Gaudete No. 44 - 06 octubre 2024

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La oración de María y de los santos

1 y de 2 partes

Cuando María se aparece por todo el mundo, los lugares donde lo hace tienen unos puntos en común con los lugares bíblicos donde ella estuvo y vivió.

Por eso, cuando hacemos oración, María nos resulta una buena maestra de oración. Ella escuchó la voz del Señor y mantuvo diálogos personales de intimidad y profundidad durante la mayor parte de su vida. Para aprender de María, en primer lugar, recorreremos los lugares de su vida preguntándonos lo que nos revelan de la identidad de María y cuáles son los espacios interiores en los que María nos pide vivir en la actualidad.

Los lugares geográficos y espirituales de María.

En la oración, la palabra de Dios recurre constantemente a estos cuatro niveles para llevarnos a un viaje al interior, del mundo exterior o físico al mundo interior.

El primer nivel atañe a nuestra lectura o escucha «literal», es decir, lo que se nos da a leer o a escuchar sin ningún tipo de interrogación. El segundo nivel nos lleva a escuchar bajo la forma de la alusión, la sugerencia o la evocación. El tercer nivel es el nivel de la interpretación o de la aclaración. El cuarto nivel es el nivel de la revelación del misterio.

Los lugares físicos donde vivió y se estableció María no son en absoluto anodinos. Existe un nexo entre la identidad de María y los lugares donde vivió. Si los evangelistas subrayaron estos distintos lugares es porque querían decirnos algo en particular. Por este motivo, nuestro artículo comienza observando las regiones y las ciudades donde vivió María. Este enfoque va a permitirnos acercarnos a ella. Poco a poco nos revelará los distintos significados espirituales de estos lugares y nos introducirá en una relación más cercana y viva con ella. Por eso, los lugares bíblicos donde descubrimos a María son el primer objeto de nuestro estudio orante. Nos ha parecido importante hacer hablar a los lugares donde ella estuvo, donde se quedó y de los que se fue. Si nos encontramos con alguien por primera vez, le preguntaremos por su ciudad y su casa: «¿Dónde vives? ¿Dónde resides?» El lugar donde vive, así como su nombre forman parte de la identidad de la persona.

El primero es Belén. Belén es importante en la geografía bíblica, es el lugar de origen de David, un pequeño pastor cuyo nombre significa

«bien amado». También allí el sucesor del rey David, el Mesías, debía nacer como lo anunció el profeta Miqueas: «Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel» (Miq 5,1). Esta pequeñísima ciudad, calificada también como Efratá, que quiere decir la fecunda, es el lugar donde María dio a luz a Jesús. Vivir con María en Belén es vivir en el conocimiento y la confianza del Padre, en su reconocimiento pleno y total y no bajo el reconocimiento de los hombres que son los que la van a perseguir y expulsar de Belén. Galilea. Situada al norte de Israel, montañosa y verde, está bañada por el Jordán y bordeada por el lago de Tiberiades. En la época de María encontramos a pescadores, pastores, viñadores y otros cultivadores de olivos, fruta y cereales. Es una región más tranquila que Jerusalén, sometida como Judea y Samaria a la dominación de Roma. La Galilea es a menudo despreciada por los habitantes de Jerusalén.

Vivir en Galilea quiere decir vivir en un lugar de paso, de mestizaje y de diversidad donde nada es monolítico. Es un lugar donde la diferencia es vivida simplemente en la aceptación y la acogida. Es la región de los inicios, de los comienzos, donde todo está por recibirse y por construirse, lejos de la opinión de los poderosos de Jerusalén.

En la región de Galilea aparecen tres pequeñas ciudades en los relatos evangélicos: Cafarnaúm, Caná y Nazaret.

En Nazaret de Galilea. Nazaret es el lugar de la juventud de Jesús, con María y José. En el momento de la Anunciación, María y José vivían en Nazaret, pero no se sabe si era su lugar de origen (Lc 1,26; Lc 2,4 y Lc 2,39). A

Domingo 6 Octubre 2024 • II Época, No. 44 • Editor P. Armando Flores
Año de lA orAción · Mes del rosArio

su regreso, después de la huida a Egipto, José regresa a Nazaret con su familia (Mt 2,23). Jesús crece y pasa una gran parte de su vida allí (Mt 4,13; Mc 1,9; Lc 2,51; Lc 4,16). Ahora bien, la ciudad solo es mencionada nueve veces en toda la Biblia. Un pueblo

que no se menciona en absoluto en todo el Antiguo Testamento. Nazaret no aparece en las profecías ni en los libros históricos y los salmos. Un lugar desconocido, donde no pasa nada: ninguna huella. (A menudo, las apariciones de María tienen lugar en pueblos perdidos en la montaña o en los campos: Fátima, la Salette, Tepeyac, Champion, Igrista, etc.). Nazaret es un pueblo desconocido, escondido e incluso insignificante.

SPES NON CONFUNDIT

La Bula papal de convocación del Jubileo de 2025

Un histórico evento, que tan sólo ocurre una vez cada 25 años en la Iglesia Católica, ha tenido lugar este año. El Papa Francisco ha convocado oficialmente el Jubileo Ordinario de la Esperanza 2025 al leer la bula “Spes non confundit” (La esperanza no defrauda).

Una bula indica la duración, fechas de apertura y cierre, y modalidades de desarrollo del magno evento. Además, permite conocer el espíritu de la convocatoria, las intenciones y los frutos esperados por el Pontífice.

A continuación, te presentamos todos los detalles importantes sobre este significativo documento.

El documento presenta 25 puntos esenciales, divididos a su vez en cinco apartados:

• Una palabra de esperanza;

• un camino a la esperanza;

• signos de esperanza;

• llamamientos a la esperanza; y

• anclados en la esperanza.

Presenta los deseos e invitaciones del Papa Francisco

En esta bula, el Papa Francisco también realiza diversas invitaciones a los fieles y les anima a que sean signos de esperanza especialmente para los pobres, refugiados, jóvenes, presos y ancianos.

Asimismo, transmite algunos deseos concretos para el Jubileo 2025, que incluye abrir una Puerta Santa en una cárcel, que todos los cristianos celebren la Pascua en la misma fecha, o que en este tiempo se realice un acto ecumenico que transmita los testimonios de los mártires.

Insta además a que la indulgencia jubilar se realice especialmente por las almas de aquellos que han dejado la vida terrenal, invita especialmente a rezar a la Virgen María en los santuarios y espera que este Jubileo permita a las personas recuperar la confianza necesaria en la Iglesia y en la sociedad.

Contiene las fechas relevantes de todo el Jubileo

El Papa Francisco ha confirmado que la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano se abrirá el 24 de diciembre de este año 2024, dando inicio así al Jubileo ordinario de la Esperanza.

El domingo sucesivo, 29 de diciembre de 2024, reabrirá la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán. A continuación, el 1 de enero de 2025, Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de Santa María la Mayor.

Y, por último, el domingo 5 de enero se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de San Pablo extramuros. Estas últimas tres Puertas Santas se cerrarán el domingo 28 de diciembre del mismo año.

El Papa insta además a que el domingo 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales, los obispos diocesanos celebren la Eucaristía como apertura solemne del Año jubilar, según el ritual que se preparará para la ocasión.

Asimismo, indica que el Año Santo, finalizará en las iglesias particulares el domingo 28 de diciembre de 2025 y que se clausurará en Roma con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 6 de enero de 2026, Epifanía del Señor.

Las Letanías Lauretanas

Letanía es una palabra griega que significa oración, especialmente oración hecha en común, significa también procesión, porque esta manera de orar se usa en las procesiones. El uso de las Letanías es antiquísimo, se remonta a los primeros siglos de la Iglesia. La más antigua es la Letanía de los santos, pero hay otras también aprobadas por la Santa Iglesia.

En honor de nuestra Madre Santísima, conocemos la más popular de todas las Letanías, la Lauretana, que es llamada así en las Constituciones de los Sumos Pontífices: Sixto V, Clemente VIII, Alejandro VII, etc., porque se usó por primera vez en el Santuario de Loreto.

La Letanía Lauretana se compone

de una serie de invocaciones a María, de títulos de honor que los santos Padres le dieron, títulos que se fundan principalmente en la única e incomunicable dignidad de María Madre de Dios. Con ellos honramos su persona e invocamos su poderosa intercesión.

Las primeras invocaciones son a Dios adorable Trinidad ... y a Cristo Redentor, para dar a entender que de Dios nos llega todo bien y que Cristo es la fuente de toda gracia.

La invocaciones a María, pueden dividirse en seis grupos:

1°.- Las primeras abarcan, en resumen, todas sus grandezas (Santa María, etc.).

2°.- Siguen sus atributos como Madre (Madre de Jesucristo, etc..).

3°.- Se saluda luego a María Virgen (Virgen prudentísima, etc.).

4°.- Las prerrogativas de nuestra Señora son representadas por imágenes o símbolos (espejo de justicia, etc.).

5°.- Se le exalta en sus relaciones con la Iglesia Militante (salud de los enfermos, etc.).

6°.- Finalmente, se celebra su gloria en la Iglesia triunfante (Reina de los Angeles, Reina de los Patriarcas, Profetas, etc.)

Esta bellísima oración a María se cierra con una triple invocación a su Divino Hijo, CORDERO DE DIOS que quita los pecados del mundo, para que nos perdone, nos escuche y tenga misericordia de nosotros que tantas veces hemos pecado.

Recitar la Letanía es ante todo dar gloria a Dios que tanto ensalzó a su Madre Santísima; es darle gracias a Ella y por Ella. Es alabarla, admirarla y pedirle su protección, es reconocer y meditar sus virtudes, movernos a imitarla, en cuanto es posible a nuestra humana debilidad, es pedir a Dios y a Ella gracia y protección para llevar a cabo lo que es imposible a nuestras propias fuerzas.

Es una oración corta y muy fácil para quien la medita, es una oración rica de santos pensamientos y de afectos sobrenaturales.

El Evangelio de este domingo nos ofrece la palabra de Jesús sobre el matrimonio. El relato se abre con la provocación de los fariseos que preguntan a Jesús si es lícito para un marido repudiar a la propia mujer, así como preveía la ley de Moisés (cf. vv. 2-4). Jesús, ante todo, con la sabiduría y la autoridad que le vienen del Padre, redimensiona la prescripción mosaica diciendo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto» (v. 5). Se trata de una concesión que sirve para poner un parche en las grietas producidas por nuestro egoísmo, pero no se corresponde con la intención originaria del Creador. Y Jesús retoma el Libro del Génesis: «Pero desde el comienzo de la creación, Él los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y los dos se harán una sola carne» (vv. 6-7). Y concluye: «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre» (v. 9).

En el proyecto originario del

Dejará el hombre a su padre y a su madre

Creador, no es el hombre el que se casa con una mujer, y si las cosas no funcionan, la repudia. No. Se trata, en cambio, de un hombre y una mujer llamados a reconocerse, a completarse, a ayudarse mutuamente en el matrimonio

Esta enseñanza de Jesús es muy clara y defiende la dignidad del matrimonio como una unión de amor que implica fidelidad. Lo que permite a los esposos permanecer unidos en el matrimonio es un amor de donación recíproca sostenido por la gracia de Cristo.

Si en vez de eso, en los cónyuges prevalece el interés individual, la propia satisfacción, entonces su unión no podrá resistir. Y es la misma página evangélica la que nos recuerda, con gran realismo, que el hombre y la mujer, llamados a vivir la experiencia de la relación y del amor, pueden dolorosamente realizar gestos que la pongan en crisis. Jesús no admite todo lo que puede llevar al naufragio de la

Premiación de Concursos: Tiempo de la Creación

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por su entusiasta participación en los distintos concursos y eventos organizados en nuestra parroquia en el marco del Tiempo de la Creación 2024, que se llevó a cabo del 1 de septiembre al 4 de octubre.

El día viernes 04 de octubre concluimos este marco celebrativo en el día de San Francisco de Asís, patrono de la naturaleza, fue un momento especial donde celebramos el don gratuito de la creación, el espíritu de comunidad y el respeto hacia nuestro entorno y también el esfuerzo de quienes participaron en algún evento o concurso.

Agradecemos y reconocemos la creatividad y compromiso de todos los participantes, ha sido un reflejo hermoso de su amor por la naturaleza y su deseo de cuidarla.

Los ganadores en dichos eventos fueron

Video:

1er lugar (prepa): Odette C. Contreras

1er lugar (Secundaria) Pio Marko Contreras

Elaboración del símbolo del Tiempo de la Creación 2024:

1er lugar: Ian Pool Contreras

2do lugar: Roberto Gael Ochoa

3er lugar: Fátima Montserrat Ramírez

relación. Lo hace para confirmar el designio de Dios, en el que destacan la fuerza y la belleza de la relación humana. La Iglesia, por una parte no se cansa de confirmar la belleza de la familia como nos ha sido entregada por la Escritura y la Tradición, pero al mismo tiempo se esfuerza por hacer sentir concretamente su cercanía materna a cuantos viven la experiencia de relaciones rotas o que siguen adelante de manera sufrida y fatigosa.

El modo de actuar de Dios mismo con su pueblo infiel —es decir, con nosotros— nos enseña que el amor herido puede ser sanado por Dios a través de la misericordia y el perdón. Por eso a la Iglesia, en estas situaciones, no se le pide inmediatamente y solo la condena. Al contrario, ante tantos dolorosos fracasos conyugales, esta se siente llamada a vivir su presencia de amor, de caridad y de misericordia para reconducir a Dios los corazones heridos y extraviados.

Los invitamos a seguir participando y compartiendo sus ideas para seguir promoviendo el cuidado de nuestra casa común.

Gracias por su dedicación y entusiasmo. Juntos, podemos hacer una gran diferencia.

El EvangElio dEl domingo marcos 10,2-16

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