



Entrevista
“El miedo sano a fallar, no por temor al castigo,sino por no defraudar a quienes confiaban en mí, fue un motor importante para alcanzar el liderazgo.”


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Entrevista
“El miedo sano a fallar, no por temor al castigo,sino por no defraudar a quienes confiaban en mí, fue un motor importante para alcanzar el liderazgo.”


Columna El Jardín, un espacio de eventos en armonía con el bosque
La nueva ola del interiorismo celebrando lo

¿Qué está pasando?
Columna
IA, entre la promesa y el riesgo para el diseño del futuro

legamos al final de un año que, para nosotros, se vivió entre saltos creativos, cambios de ritmo y una oleada fresca de ideas por implementar, que nos motivó a seguir adelante, pero también concluye invitándonos a hacer una pausa, para tomar aire, ¡para celebrar! Este último número del año Fiestas, nace con ese espíritu: cerrar el 2025 con belleza, intención y un toque de celebración consciente.

Siempre llenamos nuestras páginas con conversaciones que inspiran, tendencias que marcaron y lugares e ideas de quienes transforman espacios, objetos y experiencias desde la creatividad. Todos nuestros entrevistados a lo largo del año, comparten no solo proyectos, sino miradas personales, reflexiones y esa chispa que mueve a quienes viven para diseñar, como también la valentía y liderazgo de los que están detrás de marcas o proyectos que destacan en Guatemala.
En esta edición en particular, destacamos al CEO de una empresa emblema, los aprendizajes de una importante feria internacional y también abrimos temas sobre la inteligencia artificial, la nueva ola en la decoración y la tecnología aplicada en la arquitectura hospitalaria. También nuestros objetos destacados para terminar el año y celebrar en grande.
No quisiera termina esta carta sin invitar a todos quienes nos leen, a que el 2026 sigan con nosotros en nuestro objetivo de recordar la importancia de celebrar lo cotidiano, de compartir la mesa, de encender luces —reales o simbólicas— que nos recuerdan por qué creamos, y por quiénes lo hacemos, y que la estética siempre se acompañe de emoción.
Gracias por acompañarnos, por leer, por cuestionar y por ser parte de esta comunidad que crece con cada edición. Que estas fiestas lleguen cargadas de inspiración y que el nuevo año encuentre sus proyectos llenos de color, propósito y alegría

Dirección General
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Dirección Editorial y Comercial
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Ventas y Distribución
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adriana.a@planosyestilos.com
Equipo Editorial y Redacción
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Diseño
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Fotografía
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Contacto
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“El
miedo sano a fallar, no por temor al castigo, SINO POR NO DEFRAUDAR A QUIENES CONFIABAN EN MÍ, FUE UN MOTOR
IMPORTANTE PARA ALCANZAR EL LIDERAZGO.”
José Raúl González Merlo es un líder que se ha ido construyendo de a poco, con tenacidad, ética y disciplina. Lo visitamos en su oficina y de forma cercana y apasionada, nos compartió cómo ha sido su camino personal y profesional.
Cuando José Raúl González Merlo, CEO de Progreso, habla de su infancia, lo hace con una claridad que revela cuánto ha reflexionado sobre el significado de crecer bajo dos fuerzas complementarias: la disciplina férrea de su madre y la ética apasionada de su padre.
“Mi mamá no negociaba la excelencia académica; mi papá no negociaba la ética del trabajo”. En esa convergencia comenzó a formarse su carácter. Su madre, en tiempos donde la corrección era directa, inmediata, memorable, le enseñó que el esfuerzo no es opcional. Su padre, fotoperiodista extraordinario, premiado tantas veces que le pedían abstenerse de participar en concursos, le inculcó que el trabajo bien hecho no se hace solo para sobresalir, sino porque es lo correcto.
¿Cómo se describe a sí mismo en su niñez y juventud?
Crecí en una casa donde mi madre y mi padre representaban dos fuerzas complementarias. Ella era la disciplina pura: no exist ía la opción de no ser un estudiante sobresaliente. Mis hermanas eran má s e structuradas, les sal ía natural; a mí me costaba un poco más. Hoy, entiendo que esa exigencia temprana fue uno de los regalos má s grandes de mi vida.
Mi padre era distinto, má s flexible, má s afectuoso, pero con una ética de trabajo impresionante. Como fotoperiodista destacó t anto que llegó un punto en el que, literalmente, le pedían que dejara de participar en concursos porque los ganaba todos. Él me enseñó que el trabajo bien hecho era una responsabilidad personal.
Entre la disciplina de ella y la ética de él se formó mi personalidad. Y algo má s: ese miedo sano a fallarles. No miedo al castigo, sino a decepcionar la confianza que habían puesto en mí Ese miedo, lejos de limitarme, me canalizó
¿Hubo algún momento concreto que lo marcara?
Sí. Lo tengo grabado. Un día, l legué a mi casa y le dije a mi mamá que había perdido matemáticas. La reacción de ella fue inmediata. Hoy, est á de moda decir que ya no se puede corregir de forma dura y robusta, pero para mí f ue un momento decisivo. Entendí que los padres deben corregir a tiempo, no despué s. Si ella no hubiera intervenido tantas veces conmigo, no sé qué c aminos hubiera tomado a esa edad donde la influencia de los amigos pesa má s que la de uno mismo.
Y recuerdo otra escena: estaba con mis amigos en casa usando palabras que no debía y mi hermana Margarita me escuchó. Sa lió de su cuarto, me agarró de la mano, me llevó a l ba ño y me l avó l a boca con jabón. Nunca má s volví a decir malas palabras en casa (ríe). Lo cierto es que entendí que la autoridad, cuando es por amor y a tiempo, construye.
¿Cómo eligió su camino profesional? ¿Sabía hacia dónde iba?
Para nada. A los 17 o 18 a ños uno no sabe nada. Tuve suerte de que las personas correctas estuvieran cerca. Recuerdo cuando mi hermana Carolina me dijo: “Estudia Administración de Empresas en la Marroquín, e s la mejor opción”. Le hice caso sin saber lo que eso implicaba. Y ese consejo marcó mi vida.
En esa universidad tuve profesores extraordinarios: Lucía Ma rt ínez Montes, Sergio Paiz, Manuel Pérez, Eduardo Suger, Jaime Arimany, todos profesionales en ejercicio. Ellos no enseñaba n teor ía; enseñaba n práct ica, criterio, rigor. Esa formación fue como un efecto “bola de nieve”: uno empieza con poquito, pero va creciendo y cada cosa que aprende se acumula.
Despué s vino la maestría en F inanzas y Economía en Rochester. Ahí t uve a figuras como Eugene Fama. Fue como recibir un ba ño de realidad intelectual. Ese paso afianzó mi manera de pensar.
Su carrera inicia gracias a una recomendación. ¿Qué aprendió de ese primer salto?
Aprendí dos cosas esenciales: Primero, que las relaciones importan, pero no las superficiales; importan las relaciones que se construyen con integridad y trabajo sostenido. Segundo, que uno no debe cerrarse puertas por miedo.
Regresé a Guatemala sin saber exactamente qué iba a hacer. Pero gracias a una recomendación de mi profesor Manuel Pérez, llegué a C emaco. Mario Nathusius, que estaba en un puesto clave, me entrevistó y me contrató Ahí empezó todo mi ciclo, luego de Cemaco pasé a Banco de Occidente y su financiera, luego estuve en CBC por dieciocho años y luego, en Progreso, donde he trabajado por más de quince años.
¿Cómo fue construyendo su carrera Progreso durante estos 15 años
Sin darme cuenta. Un día est á s da ndo tu má ximo en un rol pequeño, y cuando menos lo piensas, est á s liderando una organización enorme. Pero eso no ocurre de repente; pasa porque tus há bitos de todos los días te llevaron ahí Creo mucho más en los pasos cortos, pero firmes, que en los agigantados que llevan a un liderazgo volátil.
¿Qué significa para usted dirigir una empresa guatemalteca que est á presente en varios países de la región?
Una gran responsabilidad. Tener operaciones en tantos países actualmente, es una clara muestra que una empresa nacional puede competir regionalmente y mantener el orgullo de sus raíces. En Progreso, temas como la sostenibilidad, el ser proveedor favorito, empleador preferido, ciudadano responsable y líder ambiental, son fundamentales para garantizar ese liderazgo regional. Lo que no hagamos bien hoy, compromete el mañana y eso lo vemos en cada línea de producción, en cada planta, en cada equipo.
Sé que también es docente, ¿cuál es su filosofía?
Cuando entro al salón de clases, entro con la misión de despertar una chispa en mis estudiantes que, a su edad, llegan sin saber realmente por qué e st á n ahí. Yo t rato de provocar una reacción, por ello manejo puntualidad estricta, nada de teléfonos, computadoras o ipads, ¡y entran en síndrome de abstinencia, pero no me importa!
Les exijo el cien por ciento de la atención porque sé que pueden. Prefiero darles una clase que parezca una pelea de boxeo, intensa, exigente y honesta; quiero que salgan diciendo: ¨hoy tuve que pensar y la clase me dejó mucho¨.
Tienen que aprender a concentrarse, escuchar, argumentar, ser puntuales, responsables y aprender a terminar lo que empiezan. Si no se pueden concentrar 1 hora y 20 minutos sin teléfono, ¿cómo van a dirigir una empresa algún día? Si no pueden llegar a tiempo a una clase, ¿cómo van a liderar equipos en entornos reales?
Lo que aprendan de economía será útil, sí; pero lo que aprendan de disciplina les cambiará l a vida.
¿Cómo entiende usted el liderazgo?
Para mí, el liderazgo es interé s compuesto. No es un evento transformador, no es un golpe de suerte. Son miles de pequeña s decisiones correctas, sostenidas en el tiempo.
También incluye saber rodearse bien: buscar mentores, escuchar má s que hablar, admitir errores rá pido, no dejarse llevar por la complacencia.
Y algo importante: no cometer errores graves. Equivocarse es normal; equivocarse gravemente y por orgullo, es mortal.
¿Qué libros o ideas que le han moldeado?
Muchos. Pero hay algunos que me marcaron profundamente: Six Duties of a CEO, que me ayudó a entender qué cosas debe hacer solo un CEO, pues aunque muchas tareas pueden ser realizadas por un equipo, hay seis responsabilidades fundamentales que



el líder debe asumir directamente para que todo se ordene con claridad.
A CEO for All Seasons que explica las cuatro etapas de la carrera profesional y las compara con estaciones (primavera, verano, otoño e invierno), es una guía para navegar el ciclo del liderazgo con madurez. También, Rodeado de Idiotas, uno del los que más he disfrutado recientemente, pues me ayudó a comprender que las personas tienden a comportarse según cuatro colores de la personalidad, claro que no es una regla y hay que moldearlo, pero sirve mucho para liderar equipos, entender las diferencias de personalidad, practicar el liderazgo situacional y mejorar las relaciones familiares.
¿Cómo se mantiene humilde siendo el CEO de una empresa de este tamaño?
Recordando que no lo hice solo. Que mis padres me marcaron, mis profesores me formaron, mis mentores me abrieron puertas, mis equipos me sostuvieron. La humildad no es pose; es gratitud.
¿Qué representa su familia en su vida?
Todo. Casarme con mi esposa ha sido la mejor decisión de mi vida. Trabajar en Progreso, la segunda mejor. Ella influye en todo lo que soy, y nuestros cuatro hijos, cada uno tan distinto, han sido maestros para mí.
Raúl me enseñó versatilidad y adaptación, Sof ía me enseñó disciplina férrea y búsqueda de perfección, Javier me enseñó c arisma natural y liderazgo espont á neo y Santiago me enseñó profundidad anal ítica y reflexión. L a familia, para mí, es el verdadero legado


En el paisaje urbano de zona 15, una nueva estructura comienza a elevarse con una vocación clara de facilitar la experiencia de quienes buscan atención médica integral. Hospital El Pilar inicia la construcción de su nuevo edificio de clínicas médicas, un espacio que redefine la relación entre arquitectura, tecnología y bienestar.
El proyecto nace de una idea sencilla pero poderosa: la convicción de que el cuidado de la salud no debería implicar desplazamientos innecesarios. Con esta ampliación, el hospital centralizará todos sus servicios en un mismo lugar para que tanto los médicos como los pacientes puedan realizar desde los exámenes hasta los procedimientos quirúrgicos sin salir del complejo. La propuesta responde a la necesidad de evitar el tráfico y el tiempo perdido, y al mismo tiempo ofrece eficiencia sin renunciar al confort.



Durante catorce meses de planificación, un grupo de expertos diseñó un edificio inteligente, sostenible y pensado para la experiencia humana. “El diseño y la planificación ha sido liderada por un equipo de profesionales, con el que hemos identificado los pilares fundamentales para su desarrollo, siendo estos; ampliar la oferta de clínicas médicas mejorando la experiencia del paciente, construir un edificio eficiente, innovador y sostenible, así como centralizar los servicios médicos, para eficientizar el tiempo de los usuarios”, comenta el ingeniero Daniel Visa, director ejecutivo del hospital.
Siete niveles darán forma a un edificio pensado para acompañar cada etapa del cuidado, con áreas destinadas a hospital de día, pediatría, rehabilitación, ginecología, oncología y servicios privados. A esto se suma un helipuerto en el último piso, orientado hacia la ciudad. La incorporación de tecnología hospitalaria de última generación, sistemas automatizados y soluciones ecoeficientes refuerza la aspiración del proyecto a obtener una certificación verde. Ademas, todo el proceso constructivo se desarrollará sin afectar los servicios actuales del hospital.
“Hospital El Pilar siempre ha estado a la vanguardia. Este proyecto consolida un plan maestro que refleja nuestra vocación de innovación y compromiso con los pacientes”, afirma el doctor Federico Ranero Cabarrús, director médico. Fundado en 1963 y acreditado por el Consejo Canadiense de la Salud,Hospital El Pilar reafirma con esta expansión una trayectoria guiada por la excelencia y la innovación. Su nuevo edificio refleja una convicción que ha acompañado a la institución desde sus orígenes y que hoy cobra nueva fuerza, la certeza de que cuidar la vida también implica crear espacios donde la ciencia y la humanidad conviven en equilibrio



Antes del diseño había un bosque, el reto fue construir una vivienda dentro de él. Sobre un terreno quebrado y lleno de complejidades, el arquitecto Alejandro Paz creó este icónico proyecto que convive con la naturaleza, no solo como paisaje, sino como una estructura viva.
Aprimera vista, esta casa no parece haberse construido en el bosque, sino haber crecido con él. Los troncos que atraviesan los niveles, los volúmenes suspendidos y la presencia constante de copas, sombras y raíces, hacen que el límite entre arquitectura y naturaleza se vuelva difuso. Pero esa sensación no es casualidad; es el resultado de un proceso técnico y conceptual que inició mucho antes de la primera excavación.
El terreno presentaba una topografía quebrada y una ocupación total de árboles. Lejos de despejar el lote, el reconocido arquitecto guatemalteco, Alejandro Paz, propuso que la vivienda conviviera con el bosque, al punto de quedar incrustada entre el verde. El proceso arrancó con un estudio forestal especializado, un ingeniero evaluó́ la vida, la sanidad y el patrón de raíces de los diferentes árboles para determinar cuáles podían mantenerse y también aquellos que representaban un riesgo.
A partir de esa matriz, se diseñó́ una casa donde tres troncos permanecen dentro y en cada ambiente, se garantizó l a presencia de por lo menos un árbol visible. La propiedad, que obtuvo el Premio a la Excelencia de Cementos Progreso, cuenta con tres habitaciones secundarias y una principal. También, en un volumen independiente sobre el área de garaje, se ubica un espacio que originalmente funcionó como estudio de fotografía y que hoy, es un espacio de juegos y reuniones familiares.
La cocina, que responde a un lenguaje contemporáneo, forma parte del área social, permitiendo que todas las actividades cotidianas se den en diálogo directo con el exterior. El



mobiliario fijo mantiene tonos neutros, mientras que la madera manchiche, que proveniente de Petén, se utiliza tanto en el deck exterior como en las áreas interiores, asegurando resistencia al agua, a la luz y coherencia cromática.
Aunque la relación con la naturaleza es constante, la apuesta formal de Paz busca una volumetría rectilínea, líneas puras y masa aparente para generar un contraste perfecto. El concreto expuesto se utiliza como material estructural y expresivo, sin tratamientos que oculten su naturaleza constructiva. Los niveles superiores se resuelven en voladizos que atenúan la lectura pesada del concreto y dan una sensación de ligereza sobre el terreno inclinado.
“Este diseño implicaba interactuar con un bosque completo, me llevé un aprendizaje profundo sobre cómo la arquitectura puede relacionarse con la naturaleza desde la ética y la coherencia.”
En la fachada predominan concreto, vidrio, madera y piedra. Esta última, laja oscura extraída de montañas cercanas a la Sierra de las Minas, se colocó en cortes verticales para evocar la corteza de los árboles y reforzar la idea de un basamento discreto que permite que los volúmenes floten. El ojo humano tiende a borrar lo oscuro y recordar lo claro; esa característica refuerzala intención del arquitecto.
la madera de las formaletas, utiliza materiales reciclados, asegurando continuidad visual cuando la puerta est á cerrada. En los espacios exteriores e interiores aparecen varios firepits ubicados estratégicamente: uno en la sala y área de chimenea, otro cercano al jacuzzi y uno más hacia el comedor.
El arquitecto Alejandro Paz cuenta con décadas de experiencia, pero además se ha enfocado en desarrollar arte conceptual por medio de diferentes intervenciones espaciales, instalaciones y performance, lo que le permitió aportar mucha

El vidrio aporta transparencia y continuidad con el entorno. En puntos clave, vigas y columnas de acero permiten liberar las fachadas y mantener visuales limpias. En iluminación, la decisión fue no intervenir la loza, por lo que se optó por un sistema de cables tensados de pared a pared, del que cuelgan luminarias suspendidas sin alterar la superficie de concreto.



Destaca también, una cava de vinos construida en acero inoxidable. Su geometría irregular hace referencia directa a las ramas del bosque, integrando una especie de escultura dentro de la secuencia arquitectónica. Los accesos y la puerta principal continúan el mismo lenguaje, el revestimiento externo replica el módulo y
riqueza al diseño y lograr resultados sin precedentes. “Este diseño implicaba interactuar con un bosque completo, me llevé un aprendizaje profundo sobre cómo la arquitectura puede relacionarse con la naturaleza desde la ética y la coherencia. Para el equipo, fue un proyecto que marcó un antes y un después desde los albañiles hasta el diseño ejecutivo, pues se estableció́ una regla no escrita de respeto absoluto hacia cada elemento del entorno”. Asegura su creador.
Sin duda alguna, una casa que no solo se construye en el bosque, sino que permite una forma distinta de habitarlo e interactuar con él












1. Libro. Federico Fellini. Cuadernos donde el cineasta anotaba sus sueños al despertar. Q799.00. Kitapenas Books&Bistro.
2. Calendario Caballito Mecedor. Q510.00. Bazar Casa Vieja

3. Servilletas Bordadas con Ribete de Punto Merrow. Blanco y azul, Lirio de Los Valles Set de 4. Q398.00. Vanille
4. Candela en Arbol Navideño Q150.00. Bazar Casa Vieja
5. Hand Poured Soy Candle. Distintas escencias. Q325.00. Makenna.
6. Difusor Numa wifi + 3 aromas. Q1,449.00. INHALA
7. Taza navideña Q79.00. Plato pequeño, set de 4 Q279.00. Plato grande, set de 4 Q299.00. Cantel
8. Cascanuez Blanco y Caballo Mecedor. Q525.00 y Q.485.00. respectivamente. Bazar Casa Vieja
9. Champagne Perrier Jouet Belle Epoque 6/750. Q2,776.00. Marcas Mundiales
10. Servilletero de estrellas. Set de 4. Q310.00. Corinne
11. Libro. Las Recetas de Casa de Mi Madre por Tamara Falcó. Q295.00. Kitapenas Books&Bistro.








La Dutch Design Week 2025 confirmó que el diseño contemporáneo ha dejado de centrarse solo en la forma. En Eindhoven, se vio un movimiento claro hacia materiales que regeneran, colores que transforman la percepción y objetos concebidos como sistemas vivos, no como productos estáticos. Para arquitectos y diseñadores, la feria fue un recordatorio de que el futuro se construye con biomateriales, procesos abiertos y una estética que responde a la energía del entorno.
Los colores fueron protagonistas en forma de degradados suaves, transparencias activadas por la luz y superficies que cambian según la intensidad solar. La paleta se aleja del impacto inmediato y apuesta por tonos emocionales y transitorios, reforzando la idea de que el color es un lenguaje,no un acabado.
Un experimento estructural donde la grapa —un objeto cotidiano e incluso invisible— se transforma en elemento fundamental. Construye geometrías tensadas, estructuras casi escultóricas, y revela la belleza de lo que normalmente no miramos

En materiales, dominaron el miscanthus (hierba asiático perenne), el micelio y fibras vegetales regenerativas; combinados con tecnologías de impresión y tejeduría digital. La artesanía se fusionó con el algoritmo, demostrando que el futuro será híbrido. También destacó la circularidad radical: residuos plásticos convertidos en superficies premium o lana desechada transformada en tapices robóticos.
Destacamos 5 proyectos:
Superficies hechas de plástico reciclado que imitan minerales y resinas naturales. Demuestran que el residuo no es un fin, sino el inicio de un nuevo ciclo estético y funcional

Königswinter Light Sculpture — Heilig Objects
Una escultura vertical que refracta y desplaza la luz como una corriente líquida. Inspirada en el Rin, es un encuentro entre óptica, arquitectura ligera y poesía de movimiento


Living Colour — Lilian van Daal
Uno de los proyectos más comentados: utiliza bacterias reflectantes que generan color sin pigmentos añadidos. La biología pasa a ser una paleta viva y sostenible, con aplicaciones potenciales en interiores, moda y arquitectura

Blooming Furniture — Aaron Preyer Mobiliario que parece crecer o florecer. Sus piezas conciben el mueble como un organismo cambiante y no como un objeto estático, proponiendo otra relación con el hábitat doméstico
Diseñar un espacio exterior para eventos requiere una comprensión cuidadosa del sitio y de cómo las personas lo utilizarán. Para eso, es fundamental analizar varios aspectos como el paisaje (la exposición solar, los patrones de viento, el drenaje y la vegetación existente), para asegurar comodidad y funcionalidad durante todo el año. También, la circulación de los visitantes, la accesibilidad, las salidas de emergencia y las necesidades espaciales según el tipo de evento.



El proyecto “El Jardín”, desarrollado para Kawilal Hotel y Spa en las aguas termales de Santa Teresita, responde a la necesidad de crear un área para bodas, graduaciones y eventos ejecutivos. El sitio seleccionado es una superficie plana dentro del bosque, donde la baja permeabilidad del suelo llevó a la construcción de un drenaje francés perimetral que, además de su función técnica, se integra al diseño paisajístico mediante piedras y plantas. Un camino circundante con pequeños decks complementa el espacio, ofreciendo salas y áreas secundarias. Los árboles maduros que rodean la plaza (timboques, amates y guachipilines), tambien se posicionan como protagonistas, ya que reciben iluminación estratégica que aporta perspectiva, belleza y profundidad al conjunto.
La sostenibilidad es un eje central del proyecto, evidenciada en el uso de paisajismo nativo, superficies permeables y sistemas de iluminación eficientes. El objetivo final, para este tipo de espacios, es crear un entorno seguro, adaptable y visualmente coherente, que mejore la atmósfera de cualquier evento mientras cumple con las necesidades operativas prácticas, demostrando que funcionalidad y diseño responsable pueden coexistir en armonía




Marc Landers es un Arquitecto Paisajista y Urbanista de California, Estados Unidos. Ha diseñado más de 800 jardines en los últimos 25 años. En Guatemala ha realizado proyectos en la Costa Sur, Antigua, Cobán, Río Dulce, Atitlán, el Petén y la Ciudad de Guatemala. Como Urbanista es socio fundador de Estudio Urbano y ha diseñado planos maestros y ciudades en los Estados Unidos, Alemania, Belice, Italia y Guatemala. Fue parte del equipo de diseño de Ciudad Cayalá. Marc estudió arquitectura del paisaje en California State Polytechnic University en Pomona, y una maestría en Town Planning de la Universidad de Miami en Florida. Reside en Guatemala desde 1995

Por Catterina Siri
Durante años, casi una década, el interiorismo navegó una paleta neutra casi monástica. La gama de grises, beiges sensatos y blancos quebrados, declararon la ley del minimalismo y de una idea básica del quiet luxury. Pero algo cambió, los colores y las emociones vuelven al centro de la escena, vibrantes, sentidos y profundamente personales.
La tendencia surge como una especie de antitendencia que responde al deseo de los usuarios de habitar espacios que hablen de ellos, y muestra concreta son los artículos enteros de medios europeos dedicados a este tema.

Hoy, los interiores se pueden ver en matices de verdes; terracotas de pigmento profundo que aportan masa visual y sensación térmica; morados tierra que funcionan como sombras cálidas; azules ultramar que recuperan el dramatismo de los interiores clásicos, todos elegidos más por intuición y emoción que por reglas estrictas. De hecho, el color de Pantone para 2026 es el Transformative Teal (entre azul y verde acuático), pero los tonos más cálidos siguen con fuerza con todos sus complementarios. A la par del color, resurgen los materiales con historia: maderas con vetas visibles, cerámicas hechas a mano, textiles teñidos artesanalmente y piezas recuperadas. Lo imperfecto se vuelve necesario y lo personal, un nuevo lujo.



Sin embargo, aunque pudiera ser un capricho, no lo es, ya que responde, como todo movimiento social, a una respuesta a la hiperexposición visual en plataformas digitales que generó estéticas que se repitieron una y otra vez sin adaptaciones. La solución fue construir un relato personalizado no intercambiable: integrar piezas heredadas, colecciones de arte local, mobiliario hecho a medida y paletas que derivan de la historia del usuario, no de un moodboard genérico. Entonces, el valor deja de ser la rareza material y pasa a ser la coherencia narrativa.
Bajo esta perspectiva, el look showroom deja su lugar a espacios que asumen posturas e incluso riesgos. Colores saturados conviven con maderas densas, patrones contemporáneos dialogan con gestos retro, y los interiores se permiten matices emocionales: dramatismo, nostalgia, expresividad, lo que se prefiera. Pero nada es radical, todo se transforma y entonces la neutralidad, tan elegida por mucho tiempo, deja de ser un estándar y aparece, ahora, como una opción más dentro de un repertorio ampliado.
Con todo, el retorno del color no es un retroceso estilístico como pudiera pensarse, sino muy por el contrario, un avance conceptual, ya que reivindica la atmósfera, la subjetividad y el oficio. Una especie de recordatorio de que somos irrepetibles y que, por eso, los interiores valiosos no solo son los que se habitan, sino los que se sienten, se leen y se recuerdan




Hay piezas que iluminan una pared desde el primer vistazo. El perchero Hang It All, diseñado por Charles y Ray Eames en 1953, pertenece a esa familia de objetos capaces de introducir orden y carácter sin ocupar demasiado espacio. Su estructura ligera transforma un área de tránsito en un punto focal lleno de intención.
Aunque se creó para habitaciones infantiles, la versión de colores trascendió ese origen y encontró un lugar natural en interiores contemporáneos. La rejilla de acero sostiene catorce esferas de madera maciza en tonos seleccionados para aportar dinamismo sin saturar el ambiente. Ocho se ubican en la parte superior y seis completan la base inferior. Esta secuencia sustituye los ganchos tradicionales, cuida las prendas y crea un ritmo visual que define la personalidad del perchero.
Ray Eames sostenía que los niños reconocen el valor del buen diseño, y esa convicción aparece con claridad en esta pieza que combina juego, proporción y una paleta que introduce energía. Los colores vibrantes añaden vitalidad y crean un contraste amable frente a paredes neutras, mientras que la estructura metálica sostiene la propuesta visual con estabilidad y ligereza. El diseño también permite instalaciones consecutivas que forman líneas continuas en pasillos o entradas.
Hoy, como todos los diseños de Eames, el perchero es comercializado por la marca Vitra e integra colecciones permanentes del Museum of Modern Art de Nueva York y el Vitra Design Museum de Alemania, un reconocimiento que confirma su vigencia. En ambientes actuales funciona como un acento equilibrado.
El Hang It All de colores mantiene una cualidad que pocos objetos alcanzan, ya que aporta frescura sin perder rigor y logra que la funcionalidad se integre de forma orgánica en la vida diaria


La 24ª Bienal de Arte Paiz, titulada “El Árbol del Mundo”, reunirá obras y comisiones de artistas de los cinco continentes, destacando voces indígenas y diversas generaciones que reflexionan sobre identidad, territorio e inclusión. Se podrá visitar del 4 de noviembre de 2025 al 15 de febrero de 2026 en Casa Ibargüen, el Centro Cultural Municipal – Antiguo Edificio de Correos y CIRMA, en Ciudad de Guatemala y Antigua Guatemala, todas con entrada libre y en sus horarios habituales.
El Inguat lanzó la convocatoria “Guatemala Diseña con las Manos 2026”, dirigida a artesanos y creadores que trabajen técnicas tradicionales o de fusión. Las piezas seleccionadas formarán parte de una exposición itinerante por Europa en 2026, sin costo para sus autores, y luego integrarán una muestra nacional. Un jurado nacional e internacional evaluará la calidad, autenticidad e innovación de las propuestas. La recepción será del 1 al 30 de noviembre de 2025 y los resultados se publicarán en enero de 2026.
La feria Maison&Objet celebrará su edición 2026 del 15 al 19 de enero en Paris-Nord Villepinte, reuniendo a marcas líderes del sector hábitat y ofreciendo el programa In The City, que conecta con más de 100 espacios de diseño en París. Las entradas podrán adquirirse en períodos especiales —súper madrugadores, madrugadores, regular y Día D— y la inscripción para visitantes profesionales estará abierta en sus distintos precios desde noviembre 2025.




Por Catterina Siri
La inteligencia artificial (IA) avanza con una velocidad que redefine la arquitectura, el diseño y prácticamente cualquier disciplina. Es sorprendente su capacidad para procesar datos, generar propuestas formales y anticipar escenarios. Sin embargo, su rápido despliegue también abre una serie de desafíos y riesgos que obligan a reflexionar con profundidad, especialmente entre quienes modelan los espacios y objetos que definen nuestra vida cotidiana desde la creatividad.
Hace unas semanas, causó gran revuelo la subasta de piezas de arte creadas, supuestamente, por IA, donde grandes sumas de dinero se movieron rápidamente. Es cierto que la propuesta fue más un experimento que una realidad, ya que resultó ser que las cuatro obras estaban pintadas por mujeres llamas “Ia” y no por IA. Pero la discusión funcionó porque puso nuevamente en el tapete si la inteligencia artificial afectaría el proceso creativo humano y su criterio, es decir, activó la tensión creciente entre eficiencia automatizada y sensibilidad autoral.
Y es que el proceso creativo tiene su ciencia y, a medida que la IA propone soluciones instantáneas y altamente funcionales, surge la tentación de aceptar resultados evitando el pensamiento crítico y la deliberación que una idea conlleva para materializarse. Para arquitectos y diseñadores, esto podría derivar en proyectos técnicamente competentes, pero desconectados de intuiciones, referencias culturales y lecturas contextuales que solo el autor es capaz de integrar.
La creatividad, históricamente alimentada por la experimentación, el error y la observación, corre el riesgo de volverse dependiente de la velocidad de generación. La IA puede ofrecer cientos de variantes en segundos, pero ese volumen puede ahogar la voz interna del diseñador, debilitar su capacidad de selección y reducir su exploración a una curaduría de opciones prefabricadas. Por eso, el reto está en usar la IA como catalizador, no como sustituto de la búsqueda individual.
Ahora bien, el sesgo algorítmico continúa siendo otro punto crítico. Las bases de datos que entrenan a los modelos suelen reproducir estéticas dominantes, tendencias comerciales e incluso, desigualdades históricas. Esto pone en riesgo la diversidad formal y cultural del diseño que, usando la herramienta sin un ojo entrenado, podría terminar impulsando soluciones homogéneas que contradicen décadas de trabajo, con sus objetivos específicos por una arquitectura inclusiva y un diseño plural, o cualquier otra tendencia que de tanto agotarla, pierde foco y personalidad.
Desde mi punto de vista, la IA no es una amenaza en sí misma, sino un instrumento que, como tal, requiere ser usado con criterio, ética y conciencia del derecho de autor y muchas otras aristas que quedan en el tintero, es cierto, pero el desafío que presenta para el diseño del futuro, en mi opinión, ya no es si pone, o no, en riesgo la creatividad humana, sino en centrarse en cómo fortalecerla para que la tecnología amplifique —y no diluya— la mirada irremplazable de cada creador






En HOME creemos que un hogar es más que una dirección: es el espacio donde crecen las historias que más atesoramos.
Queremos agradecerte por permitirnos ser parte de las tuyas.
Deseamos que esta Navidad y Año Nuevo lleguen con paz, esperanza y muchas razones para sonreír.

De parte de todo el equipo



