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Carta de Mons. Julio Parrilla

Saludo del Presidente

Queridos Hermanos y Hermanas,

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Es siempre una gran alegría presentar la Memoria de CÁRITAS. En este año, 2019, lleva por título “MANOS QUE SUMAN”. De eso se trata, de juntar nuestras manos y de sumar solidaridad entre todos. Pero, para juntar las manos se necesita también juntar conciencias y corazones.

CÁRITAS es la caricia de la Iglesia. A lo largo de estos años, el Papa Francisco nos lo ha recordado muchas veces, alentándonos a cuidar todas las cosas que humanizan la vida: la Casa Común, las relaciones fraternas, la sociedad justa y equitativa, la comunidad, …

Una Iglesia, una parroquia, un grupo creyente tiene que cuidar muy especialmente la dimensión social de la fe. Ojalá llegue el día en que en el Ecuador no haya ni una sola parroquia que no tenga CÁRITAS. Todo cristiano tiene que encontrar su espacio, su cauce de solidaridad, de promoción de la justicia y de la paz, de una forma integral, apostando por construir humanidad. Para que esto sea posible, tenemos que estar cerca de los pobres, caminar con ellos, siendo generadores de esperanza.

Nuestra PASTORAL SOCIAL CÁRITAS realiza este camino de la mano de muchos hombres y mujeres que siembran esperanza: con los empobrecidos, los migrantes y refugiados, los enfermos y privados de libertad, los que luchan por sacar adelate una producción y alimentación ecológica y orgánica que beneficie una economía popular y solidaria, pero, muy especialmente, con miles de voluntarios.

La presente Memoria recoge muchas de estas presencias, compromisos y proyectos. No me toca más que pedirles que se comprometan en los proyectos de CÁRITAS, que promuevan CÁRITAS en sus parroquias y en sus Diócesis, que colaboren con su aporte voluntario o económico, con su tiempo, sus capacidades, sus sueños y su fe en Jesús. Si perdemos a los pobres lo perderemos a Él.

Y gracias. Gracias a todos cuantos hacen posible esta realidad que es CÁRITAS ECUADOR: colaboradores, técnicos, equipos de trabajo, voluntarios y benefactores, hermanos y amigos que trabajan en CÁRITAS NACIONAL, en CÁRITAS DIOCESANAS y en las grandes o pequeñas CÁRITAS PARROQUIALES. La verdadera grandeza no la da el número, sino

el amor que ponemos a la hora de vivir y de servir.

Recordemos las palabras del Papa: “Necesitamos un corazón solidario y una fe audaz”, sin olvidar que el grito de los pobres es el grito de esperanza de la Iglesia.

Para todos bendición y paz.

+ Julio Parrilla Díaz

Obispo de Riobamba Presidente de Cáritas Ecuador

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