








Un espacio de reflexión y diálogo para debatir sobre el futuro de la gestión de residuos en España
Residuos municipales
23 de octubre
Envases y residuos de envases
20 de noviembre
Biorresiduos
23 de octubre
Textiles
20 de noviembre
Como cada año, dedicamos un número monográfico a la bioenergía, una de las grandes palancas de la transición energética y de la descarbonización en Europa y España. En este nº 265 de RETEMA, Especial Bioenergía 2025, analizamos el papel de los biogases como vectores estratégicos que, además de aportar una energía renovable y gestionable, conectan la agricultura, los residuos y la industria, abriendo nuevas oportunidades de empleo, inversión y competitividad.
Entre los reportajes destacados, exploramos cómo el biometano se ha consolidado como destino prioritario de la inversión verde en Europa, con España en una posición de liderazgo en atracción de capital. Profundizamos en un informe de la Agencia Internacional de la Energía, que traza la hoja de ruta más completa hasta la fecha para escalar la producción de biogás y biometano. Recorremos también proyectos pioneros en España que demuestran su viabilidad y capacidad de generar valor en clave renovable y circular. Finalmente, abordamos los desafíos que persisten en nuestro país, donde el biometano sigue siendo una asignatura pendiente pese a su enorme potencial como vector de competitividad y neutralidad climática.
El número incluye además entrevistas exclusivas con protagonistas del sector, como Anna Camp Casanovas, directora de l’Institut Català d’Energia (ICAEN), que presenta la Estrategia Catalana del Biogás; Mercedes Gómez, consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha, que expone las oportunidades del biogás para la región en la gestión sostenible de los residuos; y Luc Vernet, secretario general de Farm Europe, que reclama devolver a la agricultura un papel protagonista en la transición energética.
La reflexión se amplía con artículos de opinión de voces destacadas como Ángela Sainz (European Biogas Association), Vanessa Abad (Consorci del Vallès Oriental), Xavier Flotats (UPC-Barcelonatech), Vanya Veras (Municipal Waste Europe), Agustín Miranda (ASAJA) y Jaume Bernis (COAG), que aportan perspectivas técnicas, institucionales y sectoriales sobre el futuro de la bioenergía en Europa y España.
Cerca de 200 páginas que convierten este número en una referencia imprescindible para comprender el presente y el futuro de la bioenergía como motor de sostenibilidad, seguridad energética y desarrollo rural.
DIRECCIÓN
Jesús Alberto Casillas Paz albertocasillas@retema.es
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David Casillas Paz davidcasillas@retema.es
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SITRA marca el camino hacia las plantas de biometano del futuro
18 TECNOLOGÍA
La valorización del residuo orgánico como motor de la bioenergía
20 OPINIÓN
Biometano: la clave estratégica de Europa para una energía limpia, segura y competitiva
26 EMPRESA
CYCLEØ: invertir a largo plazo en el gas renovable español
Biogás en España. Aproximación a la diagnosis de un fenómeno social
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TECNOLOGÍA
Del estiércol a la electricidad: cómo obtener más biogás a partir de sustratos de fermentación con el molino granulador
ENTREVISTA
Mercedes Gómez, consejera de Desarrollo
Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha
TECNOLOGÍA
Palmieri amplía su gama pass solution con el lanzamiento de Pass Small
REPORTAJE
Biogases en España: cuatro casos que demuestran la viabilidad de un futuro energético renovable y circular
“No es una elección entre una cosa u otra”
ProduzcacompostdealtacalidadYenergía limpiaapartirdesusresiduosorgánicos. Lomejor:elbiogássepuedealmacenar,los procesosson100%sosteniblesynosonvolátiles. Comocontratistageneral,estaremosasulado entodomomento,desdelaplanificaciónhastala puestaenmarcha.
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EMPRESA
Purificación de biogás: clave para una energía renovable y confiable
56 OPINIÓN
Biometano: aliado clave de la descarbonización en España
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TECNOLOGÍA
Biogas-Booster®, innovación para maximizar la eficiencia de las plantas de biogás
62 REPORTAJE
España y el biometano: una asignatura pendiente para la competitividad y la neutralidad climática
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TECNOLOGÍA
ROADSHOW V3: la nueva generación del paddle depacker móvil de Mavitec Green Energy
OPINIÓN
España y el biometano: la urgencia de pasar de la expectativa a la acción
76 REPORTAJE
Biometano: activo estratégico y destino prioritario del capital verde en Europa
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OPINIÓN
Gases renovables en 2025: de la gestión de restos orgánicos a la competitividad industrial
TECNOLOGÍA
Biomasa y prevención: la apuesta de Veolia contra los incendios forestal
Destinada a plantas de producción de biogás y biometano para el pretratamiento de los residuos orgánicos municipales y para el desempaquetado de alimentos caducados.
OPTIMIZACIÓN DEL RENDIMIENTO y LA EFICIENCIA OPERATIVA
¡Estaremos presentes en el próximo Salón del Gas Renovable en Valladolid! ¡Nos vemos en el stand número 265!
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TECNOLOGÍA
IMABE revoluciona la compactación de la biomasa
OPINIÓN
BioEnergy Vallès Oriental: una estrategia integral para la transición energética y la valorización de residuos
100 ENTREVISTA
Anna Camp Casanovas, Directora de l’Institut Català d’Energia (ICAEN)
110 INVESTIGACIÓN
El impulso del hidrógeno como vector energético para una movilidad sostenible: HI_MOV
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REPORTAJE
Del biogás al mercado: el potencial del CO₂ biogénico en España
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OPINIÓN
De residuo a recurso: la oportunidad que no puede perder la ganadería española
130 EMPRESA
20 años de trayectoria de R&B equipos de reciclaje y biomasa en España y Portugal
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TECNOLOGÍA
Inauguración de la planta de tratamiento y reciclaje de residuos de KEREA en Ave
REPORTAJE
Por qué hablar de biogás y biometano: del potencial técnico a la acción
OPINIÓN
Biometano: la doble oportunidad que el campo no puede dejar escapar
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Salón del Gas Renovable
Stand 252A
Valladolid 1 – 2 octubre 2025
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INVESTIGACIÓN
AITEX trabaja en la valoración de residuos textiles y de biomasa por tratamientos termoquímicos
150 ENTREVISTA
Luc Vernet, secretario general de Farm Europe
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TECNOLOGÍA
Innovación en la producción de biogás con equipos Willibald y Screenbee
INVESTIGACIÓN
BioPirineo: gestionar el territorio para generar futuro en el Pirineo aragonés
160 REPORTAJE
Biorresiduos: un recurso olvidado capaz de transformar la bioeconomía en Europa
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OPINIÓN
Impulsando a los municipios a través de los biorresiduos
INVESTIGACIÓN
Recuperar proteínas y cromo de las aguas residuales: la nueva apuesta sostenible de Inescop
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ARTÍCULO
Biohidrógeno a partir de biometano. Oportunidades, costes y aplicaciones
ARTÍCULO
El potencial del gas de síntesis derivado de la gasificación de residuos recalcitrantes en la producción de biometano
DIRECTORIOS
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El cambio climático no espera y es cada vez más evidente, así como la necesidad de buscar respuestas que lo ralenticen y mitiguen sus efectos devastadores. Ante esa situación, también crece la urgencia de abordar la transición hacia una economía descarbonizada desde la perspectiva energética, donde aplicar sostenibilidad, eficiencia y resiliencia territorial. En este contexto, el bio-
La combinación de ingeniería avanzada, digitalización y enfoque circular es la que define “las plantas de biometano del futuro”. Un futuro que ya es realidad gracias a SITRA
metano se perfila como una fuente de energía renovable y limpia idónea para reducir emisiones y, al mismo tiempo, dinamizar el mundo rural.
En este contexto, SITRA se ha consolidado como referente nacional en el diseño, construcción y automatización de plantas de biometano, a través del impulso de un modelo que integra todas las fases del proceso, desde la concepción inicial en una primera fase hasta la operación remota totalmente digitalizada una vez entran en funcionamiento. Esa combinación de ingeniería avanzada, digitalización y enfoque circular es la que define “las plantas de biometano del futuro”. Un futuro que ya es realidad gracias a SITRA.
La digitalización ha venido a revolucionar el día a día de empresas y personas, y la planificación de las grandes infraestructuras energéticas no podía ser menos. En el caso del biometano, SITRA
es pionera en la implantación de la metodología BIM (Building Information Modeling) en la construcción de este tipo de plantas, una revolución dentro del sector que aporta a los proyectos transparencia, coordinación y eficiencia durante todo su ciclo de vida.
Con esta metodología, los ingenieros, constructores y operadores trabajan de forma simultánea sobre un modelado 3D colaborativo. Esto permite anticipar potenciales incidencias antes de la ejecución, lo que repercute significativamente en la reducción de costes y plazos. Además, garantiza una integración
SITRA I EMPRESA
SITRA es pionera en la implantación de la metodología BIM en la construcción de plantas de biometano, una revolución dentro del sector que aporta a los proyectos transparencia, coordinación y eficiencia durante todo su ciclo de vida
fluida entre la obra civil, los procesos tecnológicos y su operación. Es decir, esta herramienta no solo facilita la toma de decisiones durante la construcción, sino que proporciona una base sólida para la operación y el mantenimiento, al integrar en un único modelo toda la información del proyecto.
La automatización ya se ha convertido en un factor clave para impulsar
la competitividad de estos proyectos. Permite reducir los tiempos de respuesta, optimizar el rendimiento y garantizar la continuidad del suministro, incluso en escenarios de creciente demanda energética. Por eso, el segundo gran salto tecnológico dentro del sector llega con plantas de biometano que incorporan procesos totalmente automatizados en su gestión.
En este punto, SITRA ha abierto el camino a través de su plataforma propia WIM ( Water & Industry Management ), que centraliza la supervisión y control de cada planta de biome -
La plataforma WIM (Water & Industry Management) permite centralizar la supervisión y control de cada planta de biometano, logrando una operación remota, segura y escalable
tano, permitiendo una operación remota, segura y escalable. Así, WIM facilita monitorizar indicadores de rendimiento, lanzar alarmas personalizadas, generar diferentes informes automáticos como la cantidad de gas inyectado en red o gestionar incidencias. El resultado es una operación más eficiente.
SUFICIENTE PARA ABASTECER 6.500 HOGARES
La planta de biometano Montes de Toledo (Noez, Toledo) constituye un buen ejemplo de esta nueva generación de proyectos. Desarrollada por SITRA, esta planta tiene capacidad
para alcanzar la producción anual de 40 GWh, equivalente a abastecer de energía a 6.500 hogares. Puede tratar hasta 120.000 toneladas de residuos al año y fabricar 30.000 toneladas de biofertilizantes en ese mismo periodo. Con su actividad, además se evitará la emisión de 7.280 toneladas de CO₂.
Concebida íntegramente bajo metodología BIM y gestionada con la plataforma WIM, la planta es un claro ejemplo de cómo la digitalización y la tecnología se traducen en eficiencia, seguridad y sostenibilidad, además de marcar cuál es el futuro del sector.
Pero, el impacto positivo de las plantas de biometano va más allá de la generación de energía, representan un motor de transformación rural. Así, entre las ventajas para estos territorios destaca la valoración de residuos agrícolas y ganaderos, un reto que se está solucionando al abordar estos residuos como recursos para generar energía limpia y biofertilizantes. Estos proyectos, además, contribuyen a la creación de empleo, a fijar la comunidad de áreas por lo general en riesgo de despoblación y a dinamizar la economía. Pero, ¿dónde está aquí el componente tecnológico?
Las plantas de biometano desarrolladas por SITRA integran un modelo digitalizado que garantiza la total trazabilidad de los residuos agrícolas y ganaderos, desde su origen hasta su valorización final. Mediante smart contracts de suministro y monitorización digital en tiempo real, se puede asegurar la transparencia en la recogida y la gestión de los residuos que son, posteriormente, transformados en subproductos, energía renovable o biofertilizantes de gran valor para el campo.
Por lo tanto, cada proyecto se convierte en una infraestructura regenera-
dora, capaz de devolver valor ecológico y económico a entornos rurales. Este aspecto resulta esencial en un país como España, donde buena parte del territorio afronta problemas de despoblación y abandono agrícola.
LA EXPERIENCIA INMERSIVA DE SITRA PARA EL SALÓN DEL GAS RENOVABLE
La apuesta de SITRA por la innovación tecnológica también se refleja en la for-
Las plantas de biometano desarrolladas por SITRA integran un modelo digitalizado que garantiza la total trazabilidad de los residuos agrícolas y ganaderos, desde su origen hasta su valorización final
ma en la que visibiliza todos estos avances y comparte sus proyectos al sector. Así, en la 5ª edición del Salón del Gas Renovable celebrado en Valladolid, SITRA presenta una experiencia de realidad virtual inmersiva que permitirá a los visitantes recorrer, paso a paso, una planta de biometano. Una apuesta por la divulgación que busca acercar la bioenergía tanto a profesionales como al público general, mostrando cómo se diseñan, construyen y operan plantas del futuro que ya se han convertido en realidad.
SITRA www.sitra.es
La transición hacia la economía circular ha puesto el foco en la valorización de los residuos orgánicos como palanca clave para generar energía renovable y reducir emisiones. España cuenta con un elevado potencial de producción de biogás y biometano, pero alcanzar este objetivo exige procesos técnicamente robustos y una gestión integral de los flujos orgánicos.
EL RETO TÉCNICO DE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS
La fracción orgánica del residuo municipal (FORM), junto con los residuos agroalimentarios y ganaderos, cons-
tituyen la base de las plantas de biogás. Sin embargo, su aprovechamiento plantea desafíos: heterogeneidad de los materiales, presencia de envases, humedad variable y contaminantes que afectan a la eficiencia del proceso. Para superar estas limitaciones, el pretratamiento es una etapa crítica que condiciona la producción final de biogás y la calidad del digestato.
PRETRATAMIENTO: SMIMO COMO REFERENCIA
La tecnología SMIMO de Smicon, integrada por Ambisort, está diseñada para separar el contenido orgánico de su embalaje. Disponible en modelos
80, 120 y 160, este equipo procesa entre 12 y 35 m³/h, obteniendo una fracción orgánica homogénea y bom-
La tecnología SMIMO separa el contenido orgánico obteniendo una fracción orgánica homogénea conservando el envase entero y limpio
beable mientras conserva el envase prácticamente entero y limpio.
Su diseño robusto en acero inoxidable le permite tratar producto sólido, pastoso o líquido, lo que garantiza máxima flexibilidad ante la diversidad de residuos procedentes de supermercados, industria alimentaria o recogida selectiva. Además, puede complementarse con otros equipos de separación, como los hidrociclones, que optimizan la pureza del flujo orgánico; o las prensas y windsifters, que permiten recuperar la mayor cantidad posible de materia orgánica y obtener un rechazo lo más limpio y seco posible.
En plantas que manejan biomasa fibrosa (ensilados, restos vegetales, estiércoles con paja), se recurre al Biogrinder RBG 08 de BHS-Sonthofen. Este equipo desfibra el material aumentando hasta 50 veces la superficie disponible para la acción bacteriana, lo que acelera la producción de biogás y evita capas flotantes en el digestor.
La AKUPRESS BX logra efluentes de gran pureza con un consumo reducido de energía y polímeros frente a tecnologías habituales como centrífugas o filtros banda
El digestato, producto de la digestión anaerobia, requiere un tratamiento posterior que defina su valorización final. Destacan las prensas de tornillo AKUPRESS de Bellmer, diseñadas para cubrir tanto procesos de vía seca como de vía húmeda.
En digestión seca, el modelo AKUPRESS AM/AMX separa la fracción sólida —apta para compostaje— de un licor fertilizante o tratable en una segunda etapa. En digestión húmeda, los modelos AKUPRESS BX y AL logran efluentes de gran pureza con un consumo reducido de energía y polímeros frente a tecnologías convencionales como centrífugas o filtros banda.
INTEGRACIÓN Y AUTOMATIZACIÓN DE PROCESOS
Ambisort diseña e implementa plantas llave en mano, integrando depackers SMIMO, trituradores, abrebolsas, cribas y prensas de tornillo. La automatización avanzada mediante SCADA, IoT y control remoto permite un seguimiento en tiempo real de parámetros críticos, optimizando la operación y reduciendo costes de mantenimiento.
La bioenergía procedente de residuos orgánicos es ya una realidad, pero su competitividad depende de la calidad tecnológica aplicada. El uso de SMIMO para un flujo orgánico limpio y homogéneo, el apoyo del Biogrinder en sustratos fibrosos y la eficiencia de las prensas AKUPRESS en la separación del digestato permiten incrementar la producción de biogás, reducir impropios y asegurar una valorización eficiente.
Ambisort trabaja junto a socios tecnológicos de referencia para convertir los retos de la gestión de residuos en oportunidades de energía renovable y productos valorizables.
LANGELA SAINZ
COMMUNICATIONS DIRECTOR, EUROPEAN BIOGAS ASSOCIATION
a transición energética en Europa no es sólo una respuesta a la crisis climática, sino también una estrategia geopolítica y económica para garantizar la independencia del continente y restaurar su competitividad global. En este contexto, una alternativa sostenible ha ido cobrando cada vez más protagonismo: los biogases. Estos gases renovables, producidos a partir de residuos orgánicos, no sólo se presentan como una solución viable y madura tecnológicamente, sino que, además, ofrecen una serie de ventajas estratégicas que lo convierten en un pilar esencial del nuevo modelo energético europeo.
El crecimiento de la producción de biogases en Europa ha sido impulsado por
un conjunto de políticas ambiciosas a nivel europeo y nacional, centradas en cuatro ejes principales:
1. Lucha contra el cambio climático: Los biogases contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Al sustituir al gas fósil, y aprovechar residuos que de otro modo liberarían metano al medio ambiente, se consigue un doble beneficio ambiental. 2. Reducción de dependencias externas: Europa ha vivido una sacudida geopolítica tras la invasión de Ucrania y la posterior crisis energética. La necesidad de romper con la dependencia del gas natural ruso, y de otros productos como los fertilizantes sintéticos, ha acelerado la búsqueda de soluciones energéticas autóctonas. Los biogases, producidos localmente, se perfilan como una respuesta eficaz ante este reto.
En el caso de España, la producción propia de gas natural en es mínima. La
mayor parte del gas consumido es importado, principalmente de Argelia, o a través de gas natural licuado (GNL) de varios orígenes.
En cuanto a fertilizantes, aunque la producción doméstica de España no es desdeñable, el sector agrícola español es deficitario en el mercado de fertilizantes: en 2024 se importaron en 3,3 millones de toneladas de fertilizantes, según el Ministerio de Agricultura.
3. Reindustrialización verde: En la carrera por la soberanía tecnológica frente a potencias como China, la UE ha decidido apostar por el desarrollo y fabricación de tecnologías limpias. Los biogases no sólo se alinean con esta estrategia, sino que posicionan a Europa como líder global en su tecnología y producción.
4. Economía circular y eficiencia de recursos: Los biogases son un claro ejemplo de cómo convertir un residuo en recurso. Su producción fomen -
tratégicos para la industria energética europea.
En primer lugar, se basan en tecnologías plenamente maduras que se llevan empleando en Europa desde finales del siglo XIX, con una importante aceleración a partir de 1970, por la crisis del petróleo, y, posteriormente, en 1990,
ya está disponible. Las redes de gas existentes en Europa son totalmente compatibles con el biometano (biogás purificado é inyectable en red). Esto permite una transición más rápida, eficiente y menos costosa hacia un sistema energético desfosilizado, al evitar los costes y el tiempo asociados con la producción de nuevos vehículos, calderas, redes, sistemas de almacenamiento o estaciones de repostaje.
BENEFICIOS PARA LA AGRICULTURA Y LA INDUSTRIA
• Valorizar residuos: Se transforman residuos orgánicos como estiércol, purines o restos agrícolas en energía limpia.
• Reducir emisiones de metano: Se evita la liberación de metano por la descomposición natural de esos residuos a cielo abierto.
• Producir fertilizantes orgánicos: El proceso genera un subproducto llamado digerido, que puede utilizarse como fertilizante, reduciendo así la necesidad de alternativas sintéticas.
El impacto de los biogases no se limita al sector energético. Su implantación tiene efectos directos en la agricultura, ya que su producción permite:
Además de cerrar el ciclo de nutrientes, los biogases generan ingresos adicionales para los agricultores y fomentan la autosuficiencia de las comunidades rurales, contribuyendo a fijar población y dinamizar territorios históricamente desfavorecidos
Este proceso, además de cerrar el ciclo de nutrientes, genera ingresos adicionales para los agricultores y fomenta la autosuficiencia de las comunidades rurales, contribuyendo a fijar población y dinamizar territorios históricamente desfavorecidos.
Asimismo, los biogases pueden generar sinergias con otras industrias. Un segundo subproducto obtenido en el proceso de purificación (upgrading) del
biogás a biometano es el CO₂ biogénico, que puede capturarse y reutilizarse para sustituir al CO₂ fósil.
El CO₂ biogénico puede empleare en invernaderos o en sectores como la producción de bebidas carbonatadas, la industria alimentaria, aplicaciones médicas, materiales de construcción o incluso en combustibles sostenibles para aviación (SAF). Esto supone paso más hacia una economía verdaderamente circular. Se-
gún los últimos datos de EBA, en 2027 el CO₂ biogénico obtenido del biometano podría convertirse en la fuente principal de CO₂ biogénico de Europa.
Además de cerrar el ciclo de nutrientes, los biogases generan ingresos adicionales para los agricultores y fomenta la autosuficiencia de las comunidades rurales, contribuyendo a fijar población y dinamizar territorios históricamente desfavorecidos.
Según los últimos datos de la Asociación Europea del Biogás (EBA), en 2023 Europa produjo más de 230 TWh de biogases (una categoría que engloba tanto al biogás como a su versión purificada, el biometano) a través de más de 21.000 plantas distribuidas por todo el continente.
De cara al futuro, las previsiones son incluso más ambiciosas: se estima que para 2040 Europa podría alcanzar una producción de 1.000 TWh, lo que cubriría cerca del 80% de la demanda de combustibles gaseosos proyectada para ese año.
En el caso específico del biometano, más del 85% de las plantas están ya conectadas a la red de gas, lo que permite su integración directa en los sistemas de distribución existentes. El tamaño medio de una planta es de aproximadamente 44 GWh anuales, lo cual se traduce en:
• Más de 20.000 toneladas de CO₂ evitadas por año.
• Suministro energético equivalente a las necesidades de 4.000 hogares.
• Producción de 600 toneladas de fertilizante.
• Creación de alrededor de 60 empleos directos e indirectos.
PAÍSES LÍDERES Y PERSPECTIVAS PARA ESPAÑA
Algunos de los países que lideran la producción y utilización del biometano, en Europa son Dinamarca, Francia e Italia.
• Dinamarca ya consigue que el 40% del gas inyectado en red sea biometano, y se ha propuesto el ambicioso objetivo de alcanzar el 100% en 2030. Un ejemplo paradigmático de cómo una política coherente puede transformar el sistema energético en pocos años.
• Francia, por su parte, es el país europeo con el crecimiento más rápido
en este sector. Las políticas de apoyo, incentivos a la inyección en red y subvenciones específicas han creado un entorno favorable para la inversión y expansión del biometano.
• Italia también ha tomado medidas decididas, especialmente a través del llamado Decreto del Biometano, en vigor desde hace varios años, que ha estimulado el desarrollo de nuevas plantas y la modernización de las ya existentes.
En contraste, España, en 2023 produjo 7,42 TWh de biogases frente a los 20 TWh marcados en el PNIEC para 2030, y a pesar de un potencial de producción de casi 130 TWh anuales en 2040.
España cuenta con uno de los mayores potenciales de producción de biogases del continente de cara al futuro, gracias a su potente sector agrícola y ganadero, así como a su extensión territorial. Además, los últimos informes de la EBA indican que España será uno de los principales destinos europeos de inversión privada en biometano en los próximos años (4.800 millones de euros según los últimos datos de EBA). A pesar de esto, el país aún no cuenta con medidas específicas de apoyo a la demanda o la inyección, por ejemplo.
España será uno de los principales destinos europeos de inversión privada en biometano en los próximos años. A pesar de esto, el país aún no cuenta con medidas específicas de apoyo a la demanda ola inyección, por ejemplo
A pesar del progreso, el sector aún enfrenta desafíos importantes que deben abordarse con urgencia para que los biogases puedan desplegar todo su potencial:
1. Un marco legislativo claro y específico, que sirva de guía para los Estados miembros y atraiga inversiones privadas a largo plazo. En el caso de España, destaca por ejemplo el retraso en la transposición de la RED III, que es fundamental para aclarar algunas cuestiones importantes sobre los objetivos de sostenibilidad por los que deberá regirse el sector.
Este retraso, que se ha producido en otros países europeos, refleja una congestión administrativa, probablemente causada por la transposición simultánea de múltiples paquetes legislativos de la UE, como los Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC).
También de otras iniciativas adicionales, incluida la próxima propuesta legislativa en el marco de la hoja de ruta REPowerEU para los planes nacionales de diversificación energética. Se espera que esto actúe como un motor para promover el uso del biogás y el biometano con el fin de reducir la dependencia del gas natural ruso, pero también contribuye al creciente volumen de legislación energética que debe ser negociada y transpuesta a nivel nacional.
2. Facilitar la inyección a red, eliminando trabas burocráticas y estableciendo procedimientos más ágiles y uniformes, otambién ofreciendo apoyo directo a la inyección de biometano.
3. Aceleración de permisos y licencias para la construcción de nuevas plantas y ampliaciones. Se otorgan permisos, pero la tramitación en Europa puede llevar entre 2 y 3 años de media, incluso alargarse hasta 7.
4. Impulso al aprovechamiento del digerido y del CO₂ biogénico. El impacto
+ ANGELA SAINZ, EBA
Marco legislativo adecuado, facilitar la inyección a red, aceleración de permisos y licencias, impulso al aprovechamiento del digerido y del CO₂ biogénico y aceptación social son elementos clave para el desarrollo del sector
de los biogases no es solo energético y pasa por valorizar el uso del digerido como fertilizante orgánico y del CO₂ biogénico como sustituto del CO₂ fósil.
5. Licencia social como elemento clave para el éxito de un proyecto de biogás. Esto implica, por una parte, un proceso de participación comunitaria que permita construir confianza en el sector mediante gestión de expectativas y desinformación. Por otra, la tramitación de proyectos sólidos, con beneficios para el territorio y sostenibilidad a largo plazo.
UNA OPORTUNIDAD QUE
EUROPA NO PUEDE DEJAR PASAR
Los biogases representan una oportunidad única para Europa: permiten luchar contra el cambio climático, reforzar la seguridad energética, revitalizar el tejido industrial y rural, y liderar el desarrollo de tecnologías limpias a nivel global. Todo ello, aprovechando infraestructuras ya existentes y aportando beneficios económicos y medioambientales tangibles como los mencionados en este artículo. Para ello, será fundamental que tanto desde las instituciones europeas como desde los gobiernos nacionales se facilite el desarrollo de los biogases como pieza clave de la bioeconomía europea.
El pasado año 2024, España revisó su objetivo de producción mínima de gas renovable para 2030 en su Ruta del Biogás, pasando de 10,4 TWh a 20TWh, según la actualización del PNIEC. Esto aumentó significativamente la brecha con respecto a la capacidad actual, situada en torno a 2TWh, con sólo 15 plantas de biometano en funcionamiento.
La buena noticia es que, según la Asociación Europea de Biometano, España está atrayendo el mayor nivel de inversiones previstas en biometano, con 4.800 millones de euros, que permitirán alcanzar más de 17TWh, acercándose cada vez más al nuevo objetivo para 2030. Esta oportunidad pone de manifiesto la necesidad de inversión en infraestructuras de gas renovable en la Península Ibérica. No obstante, el mercado del biometano aún está en una fase incipiente,
lo que conlleva una mayor incertidumbre y ciertos riesgos. Afrontar este escenario requiere experiencia y financiación garantizada por parte de los promotores adecuados que entiendan el mercado y conozcan sus particularidades.
Uno de ellos es CycleØ, principal promotor, propietario y operador de plan-
CycleØ ha anunciado recientemente su intención de invertir 200 millones de euros en el mercado ibérico para construir hasta 30 plantas de biogás
tas de biogás en Europa; y fabricante de tecnología propia líder en el mercado. La compañía ha anunciado recientemente su intención de invertir 200 millones de euros en el mercado ibérico para construir hasta 30 plantas de biogás. Con casi la mitad de su plantilla en España, cinco activos operativos —incluido el primer punto de inyección privado en la red de gas española—, tres oficinas y una planta de fabricación en el País Vasco, CycleØ mantiene una sólida presencia en el país, aunque con la ambición de expandirse por toda Europa.
Esta presencia internacional incluye su filial danesa, que fabrica equipos de desulfuración y metanización de primera calidad, lo que le permite ofrecer una solución verticalmente integrada para la producción, el refinado y —con licencia de transporte— la comercialización de gas natural renovable. Además de sus
La incorporación de Andrés García Lastra impulsará el desarrollo de proyectos de biometano en sectores industriales clave
plantas operativas actuales, CycleØ prevé nuevas instalaciones y operaciones de fusiones y adquisiciones en 2025. Este crecimiento se verá reforzado por la incorporación de Andrés García Lastra como nuevo director de desarrollo de proyectos para el mercado ibérico. Con 15 años de experiencia en energía e infraestructuras, ha trabajado en renovables, electricidad y gas, en desarrollo empresarial, fusiones y adquisiciones, gestión de proyectos y operación de plantas. Su labor se
centrará en colaborar con clientes de sectores industriales como tratamiento de aguas residuales, alimentación y destilerías, papelera y otras industrias, ayudándoles a alcanzar sus objetivos de descarbonización y ESG mediante la gestión de residuos y la reducción de emisiones.
En los últimos años se observa la proliferación de plataformas contrarias a las plantas de biogás en España, un fenómeno digno de estudio que debería interesar a los sociólogos. Desde el mundo de la ingeniería se deben ofrecer proyectos bien elaborados y transparencia, necesaria para generar confianza ¿Qué puede explicar la falta de confianza? ¿Es objetivable este fenómeno? El presente artículo pretende aportar elementos para la reflexión que ayuden a entenderlo.
XAVIER FLOTATS RIPOLL PROFESOR EMÉRITO DE INGENIERÍA AMBIENTAL, UPC-BARCELONATECH
La energía contenida en los alimentos procede de la energía solar capturada a través de la fotosíntesis, el mismo origen que la energía contenida en los efluentes residuales de la cadena alimentaria, los sustratos para la producción de biogás. El sistema agroalimentario mundial representa del orden del 30% de la energía final del sistema energético. También es responsable de aproximadamente el 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), incluyendo metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) de la descomposición de materia orgánica, con variaciones entre países según su renta y con un porcentaje más elevado en aquellos con elevado consumo de carne. Para reducir el consumo energético y las emisiones GEI del sistema alimen-
tario, diferentes propuestas apuntan a la reducción de su consumo (Riba y Flotats, 2019). Esta reducción es una evidencia en Europa, pero tendrá poca influencia en la mejora ambiental de regiones con un sistema agroalimentario caracterizado por importación de materias primas para piensos y exportación de proteína animal a países con demanda (Flotats y Riba, 2020), lo cual, además, convierte al sistema en muy frágil en un entorno de competencia internacional.
La producción y consumo de productos agroalimentarios en España se encuentra en el marco de una economía global, caracterizada por la especialización: se exporta lo que se produce de manera competitiva (hortalizas, fruta, carne, …) y se importa lo que no se produce. Equilibrar la
producción propia con las importaciones y exportaciones, y mantener una balanza comercial favorable, aporta flexibilidad, asegura el abastecimiento y la sostenibilidad económica del sistema, independientemente de malas cosechas debidas al cambio climático, pero plantea dificultades sobre la estricta aplicación del consumo de proximidad, sobre la valoración económica del trabajo agrario y, en definitiva, sobre la sostenibilidad ambiental y social del sistema.
Para alimentar una población creciente en un planeta finito, FAO e IPCC, en su sexto informe, proponen el concepto de intensificación sostenible, el cual implica una visión integral, desde la demanda de alimentos, con dietas más saludables y evitando el desperdicio, hasta la producción, más
Se comparan tres granjas de 1.000 cerdas cada una, de ciclo cerrado, con tres métodos de gestión diferentes: 1) con almacén de purines en pozos dentro de la nave durante 4 meses; 2) con retirada diaria de los pozos hasta balsa exterior no cubierta durante 4 meses; 3) retirada diaria hasta digestor anaerobio, con aprovechamiento del biogás, con un tiempo de retención de 1 mes y almacén posterior cubierto, con recuperación de CH4 residual, durante 3 meses. Se contrasta con el método 4), consistente en 200 granjas de 5 cerdas cada una, de ciclo cerrado, con lecho de paja, renovación de esta cada 2,5 meses y compostaje posterior en hileras
con volteo no frecuente. Se evalúan las emisiones GEI y la pérdida de nitrógeno fertilizante en forma de emisiones de NH3 y N2O, por cerda, utilizando los parámetros de las Tablas de IPCC (2019) que se indican:
• Sólidos volátiles (SV) excretados: Tabla 10.13A.
• Emisión máxima de CH4: Tabla 10.16.
• Factores de emisión MCF: Tabla 10.17. Para almacén en pozo se adopta un clima cálido húmedo, para almacén exterior un clima templado húmedo y para planta de biogás un MCF del 5%. Para lecho con paja se interpola para clima templado seco y 2,5 meses (MCF = 24,75%).
• Nitrógeno (N) excretado: coeficientes del Anexo 1 del Decreto 153/2019
de la Generalitat de Cataluña, inferiores a los de la Tabla 10.19 de IPCC (2019), por mejora de la eficiencia en alimentación animal.
• Emisiones de N-NH 3: Tabla 10.22.
• Emisión directa de N-N 2O: Tabla 10.21. Cama de paja: 4%, valor promedio del intervalo 1% - 7%.
• Emisiones indirectas de N-N₂O: 1 % de las emisiones de N-NH₃. Para estimar la excreción de SV y de N se adoptan los siguientes valores: hembras (1000) y machos (4): 190 kg; transición (3.500): 7,5 kg; engorde (6.800): 55 kg; reposición: 122,5 kg (180). Para granjas de 5 cerdas se adopta una distribución proporcional a la anterior.
MÉTODO DE GESTIÓN DE LOS PURINES T CH 4/AÑO T NH 3/AÑO
1)Almacén en pozo bajo animales 4 meses
2)Almacén en balsa exterior 4 meses
3)Planta de biogás y balsa posterior cubierta
4)Lecho de paja y compostaje
Tabla. Resultados de la estimación de emisiones según IPCC (2019) de cuatro métodos de gestión de purines en explotaciones porcinas de ciclo cerrado. Métodos 1 a 3: granja de 1000 cerdas; método 4: 200 granjas de 5 cerdas.
eficiente desde los puntos de vista de balances económicos, de energía y de masa. Cuatro palabras clave lo resumen: agroecología (aprender de la naturaleza), intensificación (hacer más con menos), precisión (eficiencia) y reducción de emisiones (Reguant y Farràs, 2025).
Mejorar eficiencias y adoptar nuevas tecnologías usualmente requiere un cambio de dimensión. Por ejemplo, ver Cuadro, 200 granjas de cinco cerdas cada una, con los cerdos de engorde correspondientes, con lecho de paja y compostaje, tienen más emisiones estimadas de GEI y amoníaco (NH3) que una granja de 1000 cerdas, si esta dispone de un sistema automático para retirar diariamente los purines de las naves para alimentar una planta de biogás con digerido cubierto. El primer modelo es más amable, con granjas más integradas en el paisaje, mientras que el segundo permite una mayor eficiencia productiva y un margen económico para inversiones en mejoras sanitarias y ambientales. El número total de animales es el mis-
mo, pero no el tamaño y distribución geográfica de las parcelas a fertilizar con los purines.
Cuesta aceptar que aumentar la escala pueda ser ambientalmente más correcto que mantener la forma de producción ancestral. Supone un cambio del paisaje que nos ha sido familiar. También es así para la gestión de residuos o para la energía fotovoltaica y eólica. Nos hemos acostumbrado a vertederos o plantas de tratamiento de residuos lejos de la mirada coti-
diana, o a un modelo de producción energética centralizada, con pocas centrales escondidas a la mayoría de la población, mientras que debemos tender a modelos de transformación de residuos como fábricas de nuevos productos, o a sistemas de producción energética distribuida, que afectan a toda la superficie del país, a la vista de todos.
El reto es que las políticas creen certidumbres. La cuestión no está en si plantas de biogás sí o no, sino en qué sistema
La intensificación de la cabaña porcina, promovida por la demanda exportadora, con mejoras en la eficiencia productiva y menores flujos de nutrientes hacia las deyecciones, ha seguido los métodos 1 o 2 de la Tabla, no del 3. El precedente conocido en el país de intensificación ganadera no es de sostenibilidad ambiental; no es de extrañar que el término “producción intensiva” produzca rechazo. El modelo de contratos de integración en el sector, que ayudó a fijar población en el medio rural, crea un esquema donde el ganadero, responsable de los purines, no tiene ni capacidad económica para inversiones ni la visión de futuro del negocio para implicarse económi-
camente en plantas de biogás colectivas. Con regulaciones españolas que no contemplan incentivos estables que permitan planificar a medio plazo, el ganadero queda a merced de propuestas de grupos de inversión, percibidos como intrusos en la comunidad, cuyo objetivo será el beneficio en el mercado internacional de la energía y de los bonos de carbono. Producir biogás y valorizarlo es necesario, pero no suficiente.
En el medio rural no existe el anonimato de las ciudades. Las actuaciones de unos y la oposición de otros afecta fácilmente la convivencia. Por ello, la unión en forma de asociación o cooperativa, con mucho dialogo, consenso, iniciativa e implicación de los agentes locales en las fases iniciales y en el desarrollo, de un proyecto de gestión colectiva de residuos agropecuarios, con el convencimiento de que este será una mejora ambiental de la zona y de la propia actividad agraria, son factores clave para el éxito de la implantación (Flotats et al., 2009). Sin esto, propuestas de terceros fácilmente se interpretan como imposiciones.
El movimiento de la población hacia las ciudades por razones laborales modifica el esquema del sistema alimentario, con polarización entre zonas metropolitanas consumidoras y gran-
Las políticas gubernamentales con capacidad de promover el biogás son las coordinadas en cuatro ámbitos: la autosuficiencia energética, la lucha contra el cambio climático, la gestión de residuos y el desarrollo rural. Políticas que en España justo empiezan de forma tímida
y a la gestión de residuos y aguas residuales (0,3%). Las emisiones debidas a gestión de deyecciones más fertilización orgánica ascendieron a 293 kt NH3; un valor agronómico que se pierde y contamina, y que obliga al uso de fertilizantes nitrogenados de síntesis, que a su vez emitieron 88,4 kt NH3 (MITECO, 2025). No se conseguirá reducir estas emisiones sin la implicación de las personas activas en estos campos de actividad.
La unión en forma de asociación o cooperativa, con mucho dialogo, consenso, iniciativa e implicación de los agentes locales, en un proyecto de gestión colectiva de residuos agropecuarios, son factores clave para el éxito de la implantación
des áreas productoras de alimentos. El fenómeno de retorno de población a zonas rurales también tiene consecuencias. Un desarrollo rural basado en el trabajo artesanal, el agroturismo o las segundas residencias mejora la calidad de vida de la población dedicada a los servicios, pero intensifica la percepción del medio rural como espacio de tranquilidad. Las percepciones son importantes, porque dificultan nuevas actividades industriales relacionadas con la agricultura, la ganadería y los recursos naturales (Flotats y Riba, 2020).
Las emisiones estimadas de CH4 en España para 2023 de la gestión de deyecciones ganaderas, gestión de residuos orgánicos y tratamiento de aguas residuales (los efluentes residuales de la cadena alimentaria) ascendieron a 780 kt CH4, equivalentes a 10,8 TWh; una energía que se pierde y con un efecto invernadero correspondiente a 21,8 millones de toneladas de CO2eq. Las emisiones estimadas de NH3 fueron de 434,8 kt en 2023, de las cuales el 97,7% correspondieron a la gestión de deyecciones ganaderas (43,2%), a la fertilización orgánica y mineral (54,2%)
Para hacer frente al reto de mitigar estas emisiones, hace años que diferentes países de Europa promovieron plantas de biogás y acciones para aprovechar mejor los nutrientes. A la vista de los datos de producción per cápita de biogás en los países europeos (ver Figura), cabe preguntarse por qué España aparece en una posición de cola. En un estudio sobre las políticas gubernamentales con capacidad de promover el biogás, Edwards et al. (2015) concluyeron que eran las coordinadas en cuatro ámbitos: la autosuficiencia energética, la lucha contra el cambio climático, la gestión de residuos y el desarrollo rural. Políticas coordinadas que en España justo empiezan de forma tímida.
Lo anterior significa que la tecnología del biogás aún no forma parte de la cultura tecnológica del país y cualquier iniciativa produce inicialmente miedo a
Para evitar que la incertidumbre bloquee la toma de decisiones es necesario mucho dialogo y pactar planes a corto, medio y largo plazo, con un desarrollo basado en indicadores medibles y transparentes
Unión
Biogás: Producción per cápita de energía primaria (2010, 2023)
Rumanía
Malta
Bulgaria
España
Portugal
Irlanda
Hungría
Polonia
Eslovenia
Chipre
Lituania
Grecia
Estonia
Suecia
Eslovaquia
Luxemburgo
Austria
Croacia
Bélgica
Letonia
Países
Bajos
Francia
Finlandia
Italia
Europea - 27
Chequia
Alemania
Dinamarca
kWh/hab·año
Figura: Producción anual per cápita de biogás en unidades de energía primaria (kWh/hab·año) para los países de la UE-27, años 2010 y 2023. Elaboración propia a partir de EUROSTAT (2025)
lo desconocido y al cambio, sin conocimiento para valorar sus beneficios ambientales. Si, además, quien se posiciona contra la intensificación utiliza como estrategia el ataque, con argumentos espurios, a tecnologías que pudieran hacerla sostenible, aparece un escenario donde nada tiene sentido. Si hubiera consenso en aceptar los objetivos para el sistema agroalimentario de sostenibilidad ambiental, suficien-
cia de alimentos para toda la población, asequibilidad para todos, viabilidad económica y social de la actividad agraria, probablemente emergería un escenario en el que diferentes visiones se complementasen, dependiendo de cada tipología de demanda alimentaria. Esta transición energética, ecológica y hacia una economía circular, en la que estamos inmersos, es tiempo de conflictos y contradicciones. Para
evitar que la incertidumbre bloquee la toma de decisiones es necesario mucho dialogo y pactar planes a corto, medio y largo plazo, con un desarrollo basado en indicadores medibles y transparentes. El reto es que las políticas creen certidumbres. La cuestión no está en si plantas de biogás sí o no, sino en qué sistema agroalimentario, energético y ambiental deseamos para nuestros descendientes. Si a este futuro los residuos han de contribuir como nuevos recursos, el biogás será una realidad deseada, aunque se reduzca la cabaña porcina.
• Edwards, J., Othman, M., Burn, S. (2015). A review of policy drivers and barriers for the use of anaerobic digestion in Europe, the United States and Australia. Renewable and Sustainable Energy Reviews, 52: 815-828.
• EUROSTAT (2025). Energy flow - Sankey diagram data (Consulta: abril 2025); Population change - Demographic balance and crude rates at national level (Consulta: mayo 2025). En línea: https://ec.europa.eu/eurostat
• Flotats, X., Bonmatí, A., Fernández, B., Magrí, A. (2009). Manure treatment technologies: on-farm versus centralized strategies. NE Spain as case study. Bioresource Technology, 100: 5519–5526.
• Flotats, X., Riba, C. (2020). Alimentació i energia (II): implicacions futures. Quaderns Agraris, 49: 7-34.
• IPCC (2019). Refinement to the 2006 IPCC Guidelines for National Greenhouse Gas Inventories, Volume 4: Agriculture, Forestry and Other Land Use, Chapter 10: Emissions from Livestock and Manure Management.
• MITECO (2025). Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y de Contaminantes Atmosféricos (1990-2023). En línea: https:// www.miteco.gob.es, consulta: agosto 2025.
• Reguant, F., Farràs, L. (2025). Cuits pel clima. Produir aliments en temps de canvi climàtic. Editorial Bresca, 338 pp.
• Riba, C., Flotats, X. (2019). Alimentació i energia (I): estat de la qüestió. Quaderns Agraris, 47: 7-43.
El molino granulador de Amandus Kahl mejora el rendimiento del metano entre un 20 y un 35 %, permite aprovechar paja húmeda o de baja calidad y, junto con la pelletización, crea un ciclo cerrado que convierte los residuos agrícolas en energía y fertilizante.
El maíz sigue siendo el sustrato más habitual en las plantas de biogás, aunque su cultivo implica limitaciones importantes en el uso del suelo. Frente a ello, los residuos agrícolas —como el estiércol sólido, la paja, los residuos verdes o incluso los excrementos de las granjas de insectos proteaginosos ( frass )— constituyen una alternativa prometedora, con un enorme potencial para generar energía y aprovechar mejor los recursos disponibles. Sin embar -
go, para obtener el máximo rendimiento de gas a partir de estos materiales, es necesario un tratamiento mecánico previo que los transforme en sustrato de forma eficiente y sin productos químicos.
El fabricante de maquinaria Amandus Kahl, con sede en Reinbek, ha desarrollado una tecnología especialmente adecuada para el pretratamiento mecánico de materiales que contienen fibra bruta: el molino granulador desfibra los residuos, como la paja o el estiércol
sólido, con tanta eficacia que permite aumentar considerablemente el rendimiento de metano en las plantas de biogás, sin necesidad de añadir productos químicos ni aumentar el volumen del fermentador.
Así lo ha confirmado un estudio de la Universidad de Aarhus, que ha demostrado un aumento significativo de la producción de gas en la paja desfibrada en comparación con la paja cortada. El desfibrado aumenta la superficie del material y elimina el aire del sustrato,
lo que reduce la tendencia a la formación de espuma y capas flotantes en el fermentador, al tiempo que ofrece a las bacterias una mayor superficie de ataque. El resultado es un rendimiento de gas entre un 20 y un 35 % superior. Es especialmente ventajosa la posibilidad de aprovechar de forma óptima la paja húmeda o de baja calidad, un producto que ya no se puede utilizar como lecho, mediante su trituración previa para la obtención de energía.
SISTEMA DE CIRCULACIÓN PARA UNA EFICIENCIA MÁXIMA
La integración de una prensa pelletizadora asegura una mayor eficiencia en la producción de energía y un reciclaje del 100 %. Tras la fermentación de los residuos agrícolas, los restos
de fermentación pueden procesarse en prensas pelletizadoras y utilizarse como fertilizante de alta calidad. De este modo, se crea un ciclo cerrado: la paja que se genera durante la cosecha de cereales se tritura en el molino granulador y se introduce en la planta de biogás.
Allí, además de biogás, se generan residuos de fermentación que se secan mediante deshidratación mecánica y calor residual. A continuación, se transforman en fertilizantes mediante pelletización y se enriquecen con minerales para aumentar su calidad energética. De esta manera, la combinación de trituración y pelletización no solo maximiza la eficiencia de la producción de biogás, sino que también ofrece una solución sostenible para el reciclaje de residuos.
SOSTENIBILIDAD Y RENTABILIDAD
En un contexto de aumento de los precios de la energía y de mayores exigencias medioambientales, el molino granulador de Amandus Kahl ofrece una solución rentable y sostenible para la producción de biogás. Al integrar una prensa pelletizadora, también es posible crear un ciclo cerrado que da como resultado la producción de fertilizante de alta calidad. Esto demuestra que el uso sostenible de la biomasa ofrece mucho más que una fuente de energía verde, ya que genera valor añadido tanto económico como ecológico.
CONSEJERA DE DESARROLLO SOSTENIBLE DEL GOBIERNO DE CASTILLA-LA MANCHA
La generación de biogás en Castilla-La Mancha es una oportunidad para la gestión sostenible de los residuos
Alberto Casillas
D Daniel García
TEMAS: BIOGÁS, BIOMETANO, ECONOMÍA CIRCULAR
Castilla-La Mancha quiere situarse a la vanguardia del biometano en España. El Gobierno regional ultima el Plan Regional de Biometano 2024–2030, que prevé transformar millones de toneladas de residuos orgánicos en energía renovable, fertilizantes y empleo para el medio rural. Sobre los objetivos y el alcance de esta estrategia, hablamos con Mercedes Gómez, consejera de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Castilla-La Mancha es una de las regiones con mayor potencial para el desarrollo del biogás y biometano en España. En este contexto, la Junta está impulsando el Plan Regional de Biometano 2024–2030. ¿Qué factores motivaron al Gobierno autonómico a diseñar este marco estratégico?
Hay dos factores fundamentales que han motivado la redacción de este Plan de Biometano, el primero es la gran cantidad de residuos orgánicos que se generan en Castilla-La Mancha y que era conveniente proponer esta alternativa para mejorar su gestión y el segundo factor ha sido facilitar a los promotores de las plantas de biometano un marco normativo adecuado y previsible que estableciese los requisitos técnicos a cumplir por estas instalaciones que, sin limitar su actividad empresarial, garantizase la salvaguarda del medio ambiente. De esta forma, el Plan que se aprobará con rango de decreto, antes de finalizar 2025, pretende ir más allá de una hoja de ruta, ya que como hemos comentado con anterioridad establece también los requerimientos técnicos a cumplir por estas plantas.
El Plan
Biometano de Castilla-La Mancha, que se aprobará antes de finalizar 2025, pretende ir más allá de una hoja de ruta
El plan nace con una vocación transformadora en el ámbito energético y ambiental de la región. ¿Qué elementos innovadores se incorporan respecto a otras iniciativas similares? ¿qué metas específicas
MERCEDES GÓMEZ, GOBIERNO DE CASTILLA-LA MANCHA
se marca en cuanto a capacidad de producción de biometano, instalaciones e impacto en la reducción de emisiones?
En la aprobación de este Plan de Biometanización vamos más allá de la generación de biometano, ya que entendemos que la buena gestión del digestato producido en estas instalaciones, tiene que garantizar la obtención de un fertilizante orgánico que mejore la productividad y características de nuestros cultivos.
En este sentido, se establece que la fracción solida de este digestato se transforme en un fertilizante de excelente calidad y la fracción liquida sea sometida a un tratamiento posterior para reducir el contenido en nitrógeno y pueda mejorar la disponibilidad de agua de los cultivos donde se aplique.
En lo que respecta a la capacidad de producción de biometano, según los estudios realizados para la elaboración de este Plan, Castilla-La Mancha cuenta con un potencial de 8,1 TWh/a y con una capacidad de valorización de materia orgánica vía metanización de 15,7 millones de toneladas anuales. De este modo, permitirá alcanzar un ahorro de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de 509.600 toneladas de CO2 equivalente por la sustitución del gas natural de origen fósil.
Castilla-La Mancha cuenta con un potencial de producción de biometano de 8,1 TWh/año y con una capacidad de valorización de materia orgánica vía metanización de 15,7 millones de toneladas anuales
Insisten en que el documento no es solo una herramienta de planificación energética, sino también de gestión ambiental y ordenación del
territorio. ¿Cómo se integra este marco con las políticas autonómicas ya existentes en materia de residuos y planificación territorial?
Como ya hemos comentado, uno de los objetivos fundamentales de este Plan de Biometanización es mejorar la gestión de los residuos orgánicos generados en Castilla-La Mancha, que según el inventario realizado para su elaboración en esta región se generan anualmente en torno a 16 millones de toneladas. La transformación de estos residuos en biometano y fertilizantes orgánicos encaja perfectamente en el Plan de Prevención y Gestión de residuos de Castilla-La Mancha, aprobado recientemente, y cuyo horizonte alcanza el 2030. De igual forma, se han establecido requisitos de ubicación de las plantas de biometano que favorecerán su implantación en la región, en cuanto a distancias a núcleos de población y limitación de acceso de los vehículos por los municipios, además de establecerse un radio de acción de recogida de los residuos, en definitiva, estableciendo obligaciones a los promotores de estas plantas para que cumplan con una planificación territorial acorde a las características de Castilla-La Mancha.
El Plan Regional de Biometano 2024–2030 se estructura sobre una serie de puntos estratégicos y actuaciones prioritarias en el corto y medio plazo.
¿Cuáles son los principales ámbitos de actuación que contempla y qué instrumentos recoge para impulsar la transición energética en Castilla-La Mancha?
El plan de Biometanización es parte de la ejecución del Plan Estratégico para el Desarrollo Energético de Castilla-La Mancha horizonte 2030, que fue aprobado en mayo de 2022 y está alineado con el PNIEC. En el Plan Estratégico de Desarrollo Energético el primer objetivo es fomentar las energías renovables con un objetivo específico de producir un 48% del total de la energía primaria con fuentes renovables, por lo que es esencial apostar por los gases renovables porque necesitamos transitar al uso de la energía renovable tanto en la electricidad como en el gas, ya que ambos son necesarios en nuestros hogares e industrias.
Por ello, el Plan de Biometanización nace con el objetivo de cumplir con la Medida 1.4. de Promoción del uso del biogás como energía térmica, buscando concienciar y generar confianza en las plantas de digestión anaerobia, definir un marco de referencia, generar conciencia y confianza en el digerido por parte de los agricultores, mejorar la calidad del producto generado, digestato, y garantizar su trazabilidad. Y por supuesto, proteger la salud de las personas y del medio ambiente, así como fomentar la cultura de calidad, dando compromiso a la excelencia.
MERCEDES GÓMEZ, GOBIERNO DE CASTILLA-LA MANCHA
La ubicación adecuada de las plantas de biometano es un elemento clave para garantizar su viabilidad económica, su aceptación social y su integración ambiental
Uno de los ejes clave del plan es la implantación ordenada de instalaciones de biometano. ¿Qué criterios se establecerán para la ubicación y desarrollo de las nuevas plantas?, ¿cómo planean garantizar la trazabilidad de los residuos orgánicos y subproductos agroalimentarios a valorizar?
La ubicación adecuada de las plantas de biometano es un elemento clave para garantizar su viabilidad económica, su aceptación social y su integración ambiental. Castilla-La Mancha, por su extensión y diversidad agroganadera, presenta una elevada disponibilidad de emplazamientos técnicamente
viables, aunque su desarrollo debe realizarse bajo criterios planificados y armonizados con el territorio.
El Plan establece una serie de criterios técnicos, ambientales y sociales para determinar la idoneidad de los emplazamientos. Así en primer lugar, la generación de sustratos en proximidad: Se priorizan zonas con alta concentración ganadera, agrícola o agroindustrial. La cercanía a los residuos permite reducir costes logísticos y emisiones de transporte. El acceso a infraestructuras, conexión con la red gasista (para inyección), la cercanía a centros de consumo térmico o industrial; y la accesibilidad mediante carreteras para el transporte de sustratos y digerido.
MERCEDES
También la capacidad agronómica de absorción del digerido, es decir, la disponibilidad de superficie agrícola para valorización del digestato. Compatibilidad con las zonas vulnerables a nitratos, con aplicación controlada.
La compatibilidad territorial y social, con distancia mínima a núcleos de población, se establece una distancia mínima de 2.000 metros, y en casos excepcionales, 1.500 m si se aplican medidas correctoras de olores, ruidos y seguridad. En el caso que traten residuos SANDACH, distancia de 4.000 m. También se propone evitar zonas con alta sensibilidad ambiental o conflictos de uso del suelo.
Y por supuesto, las sinergias industriales y energéticas, pues se fomentan plantas integradas con industria agroalimentaria o centros logísticos.
El plan ha sido presentado como una herramienta alineada con el desarrollo territorial y la economía circular de la región. ¿Cómo esperan que los futuros proyectos de biometano contribuyan a dinamizar la economía local e impulsen nuevas oportunidades para el medio rural?
La generación de biogás en Castilla-La Mancha es una oportunidad para la gestión sostenible de los residuos, generación de nuevo empleo en zonas rurales, así como la fijación del actual en sectores como la agricultura y la ganadería, además de favorecer la mejora de la competitividad y el emprendimiento en geografías poco pobladas, garantizando la funcionalidad de estos territorios.
Con la puesta en marcha de este plan se prevé gestionar en el horizonte temporal de 2030, una buena parte de los residuos agroindustriales generados, que como ya hemos comentado suponen en torno a 16 millones de toneladas anuales. Esta gestión supondrá la instalación de plantas de biometano, creando actividad económica entorno a estas instalaciones y generando puestos de trabajo para su construcción y funcionamiento, en este sentido, puede suponer la creación de 1.615 puestos de trabajos con una inversión prevista de 1.425 millones de euros.
Con este Plan Regional, Castilla-La Mancha aspira a consolidarse como un referente nacional en el desarrollo del biometano. ¿Qué previsiones maneja el Gobierno autonómico respecto a su contribución efectiva al despliegue de este vector energético en el conjunto del territorio español?
Según los estudios realizados para la elaboración de este Plan de Biometanización, Castilla-La Mancha tiene una posición ventajosa frente a otras comunidades autónomas en cuanto a su potencial de producción energética a partir de biogás, lo que la encabeza como ubicación idónea para implementar este tipo de proyectos.
Su fuerte mercado agroganadero permite obtener un gran volumen de residuos aptos para la biometanización que se ve directamente reflejado en el potencial total de producción de biogás.
En concreto, la comunidad cuenta con un potencial total de generación de biogás de 138.869 Nm3 /h, con una producción de energía de 8,1 TWh/a partir de una generación de residuos de 15,7 millones de toneladas anuales.
Si analizamos el potencial de generación de biogas por distintos tipos de residuos, vemos que los residuos ganaderos con una generación anual en toneladas de 11.034.606 generarían 46.836 Nm3/h de biogas con una producción de energía de 2.725 GWh/a, los residuos agrarios con una generación de 1.971.050 toneladas de residuos por año, tienen un potencial de producción de biogás de 69.647 Nm3 /h, lo que resulta en la generación de aproximadamente 4.052 GWh/a de energía. En el sector de la industria agroalimentaria, se generan alrededor de 1.505.386 toneladas de residuos al año, con un potencial de biogás de 10.606 Nm3 /h y una energía de 615 GWh/a.
Por todo lo anterior y según los estudios existentes, Castilla-La Mancha tendría la capacidad de producir el 12,5% de biogás a nivel nacional, ocupando el tercer puesto detrás de Andalucía y Castilla y León.
La puesta en marcha de este plan puede suponer la creación de 1.615 puestos de trabajos con una inversión prevista de 1.425 millones de euros
TECNOLOGÍA I
PASS Small se presenta como la solución idónea para pequeñas plantas de biogás y depackaging, manteniendo la robustez y versatilidad de la tecnología Palmieri.
El verano de 2025 ha traído grandes novedades para PASS Solution, la tecnología de pretratamiento de residuos orgánicos desarrollada por Palmieri. Desde las instalaciones de Gaggio Montano, se han enviado dos equipos PASS Light a Caivano, en el sur de Italia, donde se han integrado en una planta que pro-
duce biometano y compost a partir de la FORM mediante digestión anaerobia seguida de compostaje.
Con esta iniciativa de generación de energía a partir de fuentes renovables, la región de Campania refuerza su apuesta por la sostenibilidad, en línea con los objetivos del PNRR italiano y del Plan Regional de Gestión de Resi-
duos, reduciendo vertidos y fomentando la economía circular.
La elección de PASS Solution por parte de EPCs y actores de referencia en el sector se debe a su capacidad para resolver con eficacia las problemáticas del pretratamiento. Sus equipos garantizan la máxima limpieza de los plásticos en salida, la eliminación to-
tal de metales y una fracción orgánica homogénea y libre de contaminantes, optimizando la digestión anaerobia y asegurando un compost de alta calidad.
A pesar de los reconocimientos ya alcanzados, Palmieri continúa invirtiendo en investigación, cada vez más especializada y orientada a ofrecer soluciones a las diferentes necesidades de los mercados nacionales e internacionales. Fruto de este trabajo constante surge la gran novedad de 2025, lanzada al mercado inglés e ibérico: PASS Small, un modelo compacto y modular diseñado para pequeñas plantas de tratamiento de biorresiduos y depackaging.
Con capacidad para procesar entre 7 y 10 t/h, se une a la gama actual — PASS Standard (hasta 20 t/h) y PASS Light (hasta 15 t/h)— manteniendo la filosofía plug and play y ofreciendo distintos módulos de selección en una sola solución.
PASS Small destaca por su robustez, su sistema de automatización avanzada y su capacidad para tratar materiales heterogéneos en espacios reducidos. Estas características lo convierten en una solución ideal para instalaciones de
menor escala que buscan la misma eficiencia y fiabilidad que los modelos de mayor capacidad.
Los próximos 1 y 2 de octubre, Palmieri y su socio español PROMAK presentarán PASS Small en el Salón del Gas Renovable de Valladolid. Será una oportunidad para compartir casos de éxito, atender consultas del mercado español y portugués, e identificar nuevas necesidades que guíen el desarrollo de futuras innovaciones.
Con este lanzamiento, Palmieri y PROMAK consolidan a PASS Solution como una de las propuestas más avanzadas e innovadoras en el pretratamiento de la FORM, restos alimentarios de supermercados, comedores y restaurantes, y en particular, en aplicaciones de depackaging industrial.
ESPAÑA CUENTA CON UNO DE LOS MAYORES POTENCIALES DE PRODUCCIÓN DE BIOMETANO EN EUROPA, PERO EL DESPLIEGUE SIGUE SIENDO LIMITADO. NO OBSTANTE, CUATRO PROYECTOS PIONEROS DEMUESTRAN QUE ESTA ENERGÍA RENOVABLE ES YA UNA REALIDAD, CON CAPACIDAD DE GENERAR EMPLEO, INVERSIÓN Y SEGURIDAD ENERGÉTICA.
e Luis Bustamante
En las últimas décadas, el uso del biometano como energía se ha posicionado como una palanca estratégica en Europa para avanzar hacia la descarbonización, la soberanía energética y la economía circular. Su capacidad para transformarse en energía limpia a partir de residuos orgánicos lo convierte en un recurso clave, especialmente en sectores poco electrificables como el transporte pesado o la agroindustria.
En este sentido, la Unión Europea, bajo el impulso del plan REPowerEU, ha establecido una ambiciosa meta de alcanzar los 35.000 millones de m³ de biometano producidos al año para 2030, lo que equivaldría al 10 % de la demanda total de gas y supondría evitar la emisión de unos 700 millones de toneladas de CO₂ equivalente. Sin embargo, esta clara apuesta europea contrasta con la situación de nuestro país, donde la transición al biometano avanza lentamente.
España, con más de 25 millones de hectáreas agrícolas y una alta producción
agroganadera, ocupa un lugar destacado como uno de los países con mayor capacidad técnica para producir biometano en Europa. El estudio de Sedigas (2023), realizado junto a PwC y Biovic, estima un potencial de hasta 163 TWh/año, equivalente al 45 % del consumo nacional de gas natural. Esto supondría una cobertura del 100% del consumo doméstico y cerca del 50% del industrial. Asimismo, su incidencia en la economía es notable, puesto que se calcula que el despliegue de este potencial podría generar alrededor de 62 000 empleos directos e indirectos. Sin embargo, el contraste es notable:
PLAN REPOWEREU, QUIERE ALCANZAR LOS 35.000 MILLONES DE M³ DE BIOMETANO AL AÑO PARA 2030, LO QUE EQUIVALDRÍA AL 10 % DE LA DEMANDA TOTAL DE GAS Y SUPONDRÍA EVITAR LA EMISIÓN DE UNOS 700 MILLONES DE TONELADAS DE CO₂
a finales de 2024, según datos de la Asociación Española de Biogás (AEBIG), España contaba con 11 plantas de biometano operativas, frente a las 1500 plantas activas que hay en Europa, donde Alemania, Francia y Dinamarca lideran el sector. Este despegue limitado se debe en gran medida a la falta de instrumentos regulatorios claros, incentivos económicos adecuados y procedimientos administrativos simplificados. A pesar de ello, el interés por parte del sector privado está creciendo. En 2024-2025 se ha producido un notable aumento de inversiones —superando los 3.300 millones de euros solo en España— y una expansión de la capacidad instalada a nivel europeo, según uno de los últimos informes de la Asociación Europea de Biogás (EBA). También han comenzado a multiplicarse las primeras inyecciones certificadas con garantías de origen, y en algunas regiones hay proyectos ambiciosos en marcha que combinan generación de biometano con producción de biofertilizantes. España debe seguir invirtiendo en la producción de biometano si no quiere quedarse atrás, especialmente si tenemos en cuenta la comparativa con el resto de países de la Unión Europea. No obstante, pese a este escenario, son varios los casos de éxito reales que hay en
BIOGASES EN ESPAÑA: CUATRO CASOS QUE DEMUESTRAN LA VIABILIDAD DE UN FUTURO ENERGÉTICO RENOVABLE Y CIRCULAR
nuestro país y que deben servir como inspiración y ejemplo para avanzar en el desarrollo de esta energía a corto plazo.
Los ejemplos de los que hablamos a continuación representan la punta de lanza del desarrollo del biometano en España. Cada uno de ellos demuestra que es posible generar energía renovable, reducir emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir al fortalecimiento de la economía si se emplea la tecnología adecuada, se realiza una planificación eficiente y se aprovechan correctamente los recursos locales. Además de su función energética, estas plantas son una muestra clara del valor añadido de un modelo circular: la valorización de residuos orgánicos y agroindustriales, la producción de biofertilizantes y la creación de empleo local son beneficios que trascienden la mera generación de energía renovable, convirtiendo al biometano en un recurso estratégico para el futuro sostenible del país.
España cuenta con un potencial técnico de hasta 163 TWh/año de biometano, repartido entre más de 2.300 localizaciones aptas en todo el territorio, lo que permitiría desplegar una red diversa de plantas capaz de cubrir gran parte de la demanda de gas nacional. Sin embargo, para aprovechar plenamente esta capacidad, es necesario avanzar en varios frentes. La consolidación de un marco regulatorio claro y coherente, que armonice criterios técnicos sobre permisos, garantías de origen y estándares de calidad del gas, es clave para dar seguridad a los inversores y reducir la incertidumbre administrativa que actualmente ralentiza muchos proyectos.
La inversión tecnológica también resulta determinante. La incorporación de automatización, digitalización de procesos mediante BIM y herramientas de monitorización como WIM, así como mejoras en los sistemas de purificación y upgrading del biogás, permitirá optimizar la eficiencia y reducir los costes
INDICADOR
Producción objetivo 2030
UNIÓN EUROPEA (OBJETIVO/2024)
operativos por unidad de gas producido. A su vez, la localización estratégica de plantas, especialmente en zonas rurales o con alta concentración agropecuaria, ofrece ventajas claras: minimiza los costes de transporte de residuos y digestatos, facilita la recuperación de nutrientes y genera empleo local, reforzando la economía circular y la aceptación social de estos proyectos.
En cuanto al horizonte temporal, los objetivos marcados por el PNIEC, la Hoja de Ruta del Biogás y el plan REPowerEU establecen metas moderadas para 2030, pero todavía están por debajo del potencial real estimado. Esto significa que existe margen para acelerar el despliegue, combinando eficiencia técnica, incentivos económicos adecuados y estrategias de integración industrial. Por tanto, si se logran alinear correctamente los factores técnicos, económicos, sociales y regulatorios, España podría no solo cumplir con sus compromisos climáticos, sino consolidarse como un referente europeo en producción de biometano, diversificar su matriz energética y fortalecer la industria renovable de manera sostenible y rentable.
ESPAÑA (POTENCIAL/2024)
35.000 millones m³ (~350 TWh/año) 20 TWh/año (objetivo PNIEC)
Potencial técnico estimado 163 TWh/año (45 % del consumo nacional de gas)
Plantas operativas (2024) >1.300 (Alemania >230, Francia >150) 11 plantas
Inversión reciente
Empleos previstos
>50.000 M€ (2022-2024 en toda la UE)
>3.300 M€ (2024)
>350.000 (estimación sectorial) ~62.000 (directos e indirectos)
Ubicada en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, al sureste de Madrid, esta planta se ha consolidado como una de las más avanzadas en España y Europa en producción de biometano a partir de residuos urbanos. Su operación integra los principios que contempla la economía circular, y permite transformar el biogás generado con la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos en biometano, contribuyendo a la reducción de emisiones y fortaleciendo la seguridad energética de la región. El proceso comienza en las plantas de biometanización de La Paloma y Las Dehesas, donde se trata la fracción orgánica de los residuos
urbanos para producir biogás mediante digestión anaerobia. Este biogás, que contiene aproximadamente un 60% de metano, se transporta a la Planta de Tratamiento de Biogás (PTB), donde se somete a un proceso de purificación que incluye desulfuración, concentración de metano, secado, compresión y odorización, alcanzando una pureza superior al 98% de metano. Una vez depurado, el biometano se inyecta en la red gasista nacional, cumpliendo con los estándares del protocolo PD-01.
Además, en el año 2022, la planta experimentó una ampliación significativa que permitió aumentar la producción de biometano en un 80%, pasando de generar 100 GWh/año
Ubicación
Parque Tecnológico de Valdemingómez, Madrid
Origen del biogás
Plantas de biometanización La Paloma y Las Dehesas
Capacidad de operación
4.000 Nm³/h
Procesos principales
Desulfuración, concentración de metano, secado, compresión y odorización
Destino del biometano
Inyección en la red gasista nacional
Producción anual 9,3 millones de Nm³ de biometano (para el año 2019)
Energía inyectada
156.87 GWh térmicos en 2024
Reducción de CO₂ estimada
43.500 t CO₂ equivalente
Ampliación reciente (2022)
Objetivo: incrementar un 80% la producción de biometano
de energía térmica a 180 GWh/año, suficiente para abastecer a más de 35.000 hogares o alimentar a 550 autobuses de la EMT (Empresa Municipal de Transportes) durante todo un año, tal y como señalan desde el propio Ayuntamiento de Madrid. Esta ampliación posiciona a la PTB de Valdemingómez como la cuarta planta de mayor capacidad en Europa.
Además de su capacidad técnica, la planta ha sido reconocida internacionalmente por su modelo de economía circular. En 2024, el proyecto fue galardonado en la Feria del Biogás de Birmingham en la categoría ‘Net Zero Circular Solutions’.
Ubicación
Depósito Controlado de Can Mata, Els Hostalets de Pierola, Barcelona
Operador
PreZero España
Tecnología de depuración WAGABOX® de Waga Energy (membranas + destilación criogénica)
Producción anual de biometano 70 GWh
Equivalente energético 14.000 hogares o 200 autobuses
Reducción de CO₂ estimada 17.000 t CO₂/año
Composición biogás
46% CH₄, 34% CO₂, 18% N₂
Usos del biogás
Biometano inyectado, electricidad, combustible industrial
El Depósito Controlado de Can Mata, en Els Hostalets de Pierola (Barcelona), es un referente en España en la valorización del biogás generado en vertederos. Operada por PreZero España desde hace más de 30 años, la instalación inauguró en octubre de 2023 la Planta de Producción de Biometano, que utiliza la tecnología WAGABOX® de Waga Energy para transformar el biogás en biometano de alta calidad, inyectado en la red de Nedgia y destinado a hogares e industrias.
El biogás de Can Mata presenta una composición de aproximadamente 46% metano, 34% CO₂ y 18% nitrógeno, lo que requiere un proceso de depuración avanzado en ocho etapas, incluyendo desulfuración, adsorción PSA/PTSA, separación de CO₂ por membranas y destilación criogénica. El biometano obtenido se acondiciona para
cumplir con los estándares de presión, odorización y calidad de la red de distribución de gas.
Can Mata ocupa cerca de 95 hectáreas, de las cuales 15 se destinan a las instalaciones de biogás, tratamiento de lixiviados y servicios generales. Con más de 347 pozos de captación y 19 estaciones de regulación, el vertedero genera un caudal medio de 4.000 Nm³/h de biogás, del cual aproximadamente un 51% se transforma en biometano para inyección en la red, otro 25% se utiliza directamente como combustible en industrias cercanas y un 18% se emplea para producir electricidad mediante cogeneración. En cuanto a la producción anual de biometano, esta asciende a 70 GWh, suficiente para abastecer a 14.000 hogares o 200 autobuses, y permite evitar la emisión de 17.000 toneladas de CO₂ al año al sustituir gas fósil por energía renovable.
La planta de biogás de Alcarràs, situada en Lleida, es un ejemplo destacado de economía circular en el sector agrícola y ganadero. En este caso, la instalación aprovecha deyecciones ganaderas y purines para generar biogás, que posteriormente se transforma en energía eléctrica y térmica. El digerido resultante del proceso de biodigestión anaerobia se convierte en un fertilizante natural de alta calidad, estable e higienizado, que mejora la fertilidad del suelo y permite reducir la dependencia de fertilizantes minerales.
En cuanto al proceso, se realiza bajo un control estricto de temperatura, oxígeno y humedad, garantizando la estabilidad del biogás y del digerido. El biogás generado se utiliza para producción de energía eléctrica y calor, parte de la cual se autoconsume en la planta y otra se inyecta a la red de distribución. A largo plazo, la planta prevé la pro -
ducción de biometano, aumentando aún más su aportación a la transición energética y consolidando un modelo de gestión sostenible de residuos ganaderos. Este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de más de 150 familias ganaderas locales, que han invertido directamente en las instalaciones, con apoyo de ayudas públicas del Programa CE Implementa y financiación europea NextGenerationEU.
Por otro lado, al gestionar de manera eficiente 60.000 toneladas anuales de estiércol y purines, se optimiza el uso de las 12.500 hectáreas agrícolas disponibles sin necesidad de expandir tierras adicionales, asegurando la viabilidad de las explotaciones ganaderas locales. Además, la venta de fertilizantes orgánicos y la generación de energía mediante biogás generan ingresos adicionales para los ganaderos, reforzando la competitividad y la sostenibilidad económica del sector.
Ubicación
Alcarràs, Lleida
Capacidad de tratamiento
60.000 toneladas anuales de estiércol y fracción sólida de purín
Tecnología
Biodigestión anaerobia con control de temperatura, oxígeno y humedad
Subproductos
Biogás (energía eléctrica y térmica), digerido (fertilizante natural)
Biometano
Prevista producción futura
Energía generada
Electricidad para autoconsumo y vertida a la red
Impacto ambiental
Reducción de emisiones de GEI; digerido como fertilizante sostenible
Participación local 150 familias ganaderas colaboradoras
Terreno
12.500 hectáreas de cultivo para gestión eficiente de deyecciones
En pleno corazón de Castilla-La Mancha, la planta de biometano Montes de Toledo, ubicada en el municipio de Noez, se perfila como un proyecto clave para el desarrollo de los gases renovables en España. Esta instalación tiene como objetivo transformar residuos agroganaderos en energía limpia y fertilizantes orgánicos, contribuyendo así a la economía circular y a la descarbonización del territorio. Con una inversión de 15 millones de euros y una superficie de 12,4 hectáreas, de las cuales cuatro se destinan específicamente a la producción de biometano, la planta trata anualmente cerca de 120.000 toneladas de residuos procedentes de granjas de vacuno, explotaciones porcinas, depuradoras y la industria agroalimentaria. El resultado será doble: por un lado, la generación de 40 GWh de biometano al año, equivalentes al consumo energético de 6.500 hogares; por otro, la producción de 30.000 toneladas de
fertilizantes sólidos, que retornarán al campo como abono de calidad. Además, el centro evita la emisión de 7.280 toneladas de CO₂ anuales, al sustituir gas fósil por biometano de origen local. La planta cuenta también con un gasoducto de 700 metros, construido por Nedgia (grupo Naturgy), que permite inyectar el gas renovable directamente a la red nacional, asegurando así su aprovechamiento en hogares e industrias. Un aspecto diferencial del proyecto es la incorporación de tecnologías punteras en automatización y digitalización. SITRA ha aplicado herramientas pioneras que permiten gestionar de manera más eficiente y segura todas las fases de una instalación de estas dimensiones. Por un lado, la metodología BIM, basada en modelos 3D colaborativos, se ha utilizado para el diseño y la construcción, aportando precisión, coordinación y trazabilidad en cada etapa. Por otro, la herramienta propia WIM dota a la planta de
Ubicación
Noez, Montes de Toledo (Toledo)
Superficie total
12,4 hectáreas
Área dedicada a biometano
4 hectáreas
Capacidad de tratamiento
120.000 t/año de residuos agroganaderos y agroalimentarios
Producción de biometano
40 GWh/año (equivalente al consumo de 6.500 hogares)
Producción de fertilizantes
30.000 t/año de fertilizantes sólidos
Emisiones evitadas
7.280 t CO₂/año
Infraestructura asociada
Gasoducto de 700 metros para inyección a la red de Nedgia
Empleo generado
60 puestos (directos e indirectos)
un sistema de control avanzado, que hace posible la monitorización remota en tiempo real y la resolución ágil de incidencias, consolidando así un modelo de operación totalmente automatizado y escalable.
Este proyecto es especialmente significativo en el contexto regional: Castilla-La Mancha concentra el 13% del potencial de biometano de España, suficiente para descarbonizar todo el consumo de gas natural de la comunidad. La planta de Noez se convierte, así, en el primer paso de un futuro en el que podrían construirse hasta 305 instalaciones similares, con una inversión estimada de 5.500 millones de euros y un fuerte impacto en la creación de empleo y en la transición energética.
Puragen desarrolla soluciones avanzadas de purificación de biogás y gases de combustión, reduciendo contaminantes críticos y asegurando un funcionamiento eficiente, seguro y sostenible en plantas de biogás, upgrading y EfW.
El biogás se está consolidando como una fuente esencial dentro del mix de energías renovables. Generado en instalaciones de digestión anaerobia (DA), vertederos y plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), este combustible sostenible ofrece un enorme potencial. Sin embargo, en su estado bruto contiene contaminantes perjudiciales que pueden comprometer el rendimiento de los equipos, dañar infraestructuras y limitar sus aplicaciones si no se tratan adecuadamente.
En entornos como vertederos o plantas de tratamiento, la purificación del biogás es esencial para mejorar la calidad del combustible. Compuestos como los siloxanos y el ácido sulfhídrico pueden causar acumulaciones de sílice y corrosión en los motores de cogeneración, generando elevados costes de mantenimiento y paradas no programadas.
Para los proyectos de inyección a red (G2G), las estrictas normas de pureza del biometano hacen indispensable una eliminación efectiva de contaminantes, asegurando el cumplimiento normativo y la protección de los procesos posteriores.
SOLUCIONES A MEDIDA PARA LA COGENERACIÓN Y EL BIOMETANO
Puragen ofrece soluciones de purificación específicamente diseñadas para operaciones de cogeneración y proyectos de upgrading de biometano. Su tecnología incluye medios de filtración de alto rendimiento, como FiltraPure®, y unidades móviles de carbón activado, como VOCSorber ®, que ofrecen: baja pérdida de carga y altos caudales, mayor vida útil del medio filtrante y menores costes de mantenimiento y biogás con una calidad constante para una operativa óptima y eficiente. Además, sus sistemas de filtración permiten cumplir con las especificaciones de fabricantes de motores cogeneración, OEMs y operadores de biome-
tano, garantizando un funcionamiento fiable y seguro a largo plazo.
ELIMINACIÓN EFICAZ DE CONTAMINANTES CRÍTICOS
Las soluciones de carbón activado de Puragen están diseñadas para eliminar una amplia gama de contaminantes presentes en el biogás, entre ellos:
• Ácido sulfhídrico (H₂S): Gas tóxico y corrosivo que, en presencia de humedad, forma ácidos que deterioran equipos e infraestructuras.
• Siloxanos: Derivados de productos domésticos y de cuidado personal. Generan depósitos abrasivos de sílice en motores. Puragen cuenta con grados de carbón activado específicos para siloxanos lineales y cíclicos.
• Compuestos Orgánicos Volátiles (COV): Sustancias como el pineno y el limoneno afectan negativamente la combustión y pueden provocar fallos en los motores.
• Amoniaco (NH₃) y otros compuestos odoríferos: Producidos en el manejo de residuos y procesos de digestión. Afectan tanto al funcionamiento de los equipos como a la calidad del aire.
Más allá del biogás, Puragen apoya al sector de energía a partir de residuos
FiltraPure ® y VOCSorber ® de Puragen garantizan biogás de alta calidad, mayor eficiencia y menores costes de mantenimiento
La tecnología de carbón activado de Puragen elimina contaminantes como siloxanos, H₂S y COV, asegurando fiabilidad y sostenibilidad en plantas de biogás y EfW
(EfW, por sus siglas en inglés). Durante la incineración de residuos no reciclables, el uso de carbón activado en polvo (PAC) se considera la Mejor Técnica Disponible (MTD) para la eliminación de contaminantes como mercurio, dioxinas y furanos en los gases de combustión. Esto no solo garantiza el cumplimiento ambiental, sino que también protege los sistemas posteriores.
El biogás sin purificar no solo compromete el rendimiento, sino que también puede ocasionar daños importantes en los equipos. Gracias a la integración de tecnologías avanzadas de carbón activado, Puragen ayuda a los operadores de los sectores de biogás y Energy from Waste a: proteger motores y equipos críticos, cumplir con regulaciones estrictas sobre gases y emisiones, reducir paradas no programadas y costes operativos y optimizar la producción de energía renovable. Puragen reafirma así su compromiso con soluciones innovadoras que impulsan una transición energética más limpia, eficiente y sostenible.
PURAGEN www.cpl-iberia.com
NANTONIO
ILLESCAS DIRECTOR DE DESARROLLO DE NEGOCIO Y OPERACIONES DE BIOMETANO DE ENAGÁS
os encontramos en un momento clave para definir nuestro futuro energético. España, tal y como están haciendo la mayoría de los países de Europa, debe transformar su modelo energético para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera, mitigar la dependencia de terceros países y promover la economía circular a través de un modelo basado en la innovación y el desarrollo local y social.
En este contexto, el biometano se erige como una de las alternativas más favorables para impulsar la transformación energética hacia un modelo más limpio, autosuficiente y con un impacto local real. Se trata de una tecnología avanzada y madura que permite aprovechar los residuos orgánicos generados por la industria alimentaria, la ganadería, la agricultura local, así como
las propias viviendas a través del contenedor marrón, convirtiéndolos en energía limpia, almacenable y de proximidad. Además, el uso del biometano puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en hasta un 90%, en comparación con el gas fósil, un factor diferencial.
El biometano se erige como una de las alternativas más favorables para impulsar la transformación energética hacia un modelo más limpio, autosuficiente y con un impacto local real
España dispone de uno de los mayores potenciales de producción de biometano de Europa, con capacidad para generar hasta 163 TWh anuales, casi la mitad del consumo actual de gas natural
La gestión de residuos es uno de los grandes desafíos ambientales del país. Hoy, más del 40% de los residuos urbanos españoles termina en vertederos, muy lejos del objetivo europeo de reducir esa cifra al 10% en 2035. A pesar de los avances en reciclaje, seguimos por debajo de lo exigido: en 2021 se recicló solo el 42% de los residuos municipales, frente al 50% requerido desde 2020. El problema principal radica en la escasa recogida separada de la fracción
orgánica —que supone entre el 40% y el 60% del peso de una bolsa de basura doméstica— y en la falta de instalaciones de tratamiento adecuadas. Aunque la implantación del contenedor marrón es obligatoria desde enero de 2024 en municipios de más de 5.000 habitantes, su despliegue avanza con lentitud, en parte por la falta de plantas específicas. Esto hace aún más urgente apostar por soluciones como el biometano, que no solo evita emisiones, sino que convierte un problema ambiental en una fuente de energía renovable y circular.
MUCHO MÁS QUE ENERGÍA: ECONOMÍA CIRCULAR
Además de generar energía limpia y de proximidad, la generación de biometano produce un subproducto de gran valor: el digestato. Una vez tratado, este digestato se puede transformar en un fertilizante orgánico para la agricultura, reduciendo la dependencia de los agricultores a productos químicos y contaminantes. El papel de las plantas de biometano va más allá, ya que también pueden generar agua osmotizada, de gran utilidad para las comunidades
de regantes; así como CO₂ biogénico, que una vez extraído puede transformarse de diversas maneras para generar materiales compatibles con la descarbonización de la economía española, sobre todo en el ámbito del transporte. De este modo, se promueve un modelo de economía circular basado en el reaprovechamiento de recursos y se genera un desarrollo económico y social para el territorio a través de una propuesta basada en la sostenibilidad y el impacto local.
Aunque aún es poco conocido en España, el biometano tiene un impacto directo y tangible en nuestra vida cotidiana. Puede utilizarse en los hogares, como combustible para la calefacción o el transporte y en todo tipo de sectores industriales, incluidos aquellos de difícil electrificación, como la industria termointensiva. De esta manera, el biometano se consolida como una de las fuentes renovables con mayor potencial para avanzar hacia un modelo energético más limpio, seguro y sostenible, y se presenta como una herramienta estratégica para impulsar el crecimiento y consolidar la economía del país. Según los cálculos de Sedigás, el desarrollo completo de este vector energético, mediante la construcción de plantas, requeriría una inversión cercana a los 41.000 millones de euros. Pero su relevancia va más allá de la inversión: el biometano también genera empleo. De hecho, y según las mismas estimaciones de Sedigás, su implantación podría crear más de 20.000 puestos de trabajo directos y hasta 40.000 indirectos en sectores clave como el transporte y los servicios. Apostar por el biometano también supone un progreso y mejora tecnológica. La construcción de estas plantas
La realidad actual aún refleja una brecha: en todo el territorio español existen apenas 15 plantas de biometano operativas, una cifra reducida en comparación a las cerca de 1.700 plantas en funcionamiento en toda Europa
lleva consigo actualmente el uso de tecnología de vanguardia, garantizando un funcionamiento eficiente, seguro y sostenible. Del mismo modo, nuestras instalaciones incorporan las mejores técnicas disponibles, incluyendo un tratamiento cerrado, con naves presurizadas y biofiltros contribuyendo así a evitar la emisión de olores al exterior.
En Enagás Renovable somos conscientes del potencial del biometano y la oportunidad que representa para España a nivel social, medioambiental y empresarial. Por ello, estamos impulsando diversos proyectos en el país, con el objetivo de avanzaren la transición hacia este nuevo modelo energético, fomentando el desarrollo económico y el empleo local.
ENORME, PERO AÚN DESAPROVECHADO
España cuenta con todos los recursos necesarios para convertir el biometano en un vector clave en la descarbonización y en la promoción de la economía circular. Su elevada producción agrícola y ganadera, junto con una red de infraestructuras ya existente y una creciente demanda energética por parte de ciudadanos y empresas, posicionan al país como un candidato ideal para convertirse en un referente europeo en energía verde y sostenible.
España dispone de uno de los mayores potenciales de producción de biometano de Europa, con capacidad para generar hasta 163 TWh anuales, casi la mitad del consumo actual de gas natural. La realidad actual aún refleja una brecha: en todo el territorio español existen apenas 15 plantas de biometano operativas, una cifra reducida si la comparamos con las cerca de 1.700 plantas en funcionamiento en toda Europa, donde países como Alemania, superan ya las 250 plantas y producen más de 10 TWh anuales, o Dinamarca, donde el biometano cubre ya más de un 40% de la demanda de gas.
El biometano no es una promesa de futuro, es una realidad consolidada en Europa y una oportunidad inmejorable para España. Su implantación no solo impulsa la transición hacia un modelo energético más limpio y equitativo, sino que también actúa como motor de crecimiento y desarrollo local, fortalece la soberanía energética, aumenta la competitividad empresarial y genera empleo, contribuyendo de manera tangible al bienestar de la sociedad.
En Enagás Renovable creemos firmemente en el papel estratégico del biometano y estamos impulsando proyectos en todo el país para acelerar su despliegue. Pero este esfuerzo debe ir acompañado de un compromiso conjunto: administraciones, empresas y ciudadanos deben apostar decididamente por esta tecnología. España no puede dejar pasar esta oportunidad de situarse a la vanguardia de la transición energética y construir un futuro más sostenible y próspero para todos.
El Biogas-Booster®, distribuido por Promak Selling Solutions, combina desintegración electrocinética y soporte bacteriano para mejorar la digestión anaerobia, aumentar la producción de biogás y reducir costes operativos.
Afinales de los años noventa nació una idea que revolucionaría el sector del biogás: el Biogas-Booster®, una tecnología diseñada para optimizar el rendimiento energético de los digestores anaerobios. Con más de 4.500 instalaciones en todo el mundo, este sistema se ha consolidado como un referente para productores de energía renovable que buscan aumentar la rentabilidad de sus plantas y reforzar su compromiso con la sostenibilidad.
El principio del Biogas-Booster® es sencillo pero eficaz: más gas con la misma cantidad de sustrato, o el mismo gas con menos entrada. Para lograrlo, integra tres etapas complementarias que provocan una trituración mecánica y microscópica del sustrato. Este proceso mejora la digestión y estimula la actividad de las bacterias productoras de ácido y metano, multiplicando hasta por tres su población en el fermentador. El resultado: un aumento del rendimiento de biogás de entre el 8 y el 18 %, acompañado de una reducción significativa de costes operativos.
BENEFICIOS PRINCIPALES
Entre los principales beneficios del Biogas-Booster ® destaca la disminución de la viscosidad del sustrato, lo que facilita la agitación y el bombeo y se traduce en un ahorro energético de hasta un 10 %. Al mismo tiempo, el sistema permite una liberación más eficaz de las enzimas propias del material, reduciendo o incluso eliminando la necesidad de aditivos externos. Otro efecto positivo es el incremento del contenido de metano en el biogás, que puede aumentar entre 1 y 2 puntos porcentuales.
La tecnología también contribuye a mantener procesos más estables, evitando la formación de capas flotantes o sedimentadas en el digestor, y mejora el rendimiento de los motores de gas gracias a una fijación más eficiente del ni-
trógeno y del sulfuro de hidrógeno. Por último, el Biogas-Booster® favorece una mayor degradación del material en el fermentador, lo que reduce la capacidad de almacenamiento final necesaria y optimiza la gestión global de los sustratos. La clave tecnológica del Biogas-Booster® es la desintegración electrocinética. Aplicando un campo eléctrico de hasta 70.000 voltios sobre el sustrato, se rompen las membranas celulares y se liberan componentes intracelulares antes inaccesibles. Este mecanismo, similar a la electroporación, aumenta la biodisponibilidad de compuestos complejos como la celulosa o la lignina, favoreciendo su metabolización por las bacterias metanogénicas.
La desintegración electrocinética y los cuerpos de cultivo Bio-Boost-A potencian la digestión anaerobia y mejoran la eficiencia de las plantas
Además, el sistema incluye los cuerpos de cultivo orgánicos Bio-Boost-A, estructuras especialmente diseñadas que sirven como soporte de colonias bacterianas. Gracias a su superficie porosa y reticulada, las bacterias de metano encuentran un “hogar” ideal donde crecer y multiplicarse, lo que potencia aún más la eficiencia del proceso de fermentación.
El Biogas-Booster® ofrece distintas opciones de instalación para adaptarse a las necesidades de cada planta: desde su colocación en la sala de bombas, pasando por soluciones exteriores con aislamiento térmico, hasta instalaciones en contenedor para grandes plantas o aquellas con múltiples fermentadores.
En conjunto, esta tecnología no solo incrementa la producción de biogás y electricidad hasta en un 18 %, sino que también contribuye a una gestión más estable y sostenible de los sustratos orgánicos. La combinación de innovación tecnológica, ahorro energético y mejora biológica posiciona al Biogas-Booster® como un aliado imprescindible para el futuro de la economía circular y la transición energética.
e Nuria Suárez
SIN EMBARGO, LA AUSENCIA DE UN MARCO REGULATORIO ESTABLE, LA COMPLEJIDAD ADMINISTRATIVA Y LA FALTA DE OBJETIVOS NACIONALES
AMBICIOSOS MANTIENEN INFRAUTILIZADO ESTE RECURSO.
En un momento en que Europa y sus Estados miembros aceleran los planes de transición energética, cada vez son más los actores que coinciden en que los gases renovables desempeñarán un papel esencial dentro de las estrategias nacionales de descarbonización. Su versatilidad y su elevado potencial energético los convierten en una pieza clave para garantizar un sistema más sostenible y resiliente.
Desde el propio sector energético español se advierte que, sin una apuesta decidida por los gases renovables, será imposible alcanzar los objetivos de neutralidad climática fijados por la Unión Europea. En este escenario, hemos conversado con expertos del panorama energético nacional: Francisco Repullo, expresidente de AEBIG y consultor in-
SIN UNA APUESTA DECIDIDA POR LOS GASES RENOVABLES, NO SERÁ POSIBLE ALCANZAR LOS OBJETIVOS DE NEUTRALIDAD CLIMÁTICA FIJADOS POR LA UNIÓN EUROPEA
dependiente; Adrien Souchet, director de Biometano de Moeve, y fuentes de la empresa Naturgy, quienes coinciden en señalar que el gas verde se perfila como un vector imprescindible para el futuro energético.
UN SECTOR MADURO Y EN EXPANSIÓN
En la actualidad, aunque todavía existen áreas de mejora tecnológica, el sector de los gases renovables presenta un alto grado de madurez, como lo demuestran las cerca de 1.700 plantas ya operativas en Europa. Además, al producirse a partir de residuos locales, este gas contribuye directamente a la independencia energética y a la seguridad de suministro, al tiempo que reduce la necesidad de importar gas fósil. Para el caso de España, todo apunta a que el biometano será un pilar clave en las estrategias nacionales de descarbonización, al posibilitar la sustitución progresiva del gas natural fósil gracias a su total compatibilidad. Aunque la molécula de metano es la misma, el biometano permite reducir más de un 90% las emisiones de CO₂ en todo su ciclo de vida y, además, puede aprovechar las infraestructuras existentes de gas natural sin necesidad de adaptaciones, facilitando su inyección
directa en la red gasista y su uso en los mismos sectores que el gas natural.
Desde Moeve, Adrien Souchet subraya que el biometano será especialmente relevante como sustituto del gas natural en los sectores de difícil electrificación, como el transporte pesado, el marítimo o la industria. Además, destaca su papel como facilitador en la producción de nuevas energías, como el hidrógeno verde, contribuyendo así al cumplimiento de los objetivos climáticos y de la normativa vigente, entre ellos la Directiva de Energías Renovables y el Reglamento FuelEU Maritime.
De igual manera, desde Naturgy sostienen que la transición energética hacia un escenario Net Zero debe apoyarse en tres pilares fundamentales: garantizar el suministro, descarbonizar la economía y hacerlo a precios asequibles. En este sentido, advierten que la transición debe afrontarse “sin apriorismos tecnológicos, ya que descarbonizar no significa únicamente electrificar”. Adoptar tecnologías inmaduras de forma prematura, señalan, implica asumir costes que terminarían afectando tanto a la competitividad de la industria como a la renta disponible de las familias.
En línea con esta visión, Francisco Repullo enfatiza que el sector ya dispo-
ESPAÑA Y EL BIOMETANO: UNA ASIGNATURA PENDIENTE PARA LA COMPETITIVIDAD Y LA NEUTRALIDAD CLIMÁTICA
ne de promotores, inversores, tecnología, conocimiento, ingenierías y, sobre todo, biogás, que se genera de forma continua y en gran medida se está desaprovechando, a pesar de la creciente demanda. “El potencial es real y ya existente, pero resulta imprescindible desplegar las instalaciones necesarias para aprovecharlo plenamente”, expone.
A PESAR DEL OPTIMISMO IMPERANTE, EXISTE UN SENTIMIENTO COMÚN DE QUE ESPAÑA AÚN NO ESTÁ
APROVECHANDO EL ENORME POTENCIAL DEL BIOMETANO
A pesar del optimismo imperante, existe un sentimiento común de que España aún no está aprovechando el enorme potencial del biometano, un vector energético que, además de aportar seguridad de suministro y capacidad de descarbonización, ofrece soluciones a la gestión de residuos, impulsa una transición justa, contribuye a la cohesión territorial y refuerza la competitividad de toda la cadena de valor. En este sentido, los expertos señalan que el desarrollo del biometano en España aún se enfrenta a obstáculos significativos de carácter administrativo y técnico. La tramitación para poner en marcha una planta puede demorarse hasta cuatro años debido a la multiplicidad de autorizaciones y a la diversidad normativa entre comunidades autónomas, lo que complica la estandarización de los proyectos. A ello se suman las dificultades en la inyección a la red gasista, limitada por la falta de capacidad y encareci -
da por el uso del costoso reverse flow, que compromete la viabilidad económica. Finalmente, las restricciones en la conexión eléctrica, especialmente en zonas aisladas o deficitarias, convierten muchos puntos de acceso en inviables para nuevos desarrollos.
A estas dificultades se añade una escasa sensibilización social sobre los beneficios del biometano, pese a ser una tecnología madura y consolidada en Europa. “La falta de conocimiento por parte de las comunidades locales impide valorar su contribución a la independencia energética, la reducción de emisiones y la economía circular mediante el aprovechamiento de residuos agrícolas y ganaderos y la valorización del digestato como biofertilizante”, apunta Souchet.
Ante este escenario, desde Naturgy argumentan que “el verdadero catalizador para que esta oportunidad se materialice es contar con un marco regulatorio y normativo que impulse la producción y el consumo de biometano, ofreciendo seguridad a todos los
agentes involucrados para transformar este gran potencial en realidad”.
Por su parte, Repullo añade que el propio sector debe hacer también un ejercicio de autocrítica, “evitando la presentación de proyectos inviables, mal planteados o mal documentados, que finalmente sirvan como argumentación para el rechazo social —que en su mayor parte no está justificado— o incluso peor, que se lleven a término instalaciones que sean un fracaso y se utilicen como referente negativo contra este sector”.
Para acelerar el desarrollo del sector, contar con un marco regulatorio adecuado es decisivo tanto para el despliegue de proyectos de biometano como para atraer inversiones. Resulta imprescindible ofrecer visibilidad y estabilidad que permitan proyectar la demanda futura e impulsar nuevas iniciativas. De acuerdo con la opinión
Regulación Falta de un marco estable y armonizado en la UE y en España; procesos de tramitación largos y complejos.
Inversión Elevados costes iniciales de implantación y dificultad de acceso a financiación competitiva
Infraestructura Necesidad de adaptar redes de transporte y distribución de gas para integrar biogas
Mercado Escasa señal de precio para el gas renovable y falta de incentivos claros
Tecnología Retos en la escalabilidad de proyectos y en la madurez de algunas soluciones
Social Reticencias y desconocimiento general sobre sus beneficios
ESPAÑA Y EL BIOMETANO: UNA ASIGNATURA PENDIENTE PARA LA COMPETITIVIDAD Y LA NEUTRALIDAD CLIMÁTICA
de los expertos, la ausencia de una regulación homogénea a nivel nacional incrementa las dificultades, mientras que la fijación de objetivos ambiciosos a escala estatal aparece como la clave para generar confianza y canalizar inversión hacia el biometano.
Repullo se muestra crítico con la ausencia de un marco regulatorio claro para los gases renovables, ya que, en su opinión, esta situación no afecta tanto a la financiación como al coste total de los proyectos, debido a las largas demoras en la obtención de permisos y licencias, condicionadas en ocasiones por el rechazo social. Por ello, considera que la Administración debería desempeñar un papel más proactivo, pues “todos los actores del sector estamos convencidos de la necesidad de esta actividad para la sociedad, así como del enorme potencial que tiene este país”.
Según el experto, los instrumentos de apoyo más eficaces para garantizar el despegue del sector pasan por la homologación y simplificación de los trámites burocráticos relacionados con el permitting, así como por una mayor dotación y formación de recursos en las administraciones, en línea con el potencial y los objetivos marcados. Además, manifiesta la necesidad de incrementar el conocimiento y la concienciación social sobre el valor que aporta el biometano, lo que exige una
La inyección de biogases en la red debería considerarse prioritaria, estableciendo una planificación clara para el buen funcionamiento del sistema.
Adrien Souchet, director de Biometano de Moeve.
mejor comunicación por parte de todos los actores implicados.
Desde Naturgy insisten en que “no se trata tanto de pedir ayudas, sino de definir qué queremos ser y un marco normativo sencillo y estable que incentive las inversiones”. Actualmente, gran parte del biometano producido en España se exporta a países como Alemania y Holanda, donde ya existen sistemas de incentivos consolidados. Por ello, subrayan que “España necesita su propio plan para que el sector pueda desarrollarse y el biometano se comercialice dentro del país”.
A sabiendas de que el uso de residuos como materia prima para producir biometano permite tanto su aprovechamiento y valorización como el empleo del digestato como biofertilizante en tierras de cultivo, las plantas de biometano se consolidan como una solución de gestión integral de residuos que, además, asegura un proceso con emisiones neutras de gases de efecto invernadero. “Al ubicarse en las proximidades de los centros de
Valorización de residuos
Convierte desechos orgánicos en recursos útiles.
Generación de energía renovable
Alternativa real al gas fósil.
Producción de biofertilizantes
El digestato se aprovecha en tierras de cultivo.
Proximidad
Plantas ubicadas cerca de los centros de generación.
Reducción de emisiones
1 4 2 5 3 6
Procesos neutros en GEI y menor impacto por transporte.
Participación social Fomenta la recogida separada y la concienciación ciudadana.
generación de estos residuos, no solo convierten subproductos en recursos valiosos, sino que también reducen los desplazamientos y evitan las emisiones asociadas al transporte”, sintetiza Souchet.
En la misma línea, Repullo recuerda que “los residuos orgánicos son la base de partida de este sector”, destacando que su gestión convierte un problema ambiental en una fuente de recursos renovables. Añade, además, que la verdadera aportación del biogás no se limita a sustituir combustibles fósiles por otros de origen orgánico, sino también a la reducción de emisiones gracias al tratamiento de estos residuos en las plantas de biogás.
Por su parte, desde Naturgy lo tienen claro: las plantas de biometano representan un eslabón crucial en el tratamiento de la materia orgánica de los residuos urbanos, ya que permiten reducir en un 10% la cantidad de desechos y, al mismo tiempo, generan una fuente de energía renovable. Por esta razón, afirman que “lo importante es la involucración de toda la sociedad en la recogida separada de los residuos urbanos, para permitir un mejor tratamiento de los mismos”.
UNA OPORTUNIDAD ESTRATÉGICA PARA ESPAÑA
Con la vista puesta en el futuro energético de España, las estimaciones de Sedigas apuntan a una capacidad de producción de biometano de 163 TWh al año, suficiente para cubrir entre el 45% y el 50% de la demanda nacional de gas natural. Este recurso se perfila como estratégico en sectores de difícil electrificación, como el transporte pesado, el marítimo o la industria.
Frente a este potencial, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) plantea una senda más gradual, con un objetivo de sustitución de
Los gases renovables jugarán un papel crucial, ya que sin su concurrencia no será posible alcanzar los objetivos de descarbonización de la UE. Francisco Repullo, consultor independiente.
entre el 5% y el 6%, hasta alcanzar los 20 TWh de biogás en 2030.
En este marco, Francisco Repullo considera que el objetivo fijado para 2030 es perfectamente realista, puesto que el sector ya dispone de promotores, inversores, tecnología, conocimiento, ingenierías y, sobre todo, biogás, un recurso que se genera de forma continua pero que en gran medida aún se desaprovecha, pese a la
creciente demanda. No obstante, advierte que para materializar este potencial será necesario superar los retos regulatorios y técnicos previamente señalados, al tiempo que recuerda que los horizontes de largo plazo, como 2050, “quedan todavía muy lejos”.
Con una visión igualmente optimista, Adrien Souchet destaca que España ha avanzado de forma notable en el impulso del biometano y señala la voluntad política y el respaldo institucional como catalizadores decisivos para consolidar este sector. “Esta voluntad se demuestra con la implicación de distintos órganos públicos de cada autonomía y las diferentes Guías y Hojas de Ruta que las Comunidades Autonomías están desarrollando”.
Para concluir, desde Naturgy subrayan que el biometano ofrece una solución inmediata y viable. A medida que aumente su participación en la mezcla de gas natural consumido por la industria, permitirá reducir de forma significativa la huella de carbono sin necesidad de inversiones adicionales en infraestructuras. En este contexto, “España afronta una decisión estratégica clave: consolidarse como exportador de energía o aprovechar su potencial de biometano para descarbonizar su industria y atraer nuevas inversiones”.
Con todo ello, los expertos coinciden en que el biometano constituye una de las grandes oportunidades energéticas para España. Aunque su despliegue exige superar retos regulatorios, administrativos e infraestructurales, el sector cuenta ya con los recursos, la tecnología y la capacidad inversora necesarios para consolidarlo. La clave, subrayan, reside en establecer objetivos nacionales ambiciosos y un marco normativo estable que permitan transformar este potencial en una realidad y situar a España como referente en la producción y aprovechamiento del biometano.
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EN PRIMERA PERSONA
NAIARA ORTIZ DE MENDÍBIL
SECRETARIA GENERAL DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DEL GAS (SEDIGAS)
En la carrera hacia los objetivos climáticos y energéticos, Europa ha puesto gran parte de sus esperanzas en las energías renovables. Algunas ya cuentan con un reconocimiento consolidado, mientras que otras, pese a su enorme potencial, siguen siendo infravaloradas. El biometano es una de ellas. Este gas renovable, producido a partir de residuos orgánicos, ofrece beneficios únicos: contribuye de manera decisiva a la reducción de emisiones, refuerza la autonomía energética del
continente y dinamiza la economía rural, entre otros. España, con un potencial extraordinario y una red gasista moderna y resiliente, podría convertirse en un actor decisivo en este tablero. La cuestión relevante hoy en día es si sabrá aprovechar esta enorme oportunidad a tiempo.
Europa ha situado al biometano en el núcleo de su estrategia energética. El reciente Biomethane Investment Outlook 2025 de la Asociación Europea del Biogás (EBA) confirma que la capacidad de producción ha superado los 7.000
millones de metros cúbicos anuales, con 900 nuevas plantas previstas en los próximos cinco años y más de 29.000 millones de euros comprometidos en proyectos. No se trata únicamente de cifras, sino de la constatación de una tecnología madura, probada y segura que ya ha dejado atrás la fase experimental para consolidarse como una industria con tracción propia.
El plan REPowerEU, lanzado en 2022, marcó un antes y un después al fijar como meta alcanzar los 35 bcm de biometano en 2030, multiplicando por diez la capacidad instalada en aquel momento. El mensaje fue inequívoco: la transición energética ya no es solo una cuestión de emisiones, sino también de soberanía. Sin embargo, esta dinámica inversora necesita reforzarse con marcos regulatorios claros y procesos administrativos más ágiles que aporten visibilidad y confianza a largo plazo. Solo así se mantendrá el apetito inversor que hoy existe en Europa.
En este contexto, España se encuentra en una posición singular. Según el mismo informe de la EBA, nuestro país lidera las previsiones de inversión con 4.800 millones de euros comprometidos hasta 2030 y una capacidad estimada de 17,3 TWh anuales. A primera vista, podría parecer una historia de éxito, pero la realidad es más compleja. Este liderazgo responde más al retraso acumulado respecto a países como Francia o Alemania que a una apuesta decidida por parte de nuestras instituciones.
La realidad es que hoy apenas contamos con 17 plantas operativas frente a las 760 francesas o las 260 alemanas. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) fija un objetivo de 20 TWh de biogás para 2030, una cifra que palidece frente al potencial técnico identificado por Sedigas que lo sitúa en 163 TWh. Dicho de otro modo, España podría cubrir el 50% de su demanda de gas natural con recursos propios, pero
España podría cubrir el 50% de su demanda de gas natural con recursos propios, pero el desarrollo real, a pesar de los avances, sigue lejos de materializar esas posibilidades
el desarrollo real – a pesar de los avances - sigue lejos de materializar esas posibilidades.
La explicación de este desfase no está en la falta de interés empresarial, pues los proyectos abundan y los inversores han demostrado reiteradamente su disposición a apostar por este vector energético. El problema radica en la existencia de barreras administrativas y regulatorias que entorpecen el despliegue. Los procesos de autorización pueden alargarse durante años, la coordinación entre administraciones públicas resulta insuficiente y no existen todavía incentivos específicos que aporten certidumbre de rentabilidad razonable a las inversiones.
La reciente Circular 2/2025 de la CNMC, que regula la conexión de nuevas plantas a la red gasista, supone un avance destacable, pero es aún insuficiente. Quedan retos clave por abordar, como la revisión del marco retributivo del sistema gasista para el periodo 2027–2032, la necesaria transposición de la RED III o la Directiva europea sobre gases renovable, del gas natural e hidrógeno.
El contraste con nuestros vecinos resulta revelador. Francia ha logrado superar a Alemania en volumen de producción gracias a una estrategia clara y estable, con sistemas de primas a la inyección que garantizan ingresos predecibles a los productores. Alemania, por su parte, consolidó su liderazgo a
lo largo de dos décadas gracias a tarifas reguladas que aportaron seguridad a los inversores. España, pese a contar con recursos abundantes y una red gasista moderna, ha carecido de un enfoque similar. El resultado es una brecha significativa en número de plantas y capacidad instalada. La lección es evidente: no basta con tener potencial, hacen falta señales políticas firmes y un marco regulatorio que permita convertir ese potencial en realidad.
El biometano no es solo un gas renovable; es también una palanca de economía circular y cohesión territorial. Su producción a partir de residuos orgánicos agrícolas, ganaderos, industriales y urbanos permite cerrar ciclos de materia, reducir emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la gestión de residuos y obtener fertilizantes orgánicos que sustituyen a insumos químicos. Cada planta contribuye a la creación de empleo estable y de calidad, tanto directo como indirecto, no sólo durante la fase de construcción, sino también durante su operación y mantenimiento, y ofrece nuevas fuentes de ingresos para agricultores y ganaderos, que ven cómo un coste de gestión se convierte en una oportunidad de negocio. En regiones como Castilla y León, Castilla-La Mancha o Andalucía, con un elevado potencial de materia prima, el biometano puede convertirse en un motor de desarrollo económico y en una herramienta eficaz contra la despoblación.
La dimensión geopolítica tampoco puede ignorarse. La guerra de Ucrania demostró la vulnerabilidad de una Eu-
El biometano no es solo un gas renovable; es también una palanca de economía circular y cohesión territorial
ropa excesivamente dependiente del gas ruso. En un mundo marcado por tensiones crecientes, la energía se ha convertido en un arma de presión y el biometano representa una de las pocas soluciones capaces de conjugar descarbonización con seguridad de suministro. A diferencia de otras renovables, no depende de condiciones meteorológicas, puede almacenarse y transportarse con facilidad, y aprovecha las infraestructuras existentes sin necesidad de grandes inversiones adicionales en beneficio de los hogares y la industria nacional. Su valor estratégico reside en la capacidad de blindar la autonomía energética del país al tiempo que se avanza hacia la neutralidad climática. El futuro del biometano en España dependerá de la capacidad de articular una estrategia nacional integral. Esa estrategia debería incluir objetivos vinculantes de producción e inyección acordes al potencial identificado, la simplificación administrativa y la reducción drástica de los plazos de tramitación.
También exigiría un marco de incentivos económicos estable y predecible
+ NAIARA ORTIZ DE MENDÍBIL, SEDIGAS
Tenemos recursos, tecnología, industria y experiencia suficientes para liderar este sector. Pero sin decisión política, ambición regulatoria y visión de Estado, ese potencial corre el riesgo de quedarse en papel mojado
que permita atraer inversiones a largo plazo y consolidar el papel del biometano como activo estratégico para el país. A nivel europeo, España debería alinearse con la propuesta de la EBA de alcanzar en Europa los 100.000 millones de metros cúbicos (bcm) de biogases en 2040 y respaldar la creación de una Carta Europea del Biometano que armonice normativas, agilice permisos y fortalezca infraestructuras.
España tiene recursos, tecnología, industria y experiencia suficientes para liderar este sector. Pero sin decisión política, ambición regulatoria y visión de Estado, ese potencial corre
el riesgo de quedarse en papel mojado. El biometano no es una opción secundaria, sino una herramienta imprescindible para garantizar la competitividad económica, la sostenibilidad ambiental y la soberanía energética. Aprovecharlo significa generar energía limpia a partir de nuestros propios residuos, fortalecer la economía rural, reducir emisiones y disminuir la dependencia exterior.
El tren del biometano ya está en marcha. España tiene un billete preferente, pero debe decidir si quiere subirse de inmediato o resignarse, una vez más, a ver cómo otros marcan el paso.
El biometano se ha consolidado en los últimos años como uno de los vectores energéticos con mayor potencial para contribuir a la descarbonización, la seguridad de suministro y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles importados. Su desarrollo y auge no solo responde a objetivos climáticos, sino también a la necesidad de fortalecer un tejido industrial vinculado a la gestión sostenible de recursos orgánicos y de atraer nuevas corrientes de financiación verde. En este sentido, el biometano se ha convertido en un destino cada vez más relevante para el capital inversor en Europa, con expectativas de crecimiento sostenido hacia 2030.
En este escenario de creciente interés financiero, la Asociación Europea del Biogás (EBA, por sus siglas en inglés) ha publicado su informe de ‘Perspectivas de inversión en biometano para 2025’, que analiza de manera detallada el pulso inversor en este sector. Este reportaje —elaborado a partir de los principales resultados del documento y complementado con declaraciones de George Osei Owusu, técnico y responsable de proyectos de la EBA— desgrana las perspectivas de inversión en biometano en Europa, y el papel que desempeñan en la expansión del sector.
Tal y como señaló Osei Owusu durante el webinar de presentación pública del informe, el pasado mes de junio, la EBA pretende con este seguimiento anual de las inversiones proporcionar información útil e identificar tendencias y carencias sobre la evolución del sector en Europa, analizando toda la cadena de valor: desde las plantas de producción hasta las infraestructuras y otros usos finales. “El enfoque esencial es ilustrar el crecimiento del sector y mostrar dónde se está generando impulso”, aseveró.
El Biomethane Investment Outlook 2025 —elaborado a partir de las respuestas de 28 inversores y promotores de proyectos miembros de la EBA, junto con inversiones anunciadas públicamente— confirma una tendencia al alza en el compromiso
financiero del sector. La cifra total de inversiones identificadas asciende a 28.400 millones de euros, de los cuales 26.000 millones corresponden a proyectos localizados en Europa con horizonte 2030.
Entre 2023 y 2024 se materializaron 345 millones de euros en proyectos, con la entrada en operación de la mayoría de las plantas previstas para este período. Estas inversiones aportaron alrededor de 834 GWh de capacidad de producción adicional, consolidando el papel del biometano como activo renovable emergente.
El informe subraya que la apetencia inversora se mantiene sólida, incluso en un contexto en el que el ritmo de crecimiento de la capacidad instalada comienza a mostrar signos de ralentización. Este contraste —capital disponible frente a una expansión operativa más moderada— pone de relieve la necesidad de un entorno político y normativo más estable para canalizar eficazmente los recursos financieros comprometidos.
En cuanto a las proyecciones, los compromisos de inversión en biometano permitirán alcanzar una capacidad adicional de 7,3 bcm anuales en Europa de aquí a 2030, lo que supone un incremento de 1 bcm respecto a la previsión del informe anterior. De este volumen, 6,7 bcm/año corresponderán a proyectos ubicados en la Unión Europea, mientras que el resto
BIOMETANO: ACTIVO ESTRATÉGICO Y DESTINO PRIORITARIO
se vincula a desarrollos fuera de Europa, sin localización definida o posteriores a 2030.
El calendario inversor muestra una distribución claramente diferenciada en dos etapas. Entre 2025 y 2026 se prevé la movilización de alrededor de 7.500 millones de euros, equivalentes a unos 2,2 bcm de capacidad adicional. Será a partir de 2027 y hasta 2030 cuando se movilice el grueso de la inversión, con más de 17.700 millones comprometidos, lo que se traducirá en otros 4,4 bcm de nueva capacidad.
Estamos viendo avances graduales. Incluso con una mirada retrospectiva, observamos un desarrollo continuo, y el apetito inversor seguirá creciendo de cara a los próximos años.
Adicionalmente, se han identificado 3.200 millones de euros, cuya ejecución está prevista más allá del 2030 o en proyectos fuera del continente europeo, lo que aportaría 0,7 bcm de capacidad adicional.
Este desglose revela que la planificación inversora no solo asegura un crecimiento sostenido, sino que también configura una apuesta de largo recorrido, plenamente alineada con los objetivos de neutralidad climática y diversificación energética marcados por la Unión Europea
El análisis geográfico de las inversiones permite aterrizar las cifras anteriores en el terreno. La distribución del capital comprometido no es homogénea en el continente, sino que se concentra en aquellos mercados que han sabido articular marcos regulatorios y condiciones favorables para el desarrollo de proyectos.
En este escenario, España emerge como principal destino del capital
BIOMETANO:
8,000,000,000 €
7,000,000,000 €
6,000,000,000 €
5,000,000,000 €
4,000,000,000 €
3,000,000,0 00€
2,000,000,000 €
1,000,000,000 €
EspañaDinamarcaReinoUnidoFrancia Italia SueciaPoloniaFinlandia GreciaPaísesBajosNoruegaPortugalBélgicaAlemaniaIrelanda
comprometido, con 4.800 millones previstos y más de medio centenar de plantas en diferentes fases de tramitación y construcción. Este volumen sitúa al país a la vanguardia del crecimiento inversor en Europa, en un contexto en el que la instituciones comunitarias demandan una mayor contribución del biometano a la seguridad energética.
Tras España, destacan Dinamarca, con 3.140 millones de euros proyectados; y el Reino Unido, con 2.400 millones, ambos con marcos regulatorios que han favorecido la consolidación de este vector energético en los últimos años. Como señaló Osei Owusu, “los países que lideran actualmente estas
inversiones son España, Dinamarca y el Reino Unido, los precursores en los que hoy se concentra el mayor volumen de capital”.
Francia, con 1.700 millones de euros, se mantiene como uno de los polos de referencia en el continente, aunque con un ritmo de inversión menos dinámico que el observado en periodos anteriores. En el siguiente escalón, aparecen otros países como Italia (1.300 millones), Suecia (1.100 millones), Polonia (1.090 millones) y Finlandia (1.020 millones), completando el grupo de mercados prioritarios a corto y medio plazo.
El informe recoge además una partida adicional de 6.800 millones de
PROYECTOS EN DESARROLLO
euros —equivalentes a unos 13,9 TWh de producción— aún sin destino geográfico definido dentro de Europa, lo que abre la puerta a que otros Estados miembros puedan atraer capital si logran articular políticas de apoyo más claras. Fuera de Europa, se han identificado inversiones por 1.020 millones de euros.
Más allá de estos mercados consolidados, comienzan a ganar protagonismo países como Austria y Estonia, mientras que Bélgica registra un número creciente de plantas operativas. También aparece por primera vez Grecia, donde se han iniciado procesos regulatorios y ya se detectan los primeros signos de inversión a lo largo de la
España 4.800 millones € 17,3 TWh/año
Dinamarca 3.140 millones € 10,3 TWh/año
Reino Unido 2.430 millones € 6,8 TWh/año
Francia 1.710 millones € 3,7 TWh/año
Italia 1.310 millones € 3,2 TWh/año
Suecia 1.160 millones € 2,5 TWh/año
Polonia 1.090 millones € 3,1 TWh/año
Finlandia 1.020 millones € 2,0 TWh/año
Grecia 1.010 millones € 2,4 TWh/año
Países Bajos 890 millones € 3,6 TWh/año
Noruega 820 millones € 2,1TWh/año
Purtugal
Bélgica
Alemania
Irlanda
400 millones € 1,3 TWh/año
320 millones € 1,0 TWh/año
200 millones € 0,6 TWh/año
170 millones € 0,8 TWh/año
Europa - sin más especificaciónes 6.800 millones € 13,9 TWh/año
No europeos 1.020 millones € 2.4 TWh/año
cadena de valor, tanto en plantas como en infraestructuras de red.
En conjunto, este mapa inversor refleja un sector en expansión y diversificación, en el que conviven países con posiciones ya consolidadas y otros que se abren paso como nuevos destinos para el capital. La concentración del capital en determinados países responde a la combinación de potencial de recursos, políticas de incentivo y confianza regulatoria, factores determinantes para la materialización de los proyectos.
Más allá de la distribución geográfica, el informe también detalla el destino de los recursos comprometidos. Si en el plano geográfico la inversión se concentra en un grupo limitado de países, en el plano tipológico destaca una clara preferencia por los proyectos greenfield, esto es, que la mayor parte del capital se concentra en la construcción de nuevas plantas de biometano. Estas absorben más de 24.200 millones de euros, equivalentes al 85 % del total y un 7 % más que en 2024. Tal y como destacó el técnico y responsable de proyectos de la EBA, “la mayor parte de la inversión se está destinando a nuevos proyectos, con diferentes escalas y capacidades, y eso es lo que esperamos seguir viendo hasta 2030”.
Este dato confirma que el sector mantiene un perfil de crecimiento expansivo, en el que la confianza de los inversores se orienta hacia iniciativas de mayor envergadura y capacidad de producción, apostando por ampliar significativamente la base productiva en lugar de limitarse a reconversiones o ampliaciones de instalaciones existentes.
En contraste, las inversiones en proyectos brownfield, fundamental -
BIOMETANO: ACTIVO ESTRATÉGICO Y DESTINO PRIORITARIO DEL CAPITAL VERDE EN EUROPA
mente destinadas a transformar antiguas plantas de biogás en instalaciones de producción de biometano, apenas alcanzan los 700 millones de euros, lo que revela que este segmento, aunque relevante, todavía representa una parte muy reducida del mercado. A esta cifra se suman alrededor de 100 millones de euros en operaciones de fusiones y adquisiciones, un volumen testimonial si
se compara con el peso de los desarrollos de nueva planta; y unos 3.200 millones de euros de inversiones aún no especificadas en cuanto a tipología.
El Outlook proyecta además la entrada en operación de casi 900 nuevas plantas de biometano en los próximos cinco años, una expansión que consolidará el crecimiento del sector y que vendrá acompañada de un incremento
del empleo del 2 % entre 2024 y 2025, reflejo del dinamismo que caracteriza a esta cadena de valor.
Finalmente, la EBA subraya un aspecto metodológico clave: no existe una correspondencia lineal entre el volumen de inversión y la capacidad añadida, ya que los costes por unidad varían de forma significativa según el país, el promotor o las condiciones específicas de cada proyecto.
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INVERSIONES EN INFRAESTRUCTURAS COMPLEMENTARIAS
Más allá de la financiación destinada directamente a nuevas plantas de producción, el informe subraya también la importancia creciente de las inversiones en infraestructuras asociadas al sector, imprescindibles para garantizar la integración y la viabilidad económica del biometano. En este ámbito se han identificado compromisos por valor de 1.300 millones
de euros, orientados a reforzar la cadena de valor y abrir nuevas aplicaciones de este gas renovable. Como recordó Osei Owusu, “estamos analizando toda la cadena de valor: no solo la inversión en plantas, sino también en infraestructuras y otros usos finales”.
Una parte significativa de estos recursos se dirige a la construcción de gasoductos y conexiones a red, que permiten maximizar la inyección de biometano en los sistemas nacionales de transporte y distribución. Asimismo, se observa un interés creciente en el desarrollo de plantas de bio-GNL, concebidas para abastecer al transporte pesado por carretera y al transporte marítimo, sectores en los que la electrificación resulta más compleja y donde el biometano licuado puede desempeñar un papel estratégico en la descarbonización.
Asimismo, el documento identifica inversiones orientadas a tecnologías emergentes vinculadas al aprovechamiento de CO₂ biogénico, una línea de innovación que amplía el valor añadido REPORTAJE
BIOMETANO: ACTIVO ESTRATÉGICO Y DESTINO PRIORITARIO DEL CAPITAL VERDE EN EUROPA
1.300 MILLONES DE EUROS SERÁN DESTINADOS A INFRAESTRUCTURAS
COMPLEMENTARIAS ASOCIADAS
AL SECTOR DEL BIOMETANO, DESDE GASODUCTOS Y BIO-GNL
HASTA TECNOLOGÍAS DE CO₂ BIOGÉNICO
terpretación general de las tendencias del mercado”.
En concreto, en el último ejercicio, se han contabilizado cancelaciones, suspensiones o reducciones de inversiones por un valor aproximado de 101 millones de euros, consecuencia principalmente de retrasos administrativos, cambios en los marcos políticos y una falta de prioridad del biometano en las estrategias energéticas nacionales.
LA CLAVE PARA LIBERAR EL POTENCIAL DEL BIOMETANO RESIDE EN CONTAR CON PROCEDIMIENTOS DE AUTORIZACIÓN MÁS ÁGILES, UN MARCO REGULATORIO ESTABLE Y OBJETIVOS VINCULANTES
del sector y abre la puerta a sinergias con otras industrias, como la captura y utilización de carbono o la producción de combustibles sintéticos.
En suma, estas actuaciones reflejan que el despliegue inversor en biometano no se limita a la ampliación de capacidad de producción, sino que incorpora cada vez más una visión sistémica, que contempla tanto la infraestructura de transporte como las aplicaciones finales y la integración con otras tecnologías limpias complementarias, en el marco de una economía baja en carbono.
Si bien el despliegue inversor en biometano avanza hacia una visión cada vez más completa de la cadena de valor, el informe advierte también de una serie de limitaciones y riesgos que condicionan la materialización efectiva de los proyectos. Tal y como reconoció el experto de la EBA, “hemos observado una reducción en las inversiones en términos de capacidad. Algunos proyectos que se esperaba que entrasen en funcionamiento el año pasado no lo hicieron, ya sea por cuestiones políticas, barreras normativas u otras razones. Esto afecta a las cifras que vemos este año y a la in -
Estos obstáculos ponen de relieve la vulnerabilidad de un sector que, pese a contar con un respaldo financiero creciente, necesita procedimientos de autorización más ágiles, estabilidad regulatoria y objetivos vinculantes que otorguen certidumbre a los inversores. Sin estas condiciones, existe el riesgo de que el capital comprometido se quede en espera o se redirija hacia otros ámbitos renovables con mayor seguridad jurídica.
La EBA subraya que, para consolidar el impulso actual, resulta imprescindible un apoyo político claro y sostenido. De lo contrario, el desajuste entre la disponibilidad de recursos financieros y la velocidad real de despliegue podría ampliarse, comprometiendo los objetivos europeos de alcanzar 35 bcm de producción en 2030 establecidos en el plan REPowerEU.
QUE APORTEN CERTIDUMBRE Y SEGURIDAD A LOS INVERSORES
En definitiva, el informe de ‘Perspectivas de inversión en biometano para 2025’ confirma que el biometano se ha consolidado como un destino prioritario para la inversión en renovables en Europa, con un compromiso financiero que supera los 28.000 millones de euros y una previsión de crecimiento sostenido hasta 2030. Sin embargo, también muestra que la disponibilidad de capital, por sí sola, no garantiza el ritmo necesario para alcanzar los objetivos europeos: la clave estará en que las políticas y los marcos regulatorios permitan transformar esas inversiones en proyectos efectivos.
PARA CONSOLIDAR EL IMPULSO ACTUAL, RESULTA IMPRESCINDIBLE UN APOYO POLÍTICO CLARO Y SOSTENIDO. ALGUNOS PROYECTOS SE ESTÁN RETRASANDO, YA SEA POR CUESTIONES POLÍTICAS, BARRERAS NORMATIVAS U OTRAS RAZONES
El dinamismo del sector, reflejado en la entrada de nuevos mercados y en la apuesta mayoritaria por proyectos greenfield, evidencia que existe una base sólida sobre la que construir. El biometano ha demostrado ser un vector energético con fuerte atractivo inversor, potencial de crecimiento y capacidad para integrarse en la infraestructura gasista existente. Por tanto, el reto inmediato es asegurar que la confianza del capital se traduzca en despliegues reales y sostenidos, que contribuyan a la descarbonización, la seguridad energética y la competitividad de Europa.
EN PRIMERA PERSONA
JAVIER DÍAZ
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE LA BIOMASA (AVEBIOM)
Tras años de pilotos y debates, llegamos a 2025 con reglas más claras para conectar biometano a red, un sistema de garantías de origen que aporta trazabilidad al MWh renovable y, lo más importante, con una cadena de valor que integra a agricultores y ganaderos, gestores de restos orgánicos, ingenierías, fabricantes, operadores de red y grandes consumidores. Podemos empezar a hablar de un despliegue ordenado real.
Tras años de pilotos y debates, llegamos a 2025 con los elementos necesarios para empezar a hablar de un despliegue ordenado real de los biogases en España
RESTOS QUE SE TRANSFORMAN EN RECURSO: LA MIRADA AMBIENTAL QUE PIDE EL TERRITORIO
La digestión anaerobia resuelve varios problemas a la vez: reduce emi -
siones difusas de metano asociadas a purines, lodos y biorresiduos; genera biogás/biometano para usos térmicos y movilidad; y produce digerido con valor agronómico si se trata y aplica bien.
Algunos de los mayores esfuerzos en innovación de estos dos últimos años han ido justo en esta dirección: separación sólido-líquido, concentración de nutrientes, acidificación para minimizar la volatilización de amoníaco, compostaje/estabilización y recuperación de agua con membranas. Convertir las plantas en factorías de bioproductos (gas renovable, biofertilizantes certificados y agua regenerada para usos internos o riego) parece, desde luego, la vía más interesante
para que el proyecto sea sólido ambiental y económicamente.
Esta transición encaja con políticas ambientales encaminadas a reducir la concentración de nitratos en zonas vulnerables, con la eliminación de olores gracias a naves que operan en ligera depresión con el aire tratado en biofiltros y la instalación de tanques y balsas cubiertos que capturan emisiones, y la aplicación de las mejores técnicas disponibles (MTD) en almacenamiento y en la fertilización con digerido.
La trazabilidad ya no es un extra: el esquema SURE —reconocido por la Comisión Europea para los requisitos de RED III— certifica sostenibilidad y cadena de custodia (mass balance) de biomasa, biogás y biometano y complementa al sistema de garantías de origen (que acredita el atributo energético). Con toda la documentación de SURE ya disponible en español (traducción realizada por AVEBIOM) y con guías que resumen los cambios y el procedimiento de transición de RED II a RED
La digestión anaerobia resuelve varios problemas a la vez: reduce emisiones difusas de metano asociadas a purines, lodos y biorresiduos; genera biogás/biometano para usos térmicos y movilidad; y produce digerido con valor agronómico si se trata y aplica bien
camiones y su huella logística, con un plan de tráfico pactado con el ayuntamiento y distancias prudentes a los núcleos habitados.
La segunda, en el diseño: naves operando en ligera depresión, con el aire conducido a biofiltros o lavadores, y tanques y balsas cubiertos para capturar emisiones; en resumen, aplicar desde el primer día las mejores técnicas disponibles.
La tercera, en la transparencia: explicar sin rodeos qué entra (procedencia de los materiales), qué sale (biometano, digerido que puede valorizarse en biofertilizantes y, cuando proceda, agua recuperada), qué medidas existen frente a olores y ruidos, y qué gana el municipio en tasas, empleo e inversiones vinculadas.
mientos ya industrializados (polígonos, parques agroalimentarios, EDAR y nodos logísticos), donde la conexión y la logística son óptimas.
Además, hace falta una señal económica clara y competitiva que acelere la inversión: subastas o contratos por diferencia (CfD), temporales, bien diseñados y ligados a criterios de sostenibilidad como el uso de restos locales, reducción verificada de emisiones y plan de gestión del digerido. Y conviene estandarizar la compra corporativa: guías que expliquen cómo contratar gas renovable con garantías de origen (GdO), cómo reportarlo y cómo integrar cláusulas de desempeño ambiental en los contratos.
III, los operadores y auditores trabajan con el mismo marco, se reducen tiempos de preparación y auditoría y se gana seguridad jurídica.
REHACERLO TODO
Una ventaja poco explicada pero muy relevantes es que, al ingresar el biometano por la red gasista existente, para la industria que necesita descarbonizar calor de proceso, y también para miles de calderas comerciales y domésticas, significa menos CAPEX sistémico y resultados desde el primer día, sin esperar a reemplazar equipos. En paralelo, los contratos a largo plazo con garantías de origen permiten contabilizar reducción de emisiones de forma verificable, algo clave para la competitividad y el acceso a financiación verde.
Obviamente, el despliegue del biometano solo tiene sentido si respeta y beneficia al territorio que lo acoge. La primera prueba se juega en el mapa: las instalaciones han de emplazarse en suelo industrial o agroindustrial, cerca de los sustratos a tratar y al punto de conexión para reducir el tránsito de
Y la cuarta, en la relación con el campo: los contratos con agricultores y ganaderos para el suministro de subproductos han de ser justos y se debe contar con un plan agronómico para devolver el digerido como fertilizante de calidad. Hecho así, el proyecto deja de ser “una planta” para convertirse en una industria útil para su entorno: gana apoyo local, reduce riesgos y asegura la licencia social, condición imprescindible que marca la diferencia entre proyectos viables y meros anuncios.
Hoy lo esencial está en marcha: un armazón regulatorio que ordena el acceso y la conexión a red, un sistema de garantías de origen ya operativo que aporta trazabilidad, y una lógica de proyecto más asentada que plantea instalaciones cerca del recurso para recortar costes logísticos.
¿Qué falta? Agilidad administrativa y previsibilidad: ventanillas coordinadas y plazos máximos, claros y coordinados, para los informes y autorizaciones de medio ambiente, urbanismo, industria y aguas; y preferencia por emplaza-
Más allá del diagnóstico, se pueden tomar decisiones operativas como lanzar una subasta piloto de biometano orientada a calor industrial y a la inyección en red, con contratos de 10–12 años y verificación independiente del CO₂ evitado y del plan de gestión del digerido; establecer un procedimiento de tramitación acelerada (fast track) para proyectos maduros en emplazamientos óptimos, con plazos tasados para informes sectoriales, coordinación autonómica–estatal y una ventanilla única efectiva; y abrir el mercado de garantías de origen (GdO) con una plataforma estandarizada accesible a pymes y grandes consumidores y una guía de compra que permita que el ahorro de CO₂ quede reflejado, y reconocido, en la cuenta de resultados.
El 5º Salón del Gas Renovable (Valladolid, 1–2 de octubre de 2025), junto al 18º Congreso Internacional de Bioenergía, que organizamos con el apoyo
+ JAVIER DÍAZ, AVEBIOM
Más allá del diagnóstico, se pueden tomar decisiones operativas como lanzar una subasta piloto de biometano orientada a calor industrial y a la inyección en red; establecer un procedimiento de tramitación acelerada para proyectos maduros en emplazamientos óptimos o coordinación autonómica–estatal y una ventanilla única efectiva
de AEBIG como partner tecnológico, serán el termómetro del sector: más de 250 empresas y marcas presentarán soluciones para producir, depurar e inyectar biometano, monitorizar su calidad y valorizar el digerido. Menos anuncios y más acuerdos firmes: esa es la fotografía que esperamos ver.
En AVEBIOM defendemos un despliegue ambicioso y responsable: ambicioso porque España tiene recursos, red y tejido empresarial para producir más gas renovable que el mínimo fijado para 2030; responsable porque cada planta debe aportar valor ambiental y social visible en su
entorno. Si rematamos con reglas claras, contratos a largo plazo y diálogo temprano con los vecinos, los gases renovables pasarán, por fin, del papel a la economía real, ayudando a descarbonizar la industria, a ordenar los residuos y a fortalecer la soberanía energética.
El modelo integral de Veolia combina prevención de incendios, gestión forestal y valorización energética de la biomasa para avanzar hacia un sistema más sostenible y resiliente.
La gestión sostenible de los recursos forestales y la prevención de incendios son dos de los grandes retos a los que nos enfrentamos en España. Las sequías prolongadas y las olas de calor extremas, intensificadas por el cambio climático, elevan el riesgo de incendios que amenazan los ecosistemas, la población y la economía local. Veolia, líder en descarbonización y economía circular, transforma la biomasa forestal en una herramienta estratégica que reduce este riesgo y genera energía renovable.
En 2025, España registró más de 380.000 hectáreas devastadas por incendios, con episodios particularmente graves en Galicia, Extremadura y Castilla y León. La magnitud de la destrucción evidencia la urgencia de reforzar
medidas preventivas coordinadas entre administraciones públicas, sector privado y comunidades locales.
El problema se agrava durante el final del periodo estival, cuando las temperaturas superan los 30 ºC y la escasez de precipitaciones reduce la humedad vegetal. Además, el incremento del CO₂ atmosférico estimula un mayor crecimiento de biomasa que, en condiciones secas, actúa como combustible adicional y puede acelerar la propagación hasta en un 20,7 %.
FORESTAL: UNA ESTRATEGIA INTEGRAL
La biomasa forestal —ramas, troncos y maleza provenientes de talas y podas—
se convierte en un recurso estatégico. Su correcta gestión disminuye la carga de combustible vegetal en los bosques, disminuye el riesgo de propagación y permite generar energía limpia. Veolia desarrolla un modelo integral que combina la retirada de vegetación en zonas arrasadas, la creación de cortafuegos naturales y la valorización energética de los residuos forestales. Todo ello respaldado por análisis especializados del terreno y tecnología avanzada que refuerza la sostenibilidad energética de los territorios.
Entre las acciones más relevantes se encuentra el clareo controlado, una técnica que permite reducir selectivamente la densidad arbórea, optimizando la salud de los bosques y facilitando su regeneración. Actualmente, Veo-
lia gestiona más de 900 hectáreas en Aragón y Castilla y León, desarrollando simultáneamente programas preventivos en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, con proyectos que abarcan la restauración de 200 hectáreas de superficies forestales afectadas por los incendios.
Desde 2010, Veolia lidera la transformación de biomasa en energía, produciendo pellets, astillas y biocombustibles para cogeneración y calefacción. Solo en 2024, suministró a más de 320 instalaciones, convirtiendo 300.000 toneladas de biomasa en 700 GWh de energía limpia. Así, no solo se reduce la dependencia de combustibles fósiles y las emisiones de CO₂, sino que también se minimiza la carga de combustible en los bosques. Este modelo contribuye directamente a los objetivos de transición energética de la Unión Europea y de España.
La excelencia en sostenibilidad de toda la biomasa generada por la compañía está respaldada por la certificación SURE, que garantiza trazabilidad y aprovisionamiento responsable bajo los estándares europeos más exigentes.
Veolia transforma más de 300.000 toneladas de biomasa en 700 GWh de energía limpia al año, reduciendo emisiones de CO₂ y promoviendo la transición energética
La prevención, restauración y reforestación de las superficies afectadas por los incendios es esencial para proteger la biodiversidad y mantener la estabilidad climática. Los bosques actúan como reguladores naturales: purifican el aire, generan recursos hídricos y alimentarios y protegen frente al cambio climático. Una gestión eficaz permite controlar los incendios, garantizar la regeneración natural y promover la reforestación sostenible.
Veolia apuesta por una gestión forestal responsable que asegure que las demandas actuales no comprometan los recursos de las generaciones futuras. Al impulsar el uso de biomasa —un recurso abundante y neutro en carbono— como vector de cambio, contribuye a un modelo energético más sostenible, generando beneficios sociales, ambientales y económicos que refuerzan los tres pilares de la sostenibilidad.
El proyecto de IMABE en Pakistán demuestra cómo la compactación móvil de biomasa puede garantizar energía renovable, reducir costes logísticos y reforzar la autonomía industrial.
Las prensas enfardadoras móviles de IMABE representan un gran avance en la compactación de biomasa. Se trata de una tecnología de última generación, capaz de producir fardos de alta densidad que optimizan el almacenamiento y el transporte, mejorando la eficiencia y reduciendo significativamente los costes operativos. Esta innovación confirma el liderazgo de IMABE en el desarrollo de equipos a medida, con una clara apuesta por la internacionalización y la sostenibilidad.
Un ejemplo destacado de su aplicación es el proyecto realizado para una
de las principales fábricas de papel y cartón de Pakistán, parte de una multinacional con presencia internacional. En un país con un suministro eléctrico irregular, la industria se enfrenta al reto constante de garantizar la continuidad de su producción. Para este respecto, IMABE aportó una respuesta innovadora aprovechando la biomasa como recurso, contribuyendo a generar energía renovable para el autoabastecimiento de la fábrica y reduciendo la dependencia de fuentes externas.
Las prensas móviles de IMABE producen fardos de alta densidad que reducen costes de transporte y optimizan el almacenamiento
IMABE ha diseñado y suministrado una prensa móvil puntera, capaz de operar en diferentes zonas de acopio alejadas de la planta principal. Gracias a su autonomía y a un sistema de atado con polipropileno, la máquina optimizó la logística, redujo los costes operativos y mejoró la eficiencia global del proceso.
Con este proyecto, IMABE reafirma su apuesta por el desarrollo de tecnologías eficientes y respetuosas con el medioambiente, adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente. Además, la compañía diseña y fabrica una amplia gama de equipos especializados para el tratamiento de biomasa y forraje, garantizando el máximo rendimiento, innovación y un firme compromiso con la sostenibilidad.
EDRA. VANESSA ABAD DIRECTORA DEL ÁREA DE TRATAMIENTO DEL CONSORCI PER A LA GESTÍO DELS RESIDUS DEL VALLÈS ORIENTAL
n un contexto marcado por la urgencia climática y la necesidad de transformar los modelos de producción y consumo, el proyecto BioEnergy Vallès Oriental, impulsado por el Consorci per a la Gestió dels Residus del Vallès Oriental (CGRVO), constituye una actuación estratégica que conjuga sostenibilidad, innovación tecnológi -
ca y liderazgo público. Esta iniciativa no solo da respuesta al incremento sostenido en la recogida selectiva de la fracción orgánica de los residuos municipales (FORM), sino que redefine el paradigma de gestión de residuos, orientándolo hacia la economía circular y la generación de vectores energéticos renovables.
Uno de los aspectos más relevantes del proyecto es su carácter transversal,
EN PRIMERA PERSONA
ya que sus objetivos inciden de manera directa en múltiples ámbitos clave:
• En la gestión y tratamiento de residuos, estableciendo procesos diferenciados según la calidad de la fracción orgánica de entrada, lo cual mejora la eficiencia del sistema y la calidad de los productos obtenidos.
• En la valorización del rechazo, mediante un sistema avanzado de secado térmico, que reduce su volumen y facilita su gestión posterior.
• En el compostaje del digesto, con el objetivo de obtener un compost de clase A, apto para su aplicación agrícola y jardinería.
• En la apuesta por el uso de energías limpias y la generación de biometano, un vector energético renovable que se inyecta a red o se utiliza como combustible alternativo.
• En el aprovechamiento energético integral del biogás, tanto en forma de energía eléctrica como térmica, optimizando el balance energético del centro.
• Y en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo así a los objetivos de mitigación del cambio climático y mejora de la calidad ambiental del entorno.
A continuación, se presentan los parámetros clave y sus cantidades correspondientes relacionados con la ampliación de la planta de tratamiento de residuos orgánicos del proyecto BioEnergy Vallès Oriental. Estos datos reflejan el alcance energético y ambiental del proyecto:
PARÁMETRO CANTIDAD
FORM tratada
BioEnergy
100.000 t/año
Compost 9.000 t/año
Digesto higienizado 8.300 t/año
Biogás 11.600.000 Nm³/año
Ahorro en CO₂ 11.000 t CO₂ equivalente
Energía eléctrica – Motores 11,4 GWh/año (5 GWh/año en red y 6,4 GWh/año para autoconsumo)
Energía térmica – Motores 12,6 GWh/año
Energía – Biometano 34,2 GWh/año
Energía – Caldera 5,3 GWh/año
Energía solar fotovoltaica 1,7 GWh/año para autoconsumo
La ampliación de la planta de digestión anaerobia y compostaje hasta alcanzar una capacidad de tratamiento de 100.000 toneladas anuales —frente a las 56.000 actuales— representa una mejora sustancial en la capacidad operativa del sistema de tratamiento de residuos orgánicos. No obstante, más allá del aumento de capacidad, el proyecto implica un cambio de enfoque: los residuos orgánicos se abordan como recursos valorizables, susceptibles de generar productos de alto valor añadido como el biogás, el biometano y compost de alta calidad.
Uno de los pilares técnicos del proyecto es su contribución a la autosuficiencia energética del centro de tratamiento de residuos, mediante el aprovechamiento del biogás generado en la digestión anaerobia. Éste se transforma en energía eléctrica, energía térmica y biometano, gracias a una planta de upgrading ya operativa des-
de 2023. Esta integración energética permite descarbonizar el funcionamiento de la propia instalación y aportar energía renovable a la red o al uso vehicular.
INFRAESTRUCTURA DE IMPACTO TRANSVERSAL
BioEnergy Vallès Oriental trasciende el ámbito de la gestión de residuos, posicionándose como una infraestructura de impacto transversal en términos energéticos, climáticos, sanitarios y territoriales. La valorización energética del residuo orgánico y la generación de compost contribuyen directamente a la mejora de la calidad del aire, la mitigación de emisiones y la regeneración de suelos agrícolas.
La producción de compost de clase A, destinado a usos agronómicos y paisajísticos, constituye otro eje relevante. Ante la pérdida generalizada
Desde el punto de vista técnico, el proyecto presenta un alto grado de complejidad por su diseño, orientado a la eficiencia energética, la resiliencia operativa y la sostenibilidad ambiental
de materia orgánica y la degradación de los suelos, esta estrategia permite cerrar el ciclo del carbono y restituir nutrientes al sistema agrario. Para ello, se han establecido dos líneas de tratamiento diferenciadas según el ni-
nologías avanzadas: pretratamiento en seco y húmedo, digestores de gran capacidad, sistemas de compostaje y afino, secado térmico del rechazo, cogeneración, upgrading, así como un sistema ampliado de tratamiento de aire
plementación de sistemas de control y supervisión avanzados, que permitirán la monitorización en tiempo real, la optimización de procesos y la anticipación de incidencias. Esta modernización tecnológica se realiza sin renunciar al
Aislamiento eficiente para un confort sostenible
nivel nacional como europeo. La clave de su éxito reside en la conjunción de una recogida selectiva eficaz, liderazgo institucional, inversión en tecnología e infraestructuras, y colaboración público-privada. En este sentido, el proyecto contribuye activamente a una transición energética justa y basada en recursos locales.
La creación del hub de bioenergía del Vallès Oriental, orientado a articular sinergias entre universidades, centros tecnológicos, administraciones y ciudadanía, dota al proyecto de una dimensión estratégica adicional. Más allá de la valorización de residuos, se promueve la generación de conocimiento, empleo verde y tejido económico vinculado a la sostenibilidad y la innovación.
No obstante, el proyecto afronta desafíos relevantes, como la necesidad de mantener una elevada calidad en la recogida selectiva de la FORM. La presencia de impropios afecta negativamente al rendimiento de los sistemas de tratamiento, lo que exige una corresponsabilidad ciudadana activa y una mejora continua de las campañas de sensibilización y educación ambiental.
Asimismo, es prioritario establecer un sistema de monitorización y rendición de cuentas transparente, que permita comunicar de forma clara los resultados obtenidos: toneladas de compost producidas, energía generada (en GWh), emisiones de CO₂ evitadas, entre otros indicadores clave. La visibilidad de estos impactos es fundamental para consolidar el apoyo social y político a la iniciativa.
Actualmente, el proyecto se encuentra en una fase avanzada de ejecución, centrada en la instalación de equipos y servicios. Esta etapa es crítica para asegurar la operatividad futura del centro y se está desarrollando con un elevado nivel de exigencia técnica y cumplimiento de los plazos. Se prevé que durante el segundo trimestre de 2026 se lleven a cabo las pruebas en carga, que consisten en el funcionamiento en condiciones reales (aunque controladas) de los distintos sistemas, con el objetivo de validar su rendimiento y optimizar parámetros operativos.
Las actuaciones técnicas en curso incluyen:
• Construcción de una nueva nave de recepción de residuos, con gestión dife-
+ VANESSA ABAD, CGRVO
La clave del éxito de esta iniciativa reside en la conjunción de una recogida selectiva eficaz, liderazgo institucional, inversión en tecnología e infraestructuras y colaboración público-privada
renciada de la FORM según el contenido en impropios, y sistemas de alimentación automatizada mediante puentes grúa y fosos compartimentados.
• Instalación de dos líneas de pretratamiento en seco, adaptadas a la calidad de la fracción orgánica de los residuos municipales.
• Reforma del sistema de tratamiento húmedo, con mejoras en los púlpers, sistemas GRS y la incorporación de un nuevo secador térmico de banda para los rechazos.
• Ampliación del sistema de digestión anaerobia, con tres nuevos digestores de gran capacidad y tanques de compensación (buffer) para garantizar una alimentación continua.
• Renovación del sistema de valorización del biogás, mediante un nuevo motor, caldera y sistema de upgrading para inyección a red o uso vehicular.
• Instalación de una planta fotovoltaica de autoconsumo, con una potencia instalada superior al 1 MWp.
• Acondicionamiento de la infraestructura de compostaje y nueva instalación de afino.
• Ampliación del sistema de tratamiento de aire, con mayor capacidad de eliminación de emisiones odoríferas.
Durante la fase de pruebas en carga, se verificará la operatividad de todos los sistemas, evaluando su
comportamiento en condiciones reales para realizar los ajustes necesarios que aseguren el cumplimiento de los objetivos de eficiencia, calidad ambiental y seguridad industrial.
En conclusión, BioEnergy Vallès Oriental se halla en una etapa decisiva de ejecución técnica, con un elevado nivel de complejidad, pero también con un respaldo institucional y profesional sólido. La hoja de ruta es clara: completar con éxito esta fase, validar los sistemas implantados y avanzar hacia su entrada en explotación, posicionando al Vallès Oriental como un referente europeo en bioenergía, gestión pública eficiente y economía circular.
Luis Bustamante
D Nuria Antonijoan
La bioenergía ocupa un lugar cada vez más relevante en la agenda energética y climática de Cataluña. No solo porque permite aprovechar recursos orgánicos —biomasa forestal, residuos agrícolas, ganaderos o urbanos— para producir calor, electricidad y combustibles renovables, sino también porque constituye una herramienta esencial para reducir emisiones, reforzar la seguridad de suministro y avanzar hacia un modelo energético más sostenible y circular. Los, cada vez más exigentes, compromisos europeos de descarbonización, la necesidad de gestionar de manera eficiente los residuos y la urgencia de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, nos sitúan en un contexto donde la bioenergía se presenta como un vector estratégico de futuro. La región, con un importante potencial agrícola, forestal e industrial, se enfrenta al reto de impulsar nuevas instalaciones, asegurar la calidad del suministro y favorecer la aceptación social de proyectos que transformen el territorio y generen oportunidades económicas locales.
En este escenario, el Institut Català d’Energia (ICAEN) ha reforzado su papel como organismo de referencia en el impulso de las energías renovables térmicas y los gases renovables. Con la aprobación de la Estratègia Catalana del Biogàs 2024-
2030 y la Estratègia del Digestat, el Govern ha definido una hoja de ruta que multiplica por 3,5 la producción de biogás en cinco años y sienta las bases de una bioeconomía circular en la que energía, residuos y fertilizantes avanzados forman parte de un mismo ciclo.
Al frente de esta visión se encuentra Anna Camp Casanovas, directora del ICAEN, que analiza en esta entrevista el estado actual del sector, los retos de financiación y regulación, la importancia de la innovación tecnológica y el papel de la bioenergía en la transición energética catalana. Su perspectiva subraya que la bioenergía no es solo una fuente renovable más, sino una pieza clave para alcanzar los objetivos de neutralidad climática y fortalecer el tejido económico y social del territorio.
Me gustaría empezar analizando la situación actual del sector de la bioenergía en Cataluña,¿cómo la describiría en términos de capacidad instalada, número de proyectos y peso en el mix energético de la comunidad?
Cuando hablamos de bioenergía, nos referimos a la energía procedente de la transformación de biomasa, es decir, material orgánico que puede aprovecharse para generar calor,
electricidad y biocombustibles. En Cataluña, el sector se desarrolla a partir de biomasa procedente de la gestión forestal sostenible y de plantas de biogás que utilizan residuos orgánicos municipales, fangos de depuradora, vertederos controlados, residuos agroalimentarios y deyecciones ganaderas. En biomasa forestal funcionan desde hace años instalaciones domésticas de pequeña escala y, más recientemente, redes de calor urbanas que abastecen a colegios, centros de salud o polideportivos, además de calderas industriales de mayor tamaño. Desde el ICAEN elaboramos un censo de instalaciones y podemos apuntar que Cataluña es líder estatal en número y potencia instalada de redes de calor con biomasa: alrededor de 5.000 calderas en funcionamiento con una potencia total de 450 MW. En cuanto al biogás, actualmente existen 74 plantas de distintas tipologías en Cataluña: en explotaciones ganaderas, centros de tratamiento de residuos, industrias, depuradoras urbanas y depósitos controlados. Su producción ronda los 600 GWh, destinados principalmente a electricidad. La inyección de biometano a la red gasista comenzó en 2021 y Cataluña cuenta ya con 7 de las 13 plantas operativas en el Estado. Para situarnos, en el mix energético catalán, las renovables térmicas representan en la actualidad un 4 % del consumo de energía final.
Cataluña es líder a nivel
estatal en número y en potencia instalada de redes de calor con biomasa, con alrededor de 5.000 calderas en funcionamiento y una potencia total de 450 MW
Dentro de este panorama, la biomasa sólida y el biogás concentran gran parte de la actividad. ¿Qué peso tiene cada uno hoy y qué evolución se espera para los próximos años?
La biomasa tiene un papel fundamental en la prevención de incendios forestales, lo vemos cada verano tanto en Cataluña como en España y Francia. Es prioritario promover instalaciones que aumenten la demanda de astilla forestal de los
ANNA CAMP CASANOVAS, ICAEN
bosques catalanes y que garanticen un suministro estable y de calidad, tanto para el buen funcionamiento de las instalaciones como para minimizar las emisiones a la atmósfera. En 2014, el Gobierno de la Generalitat aprobó una Estrategia para promover el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola, con el objetivo de alcanzar en 2027 un consumo de 600.000 toneladas anuales, equivalente a la gestión sostenible de 25.000 hectáreas de superficie forestal. El balance de 2024 nos sitúa en 547.000 toneladas, cerca ya del objetivo marcado.
La participación del mundo rural es clave para desarrollar el biogás, ya que aporta el 32 % del potencial total estimado
Para el biogás, en mayo de 2024 se aprobó la Estratègia Catalana del Biogàs 2024-2030, que fija un objetivo de 2 TWh anuales en 2030, lo que supone multiplicar por 3,5 la producción actual en cinco años. Esto implica gestionar mediante digestión anaerobia más de 8 millones de toneladas de materiales orgánicos, 4 de ellos deyecciones ganaderas. La estrategia no es solo un plan de suministro energético, sino que plantea un modelo integrado de gestión de residuos y materiales orgánicos, obteniendo fertilizantes de valor añadido y contribuyendo a la bioeconomía circular, con la meta de aprovechar plenamente los recursos orgánicos en 2050. También es clave su aportación a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de amoníaco. Además, promueve un modelo de plantas arraigadas en el territorio, que den servicio a quienes producen o gestionan residuos, favoreciendo la participación de los agentes implicados y un modelo descentralizado de producción y consumo de energía renovable, en el que también caben las comunidades energéticas.
La participación del mundo rural es esencial para el desarrollo del biogás, ya que aporta el 32 % del potencial estimado. El resto procede de la industria agroalimentaria, la fracción orgánica de residuos municipales, los fangos de depuradoras y los vertederos, materiales más concentrados en zonas urbanas.
El informe “El sector de la bioenergía en Cataluña” elaborado por ACCIÓ identifica 365 empresas vinculadas a la bioenergía, muchas de ellas micro
o pequeñas empresas. ¿Qué estrategias se están impulsando para reforzar la cadena de valor, atraer inversión y fomentar la especialización tecnológica?
Hemos planteado el fomento del sector de la bioenergía desde varios ámbitos. Desde el ámbito industrial, el ICAEN es socio fundador del Clúster de Bioenergia de Catalunya, un clúster que nació en el año 2015 y que actualmente agrupa gran parte de empresas y entidades de la cadena de valor del sector de la bioenergía. Colaboramos activamente con la agrupación, mediante acciones coordinadas y en las comisiones de trabajo con las empresas y los centros de investigación. Ofrecemos apoyo técnico y administrativo, y participamos en jornadas y propuestas de impulso a los proyectos de bioenergía, tanto desde el ámbito de la innovación, la implantación de los proyectos con buenas prácticas y en algunos casos con incentivos de ayudas o buscando la mejora de los trámites administrativos.
Desde el punto de vista de la demanda, gracias a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRPR), hemos podido incentivar un elevado número de instalaciones de biomasa, tanto domésticas como industriales y redes de calor. Hemos otorgado 2,9 millones de euros en ayudas a la inversión para calderas y estufas de biomasa en el ámbito doméstico (1.140 nuevas instalaciones) y 34 millones para calderas en sectores económicos y de servicios (140 instalaciones nuevas).
Finalmente, y también desde el punto de vista de los incentivos, mediante una línea de ayudas específicas al biogás la Generalitat de Catalunya ha dispuesto tres convocatorias con un presupuesto de 80M€ en total para nuevas plantas que procesen deyecciones ganaderas e incorporen tratamientos del digestato, y también para plantas existentes que añadan etapas de purificación del biogás e inyección a la red del biometano.
ANNA CAMP CASANOVAS, ICAEN
Hemos aprobado la declaración de proyectos estratégicos de biogás cuando procesan al menos un 50 % de deyecciones ganaderas e incorporan tratamiento de digestatos
Según este mismo informe, el potencial de producción de biometano podría alcanzar los 67,2 TWh anuales en 2030. ¿Qué medidas está impulsando el ICAEN para acercarse a ese objetivo y cómo hace frente a las barreras actuales de financiación, regulación y aceptación social?
Según los estudios de la Prospectiva Energética de Catalunya a 2050 (PROENCAT), el potencial total de producción de biogás en Catalunya es de 8,4 TWh/año, aunque el potencial accesible es de 4,3 TWh/año, referido a los residuos orgánicos y deyecciones ganaderas actualmente generados y susceptibles de gestionarse mediante digestión anaerobia. Tras la aprobación de la Estratègia Catalana del Biogàs, este año se aprobó también la Estratègia Catalana del Digestat 20242030. Ambas son pioneras en el ámbito estatal, ya que se elaboraron de forma conjunta con los departamentos de agri-
cultura, medio ambiente y energía, y establecen objetivos de gestión de materiales orgánicos y de producción de biogás, además de identificar barreras y planificar acciones para superarlas con las mejores prácticas disponibles. Las primeras medidas se han centrado en agilizar la tramitación de los proyectos, difundir la tecnología y definir mecanismos de financiación a través de los fondos del PRTR y recursos propios de la Generalitat. Para mejorar la gestión administrativa, junto con los órganos ambientales hemos definido una memoria tipo con la información mínima necesaria para evaluar los proyectos en primera instancia. También hemos aprobado la declaración de proyectos estratégicos de biogás si cumplen ciertos criterios, como procesar al menos un 50 % de deyecciones ganaderas, incorporar tratamiento de digestatos y ubicarse en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos o en áreas de protección atmosférica.
El biogás y la biomasa representan la oportunidad de valorizar de forma material los productos y darles nuevas aplicaciones
Por otro lado, se habla de que buena parte de la tecnología instalada procede de otros países. ¿Cómo se puede reforzar la innovación local y la colaboración para desarrollar soluciones propias competitivas?
Europa lleva años desarrollando el mercado y la tecnología de biogás, por lo que existen numerosas empresas con amplia experiencia que han buscado alianzas con empresas catalanas. En Cataluña tenemos ya una larga trayectoria de empresas de ingeniería y consultoría ambientales, así como un sector industrial avanzado, que busca implantar soluciones innovadoras que les permitan reducir el consumo de energía y también descarbonizarse. Conjuntamente con el Clúster de Bioenergía y los centros tecnológicos, buscamos ampliar las alianzas empresariales y facilitar proyectos de transformación y desarrollo de nuevas tecnologías propias.
También hemos impulsado una red de oficinas comarcales para la transición energética y una red para el ámbito empresarial, que ayudarán a las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, a descarbonizar procesos, mejorar la eficiencia y impulsar proyectos de generación renovable, incluidas las comunidades energéticas.
Uno de los grandes valores de la bioenergía es su capacidad para cerrar ciclos: desde la gestión de residuos hasta la producción de biofertilizantes o combustibles avanzados. ¿Qué casos o políticas destacaría en Cataluña que estén maximizando este enfoque?
El biogás y la biomasa representan la oportunidad de valorizar también de forma material los productos y darles nuevas aplicaciones a los materiales residuales, y a la vez sustituir el uso de los combustibles fósiles. Un ejemplo clave es la valorización material de las deyecciones ganaderas y los residuos orgánicos, que después de la etapa de digestión anaerobia se pueden procesar para conseguir un producto fertilizante
de más valor añadido y sin olores e incluso agua para riego, tan importante también en los episodios de sequía. En estos campos todavía existen algunas trabas legales para poder comercializar estos productos fertilizantes y competir realmente con los de origen fósil.
Por otro lado, existen combustibles como el hidrógeno verde o el Sustainable Aviation Fuel (SAF) que tienen cada vez más importancia y de los que hay que hablar también. ¿Qué potencial real tienen estos segmentos para el tejido industrial catalán?
En la PROENCAT 2050 no se contempla un uso masivo ni generalizado del hidrógeno renovable, porque se considera que su cadena de transformaciones es menos eficiente que el
uso directo de la electricidad generada con energías renovables para la mayoría de aplicaciones. Los usos principales que se prevén son la sustitución del hidrógeno gris como materia prima en procesos industriales, y el uso como combustible para usos térmicos en ciertos sectores industriales y en el transporte pesado por carretera a larga distancia, donde la alternativa de la electrificación actualmente se prevé difícil. Cataluña tiene que aprovechar todas las posibilidades que le ofrezcan los programas europeos y estatales de soporte a la investigación, la demostración y la innovación, que tendrán una dotación de recursos sin precedentes. Todavía hay retos importantes, como la producción de los combustibles sostenibles para la aviación (SAF) y para el transporte marítimo (SMF) en la doble vertiente de combustibles bioavanzados y combustibles sintéticos.
La implantación de plantas de bioenergía a veces se enfrenta al rechazo por parte de la comunidad local, muchas veces por desconocimiento. ¿Qué iniciativas o modelos cree más efectivos para favorecer la aceptación social y asegurar su integración en el territorio?
Tenemos que establecer mecanismos para garantizar que el territorio pueda participar activamente en la transición energética en general. Tenemos que definir acciones comunicativas para mejorar el mensaje que llega a la población sobre las energías renovables y el biogás concretamente, hablar más y compartir información, preocupaciones y datos reales. No debemos olvidar que en Europa están en marcha desde hace años más de 21.000 plantas de biogás. Estamos hablando de
ANNA CAMP CASANOVAS, ICAEN
En Europa hay en marcha desde hace años más de 21.000 plantas de biogás, mientras que aquí los proyectos deben superar muchas fases de tramitación
países como Francia y Alemania, que se caracterizan precisamente por ser avanzados y rigurosos. Aquí, cualquier proyecto de estas características, antes de ver la luz tiene que superar numerosas fases de tramitación ambiental y urbanística; además, la administración es garantista en el cumplimiento de todas las leyes.
En el caso de la biomasa forestal, es muy importante establecer mecanismos para garantizar que la biomasa procede de la gestión forestal sostenible de los bosques, impulsando aquellas acciones que los hacen más resilientes al cambio climático. En Cataluña existen diversas experiencias reales con resultados muy interesantes. El aprovechamiento energético de la biomasa es una herramienta más de la cadena de la gestión forestal para hacerla.
Disponibilidad de recursos, logística de suministro, talento especializado, exigencias normativas… ¿Cuál considera el reto más urgente de resolver?
El suministro de los materiales como recursos, en el sector de la bioenergía, es un eslabón destacado. Para las calderas de biomasa son un punto crítico la calidad del producto y la garantía del suministro. Trabajamos de forma estrecha con
el sector empresarial para conseguirlo, buscando las mejoras fórmulas de aseguramiento en los contratos y también de formación para los usuarios de las instalaciones. El biogás ofrece una solución a la gestión de las deyecciones ganaderas y a los residuos orgánicos tanto municipales como industriales que nuestras actividades generan a diario, de modo que donde producimos el material es donde deben ubicarse las plantas. Éstas, además, tienen que dimensionarse para procesar los productos disponibles en la zona de implantación. Tenemos material disponible que necesita ser procesado para evitar emisiones a la atmósfera y contaminación de las aguas, de modo que todavía hay un largo recorrido por delante.
Para terminar, me gustaría saber cómo ve el papel de la bioenergía en Cataluña dentro de la transición energética en los próximos años.
La PROENCAT prevé un escenario de electrificación de la demanda energética en 2050, basado en una mejora sin precedentes de la eficiencia y de los procesos industriales. Para las renovables térmicas, se considera prioritario su uso en aplicaciones donde no hay alternativas claras de electrificación y en los entornos donde se encuentra el recurso.
En bioenergía, se espera un avance en el conocimiento y la comercialización de nuevas rutas de síntesis de biocombustibles con tecnologías termoquímicas o bioquímicas, a partir de residuos, subproductos o biomasa. La biomasa seguirá utilizándose para usos térmicos en el sector residencial y de servicios —principalmente calefacción y agua caliente— con una presencia reducida, en torno al 6,3 % en 2050 (incluido el biogás). También tendrá presencia en procesos industriales vinculados a la obtención y gestión de estos recursos, como madera, agroalimentación, cemento, cal o yeso.
Las energías renovables térmicas crecerán con fuerza, pasando del 4 % actual al 21,8 % del consumo final en 2050, gracias a los gases renovables (biogás e hidrógeno) y a los líquidos renovables (bioqueroseno).
Las energías renovables térmicas crecerán con fuerza, pasando del 4 % actual del consumo final de energía al 21,8 % en 2050
EnergyLab ha desarrollado en sus laboratorios, nuevos componentes para electrolizadores de membrana de intercambio de protones (PEM), aniones (AEM) y alcalino (AWE). Además, está desarrollando un modelo de IA enfocado en modelar y optimizar el funcionamiento y la localización de las estaciones de suministro de hidrógeno (HRS)
El hidrógeno se está convirtiendo en una opción muy relevante en la transición hacia una movilidad cero emisiones, para cumplir los objetivos de descarbonización marcados por el Acuerdo de París, el Pacto Verde Europeo y contribuir al objetivo de la UE de neutralidad climática en 2050. El despliegue del hidrógeno tendrá un importante impacto económico, ya que la transición energética alterará profundamente las cadenas de valor en toda la industria, entre otros, los sectores estratégicos para Galicia y Norte de Portugal como la Automoción y la Energía.
La Eurorregión Galicia-Norte de Portugal es uno de los principales líderes en la producción de energías renovables (como hidráulica y eólica) con porcentajes cercanos al 70%, energía limpia imprescindible para la producción de hidrógeno verde, convirtiéndola en un espacio de alta potencialidad productiva y de almacenamiento. Además, concentra un alto porcentaje de la industria y del sector automoción/movilidad, uniendo la generación y el consumo en una misma área geográfica, presentándose como un espacio prometedor en
torno al cual desplegar un valle/corredor de hidrógeno.
Sin embargo, quedan retos importantes por abordar tanto en el conocimiento como en el desarrollo de las tecnologías de producción, almacenamiento, transporte, dispensación y uso vehicular, como en la infraestructura de recarga necesaria.
Para enfrentar estos desafíos se plantea el proyecto HI_MOV Corredor Tecnológico Transfronterizo de Movilidad con Hidrógeno Renovable”, que tiene como objetivo articular un ecosistema transfronterizo que impulse en la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal una cadena de valor en torno al hidrógeno, contribuyendo a una movilidad sostenible basada en fuentes renovables.
El consorcio de HI_MOV, financiado por el Programa Interreg España-Portugal (POCTEP) 2021-2027, agrupa a 10 entidades clave de ambos territorios, desde centros tecnológicos como el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, CTAG (líder del proyecto), el Pólo de Inovação em Engenharia de Polímeros, PIEP, el Centro para a Excelência e Inovação na Indústria Automóvel, CEiiA y EnergyLab, las universidades, con la Universidade do Minho,
la Universidade de Porto, y la Universidade de Santiago de Compostela, hasta empresas como Petrotec, y administraciones públicas con la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Galicia-Norte de Portugal AECT-GNP, y el Instituto Enerxético de Galicia, INEGA de la Xunta de Galicia.
Los objetivos del proyecto, que finaliza este año 2025, se han centrado en cuatro áreas principales:
• Analizar y planificar: Estudiar el potencial del hidrógeno como vector de movilidad en la región.
• Formar y fortalecer: Crear una red de conocimiento y mejorar las capacidades tecnológicas de los centros locales.
• Desarrollar tecnología: Diseñar y validar soluciones tecnológicas esenciales para el uso del hidrógeno en movilidad.
• Demostrar la viabilidad: Realizar pruebas piloto para mostrar que estas tecnologías son factibles en el espacio transfronterizo.
Para alcanzar estos objetivos, HI_ MOV se han organizado diferentes actividades que han producido los siguientes resultados tangibles:
1. Observatorio Tecnológico. El observatorio ha sido clave para analizar las
El proyecto HI_MOV “Corredor Tecnológico Transfronterizo de Movilidad con Hidrógeno Renovable” tiene como objetivo articular un ecosistema transfronterizo que impulse en la Eurorregión GaliciaNorte de Portugal una cadena de valor en torno al hidrógeno
potencialidades del hidrógeno renovable. A través de boletines y estudios, se ha creado una base de conocimiento sobre el estado actual de las tecnologías de hidrógeno y su normativa. Actualmente, se está desarrollando un modelo que proyecta la futura red de estaciones de repostaje de hidrógeno (HRS) en la eurorregión. Este modelo servirá como guía en la toma de decisiones de las administraciones públicas sobre la localización óptima de estas infraestructuras y su integración en los Planes Integrales de Movilidad Sostenible (PMUS).
2. Fortalecimiento del Ecosistema y Capacitación. Esta actividad se ha centrado en la creación de una red de conocimiento y en el desarrollo de talento. Además de workshops de carácter científico-industrial o la creación de un catálogo de capacidades, se ha ofrecido formación gratuita y abierta a la sociedad. Esto incluye seminarios temáticos sobre hidrógeno, cursos que abarcan toda su cadena de valor, y una escuela de verano, contribuyendo a la formación de profesionales en esta nueva industria.
3. Desarrollo de soluciones tecnológicas. Se ha trabajado en soluciones que abarcan desde el almacenamiento hasta el uso final en vehículos. Se desarrollaron depósitos de hidrógeno avanzados con sensores integrados para monitorizar su integridad estructural. En la distribución se han sintetizado nuevos materiales para electrolizadores más eficientes y, además, se ha mode-
lado una estación de repostaje de hidrógeno, para optimizar su operación y rendimiento. Por último, en el sector de la movilidad, se está creando una plataforma vehicular con pila de combustible de hidrógeno, lo que permitirá estudiar y validar este tipo de vehículos.
4. Pilotos demostrativos. Necesarios para demostrar la viabilidad de las tecnologías de almacenamiento, suministro, distribución y logística de última milla con hidrógeno en condiciones reales. Se han propuesto un total de tres pilotos:
• Estación de testeo de electrolizadores: dónde se evaluarán a escala laboratorio los componentes desarrollados.
• Vehículo de hidrógeno sensorizado: que recopilara datos de conducción en tiempo real para caracterizar su rendimiento y proponer mejoras técnicas.
• Estación piloto de suministro: dónde se simularán el repostaje de vehículos de hidrógeno para probar el llenado de los depósitos prototipo y monitorizar las variables críticas durante esta operación.
La validación mediante pilotos permite la integración tecnológica, aporta información de calidad y brinda herramientas confiables a las empresas o entidades que deseen invertir en el futuro de este vector energético renovable en la eurorregión
Energylab ha tenido una participación activa en todas las actividades del proyecto, aportando desde la elaboración de informes hasta el desarrollo de nuevos materiales y modelos digi-
Energylab ha tenido una participación activa en todas las actividades del proyecto, aportando desde la elaboración de informes hasta el desarrollo de nuevos materiales y modelos digitales
Ilustración 1. Nuevos componentes para electrolizadores.
En los laboratorios de Energylab se han desarrollado nuevos componentes para electrolizadores, tanto de intercambio de protones como de aniones, y preparado membranas poliméricas basadas en materiales naturales, y catalizadores libres de materias primas críticas, obteniendo resultados prometedores
tales. En el Observatorio Tecnológico, se elaboró un informe detallado sobre el estado del arte de las estaciones de suministro de hidrógeno (HRS), evidenciando la falta de infraestructuras en Galicia. Para abordar esta carencia, se está desarrollando un modelo de inteligencia artificial enfocado en optimizar la distribución de HRS a lo largo de un corredor basado en la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), que conecta A Coruña con Sines. El modelo analiza una red vial detallada y considera 13 núcleos poblacionales estratégicos ubicados a lo largo de la ruta seleccionada. A cada uno se le asigna una valoración basada en factores relevantes para la viabilidad y el impacto de una HRS El modelo de IA utiliza estos datos para recomendar las ubicaciones óptimas para las hidrogeneras, asegurando una distribución estratégica que maximiza la eficiencia y la cobertura. El resultado es un mapa interactivo en el que se puede visualizar las ubicaciones recomendadas, facilitando el análisis y la toma de decisiones.
Para garantizar que estas estaciones funcionen de forma eficiente y segura, también estamos desarrollando una simulación integral de los parámetros termodinámicos y de flujo dentro de una hidrogenera. El objetivo principal
es modelar y predecir el comportamiento de todo el proceso, desde la producción de hidrógeno en el electrolizador, hasta el repostaje del vehículo. La información obtenida permitirá colaborar con la optimización, el diseño y la operación de la hidrogenera, identificando posibles cuellos de botella y actuando como ejercicio de dimensionamiento antes de su construcción. Finalmente, este modelo será validado con datos reales obtenidos en colaboración con el Centro Nacional de Hidrógeno (CNH2).
Desde Energylab, además se ha participado y desarrollado cursos, seminarios y una escuela de verano. Destacando un curso de 18 horas de tecnologías de hidrógeno, en el que participaron asistentes de Europa y Latinoamérica, que culminó con una clase presencial demostrativa del funcionamiento de equipos de testeo de electrolizadores de baja y alta temperatura.
En su laboratorio, se ha desarrollado nuevos componentes para electrolizadores, tanto de intercambio de protones (PEM) como de aniones (AEM), y preparado membranas poliméricas basadas en materiales naturales, y catalizadores libres de materias primas críticas. En esta actividad han obtenido resultados prometedores, logrando algunas mejoras en
las propiedades de los componentes preparados, lo que demuestra que es posible reducir el coste de la producción de hidrógeno, haciéndolo más competitivo (Ilustración 1).
De forma resumida, el proyecto HI_MOV contribuye al desarrollo y despliegue del hidrógeno en aplicaciones de movilidad para una descarbonización efectiva y generalizada del transporte de personas y mercancías. Las actividades relacionadas buscan crear y consolidar un valle de hidrógeno transfronterizo con una participación articulada de entidades españolas, portuguesas y europeas con horizonte 2030. Esto contribuye directamente a la implementación de estrategias conjuntas que posicionen a la región Galicia-Norte de Portugal como un espacio destacado para la concepción, desarrollo y validación de soluciones tecnológicas asociadas al uso del hidrógeno. El trabajo vinculado al estrechamiento de las relaciones de colaboración entre los centros de conocimiento presentes en la región, potencia el papel tractor y de transferencia de conocimiento desde estas instituciones al tejido productivo de la región. En definitiva, el mismo busca acelerar la transición ecológica, apostando por el hidrógeno renovable como principal vector energético de la economía y la sociedad.
ANTES CONSIDERADO UN SUBPRODUCTO SIN VALOR, EL CO₂ BIOGÉNICO HA EMERGIDO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
COMO UN INSUMO CLAVE PARA DIVERSAS INDUSTRIAS
COMO LA ALIMENTARIA, LA QUÍMICA Y LOS COMBUSTIBLES
SOSTENIBLES. ESPAÑA, CON SU GRAN POTENCIAL
AGROGANADERO, SE POSICIONA COMO UNO DE LOS PAÍSES CON MÁS RECORRIDO PARA LIDERAR SU VALORIZACIÓN EN EUROPA.
e Luis Bustamante
Durante mucho tiempo, el dióxido de carbono procedente del biogás -el conocido como CO₂ biogénico- fue considerado por la industria como un residuo inevitable, un subproducto con poco valor añadido e, incluso, simplemente un coste asociado. Por esta razón, muchas plantas de biogás lo liberaban directamente a la atmósfera. Sin embargo, los cambios regulatorios europeos y el auge de los combustibles sostenibles han transformado esa percepción: hoy es un insumo estratégico para descarbonizar sectores difíciles de electrificar. Y es que a diferencia del de origen fósil, el CO₂ biogénico proviene de materia orgánica como residuos agrícolas, forestales o ganaderos y se integra en un ciclo natural de carbono, donde la biomasa absorbe este gas durante su crecimiento y lo devuelve al medio al degradarse, lo que permite considerarlo un recurso renovable.
Según la European Biogas Association (EBA, 2023), el CO₂ biogénico procedente del biometano será para el año 2027 la principal fuente de CO2 renovable en el continente. En este sentido, España, con su fuerte base agroganadera y disponibilidad de residuos valorizables, se perfila como uno de los países con mayor potencial de producción, aunque la brecha entre esa capacidad y la realidad sigue siendo amplia.
DE SUBPRODUCTO A RECURSO ESTRATÉGICO:
LA VALORIZACIÓN DEL CO₂ BIOGÉNICO
La digestión anaerobia de residuos agroganaderos, restos agrícolas o lodos de depuradora genera biogás, una mezcla compuesta principalmente por metano y dióxido de carbono. Gracias a procesos de upgrading, ese biogás se separa en dos corrientes diferencia-
ESPAÑA ES EL TERCER PAÍS DE LA UE CON MAYOR POTENCIAL DE PRODUCCIÓN DE BIOMETANO Y CO₂ BIOGÉNICO, AUNQUE TODAVÍA MUY POR DETRÁS EN NÚMERO DE PLANTAS FRENTE A FRANCIA O ALEMANIA
BSEGÚN LA EUROPEAN BIOGAS ASSOCIATION (2023), EL CO₂ BIOGÉNICO PROCEDENTE DEL BIOMETANO SERÁ EN 2027 LA PRINCIPAL FUENTE DE CARBONO RENOVABLE EN EUROPA
iorig, la división de gases renovables de Solarig, nace con el objetivo de desarrollar plantas de gases renovables. Su actividad se centra en la gestión de materias primas agroganaderas orgánicas para la producción de biometano y CO2 biogénico y el impulso a proyectos que fomenten la transición energética y la economía circular.
En la actualidad, Biorig desarrolla una cartera de más de 26 instalaciones en España que produ-
cirán 2,5 TWh/año de biometano y 350.000 toneladas/año de bioCO2, para lo que estima una inversión que ronda los 800 millones de euros.
Los desarrollos se ubican en regiones con una fuerte presencia del sector primario como Castilla y León, Navarra o Murcia. Por otro lado, la compañía recientemente anunció la internacionalización de su negocio en Italia, donde prevé contar con 20 instalaciones en operación antes de 2030.
das: biometano, que puede inyectarse en la red gasista como sustituto directo del gas natural, y CO₂ biogénico, recurso que hoy adquiere un papel central en la transición energética.
Este cambio de paradigma se entiende mejor si atendemos al contexto de nuestro país. Como señala Nicolás Hernando, CO 2 Manager de Biorig, “en España tenemos un potencial agroganadero muy fuerte que nos puede permitir producir grandes cantidades de biometano y CO₂ biogénico”. Para Biorig aprovechar estas corrientes no solo contribuye a sustituir insumos fósiles en múltiples sectores industriales, sino que también refuerza la seguridad energética del país, al mismo tiempo que aporta estabilidad a la economía circular. No en vano, nuestro territorio se sitúa como el tercer Estado miembro de la Unión Europea (UE) con mayor potencial de producir estos recursos. Sin embargo, la brecha entre esa capacidad teórica y la realidad es todavía muy grande: mientras que en países como Francia o Alemania ya existen cientos de plantas operativas, en España apenas unas pocas están en funcionamiento. El margen de crecimiento, por tanto, es considerable, y convierte al mercado nacional en un espacio estratégico para inversores y operadores energéticos.
Y el motivo de su atractivo es la facilidad de valorización que tiene este gas. A diferencia de otras formas de captura, en las plantas de biometano el dióxido de carbono se concentra en un flujo relativamente puro después del upgrading. Esto reduce los costes de tratamiento y permite alcanzar de manera sencilla niveles de pureza del 95%. Además, empleando tecnologías de membranas es posible escalar hasta calidades de grado alimentario (≥99%), lo que abre la puerta a su uso en la industria de bebidas y alimentación. En comparación con otras tecnologías de
Vemos un mercado en completa expansión, en el que España podría posicionarse como un proveedor de referencia de carbono renovable para el conjunto de la Unión Europea.
Nicolás
Hernando, CO₂ Manager de Biorig.
captura directa de aire o de fuentes fósiles, el CO₂ biogénico presenta una eficiencia y un coste de captura mucho más competitivos, lo que lo convierte en un candidato prioritario para su despliegue industrial.
La producción combinada de biometano y CO₂ biogénico tiene, además,
un impacto directo en el desarrollo rural. Las plantas suelen estar ubicadas en zonas con alta disponibilidad de residuos agrícolas y ganaderos, lo que genera actividad económica local, crea empleo y ofrece nuevas oportunidades de negocio para el sector primario. Al mismo tiempo, contribuye a resolver un problema de gestión de residuos agroganaderos, transformando un pasivo ambiental en una doble vía de aprovechamiento: energía renovable y materia prima para la industria. Como resume al respecto Hernando, “lo que vemos es un mercado en completa expansión, en el que España podría posicionarse como un proveedor de referencia de biometano y carbono renovable para el conjunto de la Unión Europea”.
La creciente disponibilidad de CO₂ biogénico en las plantas de biometano abre un abanico de aplicaciones industriales que, en muchos casos, ya cuentan con mercados consolidados. Su versatilidad lo convierte en una materia prima capaz de integrarse en la cadena de valor de sectores estratégicos, desde la alimentación hasta los combustibles avanzados.
Alimentación y bebidas: un mercado ya operativo
La industria alimentaria y de bebidas constituye hoy uno de los principales consumidores de dióxido de carbono. Su uso se centra en procesos de carbonatación de refrescos y cervezas, en la creación de atmósferas protectoras para conservar alimentos y en operaciones específicas como la descafeinización del café o la vinificación. El CO₂ biogénico ofrece aquí una ven-
taja competitiva evidente: al sustituir al fósil, reduce la huella de carbono del producto final y contribuye a objetivos de sostenibilidad en un sector con alta exposición mediática y regulatoria. En este sentido, según Hernando, “la industria de fertilizantes y la alimentaria es probablemente la más grande en consumo de CO₂. Lo emplea de forma
cotidiana, desde la carbonatación de bebidas hasta procesos como la extracción de la cafeína del café”. La facilidad para alcanzar calidad alimentaria en la purificación del gas convierte a este mercado en el destino natural y más inmediato para el CO₂ biogénico. Como señala la European Biogas Association (EBA, 2024), alrededor
del 63% de la demanda europea de CO₂ líquido y sólido proviene del sector de alimentos y bebidas. Sustituir la fuente fósil por biogénica en esta proporción tendría un impacto inmediato en la reducción de emisiones de alcance 3 de las empresas, un aspecto cada vez más valorado por la distribución y por los consumidores.
Para Mahou San Miguel, líder cervecero en España y con presencia en más de 70 mercados internacionales, el dióxido de carbono es esencial en todas las fases de producción. “En cervecería utilizamos CO₂ para tres funciones clave: la carbonatación, las atmósferas protectoras y presurización de tanques, y el envasado”, explica Bruno Martínez Falagán, director de Medioambiente. También en la dispensación de cerveza de barril el gas actúa como impulsor y protector frente al oxígeno. La compañía aprovecha el CO₂ generado en la fermentación, que captura, limpia y reutiliza para ajustar la carbonatación y preservar la calidad. Este modelo reduce la dependencia de suministros externos y aporta ventajas en tres frentes: menor huella de carbono, seguridad de suministro y eficiencia, y nuevos usos de valor añadido. “Capturar y reutilizar CO₂ biogénico en nuestras plantas no sólo reduce emisiones, también garantiza suministro y abre nuevas vías de valor añadido”, resume Martínez Falagán.
Un ejemplo de esta apuesta es el proyecto europeo CHEERS, liderado por Mahou junto con once socios de cinco países, que desarrolla rutas para transformar CO₂ en compuestos como ácido caproico o desinfectantes clorados. “Estas cadenas reducen más de un 45% las emisiones frente a alternativas convencionales, con verificación por análisis de ciclo de vida”, apunta el directivo.
La integración del CO₂ biogénico se enmarca en la estrategia de
descarbonización de Mahou San Miguel: en 2024 logró reducir un 5,42% sus emisiones respecto al año anterior, con electricidad 100% renovable en todos sus centros EMAS y una nueva planta de biomasa en Alovera que permitirá recortar un 95% las emisiones directas. “Recuperar y usar CO₂ biogénico no es sólo una decisión ambiental; es sinónimo de calidad, resiliencia y competitividad”, concluye Martínez Falagán.
Bruno Martínez DIRECTOR DE MEDIOAMBIENTE DE MAHOU
Energía y combustibles sostenibles
El ámbito energético representa quizá el mayor horizonte de crecimiento. El CO₂ biogénico es un insumo esencial en la producción de combustibles sintéticos renovables. Al combinarse con hidrógeno verde, permite sintetizar e-fuels y, en particular, SAF (Sustainable Aviation Fuels), que serán imprescindibles para la descarbonización del transporte aéreo.
“Estos combustibles renovables permiten al mercado adaptarse más rápido a la reducción de emisiones, sin obligar al consumidor a realizar inversiones elevadas en nuevo equipamiento”, añade Hernando. Este punto es crítico en sectores como la aviación o el transporte marítimo, donde la electrificación total no es viable en el corto ni en el medio plazo.
El marco regulatorio europeo refuerza además este escenario. El re -
Repsol, una de las compañías energéticas líderes en Europa y pionera en la producción de combustibles renovables en España, considera el CO₂ biogénico un pilar estratégico en el desarrollo de combustibles sintéticos, con especial protagonismo en los SAF (Sustainable Aviation Fuels). “El CO₂ biogénico es clave porque, al combinarse con hidrógeno renovable, permite producir combustibles prácticamente neutros en carbono, compatibles con los motores actuales y con la infraestructura de repostaje”, explica Carlos Díaz, Gerente Sr. de desarrollo de negocio de combustibles renovables en Repsol. Esta visión se materializa en proyectos como la planta demostradora de Bilbao, en construcción con una inversión superior a los 100 millones de euros, destinada a producir carburantes sintéticos avanzados.
El uso de CO₂ de origen biogénico frente al fósil ofrece ventajas
claras: evita aumentar la concentración atmosférica de carbono y transforma un residuo en recurso. “Su carácter de ciclo corto lo convierte en la materia prima ideal para los e-fuels, alineándose con el objetivo de cero emisiones netas en 2050”, añade Díaz. En este sentido, España, destaca el experto, cuenta con un elevado potencial gracias a su capacidad en energías renovables y a las industrias que utilizan biomasa, aunque advierte que será imprescindible disponer de energía a bajo coste y apoyo regulatorio para que ese potencial se materialice.
No obstante, los retos no son menores. “La falta de un marco regulatorio específico y de estándares de certificación sólidos frena la inversión y dificulta escalar proyectos de CO₂ biogénico”, señala el directivo. A su forma de ver, es necesario un enfoque normativo que reconozca la interdependencia entre los dife-
glamento ReFuelEU Aviation, aprobado en 2023, establece que a partir de 2025 las aerolíneas deberán incorporar un porcentaje creciente de SAF en sus mezclas, llegando al 70% en 2050. Para cumplir este objetivo, la disponibilidad de carbono renovable como el CO₂ biogénico será determinante. De hecho, estudios recientes estiman que el potencial de captura de CO₂ en Europa podría alcanzar las 46 millones de toneladas en 2030 y superar
GERENTE SR. DE DESARROLLO DE NEGOCIO DE COMBUSTIBLES RENOVABLES EN REPSOL
rentes combustibles y el papel complementario de los renovables junto a la electrificación.
En este contexto, la regulación será determinante para atraer inversión y garantizar certidumbre al sector. “La falta de un marco regulatorio específico en España limita el acceso a financiación y ralentiza la adopción de tecnologías de captura y uso de CO₂ biogénico. Es urgente reconocer el papel complementario de los combustibles renovables junto a la electromovilidad, para lograr una descarbonización del transporte que sea ágil, resiliente, segura y socialmente justa”, concluye.
Para Messer, uno de los principales proveedores de gases industriales en España y Europa, el dióxido de carbono es una materia prima esencial con aplicaciones que van desde la carbonatación de bebidas y la conservación de alimentos hasta usos sanitarios en intervenciones quirúrgicas y dermatológicas. “El suministro de CO₂ de Messer ha permitido optimizar procesos, mejorar la calidad de productos y garantizar la seguridad en operaciones en múltiples sectores industriales”, explica Isabel Martínez, Application Engineer –Decarbonization en Messer Ibérica de Gases.
La compañía cuenta con una larga trayectoria en la comercialización de CO₂ biogénico, procedente de corrientes altamente concentradas que facilitan la captura y purificación. Su actividad permite a los clientes disponer de un recurso con menor huella de carbono y alineado
los 120 millones en 2050, si se aprovecha todo el desarrollo previsto de biometano.
Química y salud
El sector químico y médico es otro de los grandes consumidores de dióxido de carbono. Se emplea en procesos de síntesis (como la producción de carbonatos, urea o metanol), en esterilización hospitalaria, en el control de pH en el tratamiento de aguas o en aplicaciones farmacéuticas. Aquí, la calidad
APPLICATION ENGINEER –DECARBONIZATION EN MESSER IBÉRICA DE GASES SAU
con la transición energética. “El CO₂ biogénico no solamente contribuye a disminuir la dependencia de fuentes fósiles y diversificar las fuentes de suministro, sino que también facilita a los sectores consumidores incorporar en sus procesos una
del gas debe ser especialmente estricta, lo que implica estándares más elevados de pureza y mayores inversiones en purificación.
La disponibilidad de un CO₂ renovable y competitivo en costes abre la posibilidad de reducir la dependencia del carbono fósil en industrias que, por su naturaleza crítica, no pueden renunciar a este insumo. Al mismo tiempo, ofrece un argumento de sostenibilidad para sectores sometidos a una regulación ambiental cada vez más exigente.
materia prima con menor huella de carbono”, añade Martínez.
Más allá de la pureza —equiparable entre CO₂ fósil y biogénico bajo los estándares internacionales—, la aceptación depende de la confianza en su origen y trazabilidad. “Cada aplicación exige garantías claras, y por eso resulta esencial contar con certificados que aseguren la calidad y transmitan seguridad a los clientes”, advierte la experta. En cuanto a los principales retos de futuro, Messer apunta a la necesidad de desplegar grandes redes de distribución a lo largo de la Península Ibérica, que garanticen un suministro sostenible y resiliente a medio y largo plazo. “La disponibilidad de fuentes es limitada, y diversificar exige aprovechar corrientes menos concentradas con tecnologías avanzadas de captura que permitan mantener la competitividad del CO₂ biogénico frente al fósil”, finaliza Martínez.
Nuevos materiales
Más allá de los usos tradicionales, el CO₂ biogénico comienza a encontrar espacio en aplicaciones emergentes con gran potencial de innovación. Entre ellas destaca su incorporación en la fabricación de materiales de construcción, donde puede actuar como agente de curado del hormigón o como insumo en procesos de mineralización. Este enfoque no solo genera un producto útil, sino que permite un secuestro estable de carbono en materiales
de larga vida útil, reforzando su papel dentro de la economía circular. El interés por estas soluciones es creciente. Según un informe presentado en la European Biomass Conference (2025), en Europa ya se capturan anualmente cerca de 2 millones de toneladas de CO₂ biogénico, gran parte en plantas de bioetanol, con usos tanto químicos como materiales. Aunque esta cifra aún es modesta en comparación con la demanda global, marca el inicio de una cadena de valor que puede multiplicarse en la próxima década, especialmente en países con fuerte tejido agroindustrial como España.
PARA EL DESPLIEGUE DEL CO₂ BIOGÉNICO
Aunque el CO₂ biogénico se perfila como un recurso clave en la transición energética, su despliegue a gran escala enfrenta todavía desafíos que condicionan su consolidación en el mercado. Superar estas barreras será determinante para que España y Europa puedan aprovechar plenamente el potencial de este recurso.
Marco legal: la necesidad de reglas claras
El primer reto es de carácter normativo. La falta de un marco regulatorio homogéneo en España genera incertidumbre para los promotores de proyectos. Como apunta Hernando, “siempre se necesita que el marco regulatorio sea estable. El hecho de tener normas que puedan diferir de una comunidad a otra o incluso entre municipios es un perjuicio. Sería positivo contar con un marco relativamente unificado que evite que los proyectos sufran retrasos importantes”.
La ausencia de reglas claras limita la capacidad de atraer inversión y retra-
sa la puesta en marcha de plantas, en un contexto en el que otros países del entorno ya han avanzado con políticas nacionales más ambiciosas.
Viabilidad económica y costes de captura
En el plano económico, la competitividad del CO₂ biogénico frente al fósil depende de los costes de captura, purificación y transporte. En este sentido, desde Biorig destacan una ventaja: “el coste de captura en las plantas de biometano es relativamente reducido, porque tras el upgrading la concentración de CO₂ es muy elevada. Basta con elevar un poco esa calidad, pasando de más del 95% a grados alimentarios por encima del 99%”, indica el CO2 manager de la compañía.
Este diferencial de costes respecto a tecnologías más complejas, como la captura directa del aire, convierte al CO₂ biogénico en un candidato atractivo. Sin embargo, el desarrollo de infraestructuras de transporte y almacenamiento será crucial para facilitar su acceso a diferentes industrias y evitar cuellos de botella.
Licencia social y aceptación pública
Otro de los grandes desafíos es la integración de las plantas de biogás y biometano en los entornos en los que operan. Pese a ser una tecnología segura, probada y con decenas de miles de plantas operando en Europa, en algunos municipios los proyectos enfrentan oposición vecinal. Hernando reconoce esta realidad, ligada a que en España apenas operan 15 instalaciones de biometano y es aún una tecnología en plena expansión: “Siempre que se introduce una nueva tecnología hay que hacer un trabajo muy importante de docencia, de explicar los beneficios y los riesgos reales. La es-
trategia de Biorig pasa por trabajar de manera cercana con las localidades y municipios, siendo muy transparentes, fomentando reinversiones comunitarias que financian proyectos locales y colaborando con el tejido local para la gestión de la planta”.
En otros países europeos, donde el despliegue es más avanzado y las plantas de biometano conviven con los vecinos, la experiencia demuestra que la transparencia y la generación de beneficios locales —empleo, impuestos, valorización de residuos— son elementos decisivos para ganar legitimidad social.
Escalabilidad y madurez tecnológica
Por último, la escalabilidad en la producción también marca límites. El sector del biometano en España, aunque cuenta con el tercer mayor potencial de Europa, aún se encuentra en plena fase de desarrollo, y tan solo operan 15 plantas de biometano en nuestro país, de las cuales muy pocas cuentan con sistemas de captura de CO2. Esto restringe la capacidad de producir volúmenes significativos de CO2 y hace necesario dar un impulso adicional a la producción de biometano y el fomento a la captura del dióxido de carbono biogénico para su posterior uso. “La escalabilidad directa de las plantas es complicada; buscamos la replicabilidad del modelo en múltiples instalaciones distribuidas, lo que además tiene beneficios para consumos locales y deslocalizados”, explica Hernando.
El uso de tecnologías maduras, como las membranas de separación, garantiza calidad y eficiencia en la captura. No obstante, la consolidación de una red distribuida de plantas será la clave para que el CO₂ biogénico alcance la masa crítica necesaria para abastecer mercados como el de los combustibles sintéticos.
REPORTAJE
PTECO₂: España puede ser un referente en Europa en producción y valorización de CO₂ biogénicos
Desde la Plataforma Tecnológica Española del CO₂ (PTECO₂), su director Pedro Mora Peris subraya el valor estratégico del CO₂ biogénico frente al fósil: “proviene de residuos orgánicos y forma parte del ciclo natural del carbono, por lo que al reutilizarse no añade carbono nuevo a la atmósfera y puede incluso generar emisiones negativas si se combina con tecnologías CAUC, dando lugar a la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono o BECCS”.
Mora destaca que sus usos abarcan desde la producción de e-fuels y SAF hasta la industria alimentaria y química, pasando por la fabricación de materiales sostenibles median-
te procesos de carbonatación. “En definitiva, el CO₂ biogénico podría convertirse en un vector clave para una economía baja en carbono por su efecto sumidero de carbono”, resume. España, añade, dispone de un alto potencial de producción gracias a su base agroganadera y a las plantas de tratamiento de residuos, aunque advierte que será necesario desplegar infraestructuras específicas y contar con un marco regulatorio estable. “Existen incertidumbres sobre la trazabilidad y certificación del origen biogénico, lo que dificulta su inclusión en mercados voluntarios o regulados”, señala.
Pedro Mora
PRESIDENTE DE PTECO2
Con la vista puesta en los próximos años, PTECO₂ considera que nuestro país puede situarse entre los referentes europeos si desarrolla políticas adecuadas. “España tiene la oportunidad de convertirse en uno de los principales enclaves de producción y valorización de CO₂ biogénico en Europa, no solo para autoabastecerse, sino también para exportar productos derivados como e-fuels o materiales”, concluye Mora.
EL FUTURO DEL CO₂ BIOGÉNICO EN ESPAÑA Y EUROPA
El CO₂ biogénico se perfila como un recurso clave dentro de las estrategias de descarbonización y economía circular. Su principal ventaja frente al carbono de origen fósil es que se integra en el ciclo natural, lo que permite reducir emisiones netas e incluso alcanzar emisiones negativas cuando se combina con tecnologías de captura y almacenamiento (BECCS). Este carácter renovable lo
convierte en una materia prima versátil para industrias como la alimentación, la química o la producción de combustibles sostenibles.
España cuenta con un elevado potencial de generación de CO₂ biogénico asociado a su base agroganadera y forestal, así como a las plantas de biogás y biometano en desarrollo. No obstante, el despliegue efectivo de esta corriente dependerá de la existencia de marcos regulatorios claros, de infraestructuras específicas para captura y transporte y de mecanismos de trazabilidad y certificación que ga-
ranticen su integración en los mercados de carbono.
En un contexto europeo donde la demanda de combustibles sintéticos y de componentes renovables para la industria se incrementará de forma progresiva, el CO₂ biogénico puede desempeñar un papel relevante en la transición energética. Su valorización no solo contribuiría al cumplimiento de los objetivos climáticos, sino que también reforzaría la seguridad de suministro, impulsaría el desarrollo rural y mejoraría la competitividad de la economía española en el marco del Pacto Verde Europeo.
MIEMBRO DE LA EJECUTIVA DE COAG, RESPONSABLE DE SECTORES
GANADEROS Y CONSEJERO DEL CESE EN BRUSELAS
El sector ganadero español es clave en la economía y el desarrollo social del país, ya que tanto la ganadería intensiva como la extensiva mantienen pueblos y territorios vivos generando puestos de trabajo, apostando por una bioeconomía circular, introduciendo fertilizantes orgánicos en sustitución de fertilizantes minerales, y contribuyendo al mantenimiento de bosques y montes —tan necesario para prevenir los incendios— a través de la ganadería extensiva. España es el tercer país de la UE con mayor producción ganadera, el primer productor de porcino y ovino, el segundo productor avícola y el tercero de carne de vacuno. El número de explotaciones ganaderas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, es de 362.123, las cuales ocupan de forma directa a más de medio millón de ganaderos y ganaderas, con una pro-
ducción de carne conjunta de los sectores porcino, avícola, vacuno, ovino, caprino y cunícola de más de 7,9 millones de toneladas, lo que supone una aportación económica de 20.774 millones de euros a la producción final agraria, siendo la columna vertebral del sector agroalimentario, y el primer sector en el índice económico del PIB Estatal. Como todos los sectores productivos, el sector ganadero también contribuye a la generación de gases de efecto invernadero, siendo responsable del 8 %, según datos publicados en la DG AMBI (CE). Por otra parte, nuestra ganadería genera miles de toneladas de deyecciones ganaderas (estiércoles, purines, gallinazas….), siendo gran parte de ellas utilizadas como fertilizantes orgánicos al ser reincorporadas a la tierra, completando el ciclo de bioeconomía circular que genera el propio sector desde hace años.
En los últimos años otra gran parte de estas deyecciones se están utilizando como componentes para diferentes tratamientos, como la separación solido líquido, las plantas de desnitrificación y nitrificación, las plantas de compostaje, y las plantas de biogás para ser transformadas finalmente para la producción de biometano, demostrando claramente que el propio sector ganadero está encontrando soluciones a los problemas originales.
Apostamos e invertimos claramente por la circularidad de la cadena de valor ganadera, introduciendo en la ecuación no solo la producción ganadera si no también la parte del sector cárnico (mataderos, despiece y elaboración de productos cárnicos) buscando siempre una valorización y eficiencia energética, la producción de fertilizantes orgánicos y una gestión responsable del agua.
En los últimos años otra gran parte de estas deyecciones se están utilizando como componentes para diferentes tratamientos, como la separación solido líquido, las plantas de desnitrificación
y nitrificación, las plantas de compostaje, y las plantas de biogás para ser transformadas finalmente para la producción de biometano, demostrando claramente que el propio sector ganadero está encontrando soluciones a los problemas originales
Un sector ganadero que en muchos casos es criticado y criminalizado por los malos olores, la contaminación de los acuíferos y la generación de emisiones tiene que ser capaz de hacer llegar a la opinión pública, y a los consumidores y consumidoras, que las cosas están cambiando para bien; y lo que hasta hace poco era un problema se está transformando en una oportunidad, de modo que
si hasta ahora los residuos eran sinónimo de problemas, pasemos a decir que los residuos son un recurso y una oportunidad. Y este es el primer objetivo que tenemos que conseguir, y tenemos suficientes ejemplos para enseñar y explicarlo. Entre las oportunidades más cercanas para los ganaderos y ganaderas está el participar en la generación de fertilizantes orgánicos, y en la producción de energía eléctrica, biogás y biometano. De manera que el sector ganadero —cuya preocupación era y es producir carne de calidad cumpliendo con los estándares de seguridad alimentaria y de bienestar animal que marca la CE , a un coste equilibrado y competitivo— pueda pasar a formar parte de la bioeconomía circular en diferentes sectores energéticos (producción de energía
Entre las oportunidades más cercanas para los ganaderos y ganaderas está el participar en la generación de fertilizantes orgánicos, y en la producción de energía eléctrica, biogás y biometano
eléctrica y producción de gas). Está en nuestra mano convertir un problema en una generación de oportunidades.
Esta es la tendencia que en los últimos 3 o 4 años se está desarrollando en torno al sector ganadero español. No es una iniciativa nueva, y “no descubrimos las Américas”, ya que países como Dinamarca y Alemania llevan trabajando e impulsando el biometano, y sobre todo el biogás, desde hace 20 años. Yo tuve la oportunidad de visitar estos países en los años 2004 y 2005, y ya entonces los sistemas de tratamiento de biogás eran comunes en muchas granjas. También pude visitar una planta de biogás cercana a un aeropuerto, la cual suministraba el agua caliente resultante de calentar los digestores de la misma planta, para el consumo del propio aeropuerto, siendo éste un ejemplo más de que la producción de biogás se utiliza en otros sectores económicos. Añadir que en algunas zonas de estos países cada nuevo proyecto de granja porcina tenía la obligación de incorporar en el propio proyecto un sistema de tratamiento de las deyecciones ganaderas, y que entre estos sistemas ya se encontraba el biogás.
En España, en los años 2007 y 2008, hubo un intento de promocionar el biogás, para lo cual se construyeron las primeras plantas; sin embargo, fueron pocas, y el sistema no fue lo suficientemente impulsado, por lo que incluso
algunas de estas plantas se cerraron. Me preocupa que vuelva a ocurrir lo mismo, ya que cada vez más se están generando nuevas plataformas de opinión en contra de las plantas de biogás. Como ganaderos que participamos en un proyecto de este tipo, tenemos que ser capaces de trasmitir y explicar la verdad a los ciudadanos de los pueblos cercanos a las plantas de biogás proyectadas.
Las administraciones locales tienen un papel muy importante a la hora de dar el permiso de obras definitivo, y ellas, conjuntamente con los ganaderos locales que quieran gestionar las deyecciones ganaderas, tienen que fijar los subproductos orgánicos que se puedan tratar en las plantas de biogás. Debemos informar de todos estos procesos a los vecinos y a los propios ganaderos de la zona para que no existan dudas sobre ningún tipo de perjuicio que la instalación de estas plantas pudiese ocasionar a la comunidad
Por otro lado, como suele suceder cuando se generan ayudas estatales o europeas destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y conseguir los objetivos del desarrollo sostenible (ODS), estas subvenciones —aunque nacen con un claro objetivo climático, definido por la propia UE— acaban en manos de fondos de inversión. Fondos que, en lugar de priorizar el impacto social, medioambiental o local, buscan únicamente maximizar el beneficio económico, incluso cuando se
Como ganaderos que participamos en proyectos de biogás, tenemos que ser capaces de trasmitir y explicar la verdad a los ciudadanos de los pueblos cercanos a las plantas proyectadas
Tenemos que ser capaces de encontrar el equilibrio entre gestionar nuestras deyecciones ganaderas con una rentabilidad económica, y el respeto social y medioambiental, teniendo siempre en cuenta el bienestar de las poblaciones más cercanas a las instalaciones
trata de proyectos tan sensibles como la producción de biogás y biometano.
Se conocen y son públicos los datos sobre cuáles son los subproductos orgánicos que generan mayor valorización energética— y por tanto, mayor eficiencia y rentabilidad—. En mi opinión, estas plantas que buscan conseguir el 100% de los objetivos de rentabilidad no pueden perjudicar al sector social, la seguridad ambiental ni la sanidad animal del entorno, y deben construirse a una distancia considerable para evitar posibles perjuicios.
Como ganadero y defensor del sector, si queremos mantener la ganadería y a las ganaderas y ganaderos españoles, así como todo lo que significa y genera la columna vertebral dentro del primer sector económico del país —el agroalimentario— necesitamos estos sistemas de tratamiento de biogás y biometano, pero tenemos que ser capaces de encontrar el equilibrio entre gestionar nuestras deyecciones ganaderas con una rentabilidad económica, y el respeto social y medioambiental, teniendo siempre en cuenta el bienestar de las poblaciones más cercanas a las instalaciones. No perdamos todos y todas esta oportunidad de convertir un problema en un recurso beneficioso, ni generemos un nuevo problema en este proceso.
Junto con Stela, Polytechnik, Salmatec y Rematec, la compañía impulsa proyectos de referencia en el ámbito de la biomasa y el reciclaje.
R&B Equipos de Reciclaje y Biomasa S.L. celebra dos décadas de actividad, consolidándose como socio estratégico de fabricantes líderes internacionales como Stela, Polytechnik, Salmatec y Rematec. Durante estos años ha desarrollado proyectos en España y Portugal en sectores clave como la biomasa, el reciclaje, la industria maderera, la alimentación o el tratamiento de residuos.
Con más de 100 años de historia, Stela se ha especializado en la fabricación de equipos de secado. Durante los últimos 45 años ha perfeccionado tecnologías de secado de banda a bajas temperaturas para materiales como serrín, astillas y otras biomasas con poder calorífico, logrando procesos
altamente eficientes, con bajos consumos, emisiones reducidas y un producto final muy valorado. Además de la biomasa, Stela diseña equipos para maíz, trigo, arroz, semillas oleaginosas y otros productos agrícolas o alimentarios, y a través de Stela Food desarrolla soluciones de deshidratado y tostado de alimentos. También cuenta con referencias en cementeras con secaderos para CDR y en plantas de biogás
para el secado de restos de fermentación, lodos o alperujo.
POLYTECHNIK: GENERACIÓN DE ENERGÍA A PARTIR DE BIOMASA
La austríaca Polytechnik es referente mundial en soluciones para la generación de energía a partir de biomasa, con más de 3.000 plantas construidas en todo el mundo. Sus sistemas, que combinan neutralidad en carbono y alta eficiencia, dan servicio a industrias de la madera, comunidades locales, instalaciones de calefacción, procesos industriales y producción eléctrica. Según el tipo y humedad del combustible, Polytechnik aplica distintas tecnologías de combustión —parrilla móvil, empuje inferior o
parrilla de combustión final—, incluyendo su innovador sistema PolyHeld®, de alta eficiencia y bajas emisiones.
SALMATEC: SOLUCIONES INTEGRALES EN PELETIZACIÓN
Consolidada como empresa familiar desde 1972, Salmatec fabrica plantas de peletización completas y piezas de desgaste para toda la gama de equipos del mercado. Sus diseños propios, la planificación integral y un servicio técnico de excelencia son sus principales señas de identidad. La compañía apuesta por la mejora continua de procesos y por sistemas de gestión integrados y supervisados, orientados a reducir consumos y minimizar el impacto ambien-
Stela, Polytechnik, Salmatec y Rematec aportan soluciones de secado, combustión, peletización e ingeniería de plantas que refuerzan la apuesta de R&B por la innovación y la sostenibilidad
tal. Su objetivo: ofrecer siempre la solución óptima a las necesidades de cada cliente, tanto con equipos modulares como con desarrollos personalizados.
REMATEC: INGENIERÍA DE PRECISIÓN PARA BIOMASA Y RECICLAJE
Con raíces que se remontan a 1946 (previamente Reiter GmBH), Rematec se fundó en 2004 como empresa especializada en ingeniería mecánica e ingeniería de plantas para las industrias de la madera y el reciclaje. Actualmente ofrece soluciones llave en mano, desde la planificación y fabricación de componentes hasta estructuras de acero y montaje in situ. La compañía destaca por su apuesta por la innovación, la máxima precisión y la calidad en ingeniería de plantas y maquinaria, siendo proveedor de confianza de grandes empresas internacionales del sector.
R&B EQUIPOS DE RECICLAJE Y BIOMASA www.rb-maquinaria.com
TECNOLOGÍA
Eggersmann aporta soluciones avanzadas de clasificación, digestión y compostaje que posicionan a KEREA como referente europeo en gestión de residuos.
Queda oficialmente inaugurada
KEREA, una nueva planta de tratamiento y reciclaje de residuos al sur de Francia, situada en el municipio de Viviez. El proyecto, desarrollado en nombre de SYDOM Aveyron y ejecutado por Solena Valorisation, se convierte en la infraestructura central para la gestión de residuos domésticos y orgánicos de los aproximadamente 270.000 habitantes del departamento de Aveyron.
Con una capacidad de tratamiento cercana a las 90.000 toneladas anuales, KEREA representa un paso decisivo en la estrategia territorial de valorización de residuos. La implantación de la línea de tratamiento biológico ha sido confiada a Eggersmann, que ha combinando tecnologías de fermentación anaerobia y compostaje de última generación.
TRATAMIENTO DE RESIDUOS DOMÉSTICOS
El proceso comienza con una clasificación mecánica de los residuos. La fracción de 16–110 mm se introduce en seis túneles fermentadores de tecnología BEKON. Cada uno de estos túneles tiene 31,5 metros de longitud y 6,5 metros de ancho.
Allí, el material introducido se somete a un proceso de digestión anaerobia en condiciones de anoxia, mediante un sistema en el que los lixiviados percolan de forma continua a través de la matriz en proceso. Este proceso biológico genera biogás, que posteriormente se enriquece hasta convertirse en biometano para su inyección a la red gasista. El digerido resultante se homogeniza con la fracción fina (0–16 mm) y mate-
rial estructurante mediante un mezclador BRT HARTNER DM 20, diseñado específicamente para la mezcla de lodos y digeridos. A continuación, el material pasa a los túneles de compostaje, don-
KEREA trata cerca de 90.000 toneladas anuales de residuos domésticos y orgánicos, produciendo biometano y compost de calidad para la economía circular
de se desarrolla un proceso aeróbico en ocho túneles de 35 metros cada uno. En un plazo de cuatro semanas, el material se estabiliza y seca, garantizando un producto final seguro y estable.
En paralelo al tratamiento de la fracción orgánica resto, el departamento de Aveyron ha impulsado un innovador sistema de recogida selectiva de materia orgánica (FORM) a través de bolsas naranjas, cuyo tratamiento también se centraliza en la planta KEREA. La línea de proceso se inicia con un abridor de bolsas BRT HARTNER BOS 18, seguido de una criba de estrella BRT HARTNER STS, que separa las impurezas mayores de 60 mm del material orgánico (0–60 mm). La fracción aprovechable se mezcla con material estructurante y se somete a un compostaje aeróbico en tres túneles de fermentación, para continuar con una maduración de cuatro semanas en seis boxes ventilados por succión.
Finalmente, el compost se somete a un cribado con la criba de tambor de
Corredor central de los túneles de compostaje y digestión y línea de pretratamiento de FORM para las bolsas naranjas
Eggersmann TERRA SELECT TE 50, obteniendo un producto valorizable que contribuye a la economía circular local.
Con la puesta en marcha de KEREA, el departamento de Aveyron refuerza su apuesta por la transición energética y
La planta combina túneles anaerobios BEKON y sistemas de compostaje
Eggersmann, convirtiéndose en referencia tecnológica en Europa
la valorización material y energética de los residuos, combinando tecnologías de vanguardia en digestión anaerobia y compostaje. La planta se posiciona como ejemplo de innovación en Europa, al integrar en una misma instalación la producción de biometano, la estabilización de residuos y la generación de compost de calidad.
www.eggersmannrecyclingtechnology.com
e Griselda Romero
LA AGENCIA INTERNACIONAL DE LA ENERGÍA PRESENTA SU ANÁLISIS
MÁS COMPLETO SOBRE BIOGÁS Y BIOMETANO: UNA HOJA DE RUTA
PARA ESCALAR ESTA FUENTE RENOVABLE, LOCAL E INFRAUTILIZADA,
EXAMINA SU PRODUCCIÓN ACTUAL, POTENCIAL TÉCNICO, COSTES, BENEFICIOS COLATERALES, BARRERAS EXISTENTES Y ESCENARIOS DE CRECIMIENTO.
La transición energética necesita todas las soluciones disponibles.
En un escenario global marcado por la urgencia climática, la inestabilidad geopolítica y la necesidad de reforzar la seguridad del suministro, el biogás y el biometano resurgen como aliados estratégicos. No son tecnologías nuevas, pero sí cada vez más relevantes por su capacidad para transformar residuos orgánicos en energía limpia, local y despachable.
Su atractivo es doble. Por un lado, son combustibles renovables con capacidad de integración inmediata: el biometano, en particular, puede sustituir al gas natural fósil sin necesidad de adaptar infraestructuras. Por otro, su valor va mucho más allá de los kilovatios hora: contribuyen a la gestión de residuos, al desarrollo rural, a la creación de empleo y a la reducción de emisiones, conectando sectores clave como la agricultura, la industria o el transporte.
Durante años, su despliegue ha sido limitado por altos costes, trabas administrativas y falta de visión política. Sin embargo, el contexto ha cambiado. Desde 2020 se han introducido más de 50 nuevas políticas para
impulsar estas tecnologías. Y la crisis energética de 2022, con los precios del gas disparados, actuó como catalizador, acelerando el interés político y económico por los biogases como solución estratégica.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) publicó el pasado mes de mayo su informe más completo hasta la fecha: “Perspectivas para el biogás y el biometano: una evaluación geoespacial global”, que ofrece una radiografía inédita sobre el potencial real de estas fuentes, basada en un análisis geoespacial pionero y una visión integral de sus implicaciones energéticas, ambientales y económicas.
Este reportaje recoge las principales claves del informe para entender por qué los biogases son una pieza cada vez más estratégica del mix energético. Desde su punto de partida hasta las proyecciones de crecimiento, pasando por su potencial técnico, impacto territorial, retos normativos y beneficios colaterales, analizamos qué hace falta para que dejen de ser una promesa y se conviertan, de una vez por todas, en una realidad a escala.
EN APENAS CINCO AÑOS, MÁS DE 50 PAÍSES HAN APROBADO NUEVAS POLÍTICAS PARA APOYAR EL DESPLIEGUE DEL BIOGÁS Y EL BIOMETANO. EL IMPULSO POLÍTICO ES REAL, PERO AÚN INSUFICIENTE FRENTE A LAS BARRERAS EXISTENTES
La producción y el consumo de biogases están creciendo, pero desde una base muy baja. Pese al enorme potencial, el punto de partida desde el que se parte es aún modesto. Según los últimos datos de la Agencia Internacional de la Energía, la producción combinada de biogás y biometano alcanzó en 2023 unos 50.000 millones de metros cúbicos equivalentes de gas natural (bcme) a nivel mundial. Una cifra significativa, pero que representa una fracción muy pequeña del mix energético global.
La mayor parte de esta producción procede de Europa, Estados Unidos y China, con Alemania liderando el ranking global. Sin embargo, Dinamarca
POR QUÉ HABLAR DE BIOGÁS Y BIOMETANO: DEL POTENCIAL TÉCNICO A LA ACCIÓN
es uno de los casos más sobresalientes en términos relativos: en 2024, los biogases representaron ya el 40 % de su demanda total de gas, un porcentaje que da idea del grado de penetración que pueden alcanzar en contextos favorables.
A escala global, el biometano está creciendo a un ritmo anual de en torno al 20 %, lo que lo convierte en una de las formas de bioenergía de más rápido crecimiento. Aun así, su presencia sigue siendo marginal: representa tan solo el 0,2 % de la demanda global de gas natural. En conjunto, los biogases suponen alrededor del 3 % del consumo mundial de bioenergía moderna.
Uno de los hallazgos más reveladores del informe de la IEA es el enorme y creciente potencial técnico —aún sin aprovechar— que tienen el biogás y el biometano a nivel mundial. El análisis geoespacial realizado en más de cinco millones de ubicaciones en todo el planeta —el más completo hasta la fe -
EL MUNDO DISPONE DEL POTENCIAL TÉCNICO
NECESARIO PARA PRODUCIR
ANUALMENTE HASTA 1 BILLÓN DE METROS CÚBICOS DE BIOGÁS Y BIOMETANO, LO QUE
REPRESENTA EL 25 % DE LA
DEMANDA GLOBAL DE GAS
NATURAL
cha— estima que sería técnicamente viable producir cerca de un millón de millones (1 billón) de metros cúbicos equivalentes de gas natural al año utilizando únicamente flujos de residuos orgánicos sostenibles. Esto representa aproximadamente una cuarta parte de la demanda global actual de gas natural.
La cifra mejora en un 30 % la estimación que la IEA había planteado en su informe de 2020, gracias a la actualización de los datos sobre producción agrícola, generación de residuos y me-
joras en las infraestructuras. Todos los insumos contemplados —desde residuos agrícolas hasta lodos de depuradora, pasando por residuos forestales o biorresiduos municipales— son compatibles con tecnologías existentes, no compiten con usos alimentarios ni con el suelo agrícola, y no comprometen principios de sostenibilidad como la biodiversidad.
Asimismo, el informe destaca que casi el 80 % de este potencial sostenible se concentra en economías emergentes y en desarrollo, con Brasil, China e India como principales exponentes. En el caso de India, el volumen de biogás que podría generarse duplicaría su consumo actual de gas natural, lo que lo convierte en un recurso estratégico de primer orden para reducir la dependencia de importaciones y mejorar el acceso a la energía en zonas rurales.
En los países con economías avanzadas, el potencial técnico sigue siendo considerable, pero está mucho más explotado. Estados Unidos es el país desarrollado con mayor capacidad técnica, mientras que la Unión Europea destaca por ser la región que
Este informe y su innovador análisis dejan claro que el biogás y el biometano podrían desempeñar un papel mucho más importante en el sistema energético mundial, especialmente en un momento en que la seguridad energética y la producción local son prioridades para muchos gobiernos.
Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, en la presentación del informe “Outlook for biogas and biomethane: A global geospatial assessment” (IEA, 2024)
mejor ha sabido activar sus recursos: actualmente aprovecha cerca del 40 % de su potencial técnico, muy por encima de la media global, que no supera el 5 %.
Una de las preguntas clave sobre el biogás y el biometano es si pueden competir en coste con los combustibles fósiles. La respuesta, como suele ocurrir en el sector energético, depende del contexto. En muchos casos, sí; en otros, todavía no. Pero el análisis económico va mucho más allá del precio unitario: también hay que considerar los beneficios indirectos que estos gases renovables aportan al sistema
energético, al medio ambiente y a las economías locales.
Hoy, producir biometano cuesta de media unos 18 dólares por gigajulio (USD/GJ). Esto lo sitúa por debajo del precio final del gas natural en muchos mercados, aunque aún muy por encima del coste de producción del gas fósil —alrededor de cinco veces más, según datos de la IEA—. En términos energéticos, equivale a unos 100 dólares por barril de petróleo.
Aunque el 90 % del potencial técnico identificado para la producción de biogases se sitúa entre 10 y 30 USD/GJ, solo una pequeña parte de ese volumen es hoy realmente competitiva en condiciones de mercado convencionales. Aun así, ya existen oportunidades viables: alrededor de
45.000 millones de metros cúbicos equivalentes (bcme) de biometano podrían producirse a un precio igual o inferior al de los mercados mayoristas de gas natural —más de cinco veces la producción actual.
La competitividad puede mejorar notablemente mediante economías de escala. Las plantas de mayor capacidad resultan hasta un 40 % más económicas que las de menor tamaño, y la creación de clústeres con infraestructuras compartidas permitiría optimizar costes logísticos y operativos. Pero reducir costes no es la única vía para hacer viable el biogás. La puesta en valor de sus externalidades positivas —como la captura de emisiones, la valorización del digestato como fertilizante o el aprovechamien -
POR QUÉ HABLAR DE BIOGÁS Y BIOMETANO: DEL POTENCIAL TÉCNICO A LA ACCIÓN
to del CO₂ biogénico— puede cambiar las reglas del juego. Si se asigna un valor económico a estos beneficios, por ejemplo mediante precios del carbono de entre 50 y 70 USD por tonelada, el volumen potencialmente competitivo se dispara hasta 400 bcme. En definitiva, la clave no está solo en producir más barato, sino en reconocer todo lo que los biogases aportan más allá de la energía. Es ahí donde reside su verdadero valor añadido.
El atractivo de los biogases no reside únicamente en su capacidad para generar energía renovable. Su verdadero valor está en la cantidad de beneficios colaterales que ofrecen y que los convierten en una herramienta estratégica para una transición energética más justa, segura y sostenible.
Desde el punto de vista energético, el biometano puede inyectarse directamente en las redes de gas existentes, sin necesidad de adaptar turbinas, calderas o sistemas de transporte. Esto lo convierte en una opción versátil para descarbonizar sectores difíciles de electrificar. Además, al ser una fuente despachable —que puede activarse según las necesidades del sistema eléctrico—, desempeña un papel clave como respaldo para las renovables variables, aportando estabilidad y continuidad al suministro energético.
A nivel ambiental, los biogases permiten valorizar residuos orgánicos que de otro modo generarían emisiones o terminarían en vertederos. Su producción genera un subproducto rico en nutrientes —el digestato— que puede utilizarse como fertilizante, cerrando así el ciclo de los nutrientes en la agricultura. En determinadas condiciones, también permite capturar CO₂ biogénico, que puede utilizarse en industrias
como la alimentaria o transformarse en combustibles sintéticos si se combina con hidrógeno verde.
El impacto positivo se extiende también al ámbito rural. La mayoría de los costes asociados a su producción se quedan en la economía local: mano de obra, cadenas de suministro, servicios de mantenimiento... Esto se traduce en empleos estables en zonas agrícolas, dinamización del territorio y refuerzo de la autonomía energética local.
Por último, el biogás tiene un fuerte potencial de mitigación climática. Cuando se produce a partir de residuos ganaderos o lodos de depuradora, puede evitar emisiones de metano —un gas de efecto invernadero muy potente— que de otro modo se liberarían.
En suma, los biogases no son solo una fuente de energía. Son una solución transversal que conecta energía, agricultura, gestión de residuos y empleo, con impactos positivos difíciles de igualar por otras tecnologías.
Convertir el potencial del biogás y el biometano en realidad exige superar una serie de obstáculos que, en muchos casos, han frenado su despliegue. Son barreras complejas, que van más allá del mero coste económico e implican aspectos normativos, logísticos y tecnológicos. A continuación, exploramos los cuatro grandes desafíos que siguen limitando su desarrollo a gran escala.
Versátil
El biometano puede inyectarse directamente en las redes de gas natural existentes, sin necesidad de adaptar infraestructuras.
1
Despachable
Al ser una energía no intermitente, es ideal para respaldar la producción eólica y solar y aportar estabilidad al sistema eléctrico.
2
Fertilizante natural
Su subproducto, el digestato, puede aplicarse en agricultura como biofertilizante, cerrando el ciclo de nutrientes.
4
Valorizador de residuos
Permite tratar residuos orgánicos que de otro modo generarían emisiones, convirtiéndolos en energía útil.
3
Impulsor territorial
Genera empleo estable y valor añadido en zonas rurales, reforzando la economía local y la autonomía energética.
5
REPORTAJE
Materias primas y regulación
Sin acceso fluido y regulado a los residuos orgánicos, no hay biogás posible.
Fugas de metano
Controlar las fugas es vital para que el biogás cumpla su promesa climática.
Barreras administrativas: permisos y desarrollo de proyectos
La burocracia sigue siendo una de las mayores barreras para escalar el biometano.
Innovación y mejora tecnológica
Mejorar rendimientos, integrar procesos y reducir costes sigue siendo clave.
Disponibilidad de materias primas y marcos normativos
La producción de biogás depende directamente de la disponibilidad de residuos orgánicos y subproductos agrícolas o industriales. Sin embargo, acceder a estas materias primas no siempre es sencillo. Las regulaciones varían de un país a otro e incluso entre regiones, afectando tanto al tipo de residuos que pueden utilizarse como a los procedimientos para su recogida y valorización.
En Europa, por ejemplo, algunos gobiernos han restringido el uso de cultivos energéticos para evitar conflictos con la producción alimentaria, priorizándose residuos agrícolas, estiércol, biorresiduos o lodos de depuradora entre otros. Pero para que esta estrategia sea efectiva, se requiere una normativa clara que facilite el acceso a estos recursos y promueva su recogida y tratamiento. Por su parte, en Estados Unidos, el biogás aún proviene mayoritariamente de vertederos, aunque las políticas empiezan a enfocarse en el estiércol, especialmente en explotaciones lecheras de gran escala.
Esta diversidad de enfoques complica el desarrollo de mercados comunes y pone de relieve la necesidad de una mayor armonización regulatoria a escala nacional e internacional.
Sostenibilidad y emisiones: el problema de las fugas de metano
Una de las grandes promesas del biogás es su capacidad para reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, esta promesa puede verse comprometida si no se controlan adecuadamente las fugas de metano durante la producción, el almacenamiento o la purificación del biogás. Los estudios disponibles muestran que muchas plantas de biogás emiten entre el 2 % y el 5 % del metano que
producen. Aunque este nivel es comparable al de otras infraestructuras energéticas, reduce significativamente los beneficios climáticos esperados, especialmente si se compara con otras alternativas renovables con emisiones casi nulas.
La solución pasa por aplicar buenas prácticas de forma sistemática: desde el almacenamiento cerrado del digestato, hasta la combustión de gases residuales durante el proceso de upgrading, pasando por la implantación de programas de detección y reparación de fugas (LDAR). Si se quiere que el biogás sea parte de la solución climática, estas medidas no pueden ser opcionales.
Barreras administrativas: permisos y desarrollo de proyectos
Levantar una planta de biogás o biometano no es una tarea sencilla desde el punto de vista burocrático. En muchos países, los promotores se enfrentan a procesos de autorización largos, costosos y plagados de incertidumbres. Obtener los permisos necesarios puede llevar entre dos y cinco años, e incluso hasta siete en determinados casos, debido a la superposición de normativas locales, autonómicas y nacionales.
Aunque estas dificultades no son exclusivas del biogás —también afec-
tan a otras energías renovables—, resultan especialmente problemáticas en proyectos que deben adaptarse al entorno rural y manejar residuos orgánicos. Algunos promotores han encontrado vías para acelerar los plazos, por ejemplo, evitando la conexión a la red eléctrica —una de las principales fuentes de cuellos de botella en la tramitación—, pero la generalización de estas soluciones exige cambios estructurales en la forma en que se planifican y autorizan las instalaciones energéticas.
A diferencia de otras tecnologías renovables aún en fase de desarrollo, el
biogás cuenta con soluciones maduras y probadas. Sin embargo, esto no significa que no haya espacio para innovar. Todo lo contrario: hay margen para mejorar la eficiencia energética de las plantas, aumentar el rendimiento de metano por unidad de insumo, optimizar la recuperación de recursos y reducir costes.
Una de las líneas de innovación más prometedoras es la integración del biogás con otras cadenas de valor. Por ejemplo, el CO₂ biogénico obtenido durante el proceso de upgrading del biometano puede combinarse con hidrógeno renovable para producir combustibles sintéticos. Del mismo modo, el digestato puede procesarse para
REPORTAJE
obtener fertilizantes de mayor valor añadido o transformarse en biochar, un material rico en carbono con múltiples aplicaciones agrícolas y de captura de carbono. Estas mejoras tecnológicas no solo pueden aumentar la rentabilidad de los proyectos, sino también reforzar su papel en una transición energética más circular y eficiente.
El desarrollo del biogás y el biometano a escala global sigue dependiendo en gran medida de un respaldo político claro, coherente y sostenido en el tiempo. La mayor parte de la producción actual de estos gases renovables está apoyada por incentivos y políticas públicas, y todo apunta a que este soporte será imprescindible también en el futuro.
Uno de los retos centrales para los responsables políticos es orientar los esfuerzos hacia las materias primas y los usos más prometedores, evitando a su vez impactos no deseados. Dado que el volumen de residuos orgánicos es limitado y que su disponibilidad depende de múltiples factores —como la regulación agrícola o los sistemas de recogida de biorresiduos—, las políticas deben priorizar aquellas materias que no compitan con la producción de alimentos ni conserven impactos sobre la biodiversidad o el uso del suelo.
Otro aspecto crucial es la necesidad de coordinación institucional. El biogás se sitúa en la intersección de múltiples políticas —energía, residuos, agricultura, industria, agua—, lo que exige una planificación territorial inteligente y un marco normativo coherente
QUE MÁS RÁPIDO ESTÁN CRECIENDO A ESCALA GLOBAL, CON POTENCIAL PARA MULTIPLICAR POR DIEZ SU PARTICIPACIÓN EN EL MIX ENERGÉTICO MUNDIAL DE AQUÍ A 2050, SI SE CUMPLEN LOS COMPROMISOS CLIMÁTICOS
que permita alinear objetivos y evitar bloqueos derivados de normativas contradictorias. Esta falta de armonización, sumada a los procesos administrativos complejos y lentos, ha sido una barrera constante para el despliegue de nuevas plantas, especialmente en Europa.
Es igualmente importante evitar incentivos perversos. Las políticas deben reconocer el valor de los residuos como insumo energético, pero sin llegar a fomentar su generación. El objetivo debe seguir siendo minimizar la producción de residuos desde el origen, y asegurar que el biogás encaje dentro de una estrategia de economía circular que priorice la prevención, la reutilización y el reciclaje.
Además, se requiere una supervisión constante de los impactos sobre sistemas alimentarios, biodiversidad y prácticas agrícolas, especialmente en países donde la presión sobre el suelo y los recursos es elevada. El desarrollo de políticas efectivas debe ir acompañado de instrumentos de seguimiento y evaluación, que permitan adaptar las medidas si aparecen efectos colaterales no deseados.
Entre las herramientas más eficaces ya utilizadas en diversos países para
LOS MERCADOS ESTÁN EMPEZANDO A RECONOCER EL VALOR
AMBIENTAL DEL BIOGÁS, PERO SU VIABILIDAD ECONÓMICA
SIGUE DEPENDIENDO DE POLÍTICAS QUE PONGAN EN VALOR SUS MÚLTIPLES BENEFICIOS SOCIALES Y ECOLÓGICOS
incentivar el desarrollo del biogás se encuentran los mandatos de mezcla obligatoria con gas natural, las cuotas mínimas de consumo para determinados sectores, los sistemas de certificación de origen que garantizan la sostenibilidad del gas renovable, y los mercados de certificados de sostenibilidad, que aportan señales económicas a productores e inversores.
En definitiva, el despliegue a escala del biogás y el biometano no depende solo de avances tecnológicos o de la disponibilidad de materia prima. Depende, sobre todo, de una visión política clara, de reglas del juego estables y de una regulación bien diseñada, que permita desbloquear las inversiones, garantizar la sostenibilidad y aprovechar todo el valor añadido que esta energía renovable puede generar.
PERSPECTIVAS DE FUTURO: ¿CUÁNTO CRECERÁN LOS BIOGASES?
El contexto ha cambiado sustancialmente desde 2020. La crisis energética global de 2022, con precios disparados del gas natural, ha sido un punto de inflexión que ha reactivado el interés político y económico por el biogás y el biometano. A ello se suma una electrificación creciente que, lejos de restarles protagonismo, incrementa su valor como respaldo flexible y sostenible.
Ambas fuentes se consolidan como las formas de bioenergía con mayor
proyección. Según los escenarios del informe de la IEA, su participación en el conjunto de gases se multiplicará por cinco o por diez hasta 2050, dependiendo del nivel de ambición climática. En el escenario STEPS —basado en políticas actuales— los biogases cubrirán el 5 % de la demanda global de combustibles gaseosos, frente al 1 % actual. En el APS —que contempla el cumplimiento pleno de los compromisos de neutralidad climática— la cuota alcanzaría el 10 %.
El crecimiento será especialmente pronunciado en el caso del biometano, cuya producción se multiplicaría por cuatro o por diez en 2035, según el escenario. El biogás para consumo directo crecerá a un ritmo más moderado, en torno al 3 % anual, alcanzando unos 60.000 millones de metros cúbicos equivalentes de gas natural (bcme).
Geográficamente, el liderazgo cambiará de manos: Europa y América del Norte concentran hoy el 60 % de la demanda mundial, pero serán las economías emergentes —en especial China e India— las que marquen el ritmo de crecimiento en las próximas décadas. China registrará el mayor incremento absoluto, mientras que India triplicará su consumo para 2035.
En cuanto a los sectores impulsores, destacan el eléctrico, la industria agroalimentaria y papelera, y la movilidad, donde el biometano ganará presencia como combustible alternativo al diésel e incluso como gas vehicular inyectado en red.
Actualmente, menos del 5 % del potencial técnico sostenible de los biogases está aprovechado. El informe proyecta que esta cifra podría subir hasta el 17 % en 2050 bajo políticas actuales, y hasta el 25 % si se cum-
plen los objetivos climáticos. Regiones como Europa y China podrían llegar a explotar prácticamente todo su potencial disponible.
El despliegue del biometano también aportaría beneficios claros en seguridad energética. Solo en la UE, el desarrollo de esta fuente permitiría evitar en 2050 la importación de hasta 75.000 barriles diarios de petróleo y 7.000 millones de metros cúbicos de gas natural. Y a escala global, si se gestiona de forma responsable, puede contribuir significativamente a la reducción de emisiones, siempre que se controlen las fugas de metano y se aprovechen plenamente los coproductos como el digestato o el CO₂ biogénico.
En definitiva, el biogás ya no es una promesa de futuro: es una palanca de presente que puede escalar rápido si se activan las condiciones adecuadas.
EAGUSTÍN MIRANDA
DIRECTOR GERENTE DE ASAJA
n el mundo agrario estamos acostumbrados a mirar de frente a los retos. Lo hemos hecho frente a las sequías, la volatilidad de los mercados o la falta de relevo generacional. Pero también tenemos retos que vencer como son la eliminación de las materias que producimos en nuestras actividades diarias: eliminación de purines, estiércoles, hollejo, restos de podas, lana... Ahora, en pleno proceso de transición energética, se nos abre una nueva puerta que,
bien gestionada, puede convertirse en una auténtica palanca de transformación para nuestras explotaciones y nuestros pueblos. Esa puerta se llama biogás y biometano, y, conviene dejarlo claro desde el principio: no estamos hablando de un futurible, sino de una realidad tecnológica probada, capaz de aportar soluciones inmediatas tanto al problema de los residuos como a la necesidad de generar energía limpia.
El sector agroganadero, tantas veces señalado por sus emisiones, recla-
En pleno proceso de transición energética, se nos abre una nueva puerta que, bien gestionada, puede convertirse en una auténtica palanca de transformación para nuestras explotaciones y nuestros pueblos. Esa puerta se llama biogás y biometano
ma también su lugar en la transición energética. Y no es una aspiración retórica: es la posibilidad de dar valor a lo que hoy se considera un desecho y transformarlo en energía renovable, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y aportando un beneficio directo a agricultores, ganaderos y al conjunto del medio rural. Una opción doblemente útil: ambiental y social.
RESIDUOS QUE SE CONVIERTEN EN RECURSOS
La clave del biometano es sencilla: aprovechar los residuos orgánicos —purines, estiércoles, restos de cosechas, subproductos de la industria agroalimentaria— y transformarlos en gas renovable. Lo que hasta ahora representaba un problema de gestión y, en muchos casos, una fuente de contaminación, se convierte en recurso estratégico.
En España, el potencial es enorme. Según cálculos recientes, se podrían reutilizar hasta 120 millones de toneladas anuales de residuos orgánicos para generar energía limpia. Sirva esta comparación: por cada tonelada de carne que exportamos, generamos diez toneladas de residuos. Tenemos la obligación y la oportunidad de darles una salida útil. En ese “doble valor” reside el núcleo del asunto: menos residuos y más energía.
La economía del aprovechamiento, tantas veces enunciada en informes y estrategias, encuentra aquí un ejemplo práctico. El ciclo se cierra en el propio territorio: lo que nace en el campo
vuelve al campo en forma de energía y fertilizantes orgánicos procedentes del digestato, reduciendo el uso de abonos químicos.
La dimensión ambiental es importante, pero sería ingenuo pensar que bastará con ella para impulsar un cambio real. Para que el biometano despegue en nuestro país, debe demostrarse también como un motor económico. Y lo es.
La plataforma Gas Verde Sí calcula que el despliegue del biometano en España podría generar más de 21.000 empleos directos y atraer 40.000 millones de euros en inversiones, especialmente en las zonas rurales. Hablamos de oportunidades de trabajo cualificado, de actividad industrial vinculada a la construcción y mantenimiento de plantas, y de ingresos adicionales para explotaciones agrícolas y ganaderas que hasta ahora solo veían en los residuos un coste.
En un contexto en el que el campo reclama medidas eficaces contra la despoblación, el biometano se presenta como un aliado inesperado. No solo por los empleos directos, sino por el efecto tractor que puede tener sobre cooperativas, industrias de transformación y servicios auxiliares en el medio rural.
España importa en torno al 70% de la energía que consume. Esta dependencia es una vulnerabilidad estratégica, como quedó patente con la reciente crisis energética en Europa. El biometano ofrece justo lo contrario: una fuente autóctona, renovable y competitiva, capaz de integrarse en el mix energético sin necesidad de grandes inversiones en infraestructuras.
En un contexto en el que el campo reclama medidas eficaces contra la despoblación, el biometano se presenta como un aliado inesperado
Las calderas existentes son compatibles con este gas, la red de distribución ya está desplegada y sectores como la vivienda o la industria podrían reducir sus emisiones sin asumir costes tecnológicos inasumibles. Para los agricultores, el biometano puede incluso tener aplicaciones directas: combustible para maquinaria agrícola, reducción del gasto energético en explotaciones intensivas o integración en comunidades energéticas rurales.
Francia, Dinamarca o Alemania ya lo han comprendido y cuentan con cientos de plantas en funcionamiento. En España, en cambio, apenas representó el 0,09% de la demanda de gas natural en 2024. El desfase es evidente, pero también lo es la oportunidad: tenemos
ASAJA ha reclamado en varias ocasiones que el biometano se reconozca como una apuesta estratégica de país, con la misma ambición que en otros Estados miembros
infrautilizado, y que puede ser determinante tanto para el futuro del campo como para la seguridad energética de España.
UNA HERRAMIENTA CONTRA LA DESPOBLACIÓN
que agricultores y ganaderos podamos asumir el reto.
margen para crecer, y el sector agrario está dispuesto a asumir el liderazgo.
BARRERAS REGULATORIAS: EL TIEMPO QUE NO TENEMOS
El gran freno no es técnico ni económico, sino regulatorio. Los plazos para conceder licencias, la falta de objetivos claros en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la ausencia de un marco de apoyo decidido mantienen el biometano en un segundo plano.
Mientras Francia ya supera las 600 plantas operativas, España cuenta con poco más de medio centenar de proyectos piloto o incipientes. El potencial no basta: hacen falta reglas claras, incentivos estables y una simplificación administrativa que permita al sector dar el salto.
ASAJA ha reclamado en varias ocasiones que el biometano se reconozca como una apuesta estratégica de país, con la misma ambición que en otros Estados miembros. No se trata de pedir privilegios, sino de aprovechar un recurso que está ahí,
Más allá de la sostenibilidad y la economía, el biometano tiene una dimensión social que no conviene pasar por alto. Cada planta que se instale en un municipio rural supone empleos, movimiento económico, inversiones en infraestructuras y, sobre todo, la sensación de que el futuro también pasa por esos pueblos.
La lucha contra la despoblación no se ganará solo con discursos: se ganará con proyectos que fijen actividad y población en el territorio. En ese sentido, el biometano puede ser para muchos pueblos lo que en su día fue la llegada de una cooperativa agraria o una industria local. Una razón para quedarse y un motivo para volver.
Los gases verdes no solo resuelven un problema de contaminación en las explotaciones. También nos dan la oportunidad de generar valor añadido, propulsar maquinaria agrícola y abrir un horizonte nuevo para nuestros jóvenes.
El biometano no es una moda ni una quimera. Es una tecnología madura, con experiencias de éxito en toda Europa, a la que España debería de mirar, dado el inmenso potencial que tiene. Pero requiere visión política, seguridad jurídica y un compromiso decidido para
El campo español no quiere quedarse al margen de la transición energética. Muy al contrario: quiere ser protagonista, demostrando que el sector agroganadero es parte de la solución al cambio climático y a la crisis energética. Pero no podremos hacerlo solos. Necesitamos una estrategia nacional que priorice el desarrollo del biogás y el biometano, reconociendo su valor ambiental, económico y social.
UNA OPORTUNIDAD QUE NO PODEMOS DEJAR PASAR
El biometano es, en definitiva, una oportunidad doble para el sector agroganadero. Por un lado, permite gestionar de forma sostenible los residuos que generamos, cerrando el círculo de la economía del aprovechamiento y reduciendo nuestra huella ambiental. Por otro, abre una vía de ingresos, empleo y desarrollo para el medio rural, aportando energía limpia y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
Estamos en un momento decisivo. Si dejamos pasar esta oportunidad, otros lo harán por nosotros y España quedará de nuevo rezagada. Pero si actuamos con decisión, el biometano puede convertirse en una de las grandes palancas de modernización de nuestro campo.
El reto es grande, pero lo es aún más la oportunidad. El gas verde está ahí, esperando. Y el sector agrario está listo para aprovecharlo. Las nuevas tecnologías nos ayudarán en el día a día para hacer nuestro trabajo más fácil y limpio.
Los gases verdes no solo resuelven un problema de contaminación en las explotaciones. También nos dan la oportunidad de generar valor añadido, propulsar maquinaria agrícola y abrir un horizonte nuevo para nuestros jóvenes
El proyecto WASTE2CHEMVALUES 2024 desarrollado por AITEX, apuesta por la economía circular, empleando residuos como fuente de materias primas, promoviendo así este tipo de economía en los entornos industriales.
Actualmente, dentro del sector textil, la producción global se ha duplicado en los últimos 20 años, alcanzando un máximo histórico de 111 millones de toneladas en 2019 y manteniendo previsiones de crecimiento para 2030. Desde 1996, la cantidad de ropa que adquiere un europeo promedio ha aumentado en un 40%, impulsada por la caída de los precios y la expansión del modelo de consumo conocido como “fast fashion” (moda rápida). Este incremento, junto a la reducción del tiempo de uso de las prendas característico del modelo de consumo actual, ha resultado en la generación de enormes cantidades de residuos textiles. Además, la alta variedad de residuos textiles hace que sea muy difícil la valorización, por lo que más del 80% de estos productos acaban en vertederos o son incinerados, perpetuando un modelo de economía lineal (Figura 1). Considerando esta problemática, la nueva legislación europea sobre gestión de residuos establece la obligación para los países de implementar la reco-
gida selectiva de residuos textiles antes del 1 de enero de 2025. Además, se fijan objetivos específicos relacionados con la preparación para la reutilización y el reciclaje de estos residuos.
Es por esto que el proyecto WASTE2CHEMVALUES 2024, desarrollado por AITEX, apuesta por la economía circular (Figura 2), empleando residuos como fuente de materias primas, promoviendo así este tipo de economía en los entornos industriales. En este contexto, se han propuesto el uso de procesos termoquí-
Este proyecto permite situar a los residuos textiles como una fuente prometedora para la producción de energía y materiales funcionales
ECONOMÍA LINEAL
Producción Distribución
Consumo Desecho
Problemas en la clasificación. Más del 85% de residuos textiles acaban en vertederos
Modelo de economía lineal en el sector textil
Producción
Otros sectores
Distribución
Consumo
Productos de alto valor añadido
Desecho
Proceso termoquímico
Los procesos termoquímicos permiten la economía circular en el sector textil
circular propuesta en el sector textil mediante la aplicación de los procesos termoquímicos
micos en el sector textil con el objetivo de reducir su impacto ambiental. A la vez, se ha estudiado la utilización de residuos para la obtención de productos químicos de interés para la propia industria textil como para sectores adyacentes.
AITEX se ha centrado en la aplicación de procesos termoquímicos como la pirólisis, la gasificación y el tratamiento hidrotermal, orientados a la conversión de residuos textiles en productos químicos y vectores energéticos de alto valor añadido
El proyecto WASTE2CHEMVALUES 2024 cuenta con el apoyo de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana, a través del IVACE.
En este proyecto AITEX se ha centrado en la aplicación de procesos termoquímicos como la pirólisis, la gasificación y el tratamiento hidrotermal, orientados a la conversión de residuos textiles en productos químicos y vectores energéticos de alto valor añadido. Estos procesos permiten obtener gases de síntesis con un elevado contenido en hidrógeno, aceites susceptibles de ser transformados en combustibles y productos químicos, así como fracciones sólidas con posibles aplicaciones como materiales adsorbentes. Además, se ha logrado la síntesis de MOFs (Metal-Organic Frameworks) a partir de residuos textiles, ampliando el abanico de materiales funcionales derivados. Todo ello refuerza el potencial de la valorización termoquímica como vía transversal, eficiente y alineada con los principios de la economía circular. Estos resultados posicionan los residuos textiles como una fuente prometedora para la producción de energía y materiales funcionales, con un claro atractivo para el sector industrial.
ENTREVISTA O
Griselda Romero
TEMAS: BIOENERGÍA, BIOECONOMÍA, GASES RENOVABLES
La transición hacia una economía neutra en carbono en Europa no podrá lograrse sin activar todo el potencial del sector agroalimentario. Así lo defiende Luc Vernet, secretario general de Farm Europe, un influyente think tank con sede en Bruselas que impulsa propuestas políticas sobre agricultura, alimentación, bioeconomía y desarrollo rural. Con una dilatada trayectoria en las instituciones europeas, Vernet analiza en esta entrevista los retos y las oportunidades que representa el despliegue del biogás y el biometano en el medio rural europeo.
Desde la falta de señales políticas estables hasta los obstáculos normativos y presupuestarios, el responsable de Farm Europe alerta de los desequilibrios entre los objetivos marcados
—como los 35 bcm de producción de biometano en 2030 recogidos en el plan REPowerEU— y los medios realmente disponibles para alcanzarlos. A lo largo de esta conversación, reflexiona también sobre la integración de la bioenergía en la PAC, la necesidad de una visión más coherente entre las políticas agrícola, energética y medioambiental, y la importancia de reforzar la colaboración público-privada para acelerar la implantación de soluciones ya disponibles.
Desde su perspectiva en Farm Europe, ¿como valora el estado actual del desarrollo del biogás y el biometano en la Unión Europea? ¿Estamos avanzando al ritmo adecuado para alcanzar los objetivos establecidos en el marco del Green Deal
y REPowerEU, como los 35 bcm de producción de biometano en 2030?
La Unión Europea tiene la ambición de transformar su economía en una más sostenible, circular y neutra en carbono, con el objetivo de alcanzar sus metas climáticas y energéticas para 2030 y lograr la neutralidad climática en 2050, al tiempo que reduce su dependencia de los combustibles fósiles importados. En este contexto, los biocarburantes, tanto líquidos como gaseosos, incluido el biometano, tienen un papel esencial que desempeñar en la descarbonización del suministro energético, la producción de calefacción y electricidad, el transporte y otros sectores clave. Hoy por hoy, consideramos que la Unión Europea no está dotándose de los medios necesarios para alcanzar estas ambi-
ciones. Establece objetivos muy ambiciosos, pero no crea las condiciones para lograrlos ni para movilizar capital privado. En primer lugar, los riesgos regulatorios en la UE son demasiado elevados. La Comisión Europea tiende a ser muy específica, no solo al establecer los objetivos, sino también al definir las vías industriales para alcanzarlos a través de su legislación secundaria. En términos concretos, estas regulaciones pueden modificarse con demasiada facilidad, al margen de procesos transparentes y democráticos. Esto representa un riesgo sistémico considerable para las inversiones, que quedan a merced de cambios de rumbo repentinos dentro de la propia Comisión. Además, la UE no garantiza la reciprocidad de sus propias normas: los elevados costes de cumplimiento exigidos a los productores europeos no se aplican con
LA AGRICULTURA EUROPEA SE ENFRENTA A UN SHOCK DE DESINVERSIÓN: FALTAN 95.000
MILLONES DE EUROS EN LA PROPUESTA
PRESUPUESTARIA DE LA COMISIÓN PARA EL PERIODO 2028–2034
el mismo rigor a los productos importados. Cuando existen controles, su aplicación es débil. En segundo lugar, deberíamos integrar mucho mejor el hecho de que una economía neutra en carbono depende, en gran medida, de una bioeconomía basada en carbono biogénico circular procedente de la agricultura. En este contexto, la disponibilidad de materias primas constituye un recurso estratégico. Si queremos una bioeconomía pujante, debemos desbloquear el potencial de la agricultura europea, fijando una ambición clara de intensificación sostenible. Para impulsar este desarrollo, necesitamos más biomasa. Sin embargo, el sector agrario de la UE se enfrenta actualmente a un shock de desinversión impulsado por la Comisión Europea: en la propuesta presupuestaria para el periodo 2028–2034 faltan 95.000 millones de euros destinados a la agricultura.
¿Qué papel deberían desempeñar la agricultura y la ganadería en la producción de gases renovables en Europa? ¿Considera que el biometano representa una oportunidad realista para mejorar la sostenibilidad, impulsar modelos de economía circular y aumentar la rentabilidad de las explotaciones, especialmente en zonas rurales?
Sin duda. La agricultura y la ganadería tienen un papel decisivo que desempeñar en la producción de gases renovables
en Europa, siempre que las políticas de la UE permitan una intensificación sostenible de la producción agrícola y creen las condiciones para la inversión.
Farm Europe estima, optimizando la producción primaria, los residuos y las categorías de desechos, que para alcanzar los objetivos climáticos y de circularidad de la UE para 2030 será necesario un incremento global del 13 % en la producción agrícola. Se trata de una ambición audaz, pero necesaria, para activar soluciones que ya pueden ofrecer vías de descarbonización hoy, y no en un futuro incierto y lejano. Este aumento de producción incluye, por ejemplo, 26 millones de toneladas adicionales de cereales y 19 millones de toneladas de remolacha azucarera para 2030.
En este sentido, el desarrollo del biometano y otros biogases representa una oportunidad para dinamizar las economías rurales mediante la creación de empleo, la diversificación de fuentes de ingresos para los agricultores y la generación de incentivos para la conservación de los ecosistemas.
¿Cómo valora el potencial de los cultivos intermedios y de la biomasa agrícola en el desarrollo del biogás y el biometano? ¿Qué capacidad real existe en el medio rural europeo para contribuir a este despliegue?
Los cultivos intermedios y la biomasa agrícola son materias primas adicionales importantes y de aplicación inmediata
PARA ALCANZAR LOS OBJETIVOS CLIMÁTICOS Y DE CIRCULARIDAD DE LA UE PARA 2030 SERÁ
NECESARIO UN INCREMENTO GLOBAL DEL 13 % EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
La agricultura y la ganadería tienen un papel decisivo en la producción de gases renovables en Europa, siempre que las políticas de la UE permitan una intensificación sostenible y creen las condiciones necesarias para la inversión
El desarrollo del biometano y otros biogases representa una oportunidad para dinamizar las economías rurales mediante la creación de empleo, la diversificación de fuentes de ingresos para los agricultores y la generación de incentivos para la conservación de los ecosistemas.
para ampliar la producción de biogás y biometano en Europa. Pero no son una varita mágica, y no deberíamos contraponer cultivos principales e intermedios adoptando una visión estrecha y demasiado rígida de sus distintos usos: alimentario, ganadero y no alimentario.
Desde Farm Europe realizamos una evaluación del potencial de los cultivos intermedios para estimar su posible contribución como materia prima adicional. En conjunto, consideramos que los 35 bcm que la UE se ha fijado como objetivo podrían lograrse a partir de cultivos intermedios, pero solo si el 100 % de toda la materia prima producida en todos los Estados miembros se destinara a este uso —lo cual no es realista— y si se desbloquearan las inversiones necesarias: en la mayoría de las regiones con mayor potencial para cultivos intermedios, se requiere irrigación.
Por ello, nuestro enfoque es integrar el potencial de los cultivos intermedios dentro de la ambición global de aumentar la captura de carbono y reducir emisiones, pero este enfoque no debe conllevar restricciones de uso sobre los cultivos principales. El objetivo debe ser el rendimiento total del sistema agrícola, buscando aumentar la productividad del conjunto del sistema agrario.
Desde su experiencia, ¿cómo debería articularse la coordinación entre las políticas agrícolas, energéticas y medioambientales para facilitar el despliegue de estas soluciones en el ámbito agrario?
Hoy en día, necesitamos incorporar más consideraciones agronómicas en el diseño de la política energética de la UE, y algunas definiciones clave, como la de “cultivos intermedios” deberían quedar bajo el ámbito de la política agrícola. La coordinación política debe garantizar que los objetivos no se persigan de forma aislada o, peor aún, generando exigencias contradictorias y trabas burocráticas.
Esto implica integrar los objetivos de producción de biometano en los planes nacionales de energía y clima, vincularlos
con medidas coherentes de la PAC y establecer procedimientos de autorización ágiles y transparentes.
Desde los años 2008-2009, la política agraria perdió en la UE su dimensión energética. Existe ahora una necesidad clara de que el sector agrario y el energético vuelvan a sentarse en la misma mesa y trabajen conjuntamente para crear las condiciones que permitan un crecimiento sostenible y la descarbonización.
En su opinión, ¿cuáles son los principales retos — políticos, administrativos, técnicos o sociales— a los que se enfrentan los agricultores europeos a la hora de poner en marcha proyectos de biogás o biometano?
Los principales retos para los agricultores son la incertidumbre, la complejidad, los costes y, más importante aún, la falta de reconocimiento de que más fotosíntesis es positiva para el planeta. Es decir, que necesitamos más agricultura, más producción, para construir una economía neutra en carbono, no menos. Políticamente, falta una señal clara y estable a largo plazo en favor de una intensificación sostenible.
La coordinación política debe garantizar que los objetivos no se persigan de forma aislada, generando exigencias contradictorias y trabas burocráticas
En muchos países, como España, uno de los principales obstáculos para el desarrollo de proyectos de biogás y biometano son las trabas administrativas y la falta de aceptación social en determinados territorios. ¿Se observa esta situación también en otros Estados miembros? ¿Qué enfoque cree que debería adoptar la UE para agilizar la tramitación y mejorar la percepción pública de estas instalaciones?
Sin duda, es un problema generalizado en Europa, especialmente teniendo en cuenta la retórica promovida por algunos sectores que insisten en contraponer la producción de biogás a
la producción de alimentos, planteando un conflicto inevitable. Los estudios de Farm Europe sobre biomasa han demostrado que este conflicto puede superarse mediante el impulso de la producción agrícola europea y fomentando sinergias. Mejorar la percepción pública requiere una comunicación más firme sobre los beneficios de los proyectos de biogás y biometano —desde la seguridad energética hasta el empleo local y los beneficios ambientales—, así como la implicación de agricultores y comunidades locales desde el inicio.
¿Cree que la PAC actual ofrece un marco suficiente para fomentar este tipo de proyectos? ¿Qué
Los principales retos para los agricultores son la incertidumbre, la complejidad, los costes y, más importante aún, la falta de reconocimiento de que más fotosíntesis es positiva para el planeta
Mejorar la percepción pública requiere una comunicación más firme sobre los beneficios de los proyectos de biogás y biometano —desde la seguridad energética hasta el empleo local y los beneficios ambientales
elementos deberían reforzarse o introducirse para favorecer su implantación?
La actual PAC está prevista para movilizar en torno a 8.500 millones de euros para la bioeconomía relacionada con la agricultura y los bosques, incluida la promoción de la industria del biogás. Aun así, estas cifras siguen siendo bajas si se comparan con los programas actuales de países no pertenecientes a la UE para impulsar la bioeconomía.
Además, la Comisión Europea ha propuesto un recorte cercano al 20 % en el presupuesto de la PAC para el periodo 2028-2034. Está claro que las primeras partidas presupuestarias que se verían afectadas por este recorte serían las destinadas a inversiones, lo que significa que la Unión Euro-
España cuenta con una tradición consolidada de colaboración entre actores de la cadena de valor a través de consorcios. Este enfoque debería inspirar a nivel europeo para lograr propuestas comunes más informadas y eficaces en el desarrollo del biometano
pea pondría freno a la preparación del futuro de su agricultura y su bioeconomía.
Por último, ¿qué mensaje le gustaría trasladar a los responsables políticos y a los actores del sector en España, donde el potencial del biogás es muy elevado pero sigue infrautilizado?
En primer lugar, sé que en España existe una tradición de trabajo conjunto a través de consorcios que agrupan a toda la cadena de valor. Creo que esta experiencia debería servir de inspiración para iniciativas a escala europea, con el objetivo de reunir a todos los actores capaces de contribuir a una mejor elaboración de políticas y de presentar propuestas comunes de manera coordinada.
Los responsables políticos deben reconocer que la ampliación de la producción no alimentaria, incluido el biometano, puede representar una oportunidad de beneficio múltiple: puede contribuir al cumplimiento de los objetivos climáticos, revitalizar las zonas rurales y reforzar la autonomía estratégica de la UE en materia de alimentos, energía y materiales en un contexto de comercio abierto, siempre que existan las normas adecuadas. En este sentido, la próxima Estrategia de Bioeconomía de la UE, prevista para finales de este año, representa una oportunidad única. No debemos caer en la trampa de debates estériles y oposiciones como los principios de jerarquía de usos, sino centrarnos en las sinergias. Esta estrategia deberá integrarse en un marco político global y coherente, y explorar su complementariedad con las iniciativas en curso y las políticas existentes, como la PAC, la Estrategia de Resiliencia Hídrica, la Ley Europea de Biotecnología y el Plan de Acción para la Adaptación al Cambio Climático.
Todo este proceso debe perseguir un único objetivo: escalar soluciones que ya existen para sentar las bases de una economía neutra en carbono, teniendo presente que la agricultura es una de las principales palancas para lograrlo.
La apuesta de Suministros Europa-Parts por la innovación tecnológica optimiza el tratamiento de biomasa en la producción de biogás, gracias a los equipos Willibald y ScreenBee.
Suministros Europa-Parts ofrece soluciones tecnológicas eficientes y sostenibles para la producción de biogás. Entre sus principales propuestas destacan tres equipos clave: la trituradora Willibald EP5500 SHARK V, la volteadora Willibald TBU 3P y las cribas ScreenBee, que cubren todo el ciclo de transformación de la biomasa en energía renovable.
TRITURACIÓN, VOLTEO Y SEPARACIÓN
Trituración del material: Willibald EP5500 SHARK V
El primer paso en la producción de biogás es la trituración del material orgánico. La Willibald EP5500 SHARK V es una trituradora robusta y potente, diseñada para proce -
sar grandes volúmenes de biomasa, desde restos agrícolas hasta residuos industriales. Gracias a su diseño eficiente y alta capacidad, reduce el tamaño del material de forma homogénea para utilizarlo como combustible, facilitando la posterior fermentación anaeróbica y aeróbica. Su fiabilidad y bajo mantenimiento la convierten en una máquina ideal para plantas de biogás de gran escala.
La combinación de la trituradora Willibald EP5500 SHARK V, la volteadora TBU 3P y la criba ScreenBee configura un sistema completo para optimizar la producción de biogás
Volteo del material:
Willibald TBU 3P
Una vez se ha consumido todo el combustible, queda el residuo conocido como digestato, proveniente de la primera fermentación anaerobia del material previamente homogeneizado y digerido por los microorganismos en el digestor. Este pasa a una fase de estabilización en la cual la voletadora TBU 3P de Willibald se convierte en una herramienta esencial para la correcta fermentación aerobia posterior y su
rápido procesamiento. Su maniobrabilidad y potencia permiten un volteo eficiente del material, mejorando la aireación y favoreciendo el desarrollo de microorganismos responsables de la descomposición. Todo ello maximiza la producción de biogás y optimiza los tiempos del proceso.
Separación del digestato: ScreenBee
Tras la estabilización final, es fundamental la tamización del digestato para su aprovechamiento posterior como fertilizante o para su tratamiento pos-
Suministros EuropaParts impulsa la economía circular al transformar la biomasa en energía renovable mediante soluciones eficientes y sostenibles
terior. La ScreenBee es una criba innovadora que facilita esta separación con alta eficiencia. Dispone de diversos modelos, como el 13.26 o el 15.44, en versiones móviles y estáticas. Su diseño avanzado permite un filtrado rápido y preciso, reduciendo costes y mejorando la calidad del producto final. Además, su fácil mantenimiento y adaptabilidad la convierten en un equipo indispensable en cualquier planta moderna de biogás.
UN SISTEMA COMPLETO PARA LA PRODUCCIÓN SOSTENIBLE DE BIOGÁS
La combinación de la trituradora Willibald EP5500 SHARK V, la volteadora Willibald TBU 3P y la criba ScreenBee constituye un sistema integral para el aprovechamiento de la biomasa, ofreciendo un sistema completo y eficiente para la producción sostenible de biogás. Una tecnología que impulsa la economía circular y refuerza la apuesta por una producción energética más sostenible y eficiente.
Acciones de desmatorralización del proyecto BioPirineo en el Valle de Hecho (Huesca)
El Pirineo aragonés, como otras zonas de montaña en España, afronta una doble amenaza: la despoblación y el abandono de las actividades tradicionales. Una situación que incrementa riesgos ambientales como los incendios forestales, al acumularse biomasa en montes sin gestionar.
Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), en lo que va de 2025 se han calcinado en España más de 390.000 hectáreas, la cifra más alta registrada
desde 1994. Frente a esto, el proyecto BioPirineo plantea un modelo alternativo. Tal y como explica su director, Pablo Pevidal, el objetivo es “demostrar que un modelo económico basado en los recursos naturales puede ser viable y beneficioso tanto para las comunidades locales como para el medioambiente”.
BioPirineo es una iniciativa financiada por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con fondos Next Generation EU. Su meta es impulsar la
bioeconomía en el Pirineo aragonés para fomentar un desarrollo económico y social sostenible.
Pablo Pevidal, director del proyecto, explica que el objetivo principal de BioPirineo es demostrar que un modelo económico basado en los recursos naturales puede ser viable. “Tenemos un entorno privilegiado con excelentes recursos naturales. Si los aprovechamos de forma responsable, podemos
Por otro lado, el turismo también desempeña un papel central en la visión de BioPirineo. Los responsables del proyecto destacan la necesidad de desarrollar un turismo sostenible que no solo atraiga visitantes, sino que también respete los valores culturales y ambientales del territorio.
BioPirineo es una iniciativa cuya meta es impulsar la bioeconomía en el Pirineo aragonés para fomentar un desarrollo económico y social sostenible ECODES www.biopirineo.es
promover un desarrollo sostenible que atraiga población e inversiones al territorio”, afirma Pevidal. El aprovechamiento de la biomasa, por ejemplo, permitiría reducir la carga de combustible en el monte y crear nuevas cadenas de valor, desde la producción energética hasta la industria de transformación de la madera.
“Actualmente, tanto en el Pirineo aragonés como en el resto de España, la gestión forestal sostenible es una necesidad de conservar y cuidar nuestros bosques utilizándolos como una oportunidad para fijar población en el medio rural”, afirma el director.
Más allá de los bosques, BioPirineo también pone el foco en la agricultura y la ganadería extensiva, dos actividades que han sido fundamentales para la identidad del Pirineo. Sin embargo, su progresivo abandono ha reducido el tejido productivo de la zona. El proyecto busca fomentar el cultivo de productos autóctonos, como las hierbas aromáticas, y revalorizar la ganadería tradicional.
“Cambiar el modelo de gestión, dejar atrás el abandono y construir un sistema sostenible que atraiga empresas y población”, dice Pevidal.
El Parque Natural de los Valles Occidentales, lugar donde se desarrolla el proyecto, ha visto cómo las oportunidades laborales se reducían y las personas migraban hacia las ciudades, BioPirineo
plantea una nueva esperanza. Al promover actividades económicas viables, como la gestión forestal sostenible, la agricultura sostenible y el turismo, el proyecto pretende generar empleo y fomentar el arraigo en el territorio. Un modelo que podría replicarse en otros espacios de montaña.
e Nuria Suárez
REPORTAJE
Y LA RED EUROPEA DE COMPOSTAJE LLAMAN DE MANERA CONJUNTA
A SITUAR A LOS BIORRESIDUOS EN EL CORAZÓN DE LA ESTRATEGIA DE BIOECONOMÍA DE LA UE 2025.
La transición hacia una bioeconomía circular, regenerativa y competitiva en la Unión Europea exige la optimización integral de los flujos de recursos biológicos. En este contexto, los biorresiduos representan un vector estratégico aún infraexplotado, a pesar de su elevado potencial para contribuir simultáneamente a la seguridad alimentaria, la autonomía energética, la mitigación del cambio climático y la preservación de los suelos agrícolas.
En julio, la Red Europea de Compostaje (ECN), la Asociación Europea de Biogás (EBA) y Municipal Waste Europe (MWE) publicaron un documento de posicionamiento conjunto en el que instan a la Comisión Europea a adoptar medidas firmes y decididas para garantizar que los biorresiduos sean incorporados de manera explícita en la revisión de la Estrategia de Bioeconomía de la UE. Esta revisión, actualmente en curso en el marco del Pacto Industrial Limpio, constituye una oportunidad crítica para reconocer el potencial de los biorresiduos como recurso estratégico en la consecución de los objetivos europeos de neutralidad climática.
La ausencia de un capítulo específico dedicado a los biorresiduos en la Estrategia de 2018 representa, según las entidades firmantes, una carencia estructural que limita el desarrollo de su pleno potencial. Tal y como afirman, subsanar esta laguna resulta esencial
BIORRESIDUOS CONSTITUYE UN ALIADO DECISIVO PARA REDUCIR EMISIONES, REFORZAR LA RESILIENCIA ENERGÉTICA Y MEJORAR LA COMPETITIVIDAD AGRÍCOLA
para aprovechar de manera integrada las sinergias entre la gestión sostenible de residuos, la producción de bioe-
nergía renovable y la regeneración de suelos agrícolas, tres ámbitos estratégicos para avanzar hacia una bioeconomía competitiva y alineada con los objetivos climáticos y ambientales de la Unión Europea.
En este sentido, las tres entidades subrayan con firmeza que la actualización de 2025 de la Estrategia de Bioeconomía debe incorporar un capítulo específico sobre la gestión de biorresiduos, con el fin de “acelerar la instalación de infraestructuras para una adecuada capacidad de recogida y tratamiento por separado en la UE, aprovechando plenamente el poten-
La valorización de los biorresiduos constituye un aliado decisivo para múltiples objetivos, entre los que destacan:
• Reducir las emisiones derivadas del vertido y la incineración
• Reforzar la resiliencia frente a disrupciones en el suministro de gas y fertilizantes importados
• Impulsar la competitividad del sector agrícola europeo mediante la mejora de la calidad de los suelos y la reducción de los costes de insumos
• Generar empleo local en ámbitos clave como la gestión de residuos, la bioenergía y la economía agraria
BIORRESIDUOS: UN RECURSO OLVIDADO CAPAZ DE TRANSFORMAR LA BIOECONOMÍA EN EUROPA
cial de los biorresiduos como materia prima esencial para las soluciones de bioeconomía circular”.
El documento técnico elaborado por ECN, EBA y MWE identifica una serie de barreras clave que dificultan en la actualidad la plena integración de los biorresiduos en la bioeconomía circular. Una de las principales es la recogida separada, obligatoria desde enero de 2024, cuya aplicación sigue siendo desigual entre los Estados miembros, lo que limita tanto el volumen como la calidad del material recuperado. A ello se añade la insuficiencia de infraestructuras de compostaje y digestión anaerobia, indispensables para transformar los biorresiduos en productos de alto valor añadido.
Asimismo, persisten una serie de obstáculos regulatorios que impiden el reconocimiento del compost y del digestato como productos seguros y
estandarizados, junto con la falta de datos sólidos que acrediten el volumen de generación y sus beneficios socioeconómicos. Estas limitaciones, según señalan, se ven agravadas por el acceso restringido a la financiación europea, especialmente en municipios pequeños y medianos, lo que frena las inversiones necesarias para consolidar una bioeconomía circular basada en la valorización de biorresiduos.
Tratando de revertir estos desafíos, el documento de posicionamiento plantea un marco de acción articulado en cuatro ejes fundamentales: impulsar una gestión más eficiente de los biorresiduos; promover el desarrollo de un mercado sólido de fertilizantes orgánicos circulares; consolidar el papel del biogás y el biometano como vectores energéticos estratégicos; y movilizar inversiones específicas que garanticen la viabilidad de estas soluciones a medio y largo plazo.
Razones por las que el potencial de los biorresiduos se halla desaprovechado:
• Recogida separada insuficiente: aunque es obligatoria desde enero de 2024, su implementación es desigual en los Estados miembros
• Infraestructuras limitadas de compostaje y biogás.
• Barreras regulatorias que dificultan la comercialización de compost y digestato como productos seguros y reconocidos
• Falta de datos sólidos sobre generación y beneficios socioeconómicos
• Acceso restringido a financiación europea, especialmente para municipios pequeños y medianos
Orientar la recogida selectiva de biorresiduos hacia la producción de fertilizantes y biogás
Habilitar un mercado de fertilizantes orgánicos circulares
Acelerar el mercado del biogás y biometano derivados de biorresiduos
Movilizar fondos e inversiones europeas
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Gestionar con eficiencia
El primer eje sitúa la eficiencia en la gestión de biorresiduos como punto de partida indispensable. Aunque la recogida separada es obligatoria desde enero de 2024, su grado de implantación sigue siendo desigual entre Estados miembros, lo que compromete el acceso a materia prima de calidad. Para revertir esta situación, el documento insta a reforzar el cumplimiento normativo y acompañarlo de incentivos económicos como los sistemas de pago por generación, que han demostrado ser eficaces para aumentar la separación en origen.
Asimismo, reclama que la próxima Estrategia de Bioeconomía incluya un capítulo específico sobre biorresiduos, con directrices claras y objetivos cuantificables a nivel municipal y nacional,
sustentados en un sistema sólido de monitorización y notificación que diferencie entre residuos alimentarios, verdes y fracción residual.
El segundo eje se centra en el desarrollo de fertilizantes orgánicos circulares, principalmente compost y digestato. Más allá de sustituir insumos minerales, estos productos aportan beneficios cruciales como el aumento de la materia orgánica del suelo, la mejora de la retención hídrica, la reducción de la erosión y el refuerzo de la biodiversidad. Por ello, el documento exige que estas contribuciones se reconozcan explícitamente en las políticas climáticas y de suelo de la UE, y que se revisen los criterios para la obtención del marcado CE en el Reglamento de Fertilizantes, adaptándolos mejor a la realidad de los biorresiduos.
Fortalecer el mercado de gases renovables
El tercer eje aborda el fortalecimiento del mercado del biogás y el biometano. Aunque el Plan REPowerEU fija un objetivo de 35 bcm para 2030, las organizaciones firmantes reclaman elevar la ambición a 100 bcm en 2040. Para lograrlo, proponen acelerar los permisos de nuevas instalaciones, digitalizar trámites, facilitar el acceso a la red gasista e implementar esquemas de certificación armonizados que permitan el comercio transfronterizo. Además, recuerdan que la producción de biometano genera subproductos valiosos, como fertilizantes y CO₂ biogénico, cuyo aprovechamiento debe integrarse en las estrategias energéticas y de bioeconomía.
Movilizar fondos e inversiones europeas
RECONOCER A LOS BIORRESIDUOS COMO RECURSO ESTRATÉGICO RESULTA UNA
ACCIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA
CLAVE PARA GARANTIZAR LA AUTONOMÍA Y COMPETITIVIDAD DE EUROPA EN UN CONTEXTO DE CRISIS ENERGÉTICA Y CLIMÁTICA
También aluden a la necesidad de armonizar los criterios de “fin de la condición de residuo” entre países y flexibilizar las restricciones del Reglamento de Subproductos Animales, a menudo desproporcionadas. Además, plantean avanzar hacia objetivos europeos de reciclaje de nutrientes e integrar el uso de fertilizantes orgánicos en la PAC y en los esquemas de certificación de carbono, garantizando compensaciones claras a los agricultores.
Por último, el cuarto eje se centra en la movilización de inversiones, que es hoy uno de los principales cuellos de botella. Según explican las entidades firmantes, muchos municipios y operadores medianos carecen de acceso a mecanismos europeos de financiación, diseñados a menudo para grandes proyectos, lo que bloquea el despliegue de infraestructuras locales de compostaje y digestión anaerobia.
Para superar este obstáculo, lanzan una serie de recomendaciones: crear
BIORRESIDUOS: UN RECURSO OLVIDADO CAPAZ DE TRANSFORMAR LA BIOECONOMÍA EN EUROPA
un programa específico en el marco de Horizonte Europa dedicado a los biorresiduos para apoyar a los gestores de residuos públicos y privados y a los municipios -fomentando la inversión privada y las asociaciones público-privadas-; reactivar la Plataforma europea de Inversión Temática en Bioeconomía Circular con el foco puesto en los biorresiduos y promover programas de intercambio de conocimiento y capacitación técnica, que faciliten la transferencia de buenas prácticas y aceleren la réplica de modelos exitosos a lo largo del territorio europeo.
El documento de ECN, EBA y MWE lanza un mensaje inequívoco: “los bio -
rresiduos no pueden seguir siendo marginales en la Estrategia de Bioeconomía de la UE”. Su adecuada gestión constituye una palanca estratégica para:
• Cumplir los objetivos de la Directiva Marco de Residuos y del Paquete de Economía Circular.
• Reducir la dependencia de fertilizantes minerales y de gas natural importado.
• Impulsar la transición hacia suelos agrícolas resilientes y climáticamente neutros.
• Generar empleo verde y reforzar la competitividad de la UE en la bioeconomía global.
En conclusión, la integración plena de los biorresiduos en la nueva Estrategia de Bioeconomía de la UE no
debe entenderse únicamente como un ajuste, sino como una apuesta firme para transformar un reto en una palanca de cambio estructural. La valorización adecuada de este flujo ofrece beneficios tangibles en materia de cumplimiento normativo, mitigación climática, seguridad alimentaria y energética, innovación agraria y generación de empleo verde, contribuyendo de forma directa a los objetivos del Pacto Verde Europeo.
Reconocer los biorresiduos como recurso estratégico en la actualización de 2025 constituye, en definitiva, una decisión clave para “acelerar la transición hacia un modelo bioeconómico verdaderamente circular, regenerativo y competitivo”.
Por qué la recogida selectiva y el tratamiento de biorresiduos son beneficiosos para los municipios, los ciudadanos y la economía circular europea.
LVANYA VERAS
SECRETARIA GENERAL DE MUNICIPAL WASTE EUROPE
os biorresiduos tienen el potencial de impulsar el suministro energético de Europa y paliar las crisis ambientales y económicas, aunque para liberar este potencial se requiere coordinación, inversión, voluntad política y apoyo. Desde el 1 de enero de 2024, todos los Estados miembros de la UE son legalmente responsables de la recogida selectiva de biorresiduos municipales, en concreto, residuos alimentarios y vegetales. Sin embargo, después de un año, muchos municipios aún carecen de un plan concreto. En la actualidad, los biorresiduos siguen constituyendo el mayor flujo de residuos municipales en Europa, junto con el papel, los textiles, los productos electrónicos y los plásticos. Según Eurostat, la UE generó 59 millones de toneladas de residuos alimentarios en
2022 (el equivalente a 132 kg por persona), de los cuales el 60 % proviene de los hogares. En el caso concreto de España, el país enfrenta un reto especialmente acuciante: una evaluación de alerta temprana de 2022 de la Agencia Europea de Medio Ambiente reveló que casi la mitad de los residuos que acaban en los contenedores españoles eran biorresiduos (50%), sin incluir las grandes cantidades de residuos de jardinería. Esto ilustra el gran potencial sin explotar que se sigue perdiendo hoy en día para la generación de energía y la mejora del suelo.
RECOGIDA SELECTIVA
BENEFICIOS SON INMEDIATOS Y TANGIBLES
La digestión anaeróbica produce energía limpia en forma de biogás, que puede inyectarse en la red gasista y utilizarse como combustible para vehí-
Al tratarse de un flujo de residuos delicado, los biorresiduos requieren una manipulación cuidadosa y un tratamiento específico. Dado que las plantas de tratamiento mecánico-biológico (TMB) no pueden extraerlos de forma segura sin que se contaminen con otros residuos y contaminen los materiales reciclables — inutilizando tanto los biorresiduos como los materiales reciclables secos de los residuos mixtos—, la solución pasa por recoger los residuos alimentarios y vegetales de forma separada en origen y entregarlos a instalaciones locales de digestión anaeróbica y compostaje; idealmente dimensionadas para la población a la que sirven.
EN PRIMERA PERSONA
Al tratar correctamente los biorresiduos, los municipios no solo gestionan los residuos de forma más sostenible y ahorran costes, sino que también obtienen acceso a energías renovables y recursos vitales
El efecto dominó se extiende aún más. Menos toneladas de residuos enviados a incineración o a vertedero se traduce en menos emisiones y un aire y agua más limpios; así como una reducción de los costes de gestión de residuos para los municipios. Al mismo tiempo, el tratamiento local de biorresiduos crea empleos verdes, estimula las economías regionales y ayuda a las comunidades a ser más autosuficientes.
culos o convertirse en electricidad. El compostaje, por su parte, genera fertilizantes circulares de alta calidad que pueden ser aplicados por agricultores y paisajistas para restaurar la salud del suelo y la biodiversidad, a la vez que reduce la dependencia de Europa de fertilizantes químicos importados y de alto consumo energético. Al tratar correctamente los biorresiduos, los municipios no solo gestionan los residuos de forma más sostenible y ahorran costes, sino que también obtienen acceso a energías renovables y recursos vitales para la agricultura.
EL IMPACTO OCULTO: RESIDUOS EVITADOS
Más allá de la producción de energía y fertilizantes, el mayor impacto de la recogida selectiva de biorresiduos radica en lo que se logra evitar: grandes volúmenes de residuos húmedos y biodegradables que se desvían de los vertederos y la incineración. Esta reducción contribuye a alcanzar aquellos objetivos de reciclaje de la UE relacionados con la reducción de vertederos, la reducción de las emisiones de metano y los objetivos climáticos. En algunos países como España, gran parte de estos objetivos podrían alcanzarse simplemente centrándose en la correcta gestión de los biorresiduos.
A pesar de su enorme potencial, los biorresiduos continúan estando infrautilizados, ya que muchos municipios carecen de los recursos y medios necesarios para gestionarlos de manera adecuada. Organizar sistemas de recogida selectiva e invertir en plantas de biogás requiere voluntad política a nivel nacional y local, permisos, una inversión significativa, experiencia técnica y una cooperación eficaz entre las partes interesadas. Para muchas autoridades locales, estas demandas son difíciles de satisfacer, especialmente cuando otras prioridades sobrecargan los presupuestos municipales. Por esta razón, el apoyo y el liderazgo a nivel nacional son indispensables.
Con demasiada frecuencia, la legislación de la UE no tiene en cuenta las realidades de la implementación ni las diferencias en los estilos de gobernanza, lo que obliga a los municipios a lidiar con mandatos sin financiación y un apoyo limitado. Por ello, Municipal Waste Europe (MWE), junto con la Red Europea de Compostaje (ECN) y la Asociación Europea de Biogás (EBA), insta a los responsables políticos a situar los biorresiduos municipales en el centro de las estrategias climáticas y ambientales de Europa, empezando por la próxima revisión de la Estrategia de Bioeconomía de la UE.
A finales de 2025, la Comisión Europea presentará una Estrategia de Bioeconomía revisada, cuyo objetivo será reforzar la acción climática, promover la innovación y mejorar la competitividad de la Unión Europea. En este proceso, MWE, ECN y EBA han colaborado para asegurar que los biorresiduos sean plenamente reconocidos dentro de este marco como un recurso estratégico y esencial. Si se diseña de manera adecuada, la estrategia podría proporcionar a los municipios la orientación, la financiación y el apoyo político que necesitan urgentemente para establecer sistemas eficaces de recogida y gestión de los biorresiduos. De este modo, Europa podría alcanzar sus objetivos ambientales, climáticos y energéticos.
Todas las recomendaciones se exponen en nuestro documento de posición conjunto “Desbloquear todo el potencial de los biorresiduos en la bioeconomía circular”,disponible en la página web de Municipal Waste Europe, junto con la campaña de MWE “Replanteando los biorresiduos”, que presenta casos prácticos de éxito de
Organizar sistemas de recogida selectiva e invertir en plantas de biogás requiere voluntad política a nivel nacional y local, permisos, una inversión significativa, experiencia técnica y una cooperación eficaz entre las partes interesadas
recogida y tratamiento separados en toda Europa.
1. Orientar los biorresiduos recogidos selectivamente a la producción de fertilizantes y biogás
Para que la recogida y el tratamiento separados de biorresiduos se conviertan en la norma, es fundamental garantizar su aplicación en toda la UE y animar a los Estados miembros a desarrollar programas nacionales sólidos. La Estrategia de Bioeconomía revisada debería incluir un capítulo específico sobre la gestión de biorresiduos municipales, que establezca medidas claras para orientar a los Estados miembros, los municipios y el sector de los residuos en la aplicación de este aspecto clave de la legislación de la UE sobre residuos. También debería establecerse un sistema de seguimiento exhaustivo para el seguimiento de la generación y la gestión de biorresiduos en cada etapa. Esto creará un entorno de inversión estable para los inversores públicos y privados.
2. Habilitar un mercado de fertilizantes orgánicos circulares y sus beneficios asociados
Igualmente importante es aprovechar el potencial de los fertilizantes orgánicos circulares. Actualmente, su adopción se ve obstaculizada por regulaciones restrictivas y requisitos poco realistas para que el compost y el digestato obtengan el marcado CE según el Reglamento de Productos Fertilizantes (RPF) de la UE. Para ampliar la disponibilidad de estos productos, es necesario eliminar las barreras regulatorias del Reglamento de Subproductos Animales (RPA) que no son necesarias para la salud y la seguridad, armonizar los criterios de fin de la condición de residuo de la Directiva Marco de Residuos para el compost y
Al invertir hoy en biorresiduos, Europa puede dar un paso decisivo hacia una economía circular, competitiva y descarbonizada
el digestato y reforzar la función de los fertilizantes orgánicos en la legislación. Al aumentar su demanda, Europa puede reducir su dependencia de fertilizantes químicos importados y sus precursores (por ejemplo, el fósforo) y fortalecer la resiliencia de su sector agrícola.
3. Facilitar un mercado de biogás y biometano derivados de biorresiduos y sus beneficios asociados
En el ámbito energético, el biogás y el biometano derivados de biorresiduos deben reconocerse como recursos estratégicos. Químicamente idéntico al metano del gas natural, el metano del biogás puede integrarse sin problemas en las infraestructuras existentes. Para alcanzar su máximo potencial, la UE debería establecer un objetivo vinculante de 100 000 millones de metros cúbicos (bcm) de biometano para 2040, al tiempo que anima a los Estados miembros a establecer objetivos nacionales. También se necesitan procedimientos de autorización simplificados, acelerados y digitalizados para las instalaciones de biogás, junto con sistemas de certificación armonizados que permitan el comercio transfronterizo y aclaren las normas para su uso.
4. Movilizar fondos e inversiones europeos para la producción de biogás y fertilizantes orgánicos a
partir de biorresiduos municipales y no municipales
La financiación sigue siendo uno de los mayores obstáculos para los municipios. La financiación de la UE suele ser demasiado amplia o compleja para adaptarse a proyectos locales, lo que la hace inaccesible para proyectos de inversión más pequeños, como el biogás. Por este motivo, instrumentos como el Mecanismo de Préstamo al Sector Público están fuera del alcance de muchos municipios, mientras que el acceso a los Fondos Estructurales y de Cohesión suele verse restringido por las prioridades nacionales y las estructuras de gobernanza. Para abordar esto, la UE debería establecer un programa de financiación específico para apoyar la gestión de residuos, tanto pública como privada, fomentar la inversión privada y promover las colaboraciones público-privadas para las iniciativas locales. Agilizar y acelerar los procedimientos de autorización facilitaría aún más el despegue y la obtención de resultados de los proyectos.
Durante demasiado tiempo, Europa ha subestimado el coste de descuidar los biorresiduos. Incluso con la nueva normativa vigente, los municipios a menudo carecen de las herramientas necesarias para impulsar el cambio. Sin embargo, el potencial es evidente. En un momento en el que Europa debe demostrar liderazgo en sostenibilidad y renovación económica, el biogás y el compost a partir de biorresiduos ofrecen soluciones prácticas que benefician a los ciudadanos, los municipios y el planeta. Al invertir hoy en biorresiduos, Europa puede dar un paso decisivo hacia una economía circular, competitiva y descarbonizada que beneficie tanto a las personas como a las generaciones futuras.
El proyecto AQUA2VAL impulsado por centros tecnológicos y empresas tractoras en la Comunitat
Valenciana, desarrolla soluciones para transformar aguas residuales industriales en proteínas agrícolas, metales reutilizables y nuevos materiales sostenibles.
La escasez de agua que padece la Comunitat Valenciana ha convertido la reutilización de los recursos hídricos en una prioridad estratégica para empresas y administraciones. En este contexto nace AQUA2VAL, un consorcio integrado por los centros tecnológicos AIJU, AINIA, AITEX, Inescop, ITC, ITE e ITI y respaldado por cerca de una veintena de compañías tractoras. El objetivo común es claro: convertir las aguas residuales industriales, tradicionalmente consideradas un pasivo ambiental, en fuentes de proteína y metales reutilizables capaces de generar valor económico.
El papel de Inescop resulta decisivo. El Centro Tecnológico del Calzado coordina la línea de valorización en sectores de alto consumo hídrico como las tenerías, la galvanotecnia y la industria químico-cerámica. Sus investigadores han desarrollado un proceso de extracción y purificación que captura la fracción proteica de los vertidos de curtiduría y la transforma en bioestimulantes agrícolas de última generación. Estos compuestos se validarán en ensayos de campo de la mano de la empresa Sinyent Servicios Agrarios, cerrando así un circuito de colaboración que enlaza al sector del cuero con el agrícola.
Paralelamente, el mismo flujo de vertido contiene cromo residual procedente de los baños de curtido. Inescop ha diseñado una ruta para recuperarlo y reincorporarlo al propio proceso productivo, lo que reduce la demanda de reactivos vírgenes y minimiza la huella ambiental de la industria del cuero. De este modo, la proteína y el cromo dejan de ser contaminantes para convertirse en nuevos recursos, alineándose con los principios de la economía circular.
Proyecto financiado por:
AQUA2VAL no se detiene ahí. El proyecto contempla la aplicación de plasma atmosférico para la degradación de contaminantes emergentes —con especial atención a los PFAS y a los metales pesados— que escapan a los tratamientos convencionales. Además, Inescop investiga la obtención de biochar a partir de subproductos vegetales, mediante pirólisis controlada. Este material rico en carbono, capaz de mejorar la estructura del suelo y absorber contaminantes, añade una nueva vía de aprovechamiento a residuos que hasta ahora carecían de valorización.
La dimensión colaborativa del proyecto es clave para trasladar los resultados del laboratorio a la escala industrial. Gracias a la implicación directa de las empresas colaboradoras, las tecnologías desarrolladas se validarán in situ, garantizando su viabilidad técnica y económica. Las expectativas son ambiciosas: reducir de forma significativa la carga contaminan-
te de las aguas, facilitar su reutilización y generar una gama inédita de productos de alto valor añadido.
Para el tejido empresarial, AQUA2VAL supone una doble oportunidad. Por un lado, mejora la competitividad al reducir costes de materias primas y tasas por vertido; y por otro, posiciona a las compañías como referentes en sostenibilidad, un factor cada vez más determinante en los mercados internacionales y en las políticas de compra pública. En términos regionales, el proyecto refuerza la seguridad hídrica y consolida a la Comunitat Valenciana como una comunidad científica capaz de aportar soluciones circulares aplicadas a las aguas residuales y de procesos.
“El residuo de hoy es la materia prima de mañana”, resume el equipo de Inescop. Con AQUA2VAL, esa máxima cobra forma tangible, demostrando que la cooperación entre centros tecnológicos y empresas puede convertir un reto medioambiental en una ventaja competitiva y en un paso decisivo hacia una industria más sostenible.
UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS-ICAI I www.comillas.edu e
BIOHIDRÓGENO E HIDRÓGENO VERDE
Es habitual identificar el hidrógeno verde con aquél producido por electrólisis a partir de electricidad renovable. Sin embargo, no todo el hidrógeno verde sigue esa ruta de obtención. En realidad, el término “verde” hace
el producido desde materias primas no fósiles y que emite cero emisiones de gases de efecto invernadero en su ciclo de vida. También indican algunas rutas viables comercialmente para su obtención como la electrólisis del agua a partir de electricidad renovable, la conversión térmica o gasificación de la biomasa o residuos orgáni
sión bioquímica de la biomasa, siempre que se cumplan los requisitos de sostenibilidad establecidos.
En cuanto al término “biohidrógeno”, la Asociación Europea del Biogás (EBA) lo define como aquel obtenido a partir de fuentes biogénicas (por ejemplo, biogás o biomasa) mediante diferentes técnicas 3 . El Centro de Política Energé
El biohidrógeno obtenido por reformado con vapor de biometano permite aprovechar la infraestructura existente simplemente reemplazando el gas natural por biometano, el cual se canaliza a través de la red de gas natural y se adquiere a través de certificados GdO
biohidrógeno producido por reformado con vapor de biometano por su mayor madurez tecnológica frente a otros tipos de biohidrógeno y su capacidad para aprovechar la infraestructura gasista existente, así como su conexión con la economía circular.
El biogás es un gas renovable que se forma mediante la digestión anaerobia de residuos orgánicos: residuos agroforestales, deyecciones ganaderas, residuos de la industria alimentaria, fracción orgánica de residuos sólidos urbanos, lodos de depuradora… Como resultado del proceso de digestión se obtiene un biogás bruto que contiene mayoritariamente metano y CO2 , junto con productos ácidos y otras impurezas en baja proporción. Tras una primera fase de limpieza de estos componentes minoritarios se obtiene un biogás limpio, compuesto sólo por metano y CO2 , que puede usarse localmente como combustible. La presencia de CO2 (40 a 60% en volumen, en función de los residuos
empleados) en este biogás impide que pueda inyectarse en la red de gas natural, por lo que se puede llevar a cabo una nueva operación de enriquecimiento, consistente en retirar el CO2 , obteniendo así metano puro, que al ser de origen biogénico se denomina biometano. Este biometano es intercambiable con el gas natural en cuanto a prestaciones (de hecho, se trata de metano casi puro), siendo un gas renovable que puede inyectarse en la red de gas natural y gestionarse a través de certificados de garantía de origen (GdO), al igual que ocurre con la electricidad renovable 6 . El CO2 capturado es de origen biogénico, y pese a que podría ser utilizado como materia prima desfosilizada, lo habitual es ventearlo dado que es neutro y que las plantas de biogás están dispersas y no existe una red de gasoductos de CO2 . En casos de altas producciones o alta concentración de plantas localmente se podría plantear su licuefacción y transporte en camión hasta el punto de consumo.
El biohidrógeno obtenido por reformado con vapor de biometano permite aprovechar la infraestructura existente (en España se producen actualmente unas 600 kt anuales de hidrógeno por SMR de gas natural, principalmente en refinerías y plantas químicas7 ) simplemente reemplazando el gas natural por biometano, el cual se canaliza a través de la red de gas natural y se adquiere a través de certificados GdO. La Figura 1 representa un esquema del proceso, donde se muestran dos focos de CO2 biogénico: el del enriquecimiento, previamente comentado, y el del proceso SMR (aproximadamente 9 kg CO2 /kg H2).
El empleo del biohidrógeno en plantas que actualmente utilizan gas natural para producir hidrógeno fósil es una vía rápida de descarbonización, condicionada a los costes del biometano y su disponibilidad. El coste del
biohidrógeno depende mucho del tipo residuo empleado para producir el biometano, pudiendo oscilar entre 3 y 4 €/kg8 , lo cual se sitúa claramente por debajo del coste del hidrógeno verde electrolítico en España, superior a 6 €/ kg (cotización del índice ibérico de 6,11 el 28 de agosto de 20259). En cuanto al potencial de producción, se pueden obtener 20,4 toneladas de hidrógeno a partir de 1 GWh de biometano usando la tecnología convencional SMR disponible actualmente. La patronal del gas (Sedigas) estima el potencial de producción español en 163 TWh, que podrían quedarse más bien en 100 TWh si se considera que el potencial de los cultivos intermedios (la fuente que más podría contribuir a la generación de biometano) no se despliega en su totalidad10. Es decir, el potencial de producción de biohidrógeno en España alcanzaría 2 Mt anualmente (de 3 a 4 veces la producción actual).
El biohidrógeno descrito es neutro en emisiones de gases de efecto invernadero dado que el CO2 liberado en todo
El empleo del biohidrógeno en plantas que actualmente utilizan gas natural para producir hidrógeno fósil es una vía rápida de descarbonización, condicionada a los costes del biometano y su disponibilidad
el proceso es biogénico. Sin embargo, se puede aumentar la capacidad de descarbonización alcanzado emisiones negativas si el CO2 liberado en el proceso SMR se captura y se almacena geológicamente, tecnología madura y ya empleada en varios países y que conduce al hidrógeno azul cuando se emplea gas natural11. El biohidrógeno así obtenido se suele denominar HyBECCS (Hydrogen with BioEnergy Carbon Capture and Storage), mostrando la Figura 2 el proceso, donde se ha dotado de captura de CO2 a la planta SMR y se ha añadido el almacenamiento geológico. El CO2 capturado puede alcanzar 8,6 kg CO2 /kg H2, es decir, que por cada tonelada de HyBECCS producido se han generado 8,6 toneladas de CO2 negativas, capaces de emplearse para compensar emisiones de sectores difíciles de abatir. España presenta una capacidad estimada de almacenamiento de CO2 de 20 Gt en forma de acuíferos salinos profundos11, habiéndose iniciado ya un pro
El biohidrógeno es neutro en emisiones dado que el CO2 liberado en todo el proceso es biogénico. Sin embargo, se puede aumentar la capacidad de descarbonización alcanzado emisiones negativas si el CO2 liberado en el proceso SMR se captura y se almacena geológicamente
planta de reformado. Existen dos alternativas: junto a la demanda o junto al almacenamiento. De ellas, la más viable es junto a la demanda, para evitar así los problemas asociados al transporte de hidrógeno a grandes distancias; por el contrario, el CO2 se transporta de forma económica por gasoducto hasta 200 km. Así pues, la logística asociada al HyBECCS estaría constituida por una producción distribuida de biometano, el transporte del mismo por la red de gas natural existente a través de GdO hasta la
de HyBECCS es de 18,5 t H2 /GWh de biometano, situándose el coste de producción entre 2 y 3 €/kg, dependiendo del tipo de residuos empleados para producir el biometano e incluyendo el transporte, el almacenamiento geológico y los créditos por las emisiones negativas 8
Las emisiones negativas son especialmente útiles en la transición energética en la medida en que permiten emplear sistemas híbridos fósil/renovable que sean neutros en su conjunto. Así, en la Cátedra Fundación Repsol de
El estudio sobre movilidad13 ha determinado la viabilidad técnica y económica de alimentar la flota de autobuses urbanos de la ciudad de Madrid con el HyBECCS producido a partir de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos. De todo el biometano que se podría producir (490 GWh) se utilizarían 290 GWh para alimentar la planta SMR+CCS, produciendo 5.378 toneladas de HyBECCS y generando 46 toneladas negativas de CO2. Con eso se alimentarían autobuses de pila de combustible, que constituirían el 60% de la flota y se compensarían las emisiones de CO2 del resto de la flota, constituida por autobuses de combustión que consumirían gas natural (261 GWh). De este modo se reutiliza el 40% de la flota existente alcanzando la neutralidad en emisiones. En cuanto a costes, el coste total de movilidad es comparable a una flota 100% de gas natural, siempre que éste tenga un coste de 2 €/kg.
El estudio sobre industria14 se ha centrado en las plantas actuales de producción de hidrógeno por SMR de gas natural y que alimentan in situ a plantas químicas y refinerías. Se ha obtenido que, gracias a las emisiones negativas, sólo es preciso aplicar captura y almacenamiento de CO2 a 6 de las 15 planas existentes para obtener una producción conjunta neutra. Para alcanzar la producción total de 531,5 kt de hidrógeno se requieren 14,4 TWh de biometano y 13 TWh de gas natural, recurriendo a sólo 2 almacenes geológicos. El incremento de coste respecto al actual (2,6 €/kg) es de 0,4 €/kg en el peor de los casos (gas natural a 25 €/MWh, biometano a 70 €/ MWh y tasa de CO2 a 80 €/t con una actualización anual de 3,5%).
El biohidrógeno a partir de reformado con vapor de biometano es un
El hecho de poder aprovechar infraestructuras gasistas existentes y contribuir a una economía circular al utilizar residuos como materia prima, otorgan a esta solución un gran potencial en la descarbonización, una vez la producción de biometano despegue
gas renovable y neutro en emisiones de CO2 que permite transformar residuos orgánicos en hidrógeno utilizando tecnologías maduras. El hecho de poder aprovechar infraestructuras gasistas existentes (red de gas natural y plantas SMR de producción de hidrógeno) y contribuir a una economía circular al utilizar residuos como materia prima, resolviendo además problemas ambientales relacionados con la gestión de los mismos (purines, lodos de depuradora…) otorgan a esta solución un gran potencial en la descarbonización, una vez la producción de biometano despegue.
Yendo un paso más allá y añadiendo captura y almacenamiento de CO2 a las plantas SMR se pueden emplear configuraciones híbridas (fósil/biohidrógeno) que permitan alcanzar soluciones de neutras manteniendo parte de la infraestructura existente, lo que es especialmente importante en el actual escenario de transición en el que nos encontramos.
1. Connell, Nick, Lin, J., et al., Green Hydrogen Guidebook, Green Hydrogen Coalition, April 2022.
2. MITED, Hoja de ruta del hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable, MITERD, 2020.
3. M. Pasteris, A. Lorin et al., Decarbonising Europe’s hydrogen production with biohydrogen, EBA, 2023.
4. Y. Loue, Z. Fan et al., The potential role of biohydrogen in creating a net-zero world: the production and applications of carbon-negative hydrogen, SIPA, 2023.
5. L. Yagüe, J.I. Linares, E. Arenas, J.C. Romero, Biohydrogen production through biomethane steam reforming with CCUS for decarbonizing Spain’s tile industry, Results in Engineering 24 (2024), 103361.
6. Enagas, Garantías de origen.
7. European Hydrogen Observatory. Hydrogen Lanscape (2023).
8. L. Yagüe, J.I. Linares, E. Arenas, J.C. Romero, Levelized Cost of Biohydrogen from Steam Reforming of Biomethane with Carbon Capture and Storage (Golden Hydrogen)—Application to Spain. Energies, 17(2024), 1134.
9. Enagas, Índice MIBGAS IBHYX.
10. Sedigas, Estudio de la capacidad de producción de biometano en España (2023).
11. L. Yagüe, J.I. Linares, E. Arenas, J.C. Romero, Biohydrogen production through biomethane steam reforming with CCUS for decarbonizing Spain’s tile industry, Results in Engineering 24 (2024), 103361.
12. R. Esteller, Repsol construirá el primer almacenamiento de CO2 marino en la costa de Tarragona, El Economista, 25/22/2023.
13. L. Lefranc, J.I. Linares, A.M. Santos, E. Arenas, C. Martín, Y. Moratilla, Biohydrogen with negative CO2 emissions from municipal solid waste for decarbonising the public bus fleet. Application to the municipality of Madrid, Journal of Environmental Management 371 (2024) 123258.
14. L. Yagüe, J.I. Linares, E. Arenas, J.C. Romero, Decarbonising grey hydrogen production in Spain by means of bio-hydrogen with CCS (HyBECCS), 14th National and 5th International Conference in Engineering Thermodynamics, Zaragoza (Spain), June 4-6, 2025.
Raul Muñoz, Minerva Maya, Victor Rodriguez, Sara Saez, Javier Gonzalez, Alberto Tena, Raquel Lebrero. Instituto de Procesos Sostenibles. UNIVERSIDAD DE VALLADOLID I www.isp.uva.es e
Hoy en día, España y el resto de la Unión Europea (UE) se encuentran bajo la doble presión de impulsar la actividad industrial y el crecimiento económico, preservando al mismo tiempo el medio ambiente. En este contexto, la independencia de la UE en materia de recursos energéticos es crucial para fomentar la sostenibilidad y la competitividad de su sector
industrial. Sin embargo, la economía de la UE depende en gran medida de las importaciones de combustibles fósiles, que actualmente representan una grave carga económica y geopolítica. De hecho, las importaciones de petróleo y gas natural representan el 95 % y el 90 % del total de combustibles fósiles consumidos anualmente en la UE. Para afrontar estos retos, la Comisión Euro-
pea ha lanzado recientemente el Plan de Acción para la Economía Circular, la Estrategia de Bioeconomía, el Pacto Verde Europeo y el plan REPowerEU. El plan REPowerEU tiene como objetivos reducir la dependencia de la UE de los combustibles fósiles rusos, garantizar la seguridad energética, ahorrar energía, diversificar los suministros energéticos y acelerar la transición hacia
La gasificación de residuos orgánicos recalcitrantes, no susceptibles de generar biogás mediante digestión anaerobia debido a su baja biodegradabilidad, junto con la conversión del gas de síntesis generado en biometano, representa una ruta innovadora adicional a la digestión anaerobia que puede ayudar a cumplir con los objetivos del plan REpowerEU
BIOMETANO
Gas de síntesis
Digestato
Fracción Líquida a recuperación de nutrientes
Residuos
Lignocelulósicos
Plásticos
Figura 1. Concepto de producción de biometano a partir de residuos no biodegradables mediante gasificación-biometanización desarrollado por el Instituto de Procesos
la energía limpia para 2030. Para ello, busca aumentar el despliegue de energías renovables, impulsar la eficiencia energética, diversificar los suministros de gas y fomentar la producción de hidrógeno renovable y biometano. Dentro de los objetivos para 2030 del plan REPowerEU está la producción de 35 billones de metros cúbicos de biometano en la UE. Este objetivo supone a día de hoy un reto, teniendo en cuenta que en el primer trimestre de 2025 la producción de biometano ascendió a 7 billones de metros cúbicos. Este valor representó un aumento del 9 % con respecto a 2024, con 165 nuevas plantas, lo que supone un total de 1678 plantas de biometano en operación a nivel europeo. El principal obstáculo para alcanzar ese ambicioso objetivo de 35 billones de metros cúbicos es la disponibilidad de materia orgánica biodegradable para su digestión anaerobia, que idealmente debe venir de aguas residuales, residuos ganaderos, agrícolas, industriales o sólidos urbanos (en línea los planes de acción para la Economía Circular y la Estrategia de bioeconomía).
La gasificación de residuos orgánicos recalcitrantes, no susceptibles de generar biogás mediante digestión anaerobia debido a su baja biodegradabilidad, junto con la conversión del gas de síntesis generado en biometano, representa una ruta innovadora adicional a la digestión anaerobia que puede ayudar a cumplir con los objetivos del plan REpowerEU. Este enfoque permitirá la transformación de los 200 y 225 Mt de residuos lignocelulósicos y residuos sólidos urbanos (RSU) generados anualmente en la UE, respectivamente, en biocombustibles. Las diferencias en composición en los residuos orgánicos o lignocelulósicos se eliminan prácticamente en su totalidad en el proceso de gasificación. Por lo tanto, incluso los residuos orgánicos tóxicos o resistentes a la degradación biológica pueden convertirse en mezclas gaseosas de CO, H₂ y CO₂, que posteriormente pueden transformarse en biometano (Figura 1). El rendimiento volumétrico y la composición de este gas de síntesis dependen tanto de la composición del residuo como de las
condiciones experimentales del proceso de gasificación.
Variables como el tiempo de gasificación, el tipo y caudal del agente gasificante, la temperatura, la humedad o la relación de equivalencia influyen en el rendimiento y la composición del gas de síntesis. Por ejemplo, el gas de síntesis producido mediante la gasificación con aire tiene un bajo poder calorífico, pero este proceso de gasificación presenta los costes operativos más bajos y un mayor contenido de N 2 . La composición del gas de síntesis obtenido a partir de los residuos orgánicos más comunes, junto con el agente de gasificación empleado, se muestran en la Tabla 1. El contenido de humedad y la relación entre el aire suministrado y el aire estequiométrico necesario para la combustión influyen significativamente en el proceso de gasificación de la biomasa lignocelulósica convencional. De forma similar, el gas de síntesis procedente de la gasificación de RSU se ve fuertemente influenciado por la temperatura. Por lo tanto, el contenido de H 2 y CH 4 producido disminuye y la concentración
Fracción solida de digestato 9-35 7-12 16-18 25-47
Vapor de agua
Serrín 18-20 1-3 20-24 8-12 50-52 Aire
Lodo de EDAR 45-55 6-10 ~10 20-28 1-7
Lodo de EDAR seco ~27 ~15 ~31 ~11 ~10
de O 2, H 2 O y CO 2 aumenta cuando aumenta la temperatura de gasificación. De igual forma, el agente de gasificación tiene un impacto en el contenido de H 2, que puede ser hasta tres veces mayor cuando se utiliza vapor de agua en lugar de aire como agente de gasificación durante la gasificación de lodos de depuradora.
La conversión de gas de síntesis en biometano puede realizarse mediante procesos catalíticos o biológicos. La conversión catalítica de gas de síntesis en biometano es una tecnología madura que presenta altos costes de inversión y operación, así como un alto impacto ambiental debido a la operación del proceso a
El gas de síntesis puede transformarse, con ayuda de hidrógeno verde generado mediante electrolisis de agua con energía renovable, en una corriente con un contenido de CH4 superior al 95 % y de CO2 inferior al 2%
altas temperaturas (150-300 °C) y presiones (10-40 bar), y al alto coste de los catalizadores (muchos de ellos gestionados como residuos peligrosos después de su vida útil). La necesidad de un pretratamiento intensivo de gas de síntesis para eliminar los compuestos tóxicos que envenenan los catalizadores durante la conversión catalítica conlleva costos operativos adicionales. Por otro lado, la conversión biológica de gas de síntesis en metano se basa en la acción biocatalítica de bacterias, y ocurre a presión y temperatura ambiente en biorreactores de fase gaseosa, con la consiguiente disminución en los costes de operación. Las reacciones bioquímicas que subyacen a los procesos de conversión de CO 2 y CO en CH 4 están representadas por las ecuaciones 1 y 2:
CO 2 + 4H 2 → CH4 (Ec. 1)
CO + 3H 2 → CH4 (Ec. 2)
A pesar del potencial de este concepto de gasificación de biomasa acoplada a la bioconversión de gas de síntesis en biometano, los procesos biológicos están limitados por: i) la toxicidad del CO y alquitranes hacia los microorganismos, que limita el aprovechamiento de todo el carbono disponible en el gas de síntesis ii) la baja transferencia de CO y H 2 de la fase gas a los microorganismos, que conlleva la necesidad de altos volúmenes de biorreactor (con el consiguiente aumento
Vapor de agua
Vapor de agua
de CAPEX) y iii) la presencia de altas concentraciones de N 2 en el gas de síntesis, que limitan el contenido de CH4 en el biometano.
El Instituto de Procesos Sostenibles de la Universidad de Valladolid se encuentra desarrollando dentro del proyecto SYNBIOCONV novedosos sistemas de pretratamiento de gas de síntesis basados en biorreactores anóxicos de alta transferencia para lograr una eliminación efectiva
de contaminantes como los hidrocarburos policíclicos aromáticos o compuestos fenólicos, logrando así un gas de síntesis óptimo para su biometanización. Además, ha desarrollado biorreactores de alta transferencia basados en co-cultivos de microorganismos carboxidótrofos e hidrogenotróficos capaces de biometanizar gas de síntesis con altas concentraciones de CO a bajos tiempos de residencia. De esta manera, el gas de síntesis
puede transformarse, con ayuda de hidrógeno verde generado mediante electrolisis de agua con energía renovable, en una corriente con un contenido de CH 4 superior al 95 % y de CO 2 inferior al 2% (Figura 3). Este proceso requiere de la purificación final del biometano mediante separación con nuevos materiales membranas selectivas capaces de separar el N 2 (proveniente de la gasificación) del CH 4
Figura 2. Biofiltros percoladores de alta transferencia para la biometanización de gas de síntesis mediante co-cultivos de microorganismos carboxidótrofos e hidrogenotróficos con contacto directo gas-célula optimizados en el Instituto de Procesos Sostenibles de la Universidad de Valladolid.
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