Edición del 28 de enero de 2024 Año 116 - N°6.6422
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Obispo Óscar Blanco Martínez OMD
Editor: Pbro. Fredy Subiabre Matiacha fredysubiabre@gmail.com Impresión:
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Semanario fundado por Mons. José Fagnano el 19 de enero de 1908
AÑO DE LA ORACIÓN:
LA PROPUESTA DEL PAPA FRANCISCO
P
ara vivir el “tiempo de gracia” hasta la apertura de la Puerta Santa del Año Santo 2025, el Papa Francisco nos pide “intensificar” la oración. El Papa inaugura el Año de la Oración como “un año dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración”. El anuncio del Pontífice se produjo al final del Ángelus del domingo 21 de enero pasado: “Les pido que intensifiquen la oración para vivir este tiempo de gracia”. No es un año para organizar determinadas iniciativas sino más bien un momento para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar hoy, en la era de la cultu-
ra digital, para que la oración sea eficaz y fecunda. No podemos ocultar que estos años manifiestan una profunda necesidad de espiritualidad. Cuanto más fuerte es el clamor de una técnica que parece corresponder a todos nuestros deseos, más profunda es la necesidad de una verdadera espiritualidad que lleve a cada persona a encontrarse a sí misma en la verdad de su propia existencia y, por tanto, en una relación coherente con Dios. Por eso el Papa propone un año que vuelve a poner este gesto en el centro. Hay mucha gente que reza todos los días. Ninguna estadística sería capaz de responder con cifras y porcentajes correctos a este momento tan íntimo de las personas que viven la pluriformidad
de la oración como un momento totalmente personal. Desde aquellos que se persignan rápidamente hasta aquellos que participan en la Eucaristía diaria, existe una gama tan amplia de formas de orar que nadie puede describir completamente. Desde la oración rápida hasta la oración distraída; desde la oración contemplativa hasta la oración llena de lágrimas de dolor... la oración no se deja atrapar en un esquema preestablecido porque es la relación personal del creyente con Dios mismo, dentro de esa relación íntima y exclusiva que distingue nuestra fe. Este año de la Oración quiere ser entonces un tiempo para favorecer la relación con el Señor y ofrecer momentos de auténtico descanso espiritual. Precisamente por eso el
tema central será el pedido que los discípulos dirigen a Jesús: “Enséñanos a orar” (Lc 11,1). El Papa Francisco realizará durante este año una “Escuela de oración” que consistirá en una serie de momentos de encuentro con algunas categorías de personas para orar juntos incluyendo algunas formas de oración: de la oración de acción de gracias a la oración de intercesión; de la oración contemplativa a la oración de consolación; de la oración de adoración a la oración de súplica…”. Un año entonces para que, como Iglesia en Magallanes,
también pidamos al Señor: “Enséñanos a orar” y demos pasos concretos para pro-
fundizar en nuestra relación vital con el Señor, personal y comunitariamente.