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Opinión

Poder Y Dinero V Ctor S Nchez Ba Os

OPOSICIÓN, MATRIMONIO POR CONVENIENCIA

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Éramos muchos y parió la abuela. Así reza un refrán popular en el que habla de las calamidades que puede haber, después de una crisis.

La oposición en México, cae en un juego peligroso, ya que atenta contra sí mismos. Quieren realizar un proceso diferente para la selección del candidato presidencial, que impulsa Andrés Manuel López Obrador en Morena. Sin embargo, lo hace muy similar.

Los riesgos que implica el pelear contra el tiempo, contra el oficialismo, contra sus bases y contra las estructuras ya establecidas, son muy elevados a esta altura del juego electoral.

Quieren abrir, bajo una supuesta democracia, la selección del candidato del PRI, PAN y PRD, así como eventualmente de Movimiento Ciudadano, al escrutinio de la ciudadanía. Estas serían unas elecciones primarias para cada uno de los 3 partidos; luego vendría la disputa entre los 3 candidatos. Esto sería una refriega similar a la de Morena., después tendrías que buscar, peleando con sus compañeros de otros partidos de la alianza, para tener la candidatura definitiva.

La diferencia entre ambas trincheras es que en Morena y sus aliados, el dueño de a franquicia tiene a su elegido y los pone quietos con un golpe en el escritorio. Mientras que en la oposición, la guerra será en serio y podría superar a sus dirigencias. Acaso no se dan cuenta que este tipo de estrategias, muy similares a las de López Obrador, lo único que lleva es el divisionismo interno. No hay química entre PRI, PAN, PRD y MC. Todos están peleados. Hay heridas ancestrales que no han superado los cuadros tradicionalistas y seguramente no sanarán en el corto plazo. Sin embargo, tienen convivir en un matrimonio por conveniencia. E objetivo es sacar a Morena y sus satélites de Palacio Nacional.

En casa de cada uno de esos partidos que conforman la alianza opositora, hay miedos sobre el futuro y supervivencia de esos institutos. Urge un grupo opositor sólido, con miras al futuro y, sobre todo, con esa hambre y sed de un cambio alternativo de poder.

Tanto el PRI como el PAN ponen reglas a sus candidatos que resultan imposible de cumplir para aquellos que no tienen apoyos financieros para sus pre-pre-precampañas.

Esto le abre la puerta para “ padroneros”, personajes que se dedican a vender firmas para solicitudes de revocación de mandato o para aspirantes a puestos de elección de popular, o para aumentar el número de solicitantes para registro de un partido

Un Despertar Cuestionado

Durante cinco años la oposición de nuestro país fue incapaz de construir una narrativa que atrajera la atención ciudadana y que se pudiera insertar como parte de la agenda política, algunos destellos generaban un lapsus breve de atención, pero de forma sistemática nos preguntábamos ¿Dónde está la oposición?

En cinco años no logramos ver las bases para la construcción de una candidatura competitiva por parte de ningún partido opositor, pero quizás lo más grave, es que no supieron articular un proyecto de país que ofertara propuestas que resolviera los problemas que, en sus propios términos, el Gobierno fue incapaz de atender.

La oposición ante el huracán del lopezobradorismo se achicó, no lograron frenar el crecimiento de la ola guinda, ello explicado en gran parte por el repudio social que arrastraban los tres partidos más emblemáticos de nuestro país, pero a ello se debía sumar la incapacidad de comprender que existía la necesidad imperante de adecuarse a su nueva realidad. político. Trabajan para Morena, pero por dinero venden sus servicios a quienes se les ponga enfrente.

Así ocurrió con el caso de firmas que metieron morenistas en la alcaldía Miguel Hidalgo, en la ciudad de México, para la revocación de mandato de Mauricio Tabe, del PAN. Hasta los muertos y habitantes de otras alcaldías y Estados firmaron.

Ahí andan vendiendo sus padrones a quienes les ofrezca más dinero. Si alguien quiere 1 millón de firmas, a través de aplicaciones en celulares, las obtienen con gran facilidad. Cuestan entre 25 y 50 pesos cada una y se enfoca a regiones, distritos, colonia o, inclusive, a nivel nacional.

De ahí, a una lección que se abrirá a la sociedad, lo que es positivo para la Alianza Opositora.

Hay riesgos en estos procesos y lo fácil sería la designación directa. Sabemos que los panistas quieren impulsar a Santiago Creel o a Zóchitl Galvés (por opción de género). Pero, en el PRI, está la caballería pesada y no pierdan de vista a Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes y a Claudia Ruiz Massieu, entre muchos más.

Por ello son de descalificarse ese tipo de requisitos que imponen tanto las autoridades electorales, como los partidos

Opinion

políticos, ya que domina quien tenga la capacidad económica para juntar o comprar esas firmas, así como aquellos que tienen el apoyo de sus partidos en esa materia; le económica.

Por otro lado, muchos filtros que establecen los partidos de oposición para sus candidatos, llevan únicamente a un desgaste. A diferencia del vecino de enfrente, Morena, son muchos los liderazgos internos que buscarían meter su cuchara en la sopa de la sucesión, pero saben que la decisión esta tomada y sólo falta hacerlo oficial en septiembre, en un ambiente de un pesado maquillaje democrático, que parece mampostería.

La oposición, debe poner atención en ese México que también existe y quiere, cuando menos, alternancia y, en el último de los casos, no entregar un cheque en blanco al próximo gobierno.

Ahí está la responsabilidad de los partidos opositores. Llenar el espacio de quienes han sido disgregados por el actual gobierno; que son calumniados, agredidos y cuando menos despreciados por el gobierno de López Obrador.

¿Acaso es mucho pedir?

@vsanchezbanos

Jos Luis Sol S Barrag N

En cinco años hemos visto a una oposición muchas veces contradictoria, con una narrativa para defender a la democracia, pero destruyen a sus propias disidencias; con una narrativa de respeto a la Ley, pero acciones que violentan el marco jurídico; simplemente una fuerza política con poca credibilidad por su pasado y su presente.

Una alianza opositora contra MORENA era algo que un sector de la sociedad solicitaba, pero que desde su anuncio formal para el proceso electoral 2021 no logró encender los ánimos de la ciudadanía, ni dar un aliento de que había un proyecto de país diferente; y los resultados electorales permitieron que cuestionáramos la pertinencia de Va por México.

Hoy la Alianza opositora no se ve más vigorosa que en el 2021, ni que el 2022 o las elecciones de este año, la alianza no muestra mayor musculatura que nos dé la certeza de tener “tiro” para el 2024, tampoco podemos estar seguros de que sus números, permitan una elección incierta sobre el ganador; pero lo real, es que la oposición por fin se hizo presente.

El frente opositor ya mostró su proceso para elegir candidato, ya hizo presencia acompañado por algunos grupos de la sociedad civil, y mostró sus fichas que estarán participando dentro de la contienda.

Durante cinco años los opositores no lograron hacerse visibles, pero en una semana han logrado captar la atención de propios, extraños e incluso de los contendientes del bloque de los partidos en el poder; y ese logro, no debe desmeritarse pese a los cuestionamientos que rondan por el Frente.

Hoy la alianza logró despertar, sin duda alguna hay muchas dudas y reclamos que son necesarios ser atendidos, se debe empezar por reconocer los errores que se cometieron cuando ellos mismos fueron Gobierno, siguiendo por la forma en que garantizarán que exista una verdadera representación ciudadana en su toma de decisiones, y concluyendo en la visión que tienen para que este país avance de forma equitativa, para todos los mexicanos.

La alianza tiene un despertar cuestionado, hay muchas cuentas que deben rendir antes de continuar para llegar fuertes a las elecciones del 2024; pero también debe mostrarse como una opción diferente a lo que fueron ellos y a lo que representa hoy MORENA.

Sin duda alguna, fue un gran reto el que después de cinco años despertaran, pero ahora lo más complejo será en primer lugar ver como legitiman y construyen una candidatura competitiva, incluso cuando ello les implique sacrificar su propia partidocracia; en segundo lugar como lograr congruencia y consistencia, ante la falta de expectativas de los ciudadanos en sus liderazgos; y por último, generar una conexión de representatividad entre ellos y los electores; de no lograr esto, el despertar, otra vez sólo fue momentáneo y el frente opositor seguirá condenado al fracaso.

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