en la legislación vigente”.

En los proyectos de Hidrogea-Cartagena existen diferentes barreras para garantizar la seguridad de los datos de consumo que envían los contadores de telelectura. “La propia red Narrowband IoT cuenta con mecanismos de seguridad para las comunicaciones, que evitan accesos no autorizados para extraer información. Además, para preservar la privacidad, se disocian los datos del propietario, se eliminan los identificadores personales y se utilizan códigos en lugar de los datos personales del abonado”, detalla Jorge Bonilla.

El gerente asegura que la información se trata de forma responsable y transparente, de acuerdo al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), porque “es importante recordar que el dato de consumo pertenece al ciudadano”. Por su parte, toda la información sobre agua obtenida en el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia se centraliza en sistemas de control que cuentan con sistemas de almacenamiento robusto. “Vamos a implementar un data-lake donde automatizaremos la creación y seguimiento de indicadores clave que puedan simplificar la operación del volumen datos que estamos generando. El futuro SIICABB (Sistema Integrado de Información del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia) contará con

municipios del Consorcio los sistemas que se van a implantar en el primero. Para nosotros, llevar nuestro modelo digital a zonas más rurales como Busturialdea no es solo una mejora técnica, es una apuesta por la equidad territorial”, afirma Torvisco.

UNA GOTA EN MADRID

Como vemos, los sensores y contadores son piezas clave de la digitali-

un modelo de datos único que permitirá gestionar la gobernanza a través de toda la entidad”, detalla Esther Torvisco.

A su vez, también dentro del proyecto UR DATA, están enviando a la Agencia Vasca del Agua (URA) datos en tiempo real tanto de captaciones de agua como parámetros de vertido en plantas de tratamiento. “Esta integración permite mejorar la trazabilidad del recurso, reforzar el control ambiental y facilitar la coordinación entre administraciones para una gestión más transparente, eficiente y alineada con los objetivos de sostenibilidad”, señala Torvisco.

La experta no se olvida de la ciberseguridad como medida para garantizar la confidencialidad, integridad, disponibilidad y trazabilidad de la información en el sector público y sus proveedores. Ahora, siguen de cerca la evolución de la Directiva NIS2, que amplía las exigencias de ciberseguridad a entidades esenciales e importantes, como las del sector del agua. “Aunque aún no sabemos cómo quedará esta directiva, ya estamos trabajando en medidas proactivas: análisis de riesgos, refuerzo de la seguridad en la cadena de suministro y planes de contingencia, restauración y continuación del servicio orientados a los activos operacionales”.

VIAJE

DATO

zación del agua, y en Madrid lo saben.

Canal de Isabel II tiene más de 1,6 millones de contadores en la Comunidad de Madrid, de los cuales casi un millón son contadores inteligentes. “Estos equipos leen el consumo cada hora y lo transmiten todos los días. Es decir, en la actualidad, se generan casi 24 millones de datos diarios, es decir, más de 16.000 por minuto”, detalla Francisco Javier Fernández Delgado, subdirector de Telecontrol en Canal de Isabel II.

Los usuarios pueden consultar estos datos en la oficina virtual y establecer alarmas que les avisen de “si hay un consumo continuado, si su consumo supera un umbral, si se ha producido un consumo en un determinado rango de fechas o si, por el contrario, no se ha registrado consumo cuando sí se esperaba”, lo que les permite identificar situaciones.

Canal de Isabel II también notifica de manera proactiva a sus clientes los consumos continuados característicos de las pérdidas en instalaciones interiores. “Se han emitido más de 50.000 avisos de este tipo, que han redundado en más de 45.000 reparaciones, y un ahorro de agua estimado de 10 hectómetros cúbicos”, especifica Fernández

CÓMO

Delgado. Esta información también contribuye a que se puedan detectar pérdidas en las redes de distribución con más celeridad y precisión.

El uso de los datos del ciclo del agua no es nuevo para el Canal de Isabel II. Su primer sistema de telemetría con un SCADA data se remonta a los años 80 del siglo pasado, cuando se comenzaron a supervisar en tiempo real los embalses. Desde entonces hasta hoy, su

sistema de telecontrol “gestiona más de 250.000 señales de todo tipo de magnitudes: niveles (en embalses, depósitos, canales, colectores, tanques de tormenta, etc), caudales, presiones, datos de consumo y generación de energía eléctrica, estado de motores, válvulas y compuertas y calidad del agua, tanto residual como potable”. A esto se suman casi 50 estaciones de monitorización y cerca de un millón de contadores inteligentes desplegados. Esta información se usa “para la gestión diaria de las infraestructuras, en particular el abastecimiento, y para llevar a cabo la alerta temprana de cualquier problema que pueda ocurrir en nuestras infraestructuras, minimizando de este modo sus consecuencias”, detalla el subdirector de Telecontrol.

GOTAS DIGITALIZADAS EN TODA ESPAÑA

Estos son solo algunos de los ejemplos que muestran cómo la digitalización y el uso inteligente de los datos ha llegado de lleno al sector del agua en España. A lo largo de nuestra geografía se repiten más iniciativas y proyectos.

En Sevilla, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento

Se generan casi 24 millones de datos diarios, es decir, más de 16.000 por minuto. Toda la información capturada es un tesoro que se explota para una mejor planificación y para la optimización continua de las operaciones.

Francisco Javier Fernández Delgado, subdirector de Telecontrol en Canal de Isabel II.

de Aguas de Sevilla (EMASESA) tiene en marcha proyectos para impulsar y modernizar la telelectura, con el 76% de su parque con estos contadores, “lo que supone unos 315.000 contadores que dan servicio a más de 800.000 usuarios que pueden consultar su consumo en la app y obtener servicios añadidos, como avisos por ausencia o existencia de consumo”, indicó el jefe de División Transformación Digital de EMASESA, José Luis López, en Future4 Water 2025, organizado por RETEMA. “Con todos estos datos que procesamos podemos detectar fugas interiores, manipulaciones de contador y averías, y activar alarmas y hacer los correspondientes trabajos de resolución”, añadió.

En Elche, Aigües d’Elx ha instalado cerca de 39.000 contadores inteligentes para monitorizar el consumo e identificar posibles fugas en tiempo real. Esto ha hecho que pudieran enviar más de 14.000 avisos a usuarios y usuarias por consumos anómalos o fugas interiores entre julio de 2024 y junio de 2025. Según sus datos, gracias a esto el consumo total se ha reducido un 12% y su red hídrica tiene un ren-

dimiento superior al 87%. Buscan lo mismo en Cáceres, donde el proyecto AQUA-CERES incluirá la instalación de contadores con telelectura y conectividad para conocer el consumo en tiempo real y detectar fugas.

En Asturias, digitalizar y recabar datos les ha servido para poder mejorar la gestión del agua en un territorio caracterizado por tener 78 municipios. “Teníamos pequeñas fotos, pero si no ves la foto completa, no te sirve. Hemos buscado modelos que nos permitan identificar la predicción de recursos y la disponibilidad en el corto, medio y largo plazo de todo el territorio”, explicó Vanesa Mateo, directora general del Agua del Gobierno de Asturias, en Future4 Water 2025. La directora detalló que en su estrategia decidieron no solo digitalizar los embalses, también esos municipios, y que lo primero era ver la infraestructura para ello: “Si vamos a digitalizar y vamos a tener un lugar donde procesar esos datos, tenemos que empezar con nuestra plataforma. Esto nos permite tener una visión global de todo el territorio, que era lo que nos faltaba”.

A FAVOR DE LA SOSTENIBILIDAD DEL AGUA

Un factor común que se deduce de todos los proyectos analizados es que un buen uso de los datos contribuye a una gestión más sostenible y circular del agua, y a una reducción de pérdidas en las redes, algo fundamental ante los desafíos que plantea la crisis climática. En Córdoba, gracias a la integración de datos en tiempo real han conseguido reducir fugas, optimizar bombeos y dosificaciones químicas para el tratamiento del agua, y controlar de forma precisa los consumos energéticos. “A menos pérdidas, menos agua captada y tratada. Con menos bombeos innecesarios, menor consumo eléctrico y menor huella de carbono. Con un mejor control de procesos, mayor calidad y durabilidad de las infraestructuras”, compara José Fernández Martínez de EMACSA. Los datos también les permiten avanzar hacia un modelo más circular del agua. “En la depuradora monitorizamos biogás, fangos y rendimientos de digestión para maximizar la recuperación energética”, explica.

En Aguas de Burgos, los datos de la red de saneamiento ayudan a una mejora del estado de las masas de agua, y con el proyecto DIGITAGUABUR se ha llevado a cabo un “plan de acción con nuevos componentes tecnológicos para la reducción de fugas y con un software de gestión para la monitorización de la red de distribución de agua potable, que también está ayudando en la reducción del agua no registrada. Así aumentamos la disponibilidad del recurso y un uso eficiente del mismo”, detalla Mirian Fernández.

No solo son valiosos los datos en tiempo real, también los que se guardan a lo largo del tiempo. “Los históricos de información sobre pre -

En general, “los datos recabados sobre caudales, presiones, niveles, parámetros de calidad, consumos finales y consumos energéticos, y sobre todo la correlación entre ellos, permiten predecir y anticipar incidencias, y optimizar el funcionamiento de las instalaciones en cuanto a consumo energético y parámetros de salida”, resume Torvisco del CABB. Así, el viaje del dato del agua, recogido a lo largo de su ciclo hídrico en toda España, contribuye a garantizar el abastecimiento, mejora su calidad y además suma a la sostenibilidad. Si en 2006 el matemático Clive Humby acuñó la frase “los datos son el nuevo petróleo”, en 2025 podemos decir que los datos son el nuevo caudal que impulsa el ciclo del agua. EL

cipitaciones, consumo y volúmenes embalsados se usan para una planificación mensual óptima de la explotación, que maximiza el aprovechamiento de los recursos, al tiempo que minimiza el gasto energético y provee un plan de turbinación óptimo”, especifica Fernández Delgado de Canal de Isabel II. También los datos de caudales y presiones en los sectores permiten detectar pérdidas de manera proactiva, reduciendo estas a un mínimo. Además, posibilitan “la detección de eventos de manera temprana, de modo que se pueden tomar medidas para reducir al máximo el impacto que una incidencia pueda tener sobre la ciudadanía”, añade el experto.

REPORTAJE

Gemelos digitales e inteligencia artificial

El futuro llama a la puerta, y son dos las tecnologías que más se repiten como innovaciones incipientes que ya están aquí: los gemelos digitales (una representación digital precisa de un objeto físico, proceso o sistema que puede ser utilizado para simulaciones y análisis) y la inteligencia artificial.

En Aguas de Burgos, dentro del proyecto DIGITAGUABUR, a partir de los modelos hidráulicos de las redes de abastecimiento y saneamiento y del despliegue de sensores, se han incluido gemelos digitales que facilitan la operación y toma de decisiones. “En el gemelo digital de la red de abastecimiento se incluyen simulaciones cada 10 minutos en función del último dato de nivel de los depósitos del SCADA, comparativas de los resultados del modelo con las señales

en tiempo real y creación de alertas en caso de variaciones significativas con la medición real”, indica la directora técnica Mirian Fernández Lara.

También miran a la inteligencia artificial: “En el proyecto +WeBur incluimos un sistema avanzado de alerta temprana de inundaciones que -gracias a inteligencia artificial, los datos de predicción meteorológicos, y la instrumentación tanto de meteorología como de monitorización de la red y de los modelos hidráulicospermite generar alertas tempranas”, desarrolla Fernández Lara.

En el CABB están implantando gemelos digitales para la operación de las redes de saneamiento, que permitirán optimizar su operación ante diferentes situaciones meteorológicas. “Gracias a estos gemelos podremos anticiparnos a los distintos

escenarios de lluvias y minimizar los desbordamientos que pudieran causar. También estamos desarrollando un gemelo digital de la principal instalación de bombeo, que permita optimizar el consumo energético optimizando la operación de los activos disponibles”, señala Esther Torvisco, que considera que disponer los datos en una plataforma centralizada es la antesala a la inteligencia artificial. En Córdoba, estas nuevas tecnologías también son el siguiente paso natural. “El ecosistema actual —basado en GIS, SCADA, PI y UOC— nos da la base sólida para desarrollar gemelos digitales de las redes de abastecimiento del municipio, de las redes de alcantarillado y de las principales instalaciones (ETAP, EDAR, bombeos, depósitos)”, explica José Fernández Martínez de EMACSA.

El objetivo es simular comportamientos hidráulicos y energéticos en tiempo real, permitiendo comparar la operación real con un modelo ideal, anticipar desviaciones y evaluar escenarios futuros. También buscan aplicar IA y aprendizaje automático para “predecir la demanda y la evolución de consumos, detectar fugas o anomalías incipientes, y optimizar la gestión energética y química” gracias a la conexión con entornos cloud y servicios de análisis avanzado.

En Martorell, en el Baix Llobregat, quieren monitorizar puntos estratégicos de la red de saneamiento mediante un Sistema de Alerta Temprana (SAP) capaz de detectar vertidos contaminantes e identificar su origen. Lo harán posible gracias a la implantación de un gemelo digital, sensores y sondas, cuyas obras ha sacado a licitación la Agència Catalana de l’Aigua. Se recogerán datos como el pH, la turbidez y la conductividad del agua. También se centró en el de-

EL USO DE TECNOLOGÍA EN LA GESTIÓN HÍDRICA ES

UNA HERRAMIENTA (Y NO UN FIN) QUE PUEDE AYUDAR A PREDECIR LA DEMANDA, DETECTAR ANOMALÍAS Y OPTIMIZAR PROCESOS

sarrollo de un gemelo digital, en este caso, en el sector de la agricultura en Lleida, el proyecto AI4WATER, de la Universidad Politécnica de Cataluña.

En Palma, en Mallorca, el proyecto ‘Digital Agua: hacia un uso inteligente del agua’ de EMAYA fue seleccionado como uno de los 50 mejores proyectos a nivel nacional en la segunda convocatoria de ayudas del PERTE. Su objetivo es transformar la gestión hídrica incorporando inteligencia artificial y gemelos digitales para opti-

mizar procesos, desde la captación hasta el saneamiento.

En Madrid, Canal de Isabel II está desarrollando capacidades para usar IA, que ya están aplicando en la optimización de la explotación de depósitos, la eficiencia energética y la detección temprana de anomalías en motores eléctricos. “La construcción de un gemelo digital de nuestro sistema de abastecimiento está en nuestra cartera de proyectos”, indica Fernández Delgado, que subraya que lo que tiene sentido es usar herramientas tecnológicas cuando son útiles para hacer mejoras.

Porque gemelos digitales e inteligencia artificial o no, lo importante “no es tener más tecnología, sino garantizar que cada dato sirva para mejorar la vida de los ciudadanos, asegurar el acceso al agua y cuidar el entorno”, recuerda Fernández Martínez de EMACSA. Y es que “el reto más importante no es tecnológico, es organizativo y cultural”.

ABISMO-GIS: INTELIGENCIA GEOESPACIAL PARA LA GESTIÓN AVANZADA DE REDES

Y SANEAMIENTO

La plataforma ABISMO-GIS combina GMAO y GIS para visualizar activos, planificar operaciones y gestionar en tiempo real el estado de las redes de abastecimiento y saneamiento.

En el contexto actual de transformación digital del ciclo urbano del agua, la información espacial se ha consolidado como una herramienta estratégica para la gestión de redes. La plataforma ABISMO-GIS integra la potencia de un sistema GMAO (Gestor de Mantenimiento Asistido por Ordenador) con capacidades GIS (Sistema de Información Geográfica), proporcionando una visión completa y dinámica de las redes de abastecimiento y saneamiento.

La herramienta permite visualizar en mapa cada activo —válvulas, bombas, acometidas, colectores o estaciones de bombeo— vinculando su información técnica, estado de mantenimiento e his-

tórico de incidencias. Esta integración geoespacial facilita la planificación de trabajos preventivos y correctivos, la localización precisa de averías y la toma de decisiones operativas en tiempo real.

ABISMO-GIS incorpora además conectividad con aplicaciones móviles,

ABISMO-GIS permite registrar y sincronizar datos desde el terreno, incluso sin conexión

lo que permite a los operarios registrar órdenes de trabajo, lecturas o incidencias directamente desde el terreno, con o sin conexión. Todos los datos se sincronizan con el sistema central, garantizando trazabilidad, control y coherencia en la gestión de la información.

Gracias a su enfoque modular y flexible, ABISMO-GIS se posiciona como una solución tecnológica clave para mejorar la eficiencia operativa, reducir tiempos de respuesta y optimizar la gestión integral de las infraestructuras hidráulicas.

TRATAMIENTO DE EMISIONES Y OLORES EN ALCANTARILLADOS Y ESTACIONES DE BOMBEO EN AGUAS RESIDUALES

Los olores y emisiones generados en redes de alcantarillado y estaciones de bombeo de aguas residuales son un problema común que puede afectar tanto la salud pública como la percepción social de las instalaciones. Entre los principales compuestos responsables de los olores se encuentran el sulfuro de hidrógeno, debido a condiciones anaerobias, los compuestos orgánicos volátiles derivados de la descomposición de materia orgánica, y otras sustancias químicas asociadas a vertidos industriales.

Para mitigar estas emisiones, una de las soluciones más eficaces es el sistema

DKFIL® de LABIOTEST: un innovador sistema de tratamiento de emisiones

que ofrece una elevada capacidad de reducción de olores y contaminantes.

El proceso de filtrado de las emisiones se basa en un lecho fijo multicapa y multi-reactivo, que permite alcanzar eficiencias en la reducción de olores y contaminantes superiores al 95 %. El material de relleno está compuesto por carbón activo y alúmina impregnada con sustancias activas, que neutralizan y oxidan los contaminantes presentes en el flujo de aire. La variedad de absorbentes preactivados y preimpregnados y/o materiales filtrantes permite configurar una amplia gama de reactores, adaptados a la composición específica de cada emisión.

El sistema DKFIL® incluye una unidad de pretratamiento mediante filtro

de coalescencia para la separación de condensados, una unidad de filtrado, ventilador, tuberías de conexión y conducto de emisión. Todo el conjunto se gestiona mediante un panel de control con variador de frecuencia (inverter) y sensores que monitorizan la eficacia del proceso en tiempo real.

Además de su elevada eficiencia, DKFIL® destaca por su bajo mantenimiento: el sistema puede operar sin intervenciones durante al menos 12 meses, manteniendo una tasa de reducción de contaminantes superior al 85 %.

DEPLAN www.deplan.es

LA PLANTA DE AGUAS RESIDUALES DE GREENWAY OPTIMIZA SU OPERACIÓN GRACIAS A LA MEJORA EN LA DESHIDRATACIÓN DE LODOS

La planta de tratamiento de aguas residuales de Greenway, la mayor de la ciudad de London (Ontario, Canadá), cuenta con una capacidad de diseño de 170 millones de litros diarios y puede alcanzar un máximo de 255 millones. Trata aproximadamente dos tercios del volumen total de aguas residuales generadas en la ciudad.

En Greenway, el proceso de eliminación de los lodos se realiza mediante incineración. Actualmente, la planta emplea centrifugadoras Flottweg para deshidratar los lodos hasta alcanzar un contenido de sólidos de aproximada-

mente el 26 %. Gracias a este nivel de sequedad, ya no es necesario utilizar combustible auxiliar, lo que se traduce en un ahorro anual cercano a los 900 000 dólares canadienses.

En 2012, Greenway incorporó tres unidades centrífugas Flottweg C7E. El sistema opera el 95 % del tiempo, con al menos dos equipos en funcionamiento de forma continua. Cada una de las máquinas está diseñada individualmente para tratar 1.200 litros por minuto de líquido, o bien 1.700 kilogramos por hora de masa. Al incrementar el contenido de sólidos en los lodos del 24 % al 25 %, la planta consiguió incinerarlos

sin necesidad de recurrir al gas natural. En la actualidad, trata en torno a 17.000 toneladas secas de lodos al año.

La incorporación de las centrifugadoras Flottweg ha permitido a la planta de Greenway satisfacer las exigencias de su gestión operativa y garantizar los bajos tiempos de inactividad demandados por el equipo de mantenimiento. El sistema también ha contribuido a reducir costes y a simplificar las operaciones.

¿ACERO? NO, MEJOR PRFV. LA RESPUESTA DE TORO EQUIPMENT A LOS DESAFÍOS DEL AGUA

W- TANK® con capacidad de 5.000 m3 para abastecimiento de agua potable en la zona de Pedernales en República Dominicana

Toro Equipment desarrolla soluciones en PRFV capaces de soportar condiciones extremas en plantas de tratamiento y desalación, aportando durabilidad, eficiencia y bajo mantenimiento.

En un contexto donde el agua se consolida como uno de los recursos más valiosos, innovar en su tratamiento ya no es una opción, sino una necesidad. Las plantas de tratamiento y desalación enfrentan entornos cada vez más exigentes, donde la alta salinidad, la humedad y la corrosión aceleran el deterioro de los materiales tradicionales. En este escenario, la durabilidad y la eficiencia se convierten en los verdaderos indicadores de sostenibilidad.

Toro Equipment, con más de 35 años de experiencia y presencia en más de

100 países, ha asumido este reto apostando por materiales capaces de resistir el paso del tiempo y las condiciones más agresivas. El PRFV (plástico reforzado con fibra de vidrio) es el corazón de muchas de sus soluciones: un material anticorrosivo, ligero, adaptable y de bajo mantenimiento, capaz de mantener su integridad estructural incluso en entornos marinos y salinos.

Desde los depósitos modulares W-Tank®, reconocidos por su facilidad de montaje y alta resistencia, hasta decantadores, tamices, plantas premontadas y flotadores DAF, cada equipo

fabricado por Toro Equipment está diseñado para adaptarse a las necesidades reales de la industria.

El enfoque va más allá de la fabricación de maquinaria: se trata de ofrecer soluciones que transformen los desafíos del agua —corrosión, espacio y tiempo— en ventajas operativas. Porque la sostenibilidad no consiste solo en reciclar, sino en construir equipos que perduren en el tiempo.

TORO EQUIPMENT www.toroequipment.com

CÓMO EL PERTE ESTÁ REDEFINIENDO LA GESTIÓN DEL AGUA EN ESPAÑA

LA DIGITALIZACIÓN SE HA CONSOLIDADO COMO EJE VERTEBRADOR DE LA NUEVA GESTIÓN HÍDRICA EN ESPAÑA. SENSORES, INTELIGENCIA ARTIFICIAL, GEMELOS DIGITALES Y DATOS INTEROPERABLES CONFIGURAN UN MODELO DE AGUA MÁS EFICIENTE, RESILIENTE Y TRANSPARENTE, RESPALDADO POR LA INVERSIÓN PÚBLICA DEL PERTE. CON MÁS DE 3.000 MILLONES DE EUROS PREVISTOS HASTA 2026, ESTE PROGRAMA ESTRATÉGICO AVANZA HACIA LA CREACIÓN DE UN SISTEMA HÍDRICO VERDADERAMENTE INTELIGENTE QUE MARCARÁ UN PUNTO DE INFLEXIÓN EN LA POLÍTICA DEL AGUA EN ESPAÑA.

Cada episodio de sequía, lluvias torrenciales o rotura en una red de abastecimiento recuerda la fragilidad estructural de un recurso tan esencial como limitado. Pese a los avances normativos y a la madurez técnica del sector, buena parte de los sistemas de control, planificación y gestión del agua en España aún dependen de infraestructuras envejecidas y herramientas fragmentadas, incapaces de dar respuesta a los retos de un contexto climático y demográfico cada vez más complejo. En este escenario, España ha puesto en marcha una de las transformaciones más ambiciosas de su historia hídrica: el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua, un programa estratégico de inversión que integra conocimiento, tecnología y datos para modernizar la gestión del recurso. Su objetivo: situar la digitalización en el centro de la seguridad hídrica, la eficiencia operativa y la sostenibilidad ambiental.

Este reportaje analiza cómo esa inversión pública se está desplegando sobre el terreno. Examina la tercera convocatoria de ayudas para el ciclo urbano del agua —recientemente resuelta—, que ha destinado 50 millones de euros a 14 proyectos pioneros en todo el país, revisa las convocatorias precedentes y evalúa el papel del PERTE como motor de la transformación digital del agua urbana. Porque digitalizar el agua no es solo instalar sensores: es repensar cómo operamos, planificamos y aseguramos la gestión de un recurso vital para las próximas décadas.

EL PERTE DEL AGUA: UNA ESTRATEGIA DE PAÍS PARA LA GESTIÓN HÍDRICA DIGITAL

Aprobado por el Consejo de Ministros en marzo de 2022, dentro del

Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua persigue situar a España a la vanguardia europea en gestión hídrica digital, impulsando un modelo de gobernanza más eficiente, sostenible y transparente. Su propósito es modernizar la gestión del agua en todos sus ámbitos —urbano, agrícola y ambiental— mediante la digitalización de redes, la monitorización de consumos, la optimización energética, la interoperabilidad de los datos y la transparencia en la toma de decisiones. Más allá de la tecnología, el programa aspira a transformar el modelo operativo y de gobernanza del recurso, promoviendo una gestión basada en la evidencia y en la anticipación ante fenómenos extremos como la sequía o las inundaciones.

Con una inversión prevista de 3.060 millones de euros hasta 2026, el PERTE responde a grandes desafíos estructurales como el impacto del cambio climático sobre la disponibilidad y calidad de los recursos, la presión creciente de la demanda en un contexto de sequía estructural y la obsolescencia de infraestructuras que, en muchos casos, superan las tres décadas de antigüedad. Frente a este escenario, el programa se erige como una palanca de modernización sin precedentes, integrando tecno -

EL PERTE DE DIGITALIZACIÓN

DEL CICLO DEL AGUA

CONSTITUYE UNA DE LAS APUESTAS MÁS AMBICIOSAS

DEL PRTR PARA MODERNIZAR

LA GESTIÓN DE UN RECURSO

VITAL Y TENSIONADO COMO

EL AGUA

EL PERTE TIENE COMO OBJETIVO PRINCIPAL AVANZAR EN LA MODERNIZACIÓN DEL CICLO DE AGUA A TRAVÉS DE TRES HERRAMIENTAS: LA DIGITALIZACIÓN, LA INNOVACIÓN Y LA FORMACIÓN

logía, planificación y conocimiento para mejorar la eficiencia en el uso del agua y garantizar su resiliencia futura.

El PERTE se estructura en cuatro grandes líneas de actuación que abordan de forma integral la gestión del ciclo hidrológico, combinando medidas normativas, tecnológicas, operativas y formativas.

La primera línea, centrada en la mejora de la gobernanza en materia de agua, persigue reforzar el marco institucional y normativo mediante la actualización de la Ley de Aguas, la creación del Observatorio de la Gestión del Agua en España y la implantación del sello de gestión transparente del agua, herramientas destinadas a mejorar la planificación y la rendición de cuentas.

La segunda línea impulsa la digitalización de los organismos de cuenca, con actuaciones orientadas a modernizar la gestión administrativa y técnica de la administración hidráulica: desde la implantación del Registro Electrónico de Aguas y la mejora de las redes de información hidrológica, hasta la modelización digital del ciclo hidrológico o la elaboración del Libro Digital del Agua, que permitirá disponer de una visión integrada del dominio público hidráulico.

La tercera línea de actuación, eje vertebrador del programa, promueve el desarrollo de ayudas directas a los

CÓMO

distintos usuarios del agua, especialmente en el ciclo urbano, el regadío y el sector industrial. A través de sucesivas convocatorias, impulsa la digitalización de redes, la mejora de la eficiencia, la reducción de pérdidas y la implantación de sistemas inteligentes de gestión y control. Todo ello fomentando la cooperación entre administraciones, operadores públicos y privados, y comunidades de regantes.

Finalmente, la cuarta línea se orienta al fomento de la formación y la innovación en competencias digitales, mediante programas de capacitación técnica, elaboración de guías y materiales divulgativos, impulso a proyectos de I+D+i y campañas de sensibilización dirigidas tanto al personal técnico como a la ciudadanía.

El programa, que se ejecutará entre 2022 y 2026 bajo el paraguas del Componente 5 del PRTR (“Preservación del litoral y de los recursos hídricos”), canaliza una inversión total de 3.060 millones de euros, de los cuales 1.940 millones corresponden a inversión pública directa y 1.120 millones proceden de colaboración público-privada. De esa cifra, 225 millones se destinan a la digitalización de los organismos de cuenca, 10 millones a la mejora de la gobernanza, 5 millones a formación e innovación, y 2.820 millones al conjunto de ayudas sectoriales, que concentran el grueso de la inversión y constituyen el núcleo operativo del programa.

En cuanto a la procedencia de los fondos, el 59 % proviene del PRTR, el 4 % de los Presupuestos Generales del Estado y el 37 % restante de aportaciones complementarias de comunidades autónomas, entidades locales y agentes privados. Esta arquitectura financiera subraya el carácter colaborativo y transformador del PERTE, concebido como una inversión tractora que combina finan -

ciación pública y participación privada para digitalizar de forma efectiva la gestión del agua en España.

Más que un programa de subvenciones, el PERTE se configura como una estrategia de país. Su fuerza reside en la combinación entre innovación tecnológica —IoT, inteligencia artificial, gemelos digitales, big data o sistemas SCADA avanzados— y una reforma profunda de la gobernanza

hídrica, basada en la interoperabilidad de los datos, la cooperación interadministrativa y la transparencia. La transformación no se limita a digitalizar infraestructuras: persigue un cambio cultural y operativo, dotando a los gestores de herramientas que permitan anticipar incidencias, optimizar recursos y reforzar la rendición de cuentas ante la ciudadanía.

Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Digitalización del Ciclo del Agua

Aprobación

Consejo de Ministros, 22 marzo 2022

Horizonte temporal 2022 – 2026

Marco Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) — Componente 5: Preservación del litoral y de los recursos hídricos

Financiación europea Fondos NextGenerationEU

Objetivo Modernizar la gestión del agua mediante digitalización, eficiencia y transparencia

Líneas de actuación Gobernanza · Digitalización de cuencas · Ayudas sectoriales · Formación e innovación

Coordinación

Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO)

Inversión total prevista 3.060 M€

Inversión pública directa 1.940 M€

Inversión privada movilizada 1.120 M€

3 ª CONVOCATORIA DEL PERTE

DEL AGUA URBANA: MADUREZ TECNOLÓGICA Y EFICIENCIA OPERATIVA

En el ámbito urbano, el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua ha lanzado hasta la fecha tres convocatorias de ayudas con una dotación global de 550 millones de euros y 94 proyectos seleccionados, que abarcan desde grandes áreas metropolitanas hasta pequeños municipios rurales.

El pasado octubre de 2025, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) resolvió la tercera convocatoria de ayudas, dirigida a impulsar la eficiencia y modernización del ciclo urbano en municipios de toda España. Dotada con 50 millones de euros, esta fase da continuidad al proceso iniciado en 2023 y refleja la madurez técnica e institucional alcanzada por el programa, tanto en la definición de objetivos como en la calidad de las propuestas presentadas.

Los 14 proyectos seleccionados, con ayudas que cubren entre el 60 % y el 90 % de los costes subvencionables, representan una nueva generación de iniciativas de gestión hídrica digital. Enmarcada en el Componente 5 del PRTR y financiada con fondos NextGenerationEU, la convocatoria refuerza la transición hacia un modelo de gestión más sostenible, resiliente y transparente, alineado con las directrices europeas en materia de digitalización, eficiencia energética y gobernanza del agua.

Esta tercera edición marca un salto cualitativo respecto a las fases previas. Los proyectos incorporan un elevado nivel de innovación tecnológica y priorizan la eficiencia operativa mediante sensorización avanzada, análisis de datos en tiempo real, inteligencia artificial, gemelos digitales

Foto: FACSA

CÓMO EL PERTE ESTÁ REDEFINIENDO LA GESTIÓN DEL AGUA EN ESPAÑA

LA TERCERA CONVOCATORIA DE AYUDAS MARCA EL PASO DE LA DIGITALIZACIÓN EXPERIMENTAL A LA

OPERATIVA, CON PROYECTOS 14 PROYECTOS

MADUROS QUE COMBINAN EFICIENCIA, SOSTENIBILIDAD Y GOBERNANZA DEL DATO PARA OPTIMIZAR LA GESTIÓN DEL AGUA URBANA

y sistemas de ciberseguridad orientados a la protección de infraestructuras críticas. Entre las entidades beneficiarias destacan EMACSA (Córdoba), ESAMUR (Murcia), Aguas de Burgos, ACOSOL, Agbar o Giahsa (Huelva), con actuaciones que integran plataformas inteligentes de control, modelos predictivos de mantenimiento y entornos digitales de gestión integral del ciclo urbano del agua.

La convocatoria también refuerza la colaboración público-privada y la cooperación intermunicipal, con proyectos liderados por agrupaciones que conectan grandes operadores con municipios medianos y pequeños. Este enfoque colaborativo impulsa la transferencia tecnológica y sienta las bases de una red nacional de innovación hídrica, donde las soluciones desarrolladas en entornos metropolitanos pueden adaptarse a contextos rurales o de menor capacidad técnica.

En conjunto, la tercera convocatoria consolida el paso de la digitalización experimental a la digitalización operativa, con proyectos maduros que combinan eficiencia, sostenibilidad y gobernanza del dato. Supone, en definitiva, la fase de madurez del PERTE, donde la inversión pública deja de ser un estímulo inicial para convertirse en un mecanismo estable de transformación estructural y cohesión territorial.

TRES

CONVOCATORIAS, UN MISMO IMPULSO TRANSFORMADOR

Las tres convocatorias resueltas hasta la fecha dibujan un proceso de evolución progresiva en escala, alcance y madurez tecnológica. La primera marcó el punto de partida: estableció los cimientos de la digitalización urbana del agua, impulsando la sensorización básica de redes, el control de consumos y la cultura del dato. La segunda amplió el alcance territorial y consolidó la colaboración entre administraciones y operadores, incorporando sistemas integrados de gestión, plataformas de información y modelos de eficiencia energética. Y la tercera, resuelta en 2025, ha dado el salto hacia la inteligencia operacional, con proyectos que aplican inteligencia artificial, ciberseguridad y análisis predictivo en tiempo real.

En conjunto, el programa ha movilizado más de 550 millones de euros en el ámbito urbano, beneficiando de forma directa a más de 3.000 municipios y generando una masa crítica de conocimiento, cooperación y capacidad técnica sin precedentes en la política hídrica española. Pero su principal logro no reside únicamente en las cifras: el PERTE ha abierto el camino hacia un nuevo paradigma de gestión hídrica, basado en la interoperabilidad, la anticipación y la transparencia.

REPORTAJE

14 PROYECTOS SELECCIONADOS

VIGWATER - Capital digital del agua en Galicia

FCC AQUALIA VIGO UTE

Creación de un centro inteligente para la monitorización, vigilancia y control en tiempo real de todo el ciclo urbano del agua —desde la captación y potabilización hasta el saneamiento y la depuración—.

5.996.314,35 €

REGEN-IA

ENTIDAD DE SANEAMIENTO Y DEPURACIÓN DE LA REGIÓN DE MURCIA (ESAMUR)

Aplicación de inteligencia artificial a la regeneración y depuración del agua en la Región de Murcia, con plataformas de control y optimización avanzada de procesos en varias EDAR.

5.941.582,37 €

DACUA III LEVANTE

AGRUPACIÓN ACCIONA AGUA SERVICIOS S.L.U., ACCIONA AGUA S.A., GESTIÓN DE SERVICIOS URBANOS DE BALEARES S.A., ANDRATX OBRES I SANETJAMENT S.L.

Digitalización integral de los servicios urbanos del agua en el Levante mediterráneo mediante redes inteligentes, sensorización avanzada y gemelos digitales.

5.498.994,97 €

#REDES_EMACSA 5.0 MÁS DIGITAL Y CERCA DE TI

EMPRESA MUNICIPAL DE AGUAS DE CÓRDOBA, S.A.

Digitalización completa del ciclo integral del agua en Córdoba para mejorar la eficiencia operativa, la calidad del servicio y la relación con el ciudadano.

5.260.686,88 €

TRADIGUSA

GIPUZKOAKO URAK-AGUAS DE GIPUZKOA, S.A.

Digitalización integral del ciclo urbano del agua en Gipuzkoa mediante instrumentación avanzada, automatización de plantas de tratamiento y sensorización de redes.

5.178.149,81 €

+WEBUR

(+WATERECOBURGOS)

SOCIEDAD MUNICIPAL DE AGUAS DE BURGOS, S.A.

Monitorización y conservación de masas de agua y ecosistemas asociados mediante sistemas digitales integrados, plataformas de transparencia y alerta temprana para reforzar la resiliencia del ciclo urbano.

4.218.595,66 €

CÓMO EL PERTE ESTÁ REDEFINIENDO LA GESTIÓN DEL AGUA EN ESPAÑA

AGUA 360 FLOW

ACOSOL, S.A

Digitalización integral del ciclo urbano del agua en la Costa del Sol Occidental, con 51 actuaciones de sensorización, monitorización en tiempo real y plataformas de gobernanza digital.

3.286.781,36 €

COMPANYIA D’AIGÜES DE SABADELL, S.A.

Digitalización del ciclo urbano del agua en Sabadell mediante 23 actuaciones —incluyendo 7.500 contadores inteligentes, plataformas de datos y energía solar— para mejorar la eficiencia, la transparencia y la resiliencia urbana.

3.070.632,01 €

AQLARA-TEC

AQLARA CICLO INTEGRAL DEL AGUA, S.A.U.

Transformación digital del ciclo integral del agua en diez municipios valencianos mediante sensorización avanzada, contadores inteligentes, análisis de datos y gemelos digitales para optimizar la eficiencia, reducir pérdidas y mejorar la resiliencia del sistema.

2.950.600,51 €

GIAHSA

GESTION INTEGRAL DEL AGUA DE HUELVA, S.A.

Despliegue sistemático de sistemas ciber-físicos para la gestión eficiente del ciclo integral del agua en municipios de la corona norte de Doñana, en el condado de Huelva.

2.295.225,61 €

ELX OASIS

AIGÜES I SANEJAMENT D’ELX

Digitalización del ciclo urbano del agua en Elche mediante monitorización continua de calidad y caudales, telelectura y sectorización completa de la red, junto con la gestión digital de saneamiento y vertidos.

2.177.048,42 €

E-READAPTA

SOCIEDAD GENERAL DE AGUAS DE BARCELONA, S.A.U.

Digitalización del ciclo urbano del agua en Rubí (Barcelona) mediante sensorización de redes, plataformas integradas y sistemas de previsión climática para reforzar la resiliencia hídrica.

1.941.530,78 €

AQUAFUTURE LA LAGUNA

TEIDAGUA, S.A.

Digitalización del ciclo urbano del agua en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) mediante telelectura, monitorización avanzada y análisis de datos para optimizar captación, distribución y saneamiento.

1.399.450,50 €

RED NEURONAL HÍDRICA DE PRIEGO DE CÓRDOBA

AGUAS DE PRIEGO, S.L.

Implantación de una infraestructura inteligente para la gestión del ciclo urbano del agua en Priego de Córdoba mediante sensores, contadores y algoritmos de IA para detección temprana de fugas y gestión digital del consumo en tiempo real.

784.406,77 €

Con la última resolución —de octubre de 2025—, el PERTE reafirma su papel como instrumento vertebrador de la modernización hídrica, orientando la inversión pública hacia una digitalización inteligente, sustentada en la eficiencia, la sostenibilidad y la gobernanza del dato. El proceso continúa abierto, pero el cambio ya es tangible: el agua en España comienza a gestionarse con la precisión y la inteligencia que exige el siglo XXI.

CÓMO LA INVERSIÓN PÚBLICA ESTÁ ACELERANDO LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL DEL AGUA URBANA

El despliegue del PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua ha situado a España en una posición de referencia dentro del contexto europeo, demostrando el papel determinante que puede desempeñar la inversión pública como catalizador de la innovación

EN CONJUNTO, EL PROGRAMA

HA MOVILIZADO MÁS DE 550 MILLONES DE EUROS EN EL ÁMBITO URBANO,

BENEFICIANDO DE FORMA

DIRECTA A MÁS DE 3.000

MUNICIPIOS Y GENERANDO

UNA MASA CRÍTICA DE CONOCIMIENTO, COOPERACIÓN Y CAPACIDAD TÉCNICA SIN

PRECEDENTES EN LA POLÍTICA HÍDRICA ESPAÑOLA

tecnológica y la gobernanza inteligente del agua. En apenas tres años, el programa ha pasado de ser una hoja de ruta a convertirse en un ecosistema operativo de transformación real,

donde tecnología, datos y cooperación institucional convergen para redefinir la gestión del ciclo urbano. Lo que nació como un plan de modernización tecnológica se ha consolidado como un proyecto de transformación estructural, en el que la digitalización ya no es solo una herramienta, sino un nuevo lenguaje común para gestionar un recurso cada vez más escaso.

El impacto de esta inversión trasciende el ámbito financiero. Más allá de los más de 550 millones de euros movilizados en convocatorias urbanas —y de los 3.060 millones previstos hasta 2026 en el conjunto del programa—, está emergiendo una infraestructura digital nacional que permitirá gestionar el agua de manera predictiva, eficiente y transparente. El impulso público ha creado las condiciones para que los operadores adopten tecnologías avanzadas —como sensores IoT, inteligencia artificial, analítica de datos, gemelos digitales y ciberseguridad aplicada a

Programas precedentes: de la digitalización inicial a la consolidación operativa

Primera convocatoria: el punto de partida

La primera convocatoria, resuelta en noviembre de 2023, marcó el arranque efectivo de la modernización digital del ciclo urbano del agua en España. Dotada con un presupuesto de 200 millones de euros, permitió la selección de 30 proyectos en régimen de concurrencia competitiva, con ayudas que oscilaron entre los 3,3 y 7,9 millones de euros por proyecto y un porcentaje medio de financiación del 64 %.

El impacto territorial fue notable: las actuaciones beneficiaron a 1.676 mu-

nicipios de 16 comunidades autónomas, alcanzando una población de casi 15 millones de habitantes. Los beneficiarios incluyeron entidades locales, empresas públicas, mixtas y privadas, consolidando así un modelo de colaboración público-privada que se ha mantenido en todas las convocatorias posteriores.

Los proyectos seleccionados se centraron en sentar las bases tecnológicas y metodológicas de la digitalización, con actuaciones de sensorización en tiempo real, control inteligente de consumos, reducción de pérdidas, monitorización continua de depuradoras y vertidos, y desarrollo de gemelos

digitales y modelos hidráulicos predictivos. Estas herramientas permitieron unificar la información del ciclo urbano y mejorar la transparencia en la relación con la ciudadanía. Además, se financiaron planes de adaptación al cambio climático, orientados a mitigar los impactos de sequías e inundaciones, reforzando así la resiliencia de los sistemas urbanos de agua.

La primera convocatoria no solo impulsó la digitalización de las infraestructuras, sino que definió un modelo operativo común para los operadores españoles, asentando las bases sobre las que se ha construido la expansión del programa.

CÓMO

Foto: EMACSA

Segunda convocatoria: consolidación y expansión

La segunda convocatoria, resuelta en octubre de 2024, representó un salto cualitativo y cuantitativo respecto a la anterior. Con una dotación de 300 millones de euros, se aprobaron 50 proyectos distribuidos por todas las comunidades autónomas, que beneficiarán a 1.155 municipios y a una población de más de 13 millones de personas.

Las ayudas, comprendidas entre 675.000 y 10 millones de euros, alcanzaron un nivel medio de financiación superior al 80 %, llegando en algunos casos al 100 %. Más de un

centenar de entidades presentaron propuestas —30 de forma individual y el resto en agrupación—, destacando la participación de 70 entidades públicas, 21 privadas y una decena de operadores mixtos. Esta diversidad consolidó la colaboración interadministrativa como seña de identidad del PERTE y favoreció la extensión de las soluciones digitales a municipios de menor tamaño.

En el plano técnico, los proyectos seleccionados ampliaron el alcance de la digitalización hacia la planificación estratégica, la eficiencia energética y la gestión integrada de datos. Se promovió la instalación de sistemas de

telecontrol, la sensorización avanzada, el uso de inteligencia artificial y la creación de plataformas de información que abarcan todo el ciclo urbano del agua. Además, la convocatoria incorporó ajustes normativos y administrativos fruto de la experiencia previa, simplificando la gestión de ayudas, ampliando la tipología de beneficiarios y adaptándose a las nuevas exigencias regulatorias europeas.

Con esta segunda resolución, el PERTE había movilizado ya más de 950 millones de euros en el conjunto de sus líneas, reforzando la digitalización del agua urbana como una palanca estratégica de modernización del sector.

Más allá del ciclo urbano: otros programas del PERTE

Aunque las convocatorias urbanas concentran la atención mediática, el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua se despliega también en otros ámbitos clave de la gestión hídrica nacional: el regadío, la planificación hidrológica y la modernización institucional de los organismos de cuenca.

En el sector agrícola, se ha lanzado una primera convocatoria para la elaboración de proyectos de digitalización de comunidades de usuarios de agua para regadío, que en octubre de 2024 alcanzó una adjudicación de 73,8 millones de euros para 121 proyectos en 13 comunidades autóno -

mas y 12 cuencas hidrográficas. Una segunda convocatoria —resulta provisionalmente— contempla un presupuesto de 100 millones de euros enfocado a digitalizar sistemas de riego mediante telegestión, sensores, monitorización del suelo y automatización de redes.

Simultáneamente, la línea dedicada a los organismos de cuenca prevé una inversión de 225 millones de euros destinada a modernizar los sistemas automáticos de información hidrológica, los registros electrónicos, y los mecanismos de control del dominio público hidráulico, incluyendo alertas y monitorización en tiempo real.

Estas actuaciones adquieren una doble dimensión: por un lado, complementan la digitalización del ciclo urbano al extenderse sobre la fuente —el agua de riego— y sobre la gobernanza administrativa; por otro, generan un ecosistema interoperable de datos que permite cruzar información entre riego, cuencas y servicios urbanos. Así, el PERTE articula una infraestructura digital hídrica de país, que conecta todos los eslabones del sistema y afianza la transición hacia una gestión del agua más eficiente, transparente y resiliente.

infraestructuras críticas— que hace apenas una década eran incipientes en el sector hídrico.

Este cambio representa, sobre todo, una evolución de paradigma. Por primera vez, las administraciones y operadores cuentan con herramientas para monitorizar, anticipar y decidir en tiempo real sobre la base de datos interoperables y verificables. Esto no solo optimiza el rendimiento de redes e instalaciones, sino que reduce pérdidas, mejora la eficiencia energética y refuerza la resiliencia frente a sequías o inundaciones. La digitalización permite además cuantificar el impacto ambiental y social de cada actuación, integrando indicadores como la calidad del agua, la huella de carbono o los costes operativos en un mismo entorno de gestión inteligente.

En paralelo, el PERTE está generando una transformación cultural e institucional sin precedentes. La inversión pública ha fortalecido la cooperación

EL

PERTE DE DIGITALIZACIÓN

DEL CICLO DEL AGUA ESTÁ

IMPULSANDO UN NUEVO

PARADIGMA EN LA GESTIÓN

HÍDRICA URBANA, AL CONSOLIDAR

UNA INFRAESTRUCTURA

DIGITAL COMÚN QUE INTEGRA

TECNOLOGÍA, DATOS Y COOPERACIÓN INSTITUCIONAL PARA MEJORAR LA EFICIENCIA, LA TRANSPARENCIA Y LA

RESILIENCIA FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO

locales— y entre estas y los operadores públicos y privados, superando la tradicional fragmentación del sector. De esta colaboración están surgiendo estándares comunes, interoperabilidad de datos y metodologías compartidas que mejoran la planificación, la eficiencia de las inversiones y la transparencia hacia la ciudadanía.

entre distintos niveles de la administración —confederaciones hidrográficas, comunidades autónomas, entidades

Otro de los efectos más visibles del programa es el fortalecimiento del tejido tecnológico vinculado al agua. El PERTE ha estimulado la participación de empresas especializadas en digitalización, ciberseguridad e inteligencia artificial, junto con universidades y centros de investigación, configurando un ecosistema de innovación público-privado que está generando conocimiento técnico, soluciones exportables y capacidades de liderazgo internacional en gestión hídrica digital. En el plano operativo, la inversión pública ha acelerado la madurez tecnológica del sector. Si las primeras convoca-

CÓMO

torias se centraron en la sensorización y el control básico de redes, las más recientes han incorporado modelos predictivos de mantenimiento, algoritmos de optimización y sistemas de apoyo a la decisión. Se está pasando de la simple digitalización de procesos a una gestión inteligente e integrada, en la que el agua se administra con la precisión de un sistema de datos interconectado.

Este cambio estructural tiene implicaciones profundas en materia de sostenibilidad y gobernanza. La información en tiempo real y su integración en plataformas unificadas permiten planificar con criterios de eficiencia y equidad, priorizar actuaciones según su impacto y reforzar la transparencia y la rendición de cuentas. La trazabilidad de los datos contribuye a recuperar la confianza ciudadana y a reforzar la legitimidad de las instituciones responsables de la gestión de un recurso esencial.

No obstante, el proceso aún enfrenta desafíos estructurales. Persisten dife-

rencias significativas entre territorios y operadores, junto con la obsolescencia de parte de las redes y sistemas de información, la escasez de personal técnico especializado y la necesidad de garantizar la sostenibilidad económica de las nuevas infraestructuras digitales. Distintos análisis sectoriales advierten que España necesitará inversiones adicionales de varios miles de millones de euros para cumplir los objetivos de la Directiva Marco del Agua y adaptar sus sistemas urbanos a un escenario de cambio climático más extremo.

En este contexto, el PERTE actúa como un mecanismo catalizador, pero su éxito dependerá de que los proyectos consoliden plataformas interoperables, operativas y sostenibles en el tiempo, y de que la digitalización llegue también a los municipios medianos y rurales, donde persisten mayores brechas tecnológicas.

El reto inmediato es mantener el impulso y garantizar la continuidad de las

inversiones, consolidando los avances técnicos en estructuras de gestión duraderas. La digitalización abre un horizonte de oportunidades para mejorar la eficiencia, reducir la huella hídrica y reforzar la resiliencia urbana, pero exige también nuevos perfiles profesionales, marcos regulatorios más ágiles y una cooperación estable entre todos los actores del ciclo.

España se encuentra ante la oportunidad de liderar la transición hacia una gestión hídrica digital y sostenible, exportando conocimiento, tecnología y modelos de gobernanza. El éxito del PERTE no se medirá solo en cifras o sensores instalados, sino en la capacidad de construir un sistema hídrico más justo, transparente y resiliente frente a los desafíos climáticos del siglo XXI. En definitiva, el futuro del agua será digital o no será. Y el camino que ha iniciado el PERTE demuestra que esa transformación ya está en marcha.

Desafíos en la ejecución de directivas europeas de gestión y calidad del agua en un marco de escasez y resiliencia hídrica

Han pasado veinticinco años desde que la Comisión Europea impulsó un cambio de paradigma en la gestión del agua con la aprobación de la Directiva Marco del Agua (DMA) (2000/60/CE), que introdujo los principios esenciales de sostenibilidad ambiental, económica y social en el uso del recurso. La DMA incorporó el concepto de recuperación de costes bajo el principio de “quien contamina paga” y estableció la participación pública como elemento central para la integración social de las políticas hídricas. Esta visión transformadora marcó un antes y un después, abriendo la puerta a un conjunto de directivas complementarias sobre aguas subterráneas, sustancias prioritarias o gestión de inundaciones que consolidaron un marco común de planificación y gestión.

Sin embargo, pese a los avances, persisten retos estructurales: la recuperación de costes sigue por debajo del 70-80%, la valoración de los servicios ecosistémicos en los análisis coste-beneficio es aún limitada, y alrededor del

60% de las masas de agua europeas no alcanzan el buen estado ecológico.

En España, tras tres ciclos de planificación hidrológica y una inversión prevista superior a 180.000 millones de euros, la ejecución real de las medidas no ha superado el 50% y el porcentaje

Pese a los avances, persisten retos estructurales: la recuperación de costes sigue por debajo del 7080%, la valoración de los servicios ecosistémicos en los análisis costebeneficio es aún limitada, y alrededor del 60% de las masas de agua europeas no alcanzan el buen estado ecológico

de masas de agua en buen estado apenas ha pasado del 40% al 55% en casi dos décadas. Tampoco la garantía de abastecimiento ha mejorado de manera significativa en las cuencas más tensionadas, especialmente en el sureste peninsular, donde los índices de explotación se mantienen elevados. El camino es correcto, pero los resultados no alcanzan las expectativas deseadas, lo que obliga a replantearse los retos que debemos afrontar en la aplicación práctica de las políticas de agua y la aplicación de las nuevas directivas europeas.

En este contexto, la Unión Europea ha iniciado en los últimos años un proceso de revisión y actualización de las principales normas relacionadas con la calidad del agua, enmarcado en la estrategia “Zero Pollution” (COM(2021) 400 final). Entre ellas destacan la Directiva de Aguas para Consumo Humano (UE/2020/2184), la nueva Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas (UE/2024/3019), conocida como TARU, y la revisión de la Directiva de Sustancias Prioritarias, pendiente de publicación.

EN PRIMERA PERSONA

La Unión Europea ha iniciado en los últimos años un proceso de revisión y actualización de las principales normas relacionadas con la calidad del agua, enmarcado en la estrategia “Zero Pollution” (COM(2021) 400 final)

Todas comparten el objetivo de reducir la presencia de contaminantes químicos en el medio, pero difieren en los criterios de regulación, las sustancias objeto de control y los umbrales de calidad. El caso de los compuestos perfluoroalquilados (PFAS) es un buen ejemplo: se regulan de forma distinta según se trate de agua para consumo humano, o la calidad ambiental. Lo mismo ocurre con los fármacos utilizados como indicadores en la TARU, que no coinciden con los contemplados en la revisión de sustancias prioritarias. Esta fragmentación normativa agrava la consecución de los objetivos de calidad en el medio y para los diversos usos, especialmente en los países mediterráneos y zonas áridas, donde la escasez hídrica y la poca dilución de los vertidos obliga a concebir el ciclo completo del agua y su calidad como una única realidad.

A ello se suma el impacto del cambio climático, que actúa en dirección contraria a los objetivos de calidad y disponibilidad. En Cataluña, series históricas de los últimos cien años muestran descensos medios del 7% por década en los caudales fluviales. En los planes hidrológicos españoles actualmente en revisión, las aportaciones naturales de los ríos se han revisado a la baja entre un 6% y un 18%. En este escenario, el agua vertida por los sistemas urbanos de saneamiento llega a representar una frac-

La respuesta pasa por adoptar una visión integrada del ciclo, el concepto “One Water”, que contemple saneamiento, medio receptor, reutilización y potabilización como fases de un sistema circular común

ción significativa, cuando no dominante, del caudal circulante en determinados tramos de ríos especialmente en períodos secos, cada vez más frecuentes.

Por ello, los estándares de vertido, los objetivos de calidad ambiental y los requisitos de potabilización deben entenderse como piezas de un mismo engranaje. Carece de sentido imponer tratamientos cuaternarios de alto coste, como los previstos en la TARU, si aguas abajo los ecosistemas continúan expuestos a contaminantes no regulados que impiden cumplir los objetivos de calidad o comprometen la captación para consumo. La respuesta pasa por adoptar una visión integrada del ciclo, el concepto “One Water”, que contemple saneamiento, medio receptor, reutilización y potabilización como fases de un sistema circular común.

La reciente Water Resilience Strategy (COM(2025) 280 final) aprobada por la Comisión y el Parlamento europeos, refuerza precisamente esta visión. Propone estrategias coordinadas de mejora de la calidad del agua para aumentar la resiliencia frente a la sequía, con especial atención a las regiones con estrés hídrico estructural.

La experiencia de Cataluña durante la sequía de 2022-2024 ofrece un ejemplo revelador. La Estación de Aguas Regeneradas del Prat permitió man-

tener el abastecimiento de Barcelona vertiendo agua tratada en el río Llobregat pocos kilómetros aguas arriba de la captación de potabilización, con una dilución cercana a 1:1. Este sistema de reutilización potable indirecta (IPR) fue posible gracias a un riguroso control de la calidad del agua. En este sentido, los análisis previos a su puesta en marcha detectaron compuestos de preocupación que no figuran entre los regulados, ni siquiera en la nueva TARU. Ello demuestra que diseñar tratamientos basados solo en un conjunto limitado de contaminantes guía puede resultar insuficiente en situaciones de escasez extrema, cuando el agua depurada o regenerada representa una proporción significativa del caudal total.

La nueva TARU supone una actualización profunda del marco europeo de depuración. Amplía las obligaciones de tratamiento a aglomeraciones urbanas desde 1.000 habitantes equivalentes, e introduce requisitos más exigentes en la eliminación de nutrientes (nitrógeno y fósforo) y microcontaminantes de origen farmacéutico o cosmético mediante tratamientos terciarios más rigurosos y cuaternarios.

En los países mediterráneos, esta norma abre una oportunidad para consolidar la reutilización del agua depurada, incluso con fines potables, en un

Diseñar tratamientos basados solo en un conjunto limitado de contaminantes guía puede resultar insuficiente en situaciones de escasez extrema, cuando el agua depurada o regenerada representa una proporción significativa del caudal total

contexto de creciente escasez. La TARU también refuerza el control de los desbordamientos en episodios de tormentas, cuya frecuencia aumenta por el cambio climático, y establece la figura de la responsabilidad ampliada del productor (RAP) para financiar parte de los costes de los tratamientos cuaternarios.

En España, la aplicación plena de la TARU podría requerir una inversión inicial cercana a los 1.000 millones de euros y un coste anual de operación adicional de entre 200 y 400 millones. Pero estas cifras podrían ser mayores en cuencas con baja capacidad de dilución, donde el agua vertida constituye prácticamente todo el caudal circulante.

Este aspecto remite a una de las limitaciones históricas del modelo de saneamiento europeo: la aplicación de estándares de emisión uniformes, sin considerar la sensibilidad del medio receptor. En numerosas cuencas españolas, los estudios de presiones e impactos publicados en base a la DMA muestran que el cumplimiento normativo de la antigua Directiva de Saneamiento Urbano (91/271/CEE) no ga-

La gestión sectorial del ciclo urbano del agua, disociada de los estándares de calidad en el medio receptor y los requerimientos para determinados usos del agua, se traduce en ineficiencias para la correcta gestión del agua

rantiza una calidad ambiental adecuada en determinadas masas de agua. Ríos que reciben efluentes depurados conforme a los estándares establecidos pueden presentar concentraciones excesivas de nutrientes, sales o algunos contaminantes prioritarios, lo que impide su reutilización agrícola o dificulta su potabilización.

La gestión sectorial del ciclo urbano del agua, disociada de los estándares de calidad en el medio receptor y los

requerimientos para determinados usos del agua, se traduce en ineficiencias para la correcta gestión del agua tanto desde el punto de vista de integridad ambiental como para la preservación de los usos del agua. Superar esta fragmentación exige un cambio de enfoque. Los ecosistemas acuáticos, ríos, humedales, zonas ribereñas, actúan como parte funcional de los sistemas de depuración y recarga de aguas subterráneas. Su deterioro reduce la capacidad natural de autodepuración y aumenta la vulnerabilidad frente a las sequías.

El Reglamento Europeo de Restauración de la Naturaleza (UE/2024/1991), alineado con el Pacto Verde Europeo, impulsa la restauración de los ecosistemas acuáticos como herramienta para mejorar la calidad del agua y reforzar la resiliencia hídrica. En este sentido, las Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS) ofrecen una alternativa técnica y económicamente viable. La rehabilitación de humedales, filtros verdes o bosques de ribera ha demostrado una notable eficacia en la eliminación de nutrientes, fármacos, microplásticos y

genes de resistencia bacteriana, facilitando la integración del agua en el entorno con garantías de calidad. Además, su mantenimiento es mucho menos costoso que el de las infraestructuras convencionales, y aportan beneficios adicionales en biodiversidad, paisaje y adaptación climática. Lejos de considerarse un complemento, las NBS deben integrarse como una extensión de los sistemas de tratamiento y reutilización. En definitiva, la política del agua en Europa entra en una etapa decisiva. Las nuevas directivas, el cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hacen imprescindible abandonar la visión sectorial que ha predominado durante décadas. En regiones con escasez estructural, la integración debe materia-

Lejos de considerarse un complemento, las Soluciones Basadas en la Naturaleza deben integrarse como una extensión de los sistemas de tratamiento y reutilización

lizarse en la armonización de los estándares de vertido, los objetivos de calidad del medio y los requisitos de potabilización; en la planificación conjunta de las inversiones en saneamiento, reutilización y restauración ecológica; y en la incorpo-

ración de los servicios ambientales en los análisis de costes y beneficios.

La participación pública y la transparencia, pilares de la DMA, deben reforzarse para garantizar la legitimidad y eficacia de las decisiones. En última instancia, la resiliencia hídrica no dependerá solo de nuevas tecnologías ni de marcos normativos más exigentes, sino de la comprensión colectiva de que el agua constituye un recurso único y continuo. Cada decisión, desde el saneamiento urbano hasta la gestión agrícola o la restauración ambiental, repercute sobre el conjunto del sistema. Asumir plenamente el concepto de “una sola agua” (One Water) no es solo una aspiración, sino una necesidad estratégica para asegurar una correcta resiliencia hídrica.

Pedro Simón

La nueva DTARU supone un reto por su alto grado de exigencia, pero también un aliciente para repensar tratamientos y ser más valientes

en la búsqueda de

soluciones

Desde hace más de dos décadas, Pedro Simón dirige la labor técnica de ESAMUR, la entidad pública encargada del saneamiento y depuración en la Región de Murcia. Ingeniero comprometido con la eficiencia y la sostenibilidad, ha sido testigo de la profunda transformación que ha experimentado el modelo de gestión del agua en la región, especialmente en los últimos años. Simón analiza en esta entrevista los retos actuales de la depuración y reutilización en un territorio especialmente sensible a la escasez hídrica, la importancia de la investigación y la innovación en el ciclo integral del agua, y las claves para avanzar hacia un modelo circular y sostenible.

Desde su llegada a la dirección técnica de ESAMUR en 2002, ¿cómo ha evolucionado el modelo de saneamiento y depuración en la Región de Murcia?

El modelo de saneamiento cambió radicalmente a partir de la Ley 3/2000 de Saneamiento de las aguas residuales de la Región de Murcia. En esta Ley se amplían las competencias de la Comunidad Autónoma en cuanto a depuración, puesto que antes eran estrictamente municipales. Se basa en tres pilares: Plan Director de Saneamiento, creación del Canon de Saneamiento y creación de ESAMUR, como empresa pública especializada en depuración y recaudadora del canon de saneamiento. Y este modelo significó un antes y un después en la depuración en la Región de Murcia.

La Región de Murcia es un territorio especialmente sensible a la escasez hídrica. ¿Qué papel ocupa la reutilización del agua regenerada dentro de la política regional de recursos hídricos?

En la Región de Murcia, el agua regenerada supone un 15 % de las necesidades en regadío de la Región. Y la reutilización es muy importante, por el volumen que supone y el hecho de

El
Nuestras señas de identidad son un férreo compromiso con el óptimo funcionamiento de nuestras depuradoras y el afán continuo por mejorar permanentemente, situándonos por delante de las exigencias

que es la más segura de las fuentes de agua, y por el compromiso y la imagen proyectada de que se usan todas las fuentes posibles de agua, siendo un claro ejemplo de sostenibilidad y economía circular.

ESAMUR se ha consolidado como un referente dentro y fuera de nuestras fronteras en eficiencia y reutilización del agua. ¿Qué técnicas y estrategias de gestión han permitido alcanzar este reconocimiento?

En primer lugar, le agradezco sus amables palabras. Yo diría que nuestras señas de identidad son dos: un férreo compromiso por que el funcionamiento de nuestras depuradoras sea óptimo, con un control y exigencia muy alto; y, en segundo lugar, destacaría nuestro afán continuo por la mejora permanente y en ir por delante de las exigencias, apoyándonos en la investigación como uno de nuestros pilares fundamentales.

modelo de saneamiento surgido de la Ley 3/2000 de Saneamiento de las aguas residuales de la región significó un antes y un después en la depuración en la Región de Murcia

En materia de circularidad del agua, el organismo cuenta con una amplia experiencia en reutilización y gestión de lodos. Desde su perspectiva, ¿qué áreas deben reforzarse para seguir avanzando hacia un modelo plenamente sostenible?

En cuanto a reutilización de lodos, todo el lodo producido en nuestras depuradoras (140.000 t/año) se reutiliza en agricultura. Para ello nos favorecen dos circunstancias: una, que es un recurso muy beneficioso para las cosechas en la Región, puesto que nuestros suelos son muy deficitarios en materia orgánica, y también son una fuente excelente de

nutrientes —Y esta actividad se lleva a cabo con un control exhaustivo de la aplicación—. La segunda circunstancia es que, dada la industria en la Región, los lodos presentan muy bajos índices de metales pesados o sustancias que podrían impedir la reutilización.

Y con respecto a la co-digestión, es una práctica imprescindible para producir más biogás, aunque también genera más lodos. Nosotros estamos trabajando en ella, porque es un tema de futuro y que va a ser un pilar fundamental de la autosostenibilidad energética, que es una exigencia de la nueva Directiva. Aunque en este tema hay zonas como Cataluña y Sevilla que han dado grandes pasos en este sentido.

Durante Future4 Water 2025, organizado por RETEMA, afirmó que “la circularidad empieza antes de llegar a nuestras instalaciones”. ¿Qué papel deberían desempeñar las comunidades locales para garantizar un mejor control de las aguas de entrada a las EDAR?

Sí, es un tema muy importante. Sostenibilidad no es sólo sacarle partido a los residuos o reducirlos mucho, realmente empieza con usar los mínimos recursos para conseguir un óptimo resultado en nuestros tratamientos. Los Ayuntamientos deben incorporar el control de los vertidos industriales como una de sus prioridades, puesto que, de otro modo, estarán permitiendo que todos los ciudadanos paguen más por el tratamiento, porque algunas empresas tramposas (que afortunadamente son las menos) no quieren hacerse cargo de sus costes, lo que también supone un perjuicio para otras empre-

El ciudadano debe ser consciente de que no hay soluciones mágicas y que, si quiere un medio ambiente adecuado, las tarifas deberán estar acorde con los costes reales

sas de su ramo, a las que les hace una competencia desleal. Además, en algunos casos vierten productos que pueden dificultar o impedir la reutilización del agua o los lodos. Ya no es admisible argumentar razones de puestos de trabajo o similares, el respeto al medio ambiente y el juego limpio deben ser premisas fundamentales para las empresas, y los Ayuntamientos deben necesariamente controlar los vertidos.

También subrayó la importancia de reforzar la financiación para la mejora y el desarrollo de infraestructuras. ¿Qué medidas o mecanismos considera más adecuados para asegurar una inversión continuada en este ámbito?

Se nos podrá y deberá exigir eficiencia en nuestra gestión de las plantas depuradoras. Es nuestra obligación y compromiso con la sociedad. Pero las infraestructuras necesitan renovación y mejora, como cualquier equipo o infraestructura. Ojalá fueran eternas, pero no lo son. Y si no invertimos en esa renovación, antes o después se generarán fallos en el funcionamiento, con consecuencias que podrán ser muy graves, incluso en el ámbito penal, y una eficiencia cada vez menor que implicará un coste de operación cada vez mayor. El ciudadano debe ser consciente de que no hay soluciones mágicas y que, si quiere un medio ambiente adecuado, no debe dejarse embaucar por esas trampas y actitudes, y las tarifas deberán estar acorde con los costes reales. Eso sí, exigiendo una excelente gestión. Por otra parte, flexibilizar normativas administrativas y de contratación, para favorecer la colaboración público-privada, sería también un paso importante.

Aspectos como la evaluación del ciclo de vida de las instalaciones o el coste del ciclo de vida deberán ser consideradas en su diseño, olvidándonos de las absurdas prácticas de buscar el mínimo precio

Con la entrada en vigor de la nueva directiva TARU, que plantea requisitos más exigentes en materia de circularidad, ¿qué oportunidades de mejora e innovación identifica para el sector?

Todos los retos, y esta Directiva lo es por su alto grado de exigencia, nos obliga a buscar nuevas soluciones para nuestra gestión diaria y para buscar una sostenibilidad a largo plazo.

Aspectos como la evaluación del ciclo de vida de las instalaciones o el coste del ciclo de vida, deberán ser consideradas,

en su diseño, olvidándonos de las absurdas prácticas de buscar el mínimo precio. Lo barato, a la larga, sale caro. Pero también es un aliciente para repensar tratamientos, para ser más valientes en la búsqueda de soluciones, para no dejar de lado soluciones de interés e innovadoras porque no son las tradicionales.

Y, sobre todo, debe ser motivación para impulsar la investigación a todos los niveles, básico y aplicado. Sin la investigación básica estaremos haciendo una casa sin cimientos, y es lo que nos permitirá dar saltos cualitativos.

Sin la investigación básica estaremos haciendo una casa sin cimientos, y es lo que nos permitirá dar saltos cualitativos

PEDRO SIMÓN, ESAMUR
Iremos mejorando continuamente y dando pequeños saltos, pero salvo que creemos un ecosistema que promueva la investigación, seamos más flexibles en nuestras estructuras normativas y que consigamos la confianza de los ciudadanos, va a ser difícil dar un salto verdaderamente relevante

En este proceso de modernización del sector, ¿qué retos de innovación considera prioritarios para afrontar?

Considero que un reto de innovación debe ser cambiar nuestra mentalidad con respecto a nuestros clientes, los ciudadanos. Hay que ganarse su confianza. Tenemos que demostrarle que luchamos cada día por su bienestar. Explicarles qué hacemos y cómo lo hacemos. Que se de cuenta del valor de los servicios que se le prestan. Que ese coste que paga para los servicios de agua, es absolutamente necesario para su bienestar, y mucho más importante que otros gastos superfluos y mucho menos importantes que tenemos. Hay que explicarle que cuidar el agua, con las infraestructuras necesarias y renovadas, con el personal adecuado, es absolutamente necesario para disponer de un recurso vital. Quizás el más vital. Y sacar de la bronca política el agua, que es algo absolutamente absurdo. Posiblemente un regulador independiente y vinculante en sus decisiones, ayudaría mucho.

Y relacionado con lo anterior, renovar las instalaciones. Pero mirando a largo plazo.

Y otro reto muy importante es la gestión de las aguas de lluvia. Hay que poner mucha imaginación para intentar sacarle partido a ese valioso recurso y reducir los daños medioambientales que puede generar, gestionando el urbanismo de las ciudades de una manera mucho más inteligente y apoyándose en soluciones naturales, en la medida de lo posible.

En el contexto actual de transformación digital del sector, ¿qué tecnologías emergentes considera que favorecerán una gestión más automatizada y sostenible de las EDAR?

Está claro que la digitalización está cambiando nuestras vidas y, por supuesto la operación de las EDAR. Nos permite ser

capaces de optimizar los procesos, a partir de la gran cantidad de datos que nos permite recoger y los modelos y herramientas matemáticas, como los CFD, BIM, sensores virtuales, etc. Nos permite un control al segundo y mucho más efectivo para reducir los problemas que puedan presentarse. También va a ser un paso adelante en la eficacia de los mantenimientos, con un seguimiento mediante análisis de vibraciones, temperatura, etc que nos permitirá adelantarnos a las averías y aumentar la durabilidad de los equipos. Pero no hay que olvidar un punto importante, que es la ciberseguridad. Cada vez nos estamos haciendo más vulnerables a este tipo de ataques, y debemos blindarnos contra estos delincuentes que pueden generarnos problemas muy importantes.

Ahora que termina el año, ¿cuáles identifica como las próximas fronteras de la innovación en el sector hídrico?, ¿hacia dónde cree que evolucionará la gestión integral del ciclo del agua en los próximos años?

En este momento no veo un salto radical, más allá de las mejoras de la digitalización, que ya es importante. Vamos a optimizar los tratamientos, vamos a reducir los consumos energéticos y de reactivos, vamos a detectar antes los problemas. Los modelos matemáticos nos permitirán diseñar cada vez mejor. Es decir, iremos mejorando continuamente y dando pequeños saltos. Pero, salvo que creemos una cultura y un ecosistema que promueva la investigación y la búsqueda continua de mejoras, que seamos más flexibles en nuestras estructuras normativas y administrativas, que consigamos la confianza de los ciudadanos, va a ser difícil dar un salto verdaderamente relevante. Pero soñar es gratis, ¡quizás lo podamos conseguir, sólo depende de nosotros! Como me dijo la persona que me introdujo en el mundo del agua hace muchos años: ¡El agua emborracha!

EL NUEVO CICLO DEL AGUA URBANA: CLAVES PARA CUMPLIR CON LA DIRECTIVA TARU EN ESPAÑA

LA TRANSPOSICIÓN DE LA NUEVA DIRECTIVA SOBRE AGUAS RESIDUALES

URBANAS MARCA UN PUNTO DE INFLEXIÓN PARA EL MODELO ESPAÑOL DE DEPURACIÓN Y SANEAMIENTO. DESDE EL SECTOR DEL AGUA URBANA

SE ADVIERTE QUE, SIN UNA PLANIFICACIÓN REALISTA, UNA FINANCIACIÓN SUFICIENTE Y UNA GOBERNANZA MÁS COORDINADA, SERÁ MUY DIFÍCIL

ALCANZAR LOS NUEVOS OBJETIVOS EUROPEOS EN LOS PLAZOS PREVISTOS.

El saneamiento urbano está llamado a protagonizar una de las mayores transformaciones normativas y estructurales de las últimas décadas. La nueva Directiva europea sobre aguas residuales urbanas exige repensar de raíz cómo planificamos, gestionamos y financiamos los servicios de alcantarillado y depuración. Ya no se trata solo de cumplir con Europa: se trata de garantizar la salud pública, la protección del medio ambiente y la resiliencia frente al cambio climático.

La nueva Directiva (UE) 2024/3019 sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas —conocida como Directiva TARU— marca un punto de inflexión para el saneamiento en Europa y, en particular, en España. Su transposición implicará una transformación estructural profunda del ciclo urbano del agua, con nuevas exigencias técnicas, ambientales, de planificación y de financiación que afectarán a todos los actores implicados.

Consciente de la magnitud del reto, la Asociación DAQUAS —que agrupa a más del 85 % de los operadores públicos y privados del saneamiento en España— ha elaborado un posicionamiento técni-

co que identifica los principales desafíos de aplicación en el contexto nacional y propone una serie de medidas clave para garantizar su cumplimiento efectivo. El documento parte de una premisa clara: España no puede permitirse repetir los errores del pasado, como los numerosos incumplimientos derivados de la anterior versión de esta Directiva. Para ello, se requiere una revisión urgente de la gobernanza, una planificación realista de inversiones, un sistema tarifario sostenible, y un marco normativo coherente que permita alcanzar los objetivos marcados por la Unión Europea.

Este reportaje recoge y sintetiza los principales puntos del análisis de DA-

QUAS, con el fin de ofrecer una visión técnica de los cambios que impone la Directiva TARU y de las decisiones estructurales que España deberá afrontar para garantizar un saneamiento moderno, eficiente y alineado con los retos ambientales del siglo XXI.

UN NUEVO MARCO DE GOBERNANZA Y FINANCIACIÓN PARA EL CICLO URBANO DEL AGUA

LA NUEVA DIRECTIVA (UE) 2024/3019 SOBRE EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES URBANAS — CONOCIDA COMO DIRECTIVA TARU— MARCA UN PUNTO DE INFLEXIÓN PARA EL SANEAMIENTO EN EUROPA Y, EN PARTICULAR, EN ESPAÑA

España presenta un modelo de gestión del agua marcado por la fragmentación competencial, la ausencia de una autoridad reguladora única y de un marco nacional homogéneo, con tarifas deficitarias y un déficit estructural de inversión. Esta situación ha derivado en el deterioro de infraestructuras, incumplimientos normativos, desigualdades territoriales, falta de medios en las entidades locales y plazos de ejecución inasumibles.

La ambición técnica y ambiental de la nueva Directiva TARU contrasta con una realidad estructural que en España continúa marcada por la fragmentación competencial, la falta de planificación a largo plazo y un preocupante déficit de inversión. Su transposición

LA AMBICIÓN TÉCNICA

Y

AMBIENTAL DE LA NUEVA

DIRECTIVA TARU CONTRASTA

CON UNA REALIDAD

ESTRUCTURAL QUE EN ESPAÑA CONTINÚA MARCADA

POR LA FRAGMENTACIÓN

COMPETENCIAL, LA FALTA DE PLANIFICACIÓN A LARGO PLAZO

Y UN PREOCUPANTE DÉFICIT DE INVERSIÓN EL NUEVO CICLO DEL AGUA URBANA: CLAVES PARA CUMPLIR CON LA DIRECTIVA TARU

En este contexto, resulta clave establecer un sistema regulador o de supervisión que clarifique funciones, armonice los criterios técnicos y tarifarios, y refuerce la planificación estratégica. Solo así se podrá abordar con garantías el cumplimiento de una Directiva que impone estándares más exigentes para todas las aglomeraciones urbanas y que, sin un marco común, corre el riesgo de reproducir desigualdades estructurales.

recuperación de costes establecido en la Directiva Marco del Agua.

exige repensar los fundamentos del sistema actual y dotarlo de una gobernanza más cohesionada, eficaz y capaz de movilizar los recursos necesarios en tiempo y forma.

Todo ello requiere, como punto de partida, un pacto político y social a la altura del reto, que sitúe la gestión del agua como una prioridad estratégica de país y garantice una aplicación equitativa y coherente de la norma en todo el territorio.

Aunque el abastecimiento y el saneamiento están reconocidos como un derecho humano, en nuestro país no existe una regulación estatal que articule de forma homogénea estos servicios básicos. Esta ausencia se traduce en una alta disparidad territorial: desde modelos robustos con capacidad de inversión hasta pequeños municipios sin recursos técnicos ni económicos para asumir sus competencias. Además, las competencias están fragmentadas entre distintas administraciones —Estado, comunidades autónomas y entidades locales—, que comparten funciones sin una coordinación efectiva ni un marco común que garantice la coherencia en la planificación, financiación y supervisión del servicio.

La financiación es otro de los grandes retos. El sector arrastra un déficit de inversión cercano a los 5.700 millones de euros anuales, que podría incrementarse notablemente con las nuevas obligaciones europeas. A ello se suma un sistema tarifario claramente deficitario —con una media nacional muy por debajo de la europea— que no permite recuperar costes ni garantizar la sostenibilidad del servicio. Una revisión progresiva de tarifas, con criterios técnicos y mecanismos de acción social, será imprescindible para revertir esta situación y cumplir el principio de

• Crear un sistema regulador estatal.

• Diseñar un programa nacional de implementación y financiación.

• Integrar esta planificación en los PIGSS.

• Establecer una metodología tarifaria homogénea.

• Facilitar la ejecución de infraestructuras.

• Reforzar la coordinación entre niveles de gobierno.

• Activar mecanismos de solidaridad interterritorial.

Además, cumplir con los plazos marcados por la Directiva requerirá una hoja de ruta nacional bien estructurada, integrada en los actuales Planes Integrales de Gestión del Sistema de Saneamiento (PIGSS). Esta debe asignar responsabilidades, priorizar inversiones y ofrecer apoyo específico a las aglomeraciones más vulnerables, especialmente las medianas y pequeñas, que afrontan mayores dificultades técnicas y financieras.

En paralelo, se sugiere que la Administración central explore medidas para agilizar los procedimientos, incluyendo la posibilidad de eximir de tramitación ambiental individual los proyectos derivados de esta Directiva, sustituyéndolos por evaluaciones comunes con criterios compensatorios estandarizados.

Por último, la vigilancia y el control deberán fortalecerse con un marco normativo claro y homogéneo, especialmente en lo relativo a microcontaminantes, resistencia a antimicrobianos y parámetros epidemiológicos. La autoridad sanitaria debe liderar estos controles, garantizando también los recursos necesarios para su aplicación.

PEQUEÑAS POBLACIONES: EL RETO DE LA ESCALA Y LA VIABILIDAD

España concentra el 61 % de sus municipios en núcleos de menos de 1.000 h-e, donde el cumplimiento de la Directiva TARU resulta especialmente complejo en ausencia de apoyo específico. Muchas EDAR están sobredimensionadas, mal adaptadas y generan costes inasumibles. La falta de planificación, criterios homogéneos y medios técnicos y económicos agrava la inseguridad jurídica y dificulta una aplicación eficaz y equitativa de la norma.

REPORTAJE

Si el déficit estructural del sector del saneamiento en España ya plantea importantes desafíos en los grandes núcleos urbanos, estos se multiplican en el ámbito rural y disperso, donde más del 60 % de las aglomeraciones urbanas se sitúan por debajo del umbral de los 1.000 habitantes equivalentes (h-e). La nueva Directiva TARU, al establecer la obligatoriedad de tratamiento a partir

SI EL DÉFICIT ESTRUCTURAL DEL SANEAMIENTO EN ESPAÑA YA PLANTEA IMPORTANTES DESAFÍOS EN LOS GRANDES NÚCLEOS URBANOS, ESTOS

SE MULTIPLICAN EN EL ÁMBITO RURAL Y DISPERSO, DONDE MÁS DEL 60 % DE LAS AGLOMERACIONES URBANAS SE SITÚAN POR DEBAJO

DEL UMBRAL DE LOS 1.000 HABITANTES EQUIVALENTES

de esa cifra, pone el foco en un escenario tan extendido como complejo.

La experiencia demuestra que replicar modelos diseñados para grandes instalaciones en pequeños núcleos resulta técnica y económicamente inviable. Muchas estaciones depuradoras (EDAR) en zonas rurales han sido concebidas como “miniaturas” de plantas mayores, con costes de operación y mantenimiento imposibles de asumir para administraciones locales con estructuras mínimas y sin personal especializado. A esto se añade una situación jurídica ambigua: en numerosas ocasiones, las decisiones de los organismos de cuenca han obligado a construir infraestructuras sin que existiera un marco legal que lo respaldara ni criterios de riesgo que lo justificaran. Además, muchas EDAR con carga inferior a 1.000 h-e ya están operativas, pese a no estar obligadas por la legislación vigente, lo que genera una clara indefinición jurídica.

Ante este panorama, la Directiva exige actuar con sensatez técnica, seguridad jurídica y proporcionalidad económica. Para ello, es urgente armonizar criterios entre organismos de

• Homogeneizar criterios entre organismos de cuenca y aplicar un enfoque basado en el riesgo.

• Mantener la no obligatoriedad de tratamiento para AAUU de <1.000 h-e.

• Definir una metodología realista para calcular la carga contaminante, evitando sobredimensionamientos.

• Ampliar el inventario de aglomeraciones a todas las AAUU, también las de <1.000 h-e.

• Establecer un marco técnico de referencia para pequeños sistemas, incluyendo Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN).

• Fomentar mecanismos de apoyo como la colaboración público-privada.

• Crear entes supramunicipales con capacidad de planificación, gestión y financiación compartida.

EL NUEVO CICLO DEL AGUA URBANA: CLAVES PARA CUMPLIR CON LA DIRECTIVA TARU EN ESPAÑA

cuenca, establecer una metodología clara para calcular la carga contaminante —evitando sobredimensionamientos por picos estacionales como festividades o semanas de alta ocupación turística— y revisar el inventario de aglomeraciones para incorporar también a aquellas que, estando por debajo de 1.000 h-e, ya cuentan con sistemas de tratamiento que requieren apoyo estructural. La planificación debe considerar además criterios

de riesgo, especialmente en zonas cercanas a masas de agua destinadas a consumo humano, donde la vigilancia y el control deben ser reforzados. Más allá del marco legal, el reto pasa también por proponer soluciones adaptadas a la escala. Un marco nacional de referencia que oriente sobre tecnologías adecuadas para pequeños sistemas —incluidas las soluciones basadas en la naturaleza— permitiría avanzar hacia modelos más sosteni-

bles, menos intensivos en carbono y más acordes con la realidad rural. Por supuesto, nada de esto será posible sin financiación. Resulta imprescindible diseñar mecanismos específicos de apoyo, que pueden pasar por fomentar la colaboración público-privada, movilizar fondos europeos o reforzar el papel de estructuras supramunicipales —como mancomunidades y consorcios— para compartir recursos técnicos, humanos y financieros.

Una inversión inaplazable: ¿cuánto costará cumplir con la nueva Directiva TARU?

España parte de una situación financiera compleja para afrontar las exigencias de la nueva Directiva sobre aguas residuales urbanas. El déficit estructural de inversión en el ciclo urbano del agua se cifra ya en 5.700 millones de euros anuales, lo que equivale a 117 €/habitante/año para el conjunto del ciclo urbano del agua, según estimaciones sectoriales actualizadas. Esta cifra duplica el cálculo anterior —2.500 millones— y aún no contempla plenamente los costes derivados de la adaptación a los nuevos requisitos europeos.

Solo el cumplimiento de los objetivos asociados a tratamientos secundarios, terciarios y cuaternarios requerirá, según el MITECO, más de 24.500 millones de euros. A ello habría que sumar las inversiones aún no valoradas en ámbitos como la neutralidad energética, la gestión de desbordamientos, la implantación de los PGIARU o el cumplimiento progresivo en pequeñas aglomeraciones.

Este esfuerzo financiero se suma al coste de oportunidad derivado de años de infrafinanciación. Actualmente, más de 500 aglomeraciones urba-

nas (que representan 10,7 millones de habitantes equivalentes) siguen sin cumplir la anterior Directiva (91/271/ CEE), lo que supone más del 25 % del total declarado en España.

Además, España presenta una de las tarifas del agua más bajas de Europa,

ADAPTARSE A LOS NUEVOS REQUISITOS TÉCNICOS DE LA DIRECTIVA — QUE INCLUYEN DESDE TRATAMIENTOS TERCIARIOS Y CUATERNARIOS HASTA

EXIGENCIAS DE EFICIENCIA

ENERGÉTICA O CONTROL DE MICROCONTAMINANTES— REQUERIRÁ MÁS DE 24.500

MILLONES DE EUROS DE INVERSIÓN EN ESPAÑA, EN LOS PRÓXIMOS AÑOS

con una media de 2 €/m³ frente a más de 3 €/m³ en el contexto europeo. Este modelo tarifario deficitario no incluye aún conceptos como el saneamiento de aguas pluviales y limita la viabilidad económica del sistema. Según el INE, el gasto medio anual de un hogar en agua y saneamiento apenas alcanza los 102 €, lo que representa un 0,8 % de su presupuesto, frente a los más de 500 € dedicados, por ejemplo, a la electricidad. Pese a ello, las tarifas siguen estando muy por debajo del umbral del 5 % de los ingresos del hogar recomendado por Naciones Unidas. Incluso las familias con ingresos equivalentes al salario mínimo estarían por debajo del 2 %, lo que abre la puerta a una revisión tarifaria progresiva, con criterios técnicos y sociales, que garantice el acceso universal y refuerce la sostenibilidad del sistema.

Con estos datos, el sector parte de una posición de “saldo negativo” para afrontar los nuevos requerimientos. Sin una planificación ambiciosa, realista y con mecanismos de financiación sólidos y transparentes, el riesgo de incumplimientos, deterioro del servicio y pérdida de calidad ambiental es elevado.

REPORTAJE

Planificar estas actuaciones bajo una visión integral, que contemple todo el ciclo de vida de las instalaciones y no se limite a la inversión inicial, será clave para asegurar su sostenibilidad. Sin una respuesta estructural adaptada al territorio, el riesgo de incumplimiento crecerá precisamente donde más difícil resulta garantizar el servicio.

HACIA UNA PLANIFICACIÓN MÁS INTEGRADA Y ADAPTADA AL CLIMA

La implantación de los nuevos PGIARU se enfrenta en España a una falta de coherencia normativa con los ya existentes PIGSS, sin definiciones clave, ambigüedades en el cálculo del indicador de carga contaminante y criterios dispares para el diagnóstico de infraestructuras y el control de desbordamientos.

Superados los desafíos estructurales de gobernanza y escala territorial, la nueva Directiva propone un cambio de enfoque que trasciende la gestión fragmentada del saneamiento urbano. La incorporación de los Planes de Gestión Integrada de Aguas Residuales Urbanas (PGIARU) supone un avance significativo en la visión sistémica del ciclo urbano del agua, especialmente en un contexto de lluvias cada vez más intensas e impredecibles debido al cambio climático.

España cuenta con una ventaja de partida: el Real Decreto 665/2023 ya contempla una figura equivalente, los Planes Integrales de Gestión del Sistema de Saneamiento (PIGSS). Alinear ambos instrumentos durante la transposición evitaría duplicidades normativas y permitiría capitalizar el trabajo técnico y metodológico ya desarrollado. Este encaje debe ser claro desde el inicio, también en términos de nomenclatura, para garantizar coherencia en la implementación.

Uno de los principales retos será dotar a estos planes de un marco técnico y jurídico preciso. Conceptos como “aguas pluviales contaminadas”, “lluvias intensas” o “condiciones de tiempo seco” requieren definiciones claras para diseñar indicadores de control realistas y adaptados a la diversidad de contextos urbanos. En este sentido, el indicador del Rendimiento Hidráulico del Sistema, ya validado a escala nacional, puede jugar un papel clave: basado en el volumen de escorrentía urbana vertida, permite evaluar con eficacia y eficiencia los impactos de los desbordamientos en tiempo de lluvia. Esta metodología, ya incluida en el RD 665/2023, ha demostrado una buena relación coste-beneficio y está plenamente alineada con los patrones de lluvia y tipologías urbanas del territorio español.

Además, será necesario resolver algunas ambigüedades del texto europeo que afectan directamente a la aplicación de la norma. ¿Dónde deben tomarse las muestras para calcular la carga contaminante? ¿Qué metodología debe aplicarse para garantizar resultados representativos? Estas cuestiones, aparentemente técnicas, son esenciales para determinar si una aglomeración (especialmente entre 10.000 y 100.000 h-e) está obligada o no a elaborar un PGIARU.

LA ARTICULACIÓN ENTRE PGIARU Y PIGSS NO SOLO ES DESEABLE, SINO NECESARIA PARA CONSTRUIR UNA PLANIFICACIÓN REALISTA, EFICIENTE Y ALINEADA CON LA CAPACIDAD TÉCNICA DE LOS OPERADORES

REPORTAJE

• Alinear los PGIARU con los PIGSS ya recogidos en el RD 665/2023.

• Definir conceptos clave actualmente ausentes (aguas pluviales, lluvia intensa, condiciones de tiempo seco…).

• Priorizar el uso del Rendimiento Hidráulico del Sistema como indicador frente al de carga contaminante.

• Incluir el diagnóstico del estado y la capacidad de las infraestructuras en la planificación.

• Establecer medidas operativas y de control frente a episodios de lluvia, como recoge el Anexo V.

• Clarificar cómo computar la carga contaminante y cuándo un tratamiento se considera adecuado en desbordamientos.

La propuesta de planificación integrada va más allá del diagnóstico: debe incluir un plan de medidas operativas, mantenimiento, renovación y preparación ante eventos extremos, así como sistemas de monitorización de desbordamientos. Todos estos elementos están ya contemplados en el RD 665/2023 —como el diagnóstico del estado de las infraestructuras y su capacidad hidráulica en tiempo de lluvia— y deberían incorporarse directamente como medidas del Anexo V de la Directiva.

La articulación entre PGIARU y PIGSS no solo es deseable, sino necesaria para construir una planificación realista, eficiente y alineada con la capacidad técnica de los operadores.

Solo así será posible avanzar hacia un modelo de saneamiento urbano resiliente, adaptado a los retos climáticos y reguladores del futuro inmediato.

TRATAMIENTOS TERCIARIOS Y REUTILIZACIÓN DE AGUA Y FANGOS: UNA MIRADA CIRCULAR

La aplicación de nuevos requisitos sobre tratamientos terciarios, reutilización de aguas y valorización de lodos se ve limitada por la falta de espacio en las EDAR, la ausencia de criterios técnicos claros y barreras normativas que dificultan el uso circular de recursos como los nutrientes o la materia orgánica.

Avanzar hacia una planificación más integrada exige abordar también la mejora cualitativa del tratamiento de las aguas residuales. En este sentido, uno de los retos más exigentes de la nueva Directiva es la incorporación de tratamientos terciarios para la eliminación adicional de nutrientes. No se trata solo de una cuestión tecnológica, sino también de adecuación territorial: muchas estaciones depuradoras carecen del espacio necesario para incorporar nuevas líneas, y la diversidad de situaciones obliga a adaptar soluciones a cada contexto.

La Directiva ofrece cierta flexibilidad al permitir que los Estados opten por evaluar el cumplimiento mediante concentración o rendimiento. Desde

UNO DE LOS RETOS

MÁS EXIGENTES DE LA

NUEVA DIRECTIVA ES LA INCORPORACIÓN DE TRATAMIENTOS TERCIARIOS

PARA LA ELIMINACIÓN

ADICIONAL DE NUTRIENTES.

NO SE TRATA SOLO DE UNA CUESTIÓN TECNOLÓGICA, SINO

TAMBIÉN DE ADECUACIÓN

TERRITORIAL

el sector se aboga por priorizar la opción menos restrictiva, especialmente en instalaciones con fuerte carga estacional, y por armonizar su aplicación entre confederaciones hidrográficas. Esta coherencia evitaría decisiones desproporcionadas que comprometan la eficiencia económica del sistema.

Además, se propone que, cuando una fracción de aguas residuales se destine a riego (agrícola, campos de golf o jardines), los nutrientes presentes en esa fracción no computen como carga vertida, al no generarse vertido real. Esta exclusión se alinea con los principios de economía circular y permitiría un aprovechamiento más eficiente de los recursos.

En paralelo, la reutilización de aguas depuradas gana protagonismo como herramienta estructural para hacer frente a la escasez hídrica. España, con una trayectoria consolidada en el arco mediterráneo, tiene una base sólida sobre la que seguir avanzando. No obstante, para garantizar una reutilización segura, se hace imprescindible reforzar el control en origen de los vertidos industriales, principal foco de contaminantes complejos y costosos de tratar, incluyendo microcontaminantes, metales pesados, sustancias prioritarias o incluso la salinidad, que dificulta su uso agrícola y degrada los suelos.

También es necesario clarificar cuándo deben aplicarse tratamientos cuaternarios en procesos de reutilización. Estas decisiones, especialmente en pequeñas aglomeraciones sin economía de escala, deben basarse en evaluaciones de riesgo —como ya prevé el RD 741/2020— y no en exigencias genéricas que podrían disparar los costes sin justificación técnica. Establecer directrices claras y homogéneas a nivel nacional permitiría un desarrollo equitativo de la reutilización en todo el territorio.

Asimismo, se propone un enfoque circular en el tratamiento de nutrientes: en el caso del riego agrícola, permitir la permanencia de ciertos nutrientes en el agua puede ser beneficioso para los cultivos, siempre que se garantice la seguridad sanitaria y exista capacidad para gestionar escenarios en los que el riego no sea viable. Además, debería facilitarse una metodología de cálculo que justifique esta no eliminación, considerando la mezcla con otras aguas y el ciclo vegetativo de los cultivos.

En esta misma lógica de circularidad se enmarca la gestión de lodos. El uso agronómico debe mantenerse como vía prioritaria, dado su contenido en materia orgánica, nitrógeno y fósforo, claves para suelos agrícolas degrada-

dos. Sin embargo, para los casos en que esta opción no sea viable —por calidad insuficiente del lodo o falta de disponibilidad de suelo— se deben potenciar alternativas como la valorización energética o la codigestión, integrándolas en la estrategia de neutralidad energética del sector.

De forma paralela, la recuperación de fósforo a través de tecnologías como la estruvita podría ser obligatoria en instalaciones que no reutilicen aguas, aunque esta solución no es universal y requiere estudios previos de viabilidad técnica, energética y económica.

Por último, será imprescindible avanzar en la regulación de microplásticos

• Reconocer ambos métodos de control (concentración/ rendimiento) y aplicar el menos restrictivo.

• Excluir del cómputo de carga los nutrientes reutilizados en riego.

• Reforzar el control de vertidos industriales para garantizar la calidad del agua regenerada.

• Establecer criterios homogéneos para exigir tratamientos cuaternarios.

• Permitir metodologías que justifiquen la no eliminación de nutrientes según uso o cultivo.

• Priorizar la valorización agrícola del lodo y fomentar la codigestión.

• Reclamar una regulación europea sobre microplásticos en lodos.

en lodos, tal y como apunta la Directiva. A día de hoy, su presencia no está estandarizada ni en lodos ni en suelos, por lo que se requiere una norma común europea que permita determinar su peligrosidad y garantizar un uso agrícola seguro.

TRATAMIENTO CUATERNARIO Y RESPONSABILIDAD

AMPLIADA DEL PRODUCTOR: UN SALTO ESTRUCTURAL

La implantación del tratamiento cuaternario y la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) se enfrenta a la falta de metodologías de evaluación de riesgo, incertidumbre en la medición de microcontaminantes, ausencia de planificación y de criterios homogéneos, y una gobernanza fragmentada que dificulta su financiación y aplicación efectiva.

La transición hacia tratamientos más exigentes no se detiene en los terciarios. El salto al tratamiento cuaternario —orientado a la eliminación de microcontaminantes como fármacos o productos químicos persistentes— marca un nuevo umbral tecnológico para el sector. Su implantación progresiva, que comenzará por las aglomeraciones de más de 150.000 habitantes equivalentes y se extenderá posteriormente a núcleos desde 10.000 h-e en zonas de riesgo, constituye uno de los mayores desafíos estructurales que plantea la nueva Directiva TARU.

Para asegurar su aplicación de forma coherente y eficaz, será clave establecer criterios homogéneos a escala estatal para el cálculo de la carga contaminante y la determinación de los umbrales de actuación, evitando distorsiones derivadas de la estacionalidad turística o industrial. Asimismo, la evaluación del riesgo no puede limitarse a la mera presencia de sustancias: debe incorporar también la exposición

real, la sensibilidad del medio receptor y la existencia de barreras naturales o tecnológicas que modulen el impacto.

La priorización de las intervenciones requiere anticipación. Por ello, se propone que las mediciones en el medio receptor comiencen cuanto antes, permitiendo enfocar recursos donde el riesgo sea más elevado. En paralelo, se plantea eximir de obligaciones duplicadas a aquellas EDAR que ya cumplen evaluaciones de riesgo similares en el marco del Reglamento europeo de reutilización de agua. Esta información temprana será esencial para diseñar una implantación progresiva y transparente, con criterios consensuados entre administraciones y operadores.

El objetivo de reducir en un 80 % la presencia de sustancias indicadoras supondrá un reto técnico, dado que muchas de ellas se encuentran por debajo de los límites de cuantifi-

LA TRANSICIÓN HACIA TRATAMIENTOS MÁS EXIGENTES

NO SE DETIENE EN LOS TERCIARIOS. EL SALTO AL TRATAMIENTO CUATERNARIO

MARCA UN NUEVO UMBRAL

TECNOLÓGICO PARA EL SECTOR

cación habituales. Por ello, se reclama una metodología flexible que permita utilizar sustancias equivalentes cuando no se alcancen los valores exigidos, y que tenga en cuenta la gran variabilidad estacional y regional de los contaminantes. El enfoque debe basarse en datos reales, evitando penalizaciones injustificadas y garantizando una evaluación representativa de la eficacia de los tratamientos.

Pero el verdadero motor de esta transformación será económico. La implantación del tratamiento cuaternario se vincula estrechamente a la nueva figura de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), que introduce el principio de “quien contamina paga” en el ámbito del saneamiento. Para su correcta implementación, se plantea la creación de un organismo nacional independiente que coordine a todos los actores implicados, asegure una financiación transparente y equitativa y facilite la puesta en marcha de un Sistema Colectivo de Responsabilidad (SCRAP) con cobertura estatal. Este modelo permitiría un reparto justo de los costes, con mecanismos de auditoría, control y trazabilidad del uso de los fondos.

Este esquema deberá garantizar que la RAP cubre el 100 % de los costes asociados al tratamiento cuaternario, incluyendo inversión, operación, man-

El papel de la RAP: ¿quién financiará el nuevo modelo?

La implantación del tratamiento cuaternario supone uno de los mayores retos operativos, económicos y de gobernanza de la nueva Directiva sobre aguas residuales urbanas. Su aplicación en EDAR de más de 150.000 h-e y en aglomeraciones de más de 10.000 h-e —si se detecta riesgo por acumulación de microcontaminantes— conlleva inversiones muy elevadas, metodologías complejas de priorización y necesidades de planificación que deben estar plenamente integradas en los planes hidrológicos de cuenca y en el programa nacional de ejecución.

Ante este escenario, la Directiva introduce la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) como mecanismo esencial para financiar el 100 % de los costes del tratamiento cuaternario, aplicando el principio de “quien contamina paga”. Esto incluye no solo la inversión y operación de las tecnologías, sino también el mantenimiento, amortización, monitoreo, reporte y futuros costes vinculados a nuevas sustancias. Sin embargo, España parte de una situación compleja. La legislación actual del ciclo urbano del agua está fragmentada y no existe aún un marco normativo específico que regule la RAP en este ámbito.

Además, el carácter descentralizado de las competencias en saneamiento plantea graves dificultades de gobernanza, lo que puede comprometer la viabilidad y la equidad en la aplicación de esta figura. Para garantizar su correcta implantación, DAQUAS propone la creación de un organismo independiente de ámbito estatal, que coordine a todos los actores implicados (productores, operadores, administraciones, autoridades de cuenca) y centralice funciones clave: control de sustancias, auditoría financiera, definición de indicadores, transparencia en la asignación de fondos y liderazgo en el diálogo multisectorial.

• Establecer criterios homogéneos para asignar h-e y priorizar instalaciones según riesgo ambiental real.

• Aplicar metodologías validadas para evaluar microcontaminantes y definir necesidades de tratamiento.

• Garantizar que las instalaciones con evaluación de riesgos previa (como para reutilización) no deban repetir el proceso.

• Crear un organismo nacional independiente que coordine la RAP, garantice cobertura total de costes y transparencia.

• Desarrollar un SCRAP único a nivel estatal para una gestión eficiente, equitativa y auditada.

• Realizar un diagnóstico técnico-económico riguroso y planificar inversiones para garantizar el cumplimiento de los plazos.

tenimiento, reposición, amortización, seguimiento e información. Además, la metodología de cálculo de costes deberá ser lo suficientemente flexible para adaptarse a la incorporación de nuevas sustancias o tecnologías, sin comprometer la estabilidad de las grandes inversiones necesarias.

Por último, la aplicación efectiva de este nuevo marco exigirá un diag -

nóstico técnico y económico previo que permita establecer prioridades, planificar inversiones y definir los criterios de financiación bajo los que debe ejecutarse la transición. Solo con una hoja de ruta clara, realista y consensuada podrá consolidarse una transformación justa, viable y sostenible hacia los nuevos estándares europeos.

NEUTRALIDAD ENERGÉTICA: CONDICIÓN IMPRESCINDIBLE PARA UN SANEAMIENTO SOSTENIBLE

La consecución de la neutralidad energética en EDAR de más de 10.000 h-e se enfrenta a la falta de criterios homogéneos para el cómputo de consumos y producción, ambigüedades en los límites de alcance, y ausencia de definiciones claras sobre prácticas clave como la codigestión, la valorización de lodos y el uso de energía generada fuera de planta.

El camino hacia un modelo de saneamiento más exigente y tecnificado —que incluye desde la planificación integrada hasta los tratamientos más avanzados— culmina en un objetivo estratégico y transversal: lograr la neutralidad energética. La nueva Directiva establece que todas las EDAR de más de 10.000 habitantes equivalentes deberán alcanzarla, combinando eficiencia en el consumo y producción de energía a partir de fuentes renovables.

Este órgano debería también establecer el formato del reporte de datos y coordinarse con otras entidades como los Ministerios de Sanidad e Industria. Asimismo, se recomienda articular un sistema colectivo nacional (SCRAP) que evite duplicidades, facilite el reparto justo y homogéneo de los costes entre sectores y garantice trazabilidad y eficiencia. La aportación de los productores debe ser finalista y mantenerse estable en el tiempo, incluso con posibles variaciones en las sustancias a tratar. En caso de posponer la aplicación de la RAP, sería imprescindible también posponer los plazos del cua-

SIN UN MODELO DE RAP CLARO, SÓLIDO Y TRANSPARENTE, EL DESPLIEGUE DEL TRATAMIENTO CUATERNARIO SERÁ INVIABLE, Y CON ELLO SE PONDRÁ EN RIESGO EL CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS AMBIENTALES Y FINANCIEROS DEL NUEVO MODELO

ternario, al tratarse de una condición habilitante para su financiación.

También, la Asociación Española del Agua Urbana subraya que reducir la contribución de los sectores implicados no es una solución válida: en su lugar, se debe ampliar el número de sectores afectados si hay evidencia de su contribución a la contaminación. Por último, se insiste en la necesidad de un diagnóstico técnico y económico riguroso que permita planificar adecuadamente las inversiones, priorizar actuaciones según riesgo real y garantizar que los productores cubren los costes antes del tercer año de entrada en vigor de la Directiva.

Este mandato no es solo una meta climática: es una condición estructural para asegurar la sostenibilidad técnica y financiera del sistema. Para lograrlo, será imprescindible contar con

• Establecer una metodología nacional armonizada para auditorías energéticas, con límites de alcance claros (excluyendo bombeo, desodorización, secado, etc.).

• Crear un sistema nacional de registro y seguimiento del balance energético de las EDAR.

• Incluir todas las formas de energía renovable generada, independientemente de su punto de consumo o uso final.

• Permitir acuerdos tipo PPA para contabilizar energía renovable generada por terceros en nombre de los operadores.

• Autorizar el uso de la red eléctrica como “batería virtual”.

• Garantizar que la RAP cubra el sobrecoste energético del tratamiento cuaternario.

• Facilitar la codigestión y priorizar la valorización energética del lodo si no es viable su uso agrícola.

• Definir los conceptos de energía consumida y renovable generada (artículo 11.2).

• Emplear el sistema SILICIE como herramienta común de reporte a escala nacional. REPORTAJE

un registro nacional de instalaciones afectadas, así como realizar auditorías energéticas comparables que permitan identificar oportunidades reales de mejora, utilizando criterios homogéneos para asegurar la trazabilidad de los datos.

Delimitar correctamente qué consumos deben computarse es un paso clave. DAQUAS propone centrar el cálculo en el proceso de tratamiento en sentido estricto, dejando fuera elementos como los bombeos de cabecera, los tanques de tormenta o los sistemas de desodorización, que forman parte del sistema de saneamiento pero no del tratamiento propiamente dicho. Esta exclusión se justifica porque su consumo depende del diseño de red, la configuración del terreno o condiciones climáticas, y no de las exigencias del tratamiento.

De igual forma, se recomienda que la contabilidad energética de la línea de lodos se detenga en la deshidratación, sin incluir fases posteriores como el secado, más vinculadas a decisiones de gestión o valorización. Esta delimitación permitiría mantener las vías actuales de economía circular para el uso agrícola de los lodos, sin penalizar soluciones ya consolidadas.

Además, se propone establecer un sistema nacional de seguimiento energético que tenga en cuenta no solo la electricidad, sino también otros vectores como el biogás o la energía térmica, incluyendo aquellos generados por el titular de la instalación o por terceros en su nombre. En este esquema, la codigestión de cosustratos compatibles con el proceso de depuración —así como la posibilidad de trasladar lodos entre EDAR— deben jugar un papel clave para aumentar la producción de biogás y aprovechar al máximo las infraestructuras de digestión existentes. También se aboga por permitir el uso de la red eléctrica como batería virtual, lo que permitiría compensar exceden-

tes y déficits en distintos momentos del año, y facilitaría el aumento de puntos de conexión a la red. Dado su alto consumo, los sistemas de tratamiento cuaternario deberán tener sus requerimientos energéticos cubiertos por la RAP, conforme al principio de “quien contamina paga”. En paralelo, se propone excluir del balance energético a las estaciones regeneradoras de agua (ERA), por su ca -

EL CAMINO HACIA UN MODELO DE SANEAMIENTO MÁS EXIGENTE Y TECNIFICADO CULMINA EN UN OBJETIVO ESTRATÉGICO Y TRANSVERSAL: LOGRAR LA NEUTRALIDAD ENERGÉTICA EL NUEVO CICLO

rácter funcionalmente independiente respecto al tratamiento de aguas residuales urbanas.

Por último, se reclama una definición clara de qué se considera energía consumida y generada. La energía renovable producida fuera del recinto —pero destinada al consumo de la EDAR— debe computar a efectos de balance, siempre que sea generada directamente por el titular de la ins-

talación o por un tercero en su nombre, tal y como establece la Directiva. Esto permitiría aplicar contratos de compraventa de energía (PPA) u otras fórmulas equivalentes, posibilitando una “reserva de potencia renovable” sin necesidad de adquisición en el mercado convencional.

Todo el sistema deberá basarse en una metodología homogénea, como la que ofrece el sistema SILICIE de la

Agencia Tributaria, que garantice trazabilidad, transparencia y comparabilidad entre instalaciones, permitiendo registrar tanto la energía consumida (eléctrica y térmica) como la energía renovable generada (biogás, solar u otras fuentes), en múltiplos de watios hora. Solo así será posible avanzar hacia un modelo de saneamiento alineado con los objetivos energéticos y climáticos de la UE.

ARTÍCULO

Combinar comunidades microbianas en un reactor biofilmplancton puede mejorar la calidad del agua tratada y apoyar la nueva normativa europea sobre aguas residuales

José L. Balcázar, Investigador sénior del Instituto Catalán de Investigación del Agua ICRA-CERCA I www.icra.cat/es/ e

La gestión del agua es uno de los grandes desafíos del siglo XXI. A medida que las ciudades crecen y los recursos hídricos se vuelven más escasos, las depuradoras se convierten en infraestructuras esenciales para garantizar la salud pública y proteger los ecosistemas acuáticos. Sin embargo, no todas las instalaciones cuentan con la misma capacidad tecnológica ni con los mismos recursos. En Europa, miles de pequeñas depuradoras rurales

COMBINAR COMUNIDADES MICROBIANAS EN UN REACTOR BIOFILM-PLANCTON PUEDE MEJORAR LA CALIDAD DEL AGUA TRATADA Y APOYAR LA NUEVA NORMATIVA EUROPEA SOBRE AGUAS RESIDUALES

tratan las aguas residuales de municipios con menos de 10.000 habitantes, donde los costes energéticos, el mantenimiento técnico y la falta de personal especializado suponen obstáculos difíciles de superar.

En este contexto, un equipo de investigadores del Centro Tecnológico BETA de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), la Universidad de Girona (UdG) y el Instituto Catalán de Investigación del Agua

(ICRA-CERCA) hemos desarrollado una tecnología innovadora que ofrece una alternativa sostenible para estos entornos: un reactor basado en biopelículas y plancton (BPR, por sus siglas en inglés) capaz de mejorar de forma notable la calidad del agua tratada.

El estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Environmental Management, demuestra que este sistema inspirado en la naturaleza puede reducir significativamente la concen-

tración de nutrientes como el nitrógeno y la presencia de bacterias fecales como Escherichia coli, dos de los principales contaminantes que afectan a los ríos receptores de aguas residuales urbanas. El avance no solo tiene implicaciones técnicas, sino también normativas, ya que se alinea con los nuevos requisitos establecidos por la Directiva Europea sobre el Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas, en vigor desde noviembre de 2024.

En Europa, miles de depuradoras rurales tratan las aguas residuales de pequeños municipios, donde los costes energéticos, el mantenimiento y la falta de personal especializado suponen grandes obstáculos

UN NUEVO MARCO EUROPEO PARA LA DEPURACIÓN

La nueva directiva europea introduce un cambio de paradigma en la gestión de las aguas residuales. Hasta hace poco, la normativa se centraba en las grandes depuradoras que tratan las aguas de las principales ciudades. Sin embargo, a partir de 2025 se amplían las exigencias a las pequeñas y medianas instalaciones, que deberán reducir de manera más estricta nutrientes y contaminantes.

Este cambio responde a un problema real. La contribución acumulada de miles de pequeñas depuradoras con bajos niveles de depuración puede tener un impacto significativo sobre los ríos y acuíferos locales. Aunque cada una libera volúmenes relativamente pequeños, en conjunto representan una fuente importante de contaminación difusa, especialmente en zonas rurales o de montaña donde los ecosistemas son más vulnerables.

El reto para estos municipios es doble: cumplir con una legislación más estricta sin disponer de grandes inversiones ni infraestructuras complejas. En ese escenario, las soluciones basadas en la naturaleza se presentan como una vía prometedora para modernizar la depuración sin incrementar los costes energéticos ni el impacto ambiental.

INSPIRARSE EN LOS ECOSISTEMAS

NATURALES

El reactor desarrollado por los equipos del BETA, la UdG y el ICRA-CERCA re-

produce, a escala controlada, los procesos de autodepuración que ocurren de forma natural en lagos y ríos. En estos ecosistemas, las comunidades microbianas juegan un papel esencial: degradan la materia orgánica, transforman nutrientes y reducen la presencia de microorganismos patógenos.

El sistema BPR combina dos tipos de comunidades microbianas que trabajan de manera complementaria: el biofilm (microorganismos adheridos a una superficie sólida) y el plancton (microorganismos suspendidos en el agua). Esta coexistencia permite una mayor estabilidad biológica y una depuración más eficiente.

Como explica el investigador Lorenzo Proia, del Centro Tecnológico BETA y coautor del trabajo, “el reactor combina comunidades micro -

El Centro Tecnológico

BETA, la UdG y el ICRACERCA desarrolla una tecnología innovadora que ofrece una alternativa sostenible para entornos rurales capaz de mejorar de forma notable la calidad del agua tratada

bianas que actúan de manera similar a lo que ocurre en los ecosistemas acuáticos naturales, depurando el agua sin necesidad de recurrir a tecnologías muy costosas o con gran consumo energético. Es una alternativa sostenible y adaptable, pensada especialmente para las depuradoras más pequeñas”.

RESULTADOS PROMETEDORES

Los ensayos se llevaron a cabo en una planta piloto ubicada en Quart (Girona), donde instalamos el reactor y evaluamos su rendimiento durante varios meses. Los resultados fueron claros: el sistema logró una reducción significativa de nitrógeno total, fósforo y bacterias fecales, además de mejorar la claridad y el oxígeno disuelto del efluente final.

Según el estudio, la eficiencia del reactor se debe en gran parte a la interacción entre las comunidades del biofilm y el plancton, que crean un equilibrio dinámico capaz de absorber variaciones en la carga contaminante. Como destaca Lluís Bertrans-Tubau, investigador del Centro Tecnológico BETA y primer autor del artículo, “nuestros resultados demuestran que las comunidades microbianas pueden reducir de forma significativa nutrientes y bacterias fecales en las aguas residuales. Este avance ofrece una base científica sólida para confiar en soluciones basadas en la naturaleza y aplicarlas en el marco de la nueva normativa europea”.

COMBINAR COMUNIDADES MICROBIANAS EN UN REACTOR BIOFILM-PLANCTON PUEDE MEJORAR LA CALIDAD DEL AGUA TRATADA Y APOYAR LA NUEVA NORMATIVA EUROPEA SOBRE AGUAS RESIDUALES

CONTAMINANTES EMERGENTES:

UN DESAFÍO AÑADIDO

Además de los contaminantes clásicos, analizamos la capacidad del reactor para eliminar compuestos de nueva preocupación, como fármacos y productos de uso cotidiano. Estos llamados “contaminantes emergentes” están cada vez más presentes en las aguas residuales urbanas y representan un reto creciente para la salud ambiental.

Aunque la eliminación de estos compuestos fue variable según el tipo de sustancia, los resultados abren la puerta a futuras optimizaciones del sistema. Lo más relevante de este enfoque es que no solo mejora la calidad del agua, sino que también nos permite comprender mejor cómo las comunidades microbianas participan en la depuración. Este conocimiento abre la puerta a tecnologías más resilientes frente al cambio climático y la contaminación emergente.

UNA ALTERNATIVA SOSTENIBLE PARA EL FUTURO DEL AGUA

El desarrollo de tecnologías inspiradas en la naturaleza no es solo una tendencia científica, sino una necesidad urgente. Las soluciones basadas en la naturaleza (NbS, por sus siglas en inglés) ofrecen una respuesta eficiente y económica a los desafíos actuales de la gestión del agua: consumen menos energía, requieren menor mantenimiento y pueden adaptarse a diferentes contextos locales.

El éxito del reactor biofilm-plancton no se mide solo por su capacidad de eliminar contaminantes. También representa un cambio de mentalidad: pasar de una ingeniería basada en el control y la energía hacia una depuración que coopera con los procesos naturales

El reactor biofilm-plancton encarna esta filosofía. Aprovecha la capacidad natural de los microorganismos para restaurar el equilibrio ecológico y, al mismo tiempo, responde a las exigencias de una legislación cada vez más rigurosa. En zonas rurales o con escasos recursos, esta tecnología puede marcar la diferencia entre cumplir o no con los estándares de calidad del agua, y entre contaminar o proteger los ecosistemas fluviales. Además, el conocimiento generado por este proyecto ofrece una base científica sólida para seguir mejorando los tratamientos de depuración desde un enfoque interdisciplinar que combine química, microbiología y ecología. Al entender mejor cómo interactúan los microorganismos en estos sistemas, será posible diseñar reactores más eficientes, predecibles y adaptables a las condiciones ambientales.

MÁS ALLÁ DE LA TECNOLOGÍA

El éxito del reactor biofilm-plancton no se mide solo por su capacidad de

El desarrollo de tecnologías inspiradas en la naturaleza no es solo una tendencia científica, sino una necesidad urgente. Ofrecen una respuesta eficiente y económica a los desafíos actuales de la gestión del agua

eliminar contaminantes, sino también por su potencial transformador. Representa un cambio de mentalidad: pasar de una ingeniería basada en el control y la energía hacia una depuración que coopera con los procesos naturales.

En un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos, especialmente en las regiones mediterráneas, soluciones como esta son esenciales para garantizar la sostenibilidad y la seguridad hídrica de las comunidades. La innovación tecnológica, cuando se inspira en la naturaleza, puede convertirse en una aliada clave para construir sistemas más resilientes y equitativos.

El agua limpia es un derecho, pero también una responsabilidad compartida. Apostar por tecnologías que integren ciencia, sostenibilidad y respeto por los procesos naturales no solo mejora la calidad del agua, sino también la calidad de nuestro futuro.

REFERENCIAS

Bertrans-Tubau, L., Martínez-Campos, S., López-Doval, J. C., Abril, M., Pladelasala-Rocafiguera, G., Ponsá, S., Suñer, A. C., Salvadó, V., Hidalgo, M., Doménech-Pascual, A., Romaní, A. M., Pico-Tomàs, A., Balcázar, J. L., & Proia, L. (2025). Improving small urban wastewater treatment plants with a nature-based reactor for tertiary treatment. Journal of Environmental Management, 393, 126983. https://doi.org/10.1016/j. jenvman.2025.126983

EL SERVICIO UNIFICADO DEL AGUA, CALIDAD E INNOVACIÓN PARA MELILLA

Desde 2022, Sacyr Agua gestiona el servicio unificado del agua en Melilla, y desde 2024 también la planta desaladora. Entre sus actuaciones destacan la digitalización de redes, la telelectura de contadores y más de 5.500 controles analíticos anuales

Sacyr Agua gestiona el contrato del servicio unificado del agua en la ciudad autónoma de Melilla desde 2022, y desde febrero de 2024 opera también la planta desaladora. La apuesta por la mejora continua se refleja en proyec -

tos como la implantación del sistema de telelectura de contadores, actualmente en desarrollo.

Con una plantilla de más de 100 profesionales, Sacyr Agua abastece a cerca de 86.000 habitantes melillenses y gestiona los siguientes servicios:

• Limpieza e inspección de la red de saneamiento, que incluye 8.121 imbornales, 8.790 pozos y 173 km de conducciones. Las inspecciones se realizan mediante cámara robotizada y las limpiezas con equipos impulsores-succionadores de altas prestaciones.

La gestión del agua en Melilla presenta múltiples retos debido a la singularidad territorial de la ciudad, con limitaciones geográficas y logísticas. Prestar el servicio de forma unificada nos permite aprovechar sinergias entre los distintos ámbitos, compartiendo conocimientos y recursos con el objetivo de ofrecer la mejor calidad al ciudadano.

• Laboratorio de agua, con más de 5.500 analíticas anuales y supervisión diaria en 21 puntos de la red.

• Operación y mantenimiento de la planta desaladora, con una producción diaria de 22.000 m³ de agua potable.

• Mantenimiento del sistema de telecontrol en pozos y depósitos y de las redes de agua potable y saneamiento,

con 2.700 reparaciones anuales en la red de abastecimiento y 150 en la de saneamiento, además de la revisión de 150 km de conducciones.

• Oficina técnica para la digitalización de la red de saneamiento, mediante toma de datos en campo y actualización del sistema GIS de la red de abastecimiento.

• Oficina de abonados, con más de 13.200 gestiones y 145.000 lecturas de contadores al año.

• Mantenimiento de 22 fuentes ornamentales distribuidas por la ciudad.

SACYR AGUA www.sacyragua.com

Javier Duarte, jefe del servicio de Sacyr Agua en Melilla.

Reforzando la regeneración y la reutilización del agua en España. De fuentes

de agua no convencionales a complementarias

El pasado año hidrológico (1/10/2024 a 30/09/2025) se acumularon en el conjunto de España 683,7 mm, tratándose del año hidrológico más lluvioso en España desde 2020 (710,8 mm). Sin embargo, hasta la primavera de 2025 que comenzó a llover, la situación de extrema sequía en muchas partes del país ha sido realmente preocupante, lo que ha dejado al descubierto las carencias a la hora de tener capacidad de amortiguación durante estas situaciones de sequía prolongada.

La realidad parece tozuda, pues los periodos de sequía son cada vez más recurrentes y con elevada intensidad. En este contexto, las llamadas fuentes de agua no convencionales son cada vez más necesarias, más habituales y, sobre todo, más complementarias a las fuentes de agua superficiales y subterráneas.

La planificación de las infraestructuras necesarias para hacernos más resilientes frente a estos periodos de escasez hídrica debe hacerse en periodos donde el agua no sea un recurso limitante, y para eso debemos apostar todas las partes interesadas por las fuentes de agua complementarias, regeneración-reutilización (RR) y desalinización de agua de mar (DAM). Cabe destacar que estamos inmersos en la

+ MANUEL J. GONZÁLEZ, UNIVERSIDAD DE SEVILLA

El marco regulatorio ha desempeñado un papel fundamental para estructurar de manera coherente la planificación y la tecnificación de la regeneración y reutilización

Todo el arco mediterráneo, desde Barcelona hasta Málaga, y también los dos archipiélagos, tienen claro que la garantía de suministro pasa por diversificar las fuentes de agua

redacción del cuarto ciclo de planificación hidrológica (2027-2033), que sustituirá al vigente (2022-2027); y esta actualización prevista cada seis años, representa una oportunidad para continuar apostando, con más fuerza si cabe, en las fuentes de agua complementarias.

En España hay territorios que tienen totalmente integrada la necesidad de aprovechar cada gota de agua. Todo el arco mediterráneo, desde Barcelona hasta Málaga, y también los dos archipiélagos, tienen claro que la garantía de suministro pasa por diversificar las fuentes de agua. En esta franja litoral, la RR y la DAM se han convertido en pilares estratégicos de la resiliencia frente a periodos de sequía. Ejemplo son la Comunidad Valenciana regenera el 40% del agua regenerada de España, o la Región de Murcia donde se reutiliza cerca del 97 % del agua residual tratada, una cifra récord en Europa. También Madrid, con el compromiso del Canal de Isabel II en la reutilización urbana, y los archipiélagos, con su apuesta por la DAM, consolidan un modelo de gestión en el que las fuentes de agua dejan de ser “no convencionales” para convertirse en habituales. En este contexto quiero destacar los casos de Cataluña y Andalucía.

En Cataluña tienen la certeza que en 2024, los recursos complementarios como el agua regenerada y la desalinización, les salvaron de una situación crítica de desabastecimiento, por eso tienen previsión de realizar una inversión de más de 2.000 millones de euros para incrementar la disponibilidad de estos recursos a 280 hm³ en el 2030, lo que supondría, que con las fuentes de agua complementaria se podría llegar a cubrir el 70% de la demanda, reduciendo la dependencia y la explotación sobre los recursos naturales (embalses y acuíferos).

Por otro lado, en los últimos meses, la Junta de Andalucía ha anunciado su objetivo de multiplicar por diez la producción de aguas regeneradas entre 2019 y 2027, pasando de 17.180 hm³ anuales, enmarcada dentro de la Primera Estrategia de Recursos Hídricos No Convencionales. En 2024 ya ha conseguido cuadruplicar su capacidad, alcanzado los 70 hm³ anuales, gracias a la modernización de estaciones depuradoras (EDAR), muchas de ellas en la provincia de Málaga (Axarquía) y prácticamente todas vinculadas a la reutilización en regadío. Complementariamente, el Plan PARRA (Plan Andaluz de Regeneración y Reutilización del Agua) ha puesto encima de la mesa una inversión global de 165 millones de euros destinada a obras de regeneración de aguas impulsadas por 40 comunida-

Los cambios legales, orientados a condicionantes más estrictos, quieren reforzar que el uso del agua regenerada sea una fuente de agua complementaria, confiable y aceptada socialmente

des de regantes de todas las cuencas hidrográficas andaluzas, y alcanzar esos 180 hm³ anuales en 2027 y hm³ anuales en el horizonte 2039.

En este contexto, el marco regulatorio ha desempeñado un papel fundamental para estructurar de manera coherente la planificación y la tecnificación de la regeneración y reutilización, garantizando criterios homogéneos de calidad, eficiencia y seguridad en todo el territorio. Veníamos con lecciones aprendidas del anterior Reglamento de Reutilización, el RD 1620/2007, que sentó las bases técnicas y jurídicas de la reutilización en España. Sin embargo, ha sido entre 2020 y 2024 cuando la reutilización ha dado un salto decisivo, impulsada primero por el Reglamento (UE) 2020/741 (uso agrícola), que entró en vigor el 26 de junio de 2023, y posteriormente integrado dentro del nuevo Real Decreto 1085/2024 de 22 de octubre, Reglamento de reutilización del agua. Estos cambios legales, orientados a condicionantes más estrictos, no sólo en calidad, sino también en controles y gestión del riesgo, quieren reforzar que el uso del agua regenerada sea una fuente de agua complementaria, confiable y aceptada socialmente. La consolidación de la reutilización pasa ahora por garantizar su viabilidad económica, energética y social, y por potenciarla en la planificación hidrológica como una fuente de agua estable, segura y convencional.

Las nuevas reglas del juego no se limitan a fijar estándares de calidad,

Aunque durante décadas hemos etiquetado estas aguas como “no convencionales”, ya no se trata de alternativas marginales, sino de componentes esenciales de la gestión del Ciclo Integral del Agua

31 de diciembre de 2028 y permitirán planificar el aprovechamiento del agua regenerada en entornos urbanos, parques, riegos municipales e incluso usos ambientales. Se trata de una invitación directa a los ayuntamientos y consorcios metropolitanos a integrar la reutilización en la planificación urbana, del mismo modo que ya se planifican los sistemas de abastecimiento y saneamiento.

sino que proponen una nueva forma de entender la gestión del agua regenerada. En el corazón del Real Decreto 1085/2024 se sitúa el Plan de Gestión del Riesgo del Agua Regenerada (PGRAR) como pilar de la RR. Su finalidad es conocer, anticipar y controlar los posibles riesgos sanitarios o ambientales desde la producción hasta el punto de uso, para ello usa conceptos como el de barreras múltiples, procesos de verificación y validación, y por supuesto controles analíticos. Se trata de una herramienta de garantía para todos los actores del sistema de reutilización, productores, operadores, usuarios, autoridades y los propios ciudadanos.

En las ciudades también ha venido a quedarse la Regeneración y Reutilización, ya que el RD 1085/2024 también introduce la obligación de elaborar los Planes de fomento de la reutilización en núcleos de más de 50.000 habitantes. Estos planes se deben presentar ante el organismo de cuenca antes del

Algunas fechas empiezan a cumplirse este mismo año, de hecho, antes del 31 de diciembre de 2025, los titulares de instalaciones de producción y suministro existentes (no incluidas en el ámbito de aplicación del Reglamento (UE) 2020/741) deberán solicitar ante el organismo de cuenca la adaptación de su autorización al nuevo régimen jurídico. Y deberá ser antes del 31 de diciembre de 2028, esa adaptación deberá estar completamente implementada, incluyendo la adecuación técnica, la incorporación del PGRAR y el cumplimiento de los nuevos criterios de calidad.

Significa que los cambios técnicos ya han comenzado a aplicarse, a prepararse, a verificarse y a validarse, según los casos. Estamos avanzando en el conocimiento de los sistemas de reutilización, con la aplicación de los PGRAR, en la identificación de las mejores técnicas disponibles, con trenes de regeneración más robustos, adaptados a la neutralidad energética y coherentes con el primer principio de la regeneración, que consiste en depurar bien, porque la depuración es el primer tratamiento de regeneración. Es el

El Observatorio de la Gestión del Agua en España del MITERD constituye un compromiso con la transparencia y la corresponsabilidad, motores para generar confianza social y normalizar el uso de fuentes de agua complementarias

momento de analizar nuevos sistemas de control en línea, reforzar la gestión del dato y avanzar en la digitalización de nuestras Estaciones Regeneradoras de Agua. En definitiva, se trata de hacer los sistemas de Regeneración y Reutilización más sólidos y fiables, reduciendo el riesgo y garantizando que el uso del agua regenerada sea aceptado por toda la sociedad.

El nuevo reglamento refuerza también la dimensión institucional con la creación del Observatorio de la Gestión del Agua en España, una herramienta digital impulsada por el MITERD en el marco del PERTE de digitalización del ciclo del agua. Su diseño e implantación fueron adjudicados en abril de 2024 a la empresa NTT DATA, con un

+ MANUEL J. GONZÁLEZ, UNIVERSIDAD DE SEVILLA

plazo de ejecución de 36 meses prorrogables otros 24, así que aún nos queda unos meses para poder investigar sobre esta información. El Observatorio centralizará datos procedentes de organismos de cuenca, redes de control y sistemas de reutilización, ofreciendo información actualizada sobre recursos, consumos, vertidos y calidad del agua. Más allá de su valor técnico, constituye un compromiso con la transparencia y la corresponsabilidad, motores para la generación de confianza social y normalizar el uso de las fuentes de agua complementarias como parte integrada del ciclo del agua.

Aunque durante décadas hemos etiquetado estas aguas como “no convencionales”, nomenclatura que arras-

Amiscreen, aguas residuales libres de sólidos

Equipos de saneamiento de última generación con una alta retención y sin corrosión

Filtrado efectivo de sólidos de más de 8 mm y otros contaminantes

Superficie de cribado de entre 15 y 25 veces superior

Sin elementos mecánicos de limpieza ni alimentación externa

Apto para construcciones nuevas, reequipamiento o rehabilitación

Patentado por Amiblu, líder mundial de tuberías y accesorios PRFV

tramos incluso en nuestro ordenamiento jurídico más reciente, ha llegado el momento de reconocer la realidad. En numerosas ciudades de España, Europa y el mundo, estas fuentes forman parte del suministro habitual. Ya no se trata de alternativas marginales, sino de componentes esenciales de la gestión del Ciclo Integral del Agua.

Por ello, invito al lector a reflexionar sobre el poder de las palabras. Las palabras van más allá de la semántica o de la descripción, generan identidad y veracidad. Por eso, más que “no convencionales”, estamos ante fuentes complementarias que se articulan entre sí en un portfolio hídrico cada vez más diverso y, sobre todo, más convencional.

Valoremos el agua como es debido

ARTÍCULO

Plan de gestión del riesgo del agua regenerada

Ruben Brandán, Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, PE. Project Manager SETA PHT I www.setapht.com e

En el CAPÍTULO V del Real Decreto 1085/2024, de 22 de octubre, por el que se aprueba el “Reglamento de reutilización del agua y se modifican diversos reales decretos que regulan la gestión del agua” se describe la Gestión del riesgo, la cual se desarrolla en tres artículos, de los cuales el artículo 21 define el Plan de gestión del riesgo del agua regenerada (PGRAR) y los otros dos su contenido y revisión. El RD 1085/2024 deroga el anterior Real Decreto 1620/2007, de 7 de diciembre por el que se establecía el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas y adopta la filosofía del Reglamento (UE) 2020/741 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de mayo de 2020, relativo a los requisitos mínimos para la reutilización del agua. Cabe señalar que el ámbito de aplicación de la norma española es más amplio que el

establecido por el Reglamento europeo, que se refiere únicamente a aguas regeneradas destinadas al riego agrícola, mientras que, en este caso, se plantean más de veinte tipos de usos diferentes agrupados en cuatro grupos:

1. Uso urbano

2. Uso agrícola

3. Uso industrial

4. Otros usos (usos específicos incluidos en ganadería, acuicultura, silvicultura y recreativos)

El PGRAR será presentado durante el procedimiento de solicitud de otorgamiento, revisión o renovación de la autorización de producción y suministro de aguas regeneradas para su valoración por la autoridad competente, visto el informe preceptivo y vinculante de la autoridad sanitaria de la comunidad autónoma. Las autoridades competentes son los organismos de

cuenca en las demarcaciones hidrográficas intercomunitarias y las administraciones hidráulicas equivalentes de las comunidades autónomas en las demarcaciones hidrográficas intracomunitarias.

El régimen jurídico se estableció previamente en el Real Decreto-ley 4/2023, de 11 de mayo, por el que se adoptan medidas urgentes en materia agraria y de aguas en respuesta a la sequía ... “, que establece en su articulado los requisitos para el uso, la producción y el suministro del agua regenerada: «Artículo 109 bis. Régimen jurídico del uso de las aguas regeneradas.

I. El uso de las aguas regeneradas requerirá concesión administrativa o la modificación de características de una concesión existente...

«Artículo 109 ter. Régimen jurídico de la producción y suministro de aguas regeneradas.

I. La producción y suministro de aguas regeneradas estarán sometidas a autorización.

En el ANEXO III del RD 1085/2024 se describen los elementos clave de gestión del riesgo en cuatro apartados:

A. Principales elementos de la gestión del riesgo

B. Condiciones relativas a los requisitos adicionales

C. Medidas preventivas

D. Barreras para la reducción o atenuación de riesgos

En los tres primeros apartados se incluyen los denominados elementos claves de la gestión del riesgo (KRM, por sus siglas en inglés), definidos en

el Anexo II del REGLAMENTO (UE) 2020/741, que se representan esquemáticamente en la Ilustración 1, extraída de la Technical Guidance Water Reuse Risk Management for Agricultural Irrigation Schemes in Europe. European Commission Joint Research Centre, 2022.

La principal diferencia con el Reglamento 2020/741 lo constituye el apartado D, que se incluye como un punto más dentro de la gestión del riesgo las barreras como una medida para la reducción o atenuación de riesgos. El Reglamento europeo, centrado en riego agrícola, cita expresamente que “en aquellos casos en que las clases de calidad de las aguas producidas por los operadores de las estaciones regeneradoras de aguas no sean compatibles

Ilustración 1: Ubicación de los elementos claves de la gestión del riesgo dentro de los apartados del Anexo III del Reglamento 1085/2024 y su interrelación en la elaboración del PGRAR según la JRC

con la categoría de cultivo y el método de riego ya existentes en la zona servida, por ejemplo, en una red de abastecimiento colectivo, los requisitos de calidad del agua podrían cumplirse utilizando, en una fase posterior, diversas opciones de tratamiento del agua, ya sea de manera aislada o en combinación con opciones sin tratamiento de las aguas regeneradas, de conformidad con el enfoque multi barrera.” Este concepto de enfoque multi barrera es de especial importancia en el riego con aguas regeneradas y el Real Decreto 1085/2024 ha tenido a bien introducirlo directamente como un elemento clave de la gestión del riesgo.

Una barrera se define como “cualquier medio, ya sea físico o de etapas de proceso o condiciones de uso, por el que se reduzca o evite un riesgo de infección humana impidiendo el contacto de aguas regeneradas con el producto ingerido y con las personas directamente expuestas, o cualquier otro medio que, por ejemplo, reduzca la concentración de microorganismos en las aguas regeneradas o impida que sobrevivan en el producto ingerido.”

En el apartado D se han introducido tablas con recomendaciones de tipos de barreras para riego en agricultura, riego urbano o recreativo, y para el riego de zonas urbanas o recreativas; las barreras se han sacado de la norma ISO 16075:2020: Directrices para

El enfoque multi barrera es de especial importancia en el riego con aguas regeneradas y el Real Decreto 1085/2024 lo introduce directamente como un elemento clave de la gestión del riesgo

el uso de agua residual tratada en proyectos de riego o equivalente.

En el apartado C se incluyen las medidas preventivas, que es “una acción o actividad apropiada que pueda prevenir o eliminar un riesgo para la salud o el medio ambiente, o que pueda reducirlo a un nivel aceptable”.

Cabe mencionar la diferencia entre barreras y medidas preventivas, ya que muchas veces se tiende a confundirlas. La diferencia fundamental es que una barrera está definida a partir del análisis del riesgo sanitario, en términos de afección de la salud humana por agentes patógenos. Por tanto, una barrera puede ser una medida preventiva, pero una medida preventiva no puede

ser una barrera, ya que no tiene el soporte científico que avale su eficacia en términos de reducción de unidades logarítmicas de un determinado agente peligroso.

Como ejemplo del enfoque multi barrera se presenta un caso de riego con agua regenerada en cultivos que se consumen crudos en los que la parte comestible está en contacto directo con las aguas regeneradas o tubérculos que se consumen crudos y requieren una calidad A.A. (Tabla I-2 del Reglamento 1085/2024):

• Opción 1: Basado en tecnologías -> EDAR + ERA

• Opción 2: Tratamiento adecuado (EDAR / EDAR + ERA) + BARRERAS en Zona de Uso

La opción 1 requiere mayor inversión inicial en tecnologías de tratamiento, y por tanto mayor coste de operación y mantenimiento durante su vida útil. La opción 2 reduce esos costes a expensas de implementar barreras en la zona de uso que garanticen la seguridad del sistema.

La evaluación de los riesgos para la salud humana, el medio ambiente y la sanidad animal, que se define en el apartado A. 5) del Reglamento español, podrá efectuarse mediante una evaluación de los riesgos cualitativa o semicuantitativa. Se pueden utilizar las orientaciones y normas internacionales existentes, como las Directrices

(Gr)

ISO 20426:2018 para la evaluación y la gestión del riesgo para la salud relativos a la reutilización de agua no potable, las Directrices ISO 16075:2023 para el uso de aguas depuradas en proyectos de riego u otras normas equivalentes aceptadas a nivel internacional o las Directrices de la OMS.

No obstante, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha subido en su página unos documentos que incluyen una metodología de evaluación del riesgo y unas tablas de cálculo para su implementación. Estos documentos, que no son de obligatorio cumplimiento, resultan de mucha utilidad a la hora de definir factores tan importantes como la probabilidad y la gravedad a la hora de calcular el riesgo. Están disponibles los planes de gestión del riesgo de agua regenerada:

• para uso industrial y • para uso urbano

Ambos se han elaborado partiendo de un método semi cuantitativo para la evaluación del riesgo. La evaluación semicuantitativa se realiza mediante una matriz de evaluación (Tabla 1) donde se contrasta la probabilidad de que

se produzca un suceso peligroso con la gravedad del efecto que puede generar.

Un suceso peligroso es un acontecimiento en el que las personas se ven expuestas a un agente peligroso dentro del sistema. Puede tratarse de un incidente o una situación que introduzca o libere el agente peligroso en el medio ambiente en el que viven o trabajan las personas, amplifica la concentración de un agente peligroso o no logra eliminarlo del medio ambiente humano.

La ocurrencia del suceso peligroso en sí mismo no implica nada si no hay presencia ni exposición al agente peligroso.

La probabilidad está relacionada con la ocurrencia de un suceso peligroso y la eventual exposición de las personas al agente peligroso liberado en el sistema por dicho suceso peligroso.

La consecuencia o gravedad está relacionada con el agente peligroso liberado por el suceso peligroso y el daño o posible efecto adverso que puede ocasionar en las personas expuestas al mismo.

En los modelos y manuales propuestos para uso industrial y urbano, se definen expresiones y metodologías para el cálculo de la probabilidad y la gravedad. La probabilidad en el uso urbano

depende de la ocurrencia del suceso peligroso, la presencia del agente (deterioro de la situación) y la exposición. En el caso del uso industrial la probabilidad depende igualmente de la ocurrencia del suceso y de la exposición al agente peligroso, más un factor de detectabilidad, que evalúa la probabilidad de identificar la ocurrencia del suceso.

La gravedad, por su parte, se calcula como la gravedad asociada al agente peligroso afectado por un factor de intensidad asociado a la vía de exposición. El proceso de evaluación del riesgo consiste por tanto en analizar los riesgos presentes en el sistema y valorarlos, tratando que el nivel sea siempre bajo, y en aquellos casos donde no se logre, usar medidas preventivas y/o barreras para reevaluar el riesgo y conseguir reducirlos por debajo de 6.

Por último, especial mención a los documentos, metodologías y análisis del enfoque multi barrera, elaborados por el CEDEX dentro de la asistencia técnica a la Dirección General del Agua del MITERD para la gestión del riesgo del agua regenerada en regadío, que se pueden bajar del sitio https://ceh.cedex.es/web/GuiaGestionRiesgo.htm. PROBABILIDAD (Pr)

Tabla 1. Matriz semicuantitativa de evaluación de los riesgos. (Cuadro 3.2 de la Comunicación 2022/C298/01 de la Comisión Europea (CE, 2022)
Nivel de riesgo
Bajo
Moderado Alto Muy alto

EN PRIMERA PERSONA

Juntar ganas con canas

RAMÓN RUBIO DE CASTRO FUNDADOR Y CEO DE THE WATER MBA

Hoy me gustaría compartir una reflexión sobre los jóvenes en el sector del agua. Como en casi todo en la vida, hay retos y hay oportunidades. Y sinceramente creo que nuestro sector podría mejorar mucho si supiéramos juntar las ganas con las canas.

Tengo 36 años, así que me considero un *viejoven*. Desde que empecé a trabajar en 2012, vivo en esa fase intermedia en la que aún entiendo a los más jóvenes que llegan con ilusión, energía y también con unas prioridades diferentes en la vida. Al mismo tiempo, comprendo a los más veteranos: entiendo su mentalidad, cómo trabajan y la enorme experiencia acumulada que traen consigo.

Intentaré ser directo. Si algo caracteriza a este debate, es que se suele hablar mucho de los síntomas (falta de vocaciones, escasez de talento, desinterés por la ingeniería…) pero poco de las causas reales. Y también se habla poco de las oportunidades que tenemos delante, que hoy en día están en su mejor momento.

Empezamos por la demografía, no tiene misterio: hay un reto claro de relevo generacional. Cada año, una parte importante de los profesionales más experimentados del sector del agua se acerca a la jubilación, mientras que la entrada de nuevos jóvenes es escasa.

Cada año, una parte importante de los profesionales más experimentados del sector del agua se acerca a la jubilación, mientras que la entrada de nuevos jóvenes es escasa

En 2010, con la crisis económica, sobraba gente. Muchos profesionales del agua buscaron alternativas en otros sectores. Algunos nunca volvieron. Se perdió una generación de talento que hubiera podido ser el eslabón perfecto. Y ese vacío no se llena de un día para otro.

El mercado laboral actual lo deja claro: faltan profesionales jóvenes. El agua es un campo multidisciplinar, pero compite con industrias, a veces, con una narrativa más inspiradora. El agua debería tener un relato aún más potente, pero no siempre hemos sabido contarlo. Existe una paradoja clásica: la del diamante y el agua. El diamante es caro, pero prescindible; el agua es esencial para la vida, pero barata. Esa contradicción refleja perfectamente el reto de nuestro sector.

El agua en sí es gratis, pero su servicio tiene un coste. Sin embargo, como sociedad tendemos a infravalorar lo que damos por hecho. Esto se traduce en una percepción social baja y, en consecuencia, en una mayor dificultad para movilizar capital, atraer talento e inversión.

Pese a todo, creo que este es el momento ideal para estar o entrar al sector. Como cuando en bolsa se invierte cuando el mercado está abajo. Hay escasez de profesionales, sí, pero también hay una demanda creciente, inversión pública y privada, innovación tecnológica, nuevos marcos regulatorios… Sin embargo, los jóvenes de hoy no se mueven solo por el salario. Lo vemos cada día: buscan experiencias, aprendizaje, crecimiento personal, equilibrio, tiempo y sentido. Quieren sentirse parte de algo más grande. Y ahí el sector tiene una oportunidad enorme. El agua lo tiene todo para ofrecer un propósito real, tangible y duradero. Solo hay que contarlo mejor, abrir espacios y lo más importante: dejar participar.

Vivimos en un mundo interconectado. Las oportunidades y competencia

Los jóvenes de hoy no se mueven solo por el salario. Quieren sentirse parte de algo más grande y ahí el sector tiene una oportunidad enorme. El agua lo tiene todo para ofrecer un propósito real, tangible y duradero

también tiene carácter internacional y esto nos obliga a replantear cómo valoramos nuestro propio talento joven. Sería positivo poner el foco en la capacidad de aportar valor, innovar, liderar y conectar soluciones locales con desafíos globales, ahí es donde los jóvenes españoles pueden destacar.

Actualmente tengo la suerte de conocer jóvenes en el sector que son realmente brillantes. No digo que sean mayoría, pero están ahí. Tienen actitud, ideas, energía, y sobre todo, ganas de aprender y aportar. Lo que necesitan es una oportunidad real para hacerlo.

El reto está en integrarlos, darles voz y responsabilidad. Que puedan crecer dentro del sistema. Además, creo que a los jóvenes no hay que limitarse a exigirles su trabajo; hay que fomentar que se relacionen, que participen, que propongan ideas, que impulsen sus propios proyectos. Que vean que hay espacio para crecer y que el sector puede ofrecerles una carrera de por vida, llena de oportunidades y aprendizajes.

Y al mismo tiempo, hay que aprovechar la experiencia de los que llevan 20 o 30 años en el sector. Esa conexión entre generaciones es, a mi juicio, la verdadera palanca de transformación.

Si logramos que las canas acompañen y orienten a las ganas, y que las ganas escuchen y respeten la sabiduría de las canas, el sector saldrá reforzado.

Conrado Íscar

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE POLÍTICAS DE AGUA, MEDIO AMBIENTE Y ECONOMÍA CIRCULAR, FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS (FEMP)

Los ayuntamientos debemos liderar la transformación hacia un modelo de gestión del agua más resiliente y sostenible

Griselda Romero

TEMAS: AGUA, SOSTENIBILIDAD, FINANCIACIÓN, GOBERNANZA

El agua es, cada vez más, un espejo de los desafíos que afrontan los municipios españoles: financiación insuficiente, infraestructuras envejecidas, exigencias normativas crecientes y el impacto tangible del cambio climático. En este escenario, las entidades locales —responsables directas de garantizar el abastecimiento y saneamiento a la ciudadanía— se enfrentan al reto de sostener un servicio esencial bajo una presión técnica, económica y climática sin precedentes.

Conrado Íscar, presidente de la Comisión de Políticas de Agua, Medio Ambiente y Economía Circular de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y presidente de la Diputación de Valladolid, analiza en esta entrevista la visión del municipalismo ante los retos del ciclo urbano del agua: desde la financiación y la recuperación de costes hasta la digitalización, la adaptación al cambio climático y la gobernanza compartida entre administraciones. Para Íscar, avanzar hacia un modelo más sostenible y equitativo exige combinar planificación, inversión y pedagogía social: reconocer el agua como un bien estratégico y garantizar que

todos los municipios —grandes o pequeños— dispongan de los medios para gestionarla con eficiencia, transparencia y visión de futuro.

La gestión del agua urbana se ha consolidado como uno de los grandes desafíos de las entidades locales, tanto por su complejidad técnica como por las exigencias normativas y ambientales. En este contexto, desde la FEMP, ¿cuál es la valoración general que hacen de la situación actual de los servicios de agua urbana en los municipios españoles? ¿Diría que existe una gestión homogénea en términos de eficiencia, cobertura y sostenibilidad?

La gestión del agua urbana se ha consolidado como uno de los grandes retos para el municipalismo, tanto por la creciente complejidad técnica y normativa como por la necesidad de avanzar hacia modelos más sostenibles y resilientes. Desde la FEMP constatamos que España dispone de servicios de abas-

Nuestro objetivo debe ser avanzar hacia un modelo más equilibrado y cohesionado, donde la eficiencia, la sostenibilidad y la equidad estén garantizadas con independencia del tamaño del municipio

tecimiento y saneamiento con altos niveles de calidad, cobertura y solvencia técnica, con profesionales muy cualificados. Sin embargo, aún existe una gestión heterogénea entre territorios y, especialmente, entre grandes ciudades y municipios medianos y pequeños —que representan más del 80% del país— en aspectos clave como digitalización, capacidad inversora, mantenimiento de infraestructuras y adaptación al cambio climático. Nuestro objetivo debe ser avanzar hacia un modelo más equilibrado y cohesionado, donde la eficiencia, la sostenibilidad y la equidad estén garantizadas con independencia del tamaño del municipio.

Uno de los grandes retos señalados por el sector es la financiación y la recuperación de costes. ¿Qué dificultades encuentran los municipios a la hora de garantizar la sostenibilidad económica del servicio?

La sostenibilidad económica del ciclo urbano del agua continúa siendo uno de los principales desafíos. En numerosos municipios, los ingresos tarifarios no cubren los costes reales del servicio, particularmente cuando se incluyen las inversiones necesarias para renovar infraestructuras, cumplir con nuevas exigencias normativas y reforzar la resiliencia climática.

A ello se suma la limitada capacidad financiera y técnica de muchos municipios pequeños, que dificulta planificar a medio y largo plazo. La fragmentación del servicio, unida a tarifas históricamente contenidas, ha generado un déficit de inversión que debe abordarse con una planificación estable y multianual. Es imprescindible que este esfuerzo vaya acompañado de apoyo económico y técnico por parte de las administraciones estatal y autonómicas, evitando cargar en exclusiva sobre los ayuntamientos el cumplimiento de obligaciones crecientes.

En este contexto, ¿considera que el precio del agua refleja adecuadamente el valor real del recurso y las necesidades de mantenimiento y modernización de las infraestructuras? ¿Por qué resulta tan difícil para los gobiernos locales avanzar hacia tarifas que

Referentes en desalación y ciclo integral del agua.

sacyr.com

Apostamos por una cultura de anticipación que refuerce la resiliencia local y se apoye en una financiación estable

aseguren la recuperación de costes? ¿Existen todavía reticencias políticas o sociales que frenen este debate?

En términos generales, el precio del agua en España no refleja plenamente su valor como recurso estratégico y limitado, ni los costes reales de explotación, mantenimiento, renovación y modernización de las infraestructuras. Avanzar hacia tarifas que aseguren la recuperación de costes continúa siendo un reto para los gobiernos locales, en parte por reticencias sociales y políticas ante posibles incrementos. No obstante, es un debate ineludible: disponer de tarifas adecuadas no debe interpretarse como un aumento, sino como una inversión en equidad y sostenibilidad. Es necesario reforzar la pedagogía social, implicar a todos los grupos políticos y acompañar este proceso con apoyo de otras administraciones. Cuando se explica con claridad que sin inversión no hay calidad ni garantía de suministro futuro, la ciudadanía comprende la necesidad de modelos tarifarios más realistas y responsables.

El cambio climático plantea escenarios cada vez más extremos —sequías prolongadas, inundaciones recurrentes—. ¿Cómo se están preparando las entidades locales para mejorar su resiliencia ante estos fenómenos?

Los efectos del cambio climático ya se manifiestan en nuestros municipios: sequías más intensas y prolongadas, inundaciones recurrentes, mayor presión sobre los recursos hídricos y riesgos para infraestructuras críticas. Las entidades locales están actuando mediante planes de emergencia, mejoras de eficiencia y sectorización, sistemas de telecontrol, reducción de fugas y una apuesta creciente por la reutilización y la economía circular.

La FEMP ha reiterado que los gobiernos locales desempeñan un papel esencial en la lucha contra el cambio climático y en la adaptación a sus efectos, subrayando la necesidad de integrar la gestión del agua, la eficiencia energética, la movilidad sostenible y la protección del medio ambiente en las políticas municipales. Desde esta visión, defendemos avanzar hacia una cultura de anticipación, reforzar la resiliencia local y disponer de financiación estable que permita consolidar estas

actuaciones. La cooperación institucional y el intercambio de buenas prácticas serán claves para dotar a los municipios de herramientas eficaces ante fenómenos cada vez más extremos y frecuentes.

La nueva Directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas (TARU) introduce nuevas exigencias medioambientales y plazos ambiciosos. ¿Qué implicaciones tiene para los ayuntamientos y qué apoyo considera necesario desde otras administraciones?

La nueva Directiva europea sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas (TARU) plantea obligaciones más estrictas en depuración, control de contaminantes emergentes y eficiencia energética, además de reforzar la gobernanza y la transparencia. Su aplicación supondrá un esfuerzo significativo para los ayuntamientos, especialmente para los de menor tamaño, tanto en inversiones como en capacidades técnicas. Resultará imprescindible el apoyo financiero y técnico del Estado y de las comunidades autónomas, y favorecer soluciones supramunicipales que permitan cumplir con los objetivos europeos. Desde la FEMP apostamos por un enfoque flexible que permita adaptar las exigencias a la realidad territorial, garantizando equidad y que ningún municipio quede atrás.

La aplicación

de

la nueva Directiva TARU exigirá un gran esfuerzo a los municipios, por lo que será imprescindible el apoyo técnico y financiero de otras administraciones
La colaboración públicoprivada, bien orientada y con una gobernanza sólida, puede ser una palanca clave para acelerar inversiones e incorporar innovación

La digitalización del ciclo urbano del agua avanza con fuerza gracias al impulso de la financiación en programas como el PERTE de Digitalización. ¿Cómo valora este proceso desde el ámbito local y qué oportunidades abre para mejorar la gestión?

La digitalización está transformando profundamente la gestión del agua urbana. Programas como el PERTE de Digitalización han acelerado la implantación de herramientas para detectar fugas, optimizar consumos, mejorar la eficiencia energética, reforzar la transparencia informativa y ofrecer mejores servicios a la ciudadanía.

Desde el ámbito local valoramos muy positivamente este impulso, que está contribuyendo a cerrar brechas tecnológicas y avanzar hacia una gestión más eficiente y sostenible.

El reto ahora es consolidar estos avances, equipar al personal técnico municipal con formación adecuada y garantizar la continuidad de los sistemas más allá de los fondos europeos temporales.

Más allá de la inversión en digitalización, la infraestructura hídrica requiere renovación y mejora.

CONRADO ÍSCAR, FEMP

¿Qué mecanismos o fórmulas de colaboración público-privada pueden ser clave para avanzar en esta modernización?

La modernización y renovación de infraestructuras es inaplazable si queremos asegurar calidad del servicio y resiliencia. Para avanzar será necesario combinar diferentes fórmulas de cooperación: gestión supramunicipal, consorcios, mancomunidades, asistencia provincial, inversión público-privada y modelos flexibles adaptados a cada realidad local.

La colaboración público-privada, bien orientada y con una gobernanza sólida, puede ser una palanca relevante para acelerar inversiones, incorporar innovación y mejorar la eficiencia, manteniendo siempre el control público y la garantía del interés general. Lo esencial es dotar a los ayuntamientos de herramientas y seguridad jurídica para planificar a largo plazo.

¿Qué papel juega la coordinación interadministrativa —entre Estado, comunidades autónomas y entidades locales— en el cumplimiento de los objetivos ambientales y en la aplicación de la normativa europea?

Una coordinación eficaz entre el Estado, las comunidades autónomas y las entidades locales es imprescindible para cumplir objetivos ambientales, aplicar normativa europea y optimizar el uso de fondos. Desde la FEMP trabajamos para reforzar la gobernanza multinivel, agilizar procedimientos, evitar solapamientos y asegurar que la voz del municipalismo esté presente en la toma de decisiones.

Una cooperación institucional fluida es condición necesaria para ejecutar inversiones, planificar con visión de cuenca y avanzar en adaptación climática. El agua requiere visión compartida, coherencia regulatoria y mecanismos de colaboración estables.

Desde su experiencia en la administración provincial de Valladolid, ¿cómo valora el papel de las entidades supramunicipales en el apoyo técnico

El reto ahora es consolidar los avances del PERTE y garantizar la continuidad de los sistemas una vez finalicen los fondos europeos
Las diputaciones, cabildos y consells insulares son aliados técnicos y financieros esenciales para garantizar igualdad de oportunidades y cohesión

territorial

en materia de agua

y financiero a los municipios, especialmente los de menor tamaño, para garantizar una gestión eficiente del agua?

Las diputaciones provinciales, cabildos y consells insulares juegan un papel esencial como aliados técnicos y financieros de los municipios, especialmente de los pequeños y medianos. Desde la experiencia de la Diputación de Valladolid puedo afirmar que la asistencia técnica, la planificación conjunta, la gestión compartida y el acompañamiento cercano han permitido mejorar la eficiencia, profesionalización y equidad del servicio.

Estos modelos supramunicipales generan economías de escala, facilitan el acceso a tecnología y aseguran una calidad homogénea del servicio. Son herramientas imprescindibles para garantizar igualdad de oportunidades y cohesión territorial en materia de agua.

Más allá de la gestión técnica, la gobernanza y la comunicación con la ciudadanía son cada vez más importantes. ¿Cómo se puede reforzar la conciencia social sobre el valor del agua y la necesidad de un uso responsable?

La gobernanza y la comunicación son hoy tan importantes como la ingeniería. Es esencial contar con una ciudadanía informada, corresponsable y consciente del valor del agua. Los ayuntamientos están trabajando en transparencia, sensibilización, participación y educación para promover hábitos responsables y comprensión de los costes reales del servicio. Cualquier cambio tarifario, medida de eficiencia o inversión debe ir acompañado de un relato claro y pedagógico. Cuando se explica con transparencia, la ciudadanía entiende que el consumo responsable y la inversión en infraestructuras son imprescindibles para garantizar agua en cantidad y calidad, hoy y para futuras generaciones.

Es esencial contar con una ciudadanía informada, corresponsable y consciente del valor del agua. Por tanto, cualquier cambio tarifario, medida de eficiencia o inversión debe ir acompañado de un relato claro y pedagógico

Mirando hacia el futuro, a medio y largo plazo, ¿qué prioridades debería asumir la política de agua en España para garantizar un modelo de gestión más resiliente y sostenible desde lo local?

A medio y largo plazo, la política de agua en España debe centrarse en cinco prioridades estratégicas: reforzar la resiliencia frente al cambio climático; garantizar sostenibilidad económica del servicio; modernizar y digitalizar infraestructuras; potenciar la cooperación entre administraciones y territorios; y avanzar hacia modelos circulares, con reutilización y eficiencia energética como ejes.

Desde el ámbito local debemos liderar esta transformación, con apoyo institucional y financiero adecuado. El agua es un elemento clave para el bienestar social, la salud, la competitividad económica y la cohesión territorial. Actuar ahora es una responsabilidad con la ciudadanía actual y con las próximas generaciones.

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La adaptación de la gestión del agua urbana en las ciudades ante el cambio climático

PJORGE

OLCINA

DE ANÁLISIS GEOGRÁFICO REGIONAL EN LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE

reocupa cada vez más la evolución climática de nuestro planeta. El proceso de calentamiento causado por el desajuste registrado en el balance energético del planeta va más rápido de lo que se pensaba a comienzos de este siglo. Las últimas proyecciones de subida de temperatura elaboradas por el programa europeo Copernicus nos hablan de un aumento de 1,5ºC respecto a la existente a mediados del siglo XIX que se alcanzaría a finales de esta década; un umbral que se consideraba muy preocupante alcanzarlo en 2100. La realidad de un planeta que consume cada vez más combustibles fósiles y que no deja de emitir gases procedentes de la combustión de los mismos, nos sitúa en una coyuntura de gran complejidad en las próximas décadas.

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL DESAFÍO DEL AGUA

El cambio climático actual es una evidencia científica que nos obliga a cambiar pautas de planificación básica de nuestra sociedad. Entre otras, la gestión de los recursos de agua, cuestión fundamental para el funcionamiento de todo grupo humano. Un agua que debe garantizar el buen estado ecológico de los ecosistemas que genera, el desarrollo económico de las sociedades, el mantenimiento de los paisajes organizados con su uso y que suponen un patrimonio generado a lo largo de la historia. Esta es la importancia pasada y presente del agua, que debemos preservar hacia el futuro. Un futuro que, en el contexto actual de cambio climático, se presenta incierto también para el recurso agua. Y espe-

cialmente en España que, por su propia posición geográfica y sus rasgos climáticos, se muestra muy sensible a las alteraciones que ya está provocando el desajuste del balance energético en la circulación atmosférica de esta parte del globo. A lo que se une el calentamiento de los mares adyacentes, muy notable en la cuenca occidental del Mediterráneo. Todo

El cambio climático actual es una evidencia científica que nos obliga a replantear la gestión del agua y las pautas básicas de planificación de nuestras ciudades

+ JORGE OLCINA, UNIVERSIDAD DE ALICANTE

Las ciudades consumen en España unos 4.000 hm³ de agua al año, pero solo se reutiliza el 15% de las aguas depuradas, un margen enorme para mejorar la sostenibilidad hídrica

esto está condicionando y lo hará más en las próximas décadas el régimen de precipitaciones y, en definitiva, la disponibilidad de agua en nuestros ríos y acuíferos, especialmente en los primeros que son altamente sensibles a las variaciones de las lluvias en un mismo año o entre años sucesivos. En España, hay tres manifestaciones ya evidentes de cambio climático: subida de temperaturas, precipitaciones más irregulares y eventos atmosféricos extremos más frecuentes e intensos. Los tres tienen relación con el agua disponible en nuestro país. El primero porque aumenta la evaporación, especialmente en los meses cálidos del año, cuando mayor es la demanda hídrica para la agricultura y el turismo; el segundo porque obliga a una planificación inteligente que pueda garantizar recursos durante períodos prolongados de ausencia de lluvias. Y la tercera, porque incrementa el carácter extremo de los eventos de lluvia intensa, los que provocan crecidas fluviales súbitas,

desbordamientos e inundaciones más o menos desastrosas. Y los tres efectos tienen una relación directa con el medio urbano, que es el que concentra el 80% de la población que vive en nuestro país.

La ciudad es el espacio geográfico que requiere atención prioritaria en el abastecimiento hídrico y el que sufre, con mayor impacto, el efecto de los eventos hidrológicos extremos. De manera que la planificación hídrica de la ciudad, en el contexto de cambio climático, debe realizarse superando el escenario de una oferta continuada y adaptando los usos del suelo futuros al comportamiento más extremo del agua. La ciudad, además, se ha convertido en las últimas décadas en un medio “productor” de agua para el entorno circundante, puesto que el agua consumida se depura, por exigencia de una directiva europea desde 1991. Y estas aguas depuradas pueden -y deben- integrarse de nuevo al ciclo hídrico para abastecer usos ambientales y económicos.

Poco a poco ha ido cambiando la filosofía de planificación hídrica en España, por lo que a medios geográficos de abastecimiento de recursos de agua se refiere: aunque la montaña sigue siendo la gran reserva de agua para la garantía hídrica del campo y de la ciudad, la ciudad proporciona “nuevos” recursos hídricos al sistema que pueden suplir las carencias que manifieste ríos y acuíferos en momentos de sequía. Si, además, la ciudad está situada junto al mar además de las aguas regeneradas mediante depuración, se pueden añadir aguas procedentes de la desalación para contribuir a la seguridad hídrica a la que nos obliga la ley española de cambio climático de 2021.

UNA NUEVA PLANIFICACIÓN HÍDRICA PARA UN PAÍS MÁS VULNERABLE

En España, las ciudades consumen anualmente alrededor de 4.000 hm3, una cantidad que debe depurarse y que

se puede poner a disposición de los usos agrarios de los territorios próximos y de los propios usos urbanos (riego de parques y jardines, baldeo de calles). En la actualidad, tan solo se reutiliza un 15% del total de aguas depuradas. De manera que queda un colchón hídrico importante para poder utilizarlo en la planificación futura del agua de nuestro país.

La directiva europea del agua del año 2000 indica la necesidad de organizar los recursos hídricos de los países europeos a partir de los principios de calidad -y no cantidad- de agua y del buen estado ecológico de los cursos fluviales. De manera que cualquier iniciativa de planificación hidrológica debe plantearse atendiendo al criterio ambiental como primer principio de actuación.

En España hemos llegado a la situación, no deseada, absurda, de identificar soluciones de planificación hidrológica con ideologías políticas. Los trasvases son propios de ideologías conservadoras; la utilización de recursos no convencionales (depuración y desalación) son propuestas de ideologías progresistas. Pero esto es una vulgar simplificación de la complejidad que conlleva un proceso de planificación del agua. En los territorios deben aplicarse las soluciones que resulten, por este orden, menos impactantes para el medio natural y socioeconómicamente menos costosas para los territorios. Estos dos aspectos obligan a realizar análisis detallados de impacto ambiental, estudios económico-financieros rigurosos y procesos de

participación ciudadana. Todo ello con visión multiescalar y multidisciplinar.

EFICIENCIA, PÉRDIDAS Y ADAPTACIÓN URBANA

Las ciudades, en este contexto, deben basar su abastecimiento en el uso de fuentes múltiples, que puedan combinarse y sustituirse en coyunturas pluviométricas de déficit. Resulta paradójico que cuando se produce un período de sequía, como el registrado entre 2022 y 2024, sean municipios de zonas normalmente muy lluviosas del Cantábrico, las primeras que sufren restricciones y cortes de agua en el suministro urbano. Ello habla de una planificación urbana del agua no adaptada a la nueva coyuntura climática que va a haber que revisar. El abastecimiento urbano de agua no puede depender en exclusiva de las precipitaciones porque, como se ha señalado, éstas manifiestan ya mayor irregularidad. Y los modelos climáticos indican que esta tendencia va a ir al alza en el futuro.

La gestión del agua urbana debe ser más participativa, transparente y guiada por la ciencia, ante un escenario climático cada vez más extremo e incierto

El abastecimiento urbano no puede depender únicamente de las precipitaciones, cada vez más irregulares y difíciles de prever en un contexto de cambio climático

Otra cuestión necesaria en la planificación del agua urbana en el actual contexto de cambio climático es la mejora en la eficiencia de las redes de distribución. El porcentaje de pérdidas de agua en red por término medio en nuestro país sigue siendo inasumible. En torno al 30% del agua que se suministra en las ciudades no está registrada, bien por falta de contadores o bien por fugas en las tuberías. Eso sí, hay contrastes notables entre ciudades que pierden la mitad del agua suministrada y otras, como Benidorm, que alcanzan una eficiencia del 97% en la distribución.

HACIA UNA GESTIÓN DEL AGUA MÁS EFICIENTE Y RESILIENTE

Las inundaciones, tanto fluviales como pluviales, se han convertido en un problema para la ciudad. No son fenómenos desconocidos en los entornos urbanos,

pero en las últimas décadas se ha incrementado la exposición y vulnerabilidad ante este extremo hidrológico. Las ciudades deben prepararse para asumir lluvias cada vez más intensas, que en pocos minutos dejan cantidades importantes. Debe haber una apuesta decidida por la construcción de sistemas de drenaje sostenible (alcantarillado de gran capacidad, depósitos de almacenamiento de lluvia, parques inundables, pavimentos-esponja), que han demostrado su eficacia para este tipo de inundaciones pluviales. Sirva el ejemplo del parque inundable “La Marjal”, el primero inaugurado en España hace ahora diez años, que ha permitido reducir el riesgo de inundaciones en un área urbana, frecuentemente afectada, de la ciudad de Alicante.

En definitiva, la gestión del agua urbana se vuelve más compleja y debe ser más participativa y transparente en el actual momento de cambio climático que vivimos. Estos supuestos, unidos a la necesidad de la obtención de la sostenibilidad ambiental y socioeconómica y de la adaptación al cambio climático deben presidir las acciones de planificación y gestión del agua urbana en España. Una tarea que debería abordarse sin mayor dilación en los próximos años. Porque el actual proceso de cambio climático manifestará efectos más constantes e intensos en las próximas décadas. No cabe otra. Y las administraciones deben dejarse orientar por la ciencia en este proceso.

REPORTAJE

CIUDADES QUE SE ADAPTAN:

LA NUEVA GESTIÓN

URBANA DEL AGUA FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO

e Luis Bustamante

REPORTAJE

DE LA DIGITALIZACIÓN AL AGUA REGENERADA, REPASAMOS ALGUNAS DE LAS URBES MEDITERRÁNEAS ESPAÑOLAS QUE ESTÁN

REDEFINIENDO SU

RELACIÓN CON EL AGUA PARA AFRONTAR LOS FENÓMENOS EXTREMOS CADA VEZ MÁS HABITUALES COMO LAS SEQUÍAS PROLONGADAS, LAS LLUVIAS EXTREMAS Y UN FUTURO MARCADO POR LA EMERGENCIA CLIMÁTICA.

La crisis climática en la que nos encontramos inmersos ha situado a las ciudades en el epicentro de los desafíos hídricos del siglo XXI. Un reciente informe de UN-Water (Naciones Unidas), UN World Water Development Report 2025, señala que fenómenos como el retroceso acelerado de los glaciares, la alteración de los ciclos hidrológicos o el aumento de episodios climáticos extremos —lluvias torrenciales, sequías e inundaciones— están intensificando la presión sobre los sistemas de suministro y saneamiento urbanos. A esto se suma además la creciente concentración demográfica, el envejecimiento de las infraestructuras y la dependencia de fuentes hídricas cada vez más tensionadas que dibujan a su vez un escenario de creciente vulnerabilidad para el entorno urbano. Este contexto global adquiere una especial trascendencia en la región mediterránea, donde la densidad de población, la presión turística y las características climáticas amplifican los efectos del calentamiento global sobre los recursos hídricos. De acuerdo con el United Nations Environment Programme – MAP, el Mediterráneo es una de las zonas más vulnerables del

SEGÚN EL INFORME ‘UN WORLD

WATER DEVELOPMENT REPORT 2025’ DE UN-WATER, LAS CIUDADES SON YA EL EPICENTRO DE LOS DESAFÍOS HÍDRICOS DEL PLANETA ANTE EL AUMENTO DE SEQUÍAS, INUNDACIONES Y PRESIÓN SOBRE LOS SISTEMAS URBANOS DE AGUA.

do 2024, que comprometen redes de saneamiento y sistemas de drenaje. En este sentido, algunos estudios recientes señalan que esta combinación de factores exige planes integrales de actuación que incorporen la digitalización del ciclo urbano, la valorización del agua regenerada, la modernización de infraestructuras y la coordinación entre administraciones para mitigar los impactos del cambio climático y garantizar la sostenibilidad del servicio.

planeta ante el cambio climático, identificada como “área prioritaria” para la adaptación hídrica por sus precipitaciones irregulares, temperaturas elevadas y limitada disponibilidad de agua renovable por habitante. Esto trae como consecuencia que las ciudades costeras estén obligadas a evolucionar hacia modelos de resiliencia urbana del agua, basados en la gestión inteligente, la diversificación de fuentes y una gobernanza adaptativa. Hoy, el arco mediterráneo español se encuentra en un punto de inflexión. A las sequías prolongadas se suman tormentas de gran intensidad, como la DANA que azotó Valencia el pasa-

Por ello, hemos escogido algunas de las principales ciudades del arco mediterráneo español que se encuentran amenazadas por estos cambios, como Barcelona, Elche o Palma de Mallorca. El objetivo es analizar cómo estas urbes están desarrollando sus planes de resiliencia y actuación frente al cambio climático, qué soluciones tecnológicas están aplicando y, en definitiva, qué medidas están tomando en lo que a redefinir la gestión del agua urbana se refiere.

BARCELONA: MODELO DE GESTIÓN URBANA PARA UN FUTURO CON MENOS AGUA

En un contexto de sequías prolongadas, la capital catalana se ha convertido en un referente de gestión

CIUDADES

integrada del ciclo urbano del agua. Su estrategia, tal y como nos explica Alejandro Ortiz Garre, Director General en Barcelona Cicle de l`Aigua, com-

El principal objetivo de la nueva ordenanza es incrementar el ahorro de agua potable en la ciudad, dentro del marco definido por el Plan técnico para el aprovechamiento de los recursos hídricos alternativos de Barcelona (PLARHAB).

bina planificación técnica, innovación normativa y coordinación institucional, con un objetivo claro: reducir el consumo de agua potable y aprovechar al máximo los recursos de proximidad.

Planificación y reducción del consumo

Barcelona ha logrado reducir el consumo de agua potable en todos los sectores —municipal, doméstico e industrial— en un 22% desde el año 2000, situando el consumo doméstico en apenas 96,7 litros por habitante y día en 2025. Este descenso responde a una planificación rigurosa impulsada por el Plan Técnico para el Aprovechamiento de Recursos Hídricos (PLARHAB), elaborado por Barcelona Cicle de l’Aigua (BCASA). Un resultado que el propio director vincula también a la implicación social: “un aspecto que debemos resaltar de Barcelona es la responsabilidad de toda la sociedad para hacer un buen uso del agua”. “El plan establece siete líneas de acción que van desde el aprovechamiento de aguas subterráneas y regeneradas hasta la implantación de sistemas de drenaje sostenible y el uso directo de agua de mar”, añade Ortiz.

Alejandro Ortiz Garre, director general de Barcelona Cicle de l’Aigua.

En este contexto se enmarca la aprobación de la nueva ordenanza de aguas grises. “La tramitación de la ordenanza reguladora de los sistemas de aprovechamiento de aguas grises se inició en marzo de 2024 y después del proceso de participación pública, en el que intervinieron todos los sectores involucrados, en julio de 2025 se publicó la aprobación definitiva de la ordenanza”. Su finalidad es clara: “incrementar el ahorro de agua potable en la ciudad, dentro del marco definido por el Plan técnico para el aprovechamiento de los recursos hídricos alternativos de Barcelona (PLARHAB). El potencial ahorro de agua potable mediante la instalación de sistemas de aprovechamiento

Barcelona, hacia una ciudad hídrica más

eficiente

y resiliente

Claves de la estrategia hídrica de Barcelona:

• Reducción del 22% del consumo de agua potable desde el año 2000.

• Consumo doméstico: 96,7 litros por habitante y día (2025), uno de los más bajos de Europa.

• Ordenanza pionera de aguas grises (2025): reutilización obligatoria en nuevas edificaciones y grandes rehabilitaciones.

• Ampliación de la red freática con 20 millones de euros de inversión para riego de 186 hectáreas de zonas verdes.

• 15 tanques de retención pluvial en servicio (477.000 m³) y 29 nuevos depósitos planificados.

• Monitorización 24/7 desde el centro de control operativo de BCASA y coordinación con Protección Civil.

• Integración del ciclo del agua en los planes Plan Clima y Barcelona + Sostenible, con horizonte 2030.

• Gobernanza compartida con Generalitat, Área Metropolitana y Agencia Catalana del Agua.

REPORTAJE

de aguas grises es muy elevado: podría alcanzar hasta un 30% del consumo total de agua en el sector residencial”.

Tal y como señala Ortiz, la ordenanza también obligará a que las nuevas edificaciones y grandes rehabilitaciones a instalar sistemas de aprovechamiento de aguas grises, en los siguientes casos: uso de vivienda, edificios de 16 o más viviendas; otros usos como hotelero, deportivo, etc. Y cuando se tenga un consumo igual o superior a 595 m³ de agua al año para llenar las cisternas de los sanitarios, riego por goteo y baldeo y que pueda ser suministrada por las aguas grises tratadas. Se exceptúan centros hospitalarios, sanitarios, sociosanitarios, jardines de infancia o edificios que ya utilizan agua regenerada, de forma que “en total abarcará el 70 % de las viviendas de nueva construcción o grandes rehabilitaciones, el 100

% de los hoteles y cerca del 90 % de las instalaciones deportivas. La medida permitirá ahorrar unos 136.000 m³ de agua potable cada año en el conjunto de la ciudad”.

En paralelo, la ciudad continúa ampliando su red de aguas freáticas para riego de parques, fuentes y limpieza urbana. Gracias a una inversión de 20 millones de euros en el marco del Plan Endreça, se pretende llegar a las 186 hectáreas de zonas verdes regadas con este recurso, lo que supone un ahorro directo de agua potable y una mayor resiliencia ante la sequía.

“La ampliación de la red de agua freática contribuye a una gestión más sostenible del ciclo del agua, adaptar y preparar la ciudad a los retos del cambio climático, tal y como recoge el Plan Clima y sus principales objetivos”, explica el experto, quien además añade

que “disponer de una red freática permite mantener los espacios verdes y la biodiversidad urbana incluso en periodos de restricciones”.

Drenaje urbano y prevención de inundaciones

La ciudad también ha reforzado su capacidad para gestionar lluvias intensas a través del Plan Director Integral de Saneamiento (PDISBA), que combina infraestructuras grises y soluciones basadas en la naturaleza. Actualmente, Barcelona dispone de 15 tanques de retención de aguas pluviales con una capacidad total de 477.000 m³, y ha planificado la construcción de 29 nuevos depósitos que elevarán la retención por encima del millón de metros cúbicos. “Queremos suprimir el riesgo de inundación por lluvias con periodo

Foto: Barcelona Cicle de l’Aigua – Ajuntament de Barcelona

de retorno de diez años y reducir a la mitad el riesgo de lluvias extraordinarias de hasta 500 años de período de retorno”, apunta el director.

Este sistema se complementa con un centro de control operativo 24/7, encargado de monitorizar el drenaje urbano y coordinar la respuesta ante emergencias junto a Protección Civil. “La prevención y la rapidez son claves para minimizar los impactos de los temporales”, subraya Ortiz, destacando que el modelo de Barcelona integra la gestión técnica con la cooperación institucional dentro del Documento Único de Protección Civil Municipal (DUPROCIM).

Coordinación y visión de futuro

La estrategia hídrica de la capital catalana se articula también a través de una gobernanza colaborativa con la Generalitat, el Área Metropolitana, la Agencia Catalana del Agua y otros

municipios y se realiza por “áreas temáticas y por prioridades”, y queda establecida en los documentos de planificación hidrológica: Plan de gestión del distrito de cuenca fluvial de Cataluña y su Programa de medidas; Plan de gestión del riesgo de inundaciones; Plan de sequía; Programa de saneamiento en alta, etc. “En estos planes y programas, se establecen los objetivos, las responsabilidades de las inversiones, mantenimiento, vigilancia y control, etc.”. En este sentido señala que la reciente sequía, ocurrida entre febrero de 2022 y mayo de 2025, fue “una oportunidad para mejorar la coordinación entre entidades locales, metropolitanas y autonómicas”.

De cara al futuro, la prioridad pasa por potenciar los recursos regenerados y el aprovechamiento de aguas pluviales en cubiertas, así como consolidar la gestión del agua como eje de los grandes planes de ciudad, como el Plan Clima o la red Barcelona +

Actualmente, muchas tecnologías avanzadas listas para su uso enfrentan períodos de espera y burocracia para obtener las aprobaciones necesarias, lo que ralentiza su adopción y aplicación en el terreno. Alejandro Ortiz Garre, director general de Barcelona Cicle de l’Aigua.

Sostenible. De esta última, el experto la considera palanca clave: “Con más de 2000 organizaciones y personas, que en 2024 firmaron el compromiso ciudadano 2024-2034, con dos retos fundamentales: reducir en un 80% las emisiones de CO₂ y reducir el consumo de agua doméstico a 90 litros/habitante/día, para el año 2030, se constituye como un catalizador aliado para transformar a todos los

Foto: Barcelona Cicle de l’Aigua – Ajuntament de Barcelona

sectores de la sociedad”. Finalmente, Ortiz destaca el papel de la propia empresa municipal: “la existencia de BCASA permite que Barcelona pueda tener una visión holística de 360º que otras ciudades no disponen, y además pueda tener la capacidad técnica y los recursos para implementar los grandes planes de ciudad y compromisos ciudadanos mencionados”.

ELCHE: INNOVACIÓN, EFICIENCIA Y REUTILIZACIÓN EN UNA CIUDAD DE AGUA ESCASA

En un territorio donde la falta de recursos hídricos es una constante histórica, la ciudad de Elche ha convertido la eficiencia y la reutilización en los ejes de su modelo de gestión. Su estructura hídrica, gestionada por Aigües i Sanejament d’Elx (Aigües d’Elx), ha sabido unir innovación tecnológica,

compromiso social y economía circular para garantizar el abastecimiento y reforzar la resiliencia urbana frente al cambio climático.

Eficiencia y rendimiento en el ciclo urbano

La gestión eficiente del agua ha sido una prioridad en Elche desde hace décadas. Gracias a una inversión continuada en renovación de redes, digitalización del mantenimiento y detección temprana de fugas, la ciudad ha alcanzado una eficiencia hidráulica superior al 87% en sus 1.272 kilómetros de red, un dato que supera en diez puntos la media nacional.

“En un contexto de escasez estructural, la optimización del rendimiento hidráulico es clave para la seguridad hídrica”, explica María José Toledo Callejas, Directora-Gerente de Aigües d’Elx. Desde 2002, este enfoque ha permiti-

do un ahorro acumulado de más de 2 hectómetros cúbicos de agua, pese al crecimiento del 30% en el número de clientes abastecidos. “Estos resultados nos consolidan como un referente nacional en eficiencia del ciclo urbano del agua”, subraya

Reutilización total y compromiso con la economía circular

No en vano, Elche es una de las pocas ciudades españolas que logra reutilizar el 100% del agua regenerada procedente de sus tres depuradoras —Algorós, Arenales y Carrizales—. De los 10 hectómetros cúbicos que se depuran cada año, el 88% se destina a uso agrícola, el 11% a mantenimiento ambiental (como el paraje natural del Clot de Galvany) y el resto a usos urbanos, especialmente el riego de los huertos de palmeras, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. C3

Foto: Aigües d’Elx

CIUDADES QUE SE ADAPTAN: LA NUEVA GESTIÓN URBANA

“Apostamos por la economía circular del agua y por un modelo que reduzca la presión sobre los recursos naturales”, afirma Toledo. En esta línea, la experta afirma que se está ejecutando la conexión de la conducción de agua regenerada de la depuradora de Algorós con la Acequia Mayor del Pantano, una actuación que permitirá mejorar la

Apostamos por la economía circular del agua y por un modelo de gestión que reduzca la presión sobre los recursos hídricos disponibles.

calidad y reducir la salinidad del riego, favoreciendo la conservación del palmeral histórico

El compromiso con la reutilización se refuerza con la construcción de la nueva depuradora de Algorós, considerada la mayor inversión en depuración de la historia de la Comunitat Valenciana, con 82,4 millones de euros. “La nueva EDAR mejorará la calidad del agua regenerada e integrará energía fotovoltaica para reducir la huella energética y cumplir con la normativa europea más exigente”, detalla la directora.

Plan Antirriadas y el proyecto ELX OASIS

La otra cara de la gestión del agua en Elche es la adaptación a lluvias torrenciales. La ciudad ha actualizado su Plan Antirriadas, con un enfoque integral que combina obra civil y tecnología. En este sentido, Toledo explica que “el plan busca reducir los alivios en tiempo de lluvia y mejorar la calidad del agua vertida”.

Este programa incluye, entre otros puntos, la construcción de colectores y tanques de tormenta, así como un sistema digitalizado de control de puntos de alivio, que integra limnímetros, sondas, registradores y cámaras conectadas al centro de control de Aigües d’Elx. Esta monitorización continua se complementa con el sistema de alerta meteorológica Flood Alert, que permite actuar con antelación ante episodios de lluvia intensa. “La digitalización del drenaje urbano nos permite responder con rapidez y reducir el riesgo de inundaciones”, resume al respecto la responsable.

Elche, referente en reutilización

y gestión eficiente del agua

Claves de la estrategia hídrica de Elche:

• Eficiencia hidráulica del 87%, diez puntos por encima de la media nacional.

• Ahorro acumulado de más de 2 hm³ de agua desde 2002, pese al crecimiento del consumo urbano.

• Reutilización del 100% del agua regenerada procedente de las tres depuradoras municipales.

• 82,4 millones de euros de inversión en la nueva EDAR de Algorós, con integración fotovoltaica.

• Conexión de agua regenerada con la Acequia Mayor del Pantano para reducir salinidad y mejorar riegos.

• Proyecto ELX OASIS (3,2 millones €, PERTE) para telelectura, automatización y control inteligente.

Callejas, directora-gerente de Aigües i Sanejament d’Elx.

Por otro lado, la innovación tecnológica se materializa en el proyecto ELX OASIS, dotado con 3,2 millones de euros (de los cuales 2,1 millones proceden de fondos europeos Next Generation), dentro del Plan de Recuperación, Transformación y

• Actualización del Plan Antirriadas con colectores, tanques de tormenta y sensores conectados.

• 9.000 avisos personalizados al año para reducir sobreconsumo y promover ahorro doméstico.

Aigües d’Elx

No se puede hablar de eficiencia ni de sostenibilidad sin innovación y digitalización aplicadas a todo el ciclo del agua.

María José Toledo Callejas, directora-gerente de Aigües i Sanejament d’Elx.

Resiliencia. “No se puede hablar de eficiencia ni de economía circular sin innovación y digitalización”, sostiene Toledo. El proyecto integra mejoras en control de calidad y caudales, sectorización completa de la red de agua potable, telelectura, actualización de los sistemas SCADA y automatización del saneamiento. Además,

incorpora herramientas centralizadas para la toma de decisiones basada en datos y refuerza la ciberseguridad de la gestión hídrica municipal. Todo esto con el objetivo de “convertir Elche en una ciudad inteligente, con una gestión hídrica predictiva y sostenible”.

Concienciación, acción social y visión de futuro

Elche complementa su modelo técnico con una política activa de sensibilización ciudadana. Con un consumo medio de 102 litros por habitante y día, muy inferior a la media nacional, la ciudad impulsa medidas para mantener la cultura del ahorro: “Cada año enviamos más de 9.000 avisos personalizados para alertar sobre consumos excesivos y promover la reparación de fugas”.

A ello se suma el despliegue de 38.000 contadores inteligentes (30 % del total municipal) y un programa educativo con colegios y asociaciones. La idea, según la propia directora es “conectar a la ciudadanía con el valor del agua y su papel en nuestra identidad”. Para ello, Elche está preparando la musealización del Molí del Real, con la exposición Memoria del Agua, que recorrerá la historia del recurso en la ciudad.

Las líneas estratégicas de Aigües d’Elx apuntan a consolidar un modelo hídrico resiliente y justo: extensión de la red de abastecimiento a pedanías, mejora del alcantarillado, digitalización integral y un fondo social que garantiza el acceso al agua a más de 7.000 familias. “Nuestro objetivo es seguir avanzando hacia una ciudad más segura, equitativa y preparada frente al cambio climático”, concluye la directora.

Foto:

CIUDADES

DIGITALIZACIÓN Y SOSTENIBILIDAD PARA ASEGURAR EL FUTURO DEL AGUA

El caso de Palma de Mallorca es diferente a los demás dado su contexto insular, marcado por la escasez de recursos hídricos y la creciente presión climática. No obstante, la ciudad se sitúa como un referente en la gestión del agua urbana, afrontando el reto de garantizar la seguridad del suministro con una estrategia centrada en la digitalización, la eficiencia y la diversificación de fuentes. La empresa municipal EMAYA lidera esta transformación con una visión integral del ciclo urbano del agua, en la que la innovación tecnológica y la sostenibilidad ambiental se entrelazan como ejes del futuro.

Planificación, digitalización y resiliencia urbana

Palma está elaborando su Plan de Gestión Sostenible del Agua, que se convertirá en el marco estratégico para reforzar la resiliencia del sistema urbano frente a la escasez y los efectos del cambio climático. “Este plan se apoya en cuatro pilares: la digitalización, la optimización de procesos, la búsqueda de fuentes no convencionales y la gestión sostenible de los recursos”, explica Jaume Femenias, director del Ciclo del Agua y Transformación Digital de EMAYA.

Entre las actuaciones en marcha destaca el proyecto Digital Aigua, que impulsa la digitalización integral del ciclo del agua en la ciudad. “Queremos mejorar la eficiencia de las redes, detectar fugas en tiempo real y anticipar escenarios de sequía y optimizar la gestión del sistema de abastecimiento y saneamiento”, señala Femenias. Con una inversión de 7,5 millones de eu -

ros, cofinanciados en gran parte por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la iniciativa busca optimizar la gestión de los recursos y reducir pérdidas de forma estructural a través de “la incorporación de sensores inteligentes, telectura, moderni-

Queremos mejorar la eficiencia de las redes, detectar fugas en tiempo real y anticipar situaciones de sequía mediante un control inteligente del ciclo del agua.

zación hidráulica y el uso de la inteligencia artificial”.

Diversificación y fuentes no convencionales

La insularidad plantea retos adicionales y obliga a Palma a diversificar al máximo sus recursos. “La diversificación es uno de los ejes estratégicos fundamentales de EMAYA para reducir la vulnerabilidad del sistema frente a las sequías y la variabilidad climática”, explica Femenias. En este sentido, la desalación se ha convertido en la base del sistema de abastecimiento, lo que ha permitido asegurar el suministro incluso en los periodos más secos. “En este modelo, las fuentes propias, como los pozos y embalses, se mantienen como refuerzo estival, optimizando su uso y favoreciendo la preservación de los acuíferos. Este modelo mixto asegura un suministro estable durante todo el año”, explica el representante de EMAYA.

EMAYA.

A ello se suma la apuesta por la reutilización del agua regenerada, un pilar esencial en la estrategia de sostenibilidad de la empresa municipal. Palma dispone de más de 120 kilómetros de red de agua regenerada urbana y 60 kilómetros adicionales para usos agrícolas, lo que permite recuperar aproximadamente el 50 % del agua tratada en las depuradoras municipales. “Esta infraestructura posibilita el aprovechamiento del agua regenerada para el riego de zonas verdes, limpieza viaria, usos municipales y agrícolas, reduciendo la presión sobre los recursos naturales y mejorando la autosuficiencia hídrica de la ciudad”, detalla el director. Y añade: “con estas actuaciones, EMAYA refuerza su compromiso con la economía circular y la sostenibilidad ambiental, consolidando la reutilización como una fuente estratégica clave dentro del sistema de abastecimiento de Palma”.

REPORTAJE

Adaptación a eventos extremos

Por otro lado, el aumento de los episodios de lluvias torrenciales en los últimos años ha obligado a Palma a reforzar su red de saneamiento. Para ello, EMAYA está “impulsando diversas actuaciones estructurales en materia de saneamiento y drenaje urbano”. Entre ellas, Femenias destaca “la separación progresiva de las redes de aguas pluviales y residuales, la construcción de una nueva depuradora de alta eficiencia y la instalación de tanques de tormenta en puntos estratégicos de la ciudad”.

Precisamente, la nueva EDAR Palma II, cuya finalización está prevista para 2026, representa una de las inversiones más ambiciosas: con una inversión de 142 millones de euros, cofinanciada en un 80 % por fondos europeos Next Generation EU, “permitirá mejorar la

La gestión de la demanda y la cultura del ahorro son tan importantes como la tecnología para asegurar el futuro del agua.

Jaume Femenias, director del Ciclo del Agua y Transformación Digital de EMAYA.

capacidad de tratamiento y adaptarse a los retos medioambientales de los próximos años”. Una de las características principales de esta nueva depuradora es la incorporación de un sistema de pretratamiento y tratamiento primario “diseñado específicamente para el tratamiento de toda la escorrentía

de lluvia, con una capacidad de hasta 33.000 m³/hora”. Esta capacidad permite, en palabras del experto, “gestionar eficazmente los grandes caudales generados durante los episodios de tormenta, reduciendo los vertidos al medio receptor y aportando un significativo beneficio medioambiental”.

Foto: EMAYA

CIUDADES QUE SE ADAPTAN: LA NUEVA GESTIÓN URBANA DEL AGUA FRENTE

Palma, innovación y digitalización para garantizar el agua del futuro

Claves de la estrategia hídrica de Palma:

• Elaboración del Plan de Gestión Sostenible del Agua con enfoque integral de resiliencia.

• Proyecto Digital Aigua: inversión de 7,5 millones de euros para digitalizar todo el ciclo urbano.

• Aplicación de inteligencia artificial para detección de fugas y anticipación de sequías.

• Desalación como fuente base del sistema de abastecimiento, garantizando suministro anual estable.

• Reutilización del 50% del agua tratada, con 120 km de red urbana y 60 km agrícola.

• Construcción de la nueva EDAR Palma II (142 millones €, cofinanciada por fondos Next Generation).

• - Separación progresiva de redes de pluviales y residuales y nuevos tanques de tormenta.

• Programas de educación y sensibilización como “EMAYA en la escuela”.

• Estrategia centrada en la eficiencia, sostenibilidad y participación ciudadana.

En paralelo, “mediante la separación progresiva de las redes de aguas pluviales y residuales, especialmente en zonas de gran afluencia, buscamos evitar la saturación del sistema de alcantarillado en episodios de lluvia intensa y avanzar hacia el objetivo de vertido cero”. En cuanto a infraestructura complementaria, Femenias señala que EMAYA “impulsará nuevos tanques de tormenta, además de los ya existentes, en puntos estratégicos, lo que permitirá almacenar y regular el caudal de aguas pluviales, reduciendo el cierre de playas por contaminación y mejorando la resiliencia urbana”.

Educación ambiental y participación ciudadana

En cualquier caso, desde la compañía señalan que la concienciación social es un pilar tan importante como la tecnología. “La gestión de la demanda y la cultura del ahorro son fundamentales para asegurar el futuro del agua”, afir-

ma Femenias. Es por esta razón que la empresa desarrolla programas educativos como “EMAYA en la escuela”, que cada año llega a centros de todos los niveles con talleres sobre sostenibilidad y recursos naturales. Además, impulsa campañas de sensibilización sobre el ahorro, el reciclaje y la protección ambiental en los barrios de Palma: “Queremos que cada ciudadano sea parte activa de la solución, no solo un usuario del servicio”. C6

Mirando a medio y largo plazo, Palma avanza hacia una gestión hídrica más eficiente y resiliente, apoyada en la innovación. La prioridad pasa por completar la construcción de la nueva EDAR, consolidar el programa Digital Aigua y seguir instalando tanques de tormenta en puntos estratégicos, tal y como indica el director. “El reto es lograr un sistema urbano más flexible y preparado frente a los cambios climáticos, que combine eficiencia tecnológica y responsabilidad ambiental”, concluye Femenias.

Foto: EMAYA

Fernando Cabello

DIRECTOR DE SERVEIS DEL CICLE DE L’AIGUA EN EL ÁREA METROPOLITANA DE BARCELONA (AMB)

El cambio climático nos exige avanzar

hacia un modelo más flexible, integrado y resiliente, capaz

de garantizar la seguridad hídrica

TEMAS: AGUA, CAMBIO CLIMÁTICO, RESILIENCIA HÍDRICA

Luis Bustamante

El cambio climático está transformando de manera profunda la gestión de los servicios urbanos esenciales, y el agua se sitúa en el centro de esa transformación. La irregularidad de las precipitaciones, las olas de calor cada vez más prolongadas y la intrusión salina vinculada al aumento del nivel del mar están alterando la disponibilidad y la calidad del recurso, poniendo a prueba los modelos tradicionales de captación, potabilización, saneamiento y reutilización. Las más afectadas por estos cambios son las grandes áreas urbanas como, por ejemplo, Barcelona y su área metropolitana, un territorio con más de tres millones de habitantes y una elevada demanda hídrica. Actualmente, se encuentran entre los espacios más expuestos a estos efectos, lo que obliga a avanzar hacia una gestión más flexible, inteligente y resiliente del ciclo integral del agua.

La prolongada sequía que atraviesa Cataluña ha evidenciado la necesidad de reforzar la autosuficiencia y diversificar las

fuentes de suministro, impulsando la regeneración, la desalación y el aprovechamiento de aguas no convencionales. Al mismo tiempo, la digitalización de las redes, la planificación basada en datos y la corresponsabilidad ciudadana emergen como pilares esenciales para garantizar la seguridad hídrica en el nuevo escenario climático.

En este contexto, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) trabaja en la definición de un modelo hídrico adaptado a los desafíos del siglo XXI, que combina innovación tecnológica, sostenibilidad ambiental y equidad social. Para conocer de primera mano cómo se aborda esta transformación en el contexto metropolitano catalán, hablamos con Fernando Cabello, director de Servicios del Ciclo del Agua de Cataluña en el AMB. Cabello analiza en esta entrevista los retos que plantea el cambio climático, la implantación de recursos alternativos como el agua regenerada, y los mecanismos de participación ciudadana necesarios para construir un sistema hídrico más robusto y sostenible.

Foto: ERA del Prat de Llobregat

¿Cómo está afectando el cambio climático a la gestión del agua en el área metropolitana de Barcelona y cuáles son los principales retos que observan desde el AMB?

El cambio climático está afectando de manera muy directa a la gestión del agua en el área metropolitana de Barcelona. Su principal consecuencia se traduce en una mayor recurrencia, duración e intensidad de las sequías, así como en episodios de lluvias torrenciales e inundaciones que ponen en tensión los sistemas de abastecimiento, saneamiento y drenaje urbano.

Ante este escenario, el principal reto para el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) es incrementar la resiliencia del sistema metropolitano de abastecimiento, con el objetivo de garantizar el suministro de agua potable incluso en situaciones de sequía severa. Para ello, estamos impulsando un modelo de gestión que reduzca progresivamente la depen-

FERNANDO CABELLO, AMB
Nuestro principal reto es garantizar el suministro incluso en situaciones de sequía severa, reduciendo progresivamente la dependencia de la lluvia

dencia de la lluvia y de las fuentes convencionales, mediante la diversificación de recursos y la incorporación de fuentes no convencionales, como la regeneración, la desalación y la reutilización indirecta con fines potables.

Asimismo, trabajamos en la adaptación de las infraestructuras y la planificación urbana a las nuevas condiciones climáticas, reforzando los sistemas de drenaje sostenible y fomentando la eficiencia hídrica y el uso responsable del agua en todos los ámbitos —doméstico, industrial y municipal—. El cambio climático nos exige avanzar hacia un modelo más flexible, integrado y resiliente, capaz de garantizar la seguridad hídrica del territorio metropolitano a largo plazo.

¿De qué manera están incorporando las proyecciones climáticas en la planificación del ciclo integral del agua?

Las proyecciones climáticas se han incorporado de forma explícita en la planificación metropolitana del agua a través del Plan Estratégico del Ciclo Integral del Agua (PECIA), aprobado por el AMB en 2023. Este plan constituye el marco de referencia para orientar la gestión del ciclo del agua a largo plazo, incorporando los efectos previstos del cambio climático sobre la disponibilidad de los recursos hídricos.

El análisis realizado en el PECIA, basado en escenarios climáticos a horizonte 2050, prevé una reducción de aproximadamente un 12 % en los recursos hídricos superficiales y un 9 % en los subterráneos, así como un aumento de la temperatura media y una mayor frecuencia de episodios de sequía. Estas tendencias permiten anticipar un déficit hídrico estructural incluso en condiciones de normalidad, sin situación de sequía, lo que evidencia la necesidad de adaptar la gestión del agua al nuevo contexto climático.

Para hacer frente a estos retos, el PECIA establece un conjunto de medidas estratégicas orientadas a incrementar la

El análisis del PECIA prevé una reducción del 12 % en los recursos hídricos superficiales y del 9 % en los subterráneos a horizonte 2050

resiliencia y la autosuficiencia hídrica del territorio metropolitano. Entre ellas destacan la diversificación de fuentes de suministro, potenciando el uso de recursos no convencionales —como la regeneración y la desalación—, la mejora del rendimiento de las redes de distribución, la optimización del uso del agua no potable y la interconexión de sistemas para aumentar la garantía de abastecimiento.

En definitiva, el PECIA sitúa las proyecciones climáticas en el centro de la planificación del ciclo integral del agua, promoviendo una transición hacia un modelo más resiliente, sostenible y menos dependiente de la lluvia, capaz de garantizar la seguridad hídrica del área metropolitana de Barcelona en el horizonte 2050.

¿Qué medidas de adaptación se están implementando para reforzar la resiliencia de las infraestructuras hídricas urbanas?

El AMB está trabajando de manera coordinada con la Agencia Catalana del Agua (ACA) y con la empresa Aigües de Barcelona en la planificación e impulso de las principales medidas de adaptación destinadas a reforzar la resiliencia de las infraestructuras hídricas urbanas ante los efectos del cambio climático.

Entre las medidas más relevantes destacan:

• La ampliación del tratamiento de ósmosis inversa en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Sant Joan Despí, con el fin de poder tratar el 100 % del caudal captado del río Llobregat, que en situación de sequía es una mezcla de agua desembalsada de los embalses aguas arriba de la cuenca y agua regenerada, aumentando así la capacidad máxima de potabilización.

• La replicación del proceso de regeneración potable indirecta del río Llobregat en el río Besòs, mediante la construcción de una nueva estación regeneradora del efluente de la depuradora de Sant Adrià de Besòs y la puesta en marcha de dos nuevas estaciones potabilizadoras asociadas a este sistema.

• La ampliación de la potabilizadora existente de Trinitat, que capta agua subterránea del acuífero del Besòs, y la mejora del tratamiento de la potabilizadora de Estrelles, en Sant Feliu de Llobregat, para optimizar la calidad y la seguridad del agua distribuida.

Estas actuaciones permitirán incrementar de manera sustancial la resiliencia y la autosuficiencia del sistema metropolitano del agua, dotando al territorio de una red de infraestructuras más flexible, interconectada y preparada para hacer frente a escenarios climáticos más extremos.

¿Qué papel desempeña la reutilización de agua regenerada en la estrategia del AMB frente a la sequía y la escasez de recursos?

La utilización de agua regenerada constituye un recurso estratégico dentro de la política metropolitana frente a la sequía y la escasez de recursos hídricos. Su aprovechamiento permite incrementar la resiliencia del sistema, reduciendo la dependencia de las fuentes convencionales y asegurando un suministro más estable y sostenible en escenarios de escasez prolongada.

Si bien la desalación también desempeña un papel fundamental en la diversificación de recursos, el agua regenerada presenta ventajas ambientales y energéticas significativas:

El agua regenerada presenta ventajas ambientales y energéticas significativas: requiere menos consumo eléctrico y genera menos emisiones de CO₂
Foto: ERA del Prat de Llobregat FERNANDO CABELLO, AMB

requiere un menor consumo eléctrico y genera menos emisiones de dióxido de carbono por metro cúbico producido.

Por ello, el AMB impulsa el uso del agua regenerada tanto para usos ambientales, agrícolas, industriales y municipales, como para aplicaciones de reutilización indirecta con fines potables, integrándola plenamente en la estrategia metropolitana de adaptación al cambio climático y de seguridad hídrica a largo plazo.

¿Cómo se está trabajando para mejorar la eficiencia del uso del agua en los municipios metropolitanos y en el ámbito doméstico e industrial?

El AMB está impulsando diversas actuaciones para mejorar la eficiencia en el uso del agua, tanto a escala municipal como en los ámbitos doméstico e industrial. Por un lado, se está desarrollando un ambicioso plan de inversiones para la renovación y modernización de las redes de distribución y transporte, con el objetivo de mejorar la eficiencia hidráulica y reducir las pérdidas de agua. Estas actuaciones permiten optimizar el funcionamiento del sistema

metropolitano, garantizando una gestión más sostenible y resiliente frente a los retos del cambio climático.

Por otro lado, para fomentar un uso racional y responsable del agua, el AMB aplica una tarifa progresiva, en la que el precio unitario del metro cúbico aumenta a medida que crece el consumo. Este mecanismo constituye una herramienta clave de gestión de la demanda, promoviendo hábitos de consumo más sostenibles entre la ciudadanía y los diferentes sectores económicos.

En conjunto, estas medidas combinan eficiencia técnica y concienciación social, reforzando la sostenibilidad del ciclo integral del agua en el ámbito metropolitano.

La digitalización del ciclo del agua es una línea clave en la gestión moderna. ¿Qué avances está desarrollando el AMB en materia de control, monitorización y predicción?

La digitalización del ciclo del agua es una de las líneas estratégicas prioritarias para el AMB y se concreta en el proyecto RESSONA —Resiliencia y Sostenibilidad del ciclo urbano

Foto: Aigües de Barcelona

del agua en el área metropolitana de Barcelona mediante la transformación digital—, impulsado conjuntamente con Aigües de Barcelona.

El proyecto, financiado en el marco del PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua, tiene como objetivo mejorar la sostenibilidad, la eficiencia y la resiliencia del sistema metropolitano del agua mediante la aplicación de tecnologías avanzadas de control, monitorización y predicción. En la práctica, RESSONA representa un salto cualitativo hacia una gestión inteligente, integrada y basada en datos del ciclo integral del agua. Entre sus principales actuaciones destacan:

• El desarrollo de un gemelo digital de la red metropolitana de abastecimiento y saneamiento, que permitirá simular escenarios, anticipar incidencias y optimizar la operación hidráulica y energética.

• La sensorización masiva de infraestructuras —más de 4.500 km de red de agua potable y los principales sistemas de saneamiento—, con información en tiempo real sobre caudales, presiones, calidad y consumo.

• La creación de plataformas analíticas y predictivas que integran datos de telelectura, balances hidráulicos, consumos estratégicos y eficiencia energética, mejorando la capacidad de respuesta ante fugas, fraudes o anomalías operativas.

• El impulso de la gestión avanzada de depuradoras y estaciones de regeneración, mediante sistemas de control inteligente y algoritmos de optimización para reducir consumos energéticos y emisiones asociadas.

Gracias a su enfoque integral y su impacto transformador, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha reconocido oficialmente el proyecto RESSONA como una de las iniciativas emblemáticas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En su valoración, el Ministerio destacó su carácter innovador, su capacidad de generar valor público y su contribución a la transición ecológica y digital del sector del agua.

RESSONA se consolida así como un proyecto de referencia en la digitalización del ciclo urbano del agua, que refuerza la posición del AMB como un actor pionero en la gestión sostenible, inteligente y resiliente de los recursos hídricos.

¿Cómo se coordinan las políticas metropolitanas del agua con las estrategias de otras administraciones, como la ACA o los ayuntamientos?

La coordinación de las políticas metropolitanas del agua se basa en un modelo de colaboración muy estrecha entre las principales administraciones competentes en la materia. La relación entre el AMB y la Agencia Catalana del Agua (ACA) es muy fluida y constante. Mantenemos reuniones técnicas y de coordinación de forma frecuente, que permiten alinear la planificación metropolitana con las estrategias regionales en ámbitos como la gestión de la sequía, el desarrollo de infraestructuras o la promoción de recursos no convencionales.

Con los ayuntamientos metropolitanos, el AMB ejerce una función de coordinación y apoyo técnico, asegurando la coherencia en la gestión del agua entre los 36 municipios. Esta coordinación se intensifica especialmente en situaciones excepcionales, como la reciente sequía, en las que resulta fundamental tomar decisiones rápidas y mantener una comunicación unificada con los gobiernos locales para garantizar el servicio y aplicar medidas de ahorro de agua de manera efectiva.

Asimismo, el AMB tiene muy en cuenta la experiencia y el conocimiento técnico de Aigües de Barcelona, como empresa operadora del ciclo integral del agua. Su aportación es clave para que las políticas definidas sean técnicamente viables y se traduzcan en mejoras reales en la eficiencia y la resiliencia del sistema.

En conjunto, este modelo de gobernanza multinivel, que integra a la ACA, el AMB, los ayuntamientos, permite una gestión coordinada, coherente y resiliente del agua en todo el territorio metropolitano.

En este contexto de emergencia climática, ¿cómo se está abordando la gestión de episodios extremos, cada vez más habituales, como las lluvias torrenciales, DANAs o inundaciones urbanas?

Aunque la gestión del drenaje urbano y de las aguas pluviales no es una competencia directa del AMB, somos plenamente

La coordinación con la Agencia Catalana del Agua es constante, con reuniones técnicas que permiten alinear la planificación metropolitana con las estrategias regionales

conscientes de la creciente frecuencia e intensidad de los episodios meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales, DANAs o inundaciones urbanas, consecuencia del cambio climático.

Ya en 2010, el AMB elaboró un Plan Director de Pluviales que establecía los criterios técnicos y las líneas estratégicas para mejorar la capacidad de drenaje, la prevención de inundaciones y la resiliencia del territorio metropolitano frente a estos fenómenos. Este plan supuso un punto de partida para integrar la gestión del agua de lluvia en la planificación urbana y en el diseño de infraestructuras más sostenibles. Cuando las circunstancias lo requieren, el AMB presta apoyo técnico a los ayuntamientos metropolitanos, especialmente en la planificación, modelización y diseño de actuaciones locales destinadas a mitigar los riesgos asociados a lluvias intensas y a mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias.

¿Qué papel considera que debe desempeñar la ciudadanía en la gestión sostenible del agua y en la adaptación al cambio climático?

La ciudadanía desempeña un papel fundamental en la gestión sostenible del agua y en la adaptación al cambio climático. Aunque las administraciones públicas impulsamos infraestructuras, tecnologías y políticas de gestión avanzada, el uso responsable del agua por parte de la población es esencial para garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo.

En el AMB, la implicación ciudadana ha sido clave para alcanzar niveles de consumo doméstico muy eficientes —alrededor de 102 litros por persona y día—, situando a la metrópoli entre las más sostenibles de Europa en este ámbito. Esta conciencia colectiva demuestra que la corresponsabilidad social es un pilar básico de la resiliencia hídrica.

Además, el AMB impulsa campañas de sensibilización y educación ambiental para reforzar los hábitos de ahorro y pro-

En el AMB, la implicación ciudadana ha sido clave para alcanzar consumos domésticos de apenas 102 litros por persona y día
FERNANDO CABELLO, AMB
De cara al futuro, las prioridades del AMB se centran en consolidar un modelo de gestión del agua urbana más resiliente, sostenible y socialmente justo

mover una cultura del agua más consciente, que vincule el consumo diario con la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

Consideramos que la ciudadanía no solo es usuaria del servicio, sino también un actor activo y necesario en la construcción de un modelo de gestión más sostenible, solidario y preparado para afrontar los desafíos climáticos del futuro.

Mirando al futuro, ¿cuáles son las prioridades del AMB para garantizar un modelo de gestión del agua urbana más resiliente, sostenible y justo?

De cara al futuro, las prioridades del AMB se centran en consolidar un modelo de gestión del agua urbana más resiliente, sostenible y socialmente justo, capaz de responder a los retos del cambio climático y garantizar el derecho universal al agua En primer lugar, uno de los ejes estratégicos es incrementar la regeneración y el aprovechamiento de agua reutilizada, integrándola progresivamente en el sistema metropolitano para reducir la dependencia de las fuentes convencionales y aumentar la garantía de suministro, especialmente, en períodos de sequía.

Paralelamente, el AMB continúa impulsando la mejora del rendimiento hidráulico de la red de distribución, mediante inversiones en modernización, control y digitalización de las infraestructuras, con el objetivo de reducir pérdidas y optimizar la eficiencia energética del sistema.

Otro ámbito prioritario es la comunicación y sensibilización ciudadana, promoviendo una cultura del agua basada en la corresponsabilidad, la eficiencia y la adaptación al cambio climático.

Finalmente, el AMB mantiene su compromiso con la equidad social a través de la tarifa social, que garantiza que ninguna persona se quede sin acceso al agua por motivos económicos.

SIN DESALACIÓN NO HAY MINERÍA

LA MINERÍA CHILENA ES -Y SEGUIRÁ SIENDO EN EL

HORIZONTE LEJANO- EL PRINCIPAL DESALADOR LATINOAMERICANO. A PESAR DE ELLO, SU CONSOLIDACIÓN NO ESTÁ EXENTA DE DESAFÍOS TÉCNICOS, NORMATIVOS Y BUROCRÁTICOS QUE MOTIVAN EL DEBATE ENTRE EXPERTOS, INSTITUCIONES Y COMUNIDADES.

e Diego Ortuño

Ya no es posible concebir a la minería chilena sin desalación y reúso de agua. Se trata de una de las industrias de mayor eficiencia hídrica del mundo, pues se desarrolla en entornos áridos como el desierto de Atacama y evita la competencia por las fuentes continentales con los usos sanitarios y agrícolas.

Este reportaje es acerca de la minería como el mayor motor para la desalación en Chile pero es importante acotar que las tecnologías de tratamiento de efluentes han llevado a que, según la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), el rubro del cobre recircule más del 74% del agua que entra a sus faenas. Luego de alcanzar tales ratios de reciclaje es natural voltear al océano.

Si Latinoamérica se posiciona como un mercado en desarrolllo para la desalación con un crecimiento anual de alrededor de los ocho puntos porcentuales según consultoras y con una porción del mercado global de más del 6% (GWI), es en gran parte gracias a la minería chilena, pero ¿cuá -

La mayor desaladora del continente es minera

EWS (Escondida Water Supply) es un sistema integral de captación, desalación y transporte de agua desalada que abastece a Minera Escondida (BHP) en la Región de Antofagasta. Es reconocido como uno de los proyectos de infraestructura hídrica más grandes y complejos de América Latina.

VARIABLE

SI LATINOAMÉRICA SE POSICIONA COMO UN MERCADO EN CRECIMIENTO PARA LA DESALACIÓN CON UN CRECIMIENTO ANUAL DE ALREDEDOR DE LOS OCHO PUNTOS PORCENTUALES Y UNA PORCIÓN DEL MERCADO GLOBAL DE MÁS DEL 6% ES EN GRAN PARTE GRACIAS A LA MINERÍA CHILENA

DETALLE DEL PROYECTO

Propietario y Operador Minera Escondida (BHP)

Ubicación de la Planta Puerto Coloso, al sur de Antofagasta, Chile (Nivel del mar).

Tecnología Principal Ósmosis Inversa (RO)

Propósito Estratégico

Asegurar el suministro hídrico para el procesamiento de cobre y cesar la extracción de agua del acuífero de Monturaqui, un hito concretado en diciembre de 2019.

Inversión Total Estimada US$ 3.430 millones.

Inicio de Construcción 2013

Inauguración/Puesta en marcha Abril de 2018 (Operación comercial).

Capacidad de Producción 3.858 litros por segundo (l/s)

Desafío en Altura

El agua es bombeada a la faena minera ubicada arriba de los 3.200 metros sobre el nivel del mar con múltiples estaciones de bombeo de alta presión.

Almacenamiento en Faena Un reservorio de 500.000 m³ cerca de la mina para garantizar el suministro continuo.

Hito Operacional Desde 2020, Minera Escondida utiliza exclusivamente agua desalada para sus operaciones productivas y es la mayor planta desaladora de América.

El costo de la infraestructura de impulsión (tuberías, estaciones de bombeo y electricidad) representó la mayor parte de la inversión total del proyecto.

les son sus desafíos y proyecciones? pues, en este reportaje hablamos con especialistas cuyas jornadas transcurren en las plantas desaladoras que abastecen a las operaciones mineras para dar respuesta.

De acuerdo con la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades), Chile está camino a quintuplicar su producción de agua desalada gracias a 41 iniciativas, las cuales sumarán una capacidad de producción de 45.239 litros por segundo. Esto genera un aumento sustancial desde la capacidad actual, que supera los 10.500 l/s en 24 plantas de gran porte, con una inversión total que asciende a US$ 22.159 millones. La mayor parte de esta inversión —US$ 10.197 millones en 15 proyectos— tiene destino netamente minero y otras

11 iniciativas son multipropósito-minero (US$ 5.606 millones).

Entonces, habiendo establecido que el presente y el futuro de la desalación en Chile son principalmente mineros, es necesario mencionar a colosos como el de Escondida, que ostenta el récord americano de capacidad.

Por su parte, Cochilco proyecta que para 2034 el setenta por ciento del agua utilizada por la minería provendrá de fuentes de agua de mar desalada o reutilizada, lo que representará una caída del treinta y nueve por ciento en el consumo de agua continental. Empresas como BHP (Escondida), que desde 2020 solo utiliza agua desalada en sus operaciones de alta ley, o Antofagasta Minerals (Centinela), que desde 2023 usa agua de mar cruda, son reconocidas

SIN DESALACIÓN NO HAY MINERÍA

CHILE ESTÁ CAMINO A QUINTUPLICAR SU PRODUCCIÓN DE

AGUA DESALADA GRACIAS

A 41 INICIATIVAS, LAS CUALES

SUMARÁN UNA CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN DE 45.239 LITROS POR SEGUNDO

como las pioneras en esta transición al marcar el estándar de sostenibilidad hídrica para toda la industria.

Otro proyecto a destacar es el de la Corporación Nacional del Cobre de Chile, Codelco -Compañía propiedad del Estado- que avanza en su planta

desaladora del Distrito Norte, que se inaugurará en enero de 2026 con una capacidad inicial de 840 litros por segundo y será ampliable en una segunda etapa. Se trata de un proyecto de infraestructura civil masivo que incluye un acueducto de 160 kilómetros.

Tanto CAPEX como OPEX del transporte de agua a distancias largas y en altura pueden ser incluso tres veces o más el costo de la desaladora y su operación, respectivamente.

Ivo Radic, gerente general de Vigaflow, empresa especializada en tratamiento de agua y efluentes, opina que “prácticamente no habrá minería sin agua desalada si esta se lleva a cabo en el norte (desierto)”.

EL VERDADERO DESAFÍO TÉCNICO

Con toda la experiencia que la minería ha traído a Chile con la desalación, Radic es de la postura de que la tecnología de ósmosis inversa -el corazón de la planta desaladora- es ya muy eficiente y madura, por lo que el desafío no está en la planta de la costa, sino en el transporte y la logística. “Tanto CAPEX como OPEX del transporte de agua a distancias largas y en altura pueden ser incluso tres veces o más el costo de la desaladora y su operación, respectivamente.” Por lo tanto, el foco técnico y la inversión más crítica se dirigen a esa “especialidad” de impulsión, y no a la desalación misma.

Esta infraestructura hídrica, impulsada por la minería del cobre, se consolida además como un factor indispensable para el desarrollo de nuevas industrias estratégicas en Chile. Radic confirma que la desalación se extiende al Hidrógeno Verde (H2V), que según el catastro levantado por la Comisión de Bienes de Capital (CBC) y Acades que mencionamos anteriormente, suma 12 proyectos por US$ 5.866 millones.

Actualmente los principales desafíos operacionales están en mejorar el nivel de predicción de la calidad de agua de mar para ajustar los procesos de pretratamiento y mantener la eficiencia de proceso.

Ivo Radic, gerente general de Vigaflow.

Denis Concha, superintendente de Comisionamiento en Antofagasta Minerals.

“Las operaciones de H2V necesitan el agua dulce para sus sistemas de enfriamiento. También para producir el H2V, pero eso es muy poca agua (muy pura),” detalla. Adicionalmente, el sector del litio está migrando hacia la Extracción Directa de Litio (DLE), un modelo que reduce significativamente el uso del agua de los salares y que tiene como principal proceso a las tecnologías de membranas como la ósmosis inversa y la ultrafiltración. Radic concluye que tanto el DLE como el H2V representan “nuevas aplicaciones para nuestra industria” de desalación.

Denis Concha, Superintendente de Comisionamiento en Antofagasta Mi-

nerals con experiencia en Aguas Cap, una de las primeras plantas multipropósito del país, subraya que la desalación a gran escala “es una tecnología y proceso que ya está internalizado en el sector minero”. A pesar de esta madurez, Concha suma que los principales desafíos operacionales están “mejorar el nivel de predicción de la calidad de agua de mar que permita ajustar los procesos de pretratamiento para mantener la eficiencia de proceso, lo cual ha avanzado estos últimos años con proveedores especializados incorporando en sus desarrollos sistemas de procesamiento de datos e inteligencia artificial.” Explica que esto implica pasar de modelos reactivos a modelos predictivos, anticipando los efectos de la Marea Roja o los even-

SWAP de Aguas

En un mundo que evalúa al agua por su calidad y no por su procedencia, se podría ahorrar una inversión energética masiva. Este es el principio rector detrás de la propuesta del SWAP de Aguas impulsada por Patricio Martiz, Gerente de Desarrollo en ITECK, la cual busca resolver el mayor desafío del costo de impulsar el recurso a faenas ubicadas a más de tres mil metros de altura en la Cordillera de los Andes. El mecanismo opera bajo un principio de compensación y eficiencia. En lugar de bombear agua desalada desde la costa hasta la faena minera, la compañía acuerda entregar ese volumen de agua dulce y de alta calidad a una ciudad, un proyecto agrícola o una sanitaria en la zona costera. A cambio, la minera recibe una cantidad equivalente de agua continental o derechos de agua que ya se encuentran disponibles en altura, mucho más cerca de la faena.

tos de turbidez que podrían dañar las costosas membranas de ósmosis. Añade que otro aspecto clave es continuar en la eficiencia de procesos a nivel de energía y costos buscando el mínimo make-up de agua fresca para procesar más mineral con menos agua.

A nivel medioambiental, la preocupación principal es la adaptación constante al marco legal. Concha explica que la evolución en los cambios regulatorios en Chile incorporando nuevas variables de monitoreo es una preocupación ya que requiere sumar equipamiento y prácticas operacionales adicionales a los que se consideraron en el diseño del proceso, lo cual exige “un análisis en mérito del tipo de proceso y las condiciones de cada proyecto con una mirada de produc-

ción armónica con el medioambiente”, un proceso dinámico y costoso que debe conciliar la producción con el entorno marino.

En cuanto al crecimiento proyectado para el sector, Concha es claro: “es una realidad que el desarrollo de los distintos sectores productivos requiere implementar fuentes de suministro de agua no continental, donde el sector minero ha liderado en dicha transición”.

Pero el desarrollo de la desalación en Chile enfrenta un obstáculo que, según Patricio Martiz, Gerente de Desarrollo de ITECK, se ha vuelto más crítico que la propia inversión. Martiz afirma que es necesario abordar las “trabas o mayores exigencias que la propia ley” que se están imponiendo a través de actos de la autoridad sectorial, como oficios y reso-

luciones. Esta burocracia, ajena al mandato legislativo, “retarda los proyectos” y “exige mayores inversiones, nuevos estudios o impone obligaciones en la operación,” lo que aumenta la complejidad y el riesgo para las empresas. No obstante, Martiz expresa su confianza en que esta situación será rectificada -optimismo motivado por el ambiente electoral nacional y las propuestas presentadas por los candidatos-.

AGUA POR TIEMPO

Al abordar la pregunta sobre si el Estado debería ofrecer beneficios fiscales a las mineras que compartan el agua desalada, Martiz toma una postura clara en favor de la integri-

dad del mercado y la transparencia. “Personalmente no creo en el subsidio a la oferta,” sentencia. En su lugar, el experto de ITECK prefiere que se transparenten las tarifas en las cuentas de agua y que las sanitarias deban hacer las inversiones para mantener la solidez y la responsabilidad del servicio. Bajo este modelo, las compañías sanitarias serían las encargadas de tomar la decisión de si invierten o salen a comprar el agua a terceros, como plantas desaladoras privadas mientras que el subsidio es directamente entregado al cliente domiciliario.

dimensión del debate. Martiz sugiere que, si bien el Ministerio de Obras Públicas podría licitar o comprar agua con subsidios para estas zonas, el mercado debería ser más libre. Reconoce que una planta minera podría adoptar el formato multipropósito para abastecer a estas comunidades. Sin embargo, advierte que el beneficio tributario que se podría ofrecer a las mineras por este acto de servicio social es “muy marginal” para impulsar la decisión. Por lo tanto, el incentivo más atractivo para compartir agua sería una “vía más expedita para obtener los permisos” (a través del SEIA) cuando un proyecto asocia el suministro de agua para la agricultura o el consumo humano en el área rural. REPORTAJE

Al margen de las consideraciones anteriores, la situación en el área rural, donde la infraestructura de las sanitarias es limitada o inexistente, abre otra

Martiz pone como ejemplo de desarrollo integral y diversificado a la planta de Aguas Pacífico. Este proyecto suministrará agua a la minera Anglo American al tiempo que proveerá a la ciudad, a pueblos rurales y a una central térmica. Martiz lo cataloga como un proyecto “cien por ciento multipropósito”.

Respecto a este modelo Denis Concha reflexiona que es una buena alternativa ya que permite buscar diferentes clientes para minimizar CAPEX pero que conlleva un incremento de OPEX y gestión del riesgo del negocio que debe ser evaluado según cada caso. Concha recalca que el carácter multipropósito debe seguir siendo analizado y desarrollado de la mano de la evolución del marco regulato -

rio y definición de política de Estado, para buscar “apalancar sinergias”. Declara que el sector minero ya ha logrado ser el motor del cambio hídrico -porque cada sector productivo se irá orientando a la desalación- y que su siguiente paso será consolidar la infraestructura de agua desalada del país. Ahora bien, la infraestructura no sólo se compone con elementos tangibles como el acero, sino que requiere de un conjunto de ideas y materiales intelectuales para sentar bases sólidas. Denis Concha lo resume como un cambio de cultura que se logra en las empresas al incorporar el uso de agua desalinizada, ya que la mayoría de las personas aún desconocen su funcionamiento, beneficios y el nivel de controles que utiliza para los procesos.

Agrega que se ha logrado, en los últimos años, un avance muy significativo y valioso con las comunidades en el nivel de información y conocimiento del proceso de desalinización, lo cual ha sido imprescindible para la licencia social de la actividad.

“Hemos hecho visitas y charlas a colegios, universidades y comunidades en general para romper mitos tales como la descarga de salmuera”, dice, pero insiste en que se debe continuar el trabajo en base a estudios y monitoreos que permitan ir explicando los resultados que van a demostrar la madurez de los diseños, tecnología y sus controles en beneficio de la compatibilidad de la desalinización con el medio ambiente y, en esto -acotalas mineras también son pioneras.

ENTREVISTA O

Víctor Pino

DIPUTADO CHILENO

Legislar para la seguridad hídrica

Para que Chile continúe en la senda de la desalación como herramienta fundamental para su seguridad hídrica se requieren los instrumentos legales y el desmontaje de infraestructuras burocráticas que retrasan su aplicación. Conversamos con el diputado nacional Víctor Pino, quien ha hecho del agua su bandera y aspira a afianzar a la desalinización como política de Estado.

TEMAS: CHILE, SEGURIDAD HÍDRICA, DESALACIÓN, REUTILIZACIÓN

El de la desalación es un rubro conservador que prefiere mantenerse al margen de la política y las discusiones ideológicas pero que igualmente es afectado por sesgos y preconcepciones, pues las opiniones del electorado terminan convirtiéndose en leyes que favorecen o perjudican a la aplicación de estas soluciones. Hoy, Chile es el mayor mercado latinoamericano de desalación pero también es el que la necesita con mayor urgencia y, en opinión de quienes hacen vida en el rubro, la burocracia y la “permisología” atentan contra los intereses nacionales del desarrollo oportuno de la infraestructura hídrica.

En este crucial contexto, y ad portas de un proceso de elecciones que podría redefinir las políticas hídricas, entrevistamos a Víctor Alejandro Pino Fuentes, diputado por el Distrito N°5 (Región de Coquimbo). Conocido entre sus pares como el “Diputado del Agua” por su intenso trabajo legislativo en la materia, el parlamentario —quien actualmente se encuentra en campaña para la reelección— aborda sin rodeos la urgencia de agilizar permisos y los desafíos de la institucionalidad. Su doble enfoque, como legislador y representante de una región gravemente afectada por la escasez, lo obliga a buscar soluciones inmediatas.

Pino Fuentes revela que, si bien ha impulsado proyectos para incluir la educación hídrica en el currículo escolar como herramienta fundamental para la conciencia a largo plazo, considera que la tarea más urgente pasa por el propio Congreso: “educar primero a los congresistas, a los colegas”. En su visión, sin la comprensión y el apoyo de los legisladores, ninguna ley de recursos hídricos podrá avanzar con la velocidad que la crisis demanda.

Asimismo, aprovechó el escenario electoral presidencial (16 de noviembre y 14 de diciembre) para advertir sobre un riesgo político claro para la tecnología desaladora. Aunque la mayoría de las coaliciones que aspiran al poder Ejecutivo

VÍCTOR PINO, DIPUTADO CHILENO

han incorporado la desalación como política de su programa, la candidatura de la coalición oficialista, representada por la abanderada del Partido Comunista (al cierre de esta edición, en segunda vuelta presidencial), es vista por él como una amenaza directa para el mercado desalador. Según el diputado, esta tolda política mantiene un “sesgo ideológico” y “no creen en la desalación como solución” debido a preocupaciones ambientales (como la gestión de salmueras) que, desde su

Perfil de Víctor Pino

Nacimiento

Santiago, 8 de diciembre de 1974.

Formación

Ingeniero Comercial y Administrador de Empresas (Universidad Central de Chile, Universidad de Antofagasta).

Afiliación Política

Militante del partido Demócratas.

Cargo Actual

Diputado por el Distrito N°5, que abarca 15 comunas de la Región de Coquimbo (desde 2022).

Trayectoria Legislativa Clave

• Presidente de la Comisión de Recursos Hídricos y Desertificación (Dic. 2022 - Jun. 2024).

• Presidente de la Comisión de Economía (desde Abr. 2024).

• Miembro de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural.

El proyecto más importante que tendrá que impulsar el futuro gobierno es el de los permisos de los servicios de evaluación ambiental. Ahí es donde está la ‘pata coja’

punto de vista, ya han sido superadas por la tecnología moderna. La postura de esta candidatura, afirma, pondría en peligro la continuidad de proyectos estratégicos, como la Planta de Coquimbo, al priorizar una agenda ambiental restrictiva sobre la resiliencia hídrica.

En esta conversación, el diputado Pino Fuentes expone en detalle sus proyectos de ley fundamentales para el futuro del agua en el país, el rol clave de la minería en la financiación de infraestructura multipropósito y la hoja de ruta administrativa para la tan esperada Planta Desaladora de Coquimbo.

Diputado, ¿qué modificaciones ve usted necesarias o qué proyecto impulsaría para crear una institucionalidad hídrica que agilice la permisología de los proyectos desaladores?

Ya se publicó una ley que agiliza los permisos sectoriales, lo que tiene que ver con los distintos ministerios. Eso ya está vigente desde el 29 de septiembre y va a aportar a que la desalación pueda avanzar un poquito más rápido. Sin embargo, nos faltaría impulsar leyes en torno a las concesiones marítimas, donde tenemos una demora bastante

importante, y el proyecto más importante que tendrá que impulsar el futuro gobierno es el de los permisos de los servicios de evaluación ambiental (SEA). Ahí es donde está la “pata coja”, donde nos cuesta caminar, porque los servicios medioambientales son los que ponen la barrera más amplia. El problema no radica solo en la voluntad, sino en la falta de equipos especializados dentro del SEA para evaluar proyectos desaladores, que son técnicamente complejos. Se necesitan mesas técnicas dedicadas para evitar que el proceso se estanque por revisiones generalistas.

Entre los sectores especializados se comenta sobre la dispersión institucional para obtener permisos. ¿Cree que unificando todo o fortaleciendo la Dirección General de Aguas (DGA) pudiera acortarse esos tiempos?

Yo lo que creo es que hoy día deberíamos tener en el Ministerio de Obras Públicas una subsecretaría de recursos hídricos que pueda articular la gestión hídrica del país. No solamente una oficina en la DGA o la Dirección de Obras Hidráulicas, sino una que pudiera ser el conector de todos

los ministerios que tienen que ver con el agua. En Chile hay más de 50 servicios en diferentes ministerios que hacen gestión en recursos hídricos. Articular una subsecretaría de recursos hídricos sería liberar toda esa gestión, centralizando la toma de decisiones y ofreciendo una ventanilla única para los grandes inversionistas, lo que generaría mayor confianza y agilidad, estandarizando los criterios de evaluación entre distintas regiones.

¿Cree que el cambio de gobierno nacional va a mantener el impulso de la política de inversión en desalación, o anticipa algún cambio en la priorización de la tecnología como pilar de la seguridad hídrica?

Hoy, creo que todos los candidatos han hablado de desalación como un factor importante de desarrollo. Me parece que, al menos seis de los ocho, han hablado de construir plantas desaladoras para la seguridad hídrica. Y eso yo encuentro que es positivo. La conciencia sobre la crisis hídrica ha trascendido la polarización política, haciendo que la desalación sea vista como una necesidad estratégica y no solo ideológica.

¿Cómo evalúa el ambiente para la inversión extranjera directa en Chile en el sector de aguas y saneamiento?

La Ley Marco de Utilizaciones Sectoriales, que se publicó hace unos días, es un avance importante. También hay una ley que está por salir del Senado y pasar a la Cámara de Diputados, que es la Ley Sobre Aguas de Mar para Desalinización. Esas dos leyes son relevantes para poder asegurar

VÍCTOR PINO, DIPUTADO CHILENO
Se ha trabajado durante siete años en el proyecto de usos de agua para desalinización y ya es tiempo de que esto pueda ver la luz

en cierta medida certezas para quienes quieran desarrollar la desalación en Chile. Estas certezas no solo son regulatorias, sino que apuntan a garantizar la estabilidad de las reglas del juego a largo plazo, lo cual es fundamental para proyectos de infraestructura con ciclos de vida de 25 a 30 años. Se ha trabajado durante siete años en el proyecto de usos de agua para desalinización, que busca precisamente eliminar la incertidumbre legal sobre el acceso al agua de mar, y ya es tiempo de que esto pueda ver la luz, reforzando la posición de Chile como un mercado estable y confiable.

Si dependiera exclusivamente de usted aprobar una ley de forma inmediata en el Congreso para asegurar la seguridad hídrica del norte, ¿cuál sería?

Yo tengo dos proyectos. Uno, que es mío, es la reutilización de aguas residuales de los emisarios submarinos. Ese

proyecto está hoy en discusión en la Cámara de Diputados y pronto deberíamos despacharlo para votarlo en la Sala. Con él podríamos disminuir el estrés hídrico al menos un 10%. Esto aborda un doble problema: la escasez y la contaminación costera, ya que actualmente el 21% de las aguas residuales se desechan a través de estos emisarios. Recuperar ese caudal significaría liberar fuentes convencionales. El otro, es el que mencionaba, es el proyecto del uso del mar para la desalinización. Eso es fundamental para dar el marco jurídico a todo lo que es la desalinización en nuestro país.

¿Ven al sector minero como un socio para llevar seguridad hídrica a las poblaciones adyacentes?

¿Considera viable aplicar incentivos fiscales para mineras que destinen parte de su producción desaladora a las comunidades?

Debería ser parte de los compromisos del sector minero tener que destinar parte del agua que puedan obtener para abastecer a la comunidad. Eso sería un tremendo aporte en algunos lugares. Yo creo que esto debería ser algo más que voluntario; que sea más permanente. El sector minero puede aportar mucho. En el norte del país no se da tanto por lo aislado de las operaciones, pero en la Región de Coquimbo sí hay comunidades cercanas, y se hace necesario que se pueda disponer de, al menos, una cantidad de metros cúbicos para poder compartirlo con la sociedad.

Debería ser parte de los compromisos del sector minero tener que destinar parte del agua que puedan obtener para abastecer a la comunidad. Esto debería ser algo más que voluntario

La idea es que la inversión en infraestructura desaladora, aunque privada, sea vista como un “Recurso País”. Un incentivo fiscal podría destinarse a financiar la construcción de las redes de conexión y bombeo desde la planta minera hasta los sistemas de Agua Potable Rural (APR) o canales de riego, asegurando que ese recurso llegue efectivamente a quienes más lo necesitan, transformando la infraestructura en un activo social y mejorando la licencia social de la minería.

PLANTA COQUIMBO Y FUTURO

¿Cuál es el estatus de la Planta Desaladora de Coquimbo?

Ha tenido sus momentos difíciles por temas administrativos y de gestión, pero ha avanzado. El Ministerio de Cultura, por ejemplo, ha intervenido en la gestión, lo que a menudo implica la revisión de posibles impactos en el patrimonio costero o zonas de valor arqueológico, añadiendo complejidad al proceso. No obstante, el proyecto sigue en marcha (la empresa española Sacyr ganó la concesión). Hay que seguir trabajando para que esto no caiga, pues cualquier problema administrativo puede paralizarlo. Lo importante es que el próximo Gobierno, independiente de su signo político, continúe con el trabajo, dada la criticidad hídrica de la Región de Coquimbo.

¿Cómo ha cambiado la percepción de la desalación en el norte de Chile?

Ha habido un cambio. Si hacemos memoria, al menos en mi región, hablar de desalación era como hablar de algo malo. Pero ha cambiado. Logramos cambiar la forma de pensar acerca de la salmuera y los emisarios mediante visitas técnicas, comisiones y la difusión de información científica. Hoy, al año 2025, puedo decir que, al menos en el norte de Chile, la desalación es mirada de una forma muy positiva por el 80% de los ciudadanos. La experiencia de Atacama, donde la desalación ha asegurado el consumo humano, ha sido fundamental para este cambio de percepción.

Sobre el reúso potable, directo o indirecto, ¿es una posibilidad cercana para Chile?

Yo creo que todavía no. Estamos recién en la etapa en la que reutilizar agua se va a tornar una necesidad. En Chile se reúsa solo el 5% del agua residual, lo cual es muy poco. Si logramos impulsar que se recupere este 21% de los emisarios submarinos, estaríamos hablando de un 26% de agua residual recuperada. El reúso potable, aunque es la frontera tecnológica (como lo demuestran Singapur o San Diego, California), requiere primero de una madurez cultural y social que aún no tenemos. Eso hay que desarrollarlo con el tiempo y con mucha educación para cambiar la forma de ver el agua residual tratada, asegurando la confianza pública antes de avanzar al reúso directo.

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